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La intervención estadounidense en México,45 llamada también guerra mexicano-estadounidense o

guerra de Estados Unidos-México (Mexican-American War, en inglés),6 fue un conflicto bélico que
enfrentó a México con los Estados Unidos entre los años 1846 y 1848 y que desembocó en la cesión por
México de más de la mitad de su territorio a Estados Unidos.

La guerra se inició a consecuencia de las pretensiones expansionistas de los Estados Unidos, cuyo primer
paso fue la creación en 1836 de la República de Texas, tras su separación del estado mexicano de
Coahuila y Texas. Otros detonantes fueron la entrada del ejército estadounidense en la zona
comprendida entre los ríos Nueces y Bravo y la demanda de indemnización al gobierno mexicano por los
daños causados en la República de Texas durante su guerra de independencia.

La invasión estadounidense a México tiene en este caso sus antecedentes en las políticas expansionistas
de Estados Unidos que desde 1809 se venían observando: la compra de la Luisiana española a Napoleón
Bonaparte, que la había adquirido de Fernando de Borbón, en 1803, y la firma del Tratado Adams-Onís,
de 1819, con el que España cedió la península de la Florida, son algunos ejemplos.

México logró su independencia y Estados Unidos envió a Joel Robert Poinsett como representante para
firmar un tratado de límites llamado Tratado de Velasco, en el cual Estados Unidos intentó
infructuosamente anexarse la provincia mexicana de Texas. Posteriormente, se inició un proceso de
ocupación pacífica en la que miles de emigrantes estadounidenses, agricultores y aventureros, se fueron
estableciendo con o sin permiso de las autoridades mexicanas en esa región; desde 1823, con el permiso
del gobierno mexicano, Stephen Austin comenzó a llevar emigrantes anglosajones a Texas. El 25 de
agosto de 1829, Poinsett ofreció cinco millones de dólares por el territorio de Texas.7

Ya desde 1809 se habían observado pretensiones expansionistas por parte de Estados Unidos. El virrey
de la Nueva España (México aún no era independiente) de aquel entonces inició negociaciones con el
gobierno de Washington para precisar límites entre la frontera norte novohispana y los Estados Unidos.
De esta manera, consideraba que se frenarían los ímpetus de este país. Las gestiones del ya frágil
gobierno virreinal español (que en plena guerra de la independencia española contra Francia iba
perdiendo el control sobre sus colonias en América) concluyeron con la firma del Tratado Adams-Onís,
por el que España

En 1847, los estadounidenses desembarcaron en Veracruz y conquistaron la capital mexicana, tras lo cual
los mexicanos se vieron obligados a firmar en 1848 la paz de Guadalupe Hidalgo, por la que los Estados
Unidos se anexionaron los territorios mexicanos de Alta California, Nuevo México y Texas, que hoy día
forman en EE.UU. los estados de California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah, Colorado y parte del
hoy llamado Wyoming.

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