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MUNDO DEL
VINO
Unidad 1
LOS ORÍGENES
Ninguna otra actividad agrícola ha generado una mitología tan rica y vasta
como la vitivinicultura. Sus dioses protectores simbolizaron la estrecha relación
entre lo instintivo y lo racional convivientes en la naturaleza humana. El vino
formó parte desde muy temprano de los ritos religiosos: Dioniso, Baco, el
judaísmo y el cristianismo, adoptaron al vino como símbolo de vida, muerte y
resurrección.
Negro
Mar
Jericó
Sahara Susa
Río Karun
Hacia la mitad del tercer milenio antes de Cristo, la vid se cultivaba en la zona
de los Montes Zagros, al este de la Mesopotamia, en pequeñas parcelas. Desde
allí, los sumerios importaban el vino que se consumía en Ur y Lagash.
En el segundo milenio, durante el apogeo de Babilonia, el cultivo de la vid se
trasladó hacia el norte del valle del Tigris. De la lectura del Código de
Hammurabi se desprende que el vino desempeñaba un papel importante en
las ceremonias religiosas y era consumido por la clase gobernante. Hasta el
apogeo de los romanos, el vino fue un privilegio para reyes, nobles y
sacerdotes, mientras que el pueblo bebía cerveza.
Khasekhemwy, de la segunda Dinastía. Muestra una planta de vid conducida en forma de árbol. Fuente:
www.museum.upenn.edu
Siervo Sumerio transportando tinaja (4000 a.C.)
EL VINO EGIPCIO
Según Herodoto, los egipcios preferían el vino griego al que ellos elaboraban.
Al referirse al comercio de exportación con Egipto, señalaba que, de la
totalidad de las vasijas embarcadas con vino, ninguna ánfora vacía retornaba
a Grecia, ya que estos recipientes gozaban de gran aceptación para
conservar el agua en las zonas desérticas. Las ánforas griegas eran
calafateadas con aceite de oliva. En ellas, el vino dejaba de ser una simple
bebida y se convertía en un preciado artículo que conservaba sus
propiedades durante un largo tiempo.
Fueron los griegos establecidos en Marsella en el siglo VI a.C. los que llevaron la
vid a la actual Francia habitada en ese entonces por los galos.
Hesíodo narra que los viñedos griegos estaban protegidos por murallas y se
alternaban con árboles frutales. Hombres y mujeres participaban en sus
labores: las mujeres preparaban la comida de los cosechadores también
cosechaban junto a ellos; mientras que los varones ataban, pisaban la uva y
elaboraban el vino.
El vino tenía una gran dosis de alcohol. Lo llamaban “vino negro” (espeso y
licoroso) el cual era exportado y rebajado con agua en el lugar del consumo.
La expansión de los viñedos en el sur de Francia fue a partir del 122 a.C. con la
ocupación de los Romanos de la Galia Narbonense (Provincia o Provence).
Desde allí, los Galos vendían el vino en barcas o carretas en el norte de Francia,
Alemania e Italia obteniendo importantes beneficios.12 La conquista de Iberia
(actual España) finalizada en el 133 a.C. favoreció la competencia entre los vinos
ibéricos y los caldos italianos.
Hacia el fin del Imperio Romano la vid era el cultivo mayoritario de los lugares
europeos caracterizados por ello en la actualidad. Hacia el siglo III d. C. el frío
fue vencido por nuevas variedades de Vitis resistentes a él, como un
antepasado del Pinot de Borgoña y un antepasado del Cabernet de los viñedos
Bordeleses, o los Lambruscos, capaces de madurar con la primera helada.
Los romanos fueron los primeros en bautizar las distintas variedades, aunque
es difícil para los ampelógrafos encontrar sinónimos con las actuales, dado la
evolución que ha experimentado la vid en 2000 años. Por ejemplo, el
faldermium era un vino que llegaba a su mejor madurez entre los 15 y 20 años
de su elaboración.
Los viñedos estaban cerca de las casas y cuando los bárbaros invadieron el
Imperio en el siglo V, “las viñas, los agricultores y el vino no son arrasados por el
desastre. La Galia bárbara dispondrá de un vino abundante producido en el
propio país Las viñas continuarán cultivándose alrededor de las ciudades,
alrededor de las abadías”
EL PLANO RELIGIOSO Y SIMBÓLICO DEL VINO
Son varias las simbologías que se desprenden del Antiguo Testamento. Para la
tradición judía, la vid y la viña son dos símbolos frecuentes del pueblo de Israel:
Transportaste una vid de Egipto, arrojaste a las naciones y la plantaste,
despejaste ante ella el terreno, arraigaron sus raíces y llenó la tierra”. También
simbolizan, la alegría de vivir: “Dad vino al que tiene el alma llena de amarguras;
beberá y olvidará su miseria, y no se acordará de su dolor” (Proverbios XXXI.6-
7). Incluso, se relacionan con la fertilidad y la sexualidad humana:
“Madrugaremos, iremos a las viñas, veremos si brota ya la vid, si se entreabren
las flores…; allí te daré mis amores” (Cantar de los Cantares, VII. 12-13)
Posteriormente, se extendió la
participación en los ritos a los hombres
y las celebraciones tenían lugar cinco
veces al mes. La notoriedad de estas
fiestas, donde se suponía que se
planeaban muchas clases de crímenes
y conspiraciones políticas, provocó que
el Senado romano las prohibiera en
toda Italia en el año 186 a.C por medio
del decreto Senatus consultum de
Bacchanalibus. Sólo se podían realizar
en ocasiones especiales que debían ser
aprobadas específicamente por esta
Institución. Pese al severo castigo
infligido a los que se encontraba
violando este decreto, las Bacanales
siguieron practicándose, especialmente
en el sur de Italia.
Hacia el año 1000 de nuestra era, ya quedaban pocos vestigios del antiguo
Imperio Romano. Las ciudades habían sido destruidas y la vida se había vuelto
mayoritariamente rural. Sin embargo, las tradiciones cotidianas romanas
subsistían, en especial la presencia del vino en la vida de la gente.
Es que en aquellos tiempos no existía agua corriente en las viviendas, mucho
menos sistema de drenaje; el transporte era mediante tracción animal y no
existían depósitos urbanos de basura. Las condiciones sanitarias eran
totalmente insalubres. Basura en las esquinas, animales caminando por las
estrechas calles, deposiciones siendo arrojadas a través de una ventana, orina
y mezclas de excremento animal y humano llenando la vía pública.
El vino, era la bebida natural. Debido al alcohol, servía para curar heridas o
para aliviar el dolor de garganta. De hecho, el comercio del vino fue uno de las
principales fuentes de ingreso económico de los mercaderes medievales.
Se trataba del “vino obtenido de vid y no descompuesto”. Este vino no podía ser
obtenido de otras frutas (como la sidra, por ejemplo, que se obtiene de las
manzanas, o vino de naranjas). Tampoco aceptaba vinos que resultaran de
agregar al orujo (del que se ha retirado el mosto líquido antes o después de la
fermentación), agua, azúcar, ácido tartárico y cítrico. El vino de la Eucaristía
debía ser extraído de uvas de vid maduras y no agraces, y con su
correspondiente graduación alcohólica. Sustancialmente inalterado ni
convertido en vinagre.
Esta línea separaba dos zonas en Europa: al sur se elaboraba el vino que se
comercializaba en el norte después de cada vendimia. Venecia compraba su
vino, rico en alcohol, en Le Marche y en Nápoles (Italia), y desde los Alpes hacia
el norte se transportaban vinos blancos de calidad mediana, en grandes flotas
de carruajes alemanes. En España, durante ocho siglos se estableció una
convivencia multiétnica entre cristianos, árabes y judíos. Éstos últimos
participaron en el cultivo de la vid y en la elaboración de vino. En ese país, la
misma Corte, los monasterios y los hitos del Camino de Santiago de Compostela
fueron los principales impulsores de la vitivinicultura española.
Con el transcurrir del tiempo, los cultivos y animales que los europeos
introdujeron en América generaron nuevas exportaciones a Europa, como
cuero, sebo y lana. Sin embargo, durante los tres primeros siglos de
colonización europea en América, la producción agrícola y ganadera se
destinó fundamentalmente a la subsistencia de las poblaciones y al comercio
local, y en menor medida, al comercio intercontinental.
Colón en su segundo viaje trajo
sarmientos de vides, pero su cultivo
no prosperó en las Antillas. Muchos
conquistadores trajeron pasas de
uva de las que extraían sus semillas
y propagaron su cultivo por
América. A partir de 1530 se
enviaron semillas y vástagos de
viñas y olivos a México. Pero el clima
no era apto.
California
Sto. Domingo
1519 1492
Panamá
1513
1537
Almagro
Río de la Plata
1536
Mendoza
2. LA VID Y SUS PARTES
La vid se ubica sistemáticamente dentro de las Cormófitas (plantas con raíz, tallo,
hoja, autótrofas con clorofila y reproducción sexual constante, además de la
multiplicación vegetativa). Pertenece al tipo Fanerógamas o Espermáfitas
(plantas con flores y semillas); subtipo Angiospermas (plantas con semillas
encerradas en un ovario); clase Dicotiledoneas (con dos hojas embrionarias en
la base de la plántula); orden Ramnales (plantas leñosas con un solo ciclo de
estambres situados delante de los pétalos); familia Vitáceas (flores con corola
de pétalos soldados superiormente, de prefloración valvar con cáliz poco
desarrollado, gineceo generalmente bicarpelar y bilocular, con fruto baya) y
género Vitis (flores exclusivamente dioicas
en las plantas silvestres y
hermafroditas o unisexuales en las cultivadas). Dentro del género Vitis, existen la
sección Muscadinea (40 cromosomas, zarcillos simples, corteza adherente y
nudos sin diafragma), con tres especies (se destaca V. Rotundifolia) y la sección
Vitis (38 cromosomas, zarcillos bifurcados, corteza exfoliable o ritidomis y nudos
con diafragma) se destaca Vitis vinifera y su antecesora Vitis silvestris.
1. Raíces
3. Pámpanos y sarmientos
5. Zarcillos
• Son todas axilares: es decir que van siempre en la axila de una hoja, en
un nudo. En la vid no hay yemas adventicias de origen endógeno en
puntos indeterminados, como si sucede en otras especies (en los álamos,
por ejemplo).
7. Flores
8. Racimos
• Escobajo 5%
• Hollejo 7%
• Pulpa 84%
• Semillas 4%
a. Granos o bayas (fig. 8):
• Copa AFNOR.
Las características y
particularidades de la copa
AFNOR, son las siguientes:
Fuente: https://vinodiferentes.com/copa-de-cata/
LA BOTELLA DE VINO
Una simple botella de vino, sin contar con otros elementos del etiquetado o
cierres, puede proporcionar pistas sobre la clase de vino que contiene. Es por
este motivo que, en eventos de cata a ciega, se tapan las botellas o se colocan
los vinos en un decantador, pues la forma, la altura, aún el grosor del vidrio, el
color y cesía, además de la picada, pueden se signos indicadores para los
catadores.
Bordelesa:
Este tipo de botella de vino
es la que podemos ver de
forma más común.
Borgoña:
El tipo de botella más
antiguo conocido.
Cava o champagne:
Posee unas paredes más gruesas
para poder aguantar la presión
provocada por las burbujas.
Rhin:
Este tipo de botellas
suelen usarse
para vinos blancos.
Jerezana:
Botella usada para vino de
Jerez y licores portugueses.
Franconia:
Es la botella con
forma más
diferente respecto al
resto ya que es
aplanada y no
cilíndrica.
Fuente: http://noticias.winetoyou.es/tipos-de-botellas-de-vino-formas-ycolores/
4. LECTURA DE ETIQUETAS
Fuente:https://www.torres.es/es/blog/como-servir-y-conservar-el-vino/comointerpretar-las-etiquetas-de-vino