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Sociedad y espacio geográfico

Hombres y mujeres vivimos organizados en sociedades. Los grupos sociales compartimos


costumbres, lenguas, instituciones, actividades económicas, música o religión, pero sobre
todo, tenemos en común una geografía y una historia.

El espacio geográfico comprende toda la superficie terrestre que está organizada por la
sociedad. Es el espacio que las sociedades toman como propio. En la actualidad abarca todo el
planeta, puesto que existen decisiones y/o conflictos sobre qué hacer con cada lugar del
mundo.

La organización social se ve reflejada en el espacio: existen barrios ricos, barrios pobres, áreas
administrativas, áreas industriales, etcétera. A su vez, el espacio impone condiciones a la
sociedad, tanto por la localización de los sistemas naturales como por la de las construcciones
realizadas en la configuración espacial del pasado. Estos condicionantes pueden resultar más o
menos adecuados; si hay que construir una ruta entre dos ciudades y ya existe un camino
antiguo, el recorrido de este último puede servir. De la misma forma, si se necesita realizar una
plantación forestal, ésta deberá ubicarse en una zona que tenga el clima, el suelo y la
vegetación adecuados.

Es común que el concepto «espacio geográfico» se confunda con los de «paisaje» y


«territorio». El paisaje es simplemente el aspecto visible del espacio geográfico, mientras que
el territorio es un ámbito del poder (en la actualidad, el poder está representado en los
Estados), por lo cual los territorios constituyen el área donde el Estado ejerce su soberanía; es
decir, donde se cumplen sus leyes.

El espacio geográfico es objeto de conflictos permanentes porque la organización de cualquier


sociedad es conflictiva. Existen intereses encontrados sobre los usos de distintos sitios, y en
muchas ocasiones la valorización de ciertos lugares implica favorecer a un sector de la
población por sobre otro. Además, se producen disputas de poder por el territorio que muchas
veces terminan en guerras; también se desatan luchas por la disponibilidad de los recursos
naturales y por el valor económico del espacio.

Conocer nuestro espacio geográfico y cómo se relacionan las acciones y construcciones de la


sociedad con los elementos y procesos naturales es el primer paso que tenemos que dar para
decidir cómo queremos organizarlo.

Sistemas físico naturales

Elementos y procesos del medio físico-natural

La naturaleza es un sistema, es decir, un conjunto de elementos y procesos interdependientes


que están en permanente cambio. Cada elemento o proceso natural es el resultado de la
interacción constante de los demás componentes del sistema.

Existen cuatro grupos de elementos y procesos naturales claramente diferenciados entre sí,
pero que se condicionan mutuamente. Estos son: la Tierra, la atmósfera, la biosfera y las
aguas. Cualquier objeto o acción natural pertenece a alguno de esos cuatro grupos, y también
es el resultado de las relaciones entre ellos.

La Tierra
Podemos distinguir tres aspectos generales en la formación de la superficie terrestre.

1. En primer lugar, los procesos internos del planeta, que dan origen a la forma irregular
de la superficie. Se los conoce como procesos geológicos, y también suelen recibir el
nombre de agentes internos o agentes endógenos.
2. En segundo lugar, los procesos de erosión o desgaste, y de sedimentación o
acumulación, que ocurren en la capa exterior del globo. Estos se producen por la
acción del agua, el viento o el hielo, y se los conoce como procesos geomorfológicos,
aunque también pueden denominarse agentes externos o agentes exógenos.
3. Y, en tercer lugar, las características de los suelos, que se forman como producto de la
interacción de los procesos anteriores con los organismos vivos, el clima y la dinámica
de las aguas.

Procesos internos

El magma es la materia fundida que se halla en la astenósfera. Se encuentra en estado magma


líquido y su temperatura aumenta a medida que nos acercamos al centro del planeta. Como lo
que está caliente siempre es más liviano que lo más frío, el magma más cálido empieza a subir
y, a medida que sube, se va enfriando. Cuando llega cerca de la litosfera está aún un poco más
frío, por lo que se hace más pesado y comienza a bajar, lo que genera un movimiento circular
de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba que se llama convección o movimiento de
corrientes convectivas.

Las corrientes convectivas del interior de la Tierra, que se originan en la astenósfera, ejercen
presiones sobre la capa más externa, la litosfera. Esta capa está en estado sólido y no se puede
estirar; entonces se parte en muchos pedazos que flotan sobre el magma. Estos trozos de
tierra se denominan placas, o placas tectónicas. Forman un rompecabezas que cubre toda la
superficie del planeta, y si alguna vez dejan algún hueco, éste es ocupado por el líquido de más
abajo, que, al subir, se enfría y se endurece de inmediato.

Las placas realizan movimientos permanentes; pero, como avanzan sólo algunos centímetros
por año, no nos damos cuenta. Según el sentido en que se desplacen, acercándose o
alejándose, presentan distintos tipos de bordes:

 Cuando se separan una de otra se dice que tienen un borde de expansión o borde de
expansión divergente.
 Cuando se acercan hasta unirse, se dice que tienen un borde convergente.
 Finalmente, cuando se mueven en sentido contrario, pero no se separan ni se unen,
sino que se rozan, se dice que tienen un borde transformante.

Los procesos externos o geomorfológicos

Si los procesos internos se encargan de deformar la superficie, los externos tienden a


emparejarla. Estos pueden resumirse en dos procesos opuestos: la erosión y la sedimentación.
La erosión es el desgaste de la superficie de la Tierra. La sedimentación es la acumulación de
materiales en los lugares más bajos.

La erosión es provocada por tres agentes: el agua, el viento y el hielo de los glaciares; aunque
si no contaran con la ayuda de la fuerza de gravedad no podrían hacer su trabajo. Estos
agentes van desgastando las rocas en aquellos lugares donde se mueven a mayor velocidad o
con más fuerza.

A medida que las corrientes de aire van perdiendo velocidad, dejan de carcomer la superficie,
pero siguen transportando las partículas hacia otros sitios. En consecuencia, los agentes de
erosión funcionan al mismo tiempo como medio de transporte para los sedimentos, que son
depositados en los sitios más bajos.

Las formas de relieve

Como resultado de la acción de los procesos internos –geológicos– y externos –de erosión y
sedimentación–, la superficie del globo presenta diversas formas de relieve:

 Llanuras: son cuencas de sedimentación que forman un relieve plano o suavemente


ondulado. Por lo general, no superan los 200 metros de altura sobre el nivel del mar.
 Montañas: son elevaciones del terreno de variada altura, algunas muy altas y otras no
tanto, que se caracterizan por tener sus laderas en pendiente. Las montañas que se
formaron recientemente –hace pocos millones de años–, son las de mayor altura y
tienen pendientes muy pronunciadas. Las más antiguas están sufriendo la erosión
desde hace más tiempo y están situadas en lugares en los que ya no se registra
actividad magmática, por lo que son bajas y tienen forma redondeada. Reciben
entonces el nombre de sierras
 Mesetas: son terrenos planos y elevados. El nombre se relaciona con su parecido con
una mesa. Son planas como las llanuras, pero altas como las montañas. Las mesetas de
gran altura también reciben el nombre de altiplano
 Valles: Son los lugares que quedan entre las montañas o mesetas. Por lo general, están
atravesados por un río, que es el que les dio origen; aunque algunos valles fueron
modelados por la acción de los glaciares.

Los suelos

El suelo es un compuesto de materiales orgánicos e inorgánicos que son necesarios para el


desarrollo de los seres vivos. Los suelos se forman por lo general en lugares planos donde hay
sedimentos acumulados, como llanuras o valles. Son el resultado de la interacción del sustrato
rocoso, el clima y los organismos vivos. Cuando hablamos de la aptitud de los suelos, o de
suelos ricos o pobres, hacemos aptitud referencia a la posibilidad de que en ellos puedan
desarrollarse los seres vivos. Para eso es muy importante su humedad, sus componentes
minerales y su textura.
La atmósfera
La atmósfera es una capa de gases que envuelve a la tierra. La mayor parte está compuesta
por nitrógeno, en menor medida oxígeno, y el resto son gases como el argón, dióxido de
carbono y otros en mínimas cantidades. Esa composición de gases es necesaria para el
desarrollo de las formas de vida en la Tierra. Las plantas necesitan el dióxido de carbono, los
animales el oxígeno. Según la temperatura, la atmósfera se divide en cuatro capas, de abajo
hacia arriba: la tropósfera, la estratósfera, la mesósfera y la termósfera.

Clima y tiempo

El análisis de la atmósfera se puede hacer de diferentes formas. El tiempo meteorológico es el


estado de la atmósfera en un lógico momento determinado, midiendo o tomando en cuenta
una serie de variables en un instante del día. El tiempo, por definición, cambia
constantemente.

El clima es el conjunto de condiciones promedio de la atmósfera en un lugar específico. Los


cambios en las condiciones climáticas ocurren solamente si cambia el promedio de la
temperatura, la humedad o cualquier otra variable en un período de varios años. El análisis
meteorológico se realiza en la tropósfera (región más baja de la atmósfera), por ser el lugar
más cercano al habitado por nuestras sociedades y porque está en constante cambio.

De todas las condiciones de la atmósfera, hay dos que cumplen un papel determinante en el
clima: la temperatura y las precipitaciones:

 La temperatura es la cantidad de calor que tiene el aire. La energía que calienta la


atmósfera proviene de los rayos del Sol. La mayor cantidad de energía es reflejada por
la superficie, otra parte es absorbida por el oxígeno, y otra es almacenada en los
objetos cuando se calientan durante el día, para luego ser radiada durante la noche,
cuando se enfrían.
 Las precipitaciones son las aguas que caen desde la atmósfera hacia la superficie
terrestre. La lluvia, la nieve y el granizo son las tres formas en las que se pueden
producir. Ocurren cuando desciende la temperatura y el vapor de agua de las nubes se
enfría y pasa del estado gaseoso al estado líquido.
 La presión atmosférica es otra variable que debe ser tenida en cuenta, sobre todo si se
desea saber qué va a pasar con el tiempo en algunas horas. Se mide en una unidad
denominada hectopascal (hp).

Clasificación de los climas

Según su temperatura, los climas se clasifican en cálidos, templados y fríos:

 Son cálidos cuando su temperatura media anual es mayor a 20°C,


 Templados cuando está entre los 10 y los 20°C,
 y fríos cuando no llega a los 10°C.

Según las precipitaciones, se clasifican en húmedos, semiáridos o secos y áridos o desérticos:

 Son húmedos cuando las precipitaciones superan los 500 mm anuales;


 semiáridos o secos cuando llueve entre 200 y 500 mm anuales,
 y áridos o desérticos cuando no llegan a los 200 mm en el año.
Factores que modifican el clima

Las condiciones del sistema climático terrestre dependen, en gran medida, de la interacción
con los demás sistemas de la naturaleza. Los factores que generan variaciones en el clima son
fenómenos que no forman parte de la atmósfera, sino que la modifican. Los más destacados
son los movimientos de la Tierra, la latitud, la altura y la distancia al mar.

Los movimientos de la Tierra son la rotación y la traslación. La rotación es el movimiento que


realiza nuestro planeta sobre su propio eje y que se completa en 24 horas. En todo momento,
una cara de la Tierra está iluminada por el sol y otra no, y la consecuencia visible de este
fenómeno consiste en la alternancia -en distintos lugares del planeta- del día y de la noche. La
traslación es el desplazamiento de la tierra alrededor del Sol. Tarda 365 días y 6 horas en
completarse y, combinado con la inclinación del eje terrestre, es responsable de la existencia
de las estaciones del año. Durante el verano, dependiendo de la latitud, los días son más largos
y el sol calienta durante más horas. En invierno los días son más cortos y el sol apenas asoma
en el horizonte. En consecuencia, la temperatura llega a ser muy baja.

La latitud es la distancia de un sitio cualquiera con respecto a la línea del Ecuador. Las zonas de
bajas latitudes (región ecuatorial) son las que reciben más energía solar. A medida que nos
alejamos de esta región, la temperatura va disminuyendo, hasta llegar a los polos, donde se
registran temperaturas extremadamente bajas.

Otro factor que influye en los cambios de temperatura de un lugar es la altura sobre el nivel
del mar a la que se encuentra ese sitio. La presión atmosférica cerca de la superficie terrestre
es mayor, lo cual produce que allí se concentren más moléculas de los gases que forman el
aire, entre ellos el oxígeno. Esta molécula es la encargada de absorber el calor del sol, por lo
que, a medida que subimos en altura, al haber menos oxígeno, disminuye la temperatura. La
relación entre altura y temperatura también es inversamente proporcional. Eso explica por
qué las cimas de las montañas más altas están cubiertas siempre con nieve.

La biosfera

La biosfera es el conjunto de todos los seres vivos que habitan sobre la Tierra, cuya
distribución está sujeta principalmente a las condiciones del clima y, en menor medida, a las
características del suelo, los cuerpos de agua y los demás organismos vivos.

Los biomas

Cada bioma es un conjunto de ecosistemas similares ubicados en un área determinada, que


presentan características homogéneas en su biosfera. Para clasificarlos se tiene en cuenta qué
formas de vegetación predominan. Las formas que puede adoptar la vegetación son muy
variadas, pero básicamente podríamos resumirlas en tres predominantes: árboles, arbustos y
hierbas:

 La vegetación arbórea tiene un tronco principal y ramificaciones en la parte superior,


 la vegetación arbustiva se caracteriza por tener ramificaciones desde el suelo,
 y la vegetación herbácea es la que carece de estructura leñosa: está constituida por los
denominados pastos.

Los biomas más significativos para la vida humana

Los biomas más significativos para las actividades de los seres humanos son: la selva, el
bosque, el parque o sabana, el pastizal o pradera y el semidesierto. Además, hay otros con
menor presencia humana, como la tundra y el desierto. Cada bioma presenta una particular
combinación de clima, suelo y organismos vivos.

 La selva: Es la expresión máxima del desarrollo de las formas de vida. Se encuentra en


climas ecuatoriales y subtropicales, con precipitaciones muy abundantes y
temperaturas cálidas. Este tipo de clima no presenta limitaciones para la proliferación
de la flora y la fauna. La vegetación cubre todo el terreno y se divide en muchos
estratos. Predomina la de tipo arbóreo, que se distribuye en dos o más niveles, uno de
árboles altos y otro de árboles bajos. La diversidad de especies vegetales hace que la
competencia sea muy grande. Normalmente conviven muchas de ellas en una misma
región sin que haya ninguna que predomine, por lo que no se pueden encontrar
muchos individuos de la misma especie. La fauna también es muy variada. El gran
número de hábitats permite la coexistencia de muchas especies animales, desde
mamíferos trepadores hasta insectos, aves, o reptiles.
 El bosque: También en el bosque predominan los árboles. Pero, a diferencia de la
selva, en ellos hay una especie o una familia de especies de árboles predominante Los
árboles necesitan agua para crecer; por lo tanto, los bosques se desarrollan en lugares
en los que hay abundantes precipitaciones. La diversidad de especies que conforman
los bosques es muy amplia, porque estos pueden extenderse desde las zonas
ecuatoriales hasta las áreas de clima frío, ya que existen árboles que resisten las bajas
temperaturas. La vegetación del bosque se distribuye en dos capas o estratos: una
capa de árboles, generalmente de alturas parecidas, ya que se trata de especies
similares o de la misma especie, y otro sector de vegetación que crece debajo de los
árboles, denominado sotobosque. En cuanto a la fauna del bosque, abundan aves e
insectos, animales herbívoros como los ciervos, y carnívoros como los zorros.
 El parque o sabana: En este bioma conviven árboles y hierbas. De acuerdo con la
distribución de los árboles, el bioma recibe dos nombres diferentes. En el parque los
árboles crecen en grupos separados por áreas cubiertas de pastos. En la sabana, en
cambio, los árboles están aislados, y también limitados por hierbas.
 El pastizal o pradera: El pastizal, como su nombre lo indica, es el bioma en el que
predominan las hierbas. También se lo conoce con el término pradera. Se encuentra
en las llanuras, donde se desarrollan suelos ricos en minerales y materia orgánica, y
donde abundan las precipitaciones. Los animales que habitan este paisaje suelen tener
hábitos corredores, como el avestruz, o cavadores, como las mulitas o los roedores.
 Desierto y semidesierto: En el desierto escasean las precipitaciones, fundamentales
para el desarrollo de vegetación. El semidesierto es una transición hacia las zonas de
mayor disponibilidad de humedad, como el pastizal o el parque. En éste se reconocen
dos formaciones de vegetación diferentes: el monte y la monte estepa. En el monte
predominan los arbustos, casi siempre espinosos, y pueden encontrarse algunos
árboles bajos, también con espinas. La vegetación no llega a cubrir la totalidad del
suelo que, por lo general, es seco y pobre en materia orgánica. En la estepa se hallan
por igual arbustos y hierbas. Al igual que en el monte, la vegetación es xerófila, y la
cobertura del suelo es escasa.
 La tundra: Es una gran extensión de tierra que carece prácticamente de árboles pero
en la que hay presencia de lagos, lagunas y pantanos. Este bioma es característico de la
altura de las montañas o cerca de las áreas polares, donde las temperaturas son muy
bajas. Aquí las plantas no disponen de agua, puesto que ésta se congela durante gran
parte del año. La vegetación que existe aprovecha el agua del deshielo durante el
verano y resiste cubierta de hielo en invierno: encontramos pastos, juncos, musgos,
líquenes, sauces enanos y abedules. Existen algunas variedades de animales que viven
todo el año en la tundra ártica: entre ellos los osos polares, las liebres del ártico y los
zorros azules. Otras especies, como el reno y el caribú, emigran en invierno para
buscar refugio en los bosques.

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