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Diana Farías Sánchez. Tarea Evaluativa de Lingüística del texto. Tema 3.

1- En el libro paradigmático de John L. Austin es posible vislumbrar una línea


anti-reduccionista en cuanto al principio del lenguaje como acción. Es decir, el
lenguaje no puede ser reducido a un grupo absoluto de significados y
proposiciones, ni a un equivalente incondicional entre el signo y el significado.
Sino que el lenguaje sigue las funciones y usanzas de los vocablos para así
otorgar y conferir un significado concluyente a un enunciado según el contexto.
Para no perseguir una circularidad cognitiva, se busca el cómo se usa, lo que
se quiere decir y se analizan los múltiples significados de la palabra, así como
los elementos y mecanismos para comprenderlos. Lo principal es ir más allá de
la organización lógica del lenguaje y apreciar cómo el constante uso del mismo
va esclareciendo su potencial y su naturaleza.

El lenguaje no tiene como única función describir el mundo, sino que con él se
ejecutan determinadas operaciones, por lo que la unidad básica de la
comunicación se convierte en los actos de habla y no en solo las palabras o
frases. De tal manera es posible entender que, cuando empleamos el lenguaje,
transmitimos informaciones, reclamamos información, etc, realizamos actos del
habla: Son las nueve en punto, ¿A qué hora vas a llegar?

Austin planteó una distinción entre los enunciados realizativos y los enunciados
constatativos. Estos son los que describen el entorno o el estado de las cosas,
mientras que los enunciados realizativos son los que llevan a cabo
determinadas acciones al ser expresadas. Asimismo, los enunciados
constatativos pueden ser clasificados o valorados como verdaderos o falsos ya
que describen la realidad, por el contrario de los realizativos que no se
clasifican de tal manera. Ejemplo:

“Nombro a este perro Melocotón” mientras, en efecto, se le da nombre a la


mascota. No se describe al perro, sino que el acto de habla forma parte de la
realización de esas acciones.

Austin distingue los enunciados realizativos primarios y explícitos. Pero debido


a la ambigüedad que puede haber entre ambos, se distinguen también dos
grupos de actos del habla: directos e indirectos. Por ejemplo: ¿Puedes
alcanzarme los zapatos? Generalmente, más que una pregunta, es una
petición. Es decir, los actos de habla indirectos son aquellos que tienen una
fuerza ilocucionaria indirecta, además de una literal.

2- (I)

a) Macroacto directivo, pues el texto está compuesto por oraciones


asertivas y una oración expresiva que nos describe lo que se siente
conducir el carro, pero estas tienen como objetivo hacernos comprar el
mismo (promoción).
b) Marcadores argumentativos: Por, y, hasta.
c) “Peugot 404 es diferente en todo” podría ser una violación en lo que a la
cualidad respecta, pues no se puede demostrar la veracidad del
enunciado.

(II)

a) Macroacto asertivo, ya que en general es una noticia que nos describe


qué pasó, cuya secuencia se encuentra compuesta por enunciados
asertivos.
b) Marcadores argumentativos: tras, a causa, y.
c) Se cumplen los principios de cooperación.

3- Entre hablante y oyente existe una relación social que se establece según
dos ejes básicos: la confianza, la cercanía, etc, en un nivel horizontal, y un nivel
vertical que da contraste de edad, de estatus, de conocimientos, es decir,
diferencias jerárquicas. De tal forma, la cortesía verbal actúa como una
prevención supervisora para mantener el equilibrio social. Es así como este
puede ser un indicador para comprender la distancia social entre dos sujetos,
un locutor y un receptor.

Respecto a esto, Leech creó un principio que concreta su base en una serie de
máximas de cortesía. Estas describen cómo debe desarrollarse una
conversación para que resulte más precisa y efectiva, pueden resumirse en
seis vocablos: tacto, generosidad, aprobación, modestia, acuerdo y simpatía.
La máxima de simpatía minimiza la antipatía entre el locutor y el receptor y, a
su vez, maximizar la simpatía. Encierra actos corteses, expresiones de
condolencias, etc:
-Lamento muchísimo la muerte de tu tío.

-Realmente me alegra que hayas culminado tus estudios satisfactoriamente.

Así se logra mantener el equilibrio existente o se mejora la comunicación


mantenida.

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