Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El lenguaje no tiene como única función describir el mundo, sino que con él se
ejecutan determinadas operaciones, por lo que la unidad básica de la
comunicación se convierte en los actos de habla y no en solo las palabras o
frases. De tal manera es posible entender que, cuando empleamos el lenguaje,
transmitimos informaciones, reclamamos información, etc, realizamos actos del
habla: Son las nueve en punto, ¿A qué hora vas a llegar?
Austin planteó una distinción entre los enunciados realizativos y los enunciados
constatativos. Estos son los que describen el entorno o el estado de las cosas,
mientras que los enunciados realizativos son los que llevan a cabo
determinadas acciones al ser expresadas. Asimismo, los enunciados
constatativos pueden ser clasificados o valorados como verdaderos o falsos ya
que describen la realidad, por el contrario de los realizativos que no se
clasifican de tal manera. Ejemplo:
2- (I)
(II)
3- Entre hablante y oyente existe una relación social que se establece según
dos ejes básicos: la confianza, la cercanía, etc, en un nivel horizontal, y un nivel
vertical que da contraste de edad, de estatus, de conocimientos, es decir,
diferencias jerárquicas. De tal forma, la cortesía verbal actúa como una
prevención supervisora para mantener el equilibrio social. Es así como este
puede ser un indicador para comprender la distancia social entre dos sujetos,
un locutor y un receptor.
Respecto a esto, Leech creó un principio que concreta su base en una serie de
máximas de cortesía. Estas describen cómo debe desarrollarse una
conversación para que resulte más precisa y efectiva, pueden resumirse en
seis vocablos: tacto, generosidad, aprobación, modestia, acuerdo y simpatía.
La máxima de simpatía minimiza la antipatía entre el locutor y el receptor y, a
su vez, maximizar la simpatía. Encierra actos corteses, expresiones de
condolencias, etc:
-Lamento muchísimo la muerte de tu tío.