Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Con registros del coro, el profesor Cheit localizó a docenas de los 118 niños
que habían estado en el campamento con él 25 años antes. Al ponerse en
contacto con ellos, pronto encontró que otros habían sido acosados por el
señor Farmer pero habían guardado silencio. Un profesor en la universidad en
Michigan, un bibliotecario en el Medio Oeste y un indigente que vivía en San
Francisco, presuntamente todos habían sufrido el abuso del señor Farmer. La
enfermera del campamento de esa época recordó haber atrapado al señor
Farmer en la cama con un niño enfermo en la enfermería del campamento.
La enfermera afirmó haber reportado el incidente a la directora del
campamento, Madi Bacon, que no tomó ninguna acción.
El profesor Cheit obtuvo documentación de que, al menos en cuatro ocasiones,
la directora del campamento fue informada por miembros del personal del
acoso a los niños pero no dio ningún paso para abordar el problema.
Ahora más seguro que nunca de que su recuerdo del abuso era auténtico, el
profesor Cheit deseaba hablar en forma directa con el señor Farmer, quien al
fin fue localizado en el pequeño poblado de Scio, Oregon. El profesor Cheit le
habló por teléfono. El señor Farmer no tuvo problemas para recordar al
profesor Cheit como uno de los muchachos en el campamento de verano 25
años antes. “¿Qué puedo hacer por ti?”, preguntó Farmer. “¿Puede decirme si
tiene algún remordimiento por lo me hizo a mí y a los otros chicos en el
campamento de verano?”, contestó el profesor Cheit. Con una grabadora
encendida, el profesor Cheit mantuvo al señor Farmer en el teléfono durante
casi una hora. El señor Farmer admitió haber acosado al profesor Cheit en su
cabaña aquella noche, reconoció que la directora había sabido del abuso pero
le permitió permanecer en el campamento, admitió que desde entonces había
perdido otros empleos por acosar a los niños, y aceptó que sabía que los actos
que había cometido con los niños eran delitos.
¿Es posible que una persona pueda olvidar algo tan traumático como el abuso
sexual?, ¿Puede un recuerdo olvidado permanecer dormido por años, sólo
para ser despertado más tarde por un evento, como una llamada telefónica
fortuita? Una vez despertado, ¿puede ese recuerdo causar que una persona
comience a tener dificultades, como sentimientos de depresión e irritabilidad,
sin que conozca la causa de esas dificultades? Algunos psicólogos creen que
las personas en ocasiones no se dan cuenta de las razones de sus propios
comportamientos problemáticos. Cuando se trata de un problema psicológico,
algunos terapeutas creen que la causa del problema reside en el inconsciente
de la persona, la parte de la mente fuera de la conciencia inmediata. Sostienen
que un recuerdo de un evento traumático pasado puede olvidarse por
completo, pero no obstante causar un problema psicológico años más tarde
(Bass y Davis, 1988). Este razonamiento ha llevado a muchos estados, como
California, a aprobar el estatuto de limitaciones en abuso infantil a tres años a
partir de cuando el abuso sea recordado por la persona. Además, dichos
terapeutas creen que, si pueden ayudar a hacer consciente este recuerdo
inconsciente, es decir, si pueden ayudar al paciente a recordar un evento
traumático olvidado, pueden ponerlo en camino a la recuperación (Baker,
1992).
Esta perspectiva de las causas y curas del problema psicológico tiene su origen
en una teoría de la personalidad elaborada por Sigmund Freud (1856-1939),
llamada por lo común psicoanálisis.