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1.

1 Educación Inclusiva como Derecho

Sitio: Aula virtual INTEF Imprimido por: Virginia Perez Sanz


Curso: Centros inclusivos que educan en la diversidad Día: viernes, 15 de octubre de 2021, 22:03
Libro: 1.1 Educación Inclusiva como Derecho
Tabla de contenidos

1. Introducción
2. Principios de la Educación Inclusiva
3. Elementos de la Educación Inclusiva
4. Valores de la Educación Inclusiva
5. Para saber más
1. Introducción

La educación inclusiva se presenta como un derecho de todos los niños y niñas, no sólo de aquellos calificados como con necesidades
educativas especiales (NEE). Pretende pensar las diferencias en términos de normalidad (lo normal es que
los seres humanos sean diferentes)
y de equidad en el acceso a una educación de calidad para todos y todas. La educación inclusiva no sólo postula el derecho a ser diferente como
algo legítimo, sino que valora explícitamente la existencia de esa diversidad.
Se asume así, que cada persona difiere de otra en una gran
variedad de formas y que por eso las diferencias individuales deben ser vistas como una de las múltiples características de las personas. Por lo
tanto, inclusión total significaría la apuesta por una escuela que acoge la diversidad general,
sin exclusión alguna, ni por motivos relativos a
la educación entre distintos tipos de necesidades, ni por motivos relativos a las posibilidades que ofrece la escuela. La inclusión comienza
aceptando las diferencias, celebrando la diversidad y promoviendo el trato equitativo de todo el alumnado.
El proceso de inclusión
pretende minimizar las barreras que existen en los contextos que aún no han incorporado en su totalidad o en parte el concepto de inclusión, para
que todos y todas participen sin importar sus características físicas, mentales, sociales, contextos culturales, etc.

Tanto la educación inclusiva como la diferenciación curricular comparten su interés por modificar los elementos del currículo para ajustar mejor la
respuesta a todos los alumnos. Casanova (2009), al hablar de la educación inclusiva, plantea que flexibilizar el currículo, tarea que requiere esta
diferenciación curricular, implica modificar los propósitos u objetivos, competencias, contenidos, estrategias metodológicas y evaluación. Por otro
lado, en el modelo planteado por Carol Ann Tomlinson (2005) centrado en la diferenciación curricular destaca la metodología y la evaluación, como
los elementos cruciales que nos van a permitir ajustar la respuesta en un aula normal. Creemos que desde esas dos perspectivas los avances
hacia el tratamiento de la inclusión en el aula, van por buen camino.

¿Qué es la enseñanza diferenciada? Tomlinson (2005, p.25) afirma que “en un aula diferenciada, el docente planifica proactivamente y lleva
adelante diversos enfoques del contenido, el proceso y el producto de la enseñanza, anticipándose y en respuesta a las diferencias de aptitud,
interés y necesidades de aprendizaje de los alumnos”. Para Gregory (2008, p.29) “es una filosofía que permite a los profesores planificar
estratégicamente para alcanzar las necesidades de los diversos alumnos de las aulas de hoy en día. La Diferenciación no es un conjunto de
herramientas instructivas, sino una filosofía que un profesor y una comunidad de aprendizaje adoptan para satisfacer las necesidades de cada
estudiante”. En un aula donde se dan respuestas poco diferenciadas, sólo lo común, lo similar entre los estudiantes es el foco de atención alrededor
del cual gira la enseñanza. Hemos vivido muchas clases en la que se dicta la misma lección a todo el grupo, todos hacen los mismos ejercicios en el
colegio o similares deberes para casa y finalmente se evalúa con la misma prueba. Sin embargo, cuando se hace una diferenciación en la
enseñanza no sólo lo común, sino también las características peculiares y distintivas de los alumnos se convierten en aspectos importantes para
organizar la enseñanza.

Desde esta postura resultan criticables, por su carácter excluyente, los modelos de integración basados en el uso de espacios y tiempos separados
para el trabajo con determinados alumnos con problemas. A cambio de ello se favorecen las prácticas educativas y didácticas que no sólo
acojan la diversidad, sino que saquen provecho de ella.
Es importante eliminar los sistemas educativos segregativos y propiciar la búsqueda de
estrategias, metodologías y espacios incluyentes buscando que el derecho de Educación para todos y todas sea una realidad.

Si la heterogeneidad constituye un valor, la homogeneización en la escuela, que a su vez ocurre como resultado de las prácticas selectivas en
los sistemas educacionales, es vista desde esta perspectiva como un empobrecimiento del mundo de experiencias posibles que se ofrece
al alumnado,
perjudicando tanto a los escolares mejor "dotados" como a los "menos dotados". 
Tal y como plantea la UNESCO: 

La educación inclusiva puede ser concebida como un proceso que permite abordar y
responder a la diversidad de las necesidades de todos los educandos a través de una
mayor participación en el aprendizaje, las actividades culturales y comunitarias
y reducir la
exclusión dentro y fuera del sistema educativo. Lo anterior implica cambios y
modificaciones de contenidos, enfoques, estructuras y estrategias basados en una visión
común que abarca a todos los niños en edad escolar y la convicción
de que es
responsabilidad del sistema educativo regular educar a todos los niños y niñas. El objetivo
de la inclusión es brindar respuestas apropiadas al amplio espectro de necesidades de
aprendizaje tanto en entornos formales como no formales
de la educación. La educación
inclusiva, más que un tema marginal que trata sobre cómo integrar a ciertos estudiantes a
la enseñanza convencional, representa una perspectiva que debe servir para analizar
cómo transformar los sistemas educativos
y otros entornos de aprendizaje, con el fin de
responder a la diversidad de los estudiantes. El propósito de la educación inclusiva es
permitir que los maestros y estudiantes se sientan cómodos ante la diversidad y la
perciban no como un problema,
sino como un desafío y una oportunidad para enriquecer
las formas de enseñar y aprender.

– UNESCO (2005) Guidelines for inclusión: Ensuring Access to Education for All, pag. 14

Existen diversas propuestas internacionales que muestran estrategias para la inclusión total del alumnado, aunque se debe tomar en cuenta que
muchas veces debido a las características de los estudiantes la inclusión total no se logra. Sin embargo, hay
maneras de incluir y ser incluidos en
la dinámica regular de las escuelas como la creación de módulos de aprendizaje, actividades, talleres, espacios extra - escolares que propiciarán la
inclusión y el aprendizaje colaborativo.

Los principios de la escuela inclusiva están ideológicamente vinculados con las metas de la educación intercultural.

Hablar de centros inclusivos implica tener en cuenta los aspectos ya mencionados en diferentes ámbitos.

Espacios que facilitan la diversidad.

Metodologías que fomentan, desarrollan, potencian y evalúan lo diverso.

Recursos que ayudan a entender la diversidad y a acoger la personalización.

Organización escolar flexible que visibiliza y educa en la diversidad.


Como referencia a lo largo de los diferentes bloques de contenido que componen este itinerario de aprendizaje tomaremos una de las guías más
importantes que marcan el camino de trabajo a los centros educativos que desean alcanzar las mejores cotas de
inclusión en el desarrollo de sus
prácticas educativas. Nos referimos a la Guía para la Educación Inclusiva, adaptación de 3ª edición revisada de Index for Inclusión (Booth y
Ainscow, 2011),
que en su traducción al castellano podrás leer gracias a la traducción realizada por el Consorcio para la Educación Inclusiva
(formado por Gerardo Echeita, Yolanda Muñoz, Cecilia Simón y Marta Sandoval): No es necesario que en este momento lo leas
al completo,
aunque sí al menos que abordaras la introducción que los autores hacen a su propuesta y a la estructura que plantean analizar e intervenir para
alcanzar una propuesta inclusiva completa.

El Index for Inclusion es una herramienta que facilita la


autoevaluación de los centros que pretenden iniciar cambios con la finalidad de convertir
sus escuelas en comunidades inclusivas. Por ese motivo verás muchas de sus aportaciones y muchas de las reflexiones que hacemos en este
curso haciendo referencia a este instrumento que tiene un valor enorme en el propósito de hacer escuelas más inclusivas.

2. Principios de la Educación Inclusiva

Para hablar de los principios que sostienen a la educación inclusiva queremos partir de un artículo escrito por la profesora María Verdeja
(Universidad de Oviedo) y titulado "Reinventando a Paulo Freire: aportaciones para un modelo de escuela inclusiva e intercultural",
donde, al
realizar una revisión de la obra del conocido pedagogo, podemos extraer algunas conclusiones muy relevantes en cuanto a la aplicación de su
pensamiento a las prácticas de centros inclusivos. Como síntesis de lo que la autora refleja en este artículo
destacamos una serie de principios que
suponen una apuesta clara y decidida por una escuela inclusiva e intercultural:

1. La escuela debe ser permanente, abierta al cambio y a la mejora; flexible, democrática, inclusiva, que reconoce y valora la diferencia,
teniendo en cuenta la identidad cultural de sus educandos.
2. Debe cuestionar aspectos asociales de nuestra cultura y fomentar el respeto y la comprensión por otras personas y su cultura. Debe abrirse a
la realidad cultural, al contexto de los alumnos y alumnas, demostrando un interés por ellos, sus pueblos
y su cultura.

3. La formación del profesorado le debe permitir adquirir, además de sus competencias profesionales, otras interculturales.
4. La escuela debe contar con profesorado procedente de diversas culturas que pueda enseñar en la lengua materna de los estudiantes.

5. El alumnado debe ampliar su control autónomo del proceso de aprendizaje, debe construir su propia visión del mundo. Una de las principales
funciones de los docentes es ayudarle a ello.
6. La educación es un proyecto pedagógico con un marcado carácter sociopolítico. Dicho proyecto, parte del respeto y valoración de la
diversidad cultural y busca la reforma de la escuela y también de la sociedad a través de una práctica educativa coherente
basada en el
diálogo entre culturas, la comunicación y la competencia intercultural. Se trata de un proyecto orientado a favorecer el cambio social según
principios de justicia social y una ética fundada en el derecho a las diferencias.
7. Esta educación debe contar con un sistema de evaluación crítica y orientada a la mejora de la propia práctica docente.
8. Es necesario reflexionar acerca de las injusticias y el sufrimiento y conocer las causas que generan la inmigración, la pobreza, las diferencias
entre los países del norte y del sur, los problemas medioambientales…; así como tomar conciencia de la
violencia que se ejerce hacia las
mujeres y denunciar los abusos a los que son sometidas millones de ellas en todo el mundo.
9. El modelo educativo debe estar inspirado en la construcción de conocimiento y no solo en la transmisión y la reproducción, tratando de
formar sujetos críticos y autónomos. Se trata de una educación centrada en buscar soluciones y mejoras para todos
los seres humanos.
10. Es necesario superar la perspectiva multicultural en la que los conocimientos de las diferentes culturas se reducen a aspectos folklóricos y
superficiales de las mismas, sin llegar a que se produzca una verdadera curiosidad por “el otro”.

11. La escuela debe favorecer mecanismos de participación del profesorado, alumnado, familias y colectivos solidarios del entorno. La escuela
debe estar dispuesta a aprender de sus relaciones con el contexto.
12. La educación supone realizar una lectura crítica del mundo que permita ver las resistencias, las formas de salir adelante, de construcción de
lo nuevo, las posibilidades permanentes que tenemos los seres humanos de reconstruir nuestra vida y nuestra
historia.

13. Se debe trabajar con diversidad de fuentes y materiales. El alumnado debe ser protagonista del proceso de enseñanza-aprendizaje y
convertirse en un sujeto activo de dicho proceso, utilizando recursos que le sean próximos y que despierten la motivación
y el interés por
aprender, así como la curiosidad intrínseca para hacerse preguntas con el fin de profundizar en el conocimiento de diversidad de temáticas
relevantes en su ámbito cognitivo. El material de trabajo debe ser permanentemente actualizado
y contrastado y cuestionado por el propio
alumnado.
14. Es necesario revisar la selección cultural de los contenidos que conforman el currículo común para hacerlo más universal y representativo de
las culturas y de la realidad social. Además, el alumnado debe cuestionar la orientación cultural de cada
material para comprender que, en
definitiva, ninguna práctica educativa es neutra.
15. Las escuelas no se transformarán si no entran en el proceso de cambio radical. Tal proceso no puede dejar de venir de fuera –realidad
social, activismo, voluntad política, etc. –pero no puede dejar de partir de dentro –realidad y contexto social de
los alumnos, metodología
participativa, “agitación” democrática del docente, etc.
16. El diálogo debe ser una herramienta esencial como método de conocimiento, éste debe realizarse con respeto y con humildad. El diálogo
permite expresar y exponer nuestra visión del mundo y conocer otras visiones del mundo diferentes a la nuestra.

Y para traducir esta declaración de principios nos gusta mucho esta declaración tan clara de acciones que desde esos principios que hemos
recogido anteriormente nos dan aún más luz a las acciones que dentro de la educación (en el más amplio sentido de la palabra) dan significado al
concepto de Inclusión. Extraemos estas acciones de la Tabla 1 de la Guía para la Educación Inclusiva.

• Poner los valores inclusivos en acción.

 • Mirar cada vida y cada muerte con igual valor. 

• Apoyar el sentimiento de pertenencia en todos. 

• Incrementar la participación de los estudiantes en las actividades de enseñanza y aprendizaje, así como
las relaciones con las comunidades
locales. 

• Reducir la exclusión, la discriminación y las barreras para el aprendizaje y la participación.

• Reestructurar las culturas, las políticas y las prácticas para responder a la diversidad de alumnos que
aprenden de modo que se valore a todos
igualmente. 

• Vincular la educación a realidades locales y globales. 

• Aprender de cómo se han reducido las barreras para el aprendizaje y la participación con algunos estudiantes para que este conocimiento
beneficie a todos los estudiantes. 

• Mirar las diferencias entre estudiantes y entre adultos como recursos para el aprendizaje. 

• Reconocer el derecho de los estudiantes a una educación de calidad en su localidad. 

• Mejorar los centros escolares tanto para el personal, los padres y tutores, como para los estudiantes.

• Enfatizar el proceso de desarrollo y mejora de las comunidades escolares y sus valores, tanto como
sus logros. 
• Fomentar relaciones mutuamente enriquecedoras entre los centros escolares y las comunidades del
entorno. 

• Reconocer que la inclusión en la educación es un aspecto de la inclusión en la sociedad.

Ciertamente nos encantaría que al finalizar este curso sintieras estos principios como propios y que fueras capaz de darle sentido en tus prácticas
de aula, en tu relación con tu comunidad educativa, en tu manera de entender la diversidad más allá del centro educativo, en la manera de revisar
nuestras creencias de partida y las que cada día median en nuestra manera de interpretar el mundo.
3. Elementos de la Educación Inclusiva

Para comprender el concepto de educación inclusiva desde una perspectiva amplia, tal y como se entiende en general en los foros internacionales,
debemos entender la educación como un derecho común a todas las personas, imprescindible para la construcción
de una sociedad justa y
equitativa.

Para garantizar ese derecho es necesario que los procesos educativos detecten y eliminen las barreras que puedan dificultar su disfrute por
diferentes razones: ser de diferente etnia o cultura, profesar otra religión, tener otras aptitudes, estar en una
situación socioeconómica difícil,
pertenecer a uno u otro género, tener una u otra identidad sexual… La
inclusión debe poner particular énfasis en aquellos grupos de alumnos
y alumnas que
podrían estar en riesgo de marginalización, exclusión, o fracaso escolar.

Se trata de encontrar la forma de satisfacer las diferentes necesidades del alumnado, responder a su diversidad, entendiendo ésta no como un
factor problemático sino como un elemento enriquecedor, como una oportunidad para el crecimiento del alumnado
y el profesorado.

Para generar nuevos procesos que respondan mejor a la diversidad del alumnado se debe ser constante y muy consciente de que será un proceso
de creación, evaluación, rectificación y mejora permanente; solo así se podrán generar transformaciones sostenibles.

Para que la inclusión sea generalizable en una sociedad es necesario transformar elementos tan importantes como:

El currículo
La formación de las y los docentes
Los roles de profesorado y alumnado
Los objetivos de todas y todos los profesionales de la educación
Un cambio de mentalidad en los líderes y dirigentes políticos

“La inclusión busca la presencia, la participación y el


éxito de todas y todos los estudiantes”:

La presencia: que en el lugar donde se esté llevando el proceso educativo convivan y aprendan juntos alumnas y alumnos diversos, sin que se
excluya a priori o se discrimine a ningún alumno o alumna por ser diferente, sin que el propio proceso conduzca
a la inhibición o al absentismo de
los alumnos y alumnas diferentes.

La participación: que todas las alumnas y alumnos aporten, formen parte del proceso; que su voz, sus circunstancias, sus necesidades sean
expresadas y tenidas en cuenta en igualdad de condiciones.

El éxito: Que todas y todos los alumnos y alumnas alcancen los objetivos pedagógicos que se les planteen en relación al currículum.

En torno a estos tres parámetros se deben documentar las evidencias que conduzcan a evaluar en qué medida el sistema educativo implementado
y sus procesos están logrando la inclusión del alumnado:

¿Conviven y aprenden juntos alumnos y alumnas diversos?


¿Existen barreras que dificulten la presencia de algún tipo de alumnado por sus características?
¿Qué índices de absentismo e impuntualidad se documentan?, ¿por qué razones?
¿Todas las alumnas y alumnos forman parte del proceso educativo?, ¿participan activamente?, ¿se manifiesta su opinión, dan a conocer sus
circunstancias y sus necesidades?, ¿son tenidas en cuenta?
¿Se adaptan los objetivos pedagógicos a cada
alumna y alumno según sus necesidades?, ¿son capaces de alcanzar esos
objetivos?

Para que se produzca la transformación de todo un sistema educativo es necesario que haya cambios a varios niveles plenamente
interrelacionados:

Los conceptos: es necesario que se generalice y comparta el concepto de la inclusión que hemos descrito, que sea el objetivo a lograr a todos
los niveles, que oriente todas las políticas y prácticas educativas y que sea
un objetivo presente y perseguido activamente por todas las
instituciones sociales.
Política educativa: Que esté plenamente presente en los textos legislativos, que los dirigentes políticos sean firmes defensores de las políticas
educativas inclusivas.
Estructuras y sistemas educativos:  Que haya recursos y coordinación para desarrollar políticas inclusivas y apoyar al alumnado más
vulnerable.
Prácticas educativas: En cada escuela, en cada clase,
debe haber estrategias, recursos, apoyo, preparación, formación y coordinación
para 
lograr lo máximo posible la
presencia, participación y éxito de todo el alumnado.

Para seguir enfatizando en esta primera aproximación al concepto de inclusión nos gustaría que leáis con atención y en profundidad el artículo
elaborado por Echeita, G., Ainscow M. (2011) La educación inclusiva como derecho. Marco de referencia
y pautas de acción para el desarrollo de
una revolución pendiente. Tejuelo, 12, pp. 26-46, en el que se desarrollan los cuatro elementos de los que hablábamos anteriormente.

4. Valores de la Educación Inclusiva

Desde la perspectiva que hemos ido desarrollando, la educación inclusiva entendida como una escuela para la justicia social se rige por valores y
principios tales como (Harris y Chapman, 2002; Muijs et al., 2007):

Integridad y honestidad.
Justicia y equidad.
La promoción del respeto por todos los individuos.
El reconocimiento de que todos los estudiantes tienen derecho a una educación basada en la igualdad de oportunidades.
Preocupación por el bienestar y el desarrollo integral de los profesores y los estudiantes.
Todos los estudiantes pueden aprender.
La escuela debe responder a las necesidades particulares de cada estudiante.
El punto de vista de los estudiantes es importante y tomado en cuenta.
La diferencia es vista como una oportunidad para aprender y como una fuente de enriquecimiento.

Por su parte para Booth y Ainscow (2011) plantean que una de las formas más importantes de entender la inclusión es verla como un proceso
sistemático de llevar los valores a la acción. Y para ello proponen trabajar desde un marco de valores que está estructurado
hacen una división en
la que estos valores hacen más hincapié en las estructuras, mientras que otros inciden más en el carácter y la calidad de las relaciones y un tercer
grupo se vincula a la tarea de alimentar el espíritu humano. 

En la siguiente tabla clarificamos este marco de valores y una breve aclaración del significado que desde la Guía para la Educación Inclusiva se le
da a cada uno de ellos:

Estructuras Relaciones Espíritu


Igualdad Respeto a la Diversidad           Alegría
Derechos No-Violencia Amor
Participación Confianza Esperanza/Optimismo
Comunidad Compasión Belleza
Sostenibilidad          Honestidad
Valor

Igualdad
Se trata de un valor central para desarrollar una educación efectivamente inclusiva. Si no tratamos a cada alumna o alumno, a cada docente, como
si fuera de igual valor; si no atendemos a cada persona conforme a sus necesidades particulares, de manera
equitativa, tratando de reducir las
desigualdades; si somos parciales en nuestro trato, teniendo más en consideración a unos y menos a otros; si, por tanto, somos injustos, estamos
estableciendo una estructura excluyente y no inclusiva.

Todas y cada una de las personas de la comunidad educativa deben tratar a cada uno de los demás y las demás como individuos de igual valor,
como “iguales”, siendo equitativos, imparciales y justos.

Este valor debe empapar la estructura del centro educativo y estar presente en la manera en que se agrupan los estudiantes o se diseñan las
actividades en las clases, o en la forma de administrar el centro escolar. Debe orientar, así mismo, el análisis
que se realiza del entorno, de la
sociedad y del mundo y la actuación de los miembros de la comunidad educativa sobre el mismo.

Participación

Una persona participa cuando está y colabora con otros, sintiéndose, además, implicada y aceptada. Supone involucrarse en el aprendizaje,
participar en las decisiones que le incumben a cada uno y, en concreto, las relativas a su educación. Implica un
diálogo basado en la igualdad, y la
posibilidad de explicar tus ideas y expresar tu desacuerdo.

Para estimular la participación es necesario que cada individuo se sienta aceptado en su singularidad reforzándose así el sentimiento de identidad.

Respeto a la diversidad

Todas y todos somos seres humanos y todas y todos tenemos una dignidad que debe ser reconocida. Todos los seres humanos tenemos
características diferentes, no existe un ser humano, un estudiante, “normal”. Debemos huir de tendencias homogeneizadoras que
nos llevan a
diferenciar entre un grupo mayoritario de alumnos y alumnas con unos caracteres homogéneos y aquellos que se salen de lo común.

Todos y todas somos, por tanto, diversos, y esa diversidad debe ser aceptada y respetada de manera inclusiva, teniendo en cuenta a los demás,
reconociendo y valorando sus aportaciones, tratándoles bien.

La diversidad es una oportunidad, un recurso para la comunidad y para el aprendizaje. Por ello debemos de favorecer la formación de grupos
heterogéneos.

Comunidad

Supone trascender, superar, el sentimiento de obligación hacia las familias y las amistades y ampliar nuestra solidaridad a la comunidad,
impulsando una cultura de colaboración en la que se asume que el bienestar de cada miembro depende de los demás.

Debemos estimular un sentido de responsabilidad hacia los demás, de servicio público y de ciudadanía en un marco de interdependencia global.
Este sentido de la responsabilidad debe estar dirigido a los miembros de la comunidad educativa y a las comunidades
del entorno, en un radio de
acción cada vez más amplio

Sostenibilidad
Parece haber ya un consenso bastante claro en el que el actual modelo productivo y de consumo de la humanidad es insostenible a largo plazo o,
incluso, a medio plazo. Problemas como el cambio climático, con todo lo que ello conlleva, las diferentes formas
de contaminación o el agotamiento
de recursos (algunos esenciales actualmente como el petróleo) suponen una amenaza de primer orden para nuestra sociedad.

La escuela juega un papel esencial en la transformación de nuestra sociedad, en su análisis crítico, en la formulación de alternativas y en la
transformación de estructuras y hábitos para la construcción de un sistema más sostenible.

Además de inculcar la responsabilidad que tenemos hacia las generaciones futuras y la necesidad de corregir los principales problemas
medioambientales que ya se están manifestando, debemos hacer y hacernos conscientes de que la crisis medioambiental va
a tener como
consecuencia una mayor exclusión, una mayor desigualdad y una mayor discriminación.

“El compromiso ecológico es algo que debe nacer de la comprensión y el respeto por la naturaleza, no del miedo a la catástrofe. Debe estar unido
a la esperanza y al optimismo de que se pueden superar los riesgos. Para ser sostenible, los cambios deben
integrarse en las culturas y a través
de ellas desarrollar diferentes identidades”.

No violencia

El conflicto, la confrontación, la disputa, el disenso…, forman parte de las relaciones sociales. Estas situaciones deben afrontarse con diálogo,
negociación, mediación, escucha, empatía, la comunicación de los diferentes argumentos... Debemos desarrollar
estas habilidades para afrontar
los conflictos entre estudiantes y entre estudiantes y docentes, en el marco de un modelo no jerárquico.

Las diferencias de status o de fuerza física no deben ser los elementos que orienten la resolución de los conflictos. Debemos diseccionar las
nociones de "perder prestigio" y "perder el respeto" y sus vínculos con la "venganza". El compromiso con la no
violencia implica encontrar rutas
alternativas a las respuestas violentas tradicionalmente asociadas a ciertas identidades masculinas.

Confianza

Para lograr la formación de identidades seguras, la participación de los diferentes miembros de la Comunidad Educativa, una actitud de diálogo y
de resolución no violenta de los conflictos, así como un aprendizaje autónomo e independiente en colaboración
con los demás, es indispensable la
confianza.

Las personas sólo se sentirán libres de hablar y de explicarse cuando creen que las demás escucharán, tratarán de entenderlas y responderán de
una forma justa.

Honestidad

Supone actuar con integridad, sinceridad y coherencia; no utilizar la información en nuestro propio beneficio, ni ocultarla cuando ésta es
significativa; actuar acorde con nuestros propios valores y mantener lo prometido.

Está relacionada con los valores de coraje y confianza, pues en ocasiones puede ser difícil y requerir valentía ser honesto y, por otro lado, será
más sencillo ser honesto cuando confiamos en nuestros interlocutores o interlocutoras. En educación la honestidad
implica también realizarse
preguntas difíciles y estar preparado para admitir los límites de lo que uno sabe.

Coraje
Necesitamos coraje para:

Tener un pensamiento propio y decir lo que se piensa.


Argumentar en contra de las opiniones y las culturas del propio grupo.
Luchar por uno mismo y por los demás.
Impulsar una cultura de la colaboración donde no existe.
Denunciar las irregularidades y las malas prácticas de la propia organización pudiendo sufrir por ello un perjuicio personal.
Reconocer la discriminación y actuar sobre ella.

Alegría

No hay nada más inclusivo que compartir con los demás la alegría y participar de la alegría del grupo. Ello favorece la vinculación y la motivación y
lo contrario promueve el aislamiento la apatía.

Se debe potenciar la alegría en “el aprendizaje a través del juego, la diversión y el humor compartido. La alegría sirve para celebrar y potenciar la
satisfacción de adquirir nuevos intereses, conocimientos y habilidades y es la mejor forma de mantenerlos”.

Compasión

Entendemos la compasión como el hecho de contemplar, analizar, detectar y reflexionar sobre cómo se sienten las otras y los otros y cuáles son
sus puntos de vista; detectar posibles discriminaciones;  e implicarse en la solución de sus problemas
y el alivio de sus sufrimientos. La compasión
promueve el cuidado y la prevención frente al castigo ante el incumplimiento de las normas.

Amor

Para una educación inclusiva es necesaria una mirada benévola hacia los demás, sean cuales sean sus características, una vocación por cuidar a
esa persona y ayudarla en su crecimiento y desarrollo íntegro, una preocupación por su bienestar y su aprendizaje. 

Esperanza/0ptimismo

“Tenemos que convencernos de la responsabilidad de que podemos aliviar las dificultades personales, locales, nacionales y globales”; de que “las
acciones educativas pueden tener un impacto significativo en la vida de las personas, local y globalmente”. 

“La esperanza y el optimismo requieren del entusiasmado afán de comprometerse con la realidad”. “La esperanza se basa en la idea de que el
futuro pasa por la creencia de que las personas pueden "cambiar, y transformarse” como resultado de una acción educativa
intencional”.

Belleza

En este caso buscamos un concepto de belleza que huye de los estereotipos. Debemos saber apreciar la belleza de la diversidad, de las
características de las otras y los otros, de la singularidad de sus acciones, de las peculiaridades de sus obras. También
debemos encontrar la
belleza en aquellos los actos de gratitud, de solidaridad, de compromiso…
Nos ha gustado hacer este repaso pormenorizado a los valores inclusivos de los que a veces hablamos poco y que como decimos deberían guiar
el propósito de crear una comunicad inclusiva.

Ahora, para que le vayas poniendo cara a algunos de nuestros autores favoritos te dejamos esta entrevista que Diario de la Educación le hizo a Tony
Booth uno
de los grandes referentes mundiales en educación inclusiva.

Podemos hacer una concreción de estos valores inclusivos a través de propuestas de trabajo en aula como las que nos
proponen Arnaiz y Guirao, 2015, p. 73:

Desarrollando en contexto de tutorías trabajos sobre valores inclusivos compartidos.


Organizando Proyectos de Aprendizaje basados en el respeto de los derechos humanos.
Organizando de Proyectos de Aprendizaje basados en el respeto de la integridad del planeta Tierra.
Organizando Proyectos de Aprendizaje Multinivel, que favorezcan la participación de todos.
Promoviendo acciones que hagan evidentes las altas expectativas que el profesorado tiene en todos los estudiantes (las otras notas, psicología
positiva…)
Aprovechando todas las oportunidades del exterior para hacer visible el rechazo a todas las formas de discriminación.
Organizando Proyectos de Aprendizaje basados en el respeto de los derechos humanos.
Diseñando programas de promoción positiva de la convivencia y la resolución pacífica de conflictos.
Diseñando programas de autoconocimiento, donde estudiantes y adultos se eduquen en programas para ser y de conocimiento de uno mismo.
Promoviendo programas de educación en salud, y creando medidas de protección a la salud.

Seguro que el listado se puede seguir aumentado, aunque atendiendo a todas estas medidas creemos que el avance hacia una escuela inclusiva
cargada de valores de justicia social estarían más que garantizados.

5. Para saber más

Estamos seguros que la propuesta de artículos que te hemos hecho en este libro de contenidos para completar los conceptos básicos que
queríamos alcanzar os habrá interesado, aún así os animamos a la lectura de estos otros artículos, que no siendo su lectura
de carácter
obligatorio, os ayudarán a entender el recorrido de la inclusión en nuestro sistema educativo y en nuestra sociedad. Anímate a entrar en ellos!

Moliner y Moliner (2010). Percepciones del profesorado sobre la diversidad. Estudio de un caso. Revista de investigación inclusiva, 3(3), pp 23-33

Parrilla, A. (2002): Acerca del origen y sentido de


la Educación Inclusiva. Revista de
Educación, 327, pp.11-29.

Reyes y Murillo (2011): Evaluación educativa y


justicia social. Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa 4 (1).

Rodriguez, H.J (2016) La Educación Inclusiva en la Agenda


Educativa Mundial  2015-2030. Revista nacional e internacional de
educación inclusiva
9 (2), pp 1-17.

Toboso,
M (coord.) (2012). Sobre la educación inclusiva en España: políticas y
prácticas. Intersticios: Revista
Sociológica de Pensamiento Crítico Vol.
6 (1).

Tomlinson, C.A. (2008). El aula diversificada. Dar propuestas a las necesidades de todos los estudiantes. Barcelona: Octaedro.

Verdugo, Miguel Ángel. (2003). La concepción de discapacidad en los modelos sociales Verdugo, M.A.; Jordán de Urríes, F. B. (Coords.).
Investigación, innovación y
cambio: V Jornadas Científicas de Investigación sobre personas con discapacidad. (pp. 235-247) Salamanca: Amarú.

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