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La familia disfrutaba de una gran casa antigua que guardaba los recuerdos de varias generaciones. La casa estaba dividida en dos partes por una puerta de roble. Una noche, el narrador escuchó ruidos en la otra parte de la casa y cerró rápidamente la puerta para protegerse. Más tarde, también escuchó ruidos de su lado de la puerta, por lo que tuvo que huir de la casa con su hermana Irene.
La familia disfrutaba de una gran casa antigua que guardaba los recuerdos de varias generaciones. La casa estaba dividida en dos partes por una puerta de roble. Una noche, el narrador escuchó ruidos en la otra parte de la casa y cerró rápidamente la puerta para protegerse. Más tarde, también escuchó ruidos de su lado de la puerta, por lo que tuvo que huir de la casa con su hermana Irene.
La familia disfrutaba de una gran casa antigua que guardaba los recuerdos de varias generaciones. La casa estaba dividida en dos partes por una puerta de roble. Una noche, el narrador escuchó ruidos en la otra parte de la casa y cerró rápidamente la puerta para protegerse. Más tarde, también escuchó ruidos de su lado de la puerta, por lo que tuvo que huir de la casa con su hermana Irene.
Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy
que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación
de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.
Irene y yo hacíamos la limpieza en las mañanas, se almorzaba a
las 12 comiamos trnauqilos pensando en el silencio de la casa, Irene se pasaba el dia tejiendo en un sillón de su dormitorio, yo amante de la literatura francesa, los sabados después de pasar por comprar la lana de Irene recorria algunas librerías para preguntar sobre novedades de literatura francesa
Vivíamos en estas casa gigante que se dividia en dos partes la
cual era dividida por una puerta de roble, nos manteníamos en este lado de la casa donde solo estaba el pasillo, la cocina y los dormitorios solo pasábamos al otro lado de la casa para hacer la limpieza.
Una noche se me ocurrio montar al fuego la pavita del mate
cuando fui a cerrar la puerta de roble y escuche un ruido en la otra parte de la casa, el terrible sonido venia arrazndo con todo a su paso en la otra parte de la casa, me tire sobre la puerta para cerrarla antes de que fuera tarde y cerre con llave.
Al volver le dije a Irene
- Cerre con llave la puerta, han tomado parte del fondo-
- Estas seguro? Asentí. -tendremos que vivir de este lado entonces-
Ahora el trabajo y a limpieza eran mas censillos, yo hacia
almuerzo e Irene hacia platos frios para la noche y vivíamos de esa manera, Irene estaba contenta puesto a que tenia mas tiempo para tejer. Una noche estábamos a nada de irnos a la cama cuando fui a la cocina por un vaso de agua, escuche un ruido de este lado de la puerta de roble y es cuando a Irene le sorprende mi movimiento brusco.
-han tomado esta parte de la casa-
Sin nada salimos a la calle, Irene estaba llorando, cerre la puerta detrás de mi lanze la llave por la alcantarilla no vaya ser que a alguien se le ocurriera robar y con la casa tomada.