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EL N
HIMNARIO
EVANGELICC

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Digitized by the Internet Archive
in 2012 with funding from
Princeton Theological Seminary Library

http://archive.org/details/elnuevOOnewy
L
EL NUEVO
HIMNARIO
EVANGÉLICO
PARA EL USO
DE LAS IGLESIAS EVANGÉLICAS
DE HABLA ESPAÑOLA
EN TODO EL MUNDO

EDICIÓN
SIN MÚSICA

SOCIEDAD AMERICANA DE TRATADOS


PARK AVENUE AND FORTIETH STREET, NEW YORK
COPYRIGHT, 19 15,
By AMERICAN TRACT SOCI ETY

Este Himnario se puede conseguir en todas las librerías evangélicas de los


paises latino-americanos.
PUBLISHER'S NOTE
This hvmnal lias been prepared by the following Committee,
whose raembers represen! the Baptist, Congregational, Methodist
Episcopal, and Presbyterian Churches

Eev. Johx W. Butler, D.D.


Eey. William W. Wallace, D.D.
Mes. J. P. Hauser
Prof. L. E. Cámara
Eev. V. Mendoza
Eev. Epigmenio Velasco
Miss Rena Cathcart
Eev. Arcadio Morales
Miss H. L. Ayres
Prof. E. C. Brown
Eev. Julián Castro
Eev. George H. Brewer
Eev. Teófilo Barocio
Eev. E. C. Elliott
Eev. A. Portugal

The American Tract Society clesires to express its hearty ap-


preciation of the arduous and faithful services rendered by the Com-
mittee. and its gratitude to all, who have in any manner assisted in
the preparation of this hvmnal. Grateful acknowledgmont is a] so
dne those avIio have kindly granted permission to use copyrighted
hymns and tunes.
iii
CONTENIDO

Página

Prefacio v

Orden del Culto , vii

índice Alfabético de las Lineas Primeras de los Himnos ix

Lista de Asuntos xiv

Himnos 1

Lecturas Antifonales 141

IV
PREFACIO
". . .Hablando entre vosotros con Sal-
.

mos ehimnos y canciones espirituales,


cantando y alabando en vuestros corazo-

nes al Señor." Efesios 5:19.

EL CRISTIANISMO es la religión del gozo, y el canto es la


expresión genuina de ese gozo. Si es cierto que el canto
y la música existen en todas las religiones, también es cierto
que el canto expresivo, inteligente e inspirado es el patrimonio
solamente del pueblo cristiano. Todo esfuerzo, pues, que tienda a
mejorar la calidad de las poesías y de la música destinadas al canto
cristiano, no es perdido ni es de despreciarse. La Himnología de
la Iglesia necesita más y más atención, para cumplir debidamente
con la exhortación del Salmista cuando dijo: "Cantad entendi-
endo."
La Comisión que tiene la honra de ofrecer este nuevo Himnario
al público evangélico de los pueblos de habla castellana, recibió
de la Sociedad Americana de Tratados el encargo de revisar el
antiguo Himnario publicado por la referida Sociedad en 1893,
con la recomendación de aprovechar todo lo que a su juicio tuviera
de bueno dicho Himnario, y desechar lo que ya no se considerara
apropiado para el canto, teniendo, además, el derecho de introducir
todos los himnos nuevos que vinieran a enriquecer y mejorar nuestra
himnología española.
Esta Comisión, formada por un personal seleccionado de entre
todas las denominaciones que trabajan en México, estuvo ocupada
vi EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
por más de dos años en el trabajo de revisión, corrección, com-
paración y consulta de los himnos sometidos a su consideración.
Este trabajo se hizo en sesiones celebradas cada semana, en medio
de las muchas atenciones que cada obrero tiene, ya en trabajos pas-
torales, editoriales o de cátedra.
La Comisión ha trabajado con tanta fidelidad y entusiasmo
como le ha sido posible, revisando y estudiando cada himno, estrofa
por estrofa, y verso por verso, comparando a veces dos, tres y hasta
cinco distintas producciones de un himno, así, como las músicas que
mejor se adaptaran a ellos; revisando mas de diez diferentes colec-
ciones de himnos de España, Sud América y México. No es aven-
turado decir que revisó y estudió lo menos unos tres mil himnos de
toda procedencia y carácter para llegar al resultado que ahora
ofrece al pueblo evangélico.
La Comisión sabe muy bien que no podrá dejar satisfechos los
anhelos de todos los que piden una reforma grande de nuestra him-
nología su trabajo está muy lejos de ser perfecto, pero su deseo y
;

su anhelo de producir un buen trabajo fueron grandes. Es su


oración sincera y su anhelo más profundo, que esta colección de
himnos, entre los cuales se encontrarán muchas melodías nuevas,
sirva dignamente para su objeto, ayudando al cultivo de la vida
espiritual del pueblo, y para hacer más inteligente y bella la ala-
banza a nuestro Padre común, a cuyos pies humildemente deposita-
mos el fruto de nuestros trabajos.
LA COMISIÓN. .
ORDEN DEL CULTO
1. Preludio de órgano.
2. Himno de apertura.
3. Invocación, terminando con la Oración Dominical:
Padre Nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre;
vénganos tu Reino hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo
;

el pan nuestro de cada día dánosle hoy, y perdónanos nuestras deudas


así como nosotros perdonamos a nuestros deudores: y nos no dejes
caer en tentación, mas líbranos del mal, porque tuyo es el reino, y el
poder, y la gloria, por todos los siglos de los siglos. Amén.
4. Lectura de los Diez Mandamientos:
Yo soy Jehová tu Dios que te saqué de la tierra de Egipto, de casa
de siervos.
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba
en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás: porque yo soy Jehová tu
Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos,
sobre los terceros y sobre los cuartos, a los que me aborrecen,
Y que hago misericordia a millares a los que aman, y guardan mis
mandamientos.
No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano porque no dará
;

por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.


Acordarte has del día del reposo para santificarlo
Seis días trabajarás y harás toda tu obra
Mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios no hagas en
;

él obra ninguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criado, ni


tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas
Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas
las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día por tanto Jehová
:

bendijo el día del reposo y lo santificó.


Honra a tu padre y a tu madre porque tus días se alarguen sobra
la tierra que Jehová tu Dios te dá.
No matarás.
No cometerás adulterio.
No hurtarás.
vii
viii EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
No
hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
No
codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu
prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna
de tu prójimo.
5. Lectura del Sumario de la Ley, según fue dado por nuestro Señor
Jesu-cristo.
Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma y
de todas tus fuerzas, y de todo tu entendimiento; y a tu prójimo como
a ti mismo.
6. Himno de adoración o Acción de Gracias.
7. Lectura Antifonal de las Sagradas Escrituras.
8. Canto del " Gloria Patri."
Gloria sea al Padre, al Hijo, y al Santo Espíritu. Como era al
principio es ahora y será eternamente. Amén.
9. Recitación del Credo de los Apóstoles:
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra,
y en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro que fue concebido del
;

Espíritu Santo, nació de la Virgen María, padeció bajo el poder de


Poncio Pilato ; fue crucificado, muerto y sepultado ;al tercer día
resucitó de entre los muertos subió al cielo, y está sentado a la diestra
;

de Dios Padre Todopoderoso; y desde allí vendrá al fin del mundo a


juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa
Iglesia Universal, la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección del cuerpo y la vida perdurable. Amén.
10. Lectura Bíblica.
11. Oración intercesoria.
12. Himno.
13. Reunión de las Ofrendas, seguida de una breve oración de dedicación.
14. Canto por el coro.
15. Sermón.
16. Oración.
17. Himno.
18. Benedición.
índice alfabético de las lineas
primeras de los himnos
(índice de los coros con letra cursiva)

Himno. Himno.
A Cristo doy mi canto G8 Amémonos, hermanos 2S3
A Dios bondoso debí el nacer 337 Amoroso nos convida 280
A Dios cantamos 50 Amoroso Salvador 102
A Dios el Padre celestial 3 Aparte del mundo 9
A Dios obedecen el rayo y el viento... 41 Aquel rosal lejano 93
A Jesús pertenecemos 7s Aquí todos reunidos 20
A Jesucristo ven sin tardar 156 Arrolladas las neblinas 303
A la divina Trinidad 7 Astro el más bello en la regia cohorte 88
A los montes elevo la vista 180 Aunque soy pequeñuelo 331
A nuestro Padre Dios 52 Aviva tu obra, oh Dios ! 222
¡A su nombre gloria ! 75 Bienvenidos, bienvenidos 270
A ti mi voz elevo 1 .14 Brille o no el sol 226
A todos los cristianos 238 Buscamos la patria de justos 308
A tu eterna Deidad 43 Cada momento la vida me da 191
Abierta está la tumba 104 Canciones nuevas alegremente 15
Abismado en el pecado 163 Canta la celeste voz 92
Agobiado sin descanso 252 Cantad alegres al Señor 8
Al cansado peregrino 155 Cantad, cantad, mortales 89
Al contemplar la excelsa cruz 100 Cantan ; ••; Gloria, gloria. ! 328
Al orden sacro del ministerio 272 Cantar nos gusta unidos 341
Al Padre omnipotente 6 Canto de triunfo 70
Al 257 ¡Cara a cara espero verle
pensar en el fin de esta vida fugaz 309
Al que en busca de la luz 130 Caridad, ¡cuan pura y santa 120
Al trono excelso, do en inmensa gloria
2i>6 ¡Caridad, virtud divina 119
Al trono majestuoso 49 Cariñoso Salvador 1S3
¡Aleluya! ¡ Aleluya l 7 Castillo fuerte es nuestro Dios 56
Aleluya, Aleluya, Aleluya. Amén ....17G ; Cielo y tierra cu,¡t< n 338
Aleluya, Aleluya, al Cordero de Dios 70 Co-mo nos conoorán 303
Alguna vez ya no estaré 121 Como ovejas celebramos 65
Alma doliente y llorosa 142 Con cánticos. Señor 58
Alma, escucha a tu Señor 174 Con cariño sin igual 12!)
Alma mía. no delires 103 con gozo cumplido diríjome a ti .... 201
Alza tu canto, ¡Oh lengua mía! 307 Confío yo en Cristo 190
Alzad ¡Oh puertas! vuestras cabezas 346 ¡Corazón, alienta ya 137
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Himno. Himno.
Coronadle santos todos 107 Desciende, Espíritu de amor 111
¡
Cristianos ! media noche, hora so- Desde los Himalayas 291
lemne 86 Desechemos pueriles temores 255
Cristo bendito, yo, pobre niño 342 Despertad, despertad, oh cristianos
¡ ! 248
. .

¡Cristo! ¡Cristo! No me dejes 72 Despide hoy tu grey 23


¡Cristo! ¡Cristo! Oye tú mi voz 170 Despierta, triste pecador 139
Cristo dio por mi 145 Despliegue el cristiano su santa bandera 243
Cristo en el cielo, mirando está 192 Después, Señor, de haber tenido aquí 24
Cristo, guárdanos ahora 27 Díme la antigua historia 35
Cristo me ayuda por él a vivir 191 Dios, bendiga las almas unidas 281
Cristo, mi piloto sé 235 Dios clemente y justiciero 162
Cristo nos guia 243 Dios eterno, clemente, benigno 327
Cristo tu voluntad 195 ¡Dios eterno! en tu presencia 325
Cristo, ven más cerca 330 Dios, nuestro apoyo en los pasados
Cristo vino al mundo 336 siglos 196
j Cristo vive ! 106 ¡Dios Padre! tus decretos 185
Cual canto materno 339 ¡Dios santo y fuerte! tú por tu Amado 57
Cual mirra fragante que exhala su olor 76 Dios te bendiga, protección te dé 21
¡ Cuan amable es Sión ( solo y coro )
! 343 Divina Luz, con tu esplendor benigno 218
/ Cuan bella es esa historia! 34 Díme la antigua historia 228
Cuan bueno es 341 Do tú necesitas que vaya iré 35
¡Cuan dulce el nombre de Jesús 64 Dominará Jesús el lley 292
Cuan firme cimiento se ha dado a la fe 55 Dulce comunión la que gozo ya 206
Cuando allá se pase lista 320 ¡Dulces momentos consoladores 97
Cuando el dolor y la tristeza invaden 194 Dulcísimo, divino Amor 54
Cuando la trompeta suene 320 El es Pastor, Enviado 95
Cuando leo en la Biblia 332 El nos redime; nada tememos 158
Cuando sea tentado 237 El Señor resucitó; ¡Aleluya! 103
¡Cuánta dicha la del hombre 167 En Cristo deposito mis pecados 169
Cuanto soy y cuanto encierro 41 En el curso de este día 26
Dad a Dios inmortal alabanza 61 En el m undo feliz 306
De celeste país he leído 319 En el mundo sin consuelo 129
De Cristo los soldados 245 En el seno de mi alma 208
De Jesús el .nombre guatrda 74 En Jesucristo, mártir de paz 236
De heladas cordilleras 290 En Jesús mi esperanza reposa 178
De la Iglesia el fundamento 267 En Jesús, mi Señor 121
De la muerte el imperio vencimos .... 71 En Jesús, pues, confía 239
De mil harpas y mil voces 110 En Jesús tengo paz 257
Débil, pobre, ciego soy 221 En la cruz, en la cruz 171
Dejo el mundo y sigo a Cristo 233 En la montaña podrá no ser 228
Del alma el sol, mi Salvador 25 En las regiones inmaculadas 316
Del culto el tiempo llega 10 En mi maldad busqué a Jesús 148
Del sepulcro tenebroso 104 En otro tiempo el alma abandonada. 123 .

Del trono santo en derredor 328 En presencia estar de Cristo 309


Del uno al otro polo 288 En su cuerpo traspasado 279
Descargo mi pecado 173 Ensalce nuestro canto 68
ÍNDICE ALFABÉTICO DE LAS LINEAS PRIMERAS xi
Himno. Himno.
Entonemos al Señor 16 Jesús mi tesoro, mi dicha y amor.... 214
Es Jesucristo la vida, la luz 95 Jesús tu dulce nombre 217
Es solemne este momento 326 Jesús, yo he prometido 201
Es tu ley, Señor 33 Jubilosas nuestras voces 270
Escucha, Oh Dios la oración
¡
! 282 Junto a la cruz do Jesús murió 75
Escuchad, Jesús nos dice 289 La palabra hoy sembrada 231
Esperando, esperando 317 La tierna voz del Salvador 128
Eternamente cantarán mis labios .... 42 Las ovejas celebramos 285
Firmes y adelante 268 Lávame en la sangre del Señor 224
Firmes y adelante 268 Lejos de mi Padre Dios 122
Fuente de la vida eterna 225 Levántate, cristiano 249
Gloria a Dios en las alturas 79 Libre, Salvo 206
¡Gloria a Dios! porque su gracia 59 Libres estamos, Dios nos absuelve .... 158
Gloria a ti, Jesús Divino
¡ ! 73 Lindos ángeles cantores 91
Gloria al Padre y al Hijo 1 Loor a tí, mi Dios, en esta noche .... 29
Gloria al Señor del cielo 60 Loores dad a Cristo el Rey 105
Gloria cantemos al Redentor 236 Los heraldos celestiales 84
Gloria demos al Padre 2 Los niños salvados 333
Gloria y alabanza 5 Los santos de la tierra 28G
Grato es contar la historia 34 Luchad, luchad por Cristo 251
Guíame ¡oh! Salvador 72 Llegaremos al hogar 321
Hay un feliz Edén 322 ¡Llena hoy, llena hoy 113
Hay un lugar do quiero estar 181 Llenos de gozo que Cristo nos da .... 187
Hay un mundo feliz más allá 306 Más allá, más allá 315
Hay una fuente, sin igual 149 Más cerca, ¡oh Dios! de ti 202
Heme aquí, Jesús Bendito 204 Mas santidad dame 220
Hijos del celeste Rey 284 Más y más cual mi Jesús 265
¡ Hosanna ! hosanna
¡ ! hosanna
¡ ! 347 Me guía él, con cuánto amor 200
Hoy es día de reposo 31 Me guía él, me guía él 200
Hoy mismo el Salvador 138 Me hirió el pecado 171
Hoy venimos cual hermanos 278 Meditad en que hay un hogar 315
Huestes redentoras 336 Mensajeros del Maestro 271
Iglesia de Cristo, reanima el amor. IOS ¿Mi corona tendrá sus estrella® allí..
. . . 256
Imploramos tu presencia 19 Mi espíritu, alma y cuerpo 234
Invitación de dulce amor 133 Mi m0.no ten. Señor 188
Jehová es mi Pastor 348 Mi todo a Dios consagro 234
Jerusalem celeste 310 Miré con ansia al derredor 127
¡ Jerusalem despierta ! 98 Morir sólo es resucitar 296
¡Jerusalem, hogar feliz! 323 Muy cerca de mi Redentor 181
Jerusalem la excelsa 305 Nada puede ya faltarme 189
Jesucristo descendió 90 Ni en la tierra ni en el cielo 77
Jesús de los cielos 333 Xo habré de gloriarme jamás 1(¡S
Jesús del hombre Hijo 260 Xo me dejes, no me olvides 170
Jesús ha de reinar 293 ^o se ha dicho aún la mitad .'51í)

Jesús me dijo amante 140 Xo te dé temor hablar por Cristo.... 247


Jesús, mi Salvador, ¿será posible?.... 165 No te dé temor 247
XII EL NUEVO HIMNABIO EVANGALICO
Himno. Himno.
Noche de paz, noche de amor
¡
83! Oye lo que la voz celeste dice 295
Nos veremos en el río
;,
304 ;. < )yes cómo el Evangelio 157
Noventa y nueve ovejas son 146 Padre nuestro 349
Nuestro sol se pone ya 28 Padre, ¿ puede haber perdón 166
Nunca, Dios mío, cesara mi labio.... 177 Padre, tu palabra es 33
y mica los hombres cantarán 128 Para todo viajero 94
Obedeciendo tu palabra dulce 275 Paz! ¡ dulce paz ¡ ! 207
Obediente a tu mandato 277 ¡Paz! ¡paz! ¡cuan dulce yae! 208
Objeto de mi fe 108 Pecador, ven al dulce Jesús 143
¡Oh cantádmelas otra vez
! 37 Peregrinos en desierto 182
Oh Cristo, lleno de bondad 209 ¡Piedad, oh santo Dios, piedad! 152
Oh Cristo! mi deseo 203 Por Cristo es nuestro esfuerzo 242
Oh Cristo mío ! 330 Por el mañana y su pesar 230
Oh Cristo tu ayuda
! 258 Por la fe te hemos visto 71
Oh cuan grata nuestra reunión 156 Por la vía terrenal 219
Oh cuánta alegría ! 176 ¿Por qué lamentamos 297
Oh Dios, si a ti pudiese aproximarme 262 Por veredas extraviadas 147
Oh dulce, grata oración! 212 Potente Dios para salvar
¡ ! 45
Oh gran Dios, tres veces santo! 161 Precepto es del Señor 223
Oh, Jesús, Pastor divino! 179 Presentimos del mundo dichoso 312
Oh, Jesús, Señor divino! 159 Preste oídos el humano 132
Oh jóvenes, niños, y ancianos nía reliad 335 Proclamen las naciones 40
Oh! jóvenes, venid 329 Pronto la noche viene 250
Oh Maestro y mi Señor 197 Que mi vida entera esté 224
Oh nuestro Padre, nuestro Dios! 324 ¿Qué será? ¿qué será? 312
Oh Padre eterno! 1(¡0 ¿Qué significa ese rumor? 136
Oh Padre, eterno Dios ! 47 ¿ Quién a Cristo quiere 334
Oh pan del cielo, dulcebien 276 ¿Quién seguirle quiere? 334
Oh! Pastor divino, escucha 17 Refugio de este pecador 150
Oh, qué amigo nos es Cristo !96 Regresa, regresa tranquilo al hogar. 124 . . .

Oh, que gran misericordia. 233 Roca de la eternidad 172


Oh! quién en ti morara 311 Rostro Divino, ensangrentado 99
Oh! quién pudiera andar con Dios.. 215 Sabia, justa y toda pura 36
Oh Redentor tu voz! 345 Sagrado es el amor 22
Oh Salvador, mi fiel Jesús 67 Salvador, a ti me rindo 229
Oh, santísimo, felicísimo 80 Salvador, mi bien eterno 205
Oh Señor, a tus altares 118 Salvo en los tiernos brazos 210
Oh Señor, clemente y santo! 211 Santa Biblia, para mi 39
Olí Señor! derrama en mi alma .... 264 Santo Espíritu, desciende 113
Olí Señor! procuro en vano 164 ¡Santo, Santo, Santo, Señor Dios .... 4
Oh! sí. nos congregaremos 304 Santo, Santo, Santo, Señor ensalzado 344
Oh! ven. Espíritu de amor 116 ¡Santo, Santo, Santo, Señor Jehová!.. 28
Oí la voz del Salvador 141 ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! Señor Om-
Oíd un son en alta esfera 92 nipotente 53
Ove la voz, Señor 13 Sé, ¡oh Dios! que a iniquidad 216
ÍNDICE ALFABÉTICO DE LAS LINEAS PRIMERAS xiü
Himno. Himno.
Sean todos bienvenidos 340 Unidos como hermanos 18
Según tu dicho al expirar 274 Unidos en espíritu 66
Sembraré la simiente preciosa 313 Valor ya no me hiere
; ! 241
Sembraré, sembraré 313 Vamos a Jesús -

Señor, en ti yo creo 62 Ved al Cristo, Rey de gloria I 1 '7

Señor Jesús, eterno Rey 14 Ved del cielo descendiendo 109


Señor Jesús, la luz del día se fué. ... 30 Ven a Cristo, ven ahora 131
Señor, ¡tú eres santo ! 46 Ven a él. ven a él 143
Señor, yo te conozco ! 48 Ten a mi corazón, ¡oh Cristo! 82
Si aquí sufrimos tanto 246 Ven a nuestras almas 115
Sí estás tú triste, débil, angustiado... 126 Ven ¡oh! Creador. Espíritu amoroso.. 112
&?', sí, venid, Jesús refugio ofrece 126 Ven, oh Dueño de mi vida 213
sin cesar siempre pien>o 256 Ven, ¡oh! Santo Espíritu 114
Sión del Cordero, santa y gloriosa .... 301 Ven. oh Todopoderoso 12
Soldados de Cristo, tened precaución 253 Ven. Santo Espíritu de amor 117
Soldados de Cristo que estáis en la lid 335 Venid a mí los tristes 135
Solemnes resuenen los férvidos cantos 70 Venid, las que vagáis 134
Sólo a ti. Dios y Señor 51 Venid, nuestras voces alegres unamos.. 11
Son tus designios. Padre, inescrutables 2:>8 Venid, pastorcillos, venid a adorar.... 81
Suave luz, manantial 74 Venid, pecadores, que Dios por su amor
Tal como soy de pecador 184 Venid, pequeñuelos, venid sin tardar.. 85
Tal como soy. sin una sola excusa.... 153 Venid, venid a mí 135
Te loamos, te glorificamos 344 Ves no lejos los reflejos 240
Temerosos o cansarlos 252 Volveos, volveos, porqué moriréis 144
Tenebroso, mar undoso 240 Volveremos a cantar 130
Tengo en Dios un grande amor 199 Voy al cielo, soy peregrino 299
Tentado, no cedas: ceder es pecar.... 239 Yoy al cielo, soy peregrino
Tesoro incomparable 63 Voz de amor y de clemencia 101
Tientas canciones alzad al Señor 338 Va el fin se acerca de tu día santo. . . . 32
Tocad trompeta ya 287 Ya la noche terrible ha pasado 294
¡Trabajad! ¡trabajad! somos siervos de Ya ves que soy un ciego 38
Dios 244 Yo busco sin cesar 151
/ Trabajad! ; trabajad
.'
244 Yo confío en Jesús 145
Trabajando, trabajando 318 Yo consagro a ti mi vida 318
Trabajar y orar 250 Yo escucho, buen Jesús 125
Tú. de los fieles eternal Cabeza 273 Yo e-pero la mañana 317
Tú dejaste tu trono y corona por mí.. 82 Yo guiaré al peregrino extraviado .... 314
Tu reino amo. olí Dios
; ! 269 Yo guiaré, yo avia, é :U4
Vil amigo hay más que hermano .... v 7 Yo le veré y en dula amor 122
Un fiel amigo hallé 175 Yo me rindo a ti 229
; Un hogar Dios nos da 321 Yo quiero ser cual mi Jesús 265
Un lábaro sigo: la Santa Escritura .... 254 Yo quiero trabajar por el Señor
Un nombre existe que escuchar me Yo sé que nada impuro 263
agrada 69 Yo tengo que guardar 227
Un raudal de bendiciones 232 Yo voy viajando, >í
LISTA DE ASUNTOS
Himnos Himnos
Culto Público . . 1-32 Confesión y Perdón . .150-167
.

Doxologías .. 1-7 Fe y Justificación .168-173


Albanza e Invocación. . . . 8-20 Amor y Gratitud .174-178
Clausura de los Cultos. . . 21-26 Confianza y Sumisión .179-200
.

Himnos Vespertinos . . . . . 27-32 Comunión con Dios . .201-210


.

Oración y Aspiración. .211-219


Las Santas Escrituras . . . . 33-39 Consagración y Servicie 220-234
Pruebas y Conflictos .235-241
. .

Actividad, Celo y Valor S


La Santísima Trinidad. . . . . 40-120
Crecimiento Espiritual. .260-265
Dios Padre 40-53 . .

El Amor y Protección le La Iglesia .266-269


Dios 54-59 . . El Ministerio .270-273
Jesucristo La Cena del Señor .... .274-280
Oración y Alabanza . 60-78
. . . . El Matrimonio .281-282
Navidad . . 79-93 La Comunión de los Santos
Carácter y Ministerio 94-96 . . .283-286
Pasión y Crucifixión. 97-101
. . Las Misiones .287-294
Resurrección y Ascensión 102-105
Reinado e intercesión .106-108 La Vida Venidera.
r

La Segunda Venida ..109-110


. .
La Muerte del Cristiano 295-298
El Espíritu Santo ..111-118 El Hogar Celestial .299-323
Dones del Espíritu .119-120 Ocasiones Especiales.
.

El Fin del Año .324-326


La Vida Cristiana Dedicación del Templo. -327 .

La Gracia de Dios . . .121-123


La Niñez y la Juventud . . .328-342
Invitación .124-144
Salvación .145-149 Coros y Canto Llano 343-349
xi V
EL NUEVO HIMNARIO
EVANGÉLICO
1. Gloria al Padre. 5. Glorli y Alabanza.
Gloria al Padre y al Hijo, y gloria al Gloria y alabanza
Santo Espíritu Sean Creador,
al
Raudal de todo bien Y Verbo,
al eterno
Y por siglos sin fin suba este canto Y al Consolador:
A los cielos. Amén. Sacrosanta Trinidad.
Siempre agradecidos,
2. Gloria Patri. De una en otra edad,
Gloria demos al Padre, Al Omnipotente
Al Hijo y al Santo Espíritu: Den los redimidos
Como eran al principio, Gloria y alto honor,
Son hoy y habrán de ser Al Omnipotente
Eternamente. Amén. Gloria y alto honor
Al que vive eternamente,
3. A Dios el Padre Celestial. Manantial de amor,
A Dios el Padre celestial, Manantial de amor,
Al Hijo, nuestro Redentor Manantial de amor. Amén.
Y Consolador,
al eternal
Unidos todos alabad. Amén. 6. Al Padre Omnipotente.
Al Padre omnipotente
Santo, Santo, Santo.
4. ¡
A Cristo el Salvador,
¡
Santo, Santo, Santo, Señor Dios de Y al Santo Paracleto
los ejércitos! Rendid gloria y honor.
Llenos están los cielos y la tierra de Y de su amor la inmensidad
tu gloria Humildes ensalzad.
Gloria sea a ti, ¡ Oh Señor Altísimo Por siglos de siglos
Amén. Con himnos de triunfo
EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
Su gloria publicad. Al Dios excelso venerad,
Con cánticos de triunfo Que como Padre nos amó.
Su gloria publicad: 3
Su gloria publicad, Su pueblo somos: salvará
Su gloria publicad, A sus ovejas el pastor;
Su gloria, su gloria publicad. Ninguna de ellas faltará
Si fueren fieles al Señor.
Carvajal.
7. A la Divina Trinidad.
9. Aparte del Mundo, Señor.
A la divina Trinidad
Todos unidos alabad, Aparte del mundo, Señor, me retiro,
Todos unidos alabad, De lucha y tumultos ansioso de huir,
Con gran amor, con gran amor, De escenas horribles, do el mal victo-
Con gran amor y gratitud rioso
Con gran amor, con gran amor, Extiende sus redes y se hace servir.
Con gran amor y gratitud, 2
Su amor y gracia celebrad, El sitio apartado, la sombra tranquila,
Su amor y gracia celebrad, Convienen al culto de ruego y loor;
Su amor y gracia celebrad. Tu mano divina los hizo sin duda,
En bien del que humilde te sigue,
Coro: Señor.
Aleluya, Aleluya, Aleluya, Amén, 3
Amén, Allí, si tu aliento inspira a mi alma
Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya, Y llega la gracia mi pecho a tocar,
Aleluya, Aleluya, Aleluya, Aleluya, Con paz, con amor y con gozo podría
Amén, Amén, Aleluya, Amén, Ale- A ti fervoroso tributo elevar.
luya, Amén. 4
Te debo tributos de amor y de gracias
8. Cantad Alegres al Señor. Por este abundante y glorioso festín
Y cantos que puedan oirse en los cielos
Cantad alegres al Señor, Por años sin cuento, por siglos sin fin.
Mortales todos por doquier (Tr.) Mora.
Servidle siempre con fervor,
Obedecedle con placer.
10. Del Culto el Tiempo Llega.
2 Del culto el tiempo llega,
Con gratitud canción alzad Comienza la oración.
Al Hacedor que el ser os dio: El alma a Dios se entrega,
' ;

EL NUEVO IIBÍXAEIO EVANGÉLICO


¡Silencio y atención ! "Es digno el Cordero," decimos
Si al santo Dios la mente nosotros,
Queremos elevar, Pues él por salvarnos su vida dio
'
Silencio reverente aquí.
Habremos de guardar. 3
2 A ti que eres digno, se dan en los

Mil coros celestiales cielos

A Dios cantando están, Poderes divinos y gloria y honor;


A ellos los mortales Y más bendiciones que darte podemos,
Sus voces unirán. Por siempre a tu trono se eleven,
Alcemos pues el alma Señor.
Con santa devoción, 4
Gozando en dulce calma Que todos los seres que pueblan las
De Dios la comunión. nubes,
La tierra y el aire, el fuego y el mar,
3
Unidos proclamen tus glorias eternas,
La Biblia bendecida,
De Dios revelación, Y dente alabanzas, Señor, sin cesar.
5
A meditar convida El nombre sagrado del Dios de los
En nuestra condición.
cielos
Silencio que ha llegado
¡ !

Del culto la ocasión,


A una bendiga la gran creación,
Dios se halla á nuestro lado,
Y lleve al Cordero,
sentado en el
trono,
Silencio y devoción.
El dulce tributo de su adoración.
(Tt.) Mora.
11. Loor al Cordero.
12. Ven, oii Todopoderoso.
Venid, nuestras voces alegres unamos
Al coro celeste del trono alredor; Ven, oh Todopoderoso,
Sus voces se cuentan por miles de Adorable Creador
miles, Padre santo, cariñoso,
Mas todas se inflaman en un mismo Manifiéstanos tu amor.
amor. 2
2 A tu trono de clemencia
"Esdigno el Cordero que ha muerto," Levantamos nuestra voz,
proclaman, Tu presencia te pedimos,
"De estar exaltado en los cielos así." Nuestro Padre, nuestro Dios,

EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO
Dios de bondad y paz,
Ven, oh Redentor divino, Que siga el pueblo más
Dios de nuestra salvación, Tu luz sin ver.
En nosotros haz morada, 3
Vive en nuestro corazón. Libre quiere adorar
4 Tu nombre sin cesar

Eres tú, Jesús, benigno, El pueblo, oh Dios


Eres infinito amor: Haz que todo poder
Óyenos te suplicamos, Opuesto a tu querer,
Ven, bendícenos, Señor. Te venga a obedecer
5
Y oiga tu voz.
4
Ven, Espíritu divino,
Del pueblo hoy el clamor
Del Señor precioso don;
Acoge, oh Redentor,
Dios consolador, inspira
En tu bondad.
Paz en todo corazón.
Y entonces, buen Jesús,
6 Desde tu excelsa cruz
De los santos la herencia Al pueblo da la luz
Déjanos hallar en ti, De libertad.
Y la vida de los cielos 5
Gozaremos desde aquí. Libra a tu pueblo aquí,
H. G. Jackson.
Que humilde viene a ti,
De esclavitud.
13. Oye la Voz, Señor. Muéstrale dulce faz,
Oye la voz, Señor, Y en él abundar haz
Que pueblo con fervor
el Consuelo, gozo, paz,
Eleva a ti; Gracia y virtud.
Clama con ansiedad,
Pidiendo libertad 14. Señor Jesús, Eterno Rey.
Para echar la impiedad Señor Jesús, eterno Rey,
Lejos de sí. Las alabanzas de tu grey
2 Acepta hoy, que con fervor
Diste divina luz Te ofrece en prueba de su amor.
Al mundo, buen Jesús, 2
Al fenecer; Que nuestro culto al ofrecer
Y no permitirás, Un pacto nuevo pueda ser
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Del santo amor, que sólo a ti Himnos mil á su bondad.
Debiera el alma darte aquí. El nos da la plenitud.
3 De la gracia celestial,
Y que tus gracias, buen Jesús, El es fuente de salud
Que al alma llenan de tu luz, Para el mísero mortal.
Jamás me lleguen a faltar, 2
Y así no queda desmayar. El nos llama sin cesar
4 Y nos da la salvación,
Que cada instante queda ver El nos vino a libertar
Un nuevo triunfo de mi ser, Del pecado abrumador.
Creciendo en gozo, fe y amor, Ya podemos recorrer
Hasta llegar a ti, Señor. El camino terrenal
Isaac Watts. (Tr.) E. Valasco. Sin temor, hasta obtener
Nuestra herencia celestial.
15. Canciones Nuevas Alegre-
3
mente. Y entre tanto que el Señor
Canciones nuevas alegremente Nos recibe donde está,
Cantemos todos a nuestro Dios; Entonemos el loor
Por él tenemos a Jesucristo, Que bondoso acogerá;
Al mundo dado por bendición. Mientras huella nuestro pie
2 Este mundo pecador,
Nosotros somos amado pueblo, Le entregamos nuestra fe,
Doradas mieses del Redentor; Nuestro canto, nuestro amor.
(Tr.) G. A. SherweU.
Tan alta gloria Jesús amante
Con su martirio nos alcanzó. 17. Oh Pastor ! Divino, Escucha.
i

3
Serán eternas sus maravillas, ¡ Oh Pastor
! divino, escucha :

Inagotable su bendición, Los que en este buen lugar


Y los que cantan sus alabanzas Como ovejas, congregados
Benditos siempre por el Señor. Te venimos a buscar.
||
: Cristo, llega :||

16. Alabanza. Tu rebaño a apacentar.


2
Entonemos al Señor Al perdido en el pecado
Alabanzas sin cesar, Su peligro harás sentir:
Entonemos con amor, Llama al pobre seducido,
; : :

EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


Que tu voz hoy pueda oír;
||
:A1 enfermo: ||
Que acepte nuestro culto
Pronto dígnate acudir. Pidamos hoy a Dios;
3 Que escuche con agrado,
Guía al triste y fatigado Benigno nuestra voz.
Al aprisco del Señor; Lleguemos a su trono
Cría al tierno corderito Y en santa devoción
A tu lado, buen pastor, Alcemos nuestras preces,
:Con los pastos:
|| ||
Oremos con unción.
E. Martínez Garza.
De celeste y dulce amor.
4
19. Imploramos Tu Presencia.
¡Oh, Jesús esucha el ruego
!

Y esta humilde petición Imploramos tu presencia,


Ven a henchir a tu rebaño Santo Espíritu de Dios,
De sincera devoción. Vivifique tu influencia
||
: Cantaremos: ||
Nuestra débil fe y amor.
Tu benigna protección. 2
Da a las mentes luz divina,
18. Unidos como Hermanos. Y tu gracia al corazón;
Unidos como hermanos, Nuestro pecho a Dios inclina
A Dios nuestro Hacedor, En sincera adoración.
Alcemos nuestro canto, 3
Tributo del amor. Que del Dios bendito tenga
Su nombre veneremos Nuestro culto aceptación,
Con santa devoción, Y sobre nosotros venga
Y en cuerpo y alma unidos En raudales bendición.
J. B. Cabrera.
Oremos con unción.
2
20. Aquí Todos Reunidos.
Al Dios Omnipotente
Que inspira nuestro amor, Aquí todos reunidos
Con grande reverencia Alabárnoste, Señor
Rindámosle loor. A tus hijos redimidos
Pidamos su presencia Nos concedes este honor.
En cada corazón, 2
Y oremos reverentes, Adorarte y alabarte
Oremos con unción. Sea nuestra ocupación
EL NUEVO HIMXAKIO EVANGÉLICO
Que podamos proclamarte
Dios de nuestra salvación. Un día en la eternidad
3 Nos hemos de reunir,
Tú, Señor, eres benigno, Que Dios nos lo conceda, hará,
Tú perdonas con amor; El férvido pedir.
Juan Fawcett.
De alabanzas eres digno,
Infinito bienhechor.
4 23. Despide Hoy Tu Grey.
Siempre seas alabado
Por tu inmensa caridad, Despide hoy tu grey
Oh gran Dios y celebrado En paz y bendición,
Y
!
j

las palabras de tu ley


Seas en la eternidad.
M. Cosido. Conserve el corazón.
2
21. Despedida. Enséñanos, Señor,-
Tu ley a meditar,
Dios bendiga, protección te dé,
te
Vivir unidos en amor,
Sea su gracia siempre tu sostén, Y en él por siempre andar.
Su ángel velando a tu redor esté Ramón Bon.
Dándote abrigo por doquier. Am ni.
Velasco.
24. Al Terminar el Culto.
22. Sagrado es el Amor.
Después, Señor, de haber tenido aquí
Sagrado es el amor De tu Palabra la bendita luz,
Que nos ha unido aquí, A nuestro hogar condúcenos, y allí
A que creemos del Señor
los De todos cuida, buen Pastor Jesús
¡

La voz que llama a sí. 2


2 En nuestras almas graba con poder
A nuestro Padre Dios Tu fiel palabra, cada exhortación
Roguemos con fervor, Y que tu ley pudiendo comprender
Alúmbrenos la misma luz, Contigo estemos en mayor unión.
Nos una el mismo amor. 3
3
Al terminar, Señor, mi vida aquí,
Nos vamos a ausentar,
Alis ojos pueda sin temor cerrar,
Mas nuestra firme unión Y en mi glorioso despertar, que en ti
Jamás podráse quebrantar, De paz eterna pueda disfrutar.
Por la separación. Mendoza,
EL NUEVO HIMNABIO EVANGÉLICO
25. Mora Conmigo. Y con cantos de loor
||
:Te adoramos
Del alma el sol, mi Salvador,
¡Oh! divino Redentor. :||
Jamás hay noche en donde estás
Que no me impida aquí, Señor, 2
Terrena nube ver tu faz. Danos plácido reposo,
2 Vela tú nuestro dormir;
Que yo mis ojos al cerrar Cuídanos, Señor bondoso,
En blando sueño arrobador, Nuestros males haz huir;
¡

Cuan dulce, diga, es descansar — ||

Tu
:De peligros
nos puedes encubrir.
En tu regazo, mi Señor. :||

3 3
Conmigo sé al amanecer, Y al final de la existencia
No puedo yo sin ti vivir; Cuando tú a llamarnos vas,
Conmigo sé al anochecer, Cólmanos de tu clemencia
No quiero yo sin ti morir. Y recíbenos en paz;
4 :Y de entonces
||

Si alguno que hoy errante va, No te ofenderemos más. :||

Oyó tu voz, tu voz de amor,


Que deje el mal y encuentre ya
Eeposo en ti, su Salvador.
27. Cristo, Guárdanos.
5
Riquezas dale al pobre, aquí, Cristo, guárdanos ahora
Tú nunca agotas tu caudal; Con tu santa protección;
Y que halle el triste sólo en ti Nuestras faltas confesamos,
Un sueño dulce y celestial. Danos, Padre, tu perdón.
6
2
Y aquí la senda al continuar Si aguerridas nos atacan
Con todos vé, Jesús, Señor, Las legiones de Satán.
Hasta que al fin, allá en tu hogar Cerca están tus mensajeros,
Nos cubra ya tu eterno amor. Que socorro nos darán.
J. Keble. (Tr.) V. Mendoza.
3
26. En el Curso de este Día. Aun tiempo más obscuro
el
En el curso de este día Clara luz es para ti;
Nos cercó tu dulce amor Tú, Señor, jamás te cansas
Tu poder nos protegía, De cuidar tu pueblo aquí.
EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO
Oh, guárdame, y que tus potentes alas
Si la muerte nos sorprende Sean por siempre la defensa mía.
Por la noche, buen Señor, 2
Haz que el alba nos encuentre De cuantas faltas hoy he cometido
Ya en el seno de tu amor. Perdóname, Señor, por tu Hijo
P. H. Goldsmith.
amado
Contigo, con el prójimo y conmigo
28. Nuestro Sol Se Pone Ya.
Quede antes de dormir, reconciliado.
Nuestro sol se pone ya, 3
Todo en calma quedará; Enséñame a vivir, que no me espante
La plegaria levantad La tumba más que el lecho del reposo
Que bendiga la bondad Enséñame a morir, para que pueda
De nuestro Dios. El día del juicio, despertar glorioso.
4
Coro. — ¡ Santo, Santo, Santo,
¡ Oh ! ti mi alma,
logre reposar en
Señor Jehová Mis párpados los cierre dulce sueño,
Cielo y tierra, de tu amor Un sueño que vigor pueda prestarme
Llenos hoy están, Señor; Para servirte, al despertar, mi Dueño.
¡ Loor a ti (Tr.) J. B. Cabrera.

2
¡Oh Señor ! tu protección 30. Conmigo Sé.
Dale hoy al corazón;
Dale aquella dulce paz Señor Jesús, la luz del día se fué,
Que a los tuyos siempre das. La noche cierra ya, conmigo sé
Con plenitud. Coro. Sin otro amparo, tú, por compasión,
3 Al desvalido da consolación.
¡ Oh Señor queal descansar
! 2
Pueda en seguro estar,
ti Veloz día nuestro huyendo va.
el
Y mañana, mi deber Su gloria, sus ensueños pasan ya
Pueda siempre fiel hacer Mudanza y muerte miro en derredor,
En tu loor. Coro. Conmigo sé, bendito Salvador.
M. A. Lathbury. (Tr.) Mendoza. o
O

29. Loor a Dios. Tu gracia en todo el día he menester.


¿Quién otro al tentador podrá vencer .'

Loor a ti, mi Dios, en esta noche /Cuál otro amante guía encontraré
Por todas tus bondades de este día ; En sombra o sol, Señor, conmigo sé.
10 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO

Y mire al fin en mi postrer visión Los que a ti nos allegamos


De luz la senda que me lleve a Sión Por Jesús, Dios de verdad,
Do alegre cantaré al triunfar la fe: Hoy alegres proclamamos
" Jesús conmigo en vida y muerte Tu clemencia y tu bondad.
fué." En los fastos de la historia
L. F. Lyte. (Tr.) Siempre se celebrará,
Y en los cielos su memoria
31. El Día del Señor. Por los siglos durará.
M. Cosido.

Hoy es día de reposo, 32. Ya el Fin Se Acerca.


El gran día de solaz;
Es el día venturoso Ya acerca de tu día santo
el fin se

Que nos trae dulce paz. Benigno acoge la oración, Señor,


Es el día señalado Que te ofrecemos en humilde canto
Con el sello del amor, Cual sacrificio de suave olor.
Nuestro Dios lo ha designado 2
Como el día del Señor. Por las mercedes a tu amor debidas,
Por el descanso y plácido solaz,
2
Mil gracias sean sólo, a ti rendidas,
Celebremos a porfía
Rey de los reyes, Príncipe de paz.
Al Autor de tan buen don
3
Que nos da el festivo día
De nuestro culto borra los defectos,
Y se goza en el perdón.
Da a nuestras preces eficaz virtud;
Aceptemos hoy con gozo
Tu amor tan sólo nos hará perfectos,
El descanso semanal,
Tu sola gracia nos dará salud.
Esperando el día glorioso
4
Del reposo celestial.
Haz que del mundo
la escabrosa senda
3 Correr podamos con seguro pie,
Trabajar es la sentencia Y en los conflictos que la duda tienda
De la antigua creación, Tu luz alumbre nuestra débil fe.
Y morir la consecuencia 5
De la prevaricación; Y tus domingos de sagrada holgura,
Mas reposo y vida estable Que son del alma celestial festín,
Dios nos da, quitando el mal, Nos anticipen la sin par ventura
Y su amor inescrutable De aquel descanso que no tiene fin.
De la gracia es el raudal. J. B. Cabrera.
—— — : ; —— ; !

EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 11

33. La Palabra de Dios. Coro —Cuan bella


¡ es esa historia
Mi tema allá en la gloria,
Padre, tu palabra es Será ensalzar la historia
Mi delicia y mi solaz
De Cristo y de su amor.
Guíe siempre aquí mis pies, 2
Y a mi pecho traiga paz.
Grato es contar la historia
Más bella que escuché,

Coro Es tu ley, Señor, Más áurea, más hermosa
Faro celestial, Que cuanto yo soñé.
Que en perenne resplandor Decirla siempre anhelo,
Norte y guía da al mortal. Pues hay quien nunca oyó
2^ Que para hacerle salvo
Si obediente oí tu voz,
Por él Jesús murió. Coro.
En tu gracia fuerza hallé, 3
Y con firme pie y veloz
Grato contar la historia
es
Por tus sendas caminé, Coro. Que grata siempre es,
3 Y es más, al repetirla,
Tu verdad es mi sostén Preciosa cada vez.
Contra duda y tentación,
La historia que yo canto
Y destila calma y bien
Oíd con atención,
Cuando asalta la aflicción. Coro.
Pues es mensaje santo
4
De eterna salvación. ('oro.
Son tus dichos para mí
1
Prendas fieles de salud Grato es contar la historia
Dame pues que te oiga a tí
De todas la mejor,
Con filial solicitud. ('oro.
Que cuanto más se escuche
J. B. Cabrera.
Se oirá con más amor
34. Grato es Contar la Historia. Y cuando allá en la gloria
Entone mi cantar,
Grato es contar la historia
Será la misma historia
Del celestial favor,
Que tanto supe amar. Coro.
De Cristo y de su gloria, (Srita.) Kate Hankey.
De Cristo y de su amor.
Me agrada referirla, 35. Díme la Antigua Historia.
Pues sé que es la verdad, Díme la antigua historia
Y nada satisface Del celestial favor,
Cual ella mi ansiedad. De Cristo y de su gloria,
— : !

12 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


De Cristo y de su amor.
Dímela con llaneza Del Señor el testimonio,
Propia de la niñez, Lleno de fidelidad,
Porque es mi mente flaca Hace sabios á los niños,
Y anhela sencillez. Y consejos buenos da.
3

Coro Díme la antigua historia Los consejos del Dios nuestro
Cuéntame la victoria, Rectos y benignos son;
Habíame de la gloria La alegría que despiertan
De Cristo y de su amor. Tengo yo en mi corazón.
2 4
Díme tan dulce historia Más que resplandeciente,
el sol
Con tono claro y fiel Los preceptos del Señor
"Murió Jesús, y salvo Iluminan nuestra mente
Tú puedes ser por él." Con divino resplandor.
Díme esta historia siempre, G. H. Rule.
Si en tiempo de aflicción
Deseas a mi alma 37. Bellas Palabras de Vida.
Traer consolación. Coro.
3
¡Oh cantádmelas otra vez,
!

Bellas palabras de vida;


Díme la misma historia,
Hallo en ellas mi gozo y luz,
Cuando creas tal vez
Bellas palabras de vida.
Que me ciega del mundo
Sí, de luz y vida
La falsa brillantez.
Son sostén y guía,
Y cuando ya vislumbre
Qué bellas son, qué bellas son
De la gloria la luz,
|| :¡

Bellas palabras de vida.


Repíteme la historia: :||

" Quien te salva es Jesús." Coro. 2


Kate Hankey (Tr.) J. B. Cabrera. Jesucristo a todos da
Bellas palabras de vida;

36. Sabia, Justa y Toda Pura.


Hoy escúchalas pecador,
Bellas palabras de vida.
Sabia, justa y toda pura, Bondadoso te salva,
Es la ley de mi Señor, Y al cielo te llama.
Que hasta el alma, la más dura, ||:¡Qué bellas son, qué bellas son!
Libra de fatal error. Bellas palabras de vida. :||
; ;

EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 13

Su testimonio es fiel y hasta a los


Grato el cántico sonará, niños
Bellas palabras de vida; Comunica su ciencia soberana.
Tus pecados perdonará, 6
Bellas palabras de vida. Tus palabras, Señor, son tan seguras,
Sí, de luz y vida; Tan invariables son y duraderas,
Son sostén y guía; Como los cielos, que por su constancia
||
:¡Qué bellas son, qué bellas son! Un ejemplo nos dan de su firmeza.
Bellas palabras de vida.:|l P. Olavide.
(Tr.) J. A. B.

39. La Santa Biblia.


38. Ya Ves que Soy un Ciego.
Santa Biblia, para mí
Ya ves que soy un ciego, un miserable,
Eres un tesoro aquí
Extranjero, infeliz sobre la tierra
Tú contienes con verdad
Enséñame el camino de mi patria,
La divina voluntad;
Y ponme con tus manos en la senda. Tú me dices lo que soy,
2
De quién vine y a quién voy.
Muéstrame tus caminos siempre rectos,
Enséñame tus reglas y mandatos, 2
Instruyeme en tu ley y que ella sola Tú reprendes mi dudar,
Mueva mi voluntad, rija mis pasos. Tú me exhortas sin cesar,
3
Eres faro que a mi pie
Tan sólo tú, Señor, salvarme puedes Va guiando por la fe

De los riesgos continuos en que ando, A las fuentes del amor


Y tú me salvarás, porque tú eres De mi tierno Salvador.
El Salvador, de quien mi bien 3
aguardo. Eres infalible voz
4 Del Espíritu de Dios,
Pero ¿ qué puedo yo si no me ayudas ? Que vigor al alma da
¿Qué lograré tu favor me niegas?
si Cuando en aflicción está;
¡ Oh Señor ten de mí misericordia,
!
Tú me enseñas a triunfar
Y haz que tu luz en mi alma resplen- De la muerte y del pecar.
dezca. 4
5 Por tu santa letra sé
La ley de Dios es pura y sin mancilla, Que con Cristo reinaré;
Capaz de convertir todas las almas, Yo que tan indigno soy,
;

14 EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO


Por tu luz al cielo voy. Sin que el labio lo expresara,
¡Santa Biblia para mí ! En tu oído resonó.
Eres un tesoro aquí. Ya ya dormido,
despierto,
Me circunda tu poder,
40. Proclamen las Naciones. Y es tu aliento que da vida
El que aspiro por doquier.
Proclamen las naciones,
3
Divulguen cielo y tierra, Oh gran Dios cuando contemplo
¡ !

Del Dios que adora mi alma Tu infinita perfección,


La paternal clemencia.
El asombro llena mi alma,
Levántense a su gloria,
Se confunde mi razón,
Con resonancia eterna,
Y oigo un eco en mi conciencia
De bendición mil himnos
Que me dice: "Puro sé
Que llenen las esferas.
En deseos, lengua y obras,
2
Porque siempre Dios te ve."
Tú eres, Dios, tú eres J. B. Cabrera.
Misericordia inmensa,
Poder inenarrable, 42. Eternamente Cantarán Mis
Fidelidad suprema. Labios.
En tanto
l
'
¡ Gloria !
'

' entonen
Los Eternamente cantarán mis labios
cielos y la tierra,
De bendición mil himnos
La gloria del Señor, sumo y excelso,

Llenando las esferas.


Y su misericordia soberana
Será de mis canciones el objeto.
2
41. Cuanto Soy y Cuanto Encierro.
También anunciará mi humilde boca
Cuanto soy y cuanto encierro A las generaciones y los pueblos
Manifiesto es para ti, El inefable don de sus promesas,
Pues tu vista escrutadora Y cuánto son seguros sus efectos.
¡Oh Señor penetra en mí.
! 3
Si se agita mi conciencia, Porque nos dijo: "La misericordia
Tú percibes su emoción; Levantaré a la altura de los cielos
Razonar ves a la mente, Como edificio inmenso y majestuoso,
Meditar al corazón. Como edificio sólido y eterno."
2 4
Y hasta íntimo deseo
el Y fundaste tanto, que tú sólo
lo
Que en mi pecho se abrigó, Eres el Dios veraz, Dios verdadero
! : ; !

EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 15

Y antes que falte tu palabra santa, Dios uno y trino,


Faltará en un instante el universo. A quien tantos arcángeles,
5 Querubines, ángeles y serafines
La paz con equidad y la justicia
la Dicen: ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!
Son el apoyo de tu justo imperio;
Mas la verdad y la misericordia
Siempre te van los pasos precediendo. 44. La Omnipotencia Divina.
6
Feliz el pueblo que alabarte sabe,
A Dios obedecen el rayo y el viento,
Lo anuncian los astros, proclámalo el
Más feliz si te alaba con afecto, mar,
Pues marchará tranquilo y venturoso
Con un leve sopólo pudiera su aliento
Con la brillante luz de tus destellos. Hacer de la tierra los ejes temblar.
P. Olavide.
2
43. A la Trinidad. ¡
Cuan torpe aquel pueblo que insano
se atreve
A tu eterna Deidad, A alzarse enemigo del pueblo de Dios
Soberana en tres personas, Será como el tamo que el viento se
Clamamos, pues nos perdonas lleve,
Nuestra iniquidad.
Ni leve vestigio dejándole en pos.
Por esta benignidad,
3
En su misterioso canto,
Angeles y serafines dicen ¡ Cuan grande, glorioso y feliz se pre-
senta
;
Santo Santo
! Santo
¡
! ¡ !

Dios uno y trino,


El pueblo dichoso que a Cristo aceptó
A quien tantos arcángeles, Lo escuda la mano que al orbe sus-
tenta,
Querubines, ángeles y serafines
Dicen :Santo ¡ Santo Santo ! ¡ ! ¡ !
Y al ángel de muerte su espada quitó.
2
Interminable bondad,
45. Para los XaveCtANtes.
Suma esencia soberana,
De donde el bien nos dimana, ¡ Potente Dios para salvar !

¡
Divina Trinidad Tu mano erió el inmenso mar
Con tu celestial piedad También sus términos le dio,
Pones fin a nuestro llanto, Que humildemente respetó.
Angeles y serafines dicen Escúchanos, Dios, al orar
:Santo Santo Santo
! ¡ ! ¡ ! Por los expuestos en el mar.
16 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
¿ Quién sabe tus glorias ? ¿ quién cuenta)
¡ Oh Cristo ! tu potente voz tus galas
Calmó la tempestad feroz; ||
:Si el sol es el polvo que pisan tus
Paseaste en el profundo mar, pies? :||

Dormiste quieto en su bramar. 3


Escúchanos, Dios, al orar El mar a pregunta tu nombre
la tierra
Por los expuestos en el mar. La tierra a las aves que tienden su
vuelo
3
Las aves lo ignoran, pregúntanlo al
¡Oh Santo Espíritu, que dio
hombre
Al caos vida, y se movió
:E1 hombre lo ignora, pregúntalo al
De rudas aguas por la faz, ||

cielo. :
Trocando confusión en paz ||

Escúchanos, Dios, al orar 4


Señor, tú eres santo! yo te amo, en
Por los expuestos en el mar.
ti espero:
Tus dulces bondades cautivan el alma
jOh Trino Dios de inmenso amor, Mi pecho gastaron con diente de acero
Tus hijos guarda de temor; :Los gustos del mundo vacíos de
||

De rocas, fuego, tempestad, calma. :||


Del enemigo en tu bondad 5
Por ello a ti se han de elevar Son gustos falaces que pasan cual
Himnos de loor en tierra y mar. flores,
Efímeras dichas, verdura en las eras.
¡ Ah dame
! la vida de días mejores,
46. Señor, ¡Tu eres Santo! :Sin hoy, sin mañana, sin horas
¡I

Señor, ¡tú eres santo! Yo adoro, yo ligeras. :


||

creo: 6
Tu cielo es un libro de páginas bellas, Concede a mis penas la luz de bo-
Do en noches tranquilas mi símbolo nanza,
leo, La paz a mis noches, la paz a mis
||
:Que escribe tu mano con signos de días,
estrellas. : || Tu amor a mi pecho, tu fe y tu espe-
ranza,
||
:Que es bálsamo puro que al ánima
Plegadas de espanto las trémulas alas, envías. : ||

Delante del trono tus ángeles ves. J. Arólas.


! ! ; ;

EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 17

47. Invocación a la Trinidad.


Te acercas, sí: conozco las orlas de tu
¡ Oh
Padre, eterno Dios manto
Alzamos nuestra voz En esa ardiente nube con que ceñido
En gratitud estás
De cuanto tú nos das El resplandor conozco de tu semblante
Con sin igual amor, santo,
Hallando nuestra paz Cuando al cruzar el éter, relampague-
En ti, Señor. ando vas.
2
3
¡Bendito Salvador Conozco de tus pasos las invisibles
Te damos con amor huellas
El corazón, Del repentino trueno en el crujiente
Y aquí nos puedes ver son;
Que humildes a tu altar Las chispas de tu carro conozco en las
Venimos a ofrecer
centellas,
Precioso don.
Tu aliento en el rugido del rápido
3
aquilón.
¡Espíritu de Dios!
4
Escucha nuestra voz,
¿Quién ante parece? ¿Quién es en
ti
Y tu bondad tu presencia
Derrame en nuestro ser
Más que un arista seca, que el aire va
Divina claridad,
a romper?
Para poder vivir Tus ojos son el día, tu soplo la exist-
En santidad.
encia
V. Mendoza. ;

Tu alfombra el firmamento, la eterni-

48. ¡ Señor, Yo Te Conozco. dad tu ser.

Señor, yo te conozco ! La noche azul, ¡ Señor, yo te conozco ! Mi corazón te


serena, adora
Me dice desde lejos: "Tu Dios se Mi espíritu de hinojos ante tus pies
esconde allí;" está;
Pero la noche obscura, la de nublados Pero mi lengua calla, porque mi
llena, lengua ignora
Me- dice más pujante: "Tu Dios se Los cánticos que llegan al grande Jo-
acerca a ti." hová. Zorrilla.
; ! ; ;

18 EL NUEVO IIIMNAHTO EVANGÉLICO


49. Solemne Adoración. 50. Invocación.
Al trono majestuoso A Dios cantamos: de él sólo es el
Del Dios omnipotente, canto
Humildes vuestra frente, De Dios cantamos las grandes acciones.
Naciones, inclinad. El Padre, el Hijo, el Espíritu Santo,
El es el Ser supremo, Dios, es el tema de nuestras canciones.
Señor de cuanto existe, A ti, Dios invocamos:
Y nada al fin resiste Henos Señor, sobre el polvo, postra-
Al grande Jehová. dos;
2 Hoy tu gloria cantamos,
Del polvo de la tierra Tus atributos incomensurados.
Formónos complacida Rasgado el denso velo de separación,
Su mano, y diónos vida Al cielo dirigimos nuestra invocación
Su aliento creador. Sea Señor, tuyo el loor, ¡Amén!
Y vernos después ciegos,
al ¡ Amén
En maldad sumidos,
la
Cual padre a hijos queridos
Salud nos proveyó.
51. Sólo a Ti, Dios y Señor.
3
La gratitud sincera Sólo a ti, Dios y Señor,
Nos dictará canciones, Adoramos,
Y en coro dulces sones Y la gloria y el honor
Al cielo subirán: Tributamos.
Con los celestes himnos Sólo a Cristo, nuestra Luz,
Armónica alianza Acudimos
Formando, su alabanza Por su muerte en la cruz
Doquier resonará. Revivimos.
4
Señor, a tu palabra
Los mundos obedecen,
Un Espíritu, no más,
Nos gobierna,
Y del mortal perecen Y con él, Señor, nos das
La ciencia y altivez.
Paz eterna;
Tu amor y verdad solos El es fuego celestial,
En nada habrán menguado, Cuya llama
Después que hayan cesado
En amor angelical
Los siglos de correr.
J. B. Cabrera. Nos inflama.
; ; ; ! !
! ;

EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 19

Disfrutamos tu favor Espíritu de Dios,


Solamente Elevo a ti mi voz;
Por Jesús, fuente de amor Gloria a ¡
ti

Permanente Con celestial fulgor


Sólo él nos libertó Me muestras el amor
De la muerte, De Cristo, mi Señor;
Sólo él se declaró Gloria a ¡
ti

Nuestro Fuerte.
Con gozo y -amor
Sólo tú, oh Creador,
Cantemos con fervor
Dios Eterno, Al Trino Dios.
Nos libraste del furor En la eternidad
Del infierno Mora la Trinidad;
Y por esto con placer
¡ Por siempre alabad
Proclamamos Al Trino Dios!
Que tan sólo en tu poder Estrella de Belén.
Confiamos.
P. Castro.

53. ¡ Santo Santo Santo Señor


!
¡
!
¡
!

52. Gloria a la Trinidad. Omnipotente.


A nuestro Padre Dios ¡ Santo ! ¡ Santo ! ¡
Santo ! Señor Omni-
Alcemos nuestra voz, potente,
i
Gloria a él Siempre el labio mío loores te dará
Tal fué su amor que dio ¡ Santo ! ¡
Santo ! ¡ Santo 1 te adoro
Al Hijo que murió, reverente,
En quien confío yo; Dios en tres personas, bendita Trini-
¡
Gloria a él dad.
2
A nuestro Salvador
Demos con fe loor; ¡ Santo ! ¡ Santo !
¡
Santo ! en numeroso
¡ Gloria. a él! coro
Su sangre derramó; Santos escogidos te adoran con fervor,
Con ella me lavó, De alegría llenos, y sus coronas de oro
Y el cielo me abrió Rinden ante el trono glorioso del
¡
Gloria a él Señor.
; !

20 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO


3 Que excede en comprensión;
¡ Santo ! ¡ Santo ! ¡ Santo ! la inmensa El pueblo guiado por tu luz
muchedumbre No alcanzará a medir jamás
De ángeles que cumplen tu santa || :Su pródiga extensión. :||

voluntad, 3
Ante ti se postra bañada con tu lum- Dios sólo puede comprender
bre, Su propio amor, y consolar
Ante ti que has sido, que eres y serás. Con él al pecador;
4 El me lo dé, no pido más;
¡ Santo ! ¡ Santo ! ¡
Santo ! por más que Excelso don, satisfará
estés velado :Mi agradecido amor. :||
||

E imposible sea tu gloria contemplar,


Santo tú eres sólo, y nada hay a tu
lado 55. Cimiento Eterno de la Fe.
En poder perfecto, pureza y caridad.
5 ¡ Cuan firme cimiento se ha dado a la
¡ Santo ! ¡ Santo ! ¡ Santo ! la gloria de "
fe,

tu nombre De Dios en su eterna Palabra de amor


Vemos en tus obras, en cielo, tierra y ¿Qué más él pudiera en su libro
mar. añadir
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! te adorará II
:Si todo a sus hijos lo ha dicho el

todo hombre, Señor? :||

Dios en tres personas, bendita Trini-


dad. Amen. "Ya te halles enfermo o en plena
Reginald Heber, 1827. (Tr.) J. B. Cabrera. salud,
Ya rico,ya pobre se encuentre tu ser,
54. Dulcísimo, Divino Amor.
En casa o viajando por tierra o por
Dulcísimo, divino Amor, mar,
¿En mi alma cuándo morarás || ¡Conforme a tus años será tu
Con plena posesión? poder. ":||
Sed tiene intensa del raudal 3
Que surte el solio celestial, "No temas por nada, contigo yo soy;
||
:Mi eterna redención. :|| Tu Dios yo soy sólo, tu ayuda seré
2 Tu fuerza y firmeza en mi diestra
Venciste al Hades y a Satán estarán,
En opulencia del amor || :Y en ella sostén y poder te daré." :||
;; ;;

EL NUEVO IIIMNAEIO EVANGÉLICO 21

En este trance agudo.


k
'
Xo habrán de anegarte las ondas del Con furia y con afán
mar Acósanos Satán;
Si en aguas profundas te ordeno salir Por armas deja ver
Pues siempre contigo seré en tus an- Astucia y gran poder,
gustias Cual él no hay en la tierra.
|¡ :Y todas tus penas podré bende- 2
cir." :|| Nuestro valor es nada aquí,
5 Con él todo es perdido
"La llama no puede dañarte jamás Mas por nosotros pugnará
Si en medio del fuego te ordeno pasar De Dios el Escogido.
El oro de tu alma más puro será, ¿Sabéis quién es? Jesús,
||:Pues sólo la escoria se habrá de El que venció en la cruz,
quemar.": ||
Señor de Sabaoth,
6 Y pues él sólo es Dios,
"Mi amor siempre tierno, invariable, El triunfa en la batalla.
eternal, 3
Constante a mi pueblo mostrarle Aun están demonios mil
si
podré, Prontos a devorarnos,
Si nivea corona ya ciñe su sien, No temeremos, porque Dios
||
:Cual tiernos corderos aun cui- Sabrá aún prosperarnos.
daré.":|| Que muestre su vigor
7 Satán y su furor,
"Al alma que anhele la paz que hay Dañarnos no podrá,
en mí, Pues condenado es ya
Jamás en sus luchas la habré de Por su Palabra Santa.
dejar; •i

Si todo el infierno la quiere perder, Sin destruirla dejarán,


||:¡Yo nunca, no, nunca, la puedo Aún mal de su grado,
olvidar !":|| Esta Palabra del Señor
G. Keith. (Tr.) V. Mendoza. El lucha a nuestro lado.
Que lleven con furor
56. Castillo Fuerte. Los bienes, vida, honor,
Los hijos, la mujer. . . .
Castillo fuerte es nuestro Dios,
Defensa y buen escudo,
Todo ha de perecer. . . .

Con su poder nos librará De Dios el reino queda


Martín Lutero. (Tr.) por J. B. Cabrera.
22 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
57. El Amor de Dios.
Tu mano paternal
¡
Dios santo y fuerte ! tú por tu
Trazó mi senda aquí;
Amado, Mis pasos cada cual,
De horrible muerte, Padre y Señor ¡
Velados son por ti.
Nos has librado; con él la suerte En tu mansión yo te veré,
Nos has legado, tal es tu amor. Y galardón feliz tendré.
2
3
De ti alcanzamos todos los bienes Innumerables son
De que gozamos, ¡ Padre y Señor Tus bienes, y sin par,
•Tú nos detienes tropezamos,
si
Que por tu compasión
Y nos mantienes, tal es tu amor.
Recibo sin cesar.
3 En tu mansión yo te veré,
Siempre fecundo tú nos prodigas Y galardón feliz tendré.
Tu amor profundo, Padre y Señor ¡
4
Y tú mitigas en este mundo Tú eres, Oh Señor
¡

Nuestras fatigas, tal es tu amor.


Mi sumo, todo bien;
4 Mil lenguas, tu amor,
Tú nos preservas de todos male's
Cantando siempre estén.
Y nos conservas, Padre y Señor
¡
En tu mansión yo te veré,
De tus caudales tú nos reservas Y galardón feliz tendré.
Los celestiales, tal es tu amor. M. N. B.

La gran victoria que nos destinas, 59. ¡ Gloria a Dios !

Será en memoria, ¡ Padre y Señor


Gloria a Dios porque su gracia
Por tus doctrinas, hacia la gloria ¡ !

Nos encaminas, tal es tu amor. En nosotros abundó,


M. Cosido. Y su fiel misericordia
En nosotros se mostró.
2
58. Con Cánticos, Señor.
¡Gloria a Dios porque no mira
!

Con cánticos, Señor, Nuestra vieja iniquidad,


Mi corazón y voz Mas bondoso nos reviste
Te adoran con fervor, De justicia y santidad.
¡ Oh
Trino, Santo Dios.
! 3
En tu mansión yo te veré, ¡Gloria a Dios que de fe pura
!

Y galardón feliz tendré. Llena nuestro corazón,


EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 23

Y del Hijo que ama tanto 61. Dad á Dios Inmortal Alabanza.
Nos concede el sumo don.
Dad a Dios immortal alabanza
4 Su merced, su verdad nos inunda :

¡
Gloria a Dios ! que aquí nos une Es su gracia en prodigios fecunda,
En perfecta y dulce paz, Sus mercedes, humildes cantad.
Por su diestra protegidos, ¡Al Señor de señores dad gloria,
Alumbrados por su faz. Rey de reyes, poder sin segundo
5 Morirán los señores del .mundo,
¡Gloria a Dios a quien complace
!
Mas su reino no acaba jamás.
Recibir nuestra oración,
2
Nuestros cantos de alabanza, Las naciones vio en vicios sumidas
Nuestra pura adoración. Y sintió compasión en su seno:
6 De prodigios de gracia está lleno
¡Gloria a Dios! que en abundancia Sus mercedes, humildes cantad.
Bendiciones hoy nos da; A su pueblo llevó por la mano
Y si esto es en la tierra, A la tierra por él prometida;
En los cielos ¿qué será? Por los siglos sin fin le da vida
J. B. Cabrera.
Y el pecado y la muerte caerán.
3
60. Gloria al Señor del Cielo. A su Hijo envió por salvarnos
Del pecado y la muerte inherente
Gloria al Señor del cielo,
Gloria por sus bondades,
De prodigios de gracia es torrente,
Sus mercedes, humildes cantad.
Gloria, por sus piedades
Por el mundo su mano nos lleva,
Que interminables son.
Y al celeste descanso nos guía
2
Su bondad vivirá eterno día,
Cante mortal ahora
el
Cuando el mundo no exista ya más.
Himnos a sus bondades, J. Mora.
Cante que sus piedades
Interminables son. 62. Señor, en Ti Yo Creo.
3
Sus siervos hoy devotos Señor, en ti yo creo,

Digan que en las edades Y siempre creeré;


Sus múltiples piedades Que brilla dentro el alma
Interminables son. La antorcha de la fe.
Carvajal. Al cielo cuántas veces
¡
; ; ;;

24 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


La vista en mi aflicción Señor, mi humilde fe;
Alcé, y dulce consuelo Y cual soy tuyo ahora,
Bajaba al corazón! Por siempre lo seré.
2 J. B. Cabrera.

Es grato, si sufrimos 63. Tesoro Incomparable.


En horas de ansiedad,
Tesoro incomparable,
Saber que desde el cielo
Jesús, amigo fiel,
Nos miras con piedad
Refugio del que huye
Que cuentas nuestras penas, Del adversario cruel
Que ves nuestro dolor, Sujeta compasivo
Que escuchas nuestros ayes, A tí mis corazón,
Y envías tu favor.
Ya que para salvarme
3
Sufriste la pasión.
Señor, bendito seas,
i
2
Bendito veces mil! Delicias de mi alma,
Porque si artero el mundo Pan de la eternidad,
Su red nos arma hostil,
Del cual yo me alimento
En nuestro pecho enciendes En mi necesidad;
La llama de la fe, En mi flaqueza extrema
Y mundo y red podemos Se cumple tu virtud,
Hollar con nuestro pie. Y en medio de mis males
4 Ser quieres mi salud.
La fe que al hombre anima, 3
Tu más precioso don, Dirige a mí tu rostro,
Es luz en las tinieblas, Jesús, lleno de amor,
Alivio en la aflicción Sol puro de justicia,
Amparo al desvalido, Grato consolador.
Al náufrago salud, Sin tu influencia santa
Tesoro de alegrías, La vida es un morir
Cimiento a la virtud. Gozar de tu presencia,
5 Esto sólo es vivir.
Por eso yo te adoro, 4
Por eso creo en ti. Jesús, riqueza mía,
De quien dádiva tanta Mi amante Salvador,
Sin precio recibí. Eres en mis flaquezas
CoDfirma y acrecienta, Mi fuerte protector.
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 25

Mi paz el enemigo
Turbar podrá jamás; Si es pobre ahora mi cantar,
Por más que lo intentare, Cuando en la gloria esté
No lo permitirás. ||
:Y allá te pueda contemplar,
5 Mejor te alabaré. :||
(Tr.) Juan Xewton.
Al mundo de falacias
No pertenezco ya;
El mi morada,
cielo es 65. El Buen Pastor.
Allími Amado está.
A donde Cristo habita Como ovejas celebramos
Con ansia quiero ir ¡
Oh Jesús tu grande amor,
!

En sempiterno gozo
Ya que locas, descarriadas,
Con él quiero vivir.
Anduvimos sin tu amor,
Fuster. De tus pastos abundantes
Alejadas, buen Pastor.
64. ¡ Cuan Dulce el Nombre de 2
Jesús !
Por los montes afanado
el nombre de Jesús
Nos buscaste con amor,
Cuan dulce
¡

Es para el hombre fiel Y al buen prado en que pacemos


¡Consuelo, paz, vigor, salud,
Nos conduces con tu amor
||

Encuentra siempre en él. :l|


Para ser de tu rebaño,
2
Nos tomaste, buen Pastor.
Al pecho herido fuerzas da, 3
Y calma al corazón; La voz tuya conocemos,
||
:Del alma hambrienta es cual maná, Si nos llamas, oh Pastor ¡ !

Y alivia su aflicción. :||


Tú nos das el pasto sano
3 Y nos guardas con amor
Tan dulce nombre es para mí, En tu seno reclinadas
De dones plenitud; Reposamos, buen Pastor.
¡Raudal que nunca exhausto vi
|| 4
De gracia y de salud. :¡| Las ovejas en tu mano
4 Nada temen, buen Pastor;
Jesús, mi amigo y mi sostén, En tu aprisco reunidas
Bendito Salvador! Nos contemplas con amor;
:Mi vida y luz, mi eterno bien,
|| Sólo en ti nos refugiamos,
Acepta mi loor. :|| ¡Oh Jesús, oh buen Pastor
26 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
66. Unidos en Espíritu. 67. Mi Salvador.
Unidos en espíritu ¡ Oh
Salvador, mi fiel Jesús,
Al coro celestial, Del mundo tú la clara luz
Cantemos con los ángeles Dame perdón, dame sostén;
Un cántico triunfal: Auxilíame con todo bien.
Y si vertimos lágrimas
Al frente de la cruz, No cambiará oh Salvador ¡

Rebose hoy el júbilo, Tocante a mí tu fiel amor


Pues vive el buen Jesús. Tu sangre diste tú por mí,
2 Y ya salvado soy por ti.
Lo que en el triste Gólgota 3
Derrota pareció, Yo gozaré felicidad
En el sellado túmulo Por toda la eternidad
En triunfo se cambió; Pues viviré con mi Jesús,
Vencido está el báratro, Y le veré en clara luz.
Menguado su poder
Y no el mortal su subdito 68. A Cristo Doy Mi Canto.
De hoy más habrá de ser.
3
A Cristo doy mi canto:
Del Moría allá en la cúspide El salva el alma mía
Se obró la salvación, Me libra del quebranto

Allí se ostenta el lábaro Y con amor me guía.


De nuestra redención
Y sueltos ya los vínculos
Coro. —Ensalce nuestro canto
Tu sacrosanta historia
De la mortalidad, Es nuestro anhelo santo
La tumba abierta es símbolo Mirar, Jesús, tu gloria.
De nuestra libertad. 2
4 Jamás dolor ni agravios
Jesús, de gloria Príncipe,
Enlutarán la mente,
Autor de nuestra paz, Si a Cristo nuestros labios
Diríjenos benévola
Bendicen dulcemente. Coro.
Tu esplendorosa faz
3
Y acepta el dulce cántico
De nuestra gratitud Tu nombre bendecido
Por tu valiosa dádiva Alegra alma mía
el

De la eternal salud.
Tu nombre es en mi oído
J. B. Cabrera. Dulcísima armonía. Coro.
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 27

4 Nombre tan dulce, referir podría


Viviendo he de ensalzarte Sobre la tierra ? •

Y si abandono el suelo, < Tr -> J -


B -
Cabrera.

Veránme ir a adorarte 70. Alabanza.


Los ángeles del cielo. Coro. „ _ . , _ .

¡Solemnes resuenen los iervidos can-


tos;
69. No Hay Otro Nombee. Unámonos todos en voces de amor
Un nombre existe que escuchar me Los ángeles puros, los fieles y santos,
e ^ 10s a * ^ or dero tributen loor.
agrada
Y hablar me place del valor que en- Coro. —
:Canto de triunfo, canto de
1|

cierra, triunfo
No hay otro nombre que en dulzura Levántese inmenso al gran Salvador :||

iguale
2
Sobre la tierra. .
Es dign0 el Cordero ,
los j ustos ex _
2 claman
El testifica del amor sublime Es digno el Cordero de eterno loor
¡

Del que muriendo libertad me ha dado, Repiten constantes aquellos que le


Siendo su sangre redención perfecta aman
Por el pecado. Al ver que su sangre vertió en su
3 favor. Coro.
Que hay un amante corazón, me dice, 3
Que sentir puede mi dolor profundo Postrados de hinojos, Jesús, te adora-
Cual él quien pueda compartir mis mos,
penas, Pues nos rescataste de eterno dolor:
No hay en el mundo. La muerte sufriste, por que no mura-
4 mos
El regocija mi doliente pecho, Dignísimo eres del más alto honor.
El de mis ojos desvanece el llanto, — Coro.
Y dice al alma que confíe siempre 4
Libre de espanto. Los cielos triunfantes, la tierra sal-
5 vada,
¡Jesús! el nombre que escuchar me Su júbilo muestren; y al santo Señor
agrada! El oro, el incienso, la mirra preciada
¿Cuál de los santos, el valor que en- Le ofrezcan con puro, con férvido
cierra amor. Coro.
28 EL NUEVO HIMNABIO EVANGÉLICO
71. Nuestro Guía.
No me dejes oh Señor
¡

De muerte el imperio vencimos


la
Mientras en el mundo esté,
Por el Rey que nos dio la victoria, Y haz que arribe sin temor
Al poder de este mundo servimos, Do feliz por fin seré. Coro.
Mas ahora, al Señor de la gloria. 3
Tú de mi alma salvación,
Coro. —Por la fé te hemos visto, ¡oh
En la ruda tempestad,
Jesús, nuestra luz
Al venir la tentación
Por nosotros, oh Cristo, espiraste en
j !

Dame ayuda por piedad. Coro.


la cruz. F. M. D. (Tr.) Pedro Grado.
Tú eres nuestro guía, divino Salvador,
73. Gloria a Ti, Jesús Divino
Al Cielo de alegría, al célico esplendor. ¡ !

2 ¡ Gloria a ti, Jesús Divino !

Por la sangre que fué derramada, ¡ Gloria a ti por tus bondades


Redimidos, al cielo marchamos; ¡ Gloria eterna a tus piedades,
Ya la mancha en nosotros lavada, Querido Salvador!
Todo es nuevo en la vida en que esta- 2
mos. Coro. Tú me amaste con ternura
3 Y por mí en la cruz moriste
Ya el duda han huido
error y la Con ternura me quisiste,
La verdad refulgente ya luce Querido Salvador.
Desde el cielo nos ha esclarecido, 3
Y a la gloria Jesús nos conduce. Tengo fe sólo en tu muerte,
Coro. Pues con ella me salvaste
Vida eterna me compraste,
Querido Salvador.
72. Guíame ¡ Oh ! Salvador.
4
Guíame oh Salvador¡ ! Te veremos en el cielo:
Por la vía de salud A vivir contigo iremos
A tu lado no hay temor, Tu presencia gozaremos,
Sólo hay gozo, paz, quietud. Querido Salvador.
5
Coro. —
Cristo
¡ Cristo ! ¡
Ten valor, valor cristiano,
No me dejes oh Señor ¡ Cristo es tu mejor amigo:
Siendo tú mi guía fiel, Él te llevará consigo;
Seré más que vencedor. Jesús es tu Señor.
EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO 29

74. De Jesús el Nombre Guarda.


Fuente preciosa de Salvación,
De Jesús el nombre guarda,
Heredero del afán;
Qué grande gozo yo pude hallar
Al encontrar en Jesús perdón,
Dulce hará tu copa amarga,
Tus afanes cesarán.
¡A su nombre gloria! Coro.
4
Coro. — Suave manantial
luz, Tú, pecador, que perdido estás,
De esperanza, fe y amor Hoy esta fuente ven a buscar,
Sumo bien celestial Paz y perdón encontrar podrás,
Es Jesús el Salvador. ¡A su nombre gloria! Coro.
2 (Tr.) Vicente Mendoza.
De Jesús el nombre estima;
Que te sirva de broquel: 76. Cual Mirra Fragante.
Alma débil, combatida,
Hallarás asilo en él. Coro. Cual mirra fragante que exhala su
3 olor
De Jesús el nombre ensalza, Y ricos perfumes esparce al redor,
Cuyo poder
sin igual Tu nombre ¡Oh Amado! a. mi corazón
Del sepulcro nos levanta. Lo llena de gozo, transpórtalo a Sión.
Renovando nuestro ser. Coro.
Lidia Baxter. (Tr.)

Coro. Aleluya, Aleluya al Cordero
de Dios:
75. A Su Nombre Gloria.
Aleluya al Amado, al bendito Jesús.
Junto a la cruz do Jesús murió,
2
Junto a la cruz do salud pedí, Cual voz amigable que al triste viador
Ya mis maldades él perdonó, En bosque perdido le inspira valor,
A su nombre gloria
¡
Tu nombre me anima y me hace saber
Coro. — ¡A su nombre gloria!, Que ofreces piadoso, rescate a mi ser.
¡ A su nombre gloria !
— Coro.
Ya mis maldades él perdonó,
3
¡ A su nombre gloria
Cual luz que brillando del alto fanal,
2
Al nauta en la noche señala el canal,
Junto a la cruz donde le busqué Tu nombre esparciendo benéfica luz.
¡ Cuan admirable perdón me dio
Al cielo me lleva, bendito Jesús.
Ya con Jesús siempre, viviré, Coro.
¡ A su nombre gloria Coro. !
H. M.
; ; : ; ; : ! !

30 EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO


77. El Nombre de Jesús. A Jesús pertenecemos,
Redimidos por su amor
Ni en la tierra ni en el cielo ||
:Y a Dios Trino y Uno damos
Hay un nombre cual Jesús Alabanza, prez y honor. :||

Sobre todo, él solo reina,


Él es sólo eterna luz. 79. Gloria a Dios en las Alturas.
2
Gloria a Dios en las alturas,
Es Jesús mi gran riqueza,
Hallo en él mi sólo bien;
Que mostró su gran amor,
Valen más que todo el oro
Dando a humanas criaturas
Los tesoros de su Edén.
Un potente Salvador.
3
Con los himnos de los santos
Es Jesús mi gran sustento, Hagan coro nuestros cantos
Mi pan suave y celestial; De alabanza y gratitud,
Por la divinal salud;
De mis dichas y mi gozo
Es el rico manantial.
Y digamos a una voz
4 ¡ En los cielos gloria a Dios
2
Infinita es su ternura,
Gloria a Dios la tierra cante
¿Quién puede sondear?
la
Al gozar de su bondad,
Con los ángeles hoy quiero
Pues le brinda paz constante
Su grandeza pregonar.
En su buena voluntad.
Toda tribu y lenguas todas
78. A Jesús Pertenecemos.
Al Excelso eleven odas,
A Jesús pertenecemos, Por el rey Emmanuel
Nos debemos alegrar; Que les vino de Israel;
Que el buen Dios de cielo y tierra, Y prorrumpan a una voz
Nos formó y nos ha de guiar. ¡ En los cielos gloria a Dios
A Jesús pertenecemos, 3
Por nosotros él murió; Gloria a Dios la Iglesia entona,
||
:Con el precio de su sangre Rota al ver su esclavitud
De la muerte nos libró. :|| Por Jesús, que es su corona,
2 Su Cabeza y plenitud. .

A Jesús pertenecemos, Vigilante siempre vive


Y confiamos sólo en él Y a la lucha se apercibe,
Pues su Espíritu nos lleva Mientras llega su solaz
Por su senda, siempre fiel. En la gloria y plena paz
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 31

Donde exclama a una voz Al mortal conmueva:


¡ En los cielos gloria a Dios ¡Alegría! ¡Alegría!
J. B. Cabrera. Cristiandad.
6
80. La Navidad. ¡Oh santísimo, felicísimo,

Oh santísimo, felicísimo,
Grato tiempo de Navidad
¡

Principe del cielo,


Grato tiempo de Navidad!
Cristo el prometido,
Danos tu consuelo
Alegría Alegría
Ha por fin venido: ¡
!
¡

Cristiandad.
¡ Alegría Alegría
!
¡

Cristiandad.
81. Venid, Pastorcillos.
2
¡ Oh santísimo, felicísimo, Venid, pastorcillos, venid a adorar
Grato tiempo de Navidad Al Rey de los cielos que nace en Judá.
Al mortal perdido, Sin ricas ofrendas podemos llegar,
Cristo le lia nacido Que el niño prefiere la fe y la bondad.
¡Alegría Alegría
! ¡
2
Cristiandad. Un rústico techo abrigo le da,
3 Por cuna un pesebre, por templo un
¡ Oh santísimo, felicísimo, portal
Grato tiempo de Navidad En lecho de pajas incógnito está,
Coros celestiales, Quien quiso a los astros su gloria
Cantan los mortales prestar.
¡Alegría Alegría
!
¡
3
Cristiandad. Hermoso lucero le vino a anunciar,
4 Y magos de Oriente buscándole van
¡ Oh santísimo, felicísimo, Delante se postran del Rey de Judá,
Grato tiempo de Navidad De incienso, oro y mirra tributo le dan.
Cantante loores F. Martínez de la Rosa.
Magos y pastores
¡Alegría Alegría
! ¡
82. Tú Dejaste Tu Trono.
Cristiandad. Tú dejaste tu trono y corona por mí,
5 Al venir a Belén a nacer
¡ Oh santísimo, felicísimo, Mas a ti no fué dado el entrar al
Grato tiempo de Navidad! mesón,
Tan dichosa nueva, Y en pesebre te hicieron nacer.
'¿2 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO

Coro. Ven a mi corazón, oh Cristo ¡ Entre los astros que esparcen su luz,
Pues en él hay lugar para ti. Bella anunciando al niñito Jesús,
Ven a mi corazón, oh Cristo ven ¡ ! ||:Brilla la estrella de paz. :||
Pues en él hay lugar para ti. 2
2 ¡Noche de paz, noche de amor!
Alabanzas celestes los ángeles dan Oye humilde el fiel pastor,
En que rinden al Verbo loor; Coros celestes que anuncian salud,
Mas humilde viniste a la tierra, Señor, Gracias y glorias en gran plenitud,
A dar vida al más vil pecador. Coro. :Por nuestro buen Kedentor. || :||
3
3
Siempre pueden las zorras sus cuevas
¡Noche de paz, noche de amor!
tener,
Y las aves sus nidos también,
Ved qué bello resplandor

Mas el Hijo del Hombre no tuvo un Luce en rostro del niño Jesús
el

lugar
En el pesebre, del mundo la Luz,
¡Astro de eterno fulgor. :||
En el cual reclinara su sien. Coro. ||

4
Tú viniste, Señor, con tu gran bendi- 84. Los Heraldos Celestiales.
ción
Para dar libertad y salud, Los heraldos celestiales
Mas con odio y desprecio te hicieron Cantan con sonora voz
morir, ¡ Rey recién nacido,
Gloria al
Aunque vieron tu amor y virtud. Que del cielo descendió!
Coro. Paz, misericordia plena,
5 Franca reconciliación
Alabanzas sublimes los cielos darán Entre Dios, tan agraviado,
Cuando vengas glorioso de allí, Y el mortal que le ofendió.

Y tu voz entre nubes dirá: "Ven a 2


mí, La Divinidad sublime
Que hay lugar junto a mí para ti.
'
'
En la carne se veló;
Coro. Ved a Dios morando en carne,
Emily E. Elliott, 1864. (Tr.)
S.
Y adoradHombre-Dios.
al
Emmanuel, Dios con nosotros,
83. ¡ Noche de Paz, Noche de Amor !
A la tierra descendió;
¡Noche de paz, noche de amor Y hecho hombre, con los hombres
Todo duerme en derredor. Tiene ya su habitación.
EL NUEVO HIMXAEIO EVANGÉLICO 33

85. Venid Pequen uelos.


Salve, Príncipe glorioso
Venid, pequeñuelos, venid sin tardar,
De la paz y del perdón
Venid al pesebre, venid a admirar
Salve a ti que de justicia
Del Padre en los cielos el don sin
¡Eres el divino Sol
igual
Luz y vida resplandecen
A tu grata aparición, ¡ A sea la gloria, la paz al mortal
él
2
Y en tus blancas alas traes Mirad en pesebre de pobre portal
La salud al pecador.
Lindísimo niño en un blanco pañal.
i
Nace manso, despojado
Un rayo ilumina su rostro infantil
De su gloria y esplendor, En vez de la púrpura sirve heno vil.
3
Porque no muramos todos
En fatal condenación, Mirad en su cuna, niñitos, la paz
José con María contemplan la faz;
Nace, sí, "para que el hombre
Tenga en él resurreción,
Hay píos pastores orando alredor;
Nace para que renazca En lo alto mil ángeles cantan loor.
A la vida el pecador. 4
5 Vosotros con oh niños, cantad
ellos,

Ven, oh tú, de las naciones Con ellos dad gracias, las manos alzad :

Deseado con ardor; Al coro celeste las voces unid,


Ven, simiente vencedora Del Padre y del Hijo el amor bendecid.
Que Moisés profetizó;
Ven, aplasta la cabeza 86. El Nacimiento de Jeísús.
Ponzoñosa del dragón,
¡ Cristianos media! noche, hora
Que el veneno del pecado solemne
En nosotros infiltró.
En que Dios bajó en hombre trans-
6
formado
Borra tú la semejanza Para borrar las manchas del pecado,
Que el primer Adam nos dio; Y del Padre aplacar así el furor.
Y a la tuya, Adam perfecto,
Forma 2
nuestro corazón.
Se agita lleno de esperanza el mundo
Desde el trono do te sientas
Corno Hombre y como Dios,
Porque esta noche un Salvador le
diera
Oh Jesús pon en nosotros
!
¡

Tu maravilloso amor. Y libertad arrodillado espera ;

Carlos Wesley. (Tr.) T. Castro. ¡


Pascuas ! que vino el Santo Redentor.
34 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO

Que de la fe, la luz ardiente sea Conocerle es vida eterna,


A la cuna del Niño, nuestro guía, Cristo el Señor;
Como a los Magos del Oriente un día Todo aquel que quiera, venga
Condujo de la estrella el resplandor. Al Redentor.
4 Por nosotros él derrama
El Rey de reyes nace en pobre cuna, Vida suya, pues nos ama
Desde allí a vuestro orgullo un Dios Y a su lado a todos llama:
os dice: ¡ Dadle loor
Poderosos que encumbra la fortuna, 3
Doblad la frente humilde al Redentor. Hoy, ayer, y por los siglos
Cristo el Señor
5
Es el mismo fiel amigo;
Quebró nuestras cadenas con sus
Ven, pecador.
manos
Es maná en el desierto,
La tierra libre, el cielo abierto vemos
Nuestro guía, nuestro puerto,
No tiranos, ni esclavos, sólo hermanos
Es su amor el mismo cielo,
Lo que el hierro ligaba, una el amor.
¡ Dadle loor
6 H. C. E.
Si por nosotros nace, sufre y muere,
Que nuestra gratitud a Dios mostre- 88. Astro el más Bello.
mos,
Astro el más bello en la regia cohorte,
De libertad el cántico entonemos
Suave, argentina, miramos tu luz;
¡ Pascuas ! cantad al Santo Redentor.
De Palma. Haznos visible el lejano horizonte;
Guíanos al lecho del niño Jesús.
2
87. Un Amigo Hay Más que
Vedlo dormido, por cuna un pesebre;
Hermano.
Quiso entre pobres, humilde nacer
Un amigo hay más que hermano, Angeles ven en aquel niño endeble,
Cristo el Señor, Al que dispone de todo poder.
Quien llevó en su cuerpo humano 3
Nuestro dolor. ¿Qué le traeremos? ¿La mirra más
Este amigo moribundo, fina?
Padeciendo por el mundo, ¿Ricas aromas del último mar?
Demostró su amor profundo ¿Oro sacado de todas las minas?
¡Dadle loor! ¿ Cómo la fe en él podemos mostrar ?
EL NUEVO IILMXARIO EVANGÉLICO 35

Vanos serían tan ricos presentes Por venir a padecer


Ellos no pueden su gracia alcanzar : A los ángeles dejó,
Muévenle aquellos que llevan fervien- Y nacido de mujer,
tes Con los hombres habitó.
Preces del alma, que puede aceptar. En patíbulo cruel
Reginaldo Heber. (Tr.)
Dio su vida con amor
Por que tenga paz en él
89. Cantad Mortales.
Todo pobre pecador.
Cantad, cantad, mortales,
3
Que Cristo ya nació;
Pues en él tendrá perdón
Y por salvar las almas,
Quien lo busque con afán
Humilde se encarnó;
Que Jesús de salvación
Por su bondad tan pura,
Es el milagroso pan.
El en la cruz murió;
Himnos mil á Dios cantad
Ya libres él nos hizo,
Por Jesús, el Salvador,
De ruina nos sacó.
Alabando su bondad;
2
Sí, cantad su grande amor.
Cantad, cantad, mortales,
Que Cristo os redimió.
De par en par las puertas
91. LlXDOS ÁNGELES CANTORES.
Del nos abrió.
cielo
La plenitud de gloria, Lindos ángeles cantores,
Cantad, que nos legó; De salud anunciadores,
Nos hizo ya libertos, Y zagales y pastores
De ruina nos sacó. "Salve" claman al Señor.
Mientras canta alegre el coró,
90. Jesucristo Descendió. Vienen magos, y un tesoro
Jesucristo descendió
Dan de mirra, incienso y oro
Al bendito Rey de amor.
De los cielos a Belén;
Nuestra paz allí nació, 2
Nuestra dicha, luz y bien "Clara noche, santo día,"
Ha nacido en un mesón Claman todos a porfía.
!"
El Ungido celestial, Y "alegría, alegría
En humilde condición, Dice el eco sin cesar.
Hecho mísero mortal. Lo divino se ha humanado
36 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
i
Cristo, tú, Dios encarnado, A la muerte quieres ir.
Sean a ti por siempre dados Canta la celeste voz
Gloria, reino y potestad. " En los cielos gloria a Dios
¡
! '

93. Aquel Rosal Lejano.


92. Oíd un Son en Alta Esfera.
Aquel rosal lejano
Oíd un son en alta esfera Al fin la rosa dio,
"En los cielos gloria a Dios, Que un amoroso arcano
Y al mortal paz en la tierra!" Al hombre prometió.
Canta la celeste voz. Venid a ver, venid,
Con los cielos alabemos La flor del soberano
Al eterno Rey; cantemos Linaje de David.
A Jesús que es nuestro bien, 2
Con el coro de Belén; Con júbilo el pasado
Canta la celeste voz: Predijo el sin igual
"¡En los cielos gloria a Dios ! '

Portento al hombre dado


2 Por madre virginal.
El Señor de los señores, Cantemos hoy también
El Ungido celestial, Al niño deseado,
A salvar los pecadores Sonrisa de Belén.
Vino seno virginal.
al 3
Gloria al Verbo encarnado, Gentil botón que asoma
En humanidad velado; Tan lisonjero ya,
Gloria al Santo de Israel Abierto, ¡cuánta aroma
Cuyo nombre es Emmanuel Al mundo exhalará
Canta la celeste voz Oh buen Jesús, en Tí
'
' ¡ En los cielos gloria a Dios
! '
¡
Qué olor de vida toma
La humanidad feliz
3
Príncipe de paz eterna,
94. El Bendito Salvador.
Gloria a ti Señor Jesús,
Entregando el alma tierna, Para todo viajero
Tú nos traes vida y luz. Que camina con tesón
Has tu majestad dejado, Por la senda que conduce
Y buscarnos te has dignado; A los brazos de su Dios,
Para darnos el vivir, Hay un faro luminoso
EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO 37

Que le presta su fulgor —


Coro. El es Pastor, enviado,
Es el santo Jesucristo, Divino Emmanuel;
El bendito Salvador. El me conduce por sendas de paz
2 Como a su oveja fiel.
Para aquel a quien el mundo 2
Desgarró su corazón, Quita del alma la negra maldad,
Deshojó sus ilusiones, Limpia benigno el infiel corazón
Y su alma marchitó, Es su carácter de suma bondad,
Hay un bálsamo divino La misma compasión. Coro.
Que le da consolación:
Es el santo Jesucristo, 3
El bendito Salvador. Fuente preciosa de gracia y salud,
3 Agua que limpia de toda maldad
Para aquel que ya perdido Quiere llenarnos de su plenitud
Por el mal que practicó, Y de su santidad. Coro.
Pedro Grado.
De su suerte desespera,
Pereciendo de dolor,
Hay un protector divino 96. ¡ Oh, Qué Amigo Nos es Cristo !

Que le mira con amor


Es el santo Jesucristo, ¡Oh, qué amigo nos es Cristo !

El bendito Salvador. El llevó nuestro dolor,


4 Y nos manda que llevemos
Para el huérfano que sólo Todo a Dios en oración.
En quedó,
la tierra se ¿Vive el hombre desprovisto
Y suspira por un alma De paz, gozo y santo amor ?
Que le cuide con amor, Esto es porque no llevamos
Hay un padre cariñoso, Todo a Dios en oración.
De infinita compasión: 2
Es santo Jesucristo,
el
¿Vives débil y cargado
El bendito Salvador. De cuidados y temor?
95. Es Jesucristo la Vida, la Luz.
A Jesús, refugio eterno,
Díle todo en oración.
Es Jesucristo la vida, la luz ¿ Te desprecian tus amigos ?
El nos anuncia la eterna verdad, Cuéntaselo en oración
Mártir divino que muere en la cruz En sus brazos de amor tierno
Por darnos libertad. Paz tendrá tu corazón.
38 EL NUEVO HIMNABIO EVANGÉLICO
98. La Entrada Triunfal.
Jesucristo es nuestro amigo: Jerusalem, despierta
¡

De esto pruebas él nos dio Tu Salvador ya vino;


Al sufrir el cruel castigo Avanza en su camino,
Que el culpable mereció. Tocando está a tu puerta.
Y su pueblo redimido
¡Despierta en alegría
!

Hallará seguridad Conviértanse tus penas;


Fiando en este Amigo eterno Arroja tus cadenas;
Y esperando en su bondad. Sión, éste es tu día.
Dr. H. Bonar. (Tr.) L. Garza Mora.
2
97. Dulces Momentos. Que el júbilo en rumores
Dulces momentos, consoladores, Se eleve raudo al cielo
¡

Los que me paso junto a la cruz Y cubran campo y suelo


Allí sufriendo crueles dolores La púrpura y las flores.

Miro al Cordero, Cristo Jesús. Agítense las palmas,


2 La música resuene,
Miro sus brazos de amor abiertos Que libres a hacer viene
Que me convidan a ir a él El Redentor las almas,
Carlos Wesley. (Tr.)
Y haciendo suyos mis desaciertos,
Por mí sus labios gustan la hiél. 99. Rostro Divino.
3
De sus heridas la viva fuente Rostro Divino, ensangrentado,
De pura sangre veo manar; Cuerpo llagado por nuestro bien
Y salpicando mi impura frente, Calma benigno justos enojos,
La infame culpa logra borrar. Lloren los ojos que así te ven.
4 2
Miro su angustia ya terminada Manos preciosas, tan lastimadas,
Hecha la ofrenda de la expiación, Por mí clavadas en una cruz
Su noble frente mustia, inclinada, En este valle sean mi guía
Y consumada mi redención. Y mi alegría, mi norte y luz.
5 3
Dulces momentos, ricos en dones Bello costado, en cuya herida
¡

De paz y gracia, de vida y luz


Halla su vida la humanidad,
Sólo hay consuelos y bendiciones Fuente amorosa de un Dios clem-
ente,
Cerca de Cristo, junto a la Cruz.
(Tr.) J. B. Cabrera. Voz elocuente de caridad.
; ' ; !

EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 39

Tus pies heridos, Cristo paciente, Aquel dolor tan grande y cruel
Yo indiferente los taladré; Que sufre así mi salvador
Y arrepentido, hoy que te adoro, Exige en cambio para él
Tu gracia imploro Señor, pequé.
: Una alma llena del amor
Isaac Watts. (Tr.)
5
Crucificado en un madero,
Manso Cordero, mueres por mí; 101. Consumado Es.
Por eso el alma triste y llorosa, Voz de amor y de clemencia
Suspira ansiosa, Señor, por Ti. En Gólgota sonó;
el
M. Mavillard.
Y con violencia
al oiría,
100. La Cruz de Cristo. El Calvario retembló.
Al contemplar la excelsa cruz
'
Consumado es,
'
'

Do el rey del cielo sucumbió, Fué la voz que Cristo dio.


Cuantos tesoros ven la luz 2
Con gran desdén contemplo yo. Voz de escarnio y de ironía
2 Vil pronuncia el hombre audaz,
No me permitas, Dios, gloriar Mientras Cristo en su agonía
Más que en la muerte del Señor, Hace al sol nublar su faz.
Lo que más pueda ambicionar "Consumado es,"
Lo doy gozoso por su amor. Fué la voz del Dios veraz.
3 3
Desde su faz hasta sus pies. Entre angustias y dolores
Unidos ved amor, pesar Sin amparo se encontró
¿ Qué unión tan fiel como esta es El Señor de los señores,
En otro ser podéis mirar? El que al débil amparó.
4 '

' Consumado es "


Con las espinas, diga, quién Y su espíritu entregó.
Formó corona rica así?
4
Mas la corona del gran bien Ya el infierno está vencido,
Posible hizo para mí.
él
Y la muerte es sin horror
5
Parael hombre redimido
Si la riqueza terrenal
Que confía en su Señor.
Pudiera yo a mis plantas ver,
"Consumado es"
Pequeña ofrenda mundanal,
El rescate del amor.
Sería el írsela a ofrecer. (Tr.) -i. B. Cabrera.
40 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
102. Amoroso Salvador. Hoy en gloria celestial, ¡Aleluya!
Reina vivo e inmortal. ¡Aleluya!
Amoroso Salvador, 4
Sin igual es tu bondad, Quien su vida dio, ¡Aleluya!
así
Eres tú mi mediador, Quien así nos redimió, ¡Aleluya!
Mi perfecta Santidad. Es la víctima pascual, ¡Aleluya!
2 Que remedia nuestro mal. ¡Aleluya!
Mi contrito corazón
5
Te confiesa su maldad,
Jesús, nuestro Salvador,Aleluya¡

Pide al Padre mi perdón De muerte vencedor, Aleluya


la ¡

Por tu santa caridad. En ti haznos esperar, ¡Aleluya!


3 Y cantemos sin cesar: ¡Aleluya!
Te contemplo sin cesar
En tu trono desde aquí;
104. Del Sepulcro Tenebroso.
¡Oh cuan grato es meditar
!

Que intercedes tú por mí Del sepulcro tenebroso


4 El Señor se levantó,
¡Fuente tú de compasión Y las ligas de la muerte
Siempre a ti te doy loor: Poderoso destrozó.
Siendo grato al corazón No temáis, que nuestro Maestro
Ensalzarte mi Señor ¡
Ha tornado a vivir,
Y no sólo él, mas todos
Los que le hayan de seguir.
103. El Señor Resucitó.

El Señor resucitó, ¡Aleluya!



Coro. Abierta está la tumba,
Vacío el lugar
Muerte y tumba ya venció, Aleluya ¡
En donde amigos fieles
Con su fuerza y su virtud, Aleluya ¡
Le hicieron descansar.
Cautivó la esclavitud. Aleluya ¡
2
2 Como grano de semilla
el
Él que al polvo se humilló, Aleluya ¡ En la tierra debe entrar,
Con poder se levantó Aleluya ; ¡ !
Nuestros cuerpos igualmente
Y en eterna majestad, Aleluya ¡ En la tumba habrán de estar,
Cantará la cristiandad: ¡Aleluya! Esperando el grande día
3 En las nubes la señal,
Y él que tanto así sufrió, Aleluya
¡ Cuando la final trompeta
Y en desolación se vio, ¡Aleluya! Llame a todos por igual. Coro.
EL NUEVO IIIMNARIO EVANGÉLICO 41

¡Cantemos por la eternidad


A los fieles Cristo llama A Cristo el Salvador. :||
A su lado siempre a estar, Eduardo Perronet. (Tr.)

Y con él por las edades


En los cielos a morar. 106. ¡ Cristo Vive !

No temáis, que el buen Maestro


A la vida retornó, ¡ Cristo vive ! ya no más
Y no sólo él. mas todos. Causará la muerte pena.
Los que aquí su amor salvó.- ¡ Cristo vive desde aquí
!

Coro. Ya el sepulcro no encadena.


Germán Lüders. ; Aleluva

105. Cristo el Rey. ¡


Cristo vive ya el morir
!

Loores dad a Cristo el Rey,


Es volar .al alto cielo
Esto nos alentará
Suprema potestad
:De su divino amor la ley,
Al abandonar el suelo.
||

Aleluya
Postrados aceptad. :|| ¡

2 3
Vosotros, hijos de Israel, ¡
Cristo vive aunque murió,
!

Residuo de la grey; Alcanzó triunfal victoria ;

I!
Loores dad a Emmanuel Parte en ella él nos da.
Y proclamadle Rey. :||
Demos, pues, a Cristo gloria.
Aleluya
¡
!

3
Gentiles que por gracia de él
Gozáis de libertad, ¡Cristo vive el corazón
!

||
:A1 que de vuestro ajenjo y hiél Sabe bien que él es su suerte
Os libra, hoy load. :|| Jamás nos separarán
*
4 De su amor, vida ni muerte.
Naciones todas, escuchad Aleluya
¡
!

Y obedeced su ley
!
:De gracia y de santidad,
!

¡
Cristo vive de esplendor
!

Y proclamadle Rey. :|| En trono eternal sentado


5 Y a sus pies por escabel
Dios quiera que con los que están Dios el mundo ha colocado.
Del trono en derredor, ¡
Aleluya !
42 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
108. Iglesia de Cristo.
¡ Cristo vive ! si para él
Iglesia de Cristo,reanima tu amor,
Vivimos en este suelo, Y espera velando a tu augusto Señor
Con él podremos reinar Jesús el esposo, vestido de honor,
Para siempre allá en el cielo.
Viniendo se anuncia con fuerte clamor.
Aleluya
¡
2
J. B. Cabrera.
Si falta en algunos el santo fervor,
La fe sea de todos el despertador.
Velad, compañeros, velad sin temor,
107. Cristo el Rey de Gloria.
Que está con nosotros el Consolador.
Ved al Cristo, Rey de gloria, 3
Es del mundo el vencedor; Quien sigue la senda del vil pecador,
De la guerra vuelve invicto, Se entrega en los brazos de un sueño
Todos démosle loor: traidor
Mas para los siervos del buen Sal-


Coro. Coronadle, santos todos,
vador,
Velar esperando es su anhelo mejor.
Coronadle Rey de reyes, M. Cosido.
Coronadle, santos todos,
Coronad al Salvador. 109. La Segunda Venida.
2 Ved del cielo descendiendo
^
Exaltadlo, sí, exaltadlo, Al triunfante Redentor;
Ricos triunfos trae Jesús; En su majestad, tremendo
Entronadle allá en los cielos Aparece el Salvador.
En la refulgente luz. Coro. ||
:Su justicia en la tierra reinará. :||

2
3 Vedle todos, revestido
Si los malos se burlaron,
De terrible autoridad,
Coronando Salvador,
al
Los que le habéis vendido,
Hoy los ángelesy santos Los que con temeridad
Lo proclaman su Señor. Coro.
:Y escarnio, le llamasteis malhe-
||

4 chor. :||

Escuchad sus alabanzas, 3


Que elevan hacia él.
se Contemplemos las heridas
Victorioso reina el Cristo, Que le hicieran en la cruz,
Adorad a Emmanuel. Coro. Las señales recibidas
1 ! ; ;

EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO 43

En su cuerpo, que, a la luz 111. Desciende, Espíritu de Amor-


||:De la gloria, encarecen su pie-
Desciende, Espíritu de amor,
dad. :||
Paloma celestial,
4
Promesa fiel del Salvador,
Cristo, Rey, te adoramos
En tu augusto tribunal; De gracia manantial.
2
Nuestras frentes inclinamos
Aviva nuestra escasa fe,
A ti que eres eternal;
Y danos la salud;
||Juez divino, ¿quiénes no te tem-
:

Benigno guía nuestro pie


erán ? :

Por sendas de virtud.


1

Carlos Wesley. (Tr.) G. H. Rule.


3
110. De Mil Arpas y Mil Voces, Consuela nuestro corazón
Y habita siempre en él
De mil arpas y mil voces
Concédele el precioso don
Se alcen notas de loor;
De serte siempre fiel.
Cristo reina, el cielo goza,
4
Cristo reina, el Dios de amor.
Derrama en pródigo raudal
Ved, su trono ocupa ya;
La vida, gracia y luz
Solo el mundo regirá.
Y aplícanos el eternal
¡Aleluya, aleluya, aleluya, amén!
Rescate de la cruz.
2
5
Rey de gloria, reine siempre Tus frutos da de suave olor
Tu divina potestad; - Al corazón solaz,
:

Nadie arranque de tu mano


Benignidad, paciencia, amor,
Los que 'son tu propiedad.
Bondad, templanza y paz.
Dicha tiene aquel que está
6
Destinado a ver tu faz.
Al Padre sea todo honor,
Aleluya, aleluya, aleluya, amén
¡
Y al Hijo sea también,
3
Apresura tu venida
Y al celestial Consolador,
Eternamente. Amén.
En las nubes, oh Señor, ¡ !
J. B. Cabrera.
Nuevos cielos, nueva vida,
Danos Cristo por tu amor.
Áureas arpas de tu grey, 112. Invocación.
"Gloria" entonen al gran Rey. Ven, ¡oh! Creador, Espíritu amoroso,
¡Aleluya, aleluya, aleluya, amén! Ven y visita el pecho que a ti clama,
44 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Y con tu soberana gracia inflama ¡ Santo Espíritu, desciende
El corazón que espera fervoroso. Y haz en él tu habitación!
2
Tú que Abogado fiel eres llamado, De tu gracia puedes darme
Del Altísimo don, perenne fuente Inundando el corazón,
De vida eterna, caridad ferviente, Ven, que mucho necesito,
Espiritual unción, fuego sagrado. Dame hoy tu bendición. Coro.
3
3
Tú te infundes al alma en siete dones, Débil soy, ¡oh! sí, muy débil
Promesa fiel del Padre Soberano: Y a tus pies postrado estoy,
Tú eres el dedo de su diestra mano, Esperando que tu gracia
Tú nos dictas palabras y razones. Con poder me. llene hcy. Coro.
4
4
Ilustra con tu luz nuestros sentidos,
Del corazón ahuyenta la tibieza;
Dame paz, consuelo y gozo,

Haznos vencer la corporal flaqueza,


Cúbreme hoy con tu perdón,
Con tu eternal virtud fortalecidos.
Tú confortas y redimes,

5
Tú das grande salvación. Coro.
Mendoza. (Tr.)
Por ti nuestro enemigo desterrado,
Gocemos de paz santa, duradera;
Y siendo nuestro guia en la carrera, 114. Ven, ¡ Oh Santo ! Espíritu.
Todo daño evitemos y pecado.
6 Ven, ¡ oh ! Santo Espíritu,
Por Eterno Padre conozcamos
ti al
Raudal de agua viva,
Y al Hijo excelso, santo, omnipotente; De amor llama activa,
Espíritu, de ambos procedente, Fuente de verdad.
Que siempre con fervor en ti creamos. 2
Ven, ¡ gran Paracleto
oh !

113. Santo Espíritu, Desciende. De inefables dones


Nuestros corazones
Santo Espíritu, desciende Colme tu bondad.
A mi pobre corazón,
3
Llénalo de tu presencia, .

Haz en él tu habitación. Su impureza íntima


Tu crisol depure;
Coro. — ¡Llena hoy, llena hoy, Sus heridas cure
Llena hoy mi corazón Tu divina unción.
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 45

Con tu luz benéfica Ven, divina llama,


Vista el ciego cobre; Prende en el cristiano,
Y enriquezca al pobre Y su pecho llena
De tu gracia el don. Del amor sagrado.
5 4
Fertiliza lo árido, Con tus aguas puras
¡Celestial rocío Limpia lomanchado,
Haz arder al frío, Riega lo que es seco,
¡Fuego abrasador! Haz lo enfermo sano.
6
5
Ven, ¡oh! ser vivífico, A tus fieles todos
Corazón no exista Sólo en ti confiados,
Que al poder resista Dales paz que abunde
De tu inmenso amor. Y el reposo ansiado.
7
Y del orbe en ámbitos
Dales de tu gracia
6

Que tu soplo llene,


El favor preclaro,
Sin cesar resuene
Con feliz clamor:
La salud eterna,
Gozo continuado.
8 Roberto II de Francia. (Tr.)
¡Gloria al Padre Altísimo
Gloria al Hijo Eterno
¡
116. ¡ Oh Ven, ! Espíritu de Amor,
¡Gloria a ti, oh Supremo
Santificador ¡
Oh ! ven, Espíritu de amor,
Paloma celestial;
115. El Espíritu Santo. Infúndenos un santo ardor
Ven a nuestras almas Del vivo manantial.
¡Paracleto Santo 2
Tráenos desde el cielo Eleva nuestro corazón
De tu luz un rayo. Del mundo tan cruel;
2 Concédele la petición
Fuente de consuelo, De serte siempre fiel.
Dulce y soberano 3
Huésped de las almas, Enciende nuestra tibia fe,
Celestial regalo. Y limpíanos del mal
46 EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO
Enséñanos tu santa ley,
Doctrina celestial. De tu Espíritu pedimos
4 La divina inspiración,
¡ Oh ven, Espíritu de amor Y en la senda que seguimos
Paloma celestial; Su gloriosa protección.
Infúndenos un santo ardor 3
Del vivo manantial. Imploramos su presencia
Isaac Watts. (Tr.)
.
Que la fuerza nos dará,
Pues su santa y noble influencia
117. Ven, Santo Espíritu de Amor. De caer nos librará.
Ven, Santo Espíritu de amor, 4
Promesa celestial, Tú de Cristo la Promesa,
De influjo vivificador, Celestial Consolador,
Precioso manantial. Ven y cambia la tibieza
2 En un fuego abrasador.
Remedia tú mi ceguedad, 5
Pues quiero conocer Débil es nuestra esperanza,
Que grande es la fragilidad Muy pequeña nuestra fe,
De mi caído ser. ¡Ven, infunde la confianza,
3 Que a la vida gozo dé
V. Mendoza.
El fuego de consagración,
¡Oh, dígnate encender 119. Caridad, Virtud Divina.
En mi helado corazón, Caridad, virtud divina,
Y renovar mi ser! ¡

Hija excelsa del buen Dios


4 Ven, las almas ilumina,
Desciende presto al corazón, Y que vayan de ti en pos.
Consolador y Luz; 2
Desciende a mí, precioso Don Funde razas, clases, nombres,
Legado por Jesús. Que engendró interés rival
Isaac Watts. (Ti-, y adap.)
Haz hermanos a los hombres,
118. j Oh Señor a Tus Altares.
!
Con un Padre celestial.
3
¡ Oh Señor! a tus altares Sé tú el ángel de consuelo,
Acudimos con fervor, Mensajero grato y fiel
A rogarte nos depares Trae contigo paz del cielo,
Los tesoros de tu amor. Ya que tú procedes de él.
; ! ——
! :

EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 47

121. Alguna Vez Ya Xo Estaré.


Halle huérfano en ti abrigo
el
Alguna vez ya no estaré
Y sostén la senectud En mi lugar en esta givy.
El socorro da al mendigo,
Mas Cuan feliz despertaré
Y al enfermo la salud. ¡

En el palacio de mi Rey
5
Al dolor del que padece Coro. —
Yo le veré y en dulce amor,
Da eficaz consolación, Iré a vivir con él allí,
Y a la mano que la ofrece Y le diré " Mi buen Señor,
:

Sempiterna bendición. Por gracia vo salvado fui."


6 2
En bondades don fecundo, Alguna vez la muerte atroz
Como tú no existen dos. . . .
Vendrá, mas cuándo, no lo sé,
Ven, y el alma sé del mundo, Pero ésto sé con mi buen Dios
:

Hija excelsa del buen Dios. Un sitio vo feliz tendré. Coro.


J. B. Cabrera.
3
Alguna vez yo como el sol,
120. Caridad ¡
Cuín Pura y Santa ! Mi ocaso y fin tendré también
Mas me dirá mi buen Señor:
Caridad ¡ cuan pura y santa !

"Mi siervo fiel, conmigo ven. Coro.


De las tres la principal; 4
Aunque mansa, siempre alcanza En día feliz que espero yo,
La victoria sobre el mal. Con mi candil ardiendo ya.
La que el lloro va enjugando
Las puertas me abrirá el Señor:
Del doliente corazón, Y mi alma a él con gozo irá. Coro.
Las ofensas olvidando Fanny J. Crosby. (Tr.) Tomas García.
Con divina compasión.
2
122. Jesús, mi Salvador.
Todo espera, con sincera Lejos de mi Padre Dios
Voluntad de proteger: Por Jesús fui hallado.
Todo sufre cariñosa, Por su gracia y por su amor
Bondadosa en socorrer. Sólo fui salvado.
Siendo fuerte, no se
Su consejo al prodigar.
irrita,

Coro. En Jesús, mi Señor,
Es mi gloria eterna
¡
Caridad, tú eres bendita, ¡

Él me amó y me salvó
Te debemos siempre amar
(Tr.) P. M. En su gracia tierna.
48 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
Y con el fin de hallarnos aceptables,
En Jesús, mi Salvador, A Cristo entre nosotros interpones.
Pongo mi confianza; 5
Toda mi necesidad Por gracia cancelaste la sentencia
Suple en abundancia. Coro. Que pesa sobre el hombre condenado,
3 Por gracia nos darás la eterna herencia
Cerca de mi buen Pastor Que en Cristo el Salvador nos has
Vivo cada día; legado.
l. s.
Toda gracia en su Señor
Halla el alma mía» Coro.
124. Regresa, Regresa Tranquilo
4
al Hogar.
Guárdame, Señor, Jesús,
Para que no caiga; Regresa, regresa tranquilo al hogar
Cual sarmiento en una vid, Y acepta el abrazo de amor paternal.
Vida de ti traiga. Coro.
123. Dios, el Padre de Todos.

Coro. ¡Oh! pródigo hijo, regresa al
hogar.
En otro tiempo el alma abandonada Ven, ven, para tu bien.
Vagaba por senderos inseguros; 2
Mas hoy, arrepentida y amparada, Regresa, regresa, no sufras ya más,
El alma se reposa en bienes puros. Desnudo y hambriento, cruel soledad.
2 Coro. —
El Padre por Jesús, su Hijo querido, 3
Nos dio la paz y vino a nuestro en- Regresa, regresa, y sin vacilar
cuentro Desecha el pecado con noble ansiedad.
Y
;

habiéndose en Jesús la ley cumplido, Coro. —


Nos hace penetrar del velo adentro. 4
3 Regresa, regresa, que el Padre al
¡ Gran Dios tú que has querido por
!
umbral
tu gracia Te aguarda y te brinda perdón, gracia
Ser Padre de infelices peregrinos,
y paz. Coro.
Librándonos de la común desgracia,
5
Del cielo nos enseñas los caminos. Regresa, regresa, y aquí gozarás
4 De amigos y hermanos cariño sin par.
A seres cuales somos, miserables,
Ofreces tu raudal de eternos dones;
Coro. —
(Tr.) B. Cabrera. ,T.
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 49

125. La Voz de Jesús. Couo. —


Sí, sí venid, Jesús refugio
ofrece
Yo escucho, buen Jesús, Al pecador, cansado de pecar,
Tu dulce voz de amor, Oye su voz, no temas te desprecie:
Que, desde el árbol de la cruz, '"Ven pecador, te haré vo descansar."
Invita al pecador. 2
Yo soy pecador, ¿Eres muy malo? ¿Tienes mil peca-
Nada hay bueno en mí; dos?
Ser objeto de tu amor Cristo perdona, oye su llamar;
Deseo, y vengo a ti. Vino a salvar a tristes, a malvados,
2 "Ven pecador, te haré yo descansar."
Tú ofreces el perdón — Coro.
De toda iniquidad, 3
Si el llanto inunda el corazón Si aquí este mundo malo te aborrece,
Que acude a tu piedad. Te ama Jesús, ¿ por qué ya más desear i
Yo soy pecador, Amor eterno y puro hoy te ofrece:
Ten de mí piedad, '"Ven pecador, te haré yo descansar."
Dame llanto de dolor — Coro.
Y borra mi maldad. ^
4
Sólo Jesús, sólo élpuede salvarte.
3
No hay otro nombre a quien puedas
Tú ofreces aumentar
clamar,
La fe del que creyó, Tranquilidad, paz, gozo quiere darte:
Y gracia sobre gracia dar
"Ven pecador, te haré yo descansar."
A quien en ti esperó. — Coro.
Creo en ti, Señor,
Sólo espero en ti; 5
Dame tu infinito amor, Jesús te ofrece hogar donde él existe,
Pues basta para mí. Pues mil moradas fué se a preparar,
(Tr.) J. B. Cabrera. No le desprecies, óyele, él insiste:
"Ven pecador, te haré yo descansar."
126. Si Estás Tú Triste.
— Coro.
Modesto González.

Si estás tú triste, débil, angustiado;


127. Miré con Ansia al Derredor.
Si estás cansado ya de tu pecar,
Oye a Jesús que dice hoy a tu lado Miré con ansia al derredor,
"Ven pecador, te haré yo descansar." Mar tempestuoso, negro, vi:
50 EL NUEVO HIMNABIO EVANGÉLICO
Mas vino son consolador:
Jesús me dijo: "Ven a mí." Cordero manso, ¡
gloria a ti

2 Por Salvador te aclamo,


Me dijo: "Yo te salvaré, Tu dulce nombre es para mí
Si crees que yo te redimí." La joya que más amo. Coro.
¡Cuan dulce fiar en Cristo fué 3
Cuando él me dijo: "Ven a mí." La amarga copa del dolor,
Jesús, fué tu bebida;
3
Sime estremezco por dejar Y en cambio has dado al pecador
El agua de la vida. Coro.
Mundano amor que conocí,
El mortal sintiendo ya,
frío
4
Borradas ya tus culpas son,
Su voz escucho: "Ven a mí."
Su voz hoy te pregona;
4 Acepta, pues, la salvación,
"Ven, porque todo morirá; Y espera la corona. Coro.
1
No puedes ya quedarte aquí
'

5
"Tu patria, el cielo, arriba está;
Y cuando al cielo del Señor
"Yo soy la puerta, ven a mí." Con nos elevemos,
él
5 Arrebatados en amor,
Tu voz, Jesús, tu dulce amor, Su gloria cantaremos. Coro.
Me guiarán en pos de ti; (Tr.) Hunter.
Olvido penas y dolor,
Pues tú me dices: "Ven a mí." 129. En el Mundo sin Consuelo.
Charlotte Elliot. (Tr. y adaptado.)
En el mundo sin consuelo
Vagas, pobre pecador,
128. La Voz del Salvador. Pero Cristo, Rey del cielo,
Hoy te invita con amor.
La tierna voz del Salvador
Nos dice conmovida Coro. — Con cariño sin igual
"Oíd al Médico de amor, Hoy te invita el Salvador;
Que da a los muertos vida." Tan cordial invitación,
Pecador, pecador,
Coro. —Nunca los hombres cantarán, No desprecies, pecador.
Nunca los ángeles de luz 2
Nota más dulce entonarán, Ven, cansado peregrino,
Que el nombre de Jesús. Que tu tierno Salvador
EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO 51

Te trazó veraz camino


Por do andes sin temor. Coro. Acogerte prometió;
Date prisa en acudir;
Ya la vía del pecado Necesitas como yo,
Deja, triste pecador, Vida que él te hará vivir. Coro.
Arr. de Neumaster, 1671. (Tr.)
Que Jesús, el Rey amado,
Te recibe con amor. Coro.
4
131. Ven a Cristo.
En su seno cariñoso, Ven a Cristo, ven ahora,
Del descanso gozarás, Ven así cual estás;
Las delicias, el reposo Y de él sin demora
Y la dicha encontrarás. Coro. El perdón obtendrás.
Julián Castro.
2
Cree y fija tu confianza
En su muerte por ti
130. Al Que ex Busca de la Luz. El gozo alcanza
Quien lo hiciere así.
Al que en busca de la luz
3
Vague ciego y con temor,
Lo recibe el buen Jesús Ven a Cristo con fe viva,
Piensa mucho en su amor
En los brazos de su amor.
Xo dudes reciba
Coro. — Volveremos a cantar, Al más vil pecador.
Cristo acoge al pecador; 4
Claro hacedlo resonar: Él anhela recibirte
Cristo acoge al pecador. Y hacerte merced
2 La.s puertas abrirte
A sus pies descansarás; Al eterno placer.
P. Castro.
Ejercita en él tu fe;
De tus males sanarás;
A Jesús tu amigo ve. Coro. 132. Preste Oídos el Humano.
3 Preste oídos el humano
Hazlo, pues así dirás: A la voz del Salvador;
De la pena yo escapé; Regocíjese el que siente
Ya la ley no exige más; El pecado abrumador
En Jesús perdón hallé. Coro. Ya resuena el Evangelio
: : ! ;

52 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


De la tierra en la ancha faz, Nos das en Cristo ¡oh Dios de
Y de gracia ofrece al hombre amor
El perdón, consuelo y paz. :La vida celestial. :||
||

2 2
Vengan todos los que sufran, La gloria por la eternidad
Los que sientan hambre o sed, Será feliz mansión
Los que débiles se encuentren Del alma que, de la maldad,
De este mundo a la merced || Anhele salvación. :||

En Jesús hay pronto auxilio, 3


Hay hartura y bienestar, Dulcísima promesa es
Hay salud y fortaleza, Vivir en ese hogar
Cual ninguno puede dar. Si en ti, divino y recto juez,
3 || Confiamos sin cesar. :||

Vengan cuantos se acongojan 4


Por lograr con que vestir, La patria excelsa y eternal
Y a su afán tan sólo rinden Vislumbra ya la grey,
Servidumbre hasta el morir: Do alumbra fúlgido el fanal
Un vestido hay más precioso, ||
:De Cristo, nuestro Rey. :||

Blanco, puro y eternal; V. D. Baez.

Es Jesús quien da a las almas


Ese manto celestial. 134. Venid, Las Que Vagáis.
4 Venid, las que vagáis
¿Por qué en rumbo siempre in-
Temblando y anhelantes,
cierto Ovejas ay
¡ ! errantes
Vuestra vida recorréis ? Tan lejos del redil
A Jesús venid, mortales, Por acogerlas todas
Que muy cerca le tenéis En mi amoroso aprisco,
Él es vida en tierra y cielo, Iré de risco en risco
Y el exceso de su amcr Entre peligros mil.
Os mejora la presente 2
Y os reserva otra mejor. Venid, que ya la noche
J. B. Cabrera.
Su obscuridad derrama;
133. Invitación de Dulce Amor. ¿No oís mi voz que os llama?
¿El grito de mi amor?
Invitación de dulce amor Del monte bajad antes
Ofreces al mortal Que la tormenta estalle:
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 53

Venid conmigo al valle, A vuestro Padre amante


Yo soy el buen Pastor. Venid sin esperar. Coro.
Fannie J. Crosby.
3
Los que en el mundo andáis
136. Pasa Jesús de Nazaret.
Perdidos y sin tino,
Venid; soy el Camino, ¿Qué significa ese rumor!
La Vida soy, la Luz. ¿Qué significa ese tropel?
Venid, olí pecadores
¡
¿ Quién puede un día y otro así
No huyáis de vuestro Amigo, La muchedumbre conmover?

Yo os redimí el castigo ¡Responde el pueblo en
|| alta voz:
Yo lo sufrí en la cruz. Pasa Jesús de Nazaret. :||
J. de Palma.
_
2
Quién es, decid, ese Jesús
135. Venid a Mí los Tristes. l

Que manifiesta tal poder?


Venid a mí los tristes, ¿Por qué a su paso, la ciudad
Cansados de pecar, Se agolpa ansiosa en torno de él?
Yo soy vuestro refugio, :Lo dice el pueblo, oíd su voz:
||

Venid a descansar. Pasa Jesús de Nazaret. :||


3
Coro. —Venid,
venid a mí, ¡Jesús quien vino acá a sufrir
!

Cansados de pecar; Angustia, afán, cansancio y sed


Venid, venid a mí, Y dio consuelo, paz, salud
Venid a descansar. A cuantos viera padecer.
2 ||
:Por eso alegre el ciego oyó:
Venid a mí, cansados, Pasa Jesús de Nazaret. :||
Mi voz hoy escuchad, 4
Y así seréis librados Aun hoy viene el buen Jesús
De toda iniquidad. Coro. Dispuesto a hacernos mucho bien,
3 Y amante llama a nuestro hogar
Venid a mí, cansados, Y quiere en él permanecer.
Os dice el Salvador, ||:Se acerca ya, ¿no oís la voz?
Por valles y montañas Pasa Jesús de Nazaret. :||
Os busca el buen Pastor. Coro. 5
4 Los que sufrís tribulación
Venid a mí, cansados, Venid, descanso y paz tendréis;
l
Por qué queréis vagar ? Los que alejados camináis
54 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
De Dios, su gracia poseeréis; 138. Hoy Mismo el Salvador.
:Si sois tentados, he aquí,
||
Hoy mismo el Salvador
Pasa Jesús de Nazaret. :||
Diciendo está:
4
6 'Ven, triste pecador,
Mas si su gracia rechazáis, No yerres ya."
Su*" amor mirando con desdén, 2
Entristecido marchará, Hoy pide el Salvador
Y en vano luego clamaréis. Tu corazón;
||:¡Es tarde ya! dirá la voz — ¿Despreciarás su amor,
¡Pasó Jesús de Nazaret !:|| Y compasión?
J. B. Cabrera.
3
Hoy protección te da,
Si quieres ir;
137. ¡Corazón, Alienta Ya! Te amaga tempestad,
Vas a morir.
¡ Corazón, alienta ya 4
Deja el llanto y el dolor, Hoy cede a su poder,
Que a tus puertas hoy está Sin contristar
||
:B1 querido Salvador. :||
Su Espíritu y merced,
Con tu maldad.
(Tr.) Rev. B: F. Smith.
Prontamente corre a él,

Que te espera con amor


Quiere ser tu amigo fiel 139. Despierta, Triste Pecador.
:E1 querido Salvador.
|| :||
Despierta, triste pecador,
3 Oye, sí; oye, sí;
Él te quiere redimir, Jesús te dice con amor:
Ven sin pena, ni temor, "Ven a mí; ven a mí;
Que por ti bajó a morir
.
A tu incesante trabajar
||
:E1 querido Salvador. :|| Preparo dulce bienestar,
4 En donde puedas descansar,
Ven y póstrate a sus pies; Oye, sí; ven a mí."
Sólo en él tendrás vigor, 2
Que tu vida eterna es "Yo soy la fuente del perdón,
:E1 querido Salvador. :||
Oye sí; oye, sí;
||

Ramón Bon. En mí tan sólo hay salvación,


EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 55

Ven a mí ; ven a mí 141. Oí la Voz del Salvador.


Si de miseria huyendo vas,
Oí la voz del Salvador
En mí riqueza encontrarás,
Decir con tierno amor:
Y vida eterna gozarás, '
Oh ven a mí, descansarás
' ¡ !

Oye, sí; ven a mí."


Cargado pecador."
3
Tal como fui, a mi Jesús,
"Si anhelas la felicidad,
Cansado yo acudí;
Oye sí; oye, sí;
Si a Dios buscares en verdad,
Y luego, dulce alivio y paz
Por fe de él recibí.
Ven a mí; ven a mí;
Tus lágrimas enjugaré, 2
Y tus heridas sanaré, Oí voz del Salvador
la

La vida eterna te daré, Decir, " Venid, bebed,


Oye, sí; ven a mí." Yo soy la fuente de salud,
Que apaga toda sed."
140. Jesús Me Dijo Amante. Con sed de Dios, del vivo Dios,
Busqué a mi Emmanuel
Jesús me dijo amante Lo hallé, mi sed él apagó,
Si estás cansado, ven, Y ahora vivo en él.
Reposa aquí en mi pecho
3
Tu fatigada sien.
Oí su dulce voz decir:
2 "Del mundo soy la luz;
Cansado, enfermo, triste, Miradme a mí y salvos sed,
A Cristo me acerqué,
Hay vida por mi cruz."
Y en él hallé descanso,
Mirando a Cristo, luego en él
Consuelo en él hallé. Mi norte y sol hallé,
3 Y en esa luz de vida, yo
El dulce dueño mío Por siempre viviré.
Me guía con amor Horatio Bonar. (Tr.)
Y aparta de mi mente
Las manchas del error. 142. Alma Doliente y Llorosa,
4
Su bálsamo divino Alma doliente y llorosa,
Desciende al corazón, Que paz anhelas tener,
Me ha dado gran consuelo, Que quieres, triste y ansiosa,
La gracia y el perdón. Tu suerte eterna saber,
J. de Palma. Deja tus males pasados,
5G EL NUEVO IIIMNARTO EVANGÉLICO
Y oye una voz resonar,
Que dice: "Venid, cansados Ovejuela que huyó del redil,
Que yo os haré descansar." ¡He aquí tu benigno Señor
2 En los hombros llevada serás
Alma, de culpas cargada, De tan dulce y amante Pastor.
p. c.
Que cerca estás de morir,
Luchas, y en vano angustiada, 144. Volveos.
Del mal intentas salir;
Volveos, volveos, ¿por qué moriréis?
¡ Oyeretén la esperanza,
!
Pues Dios ya se acerca con gracia y
Cristo te quiere salvar
amor;
Y si le tienes confianza,
Jesús os convida, ¿por qué no ven-
En él podrás descansar.
dréis ?
3 Su Espíritu lucha en vuestro favor.
Alma, la noche se acerca,
2
Y tú no encuentras mansión Rendios, rendios, de Dios a la voz,
La sombra te estrecha y cerca, El bien ofrecido anhelantes buscad
Te asalta la perdición. La sangre preciosa que Cristo vertió
Busca en Jesús un asilo; Perdón nos ofrece, consuelos y paz.
Su amor te puede salvar,
3
Y hallarás hogar tranquilo La vida pasa cual humo sutil,
se
Donde él te hará descansar. Jesús pronto viene y no tardará;
Adela Palacios.
A todos los suyos conduce al redil,
143. Ven a Jesús. En tanto que el malo arrojado será.
Pecador, ven al dulce Jesús, 4
Y feliz para siempre serás, Venid, pues, ahora, que es día de
salud,
Si en verdad le quisieres tener,
Al divino Señor hallarás. Venid a la patria del Dios de Israel
Marchemos, marchemos en pos de su
Coro. — 1| él (pecador), ven a
:Ven a luz,
(pecador),
él Y al fin llegaremos al cielo por él.

Que te espera tu buen Salvador. :||


2
145. Yo Confío en Jesús.
Si cual hijo que necio pecó, Yo confío en Jesús
Vas buscando a sus pies compasión, Y salvado soy;
Tierno Padre en Jesús hallarás Por su muerte en la criíz
Y tendrás en sus brazos perdón. A la gloria voy.
EL NUEVO HIMNAKlü EVANGÉLICO 57


Coro. Cristo dio por mí
Sangre carmesí, No sabe el redimido, no,
Y por su muerte en la cruz Qué amargo y hondo mar
La vida me dio Jesús. Atravesó su buen Pastor,
2 Llorando de ansiedad
Todo fué pagado ya, Por su ovejuela. a quien halló
Nada debo yo :A punto casi de expirar.

Salvación perfecta da 4
Quien por mí murió. Coro.
'
De quién, Señor,
'
i la sangre es
3 Que señalando va
Todo hizo mi Señor, Al indeciso viador
*

Me salvó ya él; La senda celestial \

Con ternura y amor "Por una oveja la vertí


Él me guarda fiel. Coro. || ¡Hasta poderla recobrar." :||

4 5
Mi perfecta salvación " Mis manos hoy el bosque hirió
Eres, ¡oh Jesús! Con negra crueldad,
Mi completa redención, Mas yo, mi pobre oveja en él
Mi gloriosa luz. Coro. Busqué sin descansar;
Estrella de Belén. Oveja que hoy estás aquí,
:Yen a mis hombros sin tar-

146. La Oveja Perdida. dar. :||

6
Noventa y nueve ovejas son La tierra toda en una voz
Las que en el prado están, El eco alegre da
Mas una sola, sin pastor, 4

"Mi cara oveja al fin hallé.


Por la montaña va Mi gozo celebrad."
La puerta de oro traspasó, Y en tanto el cielo dice ci-í.
||
:Y vaga en triste soledad. :|| ||:"Lo suyo Dios restaura ya.'*:
(Tr.) P. Castro.
2
" Señor, no bastan para ti
¿

Las que mirando estás?"


147. Por Vereda- Extraviadas.
''¡Oh, no! no bastan," el Pastor Por veredas extraviad)
Responde con afán, ;
Dulce Salvador
'V al tenebroso bosque voy Mi alma en busca de reposo
|
:Mi pobre oveja a rescatar.": Encontró dolor.
58 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
¡Ven sin tardar, tu vida soy!"
En mis fuerzas confiado ¡Ya vengo a ti, Señor Jesús!
La verdad busqué, Dame perdón y vida y luz.
Y tan sólo error y fraude Mendoza.

Por mi mal hallé.


3 149. La Fuente sin Igual.
Tengo sed de vida eterna,
Quiero en ti beber;
Hay una fuente sin igual
Lejos yo de tu presencia,
De sangre de Emmanuel,
Voy a perecer.
En donde lava cada cual
|| Las manchas que hay en él. :||
4
2
A pies de Jesu-Cristo
los •

El malhechor se convirtió
Yo me siento hoy;
Muriendo en una cruz,
Habla, Cristo, a mi alma,
Al ver la fuente en que lavó
Que escuchando estoy.
Rainón Bon. :Sus culpas por Jesús.
|| :||

3
Y yo también, cuan malo soy,
148. Perdón, Luz y Vida. Lavarme allí podré;

En mi maldad busqué a Jesús Y en tanto que en el mundo estoy


Y él me aceptó con grande amor; ||
:Su gloria cantaré. :||

Me dio perdón allá en la cruz, 4


Salud hallé por su dolor. Tu sangre nunca perderá
Cristo me dijo: "Ven a mí, ¡Oh Cristo su poder,
!

Que ya mi vida di por ti." Y sólo en ella así podrá


2 || :Tu Iglesia salva ser. :||

Muy densa fué la obscuridad 5


Que en mi pecado me cercó, Desde que aquella fuente vi,
Mas el Señor en su bondad, Mi tema sólo fué
Viniendo a mí así me habló: Tu redentor amor, y así
"Yo soy la luz, yo te guiaré, ||
:Cantando moriré. :||
Yo tu camino alumbraré." 6
3 Después, cuando en la tumba ya
"/Quieres la vida sin igual Mi lengua muda esté,
Que en abundancia a todos doy? Canción más dulce y noble habrá
De vida el pan, soy al mortal, ||
:Que en gloria cantaré. :||
EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 59

150. Refugio de Este Pecador. Al escuchar mi confesión,


Y me recibirás.
Refugio de este pecador,
4
Iré, Jesús, a ti,
Concédeme perdón,
En las riquezas de tu amor, En nombre de Jesús,
Acuérdate de mi. En mis peligros protección,
2
Y en mis tinieblas luz.
Confieso que culpable soy,
Confieso que soy vil,
152. ¡Piedad, Oh Santo Dios,
Empero por ti salvo estoy, Piedad !

Seguro en tu redil.
3 ¡Piedad, oh santo Dios, piedad!
Auxíliame, Señor Jesús, Piedad te implora el corazón,
Libértame del mal, Oh, lávame de mi maldad
En mí derrama de tu luz, Y dame gozo, paz, perdón.
Bellísimo raudal. 2
4 Mis rebeliones graves son
En toda mi necesidad, Son todas sólo contra ti;
Escucha mi clamor, Mas crea un nuevo corazón
Revísteme de santidad, Y un nuevo espíritu en mí.
Y cólmame de amor. 3
T. M. W. No quieres sacrificio más
Que al humillado corazón,
151. Buscando Paz. Mi ofrenda no despreciarás,
Ya que eres todo compasión.
Yo busco sin cesar 4
Tus atrios, oh Jehová
¡ !
Sálvame, Dios, con tu poder
Do quier la paz traté de hallar, Que mi esperanza es sólo en ti
Mas nunca en donde está. Temblando, aguardo tu querer,
2 Sé compasivo hacia mí.
Mi vista vuelvo a ti; Isaac Watts. (Tr.)
Sé tú mi ayudador
Aunque antes yo rebelde fui 153. Tal Como Soy.
Ya no lo soy, Señor.
1 Tal como soy, sin una sola excusa,
3 Porque tu sangre diste en mi provecho,
Si pides contrición, Porque me mandas que tu seno vuele, ¿i

Propicio me serás ¡
Oh Cordero de Dios acudo, vengo.!
60 EL NUEVO HIMNABIO EVANGÉLICO
154. A Ti Mi Voz Elevo.
Tal como soy, sin esperar siquiera
A borrar ni una mancha de mi pecho, A ti mi voz elevo,

A ti que todas borras con tu sangre, De penas rodeado;


Oh Cordero de Dios acudo, vengo. Señor, benigno escucha
¡ !

La voz de mi quebranto.
2
Tal como soy, de penas combatido, Del pecador enfermo
De torpes dudas, de conflictos lleno, Que tiene en ti su amparo
De luchas y temores rodeado, Escucha los clamores,
¡Oh Cordero de Dios acudo, vengo.!
Consuelo da a su llanto.

Tal como soy, tan pobre, ciego y débil, Yo estoy de culpas lleno;
Vista, riquezas y salud encuentro, En mí creció el pecado;
Y cuanto necesito, si a tus plantas, Mas tu bondad inmensa
¡ Oh Cordero de Dios ! acudo, vengo. Perdonará mi agravio.
4
Pues como tú tan sólo
Tal como soy, Jesús, recibe mi alma Perdonas al culpado,
Con dulce amor, alivio y gran con- En ti tan sólo espero
suelo ; Y vivo confiado.
Y porque en tu promesa he confiado, 5
¡ Oh Cordero de Dios ! acudo, vengo.
Desde la luz primera
Del sol, hasta el ocaso,
6
En Cristo esté su pueblo
Tal como soy, tu amor desconocido
Seguro y confiado.
Rompió toda barrera en mi provecho
Para ser tuyo siempre, y tuyo sólo, 6

Oh Cordero de Dios acudo, vengo.


!
Porque Jesús prodiga
¡

Con dadivosa mano


Su gracia, que destruye
Tal como soy, para gozar la gloria La mancha del pecado;
De ese profundo amor, gratuito, in-
menso, 155. Al Cansado Peregrino.
Por poco tiempo aquí, después arriba,
Al cansado peregrino
¡Oh Cordero de Dios acudo, vengo.
!

Que en el pecho siente fe,


(Tr.) Mora.
EL NUEVO HIMXAEIO EVANGÉLICO 61

El Señor ha prometido 156. A Jesucristo Ven sin Tardar.


"Con mi brazo te guiaré, A Jesucristo ven sin tardar
Con mi brazo, con mi brazo, Que entre nosotros hoy él está,
Con mi brazo te guiaré," Y convida con dulce afán,
te
El Señor ha prometido Tierno diciendo: "Ven."
'
'
Con mi brazo te guiaré.
'

Coro. —
Oh cuan grata nuestra re-
¡

2 unión,
Cuando cruel su lazo el mundo Cuando allá, Señor, en tu mansión,
Arrojare ante tu pie, Contigo estemos en comunión
Te dirá Dios, tu refugio Gozando eterno bien
'
Con mi brazo te guiaré,
'
2
Con mi brazo, con mi brazo, Piensa que él sólo puede colmar
Con mi brazo te guiaré," Tu triste pecho de gozo y paz;
Te dirá Dios, tu refugio Y porque anhela tu bienestar,
"Con mi brazo te guiaré." Vuelve a decirte "Ven." Coro.
3
3 Su voz escucha sin vacilar,
Si perdiste la esperanza Y grato acepta lo que hoy te da,
Como sombra que se fué, Tal vez mañana no habrá lugar,
Oye atento su palabra: No te detengas, ven. Coro.
1
Con mi brazo te guiaré,
' (Tr.) J. B. Cabrera.

Con mi brazo, con mi brazo,


Con mi brazo te guiaré," 157. ¿Oyes Cómo el Evangelio.'
Oye atento la promesa :
Oyes cómo el Evangelio
I
"Con mi brazo te guiaré." Al cansado ofrece paz .'

Pues segura, oh alma mía.


Cuando mires que a tu estancia
La promesa a ti se da.
Ya muerte entrando esté, Bien alguno en mí no veo.
la
Ten consuelo en las palabras: Corrupción tan sólo hay
'
Con mi brazo te guiaré,
'
Yo cansado y afligido
Con mi brazo, con mi brazo, Busco alivio con afán.
Con mi brazo te guiaré," 2
Ten consuelo en las palabras: En arca la paloma
el

"Con mi brazo te guiaré." Encontró do reposar:


(Tr.) c. B. Para mi alma atribulada
—— ; ! ; ; !

62 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


El Señor arca será. 159. ¡ Oh Jesús, Señor Divino !

Combatido vengo, y crece


El diluvio sin cesar; ¡Oh Jesús, Señor divino !

Ábreme, Jesús, y en vano


Dame tu perdón y paz
Rugirá la tempestad. Oye mi ferviente ruego

3
En la gloria donde estás

Amparada ya en tu seno,
Eres tú la luz del mundo:
Guíame, oh buen Jesús, !

Puede el alma respirar; ¡

:Por mí, con amor profundo,


El reposo que prometes ||

Expiraste en una cruz.


Siempre da segura paz. :||

2
¡Oh cuan dulce en mis oídos
!

Dulce paz y gozo eterno


Fué tu acento celestial:
4
'Ven a mí, ven; que el descanso
Voy al cielo a disfrutar;
Pues de Cristo la ternura
Sólo en mí podrás hallar."
J. B. Cabrera. Me convida sin cesar.
A mi patria yo, cristiano,
158. Libres Estamos. Me con fervor
dirijo
:Con certeza que salvado
||

Libres estamos, Dios nos absuelve;


Soy por tí, mi buen Señor. :||
El nos proteje; paz nos devuelve;
3
Viónos perdidos; nos socorrió;
Por tu muerte de cariño
Aunque enemigos, nos amó. Me abriste oh Salvador ¡

Libre y vínico camino


Coro. — El nos redime ; nada tememos Al divino resplandor.
Verdad sublime no ! la dudemos. En la gloria felizmente
Nuestra cadena Cristo rompió;
Al estar con mi Jesús,
Libres de pena nos dejó.
||:Dé dolor y pena ausente
2
Viviré en su dulce luz. :||
Ciegos, cautivos, faltos de calma, Estrella de Belén.
En cuerpo vivos, en alma muertos,
Siempre violando contra el Señor
160. ¡Oh Padre Eterno!
Todas sus leyes, sin temor. Coro.
3 ¡ Oh Padre Eterno ! ¡ Oh Padre
Hoy libertados, ya no pequemos; amado
Ya rescatados, suyos seremos; Perdón te pido por mis pecados.
Sangre preciosa Cristo vertió; ¿ De qué ha servido que me hayas dado
Bellas lecciones nos dejó. Coro. Hoy este tiempo, si te he faltado?
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 63

Sé que merezco tu desagrado, Sea mi único destino


Y que al infierno un paso he dado De Jesús seguir la huella,
Mas ¡oh Dios mío! ve que soy barro: Y una vez entrado en ella,
Ten de mis culpas piedad, Dios santo. Continuarla con ardor:
3 Y en el mundo, cual la estrella
Tú no permitas, Dios adorado, En el polo es del marino,
Que en adelante more en pecado. Ser el norte y el camino
Ve que conozco lo mal que he obrado De algún pobre pecador.
Sálvame, Cristo, dame tu amparo.
4
Arrepentido y a humillado
ti 162. Dios Clemente y Justiciero.
Perdón te pido, perdón, Dios santo;
Dios clemente y justiciero,
De hoy te prometo dejar lo malo,
Luz de luz, Dios eternal,
Y en tu camino fijar mis pasos. Y Dios de Dios verdadero,
Tu misericordia espero
161. Oh Gran Dios, Tres Veces Para mi alma criminal.
Santo !
2

Oh gran Dios, tres veces Santo Tu preciosa sangre diste


¡

Tú que miras desde el cíelo Y expiraste en una cruz;


Las miserias que en el suelo
A los hombres redimiste

Sufre pobre pecador,


el
Mas cuánto, Señor, sufriste
¡

Muévate a piedad su duelo, Para mostrarnos la luz!


Da consuelo a su quebranto, 3
Y cambiando en gozo el llanto Fué un misterio tu agonía,
Muéstrate su bienhechor. Pues fuiste hombre siendo Dios:
2 El hombre en la cruz moría,
Yo, Señor, arrepentido, Mas siempre Dios existía
Ante ti me hallo postrado, Y de ese hombre no iba en pos.
Confesando mi pecado, 4
Y pidiéndote perdón: Tú expirando
existías
Sácame de tal estado, En tu inmenso padecer,
Y al hallarme redimido, Tu sangre estaba brotando,
Haz, Señor, que confundido Y moriste allí pensando
Reconozca mi baldón. En la redención del ser.
; ; ; ; ;

64 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


163. Abismado en el Pecado. Diaria ofensa para ti

Pero mi alma se ha confiado


Abismado en el pecado A tu sangre carmesí.
Clamaré a tí, Señor 2
Mira el llanto y el quebranto En tu reino está el contento,
De este pobre pecador. Nada impuro allí entrará;
Dios clemente e indulgente, Sin el nuevo nacimiento
Líbrame de todo mal, Ninguna alma lo verá.
Para amarte y alabarte Mira, pues, mi insuficiencia,
En la patria celestial. Muestra en mí tu gran poder,
2 Manifiesta tu clemencia
Cada día gozaría Y de nuevo hazme nacer.
A tu lado, buen Jesús 3
Adorando y ensalzando Ven, Espíritu divino,
Al autor de toda luz. Ven y escucha mi oración
Mas cargado de pecado Ante ti mi frente inclino
¿Quién me librará, Señor? Por mi regeneración.
Del contrito, los delitos De este modo mi esperanza
Borra Cristo el Redentor. No vacila y llego a creer,
3 Que la bienaventuranza
Dios piadoso y amoroso, En el cielo he de tener.
Padre eterno de verdad, Isabel P. Balderas.

Anhelamos y esperamos
Redención por tu bondad. 165. Avergonzarme de Jesús.
Rey del cielo, mi consuelo, Jesús mi Salvador, ¿será possible
Mi esperanza y mi sostén, Que se avergüence algún mortal de tí ?
Sé mi guía y alegría ¿ Y que, olvidando tus sublimes hechos,
En la senda del Edén. Niegue lo que tú has sido para si ?
Ramón Bon.
2
164. Oh Señor Procuro en Vano.
!
l Avergonzarme de Jesús ? más pronto
¡

Repudiaría el firmamento el sol


¡Oh Señor procuro en vano
! Antes se avergonzara la mañana.
Mi conducta reformar, Del fresco, puro y nítido arrebol.
Pues ningún poder humano 3
Santidad me puede dar. ¡Avergonzarme del querido amigo,
Es mi vida de pecado Mi apoyo, mi esperanza, mi sostén!
EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 65

Xo, mi vergüenza es que, aunque le 167. ¡ Cuánta Dicha La del Hombre


amo tanto, Perdonado.
Xo le amo siempre como al sumo bien.
¡
Cuánta dicha la del hombre
4 Perdonado por Jesús,
¡
Avergonzarme de Jesús ! Sí, cuando Que por fe lavó su alma
Xo tenga culpa alguna por lavar, En la sangre de la cruz!
Ni bienes por pedir, ni miedo oculto,
El que es bienaventurado,
Ni lágrimas, ni aún alma por salvar.
Al que Dios no contará
5
Ni el engaño ni el pecado,
Hasta ese día lie de confesarte Mas su gracia le dará.
Para salvarme espero sólo en ti;
2
Y mi gloria será que Jesucristo Triste, envuelto en el silencio
Xo se avergüence, no, jamás de mi. Mis pecados escondí;
(Tr.) J. M. Mora.
¡
Qué pesares de conciencia,
Qué miserias padecí!
166. ¿Hay Perdón Aun? Mas, por fin desesperado,
Padre, ¿puede haber perdón Descubríle mi aflicción;
Para mí tan pecador? aíís pecados confesando,

i
Puede hallar mi corazón En Jesús busqué perdón.
Los consuelos de tu amor ? 3
2 El, oyendo mis clamores,
¡Sólo miro en derredor Mis pecados perdonó,
En mi negra soledad Y de todas mis angustias
El abismo aterrador Compasivo me libró.
Do me arroja mi maldad ¡Gloria a ti, Señor eterno,
3 Adorable Salvador
Mucho tiempo resistí ¡Gloria a ti por las edades,
Y tu gracia deprecié, Dios de vida, Dios de amor
Wm. F. Rice.
| Puedo hallar ahora en ti,

Esa paz que rechacé \


168. No Habré de Gloriarme
4 Jamás.
Mientras pueda aquí vivir,
Es mi resolución
fiel
Xo habré de gloriarme jamás ¡
Oh Dios
Sólo a ti, Señor, servir
mío
Con sincero corazón. De aquellos deberes que un día
Mendoza. cumplí;
; ——— ;

66 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


Mi gloria era vana ; tan sólo confío De la condenación que me persigue
En Cristo y su sangre vertida por mí. El sólo es el remedio.
2 4
Por fe conociendo su amor que redime, A Cristo mis pesares le declaro,
Hoy llamo tinieblas lo que antes mi Mis males, agonías y tormento,
luz; Y Cristo de su peso me descarga
Mi propia justicia se torna en oprobio, Y estodo mi consuelo.
Y pongo mis glorias al pie de la cruz.
3
170. No Me Dejes.
Sí,todo lo estimo cual pérdida vana, No me dejes, no me olvides,
Y acepto las obras del buen Salvador Tierno Salvador,
¡Oh pueda anidarse mi alma en su
!
Muchos gozan tus mercedes,
seno, Oye mi clamor.
Vivir de su vida, gozar de su amor!
4
Coro. Cristo, Cristo, —
Oye tú mi voz.
Por más que a tus leyes viviera sumiso,
Salvador, tu gracia dame,
No pude, Dios mío, llegar hasta ti;
Oye mi clamor.
Mas sé que en tu gracia la fe me
2
habilita,
Ante trono de tu gracia
el
Si alego las obras de tu Hijo por mí.
Mora. Hallo dulce paz,
Nada aquí mi alma sacia
169. En Cristo Deposito Mis
Tú eres mi solaz. Coro.
3
Pecados.
Sólo fío en tus bondades,
En Cristo deposito mis pecados, Guíame en tu luz,
En Cristo,que de Dios es el Cordero: Y a mi alma no deseches,
Con ellos él se carga bondadoso, Sálvame, Jesús. Coro.
Quitándome su peso. 4
2 Fuente viva de consuelo
A Cristo que mis manchas purifica, Tu eres para mí.
Mis graves culpas con valor le llevo, ¿A quién tengo en este suelo
Y nada queda de ellas, pues las lava Sino sólo a tí ? oro.
La sangre de su cuerpo.
3 171. Me Hirío el Pecado.
A Cristo sólo mi flaqueza fío, Me hirió el pecado, fui a Jesús ?

De toda plenitud él es el centro, Mostréle mi dolor;


EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 67

Perdido, errante, vi su luz,


Bendíjome en su amor. Aunque fuese siempre fiel,


En la cruz, en la cruz,
Y llorare sin cesar,
Coro.
Del pecado no podré
Do primero vi la luz, Justificación lograr,
Y las manchas de mi alma yo lavé Sólo en ti teniendo fe,
Fué allí por la fe do vi a Jesús
Deuda tal podré pagar.
Y feliz para siempre seré.
2 3
En una mi buen Señor
cruz, Mientras deba aquí vivir,
Su sangre derramó Mi postrer suspiro al dar,
Por este pobre pecador Cuando vaya a responder
A quién así salvo. Coro. Ante tu alto tribunal,
3 Sé mi escondedero fiel,
Venció la muerte qué placer ¡
Roca de la eternidad.
A. M. Toplady, 1776.
Y el Padre lo exaltó
Espero sólo en su poder,
Morir no temo yo. Coro.
4 173. Descargo Mi Pecado.
Aunque él se fué, conmigo está Descargo mi pecado
El gran Consolador, En Cristo mi Señor,
Por él entrada tengo ya Cordero inmolado
Al reino del Señor. Coro. De Dios, el Dios de amor.
5 Acepta él su peso
Vivir en Cristo trae la paz, Por darme salvación,
Con habitaré
él Mi corazón ileso
Ya suyo soy y de hoy en más Está en su redención,
A nadie temeré. Coro.
I. Watts. (Tr.) Pedro Grado. 2
Mi deuda, felizmente,
172. Roca de la Eternidad. Jesús pagó por mí:
Roca de la eternidad, El quita de mi frente
Fuiste abierta para mi, La mancha carmesí:
Sé mi escondedero fiel; Con sangre tan preciosa
Sólo encuentro paz en ti, Mi alma ha de limpiar;
Rico, limpio manantial, Su voz tan amorosa,
En el cual lavado fui. Me invita a descansar.
68 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO

El en mis aflicciones Dichoso yo seré,


Muy cerca está de mí, Mi buen Jesús.
Y con sus bendiciones, El sostendrá mi fe,
Me lleva en pos de sí. Mi buen Jesús.
¡Loor al Dios clemente! El me socorrerá, .

Al que me da salud Su brazo cerca está,


El sólo es la fuente Y gracia me dará
De toda plenitud. Mi buen Jesús.
Horatio Bonar. (Tr.)
3
174. Alma, Escucha a Tu Señor. El mundo pasará,
Mi buen Jesús.
Alma, escucha a tu Señor,
El día final vendrá,
A Jesús, el Salvador;
Mi buen Jesús.
El te dice con amor:
Oh, qué placer sin par!
"¿Me amas tú, ¡oh! pecador? ¡

Allí, mi Rey mirar,


2
Su gloria celebrar,
"Vine al mundo por tu amor:
Mi buen Jesús.
Preso estabas, te libré;
Moribundo, te salvé;
¿Me amas tú, ¡oh! pecador? 176. ¡ Oh, Cuánta Alegría !

3
"Vives tú por mi dolor, ¡ Oh, cuánta alegría,
De mi gracia gozarás; Qué plácida calma
Vida eterna así tendrás; Recibe aquella alma
¿Me amas tú, ¡oh! pecador?" Que cree en el Señor

175. Un Fiel Amigo Hallé. Coro. — Aleluya


¡ Aleluya ! ¡ !

Un amigo hallé:
fiel
¡Aleluya Amén ¡ !

Aleluya Aleluya
Mi buen Jesús. ¡ ! ¡ !

Su amor no perderé; Por siempre Amén ¡

Mi buen Jesús. 2
Si amigos y solaz La noche y el día,
Aquí no encuentro más, La lluvia y el viento,
Me ofrece eterna paz Le prestan aliento
Mi buen Jesús. Le dan nuevo ardor. Coro.
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 69

Hoy de amor late, porque en tus bond-


El sueño tranquilo ades
Le pinta animado, Sólo confía.
La dicha, el agrado,
La paz celestial. Coro. Y cuando exhale mi postrer aliento
En Cristo halla asilo;
Para volar a tu eternal presencia,
En él se serena,
Habré de hallar con tu justicia unida
Y siempre la llena
Dulce clemencia.
De un gozo real. Coro.
Barbero.

Oh nunca, nunca cesará mi labio


¡ !

177. Nunca, Dios Mío, Cesará Mi De bendecirte, de cantar tu gloria:


Labio. Porque conservo de tu amor inmenso
Nunca, Dios mío, cesará mi labio Grata memoria.
J. B. Cabrera.
De bendecirte, de cantar tu gloria,
Porque conservo de tu amor inmenso
Grata memoria. 178. Jesús Mi Esperanza.
2
Cuando perdido en mundanal sendero, En Jesús mi esperanza reposa,
No me cercaba sino niebla obscura, Mi consuelo es tan sólo Jesús,
Tú me miraste, y alumbróme un rayo Y mi vida por él es gloriosa
De tu luz pura. Cual gloriosa es su muerte de cruz.
9 <j
Alma triste que al cielo se eleva
Cuando inclinaba mi abatida frente Y palpita en suspiros de amor,
Del mal obrar el oneroso yugo, En Jesús su esperanza renueva
Dulce reposo y eficaz alivio Porque en él se templó su dolor.
Darme te plugo.
4 Yo sufrí mil pesares del mundo,
Cuando dones malgasté a porfía, Yo las dichas del alma perdí:
los
Con que a mi alma pródigo adornaste, Era acíbar mi llanto profundo
"Padre, he pecado," con dolor te dije, Era inmenso el dolor que sentí.
Y me abrazaste. Pero luego en Jesús la mirada
5 Con amor entrañable fijé
Cuando en sus propios méritos fiaba, Y así el alma quedó consolada
Nunca mi pecho con amor latía Porque en él mis venturas hallé.
70 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
179. ¡ Oh Jesús, Pastor Divino ! Israel por su mano bendita,
Allí encuentra descanso constante,
¡ Oh Jesús, Pastor divino
Pues el santo y el fiel vigilante
Acudímoste a rogar, No desmaya en su celo y su amor.
Que desciendas amoroso 2
Tus corderos a buscar; Si en tu mal se conjura el infierno,
¡ Oh Pastor ven, tu rebaño
!
Has de ir y volver puro y sano,
¡I
:Te reclama sin cesar. :|| Pues te lleva tu Dios de la mano,
2 Y estás salvo con tal defensor.
Al herido del pecado Contra ti nada puede el maligno
No le dejes sucumbir; Y al perder de esta vida la prenda,
Al que va por otra senda Querubines diránte la senda
Déjale tu voz oír; Por do al trono has de ir al Señor.
¡Ven, Pastor! el lobo llega, Carlos Wesley.

¡I
:Y nos quiere destruir. :||
3 181. Hay un Lugar Do Quiero
Guíanos por tus senderos Estar.
Al aprisco del amor, Hay un lugar do quiero estar
Llévanos como corderos Muy cerca de mi Redentor,
En tu seno bienhechor; Allí podré yo descansar
Guía, sí, tus corderillos, Al fiel amparo de su amor.
:¡ Oh dulcísimo Pastor
||

4
! :||

Coro. —Muy cerca de mi Redentor


nuestro ruego,
Seguro asilo encontraré;
Oye, Cristo,
Oye nuestra petición Me guardará del tentador
Ven, ampara tu rebaño
Y ya de nada temeré.
2
Con tu santa protección;
Quitarme el mundo no podrá
Te lo piden tus corderos
:Con humilde corazón.
La paz que halló mi corazón
II :||
Jesús amante me dará
La más segura protección. Coro.
180. Los Montes Eternos. 3
Ni dudas ni temor tendré
A montes elevo la vista,
los
Estando cerca de Jesús;
A los montes eternos del cielo
Rodeado siempre me veré
Allí encuentra mi alma consuelo,
Con los fulgores de su luz. Coro.
Allí vive mi eterno Señor. Vicente Mendoza.
; ; ;! ; : ; : ; : :

EL NUEVO II1MXARIO EVANGÉLICO 71

182. Peregrinos ex Desierto. Mi necesidad me trae,


Porque mi peligro vi.
Peregrinos en desierto,
Solamente en ti, Señor,
Guíanos, Señor Jehová
Creo tener consuelo y luz
Somos débiles tu fuerte
;
Vengo lleno de temor
Diestra nos apoyará.
:Pan del cielo,
A los pies de mi Jesús.
||

A tu errante pueblo da. :|| 3


Cristo, encuentro todo en ti
2
Tú, la fuente misma, danos Y no necesito más
Agua viva espiritual Caído, me pusiste en pie,
Nuestra- suerte está en tus manos
Débil,ánimo me das;
Y la herencia del mortal. Al enfermo das salud,
:Dios benigno,
Tierno guías al que no ve;
||

Líbranos de todo mal.||


Con amor y gratitud,
3
Tu bondad ensalzaré.
Carlos Wesley. (Tr.) T. M. W.
Desvanece los terrores
De la orilla del Jordán 184. Tal Como Soy de Pecador.
Por ti más que vencedores
Haz que entremos a Canaán. Tal como soy de pecador,
:Tus bondades,
||
Sin otra fianza que tu amor,
Tema eterno nos darán.: A tu llamado vengo a ti
(Tr.) Guillermo Williams. Cordero de Dios, heme aquí.
2
183. Cariñoso Salvador. Tal como soy, buscando paz,
Cariñoso Salvador,
En mi desgracia y mal tenaz
Huyo de la tempestad
Combate rudo siento en mí:
A tu seno protector, Cordero de Dios, heme aquí.
Fiándome de tu bondad 3
Cúbreme, Señor Jesús Tal como soy, con mi maldad,
De las olas del turbión Miseria, pena y ceguedad,
Hasta el puerto de salud, Pues hay remedio pleno en ti;
Guía mi pobre embarcación. Cordero de Dios, heme aquí.
2 4
Otro asilo ninguno hay : Tal como soy me acojerá.s
Indefenso acudo a ti Perdón y alivio me darás ¡
72 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Pues tu promesa ya creí Por cuanto el mar rodea,
Cordero de Dios, heme aquí. Por cuanto alumbra el sol.
Medina.
5
Tal como soy, tu compasión
Quitado ha toda oposición, 186. Un Ancla Tenemos.
Ya pertenezco todo a tí Un ancla tenemos que el túmido mar
Cordero de Dios, heme aquí. Por mucho que ruja no puede que-
Charlotte Elliot, 1836. (Tr.)
brar:
La dulce esperanza que infunde Jesús
185. ; Dios Padre! Tus Decretos ||
:Legada en su muerte de angustia
Venero. en la cruz. :||

¡Dios Padre! tus decretos 2


Venero a cada hora; Allá en las alturas do reina el Señor
Mi voluntad adora Rodeado de seres que ensalzan su
Tu santa voluntad. amor
Anhelo complacerte Esta ancla tenemos que fija estará,
Tan sólo a ti, Dios Santo; :Pues Dios a su dicho jamás fal-
||

Si lloro, con mi llanto, tará :||

Si río, con mi paz. 3


2 Y cuanto más bravo el piélago esté
Mi cuerpo, vida y alma, Más firmes cojamos el cable de fe,
Mis lágrimas, mi duelo, Que furia de vientos, ni embates del
Son del autor del cielo, mar,
Del mar y de la luz. :No pueden del puerto la entrada
||

Son suyos mis cuidados, vedar. :|

Y son en cambio mías


Las dulces alegrías 187. Llenos de Gozo.
De mi Señor Jesús.
3 Llenos de gozo que Cristo nos da,
En amantes brazos
los Siempre cantando a Sión vamos ya;
Del Dios que me perdona, Dice Jesús compasivo: "Venid,"
Mi alma se abandona Llenos de gozo y confianza partid.
Con fe, esperanza, amor. 2
Por ello el nombre augusto Aunque la marcha penosa será,
De Dios bendito sea Pronto veremos la faz de Jehová;
EL NUEVO IITMXARIO EVANGÉLICO 7.)

Si hoy le cedemos con fe nuestro Tenia, Señor, y compasivo impide


ser,
Nos colmará de infinito placer. Que
caiga en mal cual otra vez caí.
3 3
Innumerables amados están Mi mano ten; mi senda es tenebrosa
Viendo la marcha de allende el Jor- Si no la alumbra tu radiante faz
dán, Por fe si alcanzo a percibir tu gloria,
Y nos animan con santa canción, Cuan grande gozo ¡ Cuan profunda !
¡

"Apresuraos, viajeros, a Sión." paz!


4
Oyense coros de son celestial,
189. Nada Puede Ya Faltarme.
Arpas que tañé la banda inmortal; Nada puede ya faltarme
Llena Jesús de inefable placer Porque Dios mis pasos guía
A los que llegan sus glorias a ver. A la tierra saludable
5 En divinos frutos rica.
Dentro de poco guadaña mortal, Dulce néctar de reposo
Ha de trozarnos el hilo vital Son sus aguas cristalinas,
Mas veremos venir sin temor,
la Ellas dan salud al alma
Porque confiamos en ti, Salvador. Y la llenan de delicias.
2
6
Por la senda me conduce
Esplendorosa la aurora será,
De su ley con mano pía,
Que de la muerte la ruina verá, En amor á su gran nombre
Cuando resuene la santa canción;
Fuente viva de justicia
"Gozo perfecto en la Eterna Man-
Cuando el tenebroso valle
sión.
G. Hunter. (Tr.)
Cruce de la muerte fría,
No tendré temor alguno
188. Mi Mano Ten. Siendo Dios el que me guía.
3
Mi mano ten, Señor, pues flaco y Con su vara y su cayado
débil Me dará consuelo y vida,
Sin no puedo riesgos afrontar;
ti Y ante los que me persiguen
Tenia, Señor; mi vida el gozo llene Mesa me pondrá surtida.
Al verme libre así de todo azar. Con el bálsamo divino
2 Mi cabeza aromatiza,
Mi mano ten permite que me animen
;
Y rebosa ya La copa
Mi regocijo y mi esperanza en ti; Que me colma de alegría.
: ! — ;

74 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO


Espero yo cantarte,
La misericordia santa ¡
Mi Salvador, mi Dios
Seguirá la senda mía,
Y de Dios en las mansiones
Moraré por largos días. 191. Cada Momento la Vida Me Da.
Nada puede ya faltarme Cristo me ayuda por él a vivir,
Porque Dios mis pasos guía Cristo me ayuda por él a morir;
A la tierra saludable, Hasta que llegue su gloria a ver,
En divinos frutos rica. Cada momento le entrego mi ser.

190. Confío Yo en Cristo. —


Coro. Cada momento la vida me da,
Cada momento conmigo él está;
Confío yo en Cristo Hasta que llegue su gloria a ver,
Quien en la cruz murió, Cada momento le entrego mi ser.
Por esa muerte listo Coro.
Al cielo viajo yo ;

Con sangre tan valiosa 2


Mis culpas lava él, Siento pesares, muy cerca él está,
Siento dolores, alivio me da;
La derramó copiosa
Por mi ya Emmanuel. Tengo aflicciones, me muestra su
2
amor;
Me cubre tu justicia Cada momento me cuidas, Señor.
Coro.
De plena perfección:
Tú eres mi delicia,
Mi eterna salvación. Tengo amarguras o tengo temor,
Jesús en ti descanso, Tengo tristezas, me inspiras valor;
Reposo tú me das, Tengo conflictos o penas aqui,
Con calma yo avanzo Cada momento te acuerdas de mi.
Al cielo do estás. Coro.
3
4
A disfrutar invitas
Tengo flaquezas o débil estoy,
Cerca de ti, Señor, Cristo me dice
'
Tu amparo yo soy
'
: '
'
Delicias infinitas
Cada momento, en tinieblas o en luz,
Y celestial amor;
Siempre conmigo está mi Jesús.
Espero yo mirarte, Coro.
Oir tu dulce voz D. W. Whittle. (Tr.) M. González.
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 75

192. Cristo en el Cielo. "Ven a mí, ven a mí,"


Y te dice: "ven a mí."
Cristo en el cielo, mirando está
4
Los pasos trémulos que empiezo a dar No más no más penas,
llanto,
Por el camino tan desigual Tus cadenas romperás;
Del mundo lleno de obscuridad. Y en el seno de tu Dueño
2 Por los siglos gozarás,
Cristo, Dios mío, sostén mi andar, Gozarás, gozarás,
Que tu amor brille como un fanal, Por los siglos gozarás.
Y estas tinieblas disipará
5
Mi alma inundando de claridad. Alma mía, no delires
3 Ni suspires de dolor,
Cuando la muerte venga a cambiar Sigue humilde hasta el cielo
En vida eterna esta fugaz, Las pisadas del Señor.
Blancos sendales me cubrirán, Del Señor, del Señor.
Corona fúlgida me ceñirá. Las pisadas del Señor.
P. Castro.
193. Alma Mía., No Delires.
194. Cuando el Dolor y la
Alma mía, no delires,
Tristeza.
Ni suspires de dolor;
Que posees en el cielo Cuando el dolor y la tristeza, invaden
Tu consuelo, tu Señor. Esta de polvo terrenal prisión,
Tu Señor, tu Señor, Dulce es tender la vista entre las
Tu consuelo, tu Señor. rejas,
2 Y desear huir a otra región.
Jesucristo del pecado 2
Te ha librado en la cruz Dulce es volver los ojos hasta adentro,
El derrama sobre el alma Y escuchar los consejos de su amor;
Gozo, calma, paz y luz. Dulce miror arriba, y ver a Cristo
Paz y luz, paz y luz, Interceder, pedir nuestro perdón.
Gozo, calma, paz y luz. 3
3 Dulce es mirar atrás y ver mi nombre
El conoce tu conciencia, Inscrito en el registro salvador;
Tu dolencia sabe, sí, Dulce mirar al frente, y ver que
Y su gracia te bendice, heredo
Y te dice: "Ven a mí." Goces celestes que él me aseguro.
: ;

76 EL NUEVO HIMNABIO EVANGÉLICO

Dulce es saber que la divina gracia Cristo, tu voluntad,


En Cristo mis pecados descargo; Gustoso acataré;
Y dulce recordar que con su sangre Guardarla con lealtad
Pagó mis deudas todas de dolor. Hasta el fin desearé.
5 No quiero yo trazar
Dulce es sentirse firme en su justicia, Mi senda, sino en ti
Que de segunda muerte nos libró; Sin cuitas descansar,
Dulce es también sentir dia tras día Y hacer tu voluntad.
De su Espíritu aliento animador.
6
Dulce en su fiel promesa hallar des- 196. Dios, Nuestro Apoyo.
canso,
Dios, nuestro apoyo en los pasados
Y reposar en su constante amor
siglos,
Dulce en su pacto de celeste gracia
Buscar en todo apoyo Nuestra esperanza en años venideros,
y dirección.
J. Mora. Nuestro refugio en hórrida tormenta,
Y nuestro hogar eterno.
195. Cristo, Tu Voluntad.
Cristo, tu voluntad Bajo la sombra de tu excelso trono
Sea hecha siempre en mí; En dulce paz tus santos residieron.
Confiado en tu bondad Tu brazo sólo a defendernos basta,
Ya resignado estoy. Y nuestro amparo es cierto.
En medio del dolor,
O en medio de la paz, 3
Me cercará tu amor En nuestra vida toda y en la muerte
Y nada temeré. En tu promesa nuestra fe ponemos;
2 Y nuestros hijos cantarán gozosos,
Cristo, tu voluntad Cuando hayamos ya muerto.
liaré sin vacilar
4
Líbrame de maldad, Dios, nuestro apoyo en los pasados
Y clame sumisión.
siglos,
Lloraste tú también,
Nuestra esperanza en años venideros,
Por eso a ti vendré: Sé tú nuestra defensa en esta vida,
¡Oh Salvador mi ! bien,
Y nuestro hogar eterno.
Sé mi Consolador. Isaac Watts. (Tr.) J. Mora.
EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 77

197. ¡ Oh Maestro y Mi Señor


Consagra el corazón
Oh Maestro y mi Señor
¡
Que ansia pertenecer
Yo no quiero desmayar; A ti no más.
En tu gracia y en tu amor Calmar, fortalecer,
Sólo quiero yo confiar.
(rracia comunicar,
2 Mi celo acrecentar
Eres mi Profeta y Rey, Te dignarás.
Mi divino Conductor;
3
Soy oveja de tu grey,
Eres tú mi buen Pastor.
La senda al recorrer
Oscura y de dolor,
3
Flaco y débil sé que soy,
Tú me guiarás.
Así tendré valor,
Lo confieso, oh mi Señor
¡ !

Así podré vivir,


A tus pies rendido estoy, Así podré morir,
Dame fuerzas y valor.
4
En dulce paz.
Dime tú lo que he de ser, 4
Las palabras que he de hablar Pues el camino sé
Lo que siempre debo hacer, De celestial mansión,
Cómo debo yo pensar. Luz y solaz;
5 Bendito Salvador,
Sólo así feliz seré Tú eres la verdad,
En mi vida espiritual Vida, confianza, amor,
Sólo así morar podré Mi eterna paz.
En la patria celestial.
H. B. Someillan. 199. Nunca Desmayar.
Tengo en Dios un grande amor,
198. Objeto de Mi Fe.
Quiero en él tan solo fiar;
Objeto de mi fe, Pues así mi corazón
Divino Salvador, Nunca puede desmayar.
Propicio sé. 2
Cordero de mi Dios, Aunque brame en derredor
Libre por tu bondad, La furiosa tempestad,
Libre de mi maldad, Siempre fiando en el Señor,
Me quiero ver. Nunca debo desmayar.
78 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
No habré ni dudas ni temor
Lleva mi alma buen Pastor Pues me guiará mi buen Pastor.
Rectamente, con verdad, Coro.
Epigmenio Velasco.
Que al abrigo de tu amor
Nunca debo desmayar.
4 201. Diríjome a Ti.

¡Oh querido Eedentor Con gozo cumplido diríjome a ti


No me dejes extraviar; Pues has padecido, salvándome así;
Aunque viva en el dolor, Tu sangre preciosa vertida por mí,
Nunca quiero desmayar. Me dio bondadosa morada ya en ti.
2
200. Me Guía El. La fe que en ti tengo me salva, mi
Dios;
Me guía él, con cuánto amor En ti yo confío, de ti voy en pos;
Me guía siempre mi Señor; La duda me hacía vivir en el mal
Al ver mi esfuerzo en serle fiel, Mas hoy es cambiada por fe espiritual.
Con cuánto amor me guía él. 3
Tú eresmi amparo, benigno Señor,

Coro. Me guía él, me guía él, Me guías cual faro al puerto de amor
Con cuánto amor me guía él ¡Afán infinito tuviste por mí
!

No abrigo dudas ni temor, Por esto, Dios santo, diríjome a ti.


Pues me conduce el buen Pastor. Tito Rodríguez.

En el abismo del dolor 202. Más Cerca, ¡Oh! Dios, de Ti.


O en donde brille el sol mejor, Más cerca, oh Dios, de ti,
En dulce paz o en lucha cruel, Yo quiero
¡

estar
!

Con gran .bondad me guía él. Coro.


Aunque sobre una cruz
3 Me haya de alzar.
Tu mano quiero yo tomar Mi canto aun así
Jesús, y nunca vacilar, Constante habrá de ser
Pues sólo a quien te sigue fiel Más cerca, oh Dios, de ti,
¡
!

Se oyó decir: me guía él. Coro. Más cerca, sí.

4 2
Y mi carrera al terminar Si caminando voy
Y así mi triunfo al realizar Y de ansiedad
: ; ; !

EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO 79

Me lleno al presentir 203. ¡Oh Cristo! Mi Deseo.


La oscuridad,
¡ Oh Cristo ! mi deseo
Aun mi sueño así A volando va ti
Me mostrará que estoy Mi fe y mi confianza,
Más cerca, ¡
oh ! Dios, de ti,
Sustenta sin cesar,
Más cerca, sí.
Oh dulce Dueño mío,

||

Amparo del mortal !:||


Que encuentre senda aquí
Que al cielo va, Yo sé que tú sufriste

Y en ella tu bondad La muerte por lavar


Me sostendrá.
La culpa de los hombres,
Dejándoles tu paz;
Y ángeles habrá
:Por eso en tí confio,
Que me conducirán ||

Cordero celestial.
Más cerca, oh Dios, de
¡
! ti, :||

3
Más cerca, sí.
¡ Oh cristalina fuente !

¡ Oh
limpio manantial
Después, al despertar, Bendito tú que brotas
Elevaré Consuelo sin cesar
Un nuevo y santo altar ||:Que sanas las heridas
De gratitud. Y quitas la maldad. :||
Así mis penas mil 4
Me harán sentir que estoy Jesús, oh Dueño mío ¡ !

Más cerca, oh Dios, de ti,


¡ !
Desciende, baja ya
Más cerca, sí. En busca de los tuyos,
Que claman con afán
:Por su Pastor divino,
||

Si en vuelo celestial Eterno, celestial. :||

Al cielo voy, P. Castro.

Y sol y luna atrás


Dejando estoy, 204. Heme aquí, Jesús Bendito.
Alegre entonaré
Mi canto sin igual Heme aqué, Jesús bendito,
Más cerca, oh Dios, de ti,
Agobiado vengo a ti,

Más cerca,
¡

sí.
!

Y en mis males necesito


(Tr.) V. Mendoza. Que te apiades tú de mí.
: ; ! —
!

80 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


Ya no puedo con la carga En las pruebas, en desdenes,
Que me oprime sin cesar: Cerca siempre te halle a ti;
¡Es mi vida tan amarga, Junto a ti, junto a ti:||
|| :

Tan intenso mi penar! En las pruebas, en desdenes,


2 Cerca siempre te halle a ti.
Por auxilio clamé en vano, 3
Aunque lo busqué doquier; Yendo por sombrío valle,
Ni el amigo, ni el hermano En rugiente mar hostil,
Me han podido socorrer. Antes y después del trance,
Pero tú, Jesús, me invitas Cerca siempre te halle a ti;
Con cordial solicitud, Junto a ti, junto a ti:||
|| :

Simpatizas en mis cuitas, Antes y después del trance,


Y me ofreces la salud. Cerca siempre te halle a ti.

Heme, pues, en tu presencia 206. Dulce Comunión la Que Gozo


Líbrame de mi ansiedad Ya.
Que es tan grande tu potencia
Como es grande tu piedad. Dulce comunión la que gozo ya

Y jamás han recurrido En los brazosde mi Salvador,


Sin buen éxito a tu amor, ¡
Qué gran bendición en su paz me da
Por consuelo el afligido, ¡ Oh yo siento en mí su tierno amor.
!

Por perdón el pecador.


J. B. Cabrera.
Coro. —Libre, Salvo
De cuidados y temor,
Libre, Salvo,
205. Salvador, Mi Bien Eterno.
En los brazos de mi Salvador.
Salvador, mi bien eterno, 2
Más que vida para mí, ¡ Cuan dulce es vivir, cuan dulce es
En mi fatigosa senda gozar,
Cerca siempre te halle a ti. En los brazos de mi Salvador
|| : Junto a
junto a ti:||
ti, Quiero ir allí, siempre allí morar,
En mi fatigosa senda Siendo objeto de su tierno amor.
Cerca siempre te halle a ti. Coro.
2 3
No los bienes, no placeres, No habré de temer ni aun desconfiar
Ni renombre busco aquí, En los brazos de mi Salvador!
EL NUEVO HIMXAEIÓ EVANGÉLICO 81

En él puedo yo bien seguro estar Yo le ruego que inunde por siempre


De los lazos del vil tentador. Coro. mi
ser
(Tr.) Pedro Grado. En sus ondas de amor celestial.

207.

¡Paz! ¡dulce paz!


¡
Paz ! ¡
Dulce Paz !

que brota de la
^ 2
tesoro yo tengo en la paz que
dio,
me

cruz: Que en el fondo del alma ha de estar


Nos trae paz la sangre de Jesús. Tan segura que nadie quitarla podrá
2 Mientras miro los años pasar. Coro.
¡Paz! ¡dulce paz! hacer la voluntad 3
De Cristo, en nuestra vida, da la paz. Esta paz inefable consuelo me da
3 Descansando tan sólo en Jesús,
¡Paz! ¡dulce paz! esclavos del dolor; Y ningunos peligros mi vida tendrá
Descanso y paz tenéis en el Señor. Si me siento inundado en su luz !

4 Coro.
¡Paz dulce paz en toda condición
! ¡
!
4
La paz de Cristo da consolación. g in cesar y0 meclito en aquella ciudad
Do al autor de la paz he de ver,
¡
Paz dulce paz si hay muerte en
! ¡ !
y en que el himno más dulce que alli
derredor he de cantar
Jesús venció la muerte y su terror. A1 estar con j esús ha de ser .—Coro.
6
5
¡Paz! ¡dulce paz! mirando al por-
Alma ^^ en rudo conflicto te

208.
venir
En calma esperaremos el morir.

¡Paz! ¡Paz! Cuan Dulce Paz.


Sq]& y
Haz de
ves
^ ^ tu fll

Cristo el amigo, que


^^ fiel siem-
pre es>

En seno de mi alma una dulce


el
Y s » Paz'tú podrás recibir!— Coro.
., W. D. Cornell. (Tr.) V. Mendoza.
quietud
Se difunde embargando mi ser
Una calma que solo podran
infinita
209 0h c l de ^
Los amados de Dios comprender. Oh Cristo, lleno de bondad.
Dirijo ati mi petición
Coro. — ¡Paz! ¡paz! cuan dulce paz Perdona toda mi maldad.
Es aquella que el Padre me da, Y dame plena salvación.
82 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Indigno soy, mas tú Señor, Me libra de inquietud.
Tú eres infinito amor. Y vez hay pruebas,
si tal

2 Fáciles pasarán;
¿A quién, Jesús, si no es a ti, Lágrimas si vertiere,
Por salvación acudiré? Pronto se enjugarán. Coro.
Moriste tú en la cruz por mí, 3
Y por tu muerte viviré. Y cruzaré la noche
Tú salvarás al pecador, Lóbrega, sin temor,
Pues eres infinito amor. Hasta que venga el día
3 De perennal fulgor.
Ya tú respondes a mi fe, ¡Cuan placentero entonces
Me das, aquí, felicidad, Con él será morar,
Y tu presencia gozaré Y en la mansión de gloria
Por una larga eternidad. Siempre con él reinar Coro. !

Fannie J. Crosby. (Tr.)


Mi Dios, mi eterno Salvador,
Tu nombre es infinito amor.
211. ¡ Oh Señor Clemente y Santo !

210. Salvo en los Tiernos Brazos.


¡ Oh Señor
clemente y santo
Salvo en los tiernos brazos Que en donde moras,
el cielo
De mi Jesús seré; De Jesús a todas horas
Y en su amoroso pecho Oyes tú la intercesión:
Siempre reposaré. Tú las lágrimas recibes
Este es sm duda el eco Del contrito y humillado
De celestial canción, Que en él vive confiado,
Que de inefable gozo Esperando tu perdón.
Llena mi corazón.
2
Vuelve tus amantes ojos
Coro. — Salvo en los tiernos brazos
Y tus brazos paternales
De mi Jesús seré,
A tus hijos, cuyos males
En su amoroso pecho Puedes, Padre, socorrer.
Siempre reposaré. Y con tu divina gracia
2 El camino seguiremos,
De sus amantes brazos Ciertos de que en ti podemos
La gran solicitud, Sus escollos precaver.
Me libra de tristeza. Mavillard.
EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 83

212. ¡ Oh Dulce, Grata Oración ! Xo te tardes, oh Señor;


Ven, oh Dueño de mi vidn,
¡ Oh dulce, grata oración !
:Mi Jesús, mi Salvador.
|| :[|
Que del contacto mundanal
2
Me llevas hasta la mansión A mi corazón, oh Dueño,
De mi buen Padre celestial. Ven y llena de tu amor,
Huyendo yo la tentación Dale todo tu consuelo,
Y toda influencia mundanal, Xo perezca de dolor.
Por Cristo, quien murió por mí,
Cantaré yo cuando vuelva
Oído siempre soy allí. A buscarme el Redentor:
2 "Ven, oh Dueño de mi vida,
¡ Oh dulce, grata oración !
:Mi Jesús, mi Salvador."
|| :||

A quien escucha con bondad


Eleva tú mi corazón, 214. Jesús Mi Tesoro.
Al que nos ama con verdad. Jesús mi tesoro, mi dicha y amor,
Espero yo su bendición, Tú sólo el consuelo me mandas a mí:
Perfecta paz y santidad, Si alegre me encuentro, si tengo dolor,
Por Cristo que murió por mí, Mi tierna plegaria, dirijo hacia ti.
Por él que me ha salvado aquí. 2
3 Por eso en el mundo a ti mi Señor,
¡ Oh Padre mío, Dios de amor La paz y el consuelo te debo pedir,
Escucha tú mi oración. Cantando mil himnos con santo fer-
¡Oh buen Jesús, mi Salvador vor,
Escucha tú mi oración. Que lleno de gracia sabrás recibir.
¡
Espíritu Consolador 3
Escucha tú mi oración. Pues tú me sustentas, mi Rey y mi
Bendíceme oh Trinidad,
¡ Dios,
Que moras en la eternidad Miseria y pecado retiras de mí,
Estrella de Belén.
Y me has prometido tu gracia y per-
dón,
213. Ven, Oh Dueño de Mi Vida. Si vengo contrito v confiado hacia tí.
4
Ven, oh Dueño de mi vida,
Por eso humillado, tu célica voz.
Generoso bienhechor;
Tus tiernas promesas escucho yo aquí,
Que mi alma dolorida
Constante esperando tu gracia y amor,
Clama ya por su Pastor;
Para ir luego al cielo contigo a vivir.
Xo te tardes, te suplico, Elias Amador.
84: EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO
215. ¡ Oh Quién! Pudiera Andar
con Dios. Infalible eres, ¡oh Dios!
Sólo tú eres la verdad:
j Oh quién pudiera andar con
!
Dios,
Ven a dirigirme, pues,
Su dulce paz gozar, Por tu amor y fiel bondad.
Volviendo a ver de nuevo el Sol
4
De amor y santidad.
Mía- sea tu voluntad
2 Guárdame de todo mal;
¡ Oh ! tiempo aquel en que lo vi, Haz que nunca caiga más
¡ Beatífica visión En error e iniquidad.
Pudiendo entonces discernir
Su acento fiel de amor. 217. Jesús Tu Dulce Nombre.
3 Jesús tu dulce nombre
Aquellas horas de solaz Recrea el alma mía,
¡ Cuan caras aún me son Y suena en mis oidos
Del mundo halagos no podrán Cual célica armonía.
Suplir su falta; no! Con tal vigor quisiera
4 Poderlo proclamar,
Paloma Santa, vuelve a mí Que todo el Universo
Gran Paracleto, ven Lo oyera resonar.
Pues odio ya el pecado vil 2
Con que te contrarié. Riquezas mi deseo
W. Cowper. (Tr. y adaptado.)
Fuera de ti no alcanza
Tú sólo mi delicia,
216. SÉ, ¡ Oh Dios ! Que a Iniquidad. Tú sólo mi esperanza.
Las joyas tan buscadas
Sé, oh Dios que a iniquidad
¡ !
Con ansiedad febril,
Se halla expuesto el ser mortal, Son falsos dijes, vanos
Y la ciencia al anhelar, Tesoros junto a tí.
Como un ciego puede errar.
3
2_ Cuanto de bello y grande
Se confunde mi razón, Codicia mi deseo,
Siento mi perplejidad, En tu bondad divina
Recelando en mi maldad De sobra lo poseo
Elegir por bien el mal. No es cara ante mis ojos
; ; :

EL NUEVO HIMNABIO EVANGÉLICO 85

Del sol la claridad, Mas hoy deploro aquella ceguedad


Como es tu faz sonriente Préstame Oh Luz tu grata claridad.
¡
!

De plácida bondad. 3
4 Guiando tú, la noche es esplendente,
Tu gracia bienhechora Y cruzaré
Hizo en mi pecho estancia, El valle, el monte, el risco y el tor-
Y en él copiosamente rente,
Esparce su fragancia; Con firma pie
El bálsamo más noble Hasta que empiece el día a despuntar,
A todo su dolor, Y entre al abrigo de mi dulce hogar.
Y a todos sus cuidados
J. B. Cabrera. (Tr.)

Es el cordial mejor. 219. Por la Vía Terrenal.


5
Las glorias de tu nombre Por la vía terrenal
Proclamaré contento, Guíeme tu clara luz
Mientras el suelo habite A la patria celestial,
Hasta exhalar mi aliento. ¡ Oh ! santísimo Jesús
Entonces en tus brazos El Espíritu de Dios
Tendré vida eternal, Amoroso infunde en mí,
Pues eres de la muerte Y diré con grata voz,
Antídoto inmortal. Que salvado soy por ti.
J. B. Cabrera.
2
Salvador mi fiel Jesús
218. Divina Luz, Guarda Mi Pie.
Cerca quiero estar de ti,
Divina Luz, con tu esplendor benigno Ya que distes en la cruz
Guarda mi pie; Sangre de expiación por mí.
Densa es la noche y áspero el camino Yo te pido tu sostén
Mi guía sé. Poderoso Salvador;
Harto distante de mi hogar estoy; Dame tu precioso bien,
Que al dulce hogar de las alturas voy. Te suplico mi Señor.
Estrella de Belén.
2
Amargos tiempos hubo en que tu
gracia
220. Más Santidad Dame.
No supliqué; Más santidad dame,
De mi valor fiando en la eficacia, Más odio al mal,
No tuve fe. Más calma en las penas,
86 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Más alto ideal
Más fe en mi Maestro, ¡Toma tú mi entero ser,
Más consagración, Alma y cuerpo tuyos son;
Más celo en servirle, No los vaya a retener
Más grata oración. En su red la tentación!
2
Más prudente hazme, ¡ Cristo, ven al corazón
Más sabio en él, A morar por siempre en él,
Más firme en su causa, Y obtenido tu perdón
Más fuerte y más fiel; Haz que pueda serte fiel
Más recto en la vida, (Tr.) Mendoza.
Más triste al pecar,
Más humilde hijo,
Más pronto en amar. 222. Aviva Tu Obra, ¡Oh Dios!
3 Aviva tu obra, ¡oh Dios!
Más pureza dame, Ejerce tu poder;
Más fuerza en Jesús, Los muertos han de oir la voz
Más de su dominio, Que hoy hemos menester.
Más paz en la cruz;
Más rica esperanza,
Más obras aquí, A tu obra vida da;
Más ansia del cielo, Las almas tienen sed;
Más gozo allí. Hambrientas de tu buen maná,
Aguardan tu merced.

221. Buscando a Jesús.


Aviva tu labor;
Débil, pobre, ciego soy, Glorioso fruto dé;
Nada puede en mí vabr, Mediante el gran Consolador
Y a tu cruz ansioso voy Abunde nuestra fe.
Do salud podré tener.
2
La fuente espiritual,
Mucho tiempo el mal en mí Avive nuestro amor;
Ha reinado sin cesar,
Será tu gloria sin igual
Y hoy, Señor, acudo a ti
Y nuestro el bien, Señor.
Ya deseando descansar. Alberto Midlane. (Tr.)
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 87

223. Precepto es del Señor.


Que mis pies tan sólo en pos
Precepto es del Señor
De lo santo puedan ir,
Que yo le dé,
gloria
alma que me
Y que a ti, Señor, mi voz
Cuidando el dio,
Se complazca en bendecir. Coro.
Viviendo por la fe.
3
2 Que mis labios al hablar
Ejemplo debo dar, Hablen sólo de tu amor;
Mi vocación cumplir, Que mis bienes ocultar
Y las potencias mías emplear No los pueda a ti, Señor. Coro.
Por Cristo hasta el morir. 4
3 Que mi tiempo todo esté
Celoso debo ser, Consagrado a tu loor,
Pues a su vista estoy; Y mi mente y su poder
Su rostro llegue así a ver, Sean usados en tu honor. Coro.
Contento a donde voy. 5
4 Toma oh Dios mi
voluntad, ¡
!

En oración velar, hazla tuya nada más;Y


Confiando sólo en él; Toma, sí, mi corazón
Si de él me hubiere de olividar, Y
tu trono en él tendrás. Coro.
F. R. Havergal. (Tr.) V. M.
Perdido me veré.
Carlos Wesley.
225. PUENTA DE LA YlDA ETERNA.

224. LÁVAME EX LA Saxgre DEL Fuente de la vida eterna

Señor.
Y de toda bendición,
Ensalzar tu gracia tierna
Que mi vida entera esté Debe cada corazón,
Consagrada a ti, Señor; Tu piedad inagotable,
Que a mis manos pueda guiar • Abundante en perdonar;
El impulso de tu amor. Único Ser adorable,
Gloria a ti debemos dar.
Coro. —Lávame en la sangre del 2
Señor, De los cánticos celestes
Limpíame de toda mi maldad; Te quisiéramos cantar,
Traigo a ti mi vida para ser, Señor, Entonados por las huestes
Tuya por la eternidad. Que lograste rescatar;
EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO
Almas que a buscar viniste,
Por que les tuviste amor En las arenas siembra del desierto,
De ellas te compadeciste Donde el rocío suave no descienda
Con tiernísimo favor. Tú animarás el corazón ya muerto
3 Con esa vida que tu amor encienda.
Toma nuestros corazones 6
Llénalos de tu verdad, En la región de dudas y de penas
De tu Espíritu los dones Donde jamás llegó la llama,
del Sol
Y de toda santidad. Y esparce la semilla a manos llenas:
Guíanos en obediencia, Y fe y virtud y caridad derjama.
Humildad, amor y fe 7
Nos ampare tu clemencia Siembra, que no te arredre el egoísmo,
Salvador, propicio, sé. Siembra do la impiedad blasfemias
lanza,
226. El Sembrador. En el camino, el fango, en el abismo,
Brille o no el sol, verano o invierno Harás brotar la flor de la esperanza.
sea, 8
Recorre la montaña, el soto, el llano; No importa, no, que el labrador su-
Cual Cristo la Palabra en Galilea, cumba,
Sembrar es tu misión, si eres cristiano. Antes que la simiente rompa el suelo,
2 Que al despertar del sueño de la
Siembra doquiera la verdad divina, tumba
Siémbrala con afanes, con dolores; Su mies guardada encontrará en el
Que al soplo del Espíritu germina cielo.
J. De Palma.
Planta que al cielo da frutos y flores.
3
227. Yo Tengo Que Guardar.
Quizás alguna vez tu planta herida
Sientas por las espinas del sendero; Yo tengo que guardar
¿No ves con ellas de Jesús ceñida Una alma inmortal
La frente augusta en el fatal madero ? Y prepararla para entrar
4 Al reino celestial.
Siembra, no temas, en la peña dura, 2
Deja en la roca estéril caer el grano, Para gran deber
este
Que suele hallar la gracia una hendi- Mi Dios, poder llenar,
dura A tu servicio, hoy mi ser
En el granito del orgullo humano. Te quiero consagrar.
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 89

Tu hijo quiero ser El vasto mundo lugar tendrá,


De todo corazón, Do pueda con noble ardor,
Y para siempre poseer Gastar la vida que Dios me dá,
Tu eterna bendición. Por Cristo mi Salvador.
4 Y siempre confiando en su gran
Ayúdame a velar, bondad
Confírmame en la fe, Tus dones todos tendré;
Que si en ti puedo siempre fiar Y alegre haciendo tu voluntad,
Por siempre viviré. Lo que quieras que sea, seré. Coro.
Epigmenio Velasco. (Tr.) Mary Brown. (Tr.) V. Mendoza.

228. Do Tú Necesites Que Vaya, 229. Salvador a Ti Me Rindo.


Iré. Salvador a ti me rindo

En la montaña podrá no ser,


Y obedezco sólo a ti,
Mi Guiador, mi Fortaleza
Ni sobre rugiente mar;
Todo encuentra mi alma en ti.
Podrá no ser en la ruda lid
Do Cristo me quiere emplear. Coro. —
Yo me rindo a ti,
Mas si él me ordenare seguir aquí Yo me rindo a ti.
Senderos que yo ignoré, Mi flaqueza y mi pecado
Confiando en él le diré: "Señor, Todo traigo a tí.

Do tú quieras que vaya, iré." 2


Te confiesa mi delito
Coro. — Do tú necesites que vaya, iré El contrito corazón,
A los valles, los montes o el mar. Oye, oh Cristo mi plegaria
¡

Decir lo que quieras, Señor, podré. Quiero en ti tener perdón. Coro.


¡Lo que quieras que sea, seré 3
2 A tus pies yo deposito
Quizá hay palabras de santo amor Mis riquezas, mi placer,
Que Cristo me ordena hablar, Que tu espíritu me llene
Y en los caminos do reina el mal Y de ti sienta el poder. Coro.
Algún pecador salvar. 4
Señor, si quisieres mi guía ser, Tu bondad será la historia
Mi obscura senda andaré; Que predique por doquier,
Tu fiel mensaje podré anunciar Y tu amor inagotable
Y así lo que quieras, diré. Coro. Será siempre mi querer. Coro.
90 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
231. La Palabra Hoy Sembrada.
¡ Oh, qué gozo encuentro en La palabra hoy sembrada
Cristo
Hazla, Cristo, en mí nacer
Cuánta paz a mi alma da.
Para darle crecimiento
Yo a su causa me consagro
Sólo tienes tú poder.
Y su amor, mi amor será. Coro.
:Ricos frutos, tú nos puedes con-
A. R. Salas. (Tr.)
ceder. : II

230. Por el Mañana y Su Pesar. La semilla que tu siervo


Ha sembrado con saber
Por el mañana y su pesar no ruego No permitas que las aves
yo; Se la vengan a comer.
Guárdame oh Dios ¡ ! del fiero mal sólo ¡Ricos frutos, tú nos puedes con-
por hoy; ceder. :||
Hazme anheloso trabajar, dame fer- 3
vor, Haz que crezca con tu gracia
Palabras y obras de bondad dame por Y tu rica bendición,
hoy. No la ahoguen las espinas
2 De congojas y aflicción.
Quítame el frivolo decir y el torpe ¡Ricos frutos, tú nos puedes con-
error ceder. :||

Mis labios con prudente fin sella por 4


hoy; Que su efecto muy profundo
Para lo serio y el placer, dame oca- En la mente y corazón,
sión; Convencer consiga al mundo
Haz que a tu gracia viva fiel por hoy Que le das la salvación.
¡oh Dios! ¡Ricos frutos, tú nos puedes con-
ceder. :||
3
Y si mi vida a declinar llegare hoy, 5
Tu sacramento celestial dame, Señor. Sembraremos la palabra
Por el mañana, pues, a orar no voy, Con amor y profusión,
mi Dios, Esperando la cosecha
Dame tu amor, tu guía, tu paz, mas En la célica mansión.
para hoy. ¡Ricos frutos, tú nos puedes con-
(Tr.) J. Palacios. ceder. :|l
EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 91

232. Un Raudal de Bendiciones. ¡De las pobres almas tristes,


Ser un bálsamo de amor !

Un raudal de bendiciones, Epigmenio Velasco.


Sed en tanto que viváis,
Animad los corazones 233. Dejo el Mundo y Sigo a
Por doquiera que vayáis. Cristo.
Sed un sol para las vidas Dejo el mundo y sigo a Cristo
Que en la duda y el temor, Porque el mundo pasará,
Vagan tristes y afligidas Mas su amor, amor bendito
Por los mundos del dolor. Por los siglos durará.

Un
2
raudal de bendiciones
Coro. —
Oh, qué gran misericordia
¡ !

Oh, de amor sublime don


Sed al débil, al desear
¡

Plenitud de vida eterna,


De su vida las acciones
Hacia el bien encaminar.
Prenda viva de perdón! Coro.
2
Al sediento en su agonía
Fatigado en su labor, Dejo el mundo y sigo a Cristo,
Dadle el vaso de agua fría Paz y gozo en él tendré,
Que mitigue su dolor. Y al mirar que va conmigo
Siempre salvo cantaré. Coro.
3
3
Sed raudal de bendiciones Dejo el mundo y sigo a Cristo,
Por doquiera que paséis,
Su sonrisa quiero ver
Impartiendo de los dones
Como luz que mi camino
Que por Cristo ya tenéis. Haga aquí resplandecer. Coro.
De la copa bendecida
4
Que apuráis, al mundo dad, Dejo el mundo y sigo a Cristo
Que es Jesús para la vida, Aeojiéndome a su cruz.
El raudal de la verdad.
Y después ir a mirarle
4 Cara a cara en plena luz !
Coro.
¡Un raudal de bendiciones V. M. (Tr.)

Ser al mundo pecador


¡ Conducir los corazones
234. Mí Todo a Dios Consagro.
A Jesús el Salvador Mi espíritu, alma y cuerpo,
¡
De qué honor oh ¡ ! Dios me Mi ser, mi vida entera,
vistes Cual viva, santa ofrenda,
¡ Ser cual Cristo mi Señor ! Entrego a ti, mi Dios.
92 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Coro. —Mi todo a Dios consagro
En Cristo, el vivo altar Cuando al fin cercano esté
¡Descienda el fuego santo, De laplaya celestial,
Su sello celestial! Si el abismo ruge aún
2 Entre el puerto y mi bajel,
Soy tuyo, Jesucristo, En tu pecho al descansar
Comprado con tu sangre; Quiero oírte a ti decir:
Contigo haz que ande "Nada temas ya del mar,
En plena comunión. Coro. Tu piloto siempre soy !
'

Edward Hopper. (Tr.) V. Mendoza.


3
Espíritu Divino, 236. En Jesucristo, Mártir de Paz.
Del Padre la promesa;
Sedienta, mi alma anhela En Jesucristo, mártir de paz,
De ti la santa unción. Coro. En horas negras de tempestad,
h. c. E Hallan las almas dulce solaz,
Grato consuelo, felicidad.

235. Cristo, Mi Piloto Sé.


Coro. — Gloria cantemos al Redentor
Que por nosotros quiso morir,
Cristo, mi piloto sé Y que la gracia del Salvador
En tempestuoso mar;
el Siempre dirija nuestro vivir.
Fieras ondas mi bajel 2
Van a hacerlo zozobrar, En nuestras luchas, en el dolor,
Mas si tú conmigo vas En tristes horas de tentación,
Pronto al puerto llegaré; Calma le infunde, santo vigor,
Carta y brújula hallo en ti, Nuevos alientos al corazón. Coro.
¡
Cristo, mi piloto sé 3
2 Cuando en la lucha falta la fe
Todo agita el huracán Y el alma vése desfallecer,
'

Con indómito furor, Cristo nos dice Siempre os daré


: '

Mas los vientos cesarán Gracia divina, santo poder. Coro. • '

E. A. Monfort Diaz.
Al mandato de tu voz
Y al decir: "que sea la paz
237. Cuando Sea Tentado.
Cederá sumiso el mar.
De las aguas, tú el Señor, Cuando sea tentado, Cristo, ven a mí,
¡ Guíame cual piloto fiel Que no ceda nunca a la tentación
! ;

EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 93

Y con sus halagos yo te deje a ti, Mas hoy debemos todos


Al abismo yendo de la confusión. Luchar hasta vencer,
2 Quitando al enemigo
Al cruzar el mundo, me fascinará Su cetro y su poder.
Con riquezas vanas y falaz placer, 3
Mas entonces, Cristo, mi alma a ti Jesús en esta lucha
vendrá Nos fortalecerá,
A buscar ayuda, gracia, luz, poder. Su Espíritu potente
3 El triunfo nos dará;
Si la prueba enviares a mi vida aquí, Clamemos con fe viva,
El dolor, la pena, luto y aflicción, Pidamos sin cesar,
Haz que nunca dude que vendrás a mí, Que Cristo victoriosos
Y que tú lo cambias todo en ben- Nos lleve a descansar.
dición. 4
4 Eterna gloria al Padre
Cuando el fin de todo ya cercano esté Que tantobien nos dio,
Y acabados mire lucha, afán, dolor; Loor a Jesucristo
Cuando al polvo vuelva lo que polvo Que ya nos rescató,
fué, Y gloria al Paracleto
En tu paz eterna guárdame, Señor Que inflama nuestro amor,
V. Mendoza^. Al Trino Dios, amigo
Del pobre pecador.
238. A Todos los Cristianos.
239. Tentado, No Cedas.
A todos los cristianos
Ofrece el Salvador Tentado, no cedas; ceder es pecar;
Descanso en sus mansiones Más fácil sería luchando triunfar;
De gloria, paz y amor; ¡
Valor pues, resuelto, domina tu mal
!

Corramos presurosos Dios puede librarte de asalto mortal.


La
Y
oferta a disfrutar, Coro. —En Jesús pues confía,
pronto viviremos En sus brazos tu alma
Sin cuitas ni pesar. Hallará dulce calma;
2 Él te hará vencedor.
Jesús, el Rey del cielo, 2
Nos llama con afán, Evita el pecado, procura agradar
Allá donde los santos A Dios á quien debes por siempre en-
Con Dios el Padre están; salzar;
94 EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO
No manche tus labios impúdica voz, Roca fuerte, que la muerte
Preserva tu vida de ofensas a Dios. Ni los siglos destruirán;
—Coro. De los fieles los laureles,

3
En tu cumbre lucirán.
Amante, benigno y enérgico sé;
En Cristo tu amigo pon toda tu fe
Veraz sea tu dicho, de Dios es tu ser 241. Valor Cristiano.
Corona te espera, y vas a vencer.
Coro. ¡Valor! ya no me hiere
La más grande aflicción,
Ni en tormentosa duda
240. Tenebroso, Mar Undoso. Maquea mi razón.
Tenebroso, mar undoso
No temo al mundo airado
Vas surcando, pecador;
Ni al padecer atroz
Y el presagio del naufragio,
Si en todome dirige
Acrecienta tu temor.
La voluntad de Dios.
¿Ves no lejos los reflejos
De una amiga y blanca luz? Ya en aguas tempestuosas
Ese bello, fiel destello, O en mar tranquilo aquí,
Es el faro de la Cruz. Yo cifro mi esperanza
Señor, tan sólo en ti.

El ánimo contempla
Anhelado, puerto amado,
Fuente viva de salud;
Con gran felicidad
Anticipadamente
En ti el alma, dulce calma
Gozará sin inquietud.
La eterna claridad.

¿Qué es el mundo ? foco inmundo


De él me quiero retirar, ¿ Quién teme las falanges
Y el tranquilo, grato asilo Que manda el tentador ?
De los justos, disfrutar. Ya hiere nuestra vista
Del cielo el resplandor;
Sus vividos perfumes
¡Oh yo ansio, Jesús mío,
!
Hablando están de Dios.
Revestirme de tu amor, Valor seguid hermanos
¡ !

Adorarte y acatarte
De Jesucristo en pos.
Cual humilde servidor. Medina.
EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO 95

242. Por Cristo es Nuestro ¡Soldados valientes! el triunfo os


E .-FUERZO. pera
Seguid vuestra lucha constante y
Por Cristo es nuestro esfuerzo, tenaz.
El es nuestro Señor,
Su rostro nos anima, Coro. — Cristo nos guía, es nuestro
Gozamos de su amor. Jefe,
Estemos a su lado, Y con nosotros siempre estará
Sumisos a su voz Nada temamos, él nos alienta
Cifrando nuestra gloria Y a la victoria llevarnos podrá.
En ir por él a Dios.
2
Fundados en su gracia Despliegue el cristiano su santa ban-
Podemos trabajar; dera,
Su nombre confesando, Domine baluartes y almenas a mil
Luchando sin cesar; La Biblia bendita conquiste doquiera.
Jamás nos abandona, Y ante ella se incline la turba gentil.
El es nuestro sostén, —
Coro.
Xos lleva a su morada,
Nos guarda el sumo bien.
3 Despliegue el cristiano su santa ban-

Gozozos y entusiastas dera,


Formemos su legión Y luzca en el frente de audaz torreón :

Siguiendo su bandera El monte y la villa, la hermosa


Con todo el corazón. pradera,
Por él es nuestro esfuerzo, Contemplen ondeando tan bello pen-
Le damos nuestro ser, dón. Coro.
Y vamos adelante
Seguros de vencer.
Despliegue el cristiano su santa ban-
dera,
243. Despliegue el Cristiano Su
Predique a los pueblos el Libro in-
Santa Bandera.
mortal.
Despliegue el cristiano su santa ban- Presente a los hombres la luz verda-
dera, dera
Y muéstrela ufano del mundo a la Que vierte ese claro. Luciente fanal.
faz —
Coro.
96 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
Conducidlos cautivos al Libertador,
Despliegue el cristiano su santa ban- Y decid que de balde redime su amor.
dera, — Coro.
Y muéstrese bravo, batiéndose fiel; (Tr.) T. M. Westrup.

Para él no habrá fosos, para él no hay


barrera 245. De Cristo los Soldados.
Que lucha a su lado el divino Em- De Cristo los soldados
manuel. Coro, Levántense gloriosos:
J. B. Cabrera.
Valientesy gozosos
Su enseña hoy seguid.
244. ¡ Trabajad !

2
¡Trabajad! ¡Trabajad! somos siervos El que en Jesús confía
de Dios; Será, sin duda, fuerte,
Seguiremos la senda que el Maestro Retando a la muerte,
trazó Triunfando en la lid.
Renovando las fuerzas con bienes que 3
da, Qué importan del demonio
El deber que nos toca cumplido será. Las iras espantosas,
Son almas victoriosas
Coro. — ¡Trabajad! ¡Trabajad! Las que con Cristo van.
¡
Esperad !
¡ y velad 4
¡ Confiad ! siempre orad
¡ Velemos, y oremos,
Que el Maestro pronto volverá. Hasta que al fin nos diga
2 Ya cese la fatiga
¡Trabajad! ¡Trabajad! Hay que dar Del fuerte lidiador.
de comer
Al que pan de la vida quisiere tener
246. Si Aquí Sufrimos Tanto.
Hay enfermos que irán a los pies del
Señor, Si aquí sufrimos tanto,
Al saber que de balde los sana su Nos brinda el Salvador
amor. Coro. Descanso en sus mansiones
3 De gloria, paz y amor.
¡Trabajad! ¡Trabajad! Fortaleza pe- Corramos presurosos
did; La oferta a disfrutar,
El reinado del mal con valor com- :Y pronto nos veremos
||

batid, Sin cuitas ni pesar. :||


EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO 97

Jesús, el Rey del cielo, No te dé temor sufrir por Cristo


Nos llama con afán Los reproches, o el dolor;
Allá donde los santos Sufre con amor tus pruebas todas,
Con Dios el Padre están. Cual sufrió tu Salvador. Coro.
Mas hoy debernos todos 4
Luchar hasta vencer, No dé temor vivir por Cristo,
te
|
¡Quitando al enemigo Esa vida que te da;
Su cetro y su poder. :|| Si tan sólo en él por siempre fiares,

3
El con bien te sacará. Coro.
Jesús en esta lucha 5
Nos fortalecerá, No dé temor morir por Cristo,
te
Su Espíritu potente Vía, verdad y vida es él
El triunfo nos dará; El te llevará con su ternura
Clamemos con fe viva, A su célico vergel. Coro.
Pidamos sin cesar
|| :Que Cristo victoriosos 248. ¡ Despertad, Despertad, Oh
Nos lleve a descansar. :||
Cristianos!

¡Despertad, despertad, oh cristianos


247. No Te Dé Temor. Vuestro sueño funesto dejad,
Que el cruel enemigo os acecha,
No dé temor hablar por Cristo, Y cautivos os quiere llevar.
te
Haz que brille en ti su luz; Despertad, las tinieblas pasaron,
Al que te salvó confiesa siempre, De la noche no sois hijos ya,
Todo debes a Jesús. Que lo sois de la luz y del día,
Y tenéis el deber de luchar.
Coro. —No dé temor, no te dé temor,
te
2
Nunca, nunca, nunca;
Despertad y bruñid vuestras armas,
Es tu amante Salvador,
Vuestros lomos ceñid de verdad,
Nunca, pues, te dé temor.
Y calzad vuestros pies, aprestados
2 Con el grato Evangelio de paz.
No te dé temor hacer por Cristo Basta ya de profundas tinieblas,
Cuanto de tu parte está; Hasta ya. de pereza mortal,
Obra con amor, con fe y constancia Revestid, revestid vuestro pecho
Tus trabajos premiará. Coro, Con la cota de fe v caridad.
; ! : !

98 EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO


Sin miedo ni quebrantos,
La gloriosa armadura de Cristo Y un cielo de ventura
Acudid con anhelo a tomar, Verás en tu redor.
Confiando que el dardo enemigo 3
No la puede romper ni pasar. Trabaja para el mundo,
Oh cristianos, antorcha del mundo Trabaja para el cielo,
De esperanza el yelmo tomad, Sembrando buenas obras,
Embrazad de la fe el escudo Sembrando en profusión.
Y sin miedo corred a luchar. Virtud es el trabajo,
Alivio y fiel consuelo,
4
No temáis, pues de Dios revestidos,
Y siempre en él se encuentra
De Dios la bendición.
¿ Qué enemigo venceros podrá, D. M. H.
Si tomáis por espada la Biblia,
La palabra del Dios de verdad? 250. Pronto la Noche Viene.
En la cruz hallaréis la bandera,
En Jesús hallaréis Capitán, Pronto la noche viene,
En el cielo obtendréis la corona Tiempo es de trabajar;

A
luchar, a luchar, a luchar Los que lucháis por Cristo,
¡

P. Castro. No hay que descansar


Cuando la vida es sueño,
249. Levántate, Cristiano. Gozo, vigor, salud,
Y es la mañana hermosa
Levántate, cristiano, De juventud*
la
Levántate y trabaja, 2
No dejes que tu vida Pronto la noche viene,
Se pase en la inacción. Tiempo es de trabajar;
El que en el ocio vive Para salvar al mundo
Al Hacedor ultraja Hay que batallar,
No llena sus deberes Cuando la vida alcanza
Ni cumple su misión. Toda su esplendidez,
2 Cuando es el medio día.
Si quieres que la vida De la madurez.
Te ofrezca mil encantos, 3
Si quieres que la dicha Pronto noche viene,
la
Te inspire paz y amor, Tiempo es de trabajar;
Trabaja tú por Cristo, Si el pecador perece,
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 99

Idlo a rescatar,
Aun á la edad provecta, ¡ Luchad luchad por Cristo
Débil y sin salud, En su poder fiad
Aun a la misma tarde Que vuestro brazo es débil,
De la senectud. Y desfallecerá.
Vestios la armadura,
4
Velando en oración,
Pronto la noche viene,
¡Listos! a trabajar.
Y do el pedigro os llame,
No os falte, no, el valor.
¡Listos! que muchas almas
Hay que rescatar. 4
¿Quién de la vida el día ¡Luchad, luchad por Cristo !

Puede desperdiciar? La lid va a comenzar,


"Viene la noche cuando Al ruido del combate,
Nadie puede obrar." El triunfo seguirá.
Epigmenio Velasco. Corona el esforzado,
De vida y luz tendrá,
Y con el Rey de gloria,
251. Luchad, Luchad por Cristo. Por siempre reinará.
G. Calamita.
¡Luchad, luchad por Cristo,
Soldados de la cruz
¡Alzad triunfal bandera, 252. Agobiado sin Descanso.
Enhiesta por Jesús
Agobiado sin descanso,
De triunfo en triunfo siempre,
Mucho llanto derramé,
Sed guardas de su honor,
De la paz dorada aurora
Y haced que el enemigo Tras mis velas esperé;
Se humille ante el Señor.
Hubo día que llegara
Suave acento de amistad;
¡ Luchad, luchad por Cristo ! "¡Animo!" decía, "no temas.
La trompa obedeced; Sigue orando con lealtad."
No huyáis ante el combate,
Que es hora de vencer. Coro. — Temerosos o cansados,
¡Soldados, siempre firmes, Fríos, flacos o tentados,
Con mil, uno, luchad Nunca seamos desconfiados
Y bravos, el peligro, "Sigue orando, sigue orando,'
Valientes, rechazad. Aconseja la verdad.
100 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Lo escucho en los prados, lo busco en
Tú que buscas santos goces la altura,
Deplorando tu maldad, Le grito en la noche, lo miro en la
Sigue orando, porque logres luz.
Y conserves tu heredad; 2
Lucha con tu Dios orando ¡ Cristianos leales ! os llama el Cau-
A sus pies tus penas pon dillo :

Funda en el gran sacrificio Responda a sus voces la santa oración.


De la cruz tu petición. Coro. ¿Tenéis su armadura? Que luzca su
brillo
253. Soldados de Cristo, Tened Al rayo fulgente del vivido sol.
Precaución. 3
Soldados de
¡ Cristo
sus Sigamos
!

Soldados de Cristo, tened precaución, huellas


Que tiende la noche su negro crespón, Libremos batallas, podemos vencer
Y el enemigo se avista ya. Las armas de Cristo son armas muy
¡Alerta, centinela! ¡Alerta está! bellas
2
Ganemos luchando glorioso laurel.
Velad, que sialguno llegase a dormir,
4
En vil servidumbre tendrá que sufrir,
Jesús nos anima, miradle radiante
Y acaso nunca despertará.
¡

Sus labios nos dicen: "¡cristianos,


¡
Alerta, centinela !

Alerta está¡

valor!"
3
Intrépidas huestes, seguid adelante,
La lóbrega noche no os cause pavor, Jesús es un noble, preclaro campeón.
Alcemos los ojos a Cristo el Señor, 5
Y él nuestras frentes alumbrará.
Busquémosle adictos que adoren su
¡Alerta, centinela! —
¡Alerta está!
nombre
4 El triunfo nos toca, luchemos doquier
El día de gloria va pronto a brillar; Contemos su historia y el mundo se
En tanto, cristianos, debemos velar, asombre
Y el enemigo no vencerá. Al ver que ha sabido la muerte vencer.
¡Alerta, centinela! — ¡Alerta está!
255. Desechemos Pueriles Tenores.
254. Luchando por Cristo.
Desechemos pueriles temores,
Un lábaro sigo la Santa Escritura
: Olvidemos antiguo terror;
Me entrego a mi Jefe, mi Jefe Jesús! Recorred la carrera celeste,
— —

EL NUEVO HBIXARIO EVANGÉLICO 101

Revestidos de noble valor. —


Coro. ¡ Mi corona tendrá sus es-
En verdad es estrecho el camino, trellas allí
Y muy débil y flaco el mortal; En las almas que yo rescaté?
Mas se olvida que el Dios poderoso Cuando el sol ya decline y me encuen-
Puede darnos vigor perennal. tre yo en ti
¿ Mi corona de estrellas tendré .'

2
Oh mi Dios tu poder infinito
¡ !
2
Siempre dura constante en su ser. De la fuerza de Dios esperando el
Mientras ves a millones los siglos poder,
Su carrera sin fin recorrer. Trabajar quiero siempre y salvar
En tu fuente que nunca se agota, A
las almas, y al fin, cual estrellas
Nuestras almas su fe beberán; saber
Mas aquellos que en sí sólo fían, Que en mis sienes irán a brillar.
Agotados sin fe, morirán. Coro.

Como el ave veloz subiremos, Oh qué gozo en los cielos será para
¡
!

Y en tu trono te habremos de ver; mí


Con las alas de amor, sin cansancio, Vivas gemas poner a sus pies,
El camino podremos correr. Y tener en mi frente corona que allí
Desechemos pueriles temores, Ornen joyas de tal brillantez Coro. !

(Tr.) V. Mendoza.
Olvidemos antiguo terror;
Recorred la carrera celeste,
Revestidos de noble valor. 257. Mi Esperanza.
J. Mora.
Al pensar en el fin de esta vida fugaz,
Me consuela pensar que Jesús
256. ¿Mi Coroxa Tendrá Sus Es- Ya me dio salvación y con ella la paz,
trellas Allí] Ye se cambian mis dudas en luz.

Sin cesar siempre pienso en la tierra Coro. —En Jesús tenuo paz y no debo
mejor temer
Do ponerse mi sol llegaré;
al Que se" acerque la muerte fatal,
Y alhallarme en los cielos con Cristo Porque al fin de esta vida fugaz yo
el Señor,
_ tendré
i
Mi corona de estrellas tendré ? Libre acceso al Edén Celestial.
! — ; ! — ;; ;

102 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


2 4
Esto me
hace sentirme gozoso y feliz ¡ Oh
Cristo ya quiero tus huellas
!

Porque sé que he de ver a Jesús, seguir


Cuando deje esta vida de luchas y al Ygracia constante de ti recibir
fin Hallar en mis noches contigo la luz,
Me traslade al país de la luz. Coro. Yalivio a mis penas al pie de la
Cruz
<J Vicente Mend iza.

Es mi dicha, mi gloria, pensar en el


fin
De pena y dolor,
esta vida de ^ 259. Yo Quiero Trabajar por el
Pues acabarán mis conflictos aquí
así Señor.
Y estaré con Jesús mi Señor. Coro.
Gumesindo Baideras. Yo quiero trabajar por el Señor,
Confiando en su palabra y en su amor,
Tu Ayuda Yo Q uiero cantar
^ ar
¡Oh Cristo!
Y ocu P ado Sl empre? estar
'
258. °f
Cutero Tener
QUIERO 1ENER.
En ^
viña ^ ^-^
i
Oh tu ayuda yo quiero tener
Cristo !

En todas las luchas que agitan mi ser Coro. Trabajar y orar, —


Tan sólo tú puedes la vida salvar, En la viña, en la viña del Señor
Tú sólo la fuerza le puedes prestar. Sí mi anhelo es orar, ;

2 Y ocupado siempre estar


¡ Oh Cristo ! la gloria del mundo En la YÍña del Señor -

busqué 2
Y ansiosomi vida y afán le entregué. Yo quiero día por día trabajar
Y en cambio mi pecho tan sólo encon- Y
esclavos del pecado libertar,
tro Conducirlos a Jesús,
Torturas sin cuento que el alma apuró. Nuestro Guía y nuestra Luz,
3 En la viña del Señor. Coro.
¡ Oh
Cristo ya quiero llegar a vivir
! 3
De aquellos alientos que tú haces Yo quiero ser obrero de valor,
sentir Confiando en el poder del Salvador
Al alma que huyendo del mal tentador el que quiera trabajar Y
Se vuelve anhelante, se vuelve a tu Hallará también lugar
amor En la viña del Señor. Coro.
EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO
260. Jesús del Hombre Hijo. Si tú a mi lado estás,
Ni perderé el camino
Jesús del hombre Hijo, Si tú guiando vas.
Del hombre Redentor, 2
Amigo del que sufre, El mundo está muy cerca,
¡Bendito Salvador Y abunda tentación;
Permite que te exponga Suave es el engaño
Mi triste condición,
Y es necia la pasión
Y ve lo que me falta, Ven tú, Jesús, más cerca
Sabiendo lo que sov. Mostrando tu piedad,
2 Y escuda al alma mía
Altivo y asediado De toda iniquidad.
De propia estimación, 3
Con paso vacilante Cuando mi mente vague
Por tus senderos voy. Ya incierta, ya veloz,
Me falta ser humilde, Concédeme que escuche,
Me falta abnegación, Jesús, tu clara voz
Me falta ardiente celo Anímame si paro;
I
Me los darás, Señor ? Inspírame también
3
Repréndeme, si temo
Yo leo tu palabra,
En tocio hacer el bien.
La estudio con ardor,
4
Ilustro así mi mente,
Jesús tú has prometido
Pero ¿ y mi corazón ? A todo aquel que va
Me falta aquella ciencia
Siguiendo tus pisadas,
Que da tan sólo Dios,
Que al cielo llegará.
Me faltan luz y gracia: Sostenme en el camino,
i
Me las darás, Señor ?
Y al fin con dulce amor
J. B. Cabrera.
Trasládame a tu gloria,
Mi amigo y Salvador.
261. Jesús, Yo He Prometido. J. B. Cabrera.

Jesús, yo he prometido 262. ¡Oh Dios, Si a Ti Pudiese


Servirte con amor Aproxim lrme.
Concédeme tu gracia, ¡Oh Dios, si a ti pudiese aproxi-
Mi amigo y Salvador. marme
No temeré la lucha Tranquila el alma en celestial recreo,
104 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Y si una luz tuviese en el camino 263. Yo SÉ Que Nada Impuro.
:Que me llevara al celestial Cor-
||
Yo sé que nada impuro
dero :||
Tendrá tu aprobación,
2 Y sé que en tu presencia
¿ Dó aquella paz está que conocía Continuamente estoy.
Cuando al Señor llevé mi amor pri- 2
mero ? Me falta hacia el pecado
¿ Dó aquel reposo está cuando buscaba Sentir honda aversión
||
:En la palabra de Jesús consuelo ?:|l Me falta ser perfecto:

3 ¿Me lo darás, Señor?


Cuan dulces horas disfrutaba en- 3
¡

tonces !
Jesús, del hombre Hijo,
Cuan grato ¡Bendito Salvador!
¡ y dulce aún es su re-
cuerdo !
Ya ves cuanto me falta,
Mas hoy encuentro un árido vacío Ya ves cuan pobre soy.
:Que sólo Dios me quitará del seno. :|| 4
||

A tu piedad me entrego,
4 De mí ten compasión.
Paloma santa, dulce mensajera, Tú puedes darme todo:
La paz devuelve a mi agitado pecho, Pues dámelo, Señor.
Que ya el pecado impuro y vergonzoso J. B. Cabrera.
:Que de mi hogar te desechó, de-
||

testo. :||
264. ¡ Oh Señor ! Derrama en Mi
5 Alma.
El ídolo más grato a mis sentidos, Oh Señor derrama ! en mi alma
Aquel que me postró con embeleso,
¡

Tu poder espiritual,
Del trono bajará que sólo es tuyo Y alcanzar podré la palma
:Y a ti tan sólo adoraré contento.
II :||
En mis luchas con el mal.
Pongo toda mi confianza
Y así podré hasta Dios aproximarme, En Jesús mi Redentor,
Tranquila el alma en celestial recreo; Eres toda mi esperanza,
Y luz divina alumbrará el camino No me dejes oh Señor. ¡ !

:Que me conduce al celestial Cor-


||
2
dero. :||
Buen Pastor, tu oveja libra
(Tr.) Guillermo Cowper. De las garras de Satán.
EL NUEVO UBI X ARIO EVANGÉLICO 105

Has que ya el camino siga Y por doquier hacer sentir


De la luz y la verdad. Qué hizo en mí su amor. Coro.
V. Mendoza.
Ven, Señor, con tu potencia
A prestarme protección,
Ven y salve tu clemencia 266. Venga Tu Reino.
Este grande pecador.
3 Al trono excelso, do en inmensa gloria,
Y hora de la lucha
la Supremo Dios, tu magestad reside,
Con la vida mundanal Suban las voces puras del ferviente
¡Oh Jesús benigno escucha
! Pueblo que pide.
Mi plegaria que a ti va,
Quita todas las maldades
Sobre la tierra, que por patria amada
De este pobre corazón,
Llegue yo por tus bondades Te plugo darnos, libertades brillen;
A la célica mansión. Y no consientas que se forjen nunca
A. M. Avellano. Yugos que humillen.

265. Yo Quiero Ser Cual MiJesús, Pío derrama la esplendente lumbre


De tu evangelio que ilumine al mundo
Yo quiero ser cual mi Jesús, De tu evangelio, manantial de bienes
;

Sirviéndole con lealtad; Siempre fecundo.


Sincero y fiel yo quiero ser,
Cumpliendo su voluntad. 4
Tu reino sea nuestra amada patria,
Coro. —Más y más cual mi Jesús Tu voluntad la ley que veneremos,
En mi vida quiero ser; Y tu Palabra la gloriosa enseña
Alas y más cual mi Señor Que tremolemos.
Seré por su gran poder.
5
2
Danos tu gracia y bendición constan-
Humilde quiero siempre ser tes,
Cual fuera mi Salvador,
Mientras tengamos por mansión el
No quiero glorias ni poder
suelo,
Indignos de mi Señor. Coro.
Hasta el momento en que nos des la
3 nueva
En todo quiero yo seguir Patria en el cielo.
Las huellas de mi Señor, J. B. Cabrera.
—— —
106 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
267. De la Iglesia el Fundamento. Cristo al frente va,
De la Iglesia el fundamento Y la regia enseña

Es Jesús el Salvador; Tremolando está;


Por la obra de su gracia
Le dio vida su Señor; Coro. —Firmes y adelante,
Para hacerla esposa quiso Huestes de la fe,
Sin temor alguno,
De los cielos descender,
Y su sangre por limpiarla
Que Jesús nos ve.
En la horrible cruz verter. 2
2
Al sagrado nombre
Aunque el mundo, combatida
De nuestro adalid,
Tiembla el enemigo
Del error por el vaivén,
Y de cismas desgarrada Y huye de la lid.
Nuestra es la victoria,
La contemple con desdén;
En vigilia están los santos
Dad a Dios loor,
Y jamás cesan de orar; Y óigalo el averno
Lleno de pavor. Coro.
Lo que es hoy tristeza, pronto
Será júbilo y cantar. 3
3
Muévese potente
Al través de sufrimientos La Iglesia de Dios;
Y fatigas y dolor, De los ya gloriosos
El glorioso día espera Marchamos en pos;
En que vuelva su Señor;
Somos sólo un cuerpo,
Consumada su carrera Y uno es el Señor,

Y perfecta su salud,
Una la esperanza,

Entrará libre y triunfante


Y uno nuestro amor. Coro.
En la eterna beatitud. 4
(Tr.) J. B. Cabrera. Tronos y coronas
Pueden perecer;
268. Firmes y Adelante. De Jesús la Iglesia
Fiel habrá de ser;
Firmes y adelante, Nada en contra suya
Huestes de la fe, Prevalecerá,
Sin temor alguno, Porque la promesa
Que Jesús nos ve. Nunca faltara. Coro.
Jefe soberano. J. B. Cabrera,.
EL XUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 107

269. Tu Reino Amo, ¡Oh! Dios.


Bienvenidos los campeones
Tu reino amo, oh Dios, !

Tu casa de oración,
¡

De la fe y de la verdad,

Y al pueblo que en Jesús halló


A quien nuestros corazones
Completa redención.
Hov les brindan su amistad. Coro.
3
2
Bienvenidos los soldados
Tu Iglesia, mi Señor;
Su templo, su ritual De las huestes de Jesús,
Los que luchan denodados
La Iglesia que guiando vas
Con mano paternal. Por el triunfo de la luz. Coro.
3
4
Por ella mi oración, Uno solo es nuestro anhelo,
Trabajamos con tesón
Mis lágrimas de amor,
Por hacer que el Rey del cielo
Y mis cuidados y mi afán
Reine en cada corazón.
Por ella son, Señor. Coro.
F. S. Montelongo.
4
Un gozo sin igual 271. Mensajeros del Maestro.
Me causa en ella estar
Mensajeros del Maestro
Por siempre allí tu comunión Anunciad al corazón,
Anhelo disfrutar.
De Jesús la Buena Nueva
5
De su grande salvación.
Yo que durará,

Mi Dios, cual tu verdad —
Coro. Mensajeros del Maestro,
Y victoriosa llegará Vuestra voz haced oir,
Hasta la eternidad. Y los hombres que la escuchen
F. Dwight. (Tr.j E. A'elasco.
Vida pueden recibir.
270. Jubilosas Nuestras Voces. 2
De los montes en la cima,
Jubilosas nuestras voces
En los valles y en mar, el
Elevamos con fervor, Que doquier Evangelio
el
Para dar la bienvenida IIov se pueda proclamar. Coro.
A los siervos del Señor.
3

Coro. Bienvenidos, bienvenidos, En los antros del pecado
Adalides de Jehová; Y en los sitios de aflicción,
Parabienes no fingidos La.s alegres nuevas vayan
La congregación os dá. A llevar consolación Coro.
108 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
6
Anunciad a los cautivos Guarden gozosos la oveja dócil,
Su gloriosa libertad, Las extraviadas busquen llorando
Al cansado y al caído Y el mismo Obispo de nuestras al-
Buenas Nuevas proclamad. mas
Coro. El premio sea de su trabajo.
V. Mendoza.

272. Al Orden Sacro del Minis- 273. Tú de los Fieles Eternal


terio. Cabeza.

Al orden sacro del ministerio Tú de los fieles eternal Cabeza,


Son recibidos, Dios soberano, De tierra y cielos divinal Señor,
Los que capaces en tu servicio, Sobre tus siervos abre con largueza
Guíen y guarden tu fiel rebaño. Raudales puros de tu inmenso amor.
2 2
Úngelos, Padre, desde los cielos; Ellos al mundo
tus preciados dones
De ciencia y gracia sean colmados, Enseñarán; proclamarán salud:
Y con palabra, virtud y ejemplo, Dales tu gracia, da a sus corazones
Hagan amable tu nombre santo. Por ornamento, santa rectitud.
3
3
Cuando a los hombres con amor en-
Alerta velen cual atalayas,
señen
Y las bocinas al aire dando
De tu Evangelio celestial verdad
Las emboscadas al pueblo avisen
Su ministerio santo desempeñen
Y las astucias del adversario.
Ardiendo el pecho en férvida piedad.
4 4
Con las, divinas piezas de guerra Sabiduría, mansedumbre y celo
De Jesucristo sean armados, De ti reciban, y sagrada unción,
Y en la primera fila combatan, De salvar almas incansable anhelo
Nunca vencidos, jamás esclavos. Y el estimable don de la oración.

Divino fuego arda en sus frentes, Al pecador con caridad corrijan,


El evangelio pon en sus labios, Del flaco sean eficaz sostén,
Haz que rebosen, Dios bondadoso, A los cansados con amor dirijan
Sus corazones amor sagrado. Por los caminos de verdad y bien.
EL NUEVO HIMXAEIO EVANGÉLICO 109

6
Brillen cual astros en tu diestra mano Y cuando desfallezca al fin
Mientra en el mundo inoren del do- Y llegue a sucumbir,
lor; Jesús, que en gloria eterna estás,
Y al poseer tu reino soberano, Acuérdate de mí.
Coronas ciñan de inmortal fulgor. J. B. Cabrera.

B. Cabrera.
J.
275. Obedeciendo Tu Palabra
Dulce.

274. Según Tu Dicho al Expirar. Obedeciendo tu palabra dulce,


Que en humildad oí,
Según tu dicho al expirar Así lo haré, mi dueño moribundo
Que en gratitud oí, Me accordaré de ti.
Me acordaré, mi Redentor, Por mí tu cuerpo ajado, pan del cielo
Me acordaré de ti. Yo sé que es para mí:
Tu sangre beberé y de esta manera
Tu cuerpo herido a mi alma es
Me acordaré de ti.
Divino pan aquí, 2
Y con la copa de tu amor ¿Habré yo de olvidarme del Calvario?
j Tu lucha ver allí,
Me acordaré de ti.
Tu angustia y tus dolores sin que al
3 punto
lLa angustia cruel podré olvidar Me acuerde yo de ti ?
Que en el Getsemaní Al contemplar la cruz en que tu
Sufriste tú, mi Redentor? cuerpo
¿Podré olvidarte así? Clavado fué por mí,
4 Cordero del Señor, entonces puedo
Y cuando el Gólgota al mirar Memoria hacer de ti.
La cruz contemple allí, 3
De Dios Cordero, Redentor, Recuerdo tus dolores, tus bondades
Me acordaré de ti. De las que objeto fui
Por eso mientras viva en este mundo
5 Me acordaré de ti.
Me acordaré de tu dolor, Y cuando desfallezca y llegue el día
Y de tu amor por mí; En que haya de morir,
Y mientras viva oh Señor, ¡ !
Y venga ya tu reino, oh Cristo mío
¡

Me acordaré de ti. Acuérdate de mí.


110 EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO
276. ¡Oh, Pan del Cielo! En el Gólgota apuraste,
Despreciando tu dolor;
Oh, pan del
cielo, dulce bien
¡
Te pedimos que constantes
Más excelente que el maná
Te sigamos con valor.
Si el alma busca tu sostén,
Eternamente vivirá. 3
2 Gracias, oh Jesús, te damos,
¡ !

Oh nuevo pacto del Señor, Los unidos en tu amor,


¡

En santa copa de salud! Gracias mil, pues disfrutamos


Reconciliado el pecador, Tu clemencia y tu favor.
Se acerca a Dios por tu virtud. Tuya fué la cruz, mas nuestra
3 Es la dicha y es la paz
Hambrienta el alma, vengo a tí, Tuya sea la gloria toda
Mi buen Jesús, con viva fe Tuya por siempre jamás.
M. N. H.
Tu mesa es franca para mí,
Y en humildad me acercaré.
4 278. Hoy Venimos, Cual Hermanos.
Sé tú mi pan consubstancial Hoy venimos, cual hermanos,
Que al alma nutra y dé vigor A la Cena del Señor,
Y en vida y júbilo inmortal Acerquémonos, cristianos,
Diré las glorias de tu amor. Respirando tierno amor.
J. B. Cabrera.
2
277. Obediente a Tu Mandato. En memoria de su muerte,
Obediente a tu mandato
Y la sangre que vertió,
Celebremos el banquete
hoy tu grey
Participa,
De tu cena; y con gozo Que en su amor nos ordenó.
Acercámonos con fe; 3
Lo que hiciste en el Calvario Recordando las angustias
Por el pobre pecador, Que sufriera el Redentor,
Anunciamos en tu nombre, Dividida está nuestra alma
Recordando tu amor. Entre el gozo y el dolor.
2 4
Recordamos tus angustias Invoquemos la presencia
¡Oh divino Redentor Del Divino Redentor,
Y la copa de amargura Que nos mire con clemencia
Que por todo pecador Y nos llene de su amor.
;

EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 111

279. Ex Su Cuerpo Traspasado. Y que fieles te seremos,


Buen Jesús, hasta el morir.
En su cuerpo traspasado J. B. Cabrera.
Meditemos con piedad;
En banquete tan sagrado
Su memoria renovad.
281. Dios Bendiga las Almas
Unidas.
Ya la sangre que a torrentes
Derramara el Salvador, Dios bendiga las almas unidas
Recordemos reverentes Por los lazos de amor sacrosanto,
En la Cena del Señor. Y las guarde de todo quebranto
3 En el mundo, de espinas erial.
Invocamos tu presencia, Que el hogar que a formarse comienza
Compasivo Redentor, Con la unión de estos dos corazones,
Que nos cubra tu clemencia Goce siempre de mil bendiciones
Concediéndonos tu amor. Al amparo del Dios de Israel.

280. La Santa Cena.


Que el Señor, con.su dulce presencia,
Amoroso nos convida Cariñoso estas bodas presida,
Cristo a su communión, Y conduzca por sendas de vida
Y nos da el pan de vida A los que hoy se han jurado lealtad.
Y el cáliz de redención. Les recuerde que nada en el mundo
2 Es eterno, que todo termina,
A tu dulce llamamiento Y por tanto con gracia divina,
Acudimos, oh Señor Cifrar deben la dicha en su Dios.
Que en tu comunión aumento
Tengan nuestra fe y amor.
Que los dos que al altar se aproximan
3
En lugar de tantos dones
A jurarse su fe mutuamente,
Busquen siempre de Dios en la fuente
¡ Qué
podemos ofrecer i
El secreto de dicha inmortal.
Toma nuestros corazones, Y si acaso de duelo y tristeza
Nuestras almas, nuestro ser.
Se empanasen sus sendas un dia,
4 En Jesús hallarán dulce guía
En tu mesa, prometemos Que otra senda les muestre mejor.
En tu santa lev vivir, Dani.-l Hall.
; ; ; ;

112 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


282. Esucha, ¡
Oh Dios la Oración.
!

Amémonos, hermanos;
Escucha, oh Dios la oración
Que
¡

se dirige a tí
!

Y en nuestra santa unión


No existan asperezas
Por los que en perdurable unión.
||
:Ni discordante voz:||
Se enlazan hoy aquí.
2 5
Una mirada de bondad Amémonos, hermanos
Otórgales Jesús, Y al mundo pecador
Infunde en ellos la piedad, Mostremos cómo viven
Y dales pura luz. ||
Los que salvados son. :||

3 6
Su amor bendice, Dios de paz Amémonos, hermanos;
Haz que se amen bien, Con todo el corazón:
Y que sin entibiarse, más Lo ordena el Dios y Padre,
Unidos siempre estén. ||
:Su ley es ley de amor. :||

4 J. B. Cabrera.
Sobre ellos haz, Señor, bajar
Tu santa bendición, 284. Hijos del Celeste Rey.
Para que puedan alcanzar
La eterna salvación. Hijos del celeste Rey,
Dulces cánticos alzad
283. Amémonos, Hermanos. Al Pastor de nuestra grey,
Arriémonos, hermanos, Y alabanzas entonad.
Sólo del benigno Dios
Con tierno y puro amor
Que un solo cuerpo somos, Yiene la felicidad;
Si marchamos de él en pos,
||
:Y nuestro Padre es Dios. :||

2
Mostrarános su bondad.
Amémonos, hermanos 2
Lo quiere el Salvador, Si temimos con razón
Que su preciosa sangre Algún tiempo al tentador,.
||
:Por todos derramó. :|| Hoy alienta al corazón
3 Cristo el gran libertador.
Amémonos, hermanos; Lejos, pues Inrya el temor:
En dulce comunión; Cierta es ya la redención,
Y paz y afecto y gracia Mas pensemos con temblor
II
:Dará el Consolador. :|| En la eterna salvación.
; !! ! ; !;! ;

EL NUEVO HIMNABIO EVANGÉLICO 113

Y en tu seno adormecidas
Con Jesús podremos ir Reposamos, buen Pastor
¡

Por senda celestial;


la 4
No nos dejará morir Sólo en pos de tus pisadas,
Abismados en el mal. Conducidas por tu amor,
El es sólo el Sumo Bien Marchan todas las manadas
En él siempre confiad. Al redil del buen Pastor.
Pues comprónos un Edén Las ovejas celebramos
Por toda una eternidad. Del Pastor el grande amor.
(Tr.) J. B. Cabrera. Sólo en tí nos reposamos,
¡Oh Jesús, nuestro Pastor
285. Las Ovejas Celebramos.
286. Los Santos de la Tierra.
Las ovejas celebramos
Del Pastor el grande amor; Los santos de la tierra y los del cielo
Sólo en ti nos reposamos, Componen una sola comunión
Olí Jesús, nuestro Pastor
Todos la gracia del Señor reciben
¡

Cual ovejas claudicantes Unidos por loz lazos del amor.


Anduvimos sin tu amor, 2
De los pastos abundantes Como un ejército del Dios viviente,
Alejadas, ¡buen Pastor! Su voz nos es forzoso obedecer;
2 Una parte ha cruzado ya el torrente
Por los montes afanoso Y la otra parte cruzará después.
Nos buscaste con amor; 3
Para darnos el reposo ¡Vedlo millares su inmortal morada
!

En tu seno, buen Pastor


¡
Van cada día alegres a buscar;
Al buen prado en que pacemos Nosotros ya llegamos a la orilla
Nos conduces con amor; Pronto tras ellos hemos de pasar.
La voz tuya conocemos 4
Si nos llamas, buen Pastor ¡
¡Señor Jesús sé siempre nuestro guía,
!

3 Aplaca de las olas el furor


Tú nos das el pasto sano Haznos al fin anclar allá en el ciclo
Y nos guardas con amor; Como en el puerto de la salvación.
Las ovejas en tu mano
Nada temen, buen Pastor !
287. Tocad Trompeta Ya.
¡

En tu aprisco reunidas Tocad trompeta ya,


Nos contemplas con amor; Alegres en Sión
114 EL NUEVO HIMNABIO EVANGÉLICO
Al mundo publicad
Eterna redención. De un siglo en otro siglo
:"Este es el año de bondad,
|| :|| Pasando las edades,
Volved a vuestra libertad." Eternas sus bondades
2 Innúmeras serán;
A Cristo proclamad, Y sin cambiar en nada,
Decid que ya murió, Nuestros hijos y nietos,
Y con su potestad De su verdad completos
La muerte destruyó: Los dones gozarán.
Carvajal.
:"Este es el año de bondad,
|| :||

Volved a vuestra libertad."


3 289. Esuchad, Jesús Nos Dice.
Vosotros que al favor
Escuchad, Jesús nos dice
Del cielo despreciáis, " ¿Quiénes van a trabajar?
Ved que por el amor Campos blancos hoy aguardan
De Cristo lo alcanzáis.
Que los vayan a segar. '

:"Este es el año de bondad,


|| :||
El nos llama cariñoso,
Volved a vuestra libertad." Nos constriñe con su amor
4
¿ Quién responde a su llamada
Llamadles con amor, '
Heme aquí, yo iré, Señor ?
'
'

Decidles que en verdad


2
En Cristo el Salvador Si por tierras o por mares
Hay plena libertad. No pudieres transitar,
||
:"Este es el año de bondad, :||
Puedes encontrar hambrientos
Volved a vuestra libertad."
Carlos Wesley. (Tr.) G. H. Rule. En tu puerta que auxiliar;
Si careces de riquezas,
288. Del Uno al Otro Polo. Lo que dio la viuda da;
Si por el Señor lo dieres,
Del uno al otro polo, El te recompensará.
Los pueblos y naciones, 3
Con plácidas canciones Si como elocuente apóstol
A Dios glorificad; No pudieres predicar,
Pues su bondad inmensa Puedes de Jesús decirles
Revela a cada instante Cuánto al hombre supo amar;
Para que el hombre cante Si no logras que sus culpas
Eterna su verdad. Reconozca el pecador,
EL NUEVO HIMXAKIO EVANGÉLICO 115

Conducir los niños puedes Del África los ríos


Al benigno Salvador. Al más lejano mar,
Daniel March. Del Evangelio Santo
La dulce voz resuene
290. De Heladas Cordilleras. De paz y gozo llene
De heladas cordilleras,
Las almas sin cesar.
De playas de coral,
De etiópicas riberas
Del mar meridional, Las sombras disipando
Nos llaman afligidas De todos los errores,
A darles libertad,
Esparza sus fulgores
Naciones sumergidas Cual esplendente luz
En densa obscuridad.
Y anuncie a los mortales,
2
Que borra su pecado,
El que menospreciado
Nosotros, alumbrados
Murió sobre la cruz.
De celestial saber,
¿A tantos desgraciados
Veremos perecer '!

A las naciones demos No más profanos ritos,


De Dios la salvación; No más supersticiones;
El nombre proclamemos A Dios los corazones.
Que obró la redención. Pues suyos son, se den.
Del Hijo sacrosanto
3
Llevada por los vientos
Venere el dulce nombre
La historia de la cruz,
Que en él encuentra el hombre
Salud, reposo y bien.
Despierte sentimientos
De amor hacia Jesús
Prepare corazones,
Enseñe su verdad ¡Señor la mies es mucha,
!

En todas las naciones Son pocos los obreros;


Según su voluntad. Levanta misioneros
Reginald Heber. En esta gran nación
Hasta que tu Evangelio
291. Desde los Himalayas. Resuene por do quiera,
Desde los Himalayas
Y obtenga el mundo entero
De ti la salvación.
Al frígido Pirene, Reginald Heber. (Tr.)
116 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
292. Dominará Jesús el Rey.
Por él se harán plegarias incesantes,
Dominará Jesús el Rey Que habrán de ser corona a su cabeza
En todo país que alumbra el sol, Su nombre subirá como un perfume
Regido por su santa ley, A la mansión donde por siempre reina.
Y puesto a prueba en su crisol. 3
2
Relatará su amor en dulce canto
Le ensalzarán en la canción Toda nación en toda humana lengua;
Que eternamente elevarán; Será alabar sus pródigas mercedes
En nombre de él cada oración, Primer esfuerzo de la infancia tierna.
Cual un perfume suave harán. 4
3 Donde bendición abunda;
él está, la
Paganos mil traerán su don, El preso rompe su cruel cadena,
Delante de él se postrarán Come el hambriento, duerme el afli-
Y los que aun rebeldes son gido,
La tierra, tristes, lamerán. Descanso eterno el fatigado encuentra.

4 5
Propicio en tonces bajará La maldición, la muerte desaparecen
Rocío fertiliza dor Donde él sus medios de curar de-
spliega,
Del poderoso librará
Al que no tiene ayudador. Y de Adam por
las tribus él recobran
Bienes mayores que los que él perdiera.
5
6
El grano que en la cima cae,
Que toda criatura se levante,
Cual Líbano en su conmoción,
Admiración su mies atrae,
Y al pie del Rey con su tributo venga
Del cielo baje célica armonía,
Y todo en El es bendición. Y un largo Amén ! repetirá la tierra.
Isaac Watts. ¡

Mora.

293. Jesús Ha de Reinar Mientras 294. Ya la Noche Terrible Ha


al Mundo. Pasado.
Jesús ha de reinar mientras al mundo Ya la noche terrible ha pasado,
Alumbre el sol en su eternal carrera Nuestra suerte funesta cambió,
;

Se extenderá su imperio a toda orilla, Porque Cristo ha borrado el pecado


Y abarcará por fin toda la tierra. Con su sangre que amante vertió.
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 117

Que los cielos y tierra se alegren 296. Morir Sólo es Resucitar.


Porque Dios nos sacó del error,
Morir sólo es resucitar
Y los hombres sus almas entreguen En la eternal mansión de amor,
Al servicio del gran Redentor. Donde mortal, del Salvador
el

2 Los ricos dones va a gozar.


f
Ya aurora y el día esclarecen
la La vida entera sólo es
De su santa palabra y verdad, Ligera sombra ante la luz
Y las falsas doctrinas perecen De la que ofrece el buen Jesús
Porque Dios nos miró con piedad. A quien le sirve sin doblez.
Que de Dios la palabra infalible 2
Pura, santa, sin mancha ni error, Morir sólo es resucitar
Se predique con gozo indecible Para el discípulo, que fiel
De la tierra en su gran derredor. Sus huellas sigue fiando en él
Arcadio Morales. Su porvenir, sin vacilar.
Sus obras no pudieran, no,
Salvarlo, nunca, o su virtud,
295. Oye Lo que la Voz Celeste Pues sólo da eternal salud
Dice. Quien en la cruz por nos murió.
3
Oye lo que la voz celeste dice
De los que en paz con el Señor mu- Morir sólo es resucitar
rieron
Para el que en ti creyó, Señor
:

Su nombre exhala aromas y perfumes, Y es tal la gracia de tu amor

¡Blando es su lecho y su dormir di-


Que quien creyó, se ha de salvar.
||

choso.
Acoge el alma que de aquí
:||
De eterna dicha vuela en pos
Tu seno puro, abre oh Dios,¡ !

Murieron en Jesús, y son benditos, Y eternamente viva en ti.

Su espíritu acaricia gratos sueños;


Y de las asechanzas de este mundo
297. ¿Por Qué Lamentamos?
|| -.Incólumes y candidos salieron. :|| ¿Por qué lamentamos si marcha el
hermano,
3
Purificados de terrena mancha,
Por qué ante su tumba temblamos de
Dios los acoge en su benigno seno, horror,
Y en aquel buen hogar de santa gloria Si todos creemos que vive su alma,
||¡Gozan felices galardón eterno. Y Cristo la estrecha en sus brazos de
:||
Mora. amor ?
118 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO'
2 298. Son Tus Designios, Padre.
¿No estamos nosotros viajando hacia a . . _ _ .
t
__
n designios Padre, inescrutables,
arriba
También, y siguiendo del tiempo el
^
un ™ la mente pudo comprenderlos,
Pues la existencia que sin íin parece,
volar ^
Es P asa 3 era -
Jamás anhelemos retraso en las horas
Que al Dios bondadoso nos han de 2
acercar. ¿Dónde el hermano
está que ayer
o podía
-n -,
n Lleno de vida levantar la frente?
Medrosos temblamos llevando a la
Quieto reposa el sueño de la muerte
tumba Así es la vida.
El cuerpo que yerto dejamos allí;
Mas hoy recordamos que Cristo muri- 3
endo Tuyos los cielos son, y tuyo el mundo,
Eterno perfume dejó tras de sí. Tuya la misma vida que alentamos
Y puedes tú, por tanto, recogerla
4 # Cuando lo quieres.
De todos los suyos bendijo el sepulcro,
Y el lecho de todos su gracia ablandó. _
*
0mt ^ M
que mueren ¿dó harán su Ensénanos, Señor, bajo tu sombra
Los cuerpos
descansar conñados, y permite
descanso
mismo Jesús descansó? Q ue estemos siempre listos al llamado
Si no donde el
Que tu nos hagas.
5
5
De
Y
levantóse subiendo a los cielos,
allí
al hombre el camino dignóse ense-
p
Nunca
sQn
mente
designios ig nor ados,
^ do co renderloS)
^
nar,
Pues la existencia que sin fin parece,
También al Señor volarán nuestros Es pasajera.
CUerpOS Epiginenio Velasco.
El día tremendo del gran despertar.
6 299. Voy al Cielo, Soy Peregrino.
Kesuene del ángel
"Hermanos,
la aguda trompeta
sueno letal sacudid,
el
Alzaos, naciones que es ais bajo tierra
¡Oh, justos, benditos al cielo subid!
^ ¿¿J^ •
peregrino,

yeraz
% on Jegus
*

^
cruz _
EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 119

Coro. —Voy al cielo, soy peregrino,


A vivir eternamente con Jestís. Trabajas y sufres aquí pecador;
El pan que tú comes tendrás con su-
dor:
Duelo, muerte, amarga pena
Nunca, nunca habremos de sufrir alia
Mas Dios te reserva por suerte mejor
;
Primicias celestes de eterno valor.
Gloriosa vida de gozo llena
El alma mía sin fin disfrutará. Coro.
Oh sí, venid, venid ¡
!

El cielo es del alma la patria mejor.


3
Patria santa, hermosa y pura; 301. Sióx del Cordero.
Entraré a ti, salvado por Jesús Sión del Cordero, santa y gloriosa
Y gozaré siempre la ventura Virgen esposa de nuestro Dios;
Con él viviendo en refulgente luz. Eterna gloria tu vestidura,
Coro. Cuya hemosura es sin igual.
Estrella de Belén.
Hermosas perlas tus puertas son,
Son luz fulgente del Dios de Amor,
300. Venid, Pecadores.
Jaspe tus muros oh Sión eterna
¡

Eres la reina de mi Señor.


Venid, pecadores, que Dios por su
2
amor
Al
De pedrerías tu construcción,
cielo nos llama, que es patria me-
Tu templo santo el Dios de amor,
jor;
Do nunca la aurora perdió Tu lumbre jaspe cristalizante,
su fulgor;
Cual gloria eterna del Santo Dios.
Do brilla la gloria del Dios
Creador.
Soy del Cordero, soy del Señor,
Oh sí, venid, venid
¡

Madre benigna de hijos soy.


Al cielo nos llama, que es patria me-
Son incontables los redimidos
jor.
Que con su sangre Cristo compró.
2 3
Dejemos, hermanos, aparte el dolor; Es oro puro tu plaza oh ¡ ! Sión,
Que arriba en los cielos el mundo Tu luz eterna, el Salvador.
cantor En cada puerta de tu mansión
De espíritus puros, proclama Señor Se encuentra un ángel fiel del Señor.
A Cristo Dios hombre, el gran Re- Allí está el trono del Dios de amor,
dentor. También sus siervos que a él llamó
¡Oh sí, venid, venid ! Por siempre viven en perfección
Allí son eternos la paz y el amor. Y escrito tienen, ''Santos de Dios."
120 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
El es mi gozo ya;
¡Oh santa Iglesia, eterna Sión,
! ||
:A1 cielo voy. :||

Estrella de Belén.
Tu esposo es Cristo, bendito Dios;
Tus hijos santos tu gloria son
Gloria del Padre, del Dios de Amor. 303. Arrolladas las Neblinas.
¡Oh! dicha eterna, ¡oh! Buen Señor,
Eterno, inmenso, cuan bueno sois Arrolladas las neblinas,
¡

Gloria al gran nombre del Salvador


A la vista el
esplendor
Canten tus santos de corazón. De las sierras y las rías,
A la luz y amor del sol;
Del Señor el arco viendo,
302. Yo Voy Viajando, Sí.
De promesas la señal,
Yo voy viajando, sí,
Con amigos verdaderos,
:A1 cielo voy
Gozaremos claridad.
|| ;:||

Y voy cantando así


|| :A1 cielo voy. :||
Coro. —
Como nos conocerán,
Llegaremos a tener
Tu muerte en la cruz
Me lleva a la luz,
Pleno y recto entendimiento,
Paz, tranquilidad, placer;
Do te veré, Jesús;
:A1 cielo voy. :||
Juzgaremos justamente
||

Sin las nieblas del ayer.


2
Si penas hay aquí, 2
||
:A1 cielo voy; :|| Caminar atribulados
No las veré allí, Contemplando el porvenir
||
:A1 cielo voy. :||
Es sombrío, duro y largo
Contigo, mi Señor, En la soledad sufrir.
En gloria y amor, Mas la voz, " Venid, benditos,"
No sentiré dolor: A las penas fin pondrá;
:A1 cielo voy. :||
||
En la aurora allá reunidos,
3 Gozaremos claridad. Coro.
Del mundo de dolor 3
||
:A1 cielo voy, :|| Todos dicha rebozando,
Con calma y valor, Del gran soldio en derredor,
||
:A1 cielo voy. :|| Entre amantes, entre amados,
¡
Qué gusto me dará Recta y santa comprensión,
A Cristo ver allá! Do los redimidos cantan
EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 121

Su rescate sin cesar,


Una vez rasgado el velo Nos veremos en el río
Gozaremos claridad. Coro. Nuestro viaje concluyendo,
(Tr.) Anuie Herbert. Suaves melodías oyendo,
Alabando al Dios de amor. Coro.
Robert Lowry. (Tr.;
304. Nos Veremos ex el Río.

I
Nos veremos en el río
Cuyas aguas argentinas 305. Jerusalem la Excelsa.
Nacen puras, cristalinas Jerusalem la excelsa,
Bajo el trono del Señor *
Gloriámonos en tí,
Perpetuo, caro ensueño,
Coro. — Oh,
¡ sí, nos congregaremos
De la grey tuya aquí;
De ese río a la ribera,
La grey que ya tus glorias
De la vida verdadera
En lontananza vé;
Que nace del trono de Dios
Y al verlas, sus afanes
2
Redobla por la fe.
En las márgenes del río
2
Que frecuentan serafines.
Y embellecen querubines, Jesús te está alumbrando
Da la dicha eterna Dios. Coro. Y tú tributas loor
3
A aquel que fué inmolado,
El vergel que riega el río Tu esposo y Redentor.
De Jesús es la morada; ¡
Qué gozo me es, tranquila,
El mal nunca tiene entrada Eterna habitación,
Allí sólo reina Dios. Coro. Saber que en ti termina

Mi peregrinación!
4
3
Antes de llegar al río A íi dulce patria
Nuestra carga dejaremos: amada,
Libres todos entraremos
NXi gozo tú serás;
Feliz patria deseada,
Por la gracia del Señor. Coro.
r- l
Contemplaré tu faz !
O
¡Ten gozo, tú que gimes
Tiene faz risueña el río:
Y en polvo siempre vas,
Pues la de Jesús refleja, Pues con quien te redime
La que de su grey aleja Por siempre reinarás!
Todo mal, todo dolor. Coro. Bernardo de Cluny. (Ar. y Tr.)
122 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
306. Hay un Mundo Feliz Más
Allá. Ya siento el fuego de los amores,
De los amores del grato Edén;
Hay un mundo feliz más allá, Ya no me acosan crudos dolores
Donde cantan los santos en luz, Porque contemplo a Jerusalém.
Tributando su eterno loor
Al invicto, glorioso Jesús. 4
Padre, en tu regia, santa morada,
Coro. —:En el mundo feliz,
1| :||
Donde la dicha no tiene fin
Allí mi patria miro esmaltada
Reinaremos con nuestro Señor;
:En el mundo feliz,
|| :||
De bellas flores de tu jardín.
Eeinaremos con nuestro Señor. 5
2 Llévame, oh Padre, para consuelo
Cantaremos con gozo a Jesús, Nada en la tierra yo espero ya;
Al Cordero que nos rescató, Llévame al cielo, llévame al cielo,
Y con sangre vertida en la cruz Que allí tan sólo mi dicha está.
Los pecados del mundo quitó. Coro.
3
308. Buscamos la Patria' de Justos
Para siempre en el mundo feliz,
y Santos.
Con los santos daremos honor
Al invicto, glorioso Jesús; Buscamos la patria de justos y santos
A Jesús, nuestro Rey y Señor. Coro. Do mora la dicha, do reina el amor;
H. G. Jackson.
Dejad, pecadores, fugaces encantos,
Que ciegan y llevan a eterno dolor.
307. Alza Tu Canto, Oh Lengua 2
Mía !

Felices viajeros, alegres marchemos,


Alza tú canto, oh lengua mía
¡ !
Allí Dios delicias eternas dará
Alza tu canto, mi corazón. Que sobre collados de gloria andaremos
Llénese al alma de alegría, Y herencia el paraíso de todos será.
Con alegría de devoción. 3
2 Deseamos, hermano, en camino lle-
Vuelen al cielo los ecos santos varte,
Que arranco alegre de mi laúd Por ti detenidos estamos, oh vén
¡
!

Vuelen al cielo mis dulces cantos, En Cristo confía que anhela salvarte
Mis dulces cantos de gratitud. Y fiel te promete su célico Edén.
EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO 123

310. Jerusalem Celeste.


Tal vez desconfiado te estás pregun- Jerusalem celeste
tando, Visión de paz dichosa,
¿Quién puede mi negra conciencia De Cristo santa esposa,
limpiar f Radiante de esplendor
Jesús es el único: vén, pues, orando: Tu fábrica es divina,
" Señor, haz que pueda al paraíso lle- Son vivos tus sillares,
gar." Y de ángeles millares
M. Cosido.
Te ciñen en redor.
2
309. Ex PRESE^x IA Estar de Cristo.
,

Ciudad del Rey eterno,


En presencia estar de Cristo, De perlas son tus puertas,
Ver su rostro, ¿ Qué será Continuamente abiertas
Cuando al fin en pleno gozo Al mísero mortal
Mi alma le contemplará ?
Y en tu recinto moran
Los que por fe se elevan
Coro. — Cara
¡ a cara espero verle
Y el sello augusto llevan
Más allá del cielo azul
Del Verbo celestial.
Cara a cara en plena gloria 3
Felices moradores
He de ver a mi Jesús
2
En ti perenne canto
Profieren al Dios santo,
Sólo tras obscuro velo
Hoy lo puedo aquí mirar, Que de ellos se apiadó;
Mas ya pronto viene el día Y honor y gloria entonan
Al ínclito Cordero,
Que su gloria ha de mostrar. Coro.
3
Que amante en el madero
Cuánto gozo habrá con Cristo Por ellos se inmoló.

Cuando no haya más dolor,


Cuando cesen los peligros
Al mismo Cristo amamos,
Y ya estemos en su amor. Coro. Y al mismo Dios servimos,
4 Los que por fe vivimos,
Cara a cara, cuan glorioso Ansiando a tí volar;
Ha
¡

de ser así vivir


Y pronto gozaremos,
Ver el rostro de quien quiso Pasando tus umbrales,
Nuestras almas redimir Coro. !
Las dichas eternales
V. Mendoza. (Tr.) Del suspirado hogar.
124 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
311. ¡Oh! Quien en Ti Morara.
Oh quién en ti morara,
!
¡ Ohquién allá morara
!

Si yo en su derredor
La celestial Sión,
Tuviera ya tendido
Del redimido patria
Mi blanco pabellón;
Y alcázar de mi Dios!
A su agradable sombra
Allí sin inquietudes,
Disfrutaría yo
Sería mi canción
La gloria de la gracia
Un Aleluya eterno Del Rey, mi Salvador.
Al Rey mi Salvador. P. Castro.
2
¡Oh quién allá morara
! 312. ¿Que Será? ¿Que Será?
Tu pronta aparición Presentimos del mundo dichoso
Estrella matutina
Los placeres que Dios nos dará,
Espero con ardor; El país lo creemos hermoso
Tráeme alegres nuevas Mas hallarnos allí ¿qué será?
Del día que en Sión
Veré en su plena gloria
Al Rey mi Salvador.
Coro. —
¿ Qué será ? ¿ Qué será ?
Mas hallarnos allí ¿ qué será ?
¿Qué será? ¿Qué será?
¡ Oh ! quién allá morara Mas hallarnos allí ¿ qué será ?
Prodúceme aflicción
2
Pensar que aún al mundo Esperamos el gozo, la gloria,
Tan apegado estoy. La grandeza que tendrá
sin fin
Las cuerdas que te atan El mortal que ganó la victoria
Quebranta, corazón, Mas hallarnos allí ¿ qué será ? Coro.
Y sube a la presencia
3
Del Rey, mi Salvador. Anhelamos el día esplendente
4 Que en el santo país brillará,
¡
Oh quién allá morara
!
Por Jesús el Cordero inocente
Mi agradecida voz Mas hallarnos allí qué será ? Coro.
¿
Alegre cantaría 4
Los himnos de Sión; Bien sabemos que llanto, ni duelo,
Y allá do resplandece Ni pecados ni males habrá
En día eterno el sol,
En la casa de Dios en el cielo
Vería en su hermosura Mas hallarnos allí ¿ qué será ? Coro.
Al Rey, mi Salvador. H. M.
EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 125

313. La Siembra. Yo diré con placer a aquella alma


Que te inunden sus ondas de luz.
Sembraré la simiente preciosa Coro.
Del glorioso Evangelio de amor,
Sembraré, sembraré mientras viva,
Dejaré el resultado al Señor. Al que vague buscando una fuente
Do apagar de su sed el ardor,

Coro. Sembraré, sembraré Lo guiaré con amor diligente
Mientras viva, simiente de amor. A Jesús, la gran fuente de amor.
Segaré, segaré Coro.
Al hallarme en la casa de Dios.
2
Sembraré en corazones sensibles
Al cansado que busque reposo
Sin hallarlo en su duro penar,
La doctrina del Dios de perdón.
Sembraré sembraré mientras viva Le diré que reciba el bondoso
'"Ven a mí, yo te haré descansar. ''-
Dejaré el resultado al Señor. Coro.
Coro.
3 A. Fernandez.
Sembraré en corazones de mármol
La bendita palabra de Dios.
Sembraré sembraré mientras viva, 315. Meditad ex Que Hay un
Dejaré el resultado al Señor. Coro. Hogar.
A. Fernandez.
Meditad en que hay un hogar
314. Yo Guiaré.
En la margen del río de luz.
Donde van para siempre a gozar
Yo guiaré al peregrino extraviado Los creyentes en Cristo Jesús.
Bondadoso hasta el pie de la cruz
Yo diré al corazón angustiado: Coro. —Más- allá, más allá.
Hallarás tu consuelo en Jesús.
Meditad en que hay un hogar,
Más más allá, más allá.
Coro. —Yo guiaré, yo guiaré En
allá,
la margen del río de luz.
Al sediento de vida y de luz.
Yo guiaré, yo guiaré
Al perdido a los pies de Jesús. Meditad en que amigos tenéis
2 De los cuales merchamos en pos,
Yo diré al que buscare la calma Y pensad en que al fin Los veréis
Que se llegue al amante Jesús En el alto palacio de Dios. Coro.
! ——
; ; ; ; ———
126 EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO
Y allí en tu gloria llevan la palma
En que mora Jesús meditad De la victoria, viendo tu faz.
Donde seres que amamos están, M. Cosido.

Y a la patria bendita volad


317. Yo Espero la Mañana.
Sin angustias, temores ni afán. Coro.
4 Yo espero la mañana
Reunido a los míos, seré De aquel día sin igual,
Mi carrera a su fin toca ya De donde la dicha emana
En mi hogar celestial entraré Y do el goce es eternal.
Do mi alma reposo tendrá. Coro.

Coro. Esperando, esperando
Otra vida sin dolor,
316. En las Eegiones Inmaculadas. Do me den la bienvenida
En las regiones inmaculadas, De Jesús mi Salvador.
Ricas mansiones que Dios nos da; 2
Hay muchas cosas grandes y amadas Yo espero la victoria,
Y muy preciosas : Cristo allí está. De la muerte al fin triunfar, —
2 Recibir la eterna gloria
Cielo provisto de las delicias Y mis sienes coronar. Coro.
De Jesucristo, cielo de amor 3
Los convidados cantan albricias, Yo espero ir al cielo
Siendo llamados por el Señor. Donde reina eterno amor;
3 Peregrino soy, y anhelo
Sitio sagrado do ventura
la Las moradas del Señor. Coro.
Se ha conservado sitio del bien 4
Gloria inefable siempre segura Pronto espero unir mi canto
Y perdurable, gloria de Edén. Al triunfante y celestial,
4 Y poder cambiar mi llanto
Los que aquí esperan, ¡Dios santo y Por un canto angelical. Coro.
Pedro Grado.
bueno
Y te veneran, creen en ti 318. Yo Consagro a Ti Mi Vida.
Los que tú llamas, hacia tu seno,
Porque los amas, gozan allí. Yo consagro a ti mi vida
5 ¡Oh querido y buen Jesús,
!

Nueva existencia, goces del alma, Y tu mano bendecida


Por tu presencia, tienen la paz Llevaráme en clara luz.
EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO 127


Coro. Trabajando, trabajando,
Viviré por mi Señor, He léido de aquellas mansiones
Buenas nuevas anunciando Que el Maestro nos fué a preparar,

Al perdido pecador. Y los santos que aquí han sido ñeles

2 Allívan para siempre a gozar


Donde muerte, dolor ni el pecado
Mil temores y mil dudas
Por doquier me asediarán; Ya no pueden hacer ningún mal
Pero tú, Jesús, me ayudas Y aunque hablamos de tanta belleza
Y arredrarme no podrán. Coro. No se ha dicho aún la mitad. Coro.
3
Con placer y amor me alisto He léido de niveos vestidos
En las huestes de la fe, Y coronas que han de ostentar,
Fortaleza me da Cristo Los que han sido llamados del Padre
Y sin duda venceré. Coro. A gozar de su gloria eternal.
4 De los justos, por siempre benditos,
Obtendré feliz victoria En sus calles de oro andarán.
Los soldados del Señor De esta historia gloriosa y sublime
Se verán llenos de gloria No se ha dicho aún la mitad. Coro.
De este mundo en derredor. Coro. 4
Isabel P. Balderas.
He
Cristo benigno
leído de un
Que al más vil pecador limpiará,
319. De Celeste País He Leído. Y
que paz y perdón le confiere
De celeste país he leído, Al que humilde y sincero a él va.
Do se encuentra una hermosa ciudad He leído que él nos proteje
Cuyas calles benditas son de oro Si seguros queremos estar;
Y de jaspe su muro eternal. Y aunque tanta bondad se pregona,
Al través de sus calles deslumhra No se ha dicho aún la mitad. Coro.
De sus aguas de vida el cristal
Y aunque se habla de tanta excelencia
320. Cuando Allá Se Pase Lista.
No se ha dicho aún la mitad.
Cuando la trompeta suene
Coro. —Noha dicho avin la mitad,
se En aquel día final,
No se ha dicho aún la mitad. Y que el alba eterna rompa en clari-
De aquella ciudad tan gloriosa dad ;

No se ha dicho aún la mitad. Cuando las naciones salvas


128 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
A su patria lleguen ya, —
Coro. ¡Un hogar Dios nos da,
Y que sea pasada lista, allí he de Yen su seno el alma fiel
estar. Sin temor vivirá!
2
Coro. — Cuando allá se pase lista,
Vuestro hogar aquí no está,
Cuando allá se pase lista, Cuanto veis en redor,
Cuando allá se pase lista, A la nada volverá
Cuando allá se pase lista, allí he de A la voz del Señor.
estar. Este mundo de maldad
2 Con su fausto y su placer,
En aquel día sin nieblas Con su orgullo y vanidad,
En que muerte ya no habrá, Lo veréis perecer. Coro.
Y su gloria el Salvador impartirá; 3
Cuando los llamados entren No lloréis por el que fué
A su celestial hogar, *
Con Jesús a vivir,
Y que sea pasada lista, allí he de Esperad teniendo fe,
estar. Coro. Pronto a él vais a ir.
3 Junto al trono de Jesús
Trabajemos por el Maestro A los vuestros hallaréis,
Desde el alba al vislumbrar Y viviendo en gracia y luz
Siempre hablemos de su amor y fiel
Nunca " adiós" les diréis! Coro.
bondad, (Tr.) Vicente Mendoza.
Cuando todo aquí fenezca
Y nuestra obra cese ya, 322. Hay un Feliz Edén.
Y que sea pasada lista, allí he de
estar. Coro.
Hay un feliz Edén
(Tr.) J. J. Mercado. Lejos de aquí,

321. Llegaremos al Hogar.


Y goza sumo bien
El justo allí.
Llegaremos al hogar El canta con fervor:
Que Jesús preparó, '
Digno eres oh Señor,
' ¡
!

Donde irán a descansar De gloria y de honor:


Los que aquí redimió. Loor a ti."
Llamaremos sin temor 2
Y a la puerta él estará; Marchad a aquel lugar,
Con ternura y con amor Partid de aquí
Bienvenida dará. Un bello y dulce hogar
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 129

Tendréis allí.

¡ Oh cuan
feliz seré Jerusalem, hogar feliz

Cuando a tu lado esté, Morada para mí,


Bendito viviré Mis penas todas cambiarán
Morando en ti. En gozo y paz en ti.
(Tr.) S. Pascoe.
3
Eterno resplandor
Fulgura allí: 324. ¡Oh Nuestro Padre, Nuestro
Dios!
Eterno es el amor
Del Padre a mí. ¡ Oh
nuestro Padre, nuestro Dios
Corramos pues allá; Que guías al mortal,
Bello es aquel hogar, El año nuevo nuestra voz
Eterna luz sin par Te viene a consagrar.
Se mira allí. 2
El cielo, el orbe, el hombre están
Diciendo tu poder:
323. ¡ Jerusalem, Hogar Feliz!
La vida, el tiempo pasarán
¡Jerusalem, hogar feliz! Según sea tu placer.
Sagrado para mí; 3
Mis penas ¿ cuándo cambiaré Venírnoste hoy a prometer
Por gozo y paz, en ti ? En tu servicio ardor,
2 Un nuevo corazón, y un ser
Y ¿ cuándo, ¡ oh casa de mi Dios Celoso de tu amor.
Tus atrios pisaré? 4
Y ¿ cuándo allí ¡
oh Salvador ! Demuéstranos la vanidad
Tu gloria cantaré? De cuanto existe aquí;
3 Grandezas, bienes, potestad,
Allí profetas miles hay Perecerán al fin.
Que adoran a Jesús;
Apóstoles y justos, ya
325. ¡Dios Eterno! en Tu Presen-
Disfrutan de su luz.
cia.
4
Y yo también muy pronto iré ¡Dios eterno! en tu presencia
Mi arpa allí a tocar Nuestros siglos horas son,
La gracia de mi amado Rey Y un segundo la existencia
Con ellos a alabar. De la actual generación.
!:

130 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


Mas el hombre que a tu lado
Quiere ya volar con fe, Nombre, fama, imperio, gloria. .

En su curso prolongado Nada humano queda en pie:


Lento el tiempo siempre ve. :Sólo dura la victoria
||

2
Que se alcanza pqr la fe. :¡|

Otro año ha fenecido 4


Que la vida ya acortó. ¡Necio el hombre que hallar quiere
Y el descanso apetecido Paz y bien del mundo en pos
Poco más se aproximó. ||
Hay del mísero que muere

Gracias mil por tus mercedes Sin hallar su paz en Dios!:||


Hoy tu Iglesia, Dios, te da, 5
Y pues todo tú lo puedes, Por Jesús es bienvenida
Tu poder nos sostendrá. La insondable eternidad.
:Sólo allí la vida es vida.
||

3 Esperad, velad y orad.


Tú proteges las familias J. B. Cabrera.
Visitando cada hogar.
¡Oh Señor si nos auxilias
!

327. Dios Eterno, Clemente,


¿Qué nos puede aquí faltar?
Benigno.
Por doquier que te ame el hombre
Y te sirva haciendo el bien, Dios eterno, clemente, benigno;
Haz que sea tu santo nombre Ser Supremo, divino Hacedor
Ensalzado siempre ¡Amén! Tú que al mundo has amado al ex-
J. B. Cabrera. tremo
De mandar a Jesús Kedentor;
326. Fin del Año.
A tu trono glorioso acudimos
Esperando nos quieras oir,
Es solemne este momento; A pedirte bendigas las obras
Ya espirando año está:
el Que en tu nombre se hicieren aquí.
:Raudo como el pensamiento
II
2
Lo que resta pasará. :||
Que esta casa, que a ti te ofrecemos
2 Con ferviente cariño filial,
Débil soplo es la existencia, La destines por siempre al trabajo
Breve, efímera cual flor; De enseñar tu infinita verdad.
||
:Y tan sólo tiene ciencia Que la santa y divina Escritura
Quien da al tiempo su valor. :| Reverbere su espléndida luz,
EL NUEVO HIMXARIO EVANGÉLICO 131

En las vidas de los que acudieren Mas hoy están en clara luz,
A esta casa a aprender la virtud. Su rostro viendo allí. Coro.
3 5
Que que sufre dolencias del alma
el Ropaje blanco de esplendor
Halle bálsamo en ella tu amor, ; Reviste cada cual;
Y al que llore y no encuentre con- Están allí con el Señor,
suelo En dicha sin igual. Coro.
(Tr.) Sra. A. H. Shepherd.
Torne en gozo su grande aflicción.
Que podarnos ver fruto en la obra
En millares que acudan a ti,
329. . .
i
Oh ! Jóvenes, Venid.
Y con ello este pueblo contemple ¡ Ohjóvenes, venid, su brillante pa-
!

Paz, justicia, y progreso sin fin. bellón


Cristo ha desplegado ante la nación.
328. Del Trono Santo en A todos en sus filas os quiere recibir,
Derredor. Y con él a la pelea os hará salir.

Del trono santo en derredor —


Coro. ¡Vamos a Jesús, alistados sin
Niñitos mil están, temor,
Que rescatados del Señor Vamos a la lid, inflamados de valor
Las gracias ya le dan, Jóvenes, luchemos todos contra el
mal:
Coro. — Cantan:
"¡Gloria, gloria,
'
En Jesús llevamos nuestro General.
Aleluya al Santo Dios !
2
2 ¡ Ohjóvenes, venid, el Caudillo Sal-
!

i
Cómo
es que al mundo superior, vador,
A aquella Sión sin par, Quiere recibiros en su derredor;
En donde todo es paz y amor, Con él a la batalla salid sin vacilar,
Pudieron va llegar? Coro. Vamos pronto, compañeros, vamos a
3 luchar. Coro.
Es que el Señor su sangre dio, 3
En precio de expiación; Las armas invencibles del Jefe guia-
Con ella los purificó dor,
Por grande compasión. Coro. Son el evangelio y su grande amor;
4 Con ellas revestidos, y llenos de poder,
Buscaron ellos a Jesús, Compañeros, acudamos, vamos a ven-
Su nombre amando aquí; cer. Coro.
— —
132 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Pueda mi alma oir.
Los fieros enemigos, engendros de Haz que yo medite
Satán, En tu tierno y dulce amor
Se hallan sostenidos por sn capitán; Y que así te alabe
¡Oh jóvenes, vosotros poneos sin
! Lleno de fervor. Coro.
temor 3
A la diestra del Caudillo, nuestro Sal- Cuando esta vida
vador. Coro. Tenga yo que abandonar,
5 Corona hermosa
Quien venga a la pelea, su voz escu- Tú me ceñirás;
chará ;
Y con dulce canto
Cristo la victoria le concederá; Tu bondad alabaré
Salgamos, compañeros, luchemos bien Y en tu santa gloria
por él; Siempre moraré. Coro.
(Tr.) Isabel P. Balderas.
Con Jesús conquistaremos inmortal
*

laurel. Coro. 331. Dios Me Mira.

330. j Oh Cristo Mío !


Aunque soy pequeñuelo,
Me mira
el santo Dios,
¡Oh Cristo mío ! El oye desde el cielo
Eres tú mi amigo fiel, Mi humilde y tierna voz.
Seguro amparo 2
Sólo en ti tendré. Me vé de su alto asiento,
En mis aflicciones, Mi nombre sabe, sí,
Buen Jesús, iré a ti Y cuanto pienso y siento
Y consuelo y dicha Conoce desde allí.
Me darás a mí. 3
El mira a cada instante
Coro. — Cristo, ven más cerca, Lo que hago, bien o mal,
Dame gozo, paz, perdón, Pues todo está delante
Cerca, sí, más cerca De su ojo paternal. .

De mi corazón.
2
332. Cuando Leo en la Biblia.

Cuando en la noche Cuando leo en la Biblia, cómo llama


Vea yo estrellas mil Jesús,
Tu voz divina Y bendice a los niños con amor,
EL NUEVO HIMNABIO EVANGÉLICO 133

Yo también quisiera estar, Cuando de cualquier nación


Y con descansar
ellos Niños mil sin distinción
En los brazos del tierno Salvador. A
los brazos acudan del Señor.
S. Cruellas. (Tr.)
2
Ver quisiera sus manos sobre mí re-
333. Jesús de los Cielos.
posar,
Cariñosos abrazos de él sentir, Jesús de los cielos
Sus miradas disfrutar, Al mundo bajó,
Las palabras escuchar: En busca de joyas
"A los niños dejad a mi venir." Que amante compró.
3
Mas aún a su estrado en oración puedo Coro. —Los niños salvados
Serán como el sol,
Y también de su amor participar; Brillando en la gloria
Pues si aquí buscarle sé, Del Rey Salvador.
Le veré y le escucharé 2
En el reino que él fué a preparar. Angustias y muerte,
4 Y horrible aflicción
Los que son redimidos y salvados por Costaron las joyas
a, Que amante compró. Coro.
Al Cordero celebran inmortal, 3
Allí voces mil y mil Su hermosa diadema
Se oyen del coro infantil, De eterno esplendor,
Porque es de ellos el reino celestial. La adornan las joyas
5 Que amante compró. Coro.
¡ Cuántos hay que no saben de esa
4
bella mansión,
Los niños y niñas
Y no quieren a Cristo recibir!
Que van al Señor,
Les quisiera yo mostrar
Son todos, las joyas
Que para ellos hay lugar Que amante compró. Coro.
En el cielo do los convida a ir.
5
6
Venid, pues, alegres
Yo espero aquel día venturoso sin
Al buen Redentor;
fin,
El quiere las joyas
El más grande, el más lúcido, el
Que amante compró. Coro.
mejor, J. B. Cabrera.
—— — —
134 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
334. ¿ Quién Seguirle Quiere ? 335. Soldados de Cristo.

¿Quién a Cristo quiere Soldados de Cristo que estáis en la


De hoy en más seguir, lid,

Su pendón alzando, Luchad sin desmayo, pelead con


Yendo a combatir? valor,
¿Quién la quiere humilde Seguid adelante y luchando decid:
Siempre aquí servir, ¡Rendios a Cristo, él es el Señor!
Siempre obedecerle,
Darle su existir?
Coro. —
Oh jóvenes, niños, y ancianos
marchad,
Coro. — ¿Quién seguirle quiere? Llevando en las manos las armas de
¿ Quién
responderá luz;
Al buen Redentor: Las almas perdidas con celo buscad
"Heme aquí, yo iré?" Y presto llevadlas a Cristo Jesús.
¿Quién doquier que fuere 2
Tras su huella irá? Pelead oh Cristianos la causa es de
¡ !

¿Quién dirá al Señor: Dios,


"Yo te seguiré?" Seguid adelante, luchad por Jesús,
2 Sed siempre valientes y alzad vuestra
¿Quién seguirle quiere voz
Con profundo amor, Diciendo, que Cristo murió en una
Dándole la gloria, cruz. Coro.
Dándole el honor, 3
De su noble causa La aurora se acerca del día final
Siendo defensor, En que han de premiarse la fe y el
Y en su santa viña valor,
Fiel trabajador? Coro. Entonces Jesús galardón celestial
3 Dará a los que al mundo anunciaron
¿Quién seguirle quiere su amor. Coro.
E. Martínez Garza.
Sin vacilación,
A su seno huyendo 336. Huestes Redentoras.
De la tentación,
Sin dudar confiando Huestes redentoras,
En su protección, Nunca desmayéis,
Y gozando siempre Si marcháis resueltas
De su bendición? Coro. Triunfos hallaréis.
(Tr.) J. S. Paz. Vuestra causa es noble,
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 135

Vuestro Rey es Dios, Los astros todos brillan por El,


¡Animo, soldados! ¡Buenos seamos que Dios nos
! ve.
Óigase la voz: 3
Si el desvalido pide merced,
Coro. —" Cristo vino al mundo Si al triste aflige suerte cruel,
Sólo a redimir Ese que llora tu hermano es,
A los que en pecado ¡Buenos seamos! que Dios nos ve.
Iban a morir." 4
2 No al malo envidies, aunque tal vez,
Huestes de cristianos Impune ostente gloria y poder,
Hoy debéis salir, Que allá en los cielos vive otro juez,
En las filas santas ¡Buenos seamos! que Dios nos ve.
Id a combatir:
Si la lucha es ruda, 338. Tiernas Canciones Alzad al
No hay por qué temer, Señor.
Y peleando siempre Tiernas canciones alzad al Señor,
Óigase doquier Coro.
:
Himnos que lleven del alma la fe
3 Y hablen muy alto del férvido amor
Huestes victoriosas, Que hay en el pecho del hombre que
Cristo os vé luchar, cree.
No debéis por tanto Vengan trayendo ferviente canción
Vuestra lid dejar; Niños y ancianos de Dios al altar.
Renovad la lucha, Traigan a él su corazón,
Triunfos adquirid, Único don que podrá aceptar.
Y con vuestro Jefe
Victoriosos id. Coro.
E. Martínez Garza.
Coro. — ¡ Cielo y tierra canten al
Señor de las naciones,
Cielo y tierra canten al Señor de
337. A Dios Debí el Nacer. las
naciones,
A Dios bondoso debí el nacer, Y los hombres todos, con alegres cora-
El me dio padres para mi bien; zones,
Me da alimento, templa mi sed, Sirvan al Señor que vida y paz
¡Buenos seamos! que Dios nos ve. siempre les da
2 2
Dios hizo con su poder,
el cielo El es la fuente de toda bondad,
Hizo la tierra y el mar también Es de la vida la luz y el calor,
! — ;

136 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


Sólo él nos libra de cruel ansiedad Por mí derramaste
Sólo él aleja del alma el dolor; Tu sangre, Jesús.
Digno es, por tanto, que el hombre le 4
dé Sedienta mi alma
Gloria y honor que resuenen doquier. Suspira por ti,
Vamos a él llenos de fe, Pues sólo contigo
Nos salvará con su gran poder. Desea vivir;
Coro. Invoco en la muerte
Vicente Mendoza. Tu ayuda y sostén,
Y espero en la gloria
339. Mi Anhelo. Vivir a tus pies.

Cual canto materno, 340. Sed Bienvenidos.


¡Oh buen Salvador Sean todos bienvenidos
Que sume a los niños
En el dia del Señor
En dulce sopor,
Y en la escuela reunidos
Tu voz amorosa
Por la misma fe y amor,
Arrulle Señor,
Cristo dé a los corazones
Mi tímida alma Plenitud de bendiciones.
Con himnos de amor. 2
2 No hay aquí pueril recreo,
Cual vela marina Ni es un frivolo solaz;
Que asoma en el mar, Arde en todos el deseo
Y al náufrago triste De crecer en gracia y paz:
Acude a salvar, Y a tan santa y noble cita
Así, Dueño mió, Es Jesús quien nos invita.
Vén tu sin tardar, 3
De muerte y pecado De su amor la tierna historia
Mi alma a librar. Nos presenta la lección,
3 Que atesora la memoria
Postrado te adoro, Y acaricia el corazón:
Mi Dios y Señor, Y benévolo, en pro nuestro,
Al ver que me llamas Cristo mismo es el maestro.
Henchido de amor; 4
Por mí padeciste El nos habla y aprendemos
La muerte de cruz. Lo que obró por nuestro bien
! !! ! ! ! !! !!

EL NUEVO HIMXABIO EVANGÉLICO 137

El nos dice que tenemos


En su amor firme sostén, Estar nos gusta unidos
Y que de los pequeñuelos En fe y adoración,
Es el reino de los cielos. Gozando las delicias
Del día del Señor.
5
Cuan bueno es estar juntos
Y nosotros le adoramos,
¡

¡Cuan bueno loar a Dios


Confesándole Señor; J. B. Cabrera.
Y a su nombre tributamos 342. Cristo Bendito.
Toda gloria, prez y honor,
Cual primicias de alabanza, Cristo bendito,
En la eterna bienandanza. Yo, pobre niño,
J. B. Cabrera. Por tu cariño
Me llego a ti;
341. Cantar Nos Gusta Unidos. Para rogarte
Humildemente
Cantar nos gusta unidos Tengas clemente
Acordes y a una voz, Piedad de mí.
A nuestro eterno Padre 2
Y a su Hijo el Salvador. Quiero a tus plantas
¡Cuan bueno es cantar juntos Con alegría
;
Cuan bueno loar a Dios Sentarme un día
2 Donde tú estás.

Orar nos gusta unidos ¡ Oh


Cristo mío
Con santa devoción Quiero buscarte,
A Cristo que nos haga Anhelo amarte
Aceptos en su amor, Cada vez más.
i
Cuan bueno es orar juntos 343. Cuan Amable es Sión
¡ !

Cuan bueno loar a Dios


i
¡ Cuan amable es Sión
3 ¡ Cuan amable es Sión
Leer nos gusta unidos ¡ Cuan amable es Sión !

La fiel Revelación, ¡ Ciudad de nuestro Dios


Que alumbra nuestros pasos j| :Paz y alegría, :||

Con claro resplandor. ¡Paz y alegría moren en ti!


¡Cuan bueno es leer juntos ||
:Paz y alegría, :||

¡Cuan bueno loar a Dios ¡ Paz y alegría, moren en ti


— ; ; ; !

138 EL NUKVO HIMNAEIO EVANGÉLICO


344. Te Loamos, Te Glorificamos. 4
Acudo a ti, Señor,
Te loamos, te glorificamos, En mi debilidad;
Te confesamos, eterno Dios y Padre. Tú eres fuerte y tu poder
Toda la tierra con temor sagrado Es mi seguridad.
Siempre te adora.
Y los cielos y los querubines
Todos te ensalzan con voces inter-
minables ;
346. Él es el Rey de Gloria.
Rey de los cielos
Las eternas huestes Alzad ¡oh puertas! vuestras cabezas,
y alzaos vosotras, puertas
Siempre te dicen:
eternas
Coro. — Santo, Santo, Santo Señor en- ||
:Y entrará
¿Quién es este Rey de gloria?
el Rey de gloria. :||
'

salzado,
Dios fortísimo, tu magestad y gloria
Jehová el fuerte, el valiente,
|| : :||

Llenan los cielos y te muestras adorado Jehová el valiente en batalla

Sobre la tierra. Amén. Jehová


||
: de los ejércitos, :||

||
:É1 es el Rey de gloria. :||

345. ¡Oh Redentor! Tu Voz.


¡Oh Redentor tu voz !
347. ¡ Hosanna !

Cual trueno sonará,


Y del pecado el yugo atroz ¡Hozanna hozanna ! hozanna
¡ ! ¡

El alma depondrá. En cielo y tierra es del Señor


La gloria y potestad
Y nos circunda con su amor
No me deseches, Dios,
La excelsa Trinidad.
Escucha mi clamor; Alzad pues himnos de loor,
Haz que yo venza la maldad Que es grato al sumo Bien,
Del fiero tentador. Y a Dios rindamos todo honor
3 Ahora y siempre, Amén.
Jamás me rendiré, A Dios rindamos todo honor,
Si tú me
das poder, Todo honor, todo honor!
Con el escudo de la fe A Dios rindamos todo honor
Sus fuerzas a vencer. Ahora y siempre. Amén.
EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO 139

348. Jehová es Mi Pastor. vida, y en la casa de Jehová


moraré e- terna- mente. || A-
Jehová mi Pastor; nada me
es fal- |
| |

mén.
ta- rá
|
en lugares de delicados
; 1
1
|

pastos me hará yacer; junto a


aguas de reposo me pas- torea- |

349. La Oración Dominical.


|
rá.
2 Padre nuestro, que estás en los cielos,
Confortará mi alma guiaráme por santificado
;
sea tu nombre; | |
|

sendas de justicia por amor de venga tu reino; hágase tu volun-


|

su nombre.
|
Aunque ande en || tad así en la tierra como en el | |

valle de sombra de muerte, no cielo. |

temeré mal alguno, porque tú 2


estaras conmigo tu vara y tu Danos hoy nuestro pan
; coti-
cayado me infundi- rán a- diano:
I

y perdónanos nuestras
I
||

liento. deudas; así como nosotros per-


donamos a nuestros deu- | | |

Aderezarás mesa delante de mí en dores.


presencia de mis angustiadores; Y no nos dejes caer en tentación, mas
ungiste mi cabeza con aceite mi libra- nos del mal:
; porque | |
||

copa está rebo- sando. |


Cier- tuyo es el reino, y el poder, y
| |¡

tamente el bien y la misericordia la gloria, por siempre ja- más. | |

me seguirán todos los días de mi A- mén. |


LECTURAS ANTIFONALES
LECTURA Núm. i. Bienaventurado el hombre que halló la
sabiduría; y que saca a luz la inteligencia.
Proverbios: 3:1-35.
Porque su mercadería es mejor que
Hijo mío, no te olvides de mi ley; y tu la mercadería de la plata; y sus frutos,
corazón guarde mis mandamientos más que oro fino.
Porque longura de días, y años de vida, Más preciosa es que las piedras pre-
y paz te aumentarán. ciosas; y todo lo que puedes desear, no se
Misericordia, y verdad no te desam- puede comparar a ella.
paren: átalas a tu cuello, escríbelas en la Longura de días trae en su mano de-
tabla de tu corazón; recha: en su izquierda, riquezas y honra.
Y hallarás gracia y buena opinión en Sus caminos son caminos deleitosos; y
los ojos de Dios, y de los hombres.
todas sus veredas, paz.
Fíate de Jehová de todo tu corazón y
Esta es el árbol de vida a los que
;

no estribes en tu prudencia. asen de ella; y los que la sustentan, son


Reconócele en todos sus caminos; y bienaventurados.
él enderezará tus veredas.
Jehová con sabiduría fundó la tierra
Xo seas sabio en tu opinión teme a afirmó los cielos con inteligencia.
;

Jehová, y apártate del mal:


Con su ciencia se partieron los abis-
Porque será medicina a tu ombligo, y mos; y los cielos destilan el rocío.
tuétano a tus huesos.
Hijo mío, no se aparten estas cosas de
Honra a Jehová de tu sustancia; y de tus ojos: guarda consejo;
la ley, y el
las primicias de todos tus frutos;

Y serán llenos tus alfolíes de hartura;


Y serán vida a tu alma, y gracia a tu
cuello.
y tus lagares reventarán de mosto.
No deseches, hijo mío, el castigo de Entonces caminarás por tu camino con-
Jehová : ni te fatigues de su corrección fiadamente; y tu pie no tropezará.

Porque Jehová al que ama, y quiere, Cuando te acostares, no habrás temor;


como el padre al hijo, a ese castiga. y acostarte has, y tu sueño será suave.
141
142 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
No habrás temor del pavor repentino, No trabajes para ser rico: déjate de
ni de la ruina de los impíos, cuando vi- tu cuidado.
niere.
¿Has de poner tus ojos en las riquezas,
Porque Jehová será tu confianza; y él siendo ningunas? porque hacerse han
guardará tu pie, porque no seas tomado. alas, como alas de águila; y volarán al
cielo.
No detengas el bien de sus dueños,
cuando tuvieses poder para hecerlo. No comas pan de hombre de mal ojo;
ni codicies sus manjares.
No digas a tu prójimo: Ve, y vuelve,
y mañana te daré, cuando tienes contigo. Porque cual es su pensamiento en su
alma, tal es él. Decirte ha, come, y bebe
No pienses mal contra tu prójimo, es-
mas su corazón no está contigo.
tando él confiado de ti.
¿Comiste tu parte? vomitarla has; y
No pleitees con alguno sin razón, si
perdiste tus suaves palabras.
él no te ha malgalardonado.
No
hables en las orejas del insensato;
No tengas envidia al hombre injusto: porque menospreciará la prudencia de tus
ni escojas alguno de sus caminos:
razones.
Porque el perverso es abominado de No traspases el término antiguo, ni
Jehová; y con los rectos es su secreto. entres en la heredad de los huérfanos:
Maldición de Jehová está en la casa Porque el defensor de ellos es el Fuerte
del impío; mas a la morada de los justos
el cual juzgará la causa de ellos contra
bendecirá. ti.

Ciertamente él escarnecerá a los es- Aplica al castigo tu corazón; y tus


carnecedores; y a los humildes dará orejas a las hablas de sabiduría.
gracia.
¿No detengas el castigo del muchacho;
Los sabios heredarán la honra; y los
porque si le hirieres con vara, no morirá.
insensatos sostendrán deshonra.
Tú le herirás con vara, y librarás su
LECTURA Núm. 2. alma del infierno.
Proverbios 23.

Cuando te asentares a comer con al- Hijo mío, si sabio fuere tu corazón,
gún señor, considera bien lo que estu- también a mí se me
alegrará el corazón.

viere delante de ti: Mis entrañas también se alegrarán,


Y pon cuchillo a tu garganta, si tienes cuando tus labios hablaren cosas rectas.
grande apetito.
No tenga envidia de los pecadores tu
No codicies sus manjares delicados; corazón; antes persevera en el temor de
porque es pan engañoso. Jehová todo tiempo:
LECTURAS ANTIFONALES 143

Porque ciertamente hay fin; y tu es- No mires al vino como es bermejo,


peranza no será cortada. como resplandezca su color en el vaso,
como se entra suavemente.
Oye tú, hijo mío, y sé sabio, y ende-
reza al camino tu corazón. A su fin morderá como serpiente; y
como basilisco dará dolor.
No estés con los bebedores de vino,
ni con los comedores de carne: Tus ojos mirarán las extrañas; y tu
corazón hablará perversidades.
Porque el bebedor y el comilón em-
pobrecerán; y el sueño hará vestir ves-
Y serás como el que yace en medio
de la mar; y como el que yace en cabo
tidos rotos.
del mastelero.
Oye
a tu padre, aquel que te engen-
dró; y cuando tu madre envejeciere, no Y dirás, hiriéronme, mas no me dolió;

la menosprecies. azotáronme, mas no lo sentí: cuando


despertare, aún lo tornaré a buscar.
Compra verdad, y no la vendas:
la
la sabiduría, el enseñamiento, y la inte- LECTURA Núm. 3.
ligencia.
Eclesiastés 11:9, 10; 12:1-8, 13, 14.
Alegrando se alegrará el padre del jus-
Alégrate mancebo en tu mocedad, y
to: y el que engendró sabio, se regoci-
tome placer tu corazón en los días de tu
jará con él.
juventud; y camina en los caminos de tu
Alégrese tu padre y tu madre, y rego- corazón, y en la vista de tus ojos: mas
cíjese la que te engendró. sabe, que sobre todas estas cosas te

Dame, hijo mío, tu corazón, y miren traerá Dios en juicio.


tus ojos por mis caminos: Quita pues el enojo de tu corazón, y
aparta de tu carne el mal; porque la mo-
Porque sima profunda es la ramera, y
cedad y la juventud vanidad es.
pozo angosto la extraña.
También ella, como robador, asecha; Yten memoria de tu Criador en los
días de tu juventud, antes que vengan
y multiplica entre los hombres los pre-
los malos días, y lleguen los años, de
varicadores.
los cuales digas: No tengo en ellos con-
¿Para quién será el ay? ¿para quién tentamiento.
el ay? ¿para quién las rencillas? ¿para Antes que se oscurezca el sol, y la luz,
quién las quejas"? ¿para quién las heri- la luna, y las estrellas; y
y las nubes se
das de balde? ¿para quién los cardena- tornen tras la lluvia:
les de los ojos?
Cuando temblarán las guardas de la
Para los que se detienen junto al vino: casa, y se encorvarán los hombres tuer-
para los que van buscando la mistura. tes, y cesarán las muelas, y se disminuí-
144 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
rán; y se oscurecerán los que miran por y vuestro trabajo en no por hartura?
las ventanas; Oídme oyendo, y comed del bien, y de-
leitarse ha vuestra alma con grosura.
Y las puertas de afuera se cerrarán
por la bajeza de la voz de la muela; y se Abajad vuestras orejas, y venid a mi:
levantará a la voz del ave, y todas las oíd, y vivirá vuestra alma. Y haré con
hijas de canción serán humilladas: vosotros concierto eterno, las miseri-
cordias firmes a David.
Cuando también temerán de lo alto,
y los tropezones en el camino; y florece- He aquí que yo le di por testigo a
rá el almendro, y cargarse ha la langos- pueblos, por capitán, y por maestro á
ta, y perderse ha el apetito; porque e! pueblos.
hombre va a la casa de su siglo, y Ioí- He aquí que a nación que no cono-
endechadores por la plaza andarán en ciste, llamarás; naciones que no te co-
y
derredor. nocieron, correrán a ti, por causa de
Antes que la cadena de plata se quie- Jehová tu Dios-, y del Santo
de Israel
bre, y se rompa la lenteja de oro, y el que te ha honrado.
cántaro se quiebre junto a la fuente, y Buscad a Jehová, mientras se halla:
la rueda sea rompida sobre el pozo; llamadle, entre tanto que está cercano.
Y
el polvo se torne a la tierra, como Deje impío su camino, y el varón
el
era antes, y el espíritu se vuelva a Dios, inicuo pensamientos, y vuélvase a
sus
que le dio. Jehová, el cual tendrá de él misericordia,
Vanidad de vanidades, dijo el Predi- y al Dios nuestro, el cual será grande
cador, todo vanidad. para perdonar.
El fin de todo el sermón es oído: teme Porque mis pensamientos no son co-
a Dios, y guarda sus mandamientos, por- mo vuestros pensamientos, ni vuestros
que esto es el todo del hombre. caminos como mis caminos, dijo Jehová.
Porque Dios traerá toda obra en jui- Como son más altos los cielos que la
cio, el cual se hará sobre toda cosa ocul- tierra, asíson más altos mis caminos que
ta, buena, o mala. vuestros caminos, y mis pensamientos
más que vuestros pensamientos.
LECTURA Núm.
Porque como desciende de los cielos
4.

Isaías 55 y 35. y la nieve, y no vuelve allá,


la lluvia,

O, todos los sedientos, venid a las mas harta la tierra, y la hace engendrar,
aguas; y los que no tienen dinero, ve- y producir, y da simiente al que siem-
nid, comprad, y comed; venid, comprad, bra, y pan al que come:
sin dinero y sin precio, vino y leche.
Así será mi palabra que sale de mi bo-
¿Por qué gastáis el dinero no en pan, ca: no volverá a mí vacía, mas hará lo
LECTURAS ANTIFONALES 145

que yo quiero, y será^ prosperada en en la habitación de dragones, en su ca-


aquello para que la envié. ma, será lugar de cañas y de juncos.
Porque con alegría saldréis, y con paz Y habrá allí calzada y camino, y lla-
montes y los collados marse ha, Camino de santidad no pa-
seréis vueltos: los :

levantarán canción delante de vosotros, sará por él hombre inmundo y habrá :

y todos los árboles del campo os aplau- para ellos en él quien vaya camino, de tal
dirán con las manos. manera que los insensatos no yerren.
En lugar de la zarza crecerá haya; y No habrá allí león, ni bestia fiera su-
birá por él, ni se hallará ahí: para que
en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y
caminen los redimidos.
será a Jehová por nombre, por señal
eterna, que nunca será raída. Y los redimidos de Jehová volverán, y
vendrán a Sión con alegría y gozo per-
;
Alegrarse han el desierto y la soledad:
petuo será sobre sus cabezas: y reten-
el yermo se gozará, y florecerá como
drán al gozo y a la alegría, y huirá tris-
lirio.
teza y gemido.
Floreciendo florecerá, y también cnn
gozo se alegrará, y cantará: honra del
LECTURA Núm. 5.
Líbano le será dada, hermosura de Car- Isaías: 52, 13:15:53.

melo, y de Sarón. Ellos verán la gloria He aquí que mi siervo será prosperado,
de Jehová, la hermosura del Dios nues- y será engrandecido, y será ensalzado,
y
tro. será muy sublimado.

Confortad a las manos cansadas: es- Como te abominaron muchos, en tan-


forzad las rodillas que titubean. ta manera fué desfigurado de los hom-
bres su parecer; y su hermosura, de los
Decid a los medrosos de corazón: Con- hijos de los hombres:
fortaos, no temáis: he aquí que vuestro
Dios viene con venganza, con pago, el Así salpicará muchas naciones: los re-
mismo Dios vendrá, y os salvará. yes cerrarán sobre él sus bocas porque :

verán lo que nunca les fué contado y ;

Entonces los ojos de los ciegos serán entenderán lo que nunca oyeron.
abiertos, y los oídos de los sordos se
¿Quién creyó a nuestro dicho? ¿Y el
abrirán.
brazo de Jehová, sobre quién se ha ma-
Entonces el cojo saltará como un cier- nifestado?
vo, y la lengua del mudo cantará; por- Y subirá, como renuevo delante de él,
que aguas serán cavadas en el desierto,
y como raíz de tierra seca. No hay pa-
y arroyos en la soledad. recer en él, ni hermosura: le veremos, y
El lugar seco será tornado en estan- sin parecer, tanto que le deseemos.

que,y el secadal en manaderos de aguas: Despreciado, y desechado entre los


146 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
hombres, varón de dolores, experimen- tará. Y con su conocimiento justificará
tado en flaqueza; y como que escondi- mi siervo justo a muchos; y él llevará
mos de él el rostro: menospreciado, y las iniquidades de ellos.
no le estimamos. Por tanto yo le daré parte con los
Ciertamente nuestras enfermedades él grandes, y a los fuertes repartirá des-
las llevó, y él sufrió nuestros dolores; y pojos; por cuanto derramó su vida a la
nosotros le tuvimos a él por azotado, muerte, y fué contado con los transgre-
herido, y abatido de Dios. sores, habiendo él llevado el pecado de
muchos, y orado por los transgresores.
Mas él herido fué por nuestras rebe-
liones, molido por nuestros pecados: el
LECTURA Núm. 6.
castigo de nuestra paz sobre él; y por
Isaías 60.
su llaga hubo cura para nosotros.
Levántate, resplandece; que viene tu
Todos nosotros nos perdimos como lumbre,
y la gloria de Jehová ha nacido
ovejas, cada cual se apartó por su ca-
sobre ti.
mino mas Jehová traspuso en él el pe-
:

cado de todos nosotros. Que he aquí que tinieblas cubrirán la


tierra, y oscuridad los pueblos; y sobre
Angustiado él, y afligido, no abrió su ti nacerá
Jehová, y sobre ti será vista su
boca: como cordero fué llevado al mata-
gloria.
dero; y como oveja delante de sus tras-
quiladores, enmudeció, y no abrió su Y andarán las naciones a tu lumbre,
boca. y los reyes al resplandor de tu sol.

De la cárcel, y del juicio fué quitado; Alza tus ojos en derredor, y mira, to-
y su generación, ¿quién la contará? Por- dos éstos se han juntado, vinieron a ti;
que fué cortado de la tierra de los vi- tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas
vientes; por la rebelión de mi pueblo sobre el lado serán criadas.
plaga a él. Entonces verás, y resplandecerás; y
Y puso con los impíos su sepultura, maravillarse ha, y ensancharse ha tu co-
y su muerte con los ricos; aunque nunca razón que se haya vuelto a ti la multitud
él hizo maldad, ni hubo engaño en su de la mar, que la fortaleza de las naciones
boca. haya venido a ti.
Con todo eso Jehová le quiso moler, Multitud de camellos te cubrirá, po-
sujetándole a enfermedad. Cuando hu- llinos de Madián, y de Efa: todos los de
biere puesto su vida por expiación, verá Sabá vendrán: oro e incienso traerán, y
linage, vivirá por largos días, y la vo- publicarán alabanzas de Jehová.
luntad de Jehová será prosperada en su Todo el ganado de Cedar será juntado
mano. para ti: carneros de Nabaiot te serán
Del trabajo de su alma verá, y se har- servidos: serán ofrecidos con gracia so-
LECTURAS ANTIFONALES 147

bre mi altar; y la casa de mi gloria glo- cerás que yo soy Jehová el Salvador tu-
rificaré. yo, y Redentor tuyo, el Fuerte de Jacob.

¿Quiénes son éstos que vuelan como Por el metal traeré oro, y por el hie-
nubes, y como palomas a sus ventanas? rro plata, y por la madera metal, y ¡xa-
las piedras hierro; y pondré paz por tu
Porque a mí esperarán las islas, y las tributo,
naves de Tarsis desde el principio: para
y justicia por tus exactores.
traer tus hijos de lejos, su plata, y su Nunca más se oirá en tu tierra vio-
oro con ellos, al nombre de Jehová tu lencia, destrucción y quebrantamiento en
Dios, y al Santo de Israel, que te ha tus términos; mas a tus muros llamarás
glorificado. salud; y a tus puertas alabanza.

Y los hijos de los extranjeros edifica- El sol nunca más


te servirá de luz para
rán tus muros, y sus reyes te servirán; el día, resplandor de la luna te
ni el

porque en mi ira te herí, mas en mi alumbrará mas serte ha Jehová por luz
:

buena voluntad habré de ti misericordia. perpetua, y por tu gloria, el Dios tuyo.

Tus puertas
estarán de continuo No se pondrá jamás tu sol, ni tu luna
abiertas, no se cerrarán de día ni de menguará; porque te será Jehová por
noche para que fortaleza de naciones sea perpetua luz, y los días de tu luto serán
:

traída a ti, y sus reyes guiando. acabados.

Porque la nación, o el reino que no Y


tu pueblo, todos ellos, serán justos;
te sirviere, perecerá; y asolando serán para siempre heredarán la tierra serán :

asoladas. renuevos de mi plantación, obra de mis


manos, para glorificarme.
La gloria del Líbano vendrá a ti, hayas,
pinos, y bojes juntamente, para honrar el El pequeño será por mil, el menor, por
lugar de mi santuario, y honraré el lugar nación fuerte. Yo Jehová a su tiempo
de mis pies. haré que esto sea presto.

Y vendrán a ti humillados los hijos


de los que te afligieron, y a las pisadas LECTURA Núm. 7.

de tus pies se encorvarán todos los que Isaías 61.


te escarnecían; y llamarte han: Ciudad El Espíritu del Señor Jehová es sobre
de Jehová, Sion del Santo de Israel. mí; porque me ungió Jehová: envióme
En lugar de que has sido desechada a predicar a los abatidos: a atar las i

y aborrecida, y que no había quien pasase de los quebrantados de corazón, a publi-


por ti, ponerte he en gloria perpetua, en car libertad a los cautivos, y a los p
gozo de generación y generación. abertura de la cárcel:

Y mamarás la leche de las naciones, A publicar año de la buena voluntad


el pecho de los reyes mamarás; y cono- de Jehová, y día de venganza del Dios
148 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
nuestro: a consolar a todos los enlu- manto de justicia: como a novio me ata-
tados: vió,y como a novia compuesta de sus
joyas.
A ordenar a Sion a los enlutados, para
darles gloria en lugar de la ceniza, óleo Porque como produce su re-
la tierra
de gozo en lugar del luto, manto de ale- nuevo, y como huerto hace brotar su
el

gría en lugar del espíritu angustiado; y simiente; así el Señor Jehová hará bro-
serán llamados árboles de justicia, plan- tar justicia y alabanza, delante de todas
tación de Jehová, para glorificarme. las naciones.

Y edificarán los desiertos antiguos, y LECTURA Núm. 8.


levantarán los asolamientos primeros; y Malaquías 3:1-18.
restaurarán las ciudades asoladas, los
asolamientos de muchas generaciones. Heaquí que yo envío mi mensajero,
el cual barrerá el camino delante de mí;
Y estarán extranjeros, y apacentarán y luego vendrá a su templo el Señor a
vuestras ovejas; y los extraños serán quien vosotros buscáis: y el mensajero
vuestros labradores, y vuestros viñeros. del concierto a quien vosotros deseáis:
Y vosotros seréis llamados sacerdotes He aquí que viene, dijo Jehová de los
de Jehová; ministros del Dios nuestro ejércitos.
seréis dichos: comeréis la fuerza de las ¿Y quién podrá sufrir el tiempo de su
naciones, y con su gloria seréis sublimes. venida? ¿o, quién podrá estar cuando él

En lugar de vuestra vergüenza doble y se mostrará? Porque él será como fuego


;

de vuestra deshonra, os alabarán en sus purgante, y como jabón de lavadores.


heredades por lo cual en sus tierras
:
Y asentarse ha para afinar y limpiar
poseerán doblado, y habrán gozo per- porque limpiará a los hijos de
la plata;
petuo. Leví: afinarlos ha como a oro, y como
Porque yo Jehová soy amador del de- a plata, y ofrecerán a Jehová presente
recho, aborrecedor del latrocinio para con justicia.
holocausto: que confirmaré en verdad su Y será suave a Jehová el presente de
obra, y haré con ellos concierto perpetuo. Judá y de Jerusalem como en los días
pasados, y como en los años antiguos.
Y la simiente de ellos será conocida en-
tre las naciones, y sus renuevos en medio Y llegarmfe he a vosotros a juicio, y
de los pueblos: todos los que los vieren, seré testigo apresurado contra los he-
los conocerán, que son simiente bendita chiceros, y adúlteros; y contra los que
de Jehová. juran mentira y los que detienen el sa-
lario del jornalero, de la viuda, y del
Gozando me gozaré en Jehová mi al- huérfano; y los que hacen agravio al
ma se alegrará en mi Dios; porque me extranjero, no teniendo temor de mí, dijo
vistió de vestidos de salud, me cercó de Jehová de los ejércitos.
LECTUKAS ANTIFONALES 149

Porque yo soy Jehová, no me he mu- rados los soberbios; y aun, que los que
dado; y vosotros, hijos de Jacob, no ha- hacen impiedad son los prosperados; y
béis sido consumidos. más, los que tentaron a Dios escaparon.
Desde los días de vuestros padres os Entonces los que temen a Jehová ha-
habéis apartado de mis leyes, y nunca blaron cada uno a su compañero. Y Je-
las guardasteis: Tornaos a mí, y yo me hová escuchó, y oyó, y fué escrito libro
tornaré a vosotros, dijo Jehová de los de memoria delante de él para los que
ejércitos. Ydijisteis: ¿En qué hemos temen a Jehová, y para los que piensan
de tornar? en su nombre.
¿Robará el hombre a Dios? Porque Y serán míos, dijo Jehová de los ejér-
vosotros me habéis robado. Y dijisteis: citos, en el día que yo tengo de hacer
¿En qué te hemos robado? En los diez- tesoro, y perdonarles he, como el hom-
mos y las ofrendas. bre que perdona a su hijo que le sirve.

Malditos sois de maldición, que voso- Y convertiros heis, y haréis diferencia


trosme habéis robado toda la nación.
:
entre el justo y el malo, entre el que
sirve a Dios, y el que no le sirvió.
Traed todos los diezmos al alfolí, y
haya alimento en mi casa; y probadme
ahora en esto, dijo Jehová de los ejérci-
LECTURA Núm. 9.
Salinos 1 y 32.
tos, y veréis si yo no os abriré las ven-
tanas de los cielos, y vaciaré sobre voso- Bienaventurado el varón que no an-
tros bendición, hasta que no os quepa. duvo en consejo de malos, ni estuvo en

Y amenazaré por vosotros al tragador, camino de pecadores, ni se asentó en silla


de burladores.
y no os corromperá el fruto de la tierra
ni la vid en el campo os abortará, dijo Mas antes en la ley de Jehová es su
Jehová de los ejércitos. voluntad: y en su ley meditará de día
Y todas las y de noche.
naciones os dirán: Biena-
venturados; porque seréis tierra desea- Y será como el árbol plantado junto
ble, dijo Jehová de los ejércitos. a arroyos de aguas, que da su fruto en
su tiempo: y su hoja no se marchita,
Vuestras palabras han prevalecido con- y
todo lo que hace, prosperará.
tra mí, dijo Jehová. Y dijisteis: ¿Qué
hemos hablado contra ti? No así los malos: sino como el tamo,
que lo lanza el viento.
Habéis dicho: Por demás es servir a
Dios: ¿y qué aprovecha, que guardemos Por tanto no se levantarán los malos
su ley, y que andemos tristes delante en el juicio, ni los pecadores en
la con-
de Jehová de los ejércitos? gregación de los justos.
Decimos pues ahora, que bienaventu- Porque Jehová conoce el camino de
150 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
los justos: y el camino de los malos LECTURA Núm. 10.
se perderá. Salmos 2 y 24.

Bienaventurado el perdonado de rebe- ¿ Por qué se amotinan las gentes, y


lión, el encubierto de pecado. los pueblos piensan vanidad
1

Bienaventurado el hombre a quien no Estarán los reyes de la tierra, y prín-


contará Jehová la iniquidad, ni hubiere cipes consultarán en uno contra Jehová,
en su espíritu engaño. y contra su ungido, diciendo:
Mientras callé, se envejecieron mis Rompamos sus coyundas : y echemos
huesos en mi gemido todo el día. de nosotros sus cuerdas.
Porque de día y de noche se agrava El que mora en los cielos se reirá: el
sobre mí tu mano, volvióse mi verdor Señor se burlará de ellos.
en sequedades de verano. Selah. Entonces hablará a ellos con su furor,
Mi pecado te notifiqué: y no encubrí y con su ira los conturbará.
mi iniquidad. Dije: Yo confesaré contra Y yo te establecí mi rey sobre Sion,
mí mis rebeliones a Jehová; y tú per- el monte de mi santidad.
donarás la maldad ele mi pecado. Selah.
Yo recitaré el decreto. Jehová me
Por esto orará todo misericordioso a dijo : Mi hijo eres tú yo te engendré
:

ti en el tiempo del hallar: ciertamente hoy.


en la inundación de las muchas aguas,
no llegarán a él. Demándame, y yo daré las gentes por
Tú eres mi escondedero, de la angustia
tu heredad, y por tu posesión los cabos
de la tierra.
me guardarás: con clamores de libertad
me rodearás. Selah. Quebrantarlos has con vara de hierro:
Hacerte he entender, y enseñarte he el como vaso de ollero los desmenuzarás.
camino en que andarás: sobre ti afirmaré Y ahora, reyes, entended: admitid con-
mis ojos. sejo, jueces de la tierra.
No seáis como el caballo, como el mu-
Servid a Jehová con temor: y alegraos
lo, sin entendimiento: con cabestro y con
freno su boca ha de ser cerrada para que
con temblor.
no lleguen a ti. Besad al hijo, porque no se enoje, y
Muchos dolores para el impío: y al perezcáis en el camino: cuando se en-
que espera en Jehová misericordia le cendiere un poco su furor, bienaventu-
cercará. rados todos los que confían en él.

Alegraos en Jehová, y gozeos, justos: De Jehová es la tierra y su plenitud:


y cantad, todos los rectos de corazón. el mundo, y los que en él habitan.
!

LECTURAS ANTIFONALES 151

Porque él la fundó sobre los mares: Cuando veo tus cielos, obra de tus de-
y sobre los ríos la afirmó. dos, la lima, y las estrellas que tú com-
pusiste.
¿Quién subirá al monte de Jehová?
¿*y quién estará en el lugar de su san- ¿Qué es el hombre, para que tengas
tidad? de él memoria? ¿y el hijo del hombre,
para que le visites?
El limpio de manos, y limpio de co-
razón: el que no tomó en vano mi alma, Y le hiciste poco menor que los án-
ni juró con engaño. geles, y le coronaste de gloria y de her-
Recibirá bendición de Jehová: y jus- mosura.
ticia delDios de salud. Hicístele enseñorear de las obras de
Esta es la generación de los que le tus manos; todo lo pusiste debajo de sus
buscan: de los que buscan tu rostro, es pies.
a saber, Jacob. Selah.
Ovejas, y bueyes, todo ello : y asimismo
Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y las bestias del campo.
alzaos vosotras, puertas eternas, y en-
trará el Rey de gloria. Las aves de los cielos, y los peces de
la mar: lo que pasa por los caminos de
¿Quién es este Rey de gloria? Jehová la mar.
el fuerte, valiente: Jehová, el valiente en
batalla. Olí Jehová, Señor nuestro, cuan gran- i

de es tu nombre en toda la tierra!


Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y
alzaos vosotras, puertas eternas, y en- Jehová, ¿quién habitará en tu taber-
trará el Rey de gloria. náculo? ¿quién residirá en el monte de
¿Quién es este Rey de gloria? Jehová tu santidad?
de los ejércitos, él es el Rey de gloria.
El que anda en integridad, y obra jus-
Selah.
ticia, y habla verdad en su corazón:
LECTURA Núm. n. El que no revolvió con su lengua, ni
Salmos 8 y 15. hizo mal a su prójimo, ni levantó ver-
Oh Jehová, Señor nuestro, cuan i güenza contra su cercano.
grande es tu nombre en toda la tierra
que has puesto tu alabanza sobre los En sus ojos es menospreciado el vil, y
cielos.
a los que temen a Jehová, honra: juró en
daño suyo, y no mudó.
De la boca de los chiquitos, y de los
que maman, fundaste la fortaleza a cau- Su dinero no dio a usura, ni tomó
sa de tus enemigos: para hacer cesar al cohecho contra el inocente. El que ha-
enemigo, y al que se venga. ce estas cosas, no resbalará jamás.
152 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
LECTURA Núm. 12. y el entendimiento denuncia la obra de
Salmo 16. sus manos.
Guárdame, oh Dios: porque en ti he El un día pronuncia palabra al otro
confiado. día, y la una noche a la otra noche de-
Dijiste, oh alma mía, a Jehová: Tú clara sabiduría.
eres, Señor; mi bien no viene a ti: No hay dicho, ni palabras, ni es oída
A los santos que están en la tierra, y su voz.
a los fuertes, toda mi voluntad en ellos. En toda la tierra salió su línea, y al
Multiplicarán sus dolores de los que cabo del mundo sus palabras: para el
se apresuraren tras otro dios; no derra- sol puso tabernáculo en ellos.
maré sus derramaduras de sangre, ni Y él, como un novio que sale de su
tomaré sus nombres en mis labios. tálamo, alégrase, como un gigante, para
Jehová, la porción de mi parte, y de correr el camino.
mi vaso: tú sustentarás mi suerte. Del un cabo de los cielos es su salida,
Las cuerdas me cayeron en lugares y rodea por sus cabos; y no hay quien
deleitosos: asimismo la heredad se her- se esconda de su calor.
moseó sobre mí. La ley de Jehová perfecta, que vuelve
Bendeciré a Jehová, que me aconseja; el alma, el testimonio de Jehová fiel, que
aun en las noches me enseñan mis ri- hace sabio al pequeño.
ñones. Los mandamientos de Jehová rectos,
AJehová he puesto delante de mí que alegran el corazón: el precepto de
siempre: porque estando él a mi diestra, Jehová puro, que alumbra los ojos.
no seré conmovido. El temor de Jehová limpio que perma-
Por tanto se alegró mi corazón, y se nece para siempre: los derechos de Je-
gozó mi gloria también mi carne repo-
: hová verdad, todos justos.
sará segura.
Deseables más que el oro, y más que
Porque no dejarás mi alma en el se- mucho oro afinado; y dulces más que
pulcro: ni darás tu Santo para que vea miel,
y que licor de panales.
corrupción.
Hacerme has saber la senda de la vida Tu siervo también es amonestado con

hartura de alegrías hay con tu rostro ellos: en guardarlos, gran salario.


deleites en tu diestra para siempre. Los errores, ¿quién los entenderá?
de los encubiertos líbrame.
LECTURA Núm. 13.
Salmo 19. Asimismo de las soberbias deten a tu
Los cielos cuentan la gloria de Dios; siervo, que no se enseñoreen de mí: en-
LECTURAS ANTIFONALES 153

tonces seré perfecto, y seré limpio de Aunque se asiente campo sobre mí, no
gran rebelión. temerá mi corazón aunque se levante
:

guerra sobre mí, yo en esto confío.


Sean voluntarios los dichos de mi bo-
ca; y el pensamiento de mi corazón de- Una cosa he demandado a Jehová,
lante de ti, oh Jehová, roca mía, y mi ésta buscaré: Que esté yo en la casa de
redentor. Jehová todos los días de mi vida, para
ver la hermosura de Jehová, y para
LECTURA Núm. 14. buscar en su templo.
Salmo 23. Porque él me esconderá en su taber-
náculo en el día del mal: esconderme ha
Jehová es ini pastor; no me faltará.
en el escondrijo de su tienda en roca me
:

En lugares de yerba me hará yacer: pondrá alto.


junto a aguas de reposo me pastoreará. Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis
Hará volver mi alma guiarme ha por enemigos en mis al derredores: y sacri-
:

sendas de justicia por su nombre. ficaré en su tabernáculo sacrificios de


jubilación: cantaré y salmearé a Jehová.
Aunque ande en valle de sombra de
muerte, no temeré algún mal, porque Oye, oh Jehová, mi voz con que llamo:
tú estarás conmigo: tu vara y tu cayado y ten misericordia de mí, y respóndeme.
ellos me confortarán. Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi
Adornarás mesa delante de mí en pre- rostro. Tu rostro, oh Jehová, buscaré.
sencia de mis angustiadores ungiste mi :
Xo escondas tu rostro de mí. no apartes
cabeza con aceite; mi copa está rever- con ira a tu siervo mi ayuda has sido, :

tiendo. no me dejes, y no me desampares, Dios de


mi salud.
Ciertamente el bien y la misericordia
me seguirán todos los días de mi vida: Porque mi padre y mi madre me de-
jaron: y Jehová me recogerá.
y en la casa de Jehová reposaré por
luengos días. Enséñame, oh Jehová, tu camino y :

guíame por senda de rectitud a causa


LECTURA Núm. 15. de mis enemigos.
Salmo 27:1-12. No me entregues a la voluntad de
Jehová es mi luz y mi salud: ¿de quién mis enemigos: porque se han levantado
temeré? Jehová es la fortaleza de mi contra mí testigos falsos, y quien habla
calumnia.
vida ; ; de quién me espavoreceré ?

Cuando se acercaron sobre mí los ma- LECTURA Núm. 16.


lignos para comer mis carnes: mis an- Salmo :: l.

gustiadores y mis enemigos a mí, ellos Bendeciré a Jehová en todo tiempo;


tropezaron y cayeron. siempre será su alabanza en mi boca.
154 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
En Jehová se alabará mi alma; oirán Clamaron, y Jehová los oyó y de todas :

los mansos, y alegrarse han. sus angustias los escapó.

Engrandeced a Jehová conmigo; y en- Cercano está Jehová a los quebranta-


salcemos su nombre a una. dos de corazón: y a los molidos de espí-
ritu salvará.
Busqué a Jehová, y él me oyó: y de
todos mis miedos me libró. Muchos son los males del justo : y de
todos ellos le escapará Jehová.
Miraron a él, y fueron alumbrados; y
sus rostros no se avergonzaron. Guardando todos sus huesos; uno de
ellosno será quebrantado.
Este pobre llamó, y Jehová le oyó, y
de todas sus angustias le escapó. Matará al malo la maldad ; y los que
aborrecen al justo serán asolados.
El ángel de Jehová asienta campo en
derredor de los que le temen, y los de- Redime Jehová la vida de sus siervos;
fiende. y no serán asolados todos los que en él
confían.
Gustad, y ved que es bueno Jehová;
dichoso el varón que confiará en él.
LECTURA Núm. 17.
Temed a Jehová sus santos; porque
Salmo 40.
no hay falta para los que le temen.
Esperando esperé a Jehová, e inclinó-
Los empobrecieron, y tu- se a mí,
leoncillos
y oyó mi clamor.
vieron hambre; y los que buscan a Je-
hová, no tendrán falta de ningún bien. E hízome sacar de un aljibe sonoro, de
un lodo cenagoso; y puso mis pies sobre
Venid, hijos, oídme; temor de Jehová peña, enderezó mis pasos.
os enseñaré.
Y puso en mi boca canción nueva, ala-
¿Quién es el varón que desea vida,
banza a nuestro Dios. Verán muchos, y
que codicia días para ver bien? temerán, y esperarán en Jehová.
Guarda tu lengua de mal, y tus labios Bienaventurado el varón que puso a
de hablar engaño. Jehová por su confianza; y no miró a los
soberbios, ni a los que declinan a la
Apártate del mal, y haz el bien; in-
mentira.
quiere la paz, y sigúela.
Aumentado has tú, oh Jehová Dios mío,
Los ojos de Jehová están sobre los jus- tus maravillas; y tus pensamientos para
tos; y sus oídos al clamor de ellos. con nosotros, no te los podremos contar:
La ira de Jehová contra los que mal si yo los anunciare y hablare, no pueden
ser enarrados.
hacen, para cortar de la tierra la me-
moria de ellos. Sacrificio y presente no te agrada:
LECTURAS ANTIFONALES 155

orejas me has labrado: Holocausto y ex- pensará de mí: mi ayudador y mi liber-


piación no has demandado. tador eres tú; Dios mío, no te tardes.

Entonces dije: He aquí, vengo; en el LECTURA Núm. 18.


envoltorio del libro está escrito de mí.
Salmo 42.
Para hacer tu voluntad, Dios mío, hame
Como el ciervo brama por las corrien-
agradado; y tu ley está dentro de mis
tes de las agiias, así mi alma suspira por
entrañas.
ti, oh Dios.
Yo anuncié justicia en grande con-
Mi alma tuvo sed de Dios, del Dios
gregación he aquí, no detuve mis labios,
:
vivo: ¿cuándo vendré, y pareceré delante
Jehová, tú lo sabes.
de Dios?
No encubrí tu justicia en medio de mi Fueron mis lágrimas mi pan de día
corazón: tu verdad y tu salud dije: no
y de noche cuando me decían todos los
negué tu misericordia y tu verdad en
días: ¿Dónde está tu Dios?
grande congregación.
De estas cosas, me acordaré, y derra-
Tú, Jeliová, no detengas de mí tus maré sobre
mí mi alma. Cuando pasaré
misericordias tu misericordia y tu ver-
:

en el número, iré con ellos hasta la casa


dad me guarden siempre. de Dios con voz de alegría y de alabanza,
Porque me han cercado males hasta bailando la multitud.
no haber cuenta: me han comprendido ¿Por qué te abates, oh alma mía. y te
mis maldades, y no puedo ver: hanse enfureces
contra mí? Espera a Dios;
aumentado más que los cabellos de mi
porque aun le tengo de alabar por las
cabeza, y mi corazón me falta.
saludes de su presencia.
Quieras, Jehová, librarme: Jeliová, Dios mío, mi alma está abatida en mí:
apresúrate para ayudarme. por tanto me acordaré de ti desde tierra
del Jordán, y de los Hermonitas, desde el
Sean avergonzados y confusos a una
monte de Mizar.
los que buscan mi vida para cortarla:
vuelvan atrás y avergüéncense los que Un abismo llama a otro a la voz de
quieren mi mal. tus canales: todas tus ondas y tus olas
han pasado sobre mí.
Sean asolados en pago de su afrenta,
los que me dicen Hala, Hala,
:
De día mandará Jehová su misericor-
dia, y de noche su canción conmigo, y
Regocíjense, y alégrense en ti todos mi oración al Dios
de mi vida.
los que te buscan; y digan siempre: Sea
ensalzado Jehová, los que aman tu salud. Diré a Dios Roca mía, ¿ por qué te has
:

olvidado de mí? ¿Por qué andaré enlu-


Y yo afligido y necesitado; y Jehová tado por la opresión del enemigo?
156 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Me es muerte en mis huesos, cuando y corta la lanza, y quema los carros en el
mis enemigos me afrentan, diciéndome fuego.
cada día: ¿Dónde está tu Dios?
Cesad, y conoced que yo soy Dios:
¿Por qué oh alma mía: y ensalzarme he en las naciones, ensalzar-
te abates,
por qué te enfureces contra mí? Es- me he en la tierra.
pera a Dios, porque aun le tengo de ala- Jehová de los ejércitos es con noso-
bar, salud de mi presencia, y Dios mío.
tros: nuestro refugio es el Dios de Ja-
cob. Selah.
LECTURA Núm. 19.
Jehová reinó, temblarán los pueblos:
Salmos 46 y 99.
que está sentado sobre los querubines
el
Dios es nuestro amparo y fortaleza: reinó: conmoverse ha la tierra.
socorro en las angustias hallaremos en
abundancia. Jehová en Sión es grande: y ensal-
zado sobre todos los pueblos.
Por tanto no temeremos, aunque la
mude, y aunque se traspasen
tierra se los Alaben tu nombre, grande, y tremendo,
montes al corazón de la mar. y santo.
Bramarán, turbarse han sus aguas: Y la fortaleza del rey, que ama el jui-
temblarán los montes a causa de su bra- cio : tú confirmas la rectitud : tú has he-
vura. Selah. cho en Jacob juicio y justicia.
Del sus conductos alegrarán la
río Ensalzad a Jehová nuestro Dios: y en-
ciudad de Dios, el santuario de las tien- corvaos al estrado de sus pies; él es
das del Altísimo. santo.

Dios está en medio de ella, no será Moisés y Aarón están entre sus sa-
movida Dios
: ayudará en mirando la cerdotes y Samuel entre los que invo-
la :

mañana. caron su nombre: llamaban a Jehová,


él les respondía.
Bramaron naciones, titubearon reinos: y
dio su voz, derritióse la tierra: En columna de nube hablaba con ellos:
guardaban sus testimonios, y el derecho
Jehová de los ejércitos es con nosotros que les dio.
nuestro refugio es el Dios de Jacob.
Selah. Jehová, Dios nuestro, tú les respon-
días: Dios, tú eras perdonador a ellos, y
Venid, ved las obras de Jehová, que vengador por sus obras.
ha puesto asolamientos en la tierra.
Ensalzad a Jehová nuestro Dios, y en-
Que hace cesar las guerras hasta los corvaos al monte de su santidad: porque
fines de la tierra; que quiebra el arco, Jehová nuestro Dios es santo.
LECTURAS ANTIFONALES 157

LECTURA Núm. 20. Alábente los pueblos, oh Dios, alá-

Salmos 61 y 67. ^llte todos los pueblos.

Ove. oh Dios, mi clamor; está atento


La tierra dará su fruto: bendecirnos ha
el Dios nuestro Dios
a mí oración. '
-

Desde el cabo de la tierra clamaré a Bendíganos Dios, y témanle todos los

ti, cuando desmayare mi corazón; a la temimos de la tierra,

peña más alta que yo, llévame.


. , LECTURA Núm. ai.
Porque tu has sido mi refugio ; torre
Salmo 72 -

de fortaleza delante del enemigo.


0h Di da u* uicios al «*> tu
Yo
habitaré en tu tabernáculo para f J

siempre; estaré seguro en el esconde-


^«a
. .
<
.
\
al hijo del rey.
>'

dero de tus alas. El juzgará a tu pueblo con justicia:


-n
Porque oh tv +'
Dios, has oído
tu,
i
mis vo- Jy
'A~ ™;^ i a tus afligidos
& ™
con Jjuicio.
tos has
; dado heredad a los que temen Los montes llevarán paz al pueblo y :

tu nombre. los collados justicia.

Días sobre días añadirás al rey: sus Juzgará a los afligidos del pueblo: Sal-
años serán como generación y genera- vara a los hijos del menesteroso, y que-
ción. brantará ai violento.

Elestará para siempre delante de Temerte han con el sol. y antes de


Dios; misericordia y verdad apercibe que la luna: por generación de generaciones,
le conserven.
Descenderá como la lluvia sobre la
Así cantaré tu nombre para siempre, yerba cortada: como el rocío que destila
pagando mis votos cada día. sobre la tierra.
Dios haya misericordia de nosotros, y Florecerá en sus días justicia, y mul-
lios bendiga haga resplandecer su ros-
: titud de paz, hasta que no haya luna,
tro sobre nosotros. Selah.
y dominará de mar a mar / y desde d
Para que conozcamos en la tierra tu rí o hasta los cabos de la tierra,
camino, en todas las naciones tu salud. Delante de él se postrarán los Etíopes:
Alábente oh Dios, alaben- Y sus enemigos lamerán la tierra,
los pueblos,
te todos los pueblos. Los reyes de Tarsis y de las islas trae-
.,, ... rán ^
Alégrense, y regocíjense las naciones, ou
presentes: los reyes
r
.
J de JJeba Jy de
.,
, .
ui i -j j Seba ofrecerán dones,
cuando juzgares los pueblos con equidad,
y pastoreares las naciones en la tierra. Y arrodillarse lian a él todos los re-
Selah. yes; todas las naciones le servirán.
158 EL NUEVO HIMNAEIO EVANGÉLICO
Porque él librará al menesteroso que drina nido para sí, donde ponga sus po-
clamare, y al afligido, que no tuviere llos en tus altares, Jehová de los ejérci-
quien le socorra. tos, Rey mío, y Dios mío.

Tendrá misericordia del pobre y del Bienaventurados los que habitan en tu


menesteroso, y las almas de los pobres casa; perpetuamente te alabarán. Selah.
salvará. Bienaventurado el hombre que tiene
De engaño y de fraude redimirá sus su fortaleza en ti: caminos en sus eora-
almas; y la sangre de ellos será preciosa
en sus ojos. Pasando por el valle de los morales lo
Y vivirá, y darle ha del oro de Jeba, ponen a él por fuente: y también lo po-
y orará por él continuamente; todo el nen por bendiciones, cuando los cubre
día le echará bendiciones. la lluvia.

Será echado un puño de grano en Irán de ejército en ejército; verán a


tierra, en los cabezos de los montes: ha- Dios en Sión.
rá estruendo, como el Líbano, su fruto; Jehová, Dios de los ejércitos, oye mi
y verdeguearán desde la ciudad, como la
oración: escucha, oh Dios de Jacob.
yerba de la tierra. Selah.
Será su nombre para siempre, delante Mira, oh Dios escudo nuestro: y pon
del sol será propagado su nombre y ben- :
los ojos en el rostro de tu ungido.
decirse han en él todas las naciones;
llamarle han bienaventurado.
Porque mejor es un día en tus patios,
que mil. Escogí antes estar a la puerta
Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel, en la casa de mi Dios, que habitar en las
que sólo hace maravillas: moradas de maldad.
Y bendito su nombre glorioso para Porque sol y escudo nos es Jehová
siempre: y toda la tierra sea llena de su Dios gracia y gloria dará Jehová
: no :

gloria. Amen, y Amen. quitará el bien a los que andan en in-


tegridad.
LECTURA Núm. 22.
Jehová de los ejércitos, dichoso el
Salmo 84. hombre que confía en ti.

Cuan amables son tus moradas, oh


Jehová de los ejércitos! LECTURA Núm. 23.
Codicia, y aun ardientemente desea mi Salino 85.
alma los patios de Jehová; mi corazón y
Tomaste contentamiento en tu tierra,
mi carne cantan al Dios vivo.
oh Jehová: volviste la cautividad de Ja-
Aun el gorrión halla casa, y la golon- cob.
:

LECTURAS ANTIFONALES 159

Perdonaste la iniquidad de tu pueblo: Antes que naciesen los montes, y


cubriste todos los pecados de ellos. formases la tierra y el mundo, y desde
Selah. el siglo, y hasta el siglo, tú eres Dios.

Quitaste toda tu saña: volvístete de la Vuelves al hombre hasta sor quebran-


ira de tu furor. tado: y dices: Convertios, hijos del hom-
bre.
Tórnanos, oh Dios, salud nuestra: y
haz cesar tu ira de nosotros. Porque mil años delante de tus ojos
son como el día de ayer, que pasó, y co-
¿Enojarte has para siempre contra
mo la vela de la noche.
nosotros? ¿Extenderás tu ira de gene-
ración en generación? Háceslos pasar como avenida de aguas
¿No volverás tú a darnos vida, y tu son como sueño: a la mañana pasará
pueblo se alegrará en ti?
como la 3'erba;

Muéstranos, oh Jehová, tu misericor-


Que a la mañana florece, y crece: a
la tarde es cortada, y se seca.
dia y danos tu salud.
:

Escucharé lo que hablará el Dios Je- Porque con tu furor somos consumi-
hová: porque hablará paz a su pueblo, y dos y con tu ira somos conturbados.
:

a sus piadosos: para que no se convier- Pusiste nuestras maldades delante de


tan a la locura. ti: nuestros yerros a la lumbre de tu
rostro.
Ciertamente cercana está su salud a los
que le temen; para que habite la gloria Porque todos nuestros días declinan
en nuestra tierra. a causa de tu ira acabamos nuestros :

La misericordia y la verdad se encon- años, como la palabra.

traron; la justicia y la paz se besaron. Los días de nuestra edad son setenta
años: y los de los más valientes, ochenta
La verdad reverdecerá de la tierra :
y años: y su fortaleza es molestia y tra-
la justicia mirará desde los cielos.
bajo: porque es cortado presto, y vola-
Jehová dará también el bien: y nues- mos.
tra tierra dará su fruto.
i Quién conoce la fortaleza de tu ira ?

La delante de
justicia irá él: y pon- que tu ira es como tu temor.
drá sus pasos en camino.
Para contar nuestros días, haznos sa-
ber así: y traeremos al corazón sabidu-
LECTURA Núm. 24. ría.
Salmo 90.
Vuélvete a nosotros, oh Jehová ¿ has- :

Señor, tú nos has sido refugio en ge- ta cuándo? y aplácate para con tus
neración y generación. siervos.
160 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Hártanos de mañana de tu misericor- Porque tú, oh Jehová, eres mi espe-
día: y cantaremos, y alegrarnos hemos ranza y : al Altísimo has puesto por tu
todos nuestros días. habitación.

Alégranos como en los que nos


días No se ordenará para ti mal: ni plaga
afligiste: como en los años que vimos tocará a tu morada.
mal.
Porque a sus ángeles mandará cerca
Parezca en tus siervos tu obra: y tu de ti, que te guarden en todos tus ca-
gloria sobre sus hijos. minos.

Y sea la hermosura de Jehová nuestro En las manos te llevarán, porque tu


Dios sobre nosotros y haz permanecer pie no tropiece en piedra.
:

sobre nosotros la obra de nuestras ma-


Sobre el león y el basilisco pisarás, hol-
nos: la obra de nuestras manos con- larás al
cachorro del león, y al dragón.
firma.
Por cuanto en mí ha puesto su volun-
LECTURA Núm. 25. tad, yo también le escaparé: ponerle he
Salmo 91.
alto, por cuanto ha conocido mi nom-
bre.
El que habita en el escondedero del
Altísimo morará en la sombra del Om- Llamarme ha, y yo le responderé: con

nipotente. él estaré yo en la angustia: escaparle


he, y glorificarle he.
Diré a Jehová: Esperanza mía y cas-
tillo mío: Dios mío: asegurarme he en él. De longura de días le hartaré: y mos-
trarle he mi salud.
Porque escapará del lazo del ca-
él te
zador: de la mortandad de destrucciones.
LECTURA Núm. 26.
Con su ala te cubrirá, y debajo de sus
Salmo 92.
alas estarás seguro: escudo y adarga es
su verdad. Bueno es alabar a Jehová; y cantar
salmos a tu nombre, oh Altísimo;
No habrás temor de espanto nocturno,
ni de saeta qae vuele de día. Anunciar por la mañana tu misericor-
dia: y tu verdad en las noches:
Ni de pestilencia que ande en oscuri-
dad: ni de mortandad que destruya al Sobre decacordo y sobre salterio : so-
mediodía. bre arpa con meditación.
Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu Por cuanto me has alegrado, oh Je-
diestra: ati no llegará. hová, con tus obras, con las obras de tus
Ciertamente con tus ojos mirarás; y
manos me regocijaré.

verás la recompensa de los impíos. ¡Cuan grandes son tus obras, oh Je-
LECTURAS ANTIFONALES 161

hová! muy profundos son tus pensa- Anticipemos su rostro con alabanza:
mientos. cantémosle alegres con salmos.
El hombre necio no sabe, y el insen- Porque Jehová es Dios grande; y Rey
sato no entiende esto: grande sobre todos ios dioses.
Floreciendo los impíos como la yer- Porque en su mano están las profun-
ba; y reverdeciendo todos los que obran didades de la tierra: y las alturas de los
iniquidad, para ser destruidos para siem- montes son suyas.
pre Porque suya es la mar, él la hizo
:
y
Mas tú, Jehová, para siempre eres y sus manos formaron la seca.
Altísimo. Venid, postrémonos, y encorvémonos;
Porque, he aquí, tus enemig-os, oh arrodillémonos delante de Jehová nues-
Jehová. porque, he aquí, tus enemigos tro hacedor.
perecerán serán disipados todos los que
:
Porque él es nuestro Dios: y nosotros
obran maldad. el pueblo de su pasto, y ovejas de su

Y tú ensalzaste mi cuerno como de mano.


unicornio: yo fui ungido con aceite verde. Cantad a Jehová canción nueva: can-
Y miraron mis ojos sobre mis enemi- tad a Jehová, toda la tierra.
gos de los que se levantaron contra mí,
:

Cantad a Jehová, bendecid su nom-


de los malignos, oyeron mis oídos. bre: anunciad de día en día su salud.
El justo florecerá como la palma: cre-
Contad en las naciones su gloria: en
cerá como cedro en el Líbano.
todos los pueblos sus maravillas.
Plantados en la casa de Jehová, en los
Porque grande es Jehová. y muy ala-
patios de nuestro Dios, florecerán.
bado terrible sobre todos los dioses.
:

Aun en la vejez fructificarán: serán


vigorosos y verdes;
Porque todos los dioses de los pue-
blos son ídolos: mas Jehová hizo los
Para anunciar que Jehová mi forta- cielos.
leza es recto: y que no hay injusticia
en
Alabanza y gloria está delante de él
él.
fortaleza y gloria está en su santuario.

LECTURA Núm. 27. Dad a Jehová, oh familias de los pue-


Salmo 95:1-7 y Salmo 96. blos, dad a Jehová la gloria y la forta-
leza.
Venid, alegrémonos en Jehová can- :

temos con júbilo a la Roca de nuestra Dad á Jehová la honra de su nombre:


salud. tomad presentes, y venid a sus patios.
-

162 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


Encorvaos a Jehová en la hermosura No contenderá para siempre; ni para
de su santuario: temed delante de él, to- siempre guardará el enojo.
tierra.
^j Q na necno con nosotros conforme
Decid en las naciones: Jehová reinó; a nuestras iniquidades; ni nos ha paga-
también compuso el mundo, no se me- do conforme a nuestros pecados,
neará: juzgará a los pueblos en justicia. Porque comQ Ja altura de log cielog
Alégrense los cielos, y regocíjese la sobre la tierra, engrandeció su mise-
tierra: brame la mar y su plenitud. ricordia sobre los que le temen.

Regocíjese el campo y todo lo que en Cuanto está lejos el oriente del occi-
él está; entonces exultarán todos los ár- dente, hizo alejar de nosotros nuestras
boles de la breña. rebeliones.

Delante de Jehová que vino: porque Como el padre tiene misericordia de


vino a juzgar la tierra. Juzgará al mun- los hijos, tiene misericordia Jehová de
do con justicia, y a los pueblos con su los que le temen.
ver a *
Porque él conoce nuestra hechura;
„ acuérdase que somos polvos.
LECTURA
,
Núm. 28. ,

Salmo 103. El varón, como la yerba son sus días;


t, j.
Bendice, alma mía, a
1 ti'
Jehová, ¿i
y todas
como la flor del campo
r así florece.

mis entrañas a su nombre santo. Que pasó el viento por ella, y pereció,
t, ,. T- , , y su lugar no la conoce más.
Bendice alma mía, a Jehová, y no te
olvides de todos sus beneficios. Mas la misericordia de Jehová, desde

el
_. ,
El que perdona todas tus iniquidades,
que sana todas tus enfermedades.
, -, , • • •
t -, el
k
log
^J
siglo

h
-

os
y hasta
.
el sobre los que
siglo,
&
gu justicia so k re i os hijos de

El que rescata del hoyo tu el vida,


Sobre los W* guardan su concierto,
que te corona de misericordia y mise-
Jo^;™ac
raciones. y l° s Q ue se acuerdan de sus manda- .

mientos para hacerlos.


El que harta de bien tu boca; reno-
varse ha como el águila tu juventud. Jehová afirmó en los cielos su trono,
_ ,
, . ' .. _ y
,
r su reino domina sobre todos.
. . . • •

Jehová, el que hace justicias y juicios


a todos los que padecen violencia. Bendecid a Jehová, sus ángeles va-
lentes de fuerza, que ejecutan su pa-
Sus caminos notificó a Moisés, y a los
lal>ra obedeciendo a la voz de su palabra.
hijos de Israel sus obras.
Misericordioso y clemente es Jehová, Bendecid a Jehová, todos sus ejérci-
luengo de iras, y grande en misericordia, tos, sus ministros, que hacen su voluntad,
LECTÜEAS ANTIFONALES 163

Bendecid a Jehová, todas sus obras El que riega los montes desde sus
en todos los lugares de su señorío. Ben- doblados; del fruto de tus obras se har-
dice, alma mía, a Jehová. ta la tierra.

El que hace producir el heno para las


LECTURA Núm. 29.
bestias y la yerba para servicio del hom-
Salmo 104.
bre, sacando el pan de la tierra.

Bendice, alma mía, a Jehová; Jehová Y el vino que alegTa el corazón del
Dios mío, mucho te has engrandecido, de hombre; haciendo relumbrar la faz con
gloria y de hermosura te has vestido. el aceite; y el pan sustenta el corazón del

Que se cubre de luz como de vestidu- hombre.


ra, que extiende los cielos como una Hártanse los árboles de Jehová; los
cortina; cedros del Líbano que él plantó:

Que entabla con las aguas sus dobla- Para que aniden allí las aves; la ci-
dos, el que pone a las nubes por su carro, güeña tenga su casa en las hayas.
el que anda sobre las alas del viento. Los montes altos para las cabras mon-
El que hace a sus ángeles espíritus, teses, las peñas madrigueras para los co-
sus ministros al fuego flameante. nejos.

El fundó la tierra sobre sus basas, no Hizo la luna para sazones el sol co- :

se moverá por ningún siglo.


noció su occidente.

Con el abismo, como con vestido, la Pones las tinieblas, y la noche es; en
ella corren todas las bestias del monte.
cubriste: sobre los montes estaban las
aguas. Los leoncillos braman a la presa, y
De
tu reprensión huyeron; por el so-
para buscar de Dios su comida.
nido de tu trueno se apresuraron. Sale el sol, recógense, y échanse en
Subieron los montes, descendieron los sus cuevas.
valles a este lugar, que tú les fundaste. Sale el hombre a su hacienda, y a su
labranza hasta la tarde.
Pusísteles término, el cual no tras-
pasarán, ni volverán a cubrir la tierra. ¡Cuan muchas son tus obras, oh Je-
hová! todas ellas hiciste con sabiduría:
El que envía las fuentes en los arro- la tierra está llena de tu posesión.
yos; entre los montes van.
Esta gran mar y ancha de términos;
Abrévanse todas las bestias del campo; allí hay pescados sin número, bestias
los asnos salvajes quebrantan su sed. pequeñas y grandes.
Junto a ellos habitan las aves de los Allí andan navios, este leviatán que
cielos; entre las hojas dan voces. hiciste para que jugase en ella.
164 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Todas ellas esperan a ti, para que les Hambrientos, y sedientos : su alma des-
des su comida a su tiempo. fallecía en ellos.

Dasles, recogen: abres tu mano, hár- Y clamaron a Jehová en su angustia;


tanse de bien. y escapólos de sus aflicciones.
Escondes tu rostro, túrbause: les qui- Y encaminólos en camino derecho; pa-
tas el espíritu, dejan de ser, y tórnanse ra que viniesen a ciudad de población.
en su polvo. Alaben pues ellos la misericordia de
Envías tu espíritu, críanse: y renue- Jehová, y sus maravillas con los hijos de
vas la haz de la tierra. los hombres.
Sea la gloria a Jehová para siempre: Porque hartó al alma menesterosa; y
alégrese Jehová en sus obras. al alma hambrienta hinchió de bien.
El que mira a la tierra, y tiembla: to- Los que moraban en tinieblas, y som-
ca en los montes, y humean. bra de muerte, aprisionados en aflicción,
y en hierros;
A Jehová cantaré en mi vida: a mi
Dios diré salmos mientras viviere. Por cuanto fueron rebeldes a las pa-
labras de Jehová; y aborrecieron el con-
Serme ha suave hablar de él; yo me sejo del Altísimo:
alegraré en Jehová.
Y
él quebrantó con trabajo sus cora-

Sean consumidos de la tierra los pe- zones: cayeron, y no hubo quien los ayu-
cadores y los impíos dejen de ser. Ben- dase:
:

dice, alma mía, a Jehová. Aleluya. Y clamaron a Jehová en su angustia


escapólos de sus aflicciones.
LECTURA Núm. 30.
Sacólos de las tinieblas, y de la som-
Salmos 107:1-32. bra de muerte; y rompió sus prisiones.
Alabad a Jehová, porque es bueno; Alaben pues ellos la misericordia de
porque para siempre es su misericordia. Jehová, y sus maravillas con los hijos
Díganlo los redimidos de Jehová, los de los hombres.
que ha redimido de poder del enemigo. Porque quebrantó las puertas de ace-
ro; y desmenuzó los cerrojos de hierro.
Y los ha congregado de las tierras,
del oriente y del occidente, del aquilón Insensatos, a causa del camino de su
y de la mar. rebelión; y a causa de sus maldades fue-
ron afligidos.
Anduvieron perdidos por el desierto,
por la soledad sin camino: no hallando Su alma abominó toda vianda; y lle-
ciudad de población. garon hasta las puertas de la muerte.
LECTURAS ANTIFONALES 1G5

Y clamaron a Jehová en su ang-ustia; Porque dirán los Gentiles, ¿Dónde es-


y salvólos de sus aflicciones. tá ahora su Dios?
Envió su palabra, y curólos; y escapó- Y nuestro Dios está en los cielos: todo
los de sus sepulturas. lo que quiso, hizo.
Alaben pues ellos la misericordia de
Sus ídolos son plata y oro: obra de
Jehová; y sus maravillas con los hijos de
manos de hombres.
los hombres.
Y sacrifiquen sacrificios de alabanzas; Tienen boca, mas no hablarán : tienen

y enarren sus obras con jubilación. ojos, mas no verán.

Los que descendieron a la mar en na- Tienen orejas, mas no oirán: tienen
vios: y contratan en las muchas aguas; narices, mas no olerán.
Ellos han visto las obras de Jehová, y Tienen manos, mas no palparán tie- :

sus maravillas en el mar profundo. nen pies, mas no andarán no hablarán :

El dijo, y salió el viento de la tempes- con su garganta.


tad, que levanta sus ondas: Como ellos sean los que los hacen:
Suben a los cielos, descienden a los cualquiera que confía en ellos.
abismos: sus almas se derriten con el
mal. Oh Israel, confía en Jehová él es su :

ayudador, y su escudo.
Tiemblan, y titubean como borrachos;
y toda su ciencia es perdida. Casa de Aarón, confiad en Jehová: él
es su ayudador, y su escudo.
Y claman a Jehová en su angustia; y
escápalos de sus aflicciones. Los que teméis a Jehová, confiad en
Hace parar la tempestad en silencio; Jehová él es su ayudador, y su escudo.
:

y callan sus ondas. Jehová se acordó de nosotros: bende-


Yalégranse, porque se reposaron; y cirá,bendecirá a la casa de Israel: ben-
guíalos al puerto que quieren. decirá a la casa de Aarón.
Alaben pues ellos la misericordia de Bendecirá a los que temen a Jehová : a
Jehová, y sus maravillas con los hijos de chicos y a grandes.
los hombres.
Añadirá Jehová sobre vosotros: sobre
Y ensálcenle en congregación de pue-
vosotros y sobre vuestros hijos.
blo; y en consistorio de ancianos le loen.
Benditos vosotros de Jehová, que hi-
LECTURA Núm. 31. zo los cielos y la tierra.
Salmo 115. Los cielos, los cielos son de Jehová:
No a nosotros, oh Jehová, no a noso- y la tierra dio a los hijos de los hombres.
tros, mas a tu nombre da gloría; por tu Xo los muertos alabarán a Jehová, ni
misericordia, por tu verdad. todos los que descienden al silencio.
166 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Mas nosotros bendeciremos a Jehová, Con mis labios lie contado todos los
desde ahora hasta siempre. Aleluya. juicios de tu boca.

En el camino de tus testimonios me


LECTURA. Num. 32. jj e regocijado, como sobre toda riqueza.
Salmos 119:1-16; 105-112. -ni i i v. /
En • *.

tus mandamientos meditare; y con-


Bienaventurados los perfectos de ca- sideraré tus caminos,
mino: los que andan en la ley de Je-
hová.
En tus estatutos me recrearé: no me
olvidaré de tus palabras.
Bienaventurados los que guardan sus
testimonios; y con todo el corazón le
Ljimpara es a mis pies tu palabra, y
,

buscan lumbre a mi camino.


uré ? afirmé de S uardar los J uicios
ítem, los que no hacen iniquidad, an- J J >.
.
>

de tu J usticia '
dan en sus caminos.
Afligido estoy en gran manera, oh Je
Tú encargaste tus mandamientos, que
hová: vivifícame conforme a tu palabra.
1

sean muy guardados.


¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos Los sacrificios voluntarios de mi boca,
a guardar tus estatutos ruégote, oh Jehová, que te sean agra-
dables; y enséñame tus juicios.
Entonces no sería yo avergonzado,
cuando mirase en todos tus manda- Mi alma está en mi palma de conti-
mientos. Jluo :mas de tu ley no me he olvidado.

Alabarte he con rectitud de corazón, Los impíos me pusieron lazo; empero


cuando aprendiere los juicios de tu jas- yo no me desvié de tus mandamientos.
a *
Por heredad he tomado tus testimo-
Tus estatutos guardaré: no me dejes nios para siempre; porque son el gozo
enteramente. de mi corazón.

¿ Con qué limpiará el mozo su cami-


Mi corazón incliné a hacer tus estatu-
no? cuando guardare tu palabra. tos de continuo hasta el fin.

Con todo mi corazón te he buscado: LECTURA Núm. 33.


no me dejes errar de tus mandamientos. Salmos 121 y 122.

En mi corazón he guardado tus dichos, Alzaré mis ojos a los montes de donde
para no pecar contra ti. vendrá mi socorro.

Bendito tú, oh Jehová; enséñame tus Mi socorro es de parte de Jehová; que


estatutos. hizo los cielos y la tierra.
LECTURAS ANTIFONALES 167

No dará tu pie al resbaladero: ni se LECTURA Núm. 34.


dormirá el que te guarda. Salmos 125 y 126.

He aquí, no se adormecerá, ni dormi- Los que confían en Jehová son como


rá el que guarda a Israel. elmonte de Sion, que no deslizará: para
siempre estará.
Jehová será tu guardador: Jehová se-
rá tu sombra sobre tu mano derecha. Jerusalem, montes al rededor de ella,
y Jehová al rededor de su pueblo, desde
De día el sol no te fatigará, ni la luna ahora
y para siempre.
de noche.
Porque no reposará la vara de la im-
Jehová te guardará de todo mal; él piedad sobre la suerte de los justos; por-
guardará a tu alma. que no extiendan los justos sus manos
a la iniquidad.
Jehová guardará tu salida, y tu entra-
da, desde ahora y hasta siempre. Haz bien, oh Jehová, a los buenos, y
a los rectos en sus corazones.
Yo me alegré con los que me decían
A la casa de Jehová iremos. Ya los que se apartan tras sus per-
versidades, Jehová los llevará con los
Nuestros pies estuvieron en tus puer- que obran iniquidad; y paz será sobre
tas, oh Jerusalem. Israel.

Jerusalem, la que es edificada como Cuando Jehová hiciere tornar los cau-
una ciudad que está unida consigo a una. tivos de Sion, seremos como los que
sueñan.
Porque allá subieron las tribus, las
tribus de Jehová, el testimonio a Israel, _
Entonces nuestra boca se henchirá de
para alabar el nombre de Jehová. risa, y nuestra lengua de alabanza: en-
tonces dirán entre los Gentiles: Grandes
Porque allá están las sillas del juicio: cosas ha hecho Jehová con estos.
las sillas de la casa de David.
Grandes cosas ha hecho Jehová con
Demandad paz de Jerusalem: sean nosotros: seremos alegres.
la
pacificados los que te aman.
Haz volver, oh Jehová, nuestros cau-
_

Haya paz en tu antemuro, descanso en tivos, como los arroyos en el austro.


tus palacios,
Los que sembraron con lágrimas, con
A
causa de mis hermanos y mis com- regocijos segarán.
pañeros hablaré ahora paz de ti.
irá yendo y llorando el que lleva la
A
causa de la casa de Jehová nuestro preciosa simiente: mas viniendo, vendrá
Dios buscaré bien para ti. con regocijo trayendo sus gavillas.
168 EL NUEVO HIMNAKIO EVANGÉLICO
LECTURA Núm. 35. Alabad al Señor de señores; porque
Salmos 131, 133, 134. para siempre es su misericordia.

Jehová, no se ensoberbeció mi cora- Al que sólo hace grandes maravillas;


zón, ni mis ojos se enaltecieron; ni an- porque para siempre es su misericordia.
duve en grandezas, ni en cosas maravillo- Al que hizo los cielos con entendi-
sas más de lo que me pertenecía. miento; porque para siempre es su mi-
Si no puse, e hice callar mi alma, sea sericordia.
yo como el destetado de su madre, co- Al que tendió la tierra sobre las aguas;
mo el destetado, de mi vida. porque para siempre es su misericordia.
Espera, oh Israel, a Jehová desde aho- Al que hizo los grandes luminares;
ra y hasta siempre. porque para siempre es su misericordia.
Mirad cuan bueno y cuan suave es ha- El sol para que dominase en el día;
bitar los hermanos también en uno! porque para siempre es su misericordia.
Como el buen óleo sobre la cabeza, que La luna y las estrellas para que do-
desciende sobre la barba, la barba de minasen en la noche; porque para siem-
Aarón, que desciende sobre el borde de pre es su misericordia.
sus vestiduras:
Al que hirió a Egipto con sus primo-
Como el rocío de Hermón, que des- génitos; porque para siempre es su mi-
ciende sobre los montes de Sión. Por- sericordia.
que allí envía Jehová bendición, y vida
eterna. Al que sacó a Israel de en medio de
ellos; porque para siempre es su mise-
Mirad, bendecid a Jehová, todos los
ricordia.
siervos de Jehová, los que estáis en la casa
de Jehová, en las noches: Con mano fuerte y brazo extendido;
porque para siempre es su misericordia.
Alzad vuestras manos al santuario, y
bendecid a Jehová. Al que partió al mar Bermejo en par-
Bendígate Jehová desde Sión, el que tes ;
porque para siempre es su mise-
hizo los cielos y la tierra. ricordia.

E hizo pasar a Israel por medio de él;


LECTURA Núm. 36.
porque para siempre es su misericordia.
Salmo 136.

Alabad a Jehová, porque es bueno;


Y sacudió a Faraón y a su ejército en
el mar Bermejo; porque para siempre es
porque para siempre es su misericordia.
su misericordia.
Alabad al Dios de dioses; porque pa-
ra siempre es su misericordia. Al que pastoreó a su pueblo por el
LECTURAS ANTIFONALES 169

desierto; porque para siempre es su mi- za en eran manera; y su grandeza no


sericordia. puede ser comprendida.
Al que hirió a grandes reyes; porque Generación a generación enarrará tus
para siempre es su misericordia. obras; y anunciarán tus valentías.
Y mató a reyes poderosos; porque pa- La hermosura de la gloria de tu mag-
ra siempre es su misericordia. nificencia, y tus hechos maravillosos ha-
are
A Sehón rey Amorreo; porque para '

siempre es su misericordia. Y la terribilidad de tus valentías di-


Y a Og rey de Basan; porque para r án; y tu grandeza recontaré.
siempre es su misericordia. L a memoria de la muchedumbre de tu
Y dio la de ellos en heredad;
tierra bondad rebosarán; y tu justicia canta-
porque para siempre es su misericordia. ran «

En heredad a Israel su siervo; porque Clemente y misericordioso es Jehová:


para siempre es su misericordia. luengo de iras, y grande en misericor-
__ . . dia.
El que en nuestro abatimiento se acor-
dó de nosotros; porque para siempre es Bueno es Jehová para con todos; y
su misericordia. sus misericordias, sobre todas sus obras.

Y nos rescató de nuestros enemigos; Alábente, oh Jehová, todas tus obras;


tus misericordiosos te bendigan.
porque para siempre es su misericordia. y
„, , . , .
La gloria de tu reino digan: v hablen
.

Ll que da mantenimiento a toda car- j e tu fortaleza •

ne; porque para siempre es su miseri-


cordia. Para notificar a los hijos de Adán sus
valentías; y la gloria de la magnificencia
ai u j
Alabad t^-i j -i i
al Dios de los cielos; porque
¿ e su remo
para siempre es su misericordia.
Tu reino es reino de todos los siglos;
LECTURA Núm. 37. y tu señorío en toda generación y ge-
Salmo 145. neración.

Ensalzarte he, mi Dios y Rey; y ben- Sostiene Jehová a todos los que caen;
deciré a tu nombre por el siglo y para y levanta a todos los oprimidos,
siempre.
Los ojos de todas las cosas esperan a
Cada día te bendeciré; y alabaré tu ti; y tú les das su comida en su tiempo,
nombre por el siglo y para siempre.
Abres tu mano, y hartas de voluntad
Grande es Jehová, y digno de alaban- a todo viviente.
170 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Justo es Jehová en todos sus caminos, Jehová es el que abre los ojos a los
y misericordioso en todas sus obras. ciegos: Jehová el que ama a los justos:

Cercano está Jehová a todos los que Jehová el que guarda a los extran-
le invocan: a todos los que le invocan jeros; al huérfano y a la viuda levanta;
con verdad. y el camino de los impíos trastorna.
La voluntad de los que le temen, hará; Reinará Jehová para siempre: tu Dios,
y su clamor oirá, y los salvará. oh Sión, por generación y generación.
Aleluya.
Jehová guarda a todos los que le aman;
y a todos los impíos destruirá. Alabad a Jehová desde los cielos: ala-
badle en las alturas.
La alabanza de Jehová hablará mi bo-
Alabadle todos sus ángeles: alabadle
ca;y bendiga toda carne su santo nombre,
por el siglo y para siempre. todos sus ejércitos.
Alabadle el sol y la luna: alabadle to-
LECTURA Núm. 38. das las estrellas de luz.

Salmos 146 y 148. Alabadle los cielos de los cielos; y las


Alaba, oh alma mía, a Jehová.
aguas que están sobre los cielos.
Alaben el nombre de Jehová; porque
Alabaré a Jehová en mi vida: diré sal-
él mandó, y fueron creadas.
mos a mi Dios mientras viviere.
Y las hizo ser para siempre, por el
No en los príncipes, ni en hi- siglo: púsoles ley
confiéis
que no será quebran-
jo de hombre; porque no hay en él sa-
tada.
lud.
Alabad a Jehová de la tierra, los dra-
Saldrá su espíritu, volverse ha el hom-
gones y todos los abismos.
bre en su tierra: en aquel día perecerán
sus pensamientos. El fuego, y el granizo; la nieve y el
vapor: el viento de tempestad que hace
Bienaventurado aquel cuyo ayudador su palabra:
es el Dios de Jacob: cuya esperanza es
en Jehová su Dios. Los montes, y todos los collados: el
árbol de fruto, y todos los cedros:
El que hizo los cielos y la tierra: la
mar, y todo lo que en ellos está: el que La bestia, y todo animal: lo que va
guarda verdad para siempre: arrastrando, y el ave de alas.

El que hace derecho a los agraviados, Los reyes de la tierra, y todos los
el que da pan a los hambrientos: Jehová pueblos: los príncipes, y todos los jue-
el que suelta a los aprisionados: ees do la tierra.
LECTURAS ANTIFONALES 171

Los mancebos, y también las donce- pesebre; porque no había lugar para ellos
llas: los viejos con los mozos. en el mesón.
Alaben el nombre de Jehová; porque Y había pastores en la misma tierra,
su nombre de él sólo es ensalzado su que velaban, y guardaban las velas de la
:

gloria es sobre tierra y cielos. noche sobre su ganado.


El ensalzó el cuerno de su pueblo: Y, be aquí, el ángel del Señor vino so-
alábenle todos sus misericordiosos: los bre ellos; y la claridad de Dios los cercó
hijos de Israel, el pueblo a él cercano. de resplandor de todas partes, y tuvieron
Aleluya. gran temor.
Mas el ángel les dijo: No temáis, por-
LECTURA Núm. 39. que, he aquí, os doy nuevas de gran
gozo, que será a todo el pueblo:
NAVIDAD. Que os es nacido hoy Salvador, que es
Lucas 2:1-20. el Señor, el Cristo, en la ciudad de David.
Y aconteció en aquellos días, que salió Y esto os será por señal: hallaréis al
un edicto de parte de Augusto César, niño envuelto en pañales, echado en el
para que toda la tierra fuese empadro- pesebre.
nada.
Y repentinamente apareció con el án-
Este empadronamiento primero fué he- gel multitud de ejércitos celestiales, que
cho, siendo presidente de la Siria Ci- alababan a Dios, y decían :

renio.
Gloria en las alturas a Dios, y en la
E iban todos para ser empadronados tierra paz, y a los hombres buena volun-
cada uno a su ciudad. tad.

Y subió José de Galilea, de la ciudad Y aconteció, que como los ángeles se


de Nazaret, a Judea, a la ciudad de Da- fueron de ellos al cielo, los pastores di-
vid, que se llama Belén, por cuanto era jeron los unos a los otros: Pasemos,
de la casa y familia de David; pues, hasta Belén, y veamos este nego-
cio que ha hecho Dios, y nos lia mos-
Para ser empadronado, con María su
trado.
mujer desposada con él, la cual estaba
preñada.
Y vinieron apriesa, y hallaron a María,
y a José, y al niño acostado en el pe-
Y aconteció, que estando ellos allí, los sebre.
días en que ella había de parir se cum-
plieron.
Y viéndolo, hicieron notorio lo que les
había sido dicho del niño.
Y parió a su hijo primogénito, y le Ytodos los que lo oyeron, se mara-
en volvió en pañales, y le acostó en el villaron de lo que los pastores les decían.
;

172 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


Mas María guardaba todas estas cosas Bienaventurados
cuando os mal- sois,
confiriéndolas en su corazón. dijeren, y os persiguieren,
y dijeren de
vosotros todo mal por mi causa, min-
Y se volvieron los pastores glorifican- tiendo.
do y alabando a Dios por todas las cosas
Regocijaos y alegraos; porque vuestro
que habían oído y visto, como les había
galardón es grande en los cielos; que así
sido dicho.
persiguieron a los profetas que fueron
antes de vosotros.
LECTURA Núm. 40.

BIENAVENTURANZAS. LECTURA Núm. 41.

Mateo 5:1-12. ENTRADA TRIUNFAL. '

Y viendo Jesús las multitudes, subió a Mat. 21:1-17.


un monte; y sentándose él se llegaron a
él sus discípulos.
Y como
acercaron a Jerusalem, y
se
vinieron a Betfage, al monte de las Oli-
Y abriendo él su boca, les enseñaba, vas, entonces Jesús envió dos discípulos,
diciendo:
Diciéndoles: Id a la aldea que está de-
Bienaventurados los pobres en espíri- lante de vosotros, y luego hallaréis una
tu; porque de ellos es el reino de los 'asna atada, y un pollino con ella: desa-
cielos. tadla, y traédmelos.

Bienaventurados los tristes; porque Y si alguno os dijere algo, decid: El


ellos recibirán consolación. Señor los ha menester; y luego los de-
jará.
Bienaventurados los mansos; porque el-
los recibirán la tierra por heredad. Y todo esto fué hecho, para que se
cumpliese lo que fué dicho por el pro-
Bienaventurados los que tienen ham-
feta, que dijo:
bre y sed de justicia; porque ellos serán
hartos. Decid a la hija de Sion: He aquí, tu
Bienaventurados los misericordiosos
Rey te viene, manso, y sentado sobre
una asna y un pollino, hijo de animal de
porque ellos alcanzarán misericordia.
yugo.
Bienaventurados los de limpio cora-
zón; porque ellos verán a Dios.
Y los discípulos fueron, e hicieron co-
mo Jesús les mandó,
Bienaventurados los pacificadores; por-
que ellos serán llamados hijos de Uios. Y trajeron el asna y el pollino, y pu-
sieron sobre ellos sus mantos, y se sentó
Bienaventurados los que padecen per- sobre ellos.
secución por causa de la justicia; porque
de ellos es el reino de los cielos. Y muy mucha gente tendían sus man-
LECTURAS ANTIFONALES 173

tos en el camino; y otros cortaban ra- LECTURA Núm. 42.


mos de los árboles, y los tendían por el
camino. RESURRECCIÓN.
Marcos 16.
Y las multitudes que iban delante, y
las que iban detrás aclamaban, diciendo: Y como pasó el sábado, María Mag-
Hosanna al Hijo de David: Bendito el que dalena, y María madre de Santiago, y
viene en el nombre del Señor: Hosanna Salomé compraron drogas aromáticas.
en las alturas. para venir a ungirle.

Y entrando él en Jerusalem, toda la Y muy de mañana, el primer día de la

ciudad se alborotó, diciendo: ¿Quién es semana, vienen al sepulcro, ya salido el

éste? sol.

Y las multitudes decían Este es Je-


:
Y decían entre sí: ¿Quién nos revol-
verá la piedra de- la ¡merta del sepul-
sús, el profeta, de Xazaret de Galilea.
cr< i ?

Y entró Jesús en el templo de Dios,


Y como miraron, ven la piedra revuel-
y echó fuera todos los que vendían y ta; porque era grande.
compraban en el templo, y trastornó las
mesas de los cambiadores, y las sillas de Y entradas en el sepulcro, vieron un
los que vendían palomas. mancebo sentado a la mano derecha cu-
bierto de una ropa larga y blanca y se
Y les dice: Escrito está: Mi casa, casa espantaron. ;

de oración será llamada mas vosotros


;

cueva de ladrones la habéis hecho. Mas él les dice: No tengáis miedo;


buscáis a Jesús Nazareno, que fué cruci-
Entonces vinieron a él ciegos y cojos ficado: resucitado ha, no está aquí: he
en el templo, y los sanó. aquí el lugar donde le pusieron.

Mas príncipes de los sacerdotes y


los Mas id. decid a sus discípulos y a Pe-
los viendo las maravillas que
escribas, dro, que él va antes que vosotros a Ga-
hacía, y los muchachos aclamando en el lilea: allí lo veréis, como os dijo.
templo, y diciendo Hosanna al Hijo de
:

David: se enojaron. Y fueron huyendo prestamen-


ellas se
te del sepulcro; porque las había tomado
Y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos di- temblor y espanto; ni decían nada a na-
cen? Y
Jesús les dice: Si: ¿Nunca leís- die; porque tenían miedo.
teis: De la boca de los niños, y de los
que maman perfeccionaste la alabanza? Mas como Jesús resucitó por la ma-
ñana, primer día de la semana, apa-
el

Y dejándolos se salió fuera de la ciu- reció primeramente a María Magdalena,


dad a Betania y posó allí.
: de la cual había echado siete demoni
174 EL NUEVO HIMNABIO EVANGÉLICO
Y yendo ella, lo hizo saber a los que LECTURA Núm. 43.
habían estado con él, que estaban tris-

tes y llorando. PENTECOSTÉS.


c os
Y ellos como oyeron que vivía, y que '
"
'

había sido visto de ella, no lo creyeron. Y cuando hubo venido cumplidamente


el día de Pentecostés, estaban todos uná-
Mas después apareció en otra forma nimes en un mismo lugar.
a dos de ellos que iban caminando, yen-
repente vino un estruendo del
do al campo.
cielo como de un viento vehemente que
Y ellos fueron, y lo hicieron saber a los venía con ímpetu, el cual hinchió toda la
otros; mas ni aun a ellos creyeron. casa en donde estaban sentados.

Posteriormente se apareció a los on- Y les aparecieron lenguas repartidas


ce, estando sentados a la mesa; y les za- como de fuego, y se asentó sobre cada
hirió su incredulidad y la dureza de co- lmo " e e ll° s -

razón, que no hubiesen creído a los que Y fueron todos llenos del Espíritu
le habían visto resucitado. Santo, y comenzaron a hablar en otras
-,•• lenguas, como el Espíritu les, daba que
4
Yr les dijo:
-v !Tj
Id por todoi i
el mundo, y
hablase n
j. i

predicad el evangelio a toda criatura.


Moraban entonces en Jerusalem Ju-
El que creyere, y fuere bautizado, se- dí os> varones religiosos de todas las na-
rá salvo; mas el que no creyere, será c i ones que estail debajo del cielo.
condenado. __
Y hecho este estruendo se juntó la
Y estas señales seguirán a los que ere- multitud; y estaban confusos, porque ca-
yeren: En mi nombre echarán fuera de- da uno les oía hablar su propia lengua.
nionios: hablarán nuevas lenguas: Y egtaban todogatóniio8 y maravilla _

Alzarán serpientes; y bebieren cosa dos r diciendo los unos a los otros: He
si '

mortífera, no les dañará: sobre los en- ac lu ¿ no son Gahleos todos estos que l >

fermos pondrán las manos, y sanarán. hablan .

*t i a ~ j ' 1 iiT-í?' ¿Cómo, pues, los oímos nosotros ha-


*
X el Señor, después que les hablo, íue ,
a ,
., . -.

recibido arriba en el cielo,' J


.¿
y se asento i-i 4,' blar cada uno en su lengua
., to en que
H so-
1

mos. „,
wrto ,
, ,. t^. , -, nacidos?
a la diestra de Dios.

Y n ,. , ,. . j
11 y
J Partos,
y Medos, Elamitas, y los que
ellos,
,
'
saliendo, predicaron en todas
, K. , o ~ '
•,
¿
habitamos en Mesopotamia,
'
i\/r ti
en Judea, y
partes,obrando con ellos el Señor, con- y nn n n*nA ~ r> ± a

c
'
, , , , ~ 1 en Capadocia, en el
1
Ponto, y en Asia,
J
firmando la palabra con
-,

las señales que


se seguían. Amén. En Frigia, y en Pamfilia, en Egipto, y
LECTURAS ANTIFONALES 175

en las partes de Libia que están de la Y acontecerá, que todo aquel que in-
otra parte de Cirene, y extranjeros de vocare el nombre del Señor, será salvo.
Roma, Judíos, y prosélitos.
Cretenses, y Árabes: los oímos hablar LECTURA Núm. 44.
en nuestras lenguas las maravillas de Mateo G: 19-34.
Dios. Xo hagáis tesoro- en la tierra donde
Y estaban todos atónitos y en duda, la polilla y el orín corrompe, y donde la-
diciendo los unos a los otros: ¿Qué quie- drones minan, y hurtan;
re ser esto? Mas haceos
tesoros en el cielo, donde
Mas burlándose,
otros decían : Estos ni polilla orín corrompe, y donde
ni
están llenos de mosto. ladrones no minan, ni hurtan.

Entonces Pedro poniéndose en pie con Porque donde estuviere vuestro te-
los once, alzó su voz, y les habló dicien- soro, allí estará vuestro corazón.
do: Varones de Judea, y todos los que La luz del cuerpo es el ojo: así que si
habitáis en Jerusalem, esto os sea noto- tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo será
rio, y prestad oídos a mis palabras:
luminoso.
Porque no están borrachos, co-
estos
Mas si tu ojo fuere malo, todo tu
mo vosotros pensáis, siendo solamente la cuerpo será tenebroso. Así que si la luz
hora de tercia del día. que en ti hay, son tinieblas, ¿cuántas
Mas esto es lo que fué dicho por el serán las mismas tinieblas?
profeta Joel: Ninguno puede servir a dos señores;
Y será en postreros días, dice
los porque o aborrecerá al uno, y amará al
Dios, que derramaré de mi espíritu sobre otro; o se llegará al uno, y menospre-
toda carne: y vuestros hijos, y vuestras ciará al otro. No podéis servir a Dios,
hijas profetizarán, y vuestros jóvenes ve- y a las riquezas.
rán visiones, y vuestros viejos soñarán
sueños.
Por tanto os digo: Xo os congojéis
por vuestra vida, qué habéis de comer,
Y de cierto sobre mis servios, y sobre o qué habéis de beber; ni por vuestro
mis criadas en aquellos días derramaré cuerpo, qué habéis de vestir. ; La vida
di mi Espíritu; y profetizarán. no es más que el alimento, y el cuerpo
Y daré prodigios arriba en el cielo, que el vestido?
y
señales abajo en la tierra, sangre, y fue-
Mirad las aves del cielo, que no siem-
go, y vapor de humo. bran, ni siegan, ni allegan en alfolíes;
El sol se volverá en tinieblas, y la luna y vuestro Padre celestial los alimenta.
en sangre, antes que venga el día del ¿No sois vosotros mucho mejores que
Señor grande e ilustre. ellas?
176 EL NUEVO HTMNARIO EVANGÉLICO
¿Mas quién de vosotros, por mucho Ya vosotros sois limpios por la pala-
que se congoje, podrá añadir a su esta- bra que os he hablado.
tura un codo?
Permaneced en mí, y yo en vosotros.
Y por el vestido, ¿por qué os con- Como el pámpano no puede llevar fru-
gojáis? Aprended de los lirios del cam- to de sí mismo, si no permaneciere en
po, como crecen: no trabajan, ni hilan: la vid, así ni vosotros, si no permanecie-
reis en mí.
Mas os digo, que ni aun Salomón con
toda su gloria fué vestido así como uno Yo soy la vid, vosotros los pámpanos,
de ellos. el que permanece en mí, y yo en él, éste

Y si la yerba del campo, que hoy es lleva mucho fruto porque sin mí nada
podéis hacer.
y mañana es echada en el horno, Dios
la vista así, ¿no hará mucho más a vo- Si alguno no permaneciere en mí, se-
sotros, hombres de poca fe? rá echado fuera como mal pámpano, y se
secará; y los cogen, y échenlos en el
No os congojéis, pues, diciendo ¿ Qué :
fuego y arden.
comeremos, o qué beberemos, o con qué
nos cubriremos? Si permaneciereis en mí, y mis pala-
Porque los gentiles buscan todas estas bras permanecieren en vosotros, todo lo
cosas; porque vuestro Padre celestial sa- que quisiereis pediréis, y os será hecho.
be que de todas estas cosas tenéis nece-
En esto es glorificado mi Padre, en
sidad.
que llevéis mucho fruto; así seréis mis
Mas buscad primeramente el reino de discípulos.
Dios, y su justicia; y todas estas cosas
Cómo el Padre me amó también yo os
os serán añadidas.
he amado: sed constantes en mi amor.
Así que, no os congojéis por lo de Si guardareis mis mandamientos, per-
mañana; que el mañana traerá su con- maneceréis en mi amor: como yo tam-
goja: basta al día su aflicción.
bién he guardado los mandamientos de
mi padre, y permanezco en su amor.
LECTURA Núm. 45.
Juan 15:1-17. Estas cosas os he hablado, para que
mi gozo permanezca en vosotros, y vues-
Yo soy la vid verdadera, y mi padre tro gozo sea cumplido.
es el labrador.
Este es mi mandamiento: que os améis
Todo pámpano en mí que no lleva los unos a los otros, como yo os amé.
fruto, le quita; y todo aquel que lleva
fruto, le limpia, para que lleve más Nadie tiene mayor amor que este, que
fruto. ponga alguno su vida por sus amigos.
LE< 'TURAS ANTIFONALES i i

Vosotros sois mis amigos, si hicierais y del Espíritu, no puede entrar en el


las cosas que yo os mando. reino de Dio.-.

Ya no os llamaré siervos, porque el Lo que es nacido de la carne, carne


siervo no ¿abe lo que hace su señor; mas es; y lo que es nacido del Espíritu, Espí-
ritu es.
os he llamado amigos, poique todas las
cosas que oí de mi Padre, os he hecho Xo te maravilles de que te dije; Ne-
conocer. cesario os es nacer otra vez.

No me elegisteis vosotros a mi; mas El viento de donde quiere sopla; y


yo os elegí a vosotros, y os he puesto oyes su sonido; mas ni sabes de donde
para que vayáis, y llevéis fruto; y vues- viene, ni donde vaya; así es todo aquel
tro fruto permanezca, para que todo lo que es nacido del Espíritu.
que pidiereis al Padre en mi nombre él
Respondió Xicodemo, y le dijo: ¿Có-
os lo dé.
mo puede ser estol
Esto os mando : que os améis los unos
Respondió Jesús, y le dijo: ¿Tú eres
a los otros.
un maestro de Israel, y no sabes esto?
LECTURA Núm. 46. De cierto, de cierto te digo, que lo
Juan 3:1-19. que sabemos, hablamos: y lo que hemos
visto, testificamos, y no recibís nuestro
Y había un hombre de los Fariseos
testimonio.
que se llamaba Nieodemo, príncipe de
los Judíos. Si os he dicho cosas terrenales, y no
creéis: ¿cómo creeréis, si os dijere co-
Este vino a Jesús de noche, y le dijo:
sas celestiales?
Rabbí, sabemos que eres un maestro ve-
nido de Dios; porque nadie puede hacer Y nadie subió al cielo, sino el que
estos milagros que tú haces, si no fue- descendió del cielo, es a saber, el Hijo
re Dios con él. del hombre, que está en el cielo.

Respondió Jesús, y le dijo : De cierto, Y como Moisés levantó la serpiente


de cierto le digo, que el que no naciere en el desierto, así es necesario que el
otra vez, no puede ver el reino de Dios. Hijo del hombre sea levantado:

Dícele Nieodemo: ¿Cómo puede el p ara que todo aquel que en él creyere,
hombre nacer, siendo viejo? ¿puede en- Q0 se pier«ia, mas tenga vida eterna/
trar segunda vez en el vientre de su ma-
dre y nacer? Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que haya dado a su Hijo unigé-
Respondió Jesús: De cierto, de cierto nito; para que todo aquel que en él ére-
te digo; que el que no renaciere de agua yere, no se pierda, mas tenga vida eterna.
178 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO
Porque no envió Dios a su Hijo al ladrones son y robadores, mas no los
mundo, para que condene al mundo; si- oyeron las ovejas.
no para que el mundo sea salvo por él. Yo soy el buen pastor: el buen pas-
El que en él cree, no es condenado; tor su alma da por las ovejas.
mas el que no cree, ya es condenado; Mas el asalariado, y que no es el pas-
porque no creyó en el nombre del uni- tor, cuyas no son propias las ovejas, ve
génito Hijo de Dios. al lobo que viene y deja las ovejas, y

Y esta es la condenación, que la luz huye; y el lobo arrebata, y dispersa las


vino al mundo, y los hombres amaron ovejas.
más las tinieblas que la luz; porque sus Así que el asalariado huye, porque es
obras eran malas. asalariado, y no tiene cuidado de las
ovejas.
LECTURA Núm. 47.
Juan 10:1-8, 11-18, 27-29.
Yo soy el buen pastor; y conozco mis
ovejas, y las mías me conocen.
De cierto, de cierto os digo, que el
que no entra por la puerta en el aprisco Como el Padre me conoce a mí, y yo
de las ovejas, mas sube por otra parte, conozco al Padre; y pongo mi vida por
el tal ladrón es y robador. las ovejas.

Mas el que entra por la También tengo otras ovejas que no


puerta, el

pastor de las ovejas es. son de este redil: aquellas también he


traer, y oirán mi voz; y habrá un re-
A este abre el portero, y las ovejas de baño, y un pastor.
oyen su voz; y a sus ovejas llama por
nombre, y las saca. Por eso me ama el Padre, porque yo
Y como ha sacado fuera sus ovejas, pongo mi vida, para volverla a tomar.
va delante de ellas; y las ovejas le siguen; Nadie la quita de mí, mas yo la pongo
porque conocen su voz. de mí mismo; porque tengo poder para
Mas al extraño no seguirán, antes hui- ponerla, y tengo poder para volverla a
rán de el porque no conocen la. voz de tomar. Este mandamiento recibí de mi
;

los extraños. Padre.

Esta parábola les dijo Jesús; mas ellos Mis ovejas oyen mi voz, y yo las co-
no entendieron qué era lo que les decía nozco, y ellas me siguen;

Volvióles pues Jesús a decir: De cier- Y yo les doy vida eterna, y para siem-
to,de cierto os digo, que yo soy la puerta pre no perecerán, y nadie las arrebatará
de las ovejas. de mi mano.

Todos los que antes de mí vinieron, Mi Padre que me las dio, mayor que
LECTURAS ANTIFONALES 179

todos es; y nadie las puede arrebatar de reparte, hágalo en simplicidad; el que
la mano de mi Padre. preside, en solicitud; el que hace mise-
ricordia, en alegría.
LECTURA Núm. 48.
El amor sea sin fingimiento; aborre-
Romanos 12:1-17. ciendo lo malo, llegándoos a lo bueno.
Así que, hermanos, os ruego por las Amándoos los unos a los otros con
misericordias de Dios que presentéis amor de hermanos; en la honra prefirién-
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, san- doos los unos a los otros.
to, agradable a Dios, que es vuestro cul-
to racional. En los quehaceres no perezosos: ar-
dientes en espíritu : sirviendo al Señor.
Y no os conforméis a este siglo; mas Gozosos en la esperanza: sufridos en
transformaos por la renovación de vues- la tribulación: constantes en la oración:
tro entendimiento, para que experimen-
téis cuál sea la voluntad de Dios, la bue- Comunicando a las necesidades de los
na, agradable y perfecta. santos: siguiendo la hospitalidad.

Digo, pues, por la gracia que me es Bendecid a los que os persiguen: ben-
dada, a cada uno de los que están entre decid, y no maldigáis.
vosotros, que no piense de sí mismo más Regocijaos con los que se regocijan;
elevadamente de lo que debe pensar; sino y llorad con los que lloran.
que piense discretamente, cada uno con-
forme a la medida de fe que Dios le re- Sed entre vosotros de un mismo áni-
partió.
mo: no altivos, mas acomodándoos a los
humildes: no seáis sabios acerca de voso-
Porque de la manera que en un cuer- tros mismos.
po tenemos muchos miembros, empero
todos los miembros no tienen el mismo Xo paguéis a nadie mal por mal: apli-
oficio: cándoos a hacer lo bueno delante de to-
dos los hombres.
Así nosotros siendo muchos, somos
un mismo cuerpo en Cristo, y cada uno, LECTURA Núm. 49.
miembros los unos de los otros.
I Corintios 13.
De manera que teniendo diferentes do-
nes según la gracia que nos es dada, si Si yo hablase en lenguas de hombres
de profecía, sea conforme a la medida y de ángeles, y no tuviese caridad, soy
de la fe; hecho como metal que resuena, o platillo
que retiñe.
si de ministerio, en servir; o el que
enseña, en enseñar;
Y si tuviese el don de profecía, y en-
tendiese todos los misterios, y toda cien-
O el que exhorta, en exhortar; el que cia; y si tuviese toda la fe, de manera
: :

180 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


que pudiese traspasar las montañas, y LECTURA Núm. 50.
no tuvieracaridad, nada soy. Efesios 6:1-18.

Y si repartiese toda mi hacienda para Hijos, obedeced a vuestros padres en


dar de comer a pobres; y si entregase el Señor; que esto es justo.
mi cuerpo para ser quemado, y no tu-
Honraa tu padre y a tu madre, (que
viere caridad, de nada me sirve.
es el primer mandamiento con promesa)
La caridad es sufrida, es benigna: la
caridad no tiene envidia: la caridad no es Para que te vaya bien, y seas de larga
jactanciosa, no es hinchada. vida sobre la tierra.

No se comporta indecorosamente, no Y vosotros, padres, no provoquéis a


busca lo que es suyo, no se irrita, no ira a vuestros hijos; sino criadlos en la
piensa mal. disciplina y amonestación del Señor.

No se huelga en la injusticia, mas huél- Siervos, obedeced a los que son vues-
gase en la verdad: tros señores según la carne con temor y
temblor, en la integridad de vuestro co-
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo
razón, como a Cristo
espera, todo lo soporta.
La caridad nunca se acaba: aunque las No sirviendo al ojo, como los que
profecías se han de acabar, y cesar las agradan a los hombres; sino como sier-
lenguas, y desaparecer la ciencia. vos de Cristo, haciendo de ánimo la vo-
luntad de Dios:
Porque en parte conocemos, y en parte
profetizamos. Sirviendo con buena voluntad, como
quien sirve al Señor, y no sólo a los hom-
Mas después que venga lo que es lo bres
perfecto, entonces lo que es en parte
será abolido. Sabiendo que el bien que cada uno
hiciere, eso mismo recibirá del Señor,
Cuando yo era niño, hablaba como ni- ya sea siervo, o ya sea libre.
ño, pensaba como niño, sabía como niño;
mas cuando ya fui hombre hecho, puse a Y vosotros, señores, hacedles a ellos
un lado las cosas de niño. lo mismo, dejando las amenazas: sabien-

Porque ahora vemos por espejo oscu- do que el Señor de ellos y el vuestro está
en los cielos; y no hay respeto de per-
ramente; mas entonces, cara a cara.
Ahora conozco en parte; mas entonces sonas para con él.
conoceré como soy conocido. En fin, hermanos míos, sed fuertes
en el Señor, y en el poder de su forta-
Y ahora permanece la fe, la esperanza
leza.
y la caridad, estas tres; empero la
mayor de ellas es la caridad. Vestios de toda la armadura de Dios,
LECTURAS ANTIFONALES 181

para que podáis estar firmes contra las Sino que cada uno es tentado, cuando
asechanzas del diablo. de su propia concupiscencia es atraído,
Porque no solamente tenemos lucha y cebado.
con sangre y carne; r.ino con principados, Y la concupiscencia después que ha
con potestades, con los gobernadores de concebido, pare al pecado: y el pecado,
las tinieblas de este siglo, con malicias siendo cumplido, engendra muerte.
espirituales en lugares altos.
Hermanos míos muy amados, no er-
Por tanto tomad toda la armadura de réis.

Dios, para que podáis resistir en el día Toda buena


dádiva, y todo don per-
malo, y superado todo, estar en pie. de lo alto, que desciende del
fecto es
Estad pues firmes, ceñidos los lomos Padre de las lumbres, en el cual no hay
de verdad; y vestidos de coraza de jus- mudanza, ni sombra de variación.
ticia;
El de su propia, voluntad nos ha en-
Y
calzados los pies con la preparación gendrado por la palabra de verdad, para
del evangelio de paz que seamos como primicias de sus cria-
Sobre todo, tomando el escudo de la turas.
fe,con el cual podréis apagar todos los Así que, hermanos míos muy amados,,
dardos encendidos del maligno. todo hombre sea pronto para oir, tardío
Y el yelmo de salud tomad, y la es- para hablar, tardío para airarse;
pada del Espíritu, que es la palabra de Porque la ira del hombre no obra la
Dios: justicia de Dios.
Orando en todo tiempo con toda ora-
ción y ruego en el Espíritu, y velando
Por
lo cual dejando toda inmundicia,
y superfluidad de malicia, recibid con
para ello con toda instancia y suplica-
ción por todos los santos.
mansedumbre la palabra injerida en vos-
otros, la cual puede hacer salvas vues-
tras almas.
LECTURA Núm. 51.
Gantiago 1:12-27. Mas sed hacedores de la palabra, y no
varón que sufre ten- tan solamente oidores, engañándoos a
Bienaventurado el
vosotros mismos.
tación: porque después que fuere proba-
do, recibirá la corona de vida, que Dios Porque si alguno oye la palabra, y no
ha prometido a los que le aman. la pone por obra, este tal es semejante
al hombre que considera en un espejo
Cuando alguno es tentado, no diga,
su rostro natural:
que Dios me tienta; porque Dios no pue-
de ser tentado por el mal, ni él tienta Porque él se consideró a sí mismo, y
a alguno: se fué; y luego se olvidó qué tal era.
:

182 EL NUEVO HIMNARIO EVANGÉLICO


Mas que hubiere mirado atentamen-
el Y el que estaba sentado en el trono,
te en perfecta que es la de la li- dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las
la ley
bertad, y hubiere perseverado en ella, cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas
no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor palabras son fieles y verdaderas.
de la obra, este tal será bienaventurado
en su hecho.
Y di jome: Hecho es. Yo soy el Alfa
y la Omega, el principio y el fin. Al
Si alguno de entre vosotros piensa ser que tuviere sed yo le daré de la fuente
religioso, y no refrena su lengua, sino del agua de la vida de balde.
que engaña su propio corazón, la reli- El que venciere, heredará todas las
gión del tal es vana. mi
cosas, y yo seré su Dios, y él será hijo.

La sin mácula delante


religión pura y Empero a los temerosos, e incrédulos;
de Dios y Padre es ésta: Visitar los a los abominables, y homicidas; y a los
huérfanos y las viudas en sus tribula- fornicarios, y hechiceros; y a los idóla-
ciones, y guardarse sin mancha del mun- tras, y a todos los mentirosos, su parte
do. será en el lago que arde con fuego y
azufre, que es la muerte segunda.
LECTURA Núm. 52.
Y vino a mí uno de los siete ángeles,
LA NUEVA JERUSALEM. que tenían las siete redomas llenas de
las siete postreras plagas, y habló con-
Revelación 21:1-14, 21-27.
migo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré
Y vi un cielo nuevo, y una tierra nue- la esposa, mujer del Cordero.
va: porque el primer cielo, y la prime- Y
llevóme en el espíritu a un gran
ra tierra se fué, y la mar ya no era. monte y alto, y mostróme la grande ciu-
dad, la santa Jerusalem, que descendía
Y yo, Juan, vi la santa ciudad de Je- del cielo de Dios,
rusalem nueva, que descendía del cielo,
aderezada de Dios, como la esposa ata- Teniendo la gloria de Dios; y su lum-
viada para su marido. bre era semejante a' una piedra precio-
sísima, como piedra de jaspe cristali-
Y oí una gran voz del cielo, que decía zante.
He aquí, el tabernáculo de Dios con los Y tenía un grande muro y alto, y te-
hombres, y él morará con ellos; y ellos
nía doce puertas; y en las puertas, doce
serán su pueblo, y el mismo Dios será
ángeles; y nombres escritos sobre ellas,
su Dios con ellos.
que son los nombres de las doce tribus
Y limpiará Dios toda lágrima de los de los hijos de Israel.
ojos de ellos; y la muerte no será más; Al oriente tres puertas al aquilón tres :

ni habrá más pesar, ni clamor, ni dolor; puertas: al mediodía tres puertas: al


porque las primeras cosas son pasadas. poniente tres puertas.
LECTURAS ANTIFONALES 183

Y el muro de la ciudad tenía doce fun- Y las naciones de los que hubieren
damentos; y en ellos los nombres de los sido salvos andarán en la luz de ella; y
doce apóstoles del Cordero. los reyes de la tierra traerán su gloria

Y las doce puertas eran doce perlas; y honor a ella.


cada una de las puertas era de una per-
la. Y la plaza de la ciudad era oro puro, Y sus puertas no serán cerradas de
como vidrio trasparente. día, porque allí no habrá noche.

Y yo no vi templo en ella; porque el Y llevarán la gloria, y la honra de las


Señor Dios Todopoderoso y el Cordero naciones a ella.
son el templo de ella.
Y laciudad no tenía necesidad del Xo entrará en ella ninguna cosa su-
sol, nide la luna para que resplandezcan cia, oque hace abominación y mentira
en ella porque la gloria de Dios ha alum-
; sino solamente los que están escritos en
brado, y el Cordero es su luz. el libro de la vida del Cordero.

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