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° 4/1990-11199 1

MERCADO ILEGA L
DEL SUELO Y EXPANSIO N
METROPOLITAN A
EN LA CIUDA D
DE MEXICO
Víctor Castañed a
Illegal land dealing and the metropolitan expansion o f
Mexico city

The rampant demand for building space in Mexico Cit y


consequent upon both the concentration of socio-economic
activity and people is here shown to have led to an inevitabl e
scarcity of this basic factor and a consequent and inevitabl e
La demanda de suelo que genera la concentración de ac- upsurge of speculative activity on the market for it . This stat e
tividades socioeconómicas y de población en la ciudad d e of affairs is shown to have been further worsened by the fi-
México provoca tanto su escasez como el surgimiento natu- nancial inadequacies of the public bodies involved in th e
ral de conductas especulativas en el mercado inmobiliario . question as it has by their total lack of so much as a singl e
Situación que se agrava por las limitaciones financieras d e programme for encompasing the situation . The consequen-
los organismos públicos y por la carencia de programas en ces of the foregoing have been a thrusting out of the popu-
la materia. El resultado se visualiza en la expulsión de pobla- lation to the city outskirts and these areas, in turn, have like -
ción hacia las zonas periféricas que registran procesos de ur- wise undergone a recent growth . In order that this process
banización reciente . Para gestionar dichos conflictos se ha n might be in some wise regulated, programmes have been pu t
institucionalizado programas de regulación de la tenencia d e under way to regulate land ownership in areas that have suf-
suelo en áreas de invasión ilegal, entre otros . Sin embargo , fered the effects of squatting . Be this as it way, the inability
la incapacidad de tales actuaciones para superar en pleni- of such measures to cope with the problem in full has marre d
tud el problema limita los resultados de una planificación que the hoped-for effects of a planning scheme envisaged as
debiera tender a la justicia y la eficacia . being up to offering both Justice and Efficiency .

el Area Metropolitana de la Ciudad d e 1988) . De ese total de necesidades globales, e l

E
N
México (AMCM), la centralización de la s 30 por 100 corresponden al Estado de Méxic o
actividades económicas y la concentra- (118 .739) y al Distrito Federal (64 .139), entida-
ción de la población acrecentó la escasez d e des jurídico-administrativas en las cuales se en-
suelo urbanizable y de vivienda, situación agra- cuentra contenida el área metropolitana. Com o
vada por la limitada cobertura de financiamient o parte del problema se hace patente la incapaci-
y producción que ofrecen los programas habita- dad económica de la población para adquirir un a
cionales públicos y privados . A nivel nacional s e vivienda, esto se refleja claramente en la distri-
estimó un déficit de vivienda que afectaba a sei s bución de las necesidades según rasgos sala-
millones de mexicanos en 1987 . Para satisface r riales : a nivel nacional, el 88,2 por 100 de las ne-
esa demanda se calculó la producción habita- cesidades globales se ubica en un rango de po-
cional sobre una base de necesidades globale s blación con ingresos máximos de hasta 2,5 ve -
de 608 .486 techos (SEDUE, 1987), de los cuale s ces el salario mínimo ; el 67,8 por 100 correspon-
300 .030 unidades terminadas (49,3 por 100) ha n de a la población que percibe hasta una vez es e
sido producidas por el sector público (SEDUE , salario, y el 20,4 por 100 al rango de 1,01 a 2, 5

Víctor Castañeda es investigador del Centro de Ecodesarrollo y pactos ambientales provocados por el crecimiento urbano de la ciu-
profesor de Diseño de los Asentamientos Humanos (Planificación Ur- dad de México que se realiza como parte de las actividades regula-
bana) de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, México . res del Centro de Ecodesarrollo-Consejo Nacional de Ciencia y Tec-
El presente trabajo forma parle del proyecto de investigación Im - nología . México .

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veces ese ingreso (SEDUE, 1987) . Al parecer, e n tantes, lo cual significa que albergaban al 63,1 2
el transcurso de una década las condicione s por 100 de la población radicada en los munici-
tienden a deteriorarse, pues en los años setent a pios metropolitanos del Estado de México (Sou-
un porcentaje igualmente importante pero ligera - bie, E ., 1984) . En el Distrito Federal, según da -
mente menor de las familias mexicanas (65 po r tos oficiales, la población establecida en asenta-
100) se encontraban imposibilitadas de satisfa- mientos irregulares fue menor que en los muni-
cer esta necesidad social a través del mercad o cipios metropolitanos ; en 1982 eran habitado s
de viviendas tanto público como privado, debi- por 288 .000 personas, cifra que ascendió e n
do a que sus ingresos familiares no llegaban a 1987 a 1 .347 .000 habitantes, de los cuales ,
alcanzar siquiera el mínimo exigido por los pro - 390 .000 fueron beneficiados por los programa s
gramas de vivienda oficiales (Garza, G ., y de regularización de la tenencia de la tierra (D e
Schteingart, M ., 1978) . la Madrid, M ., 1988) .
Bajo estas condiciones se ha desarrollado u n Con la apertura de mercados ilegales en las
mercado inmobiliario altamente especulativo, cu- periferias se iniciaron dos procesos articulado s
yos efectos más importantes se manifiestan e n con la actual dimensión territorial metropolitan a
el permanente desplazamiento de vastos secto- de la ciudad de México : un amplio y atomizad o
res de la población con incapacidad de acces o proceso de urbanización y valorización del sue -
al espacio urbanizado mediante la compra o e l lo, en gran parte a cargo de los propios pobla-
arrendamiento . Por ello, las periferias de la me- dores, acompañado de un desplazamiento pro-
trópoli se han convertido en el principal recep- gresivo de la población con incapacidad d e
táculo de los procesos de urbanización reciente , apropiación definitiva del suelo valorizado, cuy o
pues ahí el mercado de tierra se desarrolla aú n resultado es la generación de nuevas «olas ex-
en forma incipiente y, por tal motivo, es más ac - pansivas» sobre el territorio . Estimaciones elabo-
cesible en sus precios . radas para doce municipios metropolitanos, e n
Así, el problema de acceso al suelo urbano y , base a la tendencia que marcan los incremento s
por tanto, el problema generado por las formas demográficos, señalaban que el número de vi-
que adopta su consecución a través del merca - viendas necesarias durante la década de los
do ilegal se encuentra estrechamente vinculado ochenta se ubicaría dentro del rango de 35 .000
al problema de la vivienda, pues éste constituy e a 117 .000 techos . La producción de viviendas e n
una condición indispensable para su edificación . esas dimensiones requeriría, en el primer su -
La relación entre grandes sectores de la pobla- puesto, la adición de 743 ha anuales a la actua l
ción urbana carentes de un techo propio y éste área metropolitana y 2 .500 ha más al año en e l
como primera motivación de acceso al suelo per- caso de la segunda opción . En materia de suel o
miten comprender la recurrencia de la venta ile- urbano, de prevalecer el actual modelo de ocu-
gal de terrenos -forma predominante del mer - pación territorial -disperso y subocupado-, se-
cado inmobiliario de las periferias- y su conso- ría necesario incorporar para el año 1987 entre
lidación como forma de acceso masivo mayori- 4 .500 ha (estimación baja) y 15 .000 (estimació n
tario ante la imposibilidad de satisfacer esta ne- alta), en función de los posibles incrementos de-
cesidad a través del mercado regular de la mográficos (Iracheta, A ., 1984) .
vivienda . Así, la expansión territorial de la metrópol i
La manifestación más evidente de un model o mexicana se ha dado principalmente sobre terre -
de urbanización dirigido por los intereses de l nos anteriormente dedicados a actividades agrí-
mercado inmobiliario es, sin duda, la distribución colas y pecuarias, debido a la baja rentabilidad
territorial segregada de la población . Así, vasta s de las tierras de cultivo contiguas a las áreas ur-
zonas urbanas son ocupadas por asentamiento s banas ; la mayor rentabilidad que ofrece a los
precarios, cuya formación responde a amplia s usufructuarios y propietarios agrarios de la tierr a
necesidades de vivienda . En estas condiciones , favorece el cambio del uso agrícola a urbano .
el crecimiento territorial de la ciudad sólo pued e Por ello, esas extensiones se han incorporad o
darse en una modalidad impuesta por la segre- paulatinamente al mercado inmobiliario . Durant e
gación : la irregularidad de los asentamientos hu - el lapso de treinta y cinco años, de 1940 a 1975 ,
manos originada en un mercado ilegal del suelo , se incorporaron 1 .642,8 km2 al área urbana de l
pero accesible para sus pobladores . Por ejem- Distrito Federal y de once municipios conurba-
plo, en el Estado de México, donde se concen- dos . De esa superficie, el 24,8 por 100 corres -
tra la mayor parte de los asentamientos huma - ponde a terrenos ejidales, 24,8 por 100 a tierra s
nos irregulares del AMCM, en el año de 1982 és - comunales, 34,2 por 100 fueron terrenos de pro -
tos ocupaban 13 .839 ha, que representan el 8,2 2 piedad del Estado, y el 16,2 por 100 del creci-
por 100 del área total de los diecisiete munici- miento restante se dio sobre predios de propie-
pios metropolitanos . Aparentemente es poco sig- dad privada (Schteingart, M ., 1983) . La irregula-
nificativa la extensión de esa superficie, sin em- ridad se acentúa en el Estado de México, dond e
bargo, equivale al 33,22 por 100 del área co n el 78,9 por 100 de las tierras ocupadas por asen -
uso habitacional en esos municipios . Asimismo , tamientos ilegales es de carácter social ; ejidal ,
la importancia de los asentamientos humanos 42,54 por 100, y fideicomitida, el 36,36 por 100 .
irregulares se ubica también en la magnitud d e Sólo el 21,1 por 100 es de tenencia privada (Sou-
la población establecida en ellos ; estimacione s bie, E ., 1984) .
elaboradas para el mismo año señalan que s u La importancia y las actuales dimensiones qu e
población ascendía al orden de 4 .448 .000 habi - ha adquirido el mercado inmobiliario ilegal de las

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periferias del AMCM se debe, fundamentalmen- intentos oficiales por corregir la acusada desor-
te, a tres factores interactuales : la imposibilida d ganización territorial que esa forma de valoriza-
económica de acceder a la vivienda por parte d e ción genera .
grandes sectores de la población metropolitana , La dificultad de la intervención pública en las
la inexistencia de mecanismos de control públi- transacciones ilegales con Ia tierra se extiende y
co sobre el mercado ilegal de tierras y la debili- combina también con la oposición de interese s
dad de las estructuras agrarias ante el empuj e entre las dependencias locales de los sectore s
de la urbanización . Los dos últimos factores tie- agrario y urbano . Las pugnas por mantener co -
nen que ver directamente con el desarrollo de l tos de dominio dan pie a diversas contradiccio-
mercado inmobiliario ilegal . Poder político y eco- nes . La inminente pérdida del uso agrícola de l a
nómico son fundamentalmente los dos ejes so- tierra al incorporarse al mercado inmobiliario, as í
bre los cuales descansa la urbanización pe- como el elevado monto de las transacciones re-
riférica . sultantes de su venta y la posterior diversifica-
El proceso de incorporación de tierras de vo- ción de sus usos, mantienen interesadas tanto a
cación agrícola al mercado inmobiliario ilegal y autoridades agrarias como a aquellas responsa-
su comercialización es, sustancialmente, un pro - bilizadas del desarrollo urbano en ejercer ciert o
ceso económico de marcadas implicaciones po- control sobre este mercado . En los hechos, fre-
líticas . En su expresión económica se distingu e cuentemente las instancias agrarias han llegad o
por su carácter altamente especulativo, sin em- a convertirse virtualmente en las iniciales promo -
bargo, cuenta con la anuencia implícita o explí- toras y administradoras del «nuevo desarrollo ur-
cita de diferentes autoridades : agrarias, munici- bano», en tanto las oficinas a cargo de los pro -
pales y administrativas, relacionadas con el de- gramas urbanos, ocasional y transitoriamente, s e
sarrollo urbano . han convertido en un canal oficial que tiende a
Frente a la comercialización ilícita del suelo y «preservar» Ias actividades agropecuarias, s i
Ias prácticas especulativas de los agentes qu e por ello se entiende la vigilancia y el impedimen-
actúan en el mercado, la intervención estatal e n to de la edificación de viviendas en los asenta-
la urbanización periférica, a través de diferentes mientos recién creados .
instancias oficiales, se ha dirigido hacia el con- Actualmente, en el mercado de tierras de l a
trol político y la cooptación de las organizacio- periferia del AMCM destaca la incorporación y l a
nes sociales residentes en los barrios periféricos , progresiva importancia que adquieren los pe-
y no al control de los procesos mercantiles de l a queños agentes inmobiliarios . La aparición d e
venta de la tierra . agentes que actúan sobre el control de la tierra
La política estatal generada a partir de la ex- y que anteriormente no habían tenido mayor re-
pansión del mercado ilegal de tierras podría ca- levancia en el escenario de otras ciudades res -
racterizarse, además, por el particular empeño ponde al diferente y particular proceso de de-
de las autoridades en la atención parcial y emer- sarrollo de la urbanización periférica de la me-
gente de los servicios urbanos, dejando en u n trópoli de la ciudad de México, en relación a
segundo término el control de la venta de l a otras importantes ciudades del país, como Gua-
tierra. Esa actitud estatal se debe a la privilegia - dalajara, Monterrey y Ias ciudades estratégica s
da política de corporativización . El fortalecimien- del sureste petrolero . En esos centros urbanos ,
to del aparato corporativo y el clientelismo polí- la compraventa ilegal de la tierra urbana se ha-
tico y electoral han sido factores determinante s bía distinguido por la existencia de una legitimi-
para que el Estado haya dirigido su atención pre- zación recíproca entre la acción estatal y el pro -
cisamente a esta fase del desarrollo de los po- ceso ilegal de poblamiento, centrado en la par-
blamientos crecientes, puesto que en la deman- ticipación de importantes líderes -frecuente -
da de los servicios urbanos actúa ya la organi- mente con una clara connotación caudillista-
zación de los colonos ; es precisamente la etap a que, al mismo tiempo, desempeñaban el pape l
donde el corporativismo puede ser practicad o de fraccionadores clandestinos, gestores de lo s
sobre organizaciones sociales previament e servicios urbanos y representantes de las orga-
constituidas y con cierto nivel de cohesión in - nizaciones de colonos . En cambio, dentro de l
terna. AMCM, las estructuras de poder en torno al frac-
Así, el Estado ha hecho de Ia urbanización pe - cionamiento y a la venta de la tierra se han frag -
riférica una práctica ampliamente usada como mentado y la tradicional figura del líder-fraccio-
instrumento de control corporativista . De esa ma- nador ya no aparece como aquella que, al mis -
nera, la acción pública sobre la tierra se ha con - mo tiempo, representa a los colonos y realiza l a
vertido, fundamentalmente, en un instrumento d e gestión de los servicios, pero, sobre todo, ya n o
incidencia política sobre los intereses de los po - descansa en este vendedor ilegal la mediació n
deres locales . Si anteriormente el Estado -e n que antes existía entre colonos y autoridade s
sus expresiones centrales y locales- habí a para la negociación de los intereses entre esa s
dado libertad para que inumerables líderes loca - partes . Esta fragmentación de las funciones y de l
les realizaran la urbanización y Ia venta de tierras poder de los líderes-fraccionadores se debe ,
de propiedad social a cambio de un apoyo in - principalmente, a la mutación del poder real, im -
condicional y de la formación de una vasta clien- pulsada fuera del ámbito de los poderes locale s
tela electoral, actualmente ese desmedido po - (en este caso desde el gobierno estatal), tenden-
der, no controlado en su oportunidad, se ha con - te a contrarrestar el importante peso que esto s
vertido en el principal obstáculo de la interven- agentes adquirían dentro de los municipios don -
ción estatal en el control del mercado, y de los de actuaban, pues las fuertes presiones de es-
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tos agentes alcanzaban ya a las propias autori- vía muy puntualizada- . Si anteriormente la ges-
dades municipales, e incluso han llegado a nive l tión de la urbanización periférica se distinguía
de los poderes estatales . Para contrarrestar los por la mediación de instancias políticas entre co-
efectos de ese poder, se promovió, desde Ios ni - lonos y autoridades (básicamente a través de la s
veles superiores de los gobiernos estatal y fede- centrales políticas del Partido Revolucionario Ins-
ral, la institucionalización de programas de regu- titucional, la Confederación Nacional Campesin a
larización de la tenencia de la tierra -hoy toda - y la Confederación Nacional de Organizaciones

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Populares), actualmente se tiende hacia una ac- derla ilegalmente que continuar trabajando para
ción institucionalizada (un claro ejemplo es l a obtener magros ingresos, reducidos casi siem-
creación de la CRESEM en el Estado de Méxic o pre a niveles de subsistencia . Sin embargo, la in -
y de la Comisión para la Regulación de la Te- corporación de Ia tierra agrícola al mercado de l
nencia de Ia Tierra en el Distrito Federal) . Aun - suelo corresponde en última instancia al deterio-
que ciertamente estas acciones se encuentra n ro crónico de las condiciones del agro mexica-
regidas todavía por formalismos que permite n no, pero acentuado ahora con el agravante d e
sólo una participación selectiva de las organiza- Ias fuertes presiones que impone la expansió n
ciones sociales y no excluyen del todo la inter- metropolitana .
vención influyente de las centrales priístas, si n Precisamente en la transferencia ilegal de lo s
embargo, Ios intentos de institucionalizar la ac- derechos de uso de la tierra agrícola del ejida-
ción estatal sobre la regularización de los asen- tario al colono se evidencia el deterioro de la eco-
tamientos ilegales pretende imprimir un revesti - nomía campesina, pues son particularmente lo s
miento democrático a la gestión de los servicios , usufructuarios de pequeñas parcelas tempore-
lo cual ha sido toda una línea política discursiv a ras los que deciden abandonar el trabajo agrí-
a lo largo de la administración del Presidente Mi- cola . Aun en esas difíciles condiciones mucho s
guel de la Madrid y retomada en el present e ejidatarios inicialmente se han resistido a vende r
sexenio. Por todo lo anterior, las funciones qu e sus parcelas de labor . Un factor importante e n
anteriormente recaían en buena medida sobre e l la decisión de transferir los derechos de la tierra
líder-fraccionador ahora son realizadas por va- a colonos o fraccionadores ha sido el grado d e
rios agentes : delegados agrarios, comisarios eji- incorporación del ejidatario y de su familia a otra s
dales, ejidatarios, fraccionadores y representan - fuentes alternativas de ingreso, desvinculadas ya
tes de colonos . del trabajo agrícola . En cuanto el núcleo familia r
El puntualizado reemplazo del fraccionado r del usufructuario de Ia tierra se inserta en la es-
profesional (hasta ahora el principal protagonis- tructura laboral urbana, aumentan las posibilida-
ta que no responsable- de la incorporació n des del desprendimiento del trabajador agrícol a
ilegal de la tierra al mercado) le imprime carac- de su parcela y la incorporación de ésta a lo s
terísticas peculiares al proceso de poblamiento : usos urbanos a través del mercado ilegal . Así, e l
impone un patrón de expansión territorial disper- desarraigo con el trabajo agrícola y las presio-
so y subocupado, cuyas consecuencias princi- nes de una urbanización prematura combinad a
pales son, a nivel de la configuración de la me- con el interés de los grandes fraccionadores e n
trópoli, el impulso de un proceso de urbaniza- el lucrativo mercado periférico y la convenienci a
ción expansivo . e indiscriminado ; no existe racio- para los ejidatarios de obtener un pequeño ca-
nalidad alguna en este modelo de crecimient o pital con la venta de sus parcelas ante la inmi-
más que el impuesto por la necesidad de habi- nencia del cambio de uso del suelo han sido lo s
tación de amplios sectores y la voracidad espe- elementos determinantes en la progresiva incor-
culativa de pequeños y grandes agentes inmo- poración de los agentes agrarios en la venta ile-
biliarios que operan dentro y fuera de la legali- gal . En ese sentido, el pequeño agente agrario ,
dad . A nivel de los poblamientos de la periferia , propietario o depositario del usufructo, progresi-
Ias consecuencias son también de extrema gra- vamente ha tomado el primer lugar como el prin-
vedad, pues ese patrón de ocupación y expan- cipal agente que inicia un proceso de urbaniza-
sión implica una ampliación considerable de l ción puntal y polarizado .
proceso de consolidación de los nuevos asenta- La crisis agraria en la periferia metropolitan a
mientos ; Ias carencias, limitaciones y sobrees- expresada en Ia ausencia de apoyo financiero y
fuerzos que ello significa recaen exclusivament e técnico al trabajo de los campesinos, en la rigi-
sobre los nuevos pobladores, quienes, de es a dez, verticalidad y antidemocracia de los proce-
manera, ven disminuido nuevamente su ya d e sos de decisión de las organizaciones agrarias ,
por sí precario nivel de vida . En cuanto a las for- la hegemonía oficialista en las organizaciones y
mas organizativas, se elimina de entrada la figu- el manejo clientelista de ellas, así como la fre-
ra del líder-fraccionador y la gestión de servicio s cuente corrupción de las autoridades agrarias ,
es emprendida hasta que surge la organizació n no presenta un panorama en el cual se pued a
de los colonos, o bien cuando se incorporan lí- vislumbrar un freno a corto plazo a esta irracio-
deres vinculados con organizaciones partidaria s nal e injusta forma de deterioro irreversible de l
y asumen su representación (principalmente de l suelo agrícola que alimenta vertiginosamente e l
PRI vía la CNOP) . La intervención de un tipo de- proceso de urbanización . En cambio, sí se pre-
terminado de agente influye notoriamente no sól o vé su continuidad como una falaz solución tanto
en la conformación del patrón de ocupación terri- para los pobladores de los asentamientos irregu-
torial y en el ritmo del proceso de poblamiento , lares como para los trabajadores del campo :
sino también en el nivel en el cual se fijan los pre - para los primeros, esta vía seguirá siendo la úni-
cios del suelo y en el despliegue y profundidad ca alternativa posible para apropiarse, aunqu e
de la intervención pública . con grandes dificultades y a largo plazo, de u n
Es importante destacar que la intervención del predio donde habitar ; para los trabajadores agrí-
ejidatario (usufructuario de una porción de tierr a colas el desprendimiento con su parcela marc a
agrícola de propiedad social) en la venta ilega l definitivamente su tránsito hacia las vicisitude s
de la tierra responde ciertamente a un interés d e de la integración urbana en lo social, en lo eco-
carácter económico, puesto que es más renta- nómico y en lo político .
ble para los depositarios de la tierra agrícola ven - Al elevado costo social de este modelo de ex-

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pansión urbana, que transcurre por la especula- la población de las periferias urbanas que favo-
ción y entre mecanismos de operación legales e recen el corporativismo estatal a costa de repro-
ilegales, se suma la progresiva pérdida de tierras ducir un injusto modelo de hacer la ciudad y
productivas y, con ellas, la desaparición o trans - cuyo alto precio adicional es perder irremedia-
formación radical de las estructuras socioeconó- blemente las tierras agrícolas en las inmediacio-
micas arraigadas en el campo, para dar paso a nes del área metropolitana, o bien procurar la in-
formas híbridas de organización social que en- tervención estatal firme y decidida sobre el con-
cuentran grandes dificultades de incorporació n trol de la tierra, lo cual implica necesariament e
y de expresión en las complejas relaciones so- erradicar el interés político y especulativo de los
ciales de la metrópoli . Desde el punto de vista grupos de poder local y abrir las instancias d e
del entorno natural, la pérdida de las tierras agrí- decisión del desarrollo urbano y agropecuario a
colas acentúa el deterioro ambiental -ya críti- nuevas formas de efectiva participación ampli a
co- de esta ciudad y disminuyen considerable - y democrática .
mente sus escasas posibilidades de regenera- De mantenerse las condiciones actuales e s
ción y preservación ecológica . prácticamente imposible pensar en la instrumen-
Por su parte, es necesario observar y conside- tación de un ejercicio planificador eficaz y justo .
rar los efectos ocasionados por la expansión me- No sólo prevalecería la lógica de los intereses de
los grandes capitales en la conformación de la
tropolitana que cobran fuerza e importancia lo -
ciudad y las acciones de los grupos de poder e n
cal en la presencia gestionaria de las organiza-
ciones de colonos : donde anteriormente predo- Ias decisiones en torno a las instancias y meca-
nismos de la gestión urbana, sino también el cre-
minaban actividades agrícolas, ahora se registr a
cimiento de la metrópoli continuaría regido po r
un fenómeno de «urbanización» de la adminis- los intereses que impone la especulación inmo-
tración municipal . La gestión de los servicios ha n
biliaria . De ser así, se negaría de entrada toda
obligado a los municipios a dar mayor relevan -
posibilidad de alcanzar la justicia social expre-
cia a sus «funciones urbanas» y a recompone r sada en la racionalización del uso y conforma-
los núcleos de poder local, anteriormente bajo e l
ción del espacio metropolitano .
pleno dominio de representantes y autoridades La planificación vista en este contexto no ten-
con una estrecha vinculación con el sector agro -
dría la menor razón de ser . Aquí no se trata d e
pecuario . asumir una posición que coloque al ejercicio téc-
Por último, cabe mencionar que, si bien est e nico-administrativo de la planificación como l a
proceso se genera desde sus primeras etapas
única y definitiva solución a los problemas de l a
bajo una lógica mercantil, no es sino hasta su s metrópoli, pero sí señalar que ese conjunto d e
etapas finales (poco antes y después de la re- técnicas se encuentran encaminadas a presen-
gularización de la tenencia de la tierra) cuand o
tar y sustentar un orden racional de las activida-
se expresa el mayor potencial especulativo de l des, funciones y espacios de Ia metrópoli . Enten-
mercado inmobiliario . De hecho, la incorporació n dido así su ejercicio y ligado a la práctica y rea-
de tierras al mercado de las periferias es un pro- lidades políticas, la planificación urbana -hoy
ceso regido por la especulación a lo largo d e profundamente desvirtuada por su recurrente
todo su desarrollo (en diferentes niveles e impul- parcialidad y manipulación- debe ser reinvindi-
sada por diversos agentes), aunque los mejore s cada como un instrumento de compromiso am-
dividendos son obtenidos durante las etapa s plio, democrático y transparente en el cual la so-
posteriores a la consolidación de los poblamien- ciedad pueda expresar e intervenir, mediante ca-
tos y, desde luego, son captadas por agentes di- nales precisos, sobre los problemas que aque-
ferentes a los que iniciaron el proceso . En suma , jan a la metrópoli . Existe, pues, la necesidad d e
la urbanización periférica podría ser entendid a una planificación urbana efectiva, que no se li -
como el embrión y posterior plataforma de la es- mite sólo a tener un carácter indicativo . Esto sól o
peculación capitalista a mediano y largo plazo . será posible en la medida que pueda fortalecer -
El problema reside entonces, a nuestro juicio , se la conformación democrática de órganos d e
en decidir entre conservar como norma urbanís- planificación centralizados en una relación res-
tica las irracionales leyes que imponen la espe- petuosa y comprometida entre autoridades, gru-
culación inmobiliaria sin freno, amparada en lo s pos sociales y los verdaderos intereses de l a
métodos antidemocráticos de control político de sociedad .

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