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PENSAMIENTO CRITICO

El modelo para pensar de Platón y la Nueva Constitución

Cristóbal Videla-Hintze
5 de julio de 2020

Continuamos hoy día con una segunda serie de artículos para apoyar a los compañeros
en la escritura de la Nueva Constitución Política de la República de Chile. Volvemos a
los filósofos de la Grecia Antigua, comenzando con Platón y su obra La República, que
se puede obtener gratis en
<https://licenciaturaenlenguayliteratura.files.wordpress.com/2011/08/platon-dialogos-iv-
republica-gredos.pdf >

En la primera serie hicimos más bien un recuento general, prácticamente literal, de la


discusión acerca de la justicia entre nuestro filósofo Platón y su contrincante Trasímaco.
Hoy analizamos el modelo para pensar, como argumentar en la definición de justicia que
propone Platón.

Como lo dijimos comenzamos con el Libro I de La República de Platón.

En (327a) Sócrates recuerda que en la reunión con Céfalo que este afirmó que la gente
vieja recuerda los años anteriores con los placeres materiales, la comida y el vino, y los
placeres sexuales y los actuales que reciben malos tratos de los familiares, se irritan
como si se vieran privados de grandes bienes y declaman contra la vejez como causa de
cuantos males padecen, pero Céfalo afirma que toman por causa lo que no es causa.
Argumenta en este sentido junto a varios amigos.

Por ejemplo, cierta vez estaba junto al poeta Sófocles cuando alguien le preguntó:
“¿Cómo eres, Sófocles, en relación con los placeres sexuales? ¿Eres capaz aun de
acostarte con una mujer? Y él respondió: «cuida tu lenguaje, hombre; me he liberado de
ello tan agradablemente como si me hubiera liberado de un amo loco y salvaje”; y con
respecto a los malos tratos de los familiares, argumenta que se debe al carácter de los
hombres.
Sócrates en (330a) le contraargumenta que muchos dirán que él, Céfalo, habla así debido
a su riqueza personal, pues dicen que “para los ricos, se dice, existen muchos modos de
consolarse”.

Sócrates reflexiona sobre los ricos, dividiéndolos en dos clases, por una parte, los que ha
heredado no aman mucho la riqueza y la dilapidan; por otra parte, los que la han
amasado ellos mismos, la aman y se apegan mucho a la riqueza. Estos últimos, son
gente difícil de tratar y no hablan bien de nada que no sea el dinero. (330b/c)

Con respecto a la justicia viene la clásica Sócrates le pregunta a su amigo si acaso ¿en
todos los casos consiste en decir la verdad y en devolver lo que se recibe? ¿O bien éstas
son cosas que algunas veces se hacen justamente y otras veces injustamente? Se refiere
al caso que alguien en su sano juicio le presta un arma y luego enloquece, ¿sería justo
devolverle el arma? (331d)

La definición de justicia es cuestionada por Sócrates y se inicia una discusión con


Polemarco, hijo de Céfalo, acerca de una definición similar, “dar a cada uno lo que se
debe”. Comienzan con la definición de otras técnicas (medicina, gastronomía) y
terminan con la técnica justicia. Entonces, la definición de la técnica de la justicia sería
ahora “dar beneficios a los amigos y dar perjuicios a los enemigos”, en otras palabras,
“hacer el bien a los amigos y el mal a los enemigos”. Luego de una larga discusión
arriban a definir al hombre justo como aquel “no perjudica a nadie”.

En este momento interviene Trasímaco y plantea que “la justicia es lo que le conviene al
más fuerte.”

La discusión se inicia con la caracterización de los tipos de gobierno, dividiéndolos en


tiránicos, democráticos y aristocráticos; agregan a esto que el gobierno es el que tiene la
fuerza.

“De este modo, pues, cada gobierno implanta las leyes en vista de lo que es conveniente
para él: la democracia. leyes democráticas; la tiranía, leyes tiránicas, y así las demás.
Una vez implantadas, manifiestan que lo que conviene a los gobernantes es justo para
los gobernados, y al que se aparta de esto lo castigan por infringir las leyes y obrar
injustamente. Esto, mi buen amigo, es lo que quiero decir; que en todos los Estados es
justo lo mismo: lo que conviene al gobierno establecido, que es sin duda el que tiene la
fuerza, de modo tal que, para quien razone correctamente, es justo lo mismo en todos
lados, lo que conviene al más fuerte.” (339a)

La argumentación siguiente es el método de Platón, el modelo para pensar, lo que


nosotros debemos tener para escribir la Constitución, es tener este modelo para
argumentar a la vista, si bien no es el único modelo para utilizar, es uno importante.
Escuchemos, entonces, como sigue la argumentación de Sócrates.

Sócrates argumenta que lo justo es obedecer a los gobernantes, pero puede darse el caso
que los gobernantes se equivoquen y dicten leyes en contra sus propios intereses,
entonces lo justo sería hacer lo que le conviene y lo que no le conviene al más fuerte.
Luego, la definición de Trasímaco queda destruida por esta contradicción. Abundando
en la argumentación, se toman diferentes técnicas, aparte de la de gobernar, como la
medicina, la equitación y otras, concluyendo que los conocimientos técnicos se
preocupan más bien de lo necesario para el más débil y no para el más fuerte. (342d)

Finalmente, Sócrates asesta el golpe final a Trasímaco del siguiente modo: “entonces,
Trasímaco, en ningún tipo de gobierno aquel que gobierna, en tanto gobernante, examina
y dispone lo que le conviene, sino lo que conviene al gobernado y a aquel para el que
emplea su técnica, y, con la vista en éste y en lo que a éste conviene y se adecua, dice
todo lo que dice y hace todo lo que hace.” (342e)

Dejamos hasta aquí el Libro 1 de La República de Platón, pues creemos que este
segmento ilustra bastante bien el modelo para pensar que utiliza Platón. Y esto es lo útil
para escribir la Nueva Constitución que necesita el pueblo, evidentemente esta no es una
cuestión de “expertos”, la gran aventura que inicia el pueblo que el pueblo escribe la
Nueva Constitución para establecer las condiciones de la nueva vida del pueblo, una
vida verdaderamente democrática.

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