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Instituto Nacional General Francisco Morazán

Seminarios III
Primer año bachillerato General sección D

La ley del Medio Ambiente

Salazar Campos, Nelly Ivette


Salinas Alvarado, Emelin Rosmeri
Sánchez Palacios, Andrea Nicole
Vásquez Parada, Elsy Gabriela

Trabajo presentado a la asignatura de Seminarios III

Profesora: Iris Haidé Rivera Quintanilla

San Salvador, El Salvador, Centro América, del 15/07/2021 al 29/07/2021.


I. CAPITULO MARCO TEORICO
1.Antecedentes
a.1 Historia externa
La contaminación de las aguas es un complejo fenómeno social, económico y
ambiental que constituye uno de los más serios obstáculos para el “Buen Vivir”.
El deterioro de la calidad de las aguas es notorio, altamente nocivo y de
grandes dimensiones cuando se trata del impacto ambiental de las actividades
extractivistas, principalmente hidrocarburíferas y mineras, actividades que han
generado una afectación ambiental con muy graves y permanentes daños para
la salud y la vida de la gente y a los ecosistemas. Se considera que, por debajo
de los 2 mil metros de altitud, prácticamente todos los causes de agua
existentes en el Ecuador están contaminados por actividades de distinto origen,
en las que hay que considerar también la contaminación originada en las
actividades agrícolas por el uso de agrotóxicos y la resultante por la inexistencia
de sistemas de remediación de las aguas servidas de los centros urbanos. El
derecho al agua no se refiere solo al acceso a la misma, sino que incluye la
garantía de calidad del líquido vital. Actuar para prevenir, reducir, controlar,
remediar la contaminación, así como brindar reparación adecuada a las
poblaciones afectadas, es una responsabilidad de cumplimiento inmediato por
parte de las autoridades y la ciudadanía. El Foro de Recursos Hídricos expresa
su solidaridad con los luchadores y defensores del agua y la naturaleza que
están siendo criminalizados por su lucha contra la presencia de mineras a gran
escala que afectará su acceso al agua y condiciones de vida. Se solidariza
también con las comunidades que levantaron el juicio contra Texaco,
demandando la remediación y reparación por uno de los mayores daños
ambientales en la historia de la humanidad.
El estado de la contaminación de las aguas La contaminación se ha convertido
en un problema visible y cotidiano. Las actividades industriales de distinto orden
y las aguas servidas que se arrojan desde las ciudades sin ningún tratamiento,
son las mayores fuentes de contaminación de los recursos hídricos. A esto se
añade la convivencia con animales de pastoreo junto a las fuentes y a prácticas
inadecuadas de uso, que provocan también contaminación a pequeña escala.
Las actividades productivas de más fuerte impacto contaminante son la minera -
petrolera, la industrial y la agroindustrial, por el excesivo uso de agrotóxicos. El
VI Foro de Recursos Hídricos, realizado en el año 2010, trató esta problemática
desde tres ángulos diferentes, que se resumen a continuación previo a
presentar la propuestas de políticas que surgieron de esos estudios y de los
trabajos de las comisiones respectivas. Los estudios resumidos son: “La
contaminación de las aguas, como consecuencia de las actividades
agropecuarias: diagnóstico y revisión desde el marco regulatorio y de control”,
preparado por Arturo Campaña K.1 y Carlos Nieto C. 2 “Lineamientos
generales para una propuesta de políticas nacionales para el control de la
contaminación del agua”, preparado por Agustín Rengel Barrera 3 . “Políticas
para la prevención y el control de la contaminación originada en empresas
extractivistas que afectan al agua en la Amazonía ecuatoriana”, realizado por
Edgar Isch L.4
Contaminación por uso de agrotóxicos El Ecuador ingresa a la llamada
Revolución Verde a mediados del siglo pasado. En nuestro país, el modelo
agrario que privilegia el monocultivo y el uso masivo de plaguicidas inició en la
producción bananera, como principal producto de exportación. A lo largo de
cincuenta años a partir de la lucha contra la sigatoka, el Ecuador, país de alta
vocación agrícola, se iría convirtiendo en productor de exportación y de
consumo interno altamente dependiente del uso de agrotóxicos. Existen
alrededor de 220.000 hectáreas de tierra dedicadas al cultivo de banano en
Guayas, Los Ríos y El Oro. A su vez la extensión de cultivos de palma africana
ha crecido enormemente: si en 1991 bordeaba las 75.000
La contaminación de las aguas por actividades agropecuarias, una revisión
desde el marco regulatorio y de control A la luz de lo hasta aquí señalado, se
puede afirmar sin temor a equivocaciones que los dos recursos naturales que
son la base de la agricultura y que están manejados bajo la figura de
externalidad en los modelos de producción agropecuaria, son el suelo y el agua.
A continuación, se intenta un análisis breve sobre la institucionalidad y sobre el
funcionamiento y aplicación de los aspectos regulatorios y de control, en
relación con los efectos negativos de las actividades agropecuarias, en la
conservación de los recursos naturales, específicamente en el recurso agua.
Conclusiones adicionales señalan que: Las actividades agropecuarias que
usan agrotóxicos tienen responsabilidad en la contaminación de las aguas, la
que llega a sitios distantes de la producción agropecuaria. Aparentemente hay
claridad en cuanto al marco regulatorio y de control de las actividades
agropecuarias, tanto para preservar la calidad de los productos de consumo
nacional y de exportación como para evitar daños o intervenciones negativas al
entorno ambiental. Sin embargo, en la práctica, tanto la legislación vigente es
ambigua y hasta obsoleta, como el marco institucional encargado de la
regulación y control es complejo y carente de coordinación. Hay deficiencias en
el registro de plaguicidas, requiriendo un pleno cumplimiento de las normas de
la Comunidad Andina. Hay fortalezas y debilidades en el cumplimiento del
proceso regulatorio y de control del uso de plaguicidas por parte del organismo
oficial (Agrocalidad), que deben considerarse en la construcción de una nueva
política sectorial.

Contaminación por aguas residuales El Ecuador es uno de los países con una
significativa tasa de crecimiento poblacional, y existe una tendencia de
concentración urbana cada vez más notoria. Este crecimiento, a través del
tiempo, ha generado espacios urbanos consolidados, núcleos satélites y
corredores urbanizados, lo que significa presiones crecientes sobre los recursos
naturales y la consecuente producción de desechos.
Para tener claridad en el real alcance de lo que significa la contaminación del
agua en las ciudades, necesariamente se debe considerar los extremos, es
decir, el origen y el punto de captación del agua que ingresa a la ciudad, su uso
y transformación en el espacio urbano, y el lugar en donde se descargan los
residuos con capacidad de contaminar cuerpos receptores (hídricos o suelos).
Esto significa que es conveniente, para lograr una visión completa del
problema, la definición territorial de las áreas de influencia y de las áreas de
asentamiento urbano. Como una de las justificaciones de necesidad de
implementación de políticas de prevención y control de la contaminación, es
preciso tener presente la sensibilidad de los ecosistemas hídricos en sus
características físicas, químicas y biológicas cuando son sometidos a la acción
natural o a la intervención humana, por lo que se vuelve éticamente inevitable el
considerar la minimización de los efectos adversos provocados por la
extracción, uso y descarga de residuos, en miras a mantener la salubridad de
los ecosistemas, que a su vez significa mantener espacios vitales sostenibles
para los seres vivos. Conforme se mencionó, las fuentes de agua para los
distintos usos de las poblaciones provienen de los ecosistemas hídricos, donde
se encuentran ríos, quebradas, lagos, humedales, depósitos de agua
subterránea y, en casos excepcionales, agua meteórica. Por otro lado, los
cuerpos receptores de agua de desecho constituyen estos mismos ecosistemas
hídricos, y adicionalmente el océano y el suelo.
Así los problemas del agua en relación a las industrias extractivas son múltiples.
Si nos centramos a contaminación, esta se presenta en el agua utilizada en
grandes volúmenes, en la disposición de desechos peligros afectando fuentes y
cauces de recursos hídricos, por accidentes y derrames y, todo ello con
químicos e hidrocarburos peligrosos que generan daños en el recurso suelo,
afectación negativa a los seres vivos y una cantidad de enfermedades que
afectan a las comunidades, junto a la destrucción de sus fuentes de vida
tradicional.
Concesiones de agua para actividades extractivistas El análisis de las
concesiones de agua para las actividades mineras y extractivistas tiene estas
dificultades por la manera de llevar la información correspondiente y por el
evidente uso de aguas sin el respectivo permiso, especialmente para el caso de
las empresas petroleras y mineras. Hay que anotar que ese subregistro
posiblemente es más agudo por cuanto la producción petrolera se encuentra en
la región amazónica, de altas lluvias y ríos de grandes caudales, motivo por el
cual siempre el control del uso del agua por parte del Estado fue mucho más
inequitativo.
Poco más adelante, con fuentes oficiales, se estima que en el año 2004 se
explotaron 191 millones 795 mil 463 barriles de crudo desde 98 campos
petroleros, produciéndose de manera simultánea 667 millones 271 mil 680 y
seis barriles de agua de formación, altamente contaminantes. (Acción
Ecológica, 2006)
Contaminación en los siglos XVIII y XIX ;No todas las formas de organización
de la producción han sido y son ecológicamente sostenibles. La relación con la
naturaleza varía en relación al modo en que se implementan las prácticas
productivas y por lo tanto a la forma de control ejercido sobre los ecosistemas.

Desde la Revolución Neolítica las prácticas productivas provocaron, en mayor o


en menor medida, la transformación de los ecosistemas naturales. Durante toda
la Era Preindustrial la deforestación fue el atentado ecológico más extendido,
provocando las primeras crisis energéticas por la escasez de leña y madera que
se extendieron entre los siglos XVI y XVIII. Esta crisis sería superada mediante
el uso de combustibles fósiles.

 El hallazgo de fuentes de energía alternativas, primero el carbón y luego el


petróleo y el gas, se convirtió en el soporte de la industrialización y del
desarrollo de la sociedad industrial desde finales del siglo XVIII. El criterio que
marcó el paso de la antigua sociedad agrícola a la industrial fue el incremento
constante de la productividad que se tradujo, en términos ecológicos, en un
incremento paralelo del desorden natural y en el desarrollo de formas cada vez
más peligrosas de contaminación.

La fase de industrialización concentrada desarrollada durante el siglo XIX, trajo


consigo una revolución en la envergadura, la intensidad y la variedad de
contaminantes liberados al ambiente; comenzando por el uso del carbón, cuya
combustión produce dióxido de carbono,  vapor de agua, óxidos de azufre y
productos volátiles originados por la combustión incompleta. La fundición de
metales, junto con el resto de los primeros procesos industriales, también
generó grandes cantidades de gases.

La primera expansión industrial creó zonas de contaminación sobre todo en la


grandes concentraciones urbanas: paisajes arruinados por el humo y los gases
tóxicos de las chimeneas, montañas de materiales de desecho, corrientes de
agua contaminadas con residuos industriales y otras formas de contaminación
que se fueron incrementando exponencialmente hasta la actualidad.

Uno de los casos más conspicuos de procesos de contaminación provocados


por el hombre a partir del siglo XIX y hasta la actualidad, se manifiesta por el
incremento sostenido de la concentración de dióxido de carbono en la
atmósfera. Desde el punto de vista histórico, las emisiones de este gas han
estado directamente vinculadas a la producción de energía.

Está demostrado que la calidad del ambiente constituye un requisito


indispensable para la salud humana y el desarrollo sostenible. El plan de acción
de las Naciones Unidas para el desarrollo en el siglo XXI, denominada “Agenda
21”, acordada en la “Cumbre de la Tierra” efectuada en Río de Janeiro, 1992,
reitera que “los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones
para un desarrollo sostenible. Ellos tienen derecho a una vida saludable y
productiva, en armonía con la naturaleza”.

Es responsabilidad de la ONU y de organizaciones internacionales; brindar


información sobre procesos de producción menos contaminantes a través del
Programa de Producción Limpia del PNUMA.

Si bien el desarrollo industrial de un territorio puede inducir una fuerte


reactivación socioeconómica y mejoras en la calidad de vida de la población,
también es capaz de ocasionar importantes modificaciones del entorno y
diversas formas de contaminación del aire, las aguas y los suelos, agotamiento
de recursos naturales y su degradación. Todo ello influirá negativamente, de
forma directa o indirecta sobre el bienestar, la calidad de vida y la salud de la
población. Debe realizarse un riguroso análisis científico dirigido a identificar y
ponderar la magnitud y severidad de los posibles impactos ambientales y en la
salud; derivados de un proyecto de desarrollo y, en consecuencia, la adopción
de las medidas de prevención y control pertinentes, así los efectos negativos
serán minimizados, en tanto sean maximizados los positivos, proceder
denominado “evaluación de impacto ambiental. 1-3

Por lo anterior se decide exponer los elementos esenciales del tema que nos
ocupa acorde con la política ambiental del desarrollo industrial que está regida
por las organizaciones internacionales.

El pasado siglo XX aportó numerosos ejemplos de la enérgica implementación


de procesos de industrialización en diversos países y territorios en aras de
lograr un rápido desarrollo industrial y económico, pero sin considerar en su
justa magnitud sus posibles impactos en el ambiente, cuyas consecuencias
sobre la salud resultaron a veces rápidamente evidentes. Algunas de ellas son
la denominada “asma epidémica en la ciudad de Yokkaichi”, posterior a la
construcción de un gran complejo petroquímico; la intoxicación crónica por metil
mercurio en pescado (enfermedad de Minamata) o la intoxicación crónica por
cadmio, caracterizada por daño renal, fragilidad ósea y dolor en el agua de
regadío del arroz, denominada “itai – itai” (dolor, dolor), episodios todos
ocurridos en Japón, en la década siguiente a la Segunda Guerra Mundial. Estos
ocasionaron severos impactos en la salud pública, así como elevados costos
económicos por la implementación de las medidas para la mitigación de sus
consecuencias, muy superiores a los beneficios económicos iniciales. 4

Otros problemas más complejos pueden tener lugar a consecuencia del rápido
y desmesurado crecimiento demográfico en urbanizaciones carentes de un plan
director que garantice los recursos e infraestructuras necesarias para la
satisfacción de las necesidades básicas de las nuevas poblaciones y distritos
urbanos, tales como las necesidades de viviendas, fuentes de abasto, sistemas
de tratamiento de agua, la disposición de residuales y demás elementos que
garanticen las acciones básicas de saneamiento ambiental, las redes viales que
den respuesta al incremento del tráfico, entre otros, así como nuevas
transformaciones en el uso del suelo, la demanda de nuevas infraestructuras y
equipamientos de los servicios de alimentación, educación y salud, por citar
algunos de los principales.4

Hasta la primera mitad del siglo XX el escaso y anárquico desarrollo industrial


de Cuba estuvo centrado en la agricultura, vinculado principalmente a la
industria azucarera. Luego del triunfo revolucionario de 1959, considerados los
problemas de la economía heredada, se iniciaron importantes esfuerzos
dirigidos a lograr el reordenamiento, incremento y la diversificación de la
industria nacional con el propósito de incrementar y estabilizar los ingresos
monetarios del país, que permitiesen la creación y sostén de múltiples
instalaciones y servicios de beneficio social, el incremento del poder adquisitivo
y la calidad de vida de la población, entre otras necesidades, a pesar de la
influencia negativa de factores internos y externos, en primer término el
mantenido bloqueo económico por parte de los Estados Unidos de América. En
este contexto, la súbita desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista
europeo, y con ello de los principales vínculos económicos con el exterior,
obligaron a cambiar radicalmente y en condiciones adversas, la estrategia de
desarrollo económico del país.

A tales fines, en la actualidad tiene lugar el desarrollo de diversos polos


industriales en el país, entre los fundamentales se encuentran los de
Cienfuegos, Mariel, Matanzas y Moa. Los mismos pudieran ocasionar
modificaciones ambientales con posibles impactos adversos directos e
indirectos sobre la salud pública y la sociedad, magnificados por sus
proximidades a grandes núcleos urbanos, de no mediar una adecuada
planificación territorial y las correspondientes evaluaciones de impactos
ambientales, con vistas a evitar o minimizar sus potenciales efectos adversos y
acentuar los favorables, mediante las modificaciones y demás acciones de
prevención y control..

El procedimiento de evaluación rápida es sumamente útil para realizar una


evaluación inicial de las fuentes y de los niveles de emisión de un área que
tenga pocos datos o ninguno sobre cargas de contaminación. También es útil
para la selección de áreas prioritarias para la realización de monitoreos más
extensos, con vistas a la conducción de estudios de casos como parte de los
programas de salud pública dirigidos al control de la contaminación; y para la
formulación de políticas y reglamentos de control de la contaminación
enmarcadas dentro de las actividades nacionales de salud ambiental. 5

Se han desarrollado procedimientos para identificar, evaluar y mitigar los


efectos para el ambiente y la salud vinculados a los principales proyectos
industriales, agrícolas y otros grandes proyectos de desarrollo antes de que los
mismos se ejecuten. Se han preparado guías de evaluaciones de impacto en
salud ambiental (EISA) por varias organizaciones internacionales incluyendo la
oficina regional de la OMS para Europa (1985,1986). Varios países también han
preparado guías nacionales.

Como una evaluación de impacto ambiental (EIA) es un proceso práctico a


desarrollar en un plazo relativamente breve, generalmente no es posible
ejecutar simultáneamente una investigación preliminar adicional. En
consecuencia, las conclusiones usualmente deben ser basadas en
conocimiento científico aceptado actualmente. Más aún, no pueden ejecutarse
mediciones actuales durante la etapa preparatoria de un proyecto, que no sean
evaluaciones de los niveles de base o mediciones de proyectos pilotos.

El componente de salud de las evaluaciones de impacto ambiental debe


incorporar algo más que la mejor información científica disponible. Debe
obtener información basada en la comunidad y conocimiento tradicional de
pueblos nativos y otros en la comunidad. Y debe reconocer que muchos
proyectos tienen tanto beneficios como efectos adversos para la salud y el
bienestar. Mediante la creación de trabajos y el aporte de otros beneficios
económicos que contribuyan a un mejor nivel de vida, la salud puede ser muy
mejorada a causa del proyecto en cuestión.

Los efectos adversos para la salud pueden ser desproporcionadamente


experimentados por las personas que no compartirán los beneficios de un
proyecto. Por esto el componente de salud de la EIA debe evaluar quien se
beneficiará y quien puede sufrir los efectos adversos. Si son identificados
efectos adversos potenciales, las recomendaciones para las medidas de
mitigación y seguimiento deben ser incluidas en la declaración de impacto
ambiental (DIA), quien propone el proyecto. La EIA debe también considerar
alternativas al proyecto, que incluye los efectos potenciales en la salud de no
permitirse que el proyecto proceda. Aunque pueden existir consideraciones
jurisdiccionales respecto a cual departamento gubernamental es responsable
de la salud ocupacional v.s salud pública en algunos países, ambos
componentes son esenciales para determinar los beneficios potenciales y los
efectos adversos de una propuesta.

La colaboración multidisciplinaria es crucial en EIA. Es importante asegurar que


los componentes de salud sean consideradas en cada una de las etapas de la
evaluación. Para que sea efectiva, la EIA debe ocurrir en la etapa de planeación
del proyecto. Por lo tanto, debe ser un componente integral en el diseño de un
proyecto, más que algo añadido después que se ha terminado el diseño. De
esta forma, el EIA debe sugerir diseños alternativos del proyecto con mayores
beneficios y menores riesgos para la salud.

La evidencia muestra que los factores ambientales influyen en el 80 % de las


enfermedades estudiadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se
calcula que en todo el mundo el 24 % de la carga de morbilidad (años de vida
sana perdidos) y aproximadamente el 23 % de todas las defunciones
(mortalidad prematura) son atribuibles a factores ambientales. El grueso de
estos efectos recae en los grupos más vulnerables como niños, gestantes,
enfermos crónicos y personas de la tercera edad.4,6-8

Contaminación en los siglos XVIII y XIX ;No todas las formas de organización
de la producción han sido y son ecológicamente sostenibles. La relación con la
naturaleza varía en relación al modo en que se implementan las prácticas
productivas y por lo tanto a la forma de control ejercido sobre los ecosistemas.
La presión que se ejerce sobre ellos es directamente proporcional a la
necesidad de energía y materiales para asegurar su mantenimiento.

Desde la Revolución Neolítica las prácticas productivas provocaron, en mayor o


en menor medida, la transformación de los ecosistemas naturales. Durante toda
la Era Preindustrial la deforestación fue el atentado ecológico más extendido,
provocando las primeras crisis energéticas por la escasez de leña y madera que
se extendieron entre los siglos XVI y XVIII. Esta crisis sería superada mediante
el uso de combustibles fósiles.

 El hallazgo de fuentes de energía alternativas, primero el carbón y luego el


petróleo y el gas, se convirtió en el soporte de la industrialización y del
desarrollo de la sociedad industrial desde finales del siglo XVIII. El criterio que
marcó el paso de la antigua sociedad agrícola a la industrial fue el incremento
constante de la productividad que se tradujo, en términos ecológicos, en un
incremento paralelo del desorden natural y en el desarrollo de formas cada vez
más peligrosas de contaminación.

La fase de industrialización concentrada desarrollada durante el siglo XIX, trajo


consigo una revolución en la envergadura, la intensidad y la variedad de
contaminantes liberados al ambiente; comenzando por el uso del carbón, cuya
combustión produce dióxido de carbono,  vapor de agua, óxidos de azufre y
productos volátiles originados por la combustión incompleta. La fundición de
metales, junto con el resto de los primeros procesos industriales, también
generó grandes cantidades de gases.

La primera expansión industrial creó zonas de contaminación sobre todo en la


grandes concentraciones urbanas: paisajes arruinados por el humo y los gases
tóxicos de las chimeneas, montañas de materiales de desecho, corrientes de
agua contaminadas con residuos industriales y otras formas de contaminación
que se fueron incrementando exponencialmente hasta la actualidad.

Uno de los casos más conspicuos de procesos de contaminación provocados


por el hombre a partir del siglo XIX y hasta la actualidad, se manifiesta por el
incremento sostenido de la concentración de dióxido de carbono en la
atmósfera. Desde el punto de vista histórico, las emisiones de este gas han
estado directamente vinculadas a la producción de energía.

Está demostrado que la calidad del ambiente constituye un requisito


indispensable para la salud humana y el desarrollo sostenible. El plan de acción
de las Naciones Unidas para el desarrollo en el siglo XXI, denominada “Agenda
21”, acordada en la “Cumbre de la Tierra” efectuada en Río de Janeiro, 1992,
reitera que “los seres humanos constituyen el centro de las preocupaciones
para un desarrollo sostenible. Ellos tienen derecho a una vida saludable y
productiva, en armonía con la naturaleza”.

Es responsabilidad de la ONU y de organizaciones internacionales; brindar


información sobre procesos de producción menos contaminantes a través del
Programa de Producción Limpia del PNUMA.

Si bien el desarrollo industrial de un territorio puede inducir una fuerte


reactivación socioeconómica y mejoras en la calidad de vida de la población,
también es capaz de ocasionar importantes modificaciones del entorno y
diversas formas de contaminación del aire, las aguas y los suelos, agotamiento
de recursos naturales y su degradación. Todo ello influirá negativamente, de
forma directa o indirecta sobre el bienestar, la calidad de vida y la salud de la
población. Debe realizarse un riguroso análisis científico dirigido a identificar y
ponderar la magnitud y severidad de los posibles impactos ambientales y en la
salud; derivados de un proyecto de desarrollo y, en consecuencia, la adopción
de las medidas de prevención y control pertinentes, así los efectos negativos
serán minimizados, en tanto sean maximizados los positivos, proceder
denominado “evaluación de impacto ambiental. 1-3

Por lo anterior se decide exponer los elementos esenciales del tema que nos
ocupa acorde con la política ambiental del desarrollo industrial que está regida
por las organizaciones internacionales.

El pasado siglo XX aportó numerosos ejemplos de la enérgica implementación


de procesos de industrialización en diversos países y territorios en aras de
lograr un rápido desarrollo industrial y económico, pero sin considerar en su
justa magnitud sus posibles impactos en el ambiente, cuyas consecuencias
sobre la salud resultaron a veces rápidamente evidentes. Algunas de ellas son
la denominada “asma epidémica en la ciudad de Yokkaichi”, posterior a la
construcción de un gran complejo petroquímico; la intoxicación crónica por metil
mercurio en pescado (enfermedad de Minamata) o la intoxicación crónica por
cadmio, caracterizada por daño renal, fragilidad ósea y dolor en el agua de
regadío del arroz, denominada “itai – itai” (dolor, dolor), episodios todos
ocurridos en Japón, en la década siguiente a la Segunda Guerra Mundial. Estos
ocasionaron severos impactos en la salud pública, así como elevados costos
económicos por la implementación de las medidas para la mitigación de sus
consecuencias, muy superiores a los beneficios económicos iniciales. 4

Otros problemas más complejos pueden tener lugar a consecuencia del rápido
y desmesurado crecimiento demográfico en urbanizaciones carentes de un plan
director que garantice los recursos e infraestructuras necesarias para la
satisfacción de las necesidades básicas de las nuevas poblaciones y distritos
urbanos, tales como las necesidades de viviendas, fuentes de abasto, sistemas
de tratamiento de agua, la disposición de residuales y demás elementos que
garanticen las acciones básicas de saneamiento ambiental, las redes viales que
den respuesta al incremento del tráfico, entre otros, así como nuevas
transformaciones en el uso del suelo, la demanda de nuevas infraestructuras y
equipamientos de los servicios de alimentación, educación y salud, por citar
algunos de los principales.4

Hasta la primera mitad del siglo XX el escaso y anárquico desarrollo industrial


de Cuba estuvo centrado en la agricultura, vinculado principalmente a la
industria azucarera. Luego del triunfo revolucionario de 1959, considerados los
problemas de la economía heredada, se iniciaron importantes esfuerzos
dirigidos a lograr el reordenamiento, incremento y la diversificación de la
industria nacional con el propósito de incrementar y estabilizar los ingresos
monetarios del país, que permitiesen la creación y sostén de múltiples
instalaciones y servicios de beneficio social, el incremento del poder adquisitivo
y la calidad de vida de la población, entre otras necesidades, a pesar de la
influencia negativa de factores internos y externos, en primer término el
mantenido bloqueo económico por parte de los Estados Unidos de América. En
este contexto, la súbita desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista
europeo, y con ello de los principales vínculos económicos con el exterior,
obligaron a cambiar radicalmente y en condiciones adversas, la estrategia de
desarrollo económico del país.

A tales fines, en la actualidad tiene lugar el desarrollo de diversos polos


industriales en el país, entre los fundamentales se encuentran los de
Cienfuegos, Mariel, Matanzas y Moa. Los mismos pudieran ocasionar
modificaciones ambientales con posibles impactos adversos directos e
indirectos sobre la salud pública y la sociedad, magnificados por sus
proximidades a grandes núcleos urbanos, de no mediar una adecuada
planificación territorial y las correspondientes evaluaciones de impactos
ambientales, con vistas a evitar o minimizar sus potenciales efectos adversos y
acentuar los favorables, mediante las modificaciones y demás acciones de
prevención y control.

Existen numerosos ejemplos que muestran que la planificación adecuada


reduce significativamente el impacto de las actividades humanas sobre el
ambiente. En los países en desarrollo, las dificultades para formular programas
adecuados de gestión ambiental son mayores y existe la necesidad de contar
con herramientas prácticas que permitan la implementación generalizada y la
estandarización de las etapas iniciales críticas del proceso de planificación.

El procedimiento de evaluación rápida es sumamente útil para realizar una


evaluación inicial de las fuentes y de los niveles de emisión de un área que
tenga pocos datos o ninguno sobre cargas de contaminación. También es útil
para la selección de áreas prioritarias para la realización de monitoreos más
extensos, con vistas a la conducción de estudios de casos como parte de los
programas de salud pública dirigidos al control de la contaminación; y para la
formulación de políticas y reglamentos de control de la contaminación
enmarcadas dentro de las actividades nacionales de salud ambiental. 5

Se han desarrollado procedimientos para identificar, evaluar y mitigar los


efectos para el ambiente y la salud vinculados a los principales proyectos
industriales, agrícolas y otros grandes proyectos de desarrollo antes de que los
mismos se ejecuten. Se han preparado guías de evaluaciones de impacto en
salud ambiental (EISA) por varias organizaciones internacionales incluyendo la
oficina regional de la OMS para Europa (1985,1986). Varios países también han
preparado guías nacionales.
Como una evaluación de impacto ambiental (EIA) es un proceso práctico a
desarrollar en un plazo relativamente breve, generalmente no es posible
ejecutar simultáneamente una investigación preliminar adicional. En
consecuencia, las conclusiones usualmente deben ser basadas en
conocimiento científico aceptado actualmente. Más aún, no pueden ejecutarse
mediciones actuales durante la etapa preparatoria de un proyecto, que no sean
evaluaciones de los niveles de base o mediciones de proyectos pilotos.

El componente de salud de las evaluaciones de impacto ambiental debe


incorporar algo más que la mejor información científica disponible. Debe
obtener información basada en la comunidad y conocimiento tradicional de
pueblos nativos y otros en la comunidad. Y debe reconocer que muchos
proyectos tienen tanto beneficios como efectos adversos para la salud y el
bienestar. Mediante la creación de trabajos y el aporte de otros beneficios
económicos que contribuyan a un mejor nivel de vida, la salud puede ser muy
mejorada a causa del proyecto en cuestión.

Los efectos adversos para la salud pueden ser desproporcionadamente


experimentados por las personas que no compartirán los beneficios de un
proyecto. Por esto el componente de salud de la EIA debe evaluar quien se
beneficiará y quien puede sufrir los efectos adversos. Si son identificados
efectos adversos potenciales, las recomendaciones para las medidas de
mitigación y seguimiento deben ser incluidas en la declaración de impacto
ambiental (DIA), quien propone el proyecto. La EIA debe también considerar
alternativas al proyecto, que incluye los efectos potenciales en la salud de no
permitirse que el proyecto proceda. Aunque pueden existir consideraciones
jurisdiccionales respecto a cual departamento gubernamental es responsable
de la salud ocupacional v.s salud pública en algunos países, ambos
componentes son esenciales para determinar los beneficios potenciales y los
efectos adversos de una propuesta.

La colaboración multidisciplinaria es crucial en EIA. Es importante asegurar que


los componentes de salud sean consideradas en cada una de las etapas de la
evaluación. Para que sea efectiva, la EIA debe ocurrir en la etapa de planeación
del proyecto. Por lo tanto, debe ser un componente integral en el diseño de un
proyecto, más que algo añadido después que se ha terminado el diseño. De
esta forma, el EIA debe sugerir diseños alternativos del proyecto con mayores
beneficios y menores riesgos para la salud.

La evidencia muestra que los factores ambientales influyen en el 80 % de las


enfermedades estudiadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se
calcula que en todo el mundo el 24 % de la carga de morbilidad (años de vida
sana perdidos) y aproximadamente el 23 % de todas las defunciones
(mortalidad prematura) son atribuibles a factores ambientales. El grueso de
estos efectos recae en los grupos más vulnerables como niños, gestantes,
enfermos crónicos y personas de la tercera edad.4,6-8

Especial relevancia tiene la estimación de los riesgos para la salud de la


población general y grupos de riesgo específicos, derivadas de las exposiciones
crónicas de baja intensidad a múltiples contaminantes y la degradación del
hábitat y los ecosistemas.4,9-13 En varios países la influencia de la contaminación
industrial influye en la expectativa de vida, como por ejemplo en China cuya
industrialización ha producido un decrecimiento de 5,5 años de expectativa de
vida.14 Todo lo expresado anteriormente fundamenta la necesaria realización de
proyectos de investigación que den respuesta a la interrogante de si el
desarrollo de estos polos industriales en el país será compatible con la
sostenibilidad del ambiente.15

En la actualidad el INHEM y el Instituto de Salud de los trabajadores (INSAT),


en conjunto con varias instituciones del Ministerio de Ciencia, Tecnología y
Medio Ambiente y otras instituciones de diversos organismos del Estado,
trabajan en proyectos relacionados con el tema en varios de los polos de
desarrollo industrial antes mencionados, lo que pone de manifiesto el carácter
intersectorial de estos estudios. Los resultados obtenidos aportarán criterios
científicamente avalados que fundamenten la adopción de medidas dirigidas a
prevenir o disminuir al mínimo la exposición de los trabajadores y la población
general a los contaminantes derivados de la construcción, explotación y
disposición de residuales y desechos de dichas industrias y por ende de sus
posibles impactos adversos sobre la salud; elementos que se corresponden con
la política y propósitos del Ministerio de Salud Pública.

Para la prevención de los riesgos que se derivan de la contaminación industrial


es imprescindible una estrategia de integración eficaz del desarrollo sostenible,
donde la protección del medio ambiente esté incluida en los objetivos
económicos y sociales de un país. Esto repercute favorablemente en el estado
de salud de la población quién a su vez debe estar consiente también del rol
que tiene en esta estrategia. La EIA es la medida más eficaz para minimizar el
impacto negativo en las actividades con un fuerte potencial de contaminación.
b.2 Historia interna
Desde el año 2006, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(MARN), realiza
el monitoreo permanente de la calidad y cantidad de agua, mediante la
recolección de
muestras y análisis de parámetros de calidad de agua en sitios de muestreo,
distribuidos en
55 ríos en el territorio nacional, con el propósito de evaluar su condición, para
permitir el
desarrollo de la vida acuática y aptitud para diferentes usos.
Dado el compromiso del Observatorio de Amenazas y Recursos Naturales
(DOA), de generar
información de calidad de agua, cada vez más representativa de las
condiciones
ambientales de los ríos evaluados, para permitir el desarrollo de vida acuática,
se
implementa a partir del presente año Índice de Calidad de Agua (CCME —
WQI), que es un
indicador más robusto que el índice ICA, usado hasta el año 2019.
Dicho indicador adopta para condiciones óptimas, un valor máximo determinado
de 100,
con una calidad de agua “excelente”. Dicho valor va disminuyendo con el
aumento de la
contaminación del agua en estudio, pudiendo llegar hasta un valor de cero, con
una calidad
de agua “pésima”.
Para evaluar las diversas aptitudes de uso como: agua para potabilizar por
métodos
convencionales, agua para riego, agua para consumo animal y agua para
actividades
recreativas se compararon los resultados de los parámetros de calidad de agua
con los
valores de las guías de calidad de agua.
La red de monitoreo de calidad de agua de El Salvador, ha sido diseñada bajo
el concepto de largo plazo y para el presente monitoreo correspondiente a la
época seca 2020, cuenta con sitios de muestreo permanentes de control de la
calidad de agua distribuidos en los principales ríos en el territorio nacional.
En cada uno de los sitios de muestreo, se realizan mediciones de caudal,
mediciones de calidad de agua in situ y, recolección y traslado de muestras de
agua para su análisis posterior en el Laboratorio de Calidad del Agua del
MARN.
Cada uno de los sitios ha sido elegido considerando todos los parámetros
necesarios para garantizar que sea representativo del curso de agua, es decir,
que caracterice la calidad de toda la masa de agua que circula por el sitio, en
un período de tiempo dado, según lo indicado por los protocolos de monitoreo
de calidad y cantidad de agua de la Dirección General de Amenazas y
Recursos Naturales (DOA).
Entre estos criterios técnicos para seleccionar los lugares para las muestras de
agua, se encuentra el fácil acceso al sitio de muestreo en todo momento y
condición hidrológica, mezcla completa de contaminantes de tributarios y/o
efluentes – sitio homogéneo (similares parámetros de calidad de agua en toda
su sección transversal). El análisis también contempla tomar en cuenta
cualquier alteración de la cantidad o calidad de las aguas en el río (tributarios,
descargas o tomas de agua), cambios hidráulicos del río (variaciones de la
profundidad o la velocidad del flujo), características hidráulicas del flujo
(velocidad o posibilidad de que exista un tiempo de residencia del contaminante
para determinar la frecuencia de muestreo) y, que la corriente no sea afectada
por obras civiles, tales como: puentes, represas, difusores de cañerías que
transportan aguas residuales y canales naturales y/o artificiales.
A continuación, se detalla la metodología utilizada para el desarrollo del
presente trabajo de evaluación de la calidad de los ríos del país:
Medición de Cantidad de Agua En cada uno de los sitios de la red de
monitoreo se midió cantidad de agua a través del método aforo por vadeo. El
aforo es la operación de medición del caudal en una sección de un curso de
agua, en los ríos se mide en forma indirecta, determinando la velocidad de la
corriente con un molinete o correntómetro y teniendo en cuenta que el caudal
es igual a la velocidad del flujo en la sección multiplicada por el área de la
misma
Monitoreo de calidad de agua
La campaña de muestreo coincide con la época seca, en cada uno de los sitios
de la red de monitoreo se midieron parámetros de calidad de agua in situ y se
recolectaron muestras de tipo físico, químicas, bacteriológicas, DBO5 y metales
pesados en cada sitio de muestreo, Ministerio de Medio Ambiente y Recursos
Naturales luego las muestras son preservadas y trasladadas al Laboratorio de
Calidad de Agua del MARN, para su procesamiento el mismo día de la
recolección.
La toma de muestras para cada uno de los sitios seleccionados varía
dependiendo de las características de la sección transversal (longitud de la
transversal, profundidad, homogeneidad de corrientes, etc.), de tal forma que,
se pueden recolectar de uno a dos juegos de muestras por sitio, dependiendo
de las características de homogeneidad del lugar seleccionado.
Para asegurar el acarreo y posesión de todas las muestras, desde la recepción
de los envases, hasta la generación de resultados, se implementa una cadena
de custodia, la cual consiste en la documentación de todo el proceso de
monitoreo en campo, desde la toma de las muestras hasta su traslado y
recepción en el laboratorio.
Para mantener un control de calidad en todo el programa de muestreo, además
de cumplir con los procedimientos estándar, se requiere la toma y presentación
de “blancos demuestras”, que se tratan de envases con agua destilada llenados
en el campo, en las mismas condiciones del muestreo al que se le realizan los
mismos análisis del laboratorio que a las muestras y, se utiliza para determinar
interferencias por el muestreo.
Índice de Calidad de Agua (CCME — WQI)
A partir del presente año, la valoración del Índice de calidad de agua se va a
realizar a través de la metodología del Índice Canadian Council of Ministers of
the Environment – Water Quality Index (CCME — WQI), en sustitución del
índice ICA, debido a que el CCME — WQI, brinda una valoración más
representativa de la calidad de las aguas para protección de vida acuática.
Este Índice ha sido diseñado para analizar toda la información disponible y,
engloba la información histórica de los parámetros de calidad de agua, que
tienen afectación en la calidad de la vida acuática. Por lo anterior, no es una
determinación puntual como el ICA, que analizaba la información del año, sino
un dato respaldado por los datos existentes en la base de datos de calidad de
agua de la DOA.
La metodología de cálculo se basa en el análisis estadístico de todos los datos
de calidad de agua (período 2006 al 2020) y, su resultado depende de la
cantidad de ocasiones que el valor del parámetro rebasa la guía de calidad de
agua, así como, la concentración por cuanto rebasa, dicha guía de calidad de
agua.
El valor obtenido para el Índice CCME — WQI, del presente año, representa la
valoración de toda la información existente para los parámetros de Coliformes
fecales, DBO5, Fósforo total, Nitrato, Nitrógeno amoniacal, Oxígeno disuelto,
pH, Sólidos disueltos totales, Sólidos suspendidos totales, Plomo, Mercurio,
Cadmio, Cromo total, Arsénico y Cobre. Con el Índice CCME — WQI, se cuenta
con información más representativa de la calidad de las aguas superficiales
para protección de vida acuática y, se puede zonificar las aguas superficiales
del país.
Los resultados de la calidad de agua, muestran que 10 de los 122 sitios
evaluados a escala nacional, cuentan con la calidad de agua para ser utilizada
en actividades de riego sin restricciones, que equivale al 8 % de los sitios
evaluados.
El restante 92 % de los sitios, no cumplen con las características necesarias,
debido a valores fuera de los valores guías de calidad de agua para uno o
varios de los parámetros detallados: Boro, Arsénico, Manganeso, Cloruros,
Bicarbonatos, Coliformes fecales, Nitratos, Conductividad eléctrica, pH y
Sólidos totales disueltos. A continuación, se detalla la calidad de agua para los
sitios evaluados en los distritos de riego y avenamiento del país:
Distrito de riego y avenamiento de Zapotitán
Río Sucio
La calidad de agua del Río Sucio no cumple debido a valores de Coliformes
fecales de 170000 NMP/100 ml, siendo el valor guía menor o igual a 1000
NMP/100 mL; Bicarbonatos de 223.58 mg/L, siendo el valor guía menor o igual
a 91.53 mg/L; y Nitratos de 18.19 mg/L, siendo el valor guía menor o igual a 5
mg/L.

Distrito de riego y avenamiento de Atiocoyo, Unidad Norte.


Río Lempa
La calidad de agua no cumple debido al pH que presenta un valor de 8.51,
siendo el valor guía menor o igual a 8.4 unidades.
Distrito de riego y avenamiento de Atiocoyo, Unidad Sur.
Río Sucio
La calidad de agua del río Sucio no cumple debido a valores de Coliformes
fecales de 20000NMP/100 ml, siendo el valor guía menor o igual a 1000
NMP/100 ml; Bicarbonatos de 233.27 mg/L, siendo el valor guía menor o igual a
91.53 mg/L; Boro de 0.83 mg/L, siendo el valor guía menor o igual a 0.7 mg/L;
Conductividad eléctrica de 1046 µS/cm, siendo el valor guía menor o igual a
700 µS/cm; pH de 8.53, siendo el valor guía menor o igual a 8.4 unidades;
Sólidos totales disueltos de 762 mg/L, siendo el valor guía menor o igual a 450
mg/L; y, en el caso de Nitratos de 11.12 mg/L, siendo el valor guía menor o
igual a 5 mg/L.
Distrito de riego y avenamiento Lempa Acahuapa
Río Lempa
La calidad de agua del río no cumple debido a valores de Coliformes fecales de
3500 NMP/100 ml, siendo el valor menor o igual a 1000 NMP/100 ml.
Río Acahuapa
El presente sitio de muestreo no cumple debido a valores de Coliformes fecales
de 9200 NMP/100 ml, siendo el valor guía menor o igual a 1000 NMP/100 ml;
Bicarbonatos de 126.22 mg/L, siendo el valor guía menor o igual a 91.53 mg/L;
pH de 8.41 siendo el valor guía menor o igual a 8.4 unidades; y Nitratos de 6.25
mg/L, siendo el valor guía menor o igual a 5 mg/L.
Río San Simón
El presente sitio de muestreo no cumple, debido a valores de Coliformes
fecales de 700000 NMP/100 ml, siendo el valor guía menor o igual a 1000
NMP/100 ml; Bicarbonatos de 207.34 mg/L, siendo el valor guía menor o igual a
91.53 mg/L; pH de 8.41 siendo el valor guía menor o igual a 8.4 unidades; y, en
el caso de Nitratos de 5.5 mg/L, siendo el valor guía menor o igual a 5 mg/L.

Calidad de agua para consumo de especies de producción animal


Los resultados de la calidad de agua, muestran que 109 sitios, de los 122
evaluados a escala nacional, cuentan con la calidad de agua para ser utilizada
para consumo de especies de producción animal, que representa el 89 % de
los sitios evaluados. El restante 11 % de los sitios, no cumplen con la calidad
de agua, debido a valores que no cumplen las guías de calidad de agua para
los parámetros de Manganeso y Mercurio. Calidad de agua para actividades
recreativas con contacto directo
Los resultados de la calidad de agua muestran que tres sitios de los 122
evaluados a escala nacional, cuentan con la calidad de agua para ser utilizada
para actividades recreativas sin restricción. Los restantes 119 sitios no
cumplen, debido a valores fuera de los valores guías de calidad de agua, para
uno o varios de los siguientes parámetros de calidad de agua: Coliformes
fecales, Aceites y grasas, pH, Oxígeno disuelto y Turbiedad.
Región hidrográfica A: Río Lempa
A continuación, se muestra los resultados de la evaluación de calidad del agua
para 57 sitios evaluados en la Región Hidrográfica A: Río Lempa.
Agua cruda para potabilizar por métodos convencionales
La calidad de las aguas superficiales de la Región Hidrográfica del Río Lempa,
no cumple con las características de calidad de agua para este uso, debido a
valores fuera de rango, principalmente, para los parámetros de: Coliformes
fecales que se encuentran dentro de un rango que va de los 2400 a los 35
millones de bacterias/100 ml, siendo el valor guía 2000 NMP/100 ml; Fósforo
total en el rango de 0.36 a 19.08 mg/L, siendo el valor guía menor a 0.15 mg/L;
Fenoles en el rango de 0.02 a 0.50 mg/L, siendo el valor guía menor 0.01 mg/L;
Demanda Bioquímica de Oxígeno a los cinco días en el rango de 4.01 a 72.63,
siendo el valor guía menor o igual a 4 mg/L; Arsénico en el rango de 0.011 a
0.083 mg/L, siendo el valor guía menor a 0.01 mg/L; Boro en el rango de 0.31 a
0.83, siendo el valor guía menor a 0.01 mg/L. Adicionalmente, se encuentran
fuera de rango, en menor proporción, otros parámetros como: Manganeso,
Mercurio, Hierro, Nitrógeno amoniacal, Sólidos totales disueltos, Oxígeno
disuelto y Sulfatos.
Agua para riego sin restricciones
De los 57 sitios evaluados en la Región Hidrográfica del Río Lempa, solamente
10 sitios, cumplen con las características de calidad de agua para este uso. Los
restantes 47 sitios que no cumplen, se debe a valores fuera de rango,
principalmente, para los parámetros de Coliformes fecales, que se encuentran
dentro de un rango que va de los 1100 a los 35 millones de bacterias/100 ml,
siendo el valor guía 1000 NMP/100 ml; Bicarbonatos en el rango de 96.75 a
352.19 mg/L, siendo el valor guía de 91.53 mg/L; Conductividad eléctrica en el
rango de 821 a 1278 µS/cm, siendo el valor guía de menor a 700 µS/cm;
Nitratos en el rango de 5.19 a 27.04 mg/L, siendo el valor guía de menor a 5
mg/L; pH en el rango alcalino de 8.41 a 9.38 unidades y, en el caso de Sólidos
disueltos totales, en el rango de 491 mg/L a 888 mg/L, siendo el valor guía de
450 mg/L.

Agua para consumo de especies de producción animal


De los 57 sitios evaluados en la Región Hidrográfica del Río Lempa, solamente
12 sitios, no cumplen con las características de calidad de agua para este uso,
debido a valores fuera de rango para los parámetros de Manganeso, en el
rango de 0.052 a 0.505 mg/L, siendo el valor guía de 0.05 mg/L y, Mercurio en
el rango de 0.0134 a 0.1605 mg/L, siendo el valor.
Agua para actividades recreativas con contacto directo
De los 57 sitios evaluados en la Región Hidrográfica del Río Lempa, solamente
tres sitios cumplen con las características de calidad de agua para este uso.Los
restantes 54 sitios que no cumplen es debido a valores fuera de rango para los
parámetros de: Coliformes fecales, los cuales se encuentran dentro de un
rango que va de los 220 a los 240 millones de bacterias/100 ml, siendo el valor
guía 200 NMP/100 ml, Aceites y Grasas en el rango de 5.17 a 27 mg/L, siendo
el valor guía de 5 mg/L; Oxígeno disuelto en el rango de 0.08 a 4.96 mg/L,
siendo el valor mínimo de 5 mg/L; pH de 9.38 unidades, siendo el valor guía
máximo de 9 unidades y Turbiedad 122.5 UNT, siendo el valor guía de 50 UNT.
Calidad de agua valorada a través del Índice CCME — WQI
De los sitios evaluados en la Región Hidrográfica A: Río Lempa, 18 sitios
presentan una calidad de agua “regular”, que limita el desarrollo de vida
acuática, 33 presentan calidad de agua “mala”, que restringe el desarrollo de
vida acuática y seis sitios presentan calidad de agua “pésima”, que imposibilita
el desarrollo de vida acuática.
El Gobierno de El Salvador considera fundamental la promoción y la ejecución
de procesos educativos que contribuyan al desarrollo de conocimientos, valores
y comportamientos que ayuden a las personas a evitar los riesgos y a disminuir
los efectos ocasionados por la ocurrencia de eventos naturales. En los centros
educativos, el estudiantado adquiere conocimientos y habilidades para la vida;
asimismo, aprende a corregir situaciones que ponen en peligro a sus familias y
vecinos. De este modo, las escuelas se convierten en espacios fundamentales
para la formación de ciudadanos y ciudadanas conscientes de la reducción de
riesgos en las comunidades. Por esta razón, se pone a disposición de la
comunidad educativa la Serie “Aprendamos a protegernos”, con el propósito de
brindar información y orientaciones para la reducción de los riesgos de
desastres. Confiamos en que el contenido de los materiales de esta serie y las
actividades a organizar en cada centro educativo impulsen una cultura de
prevención en toda la comunidad educativa y que esa cultura se expanda a los
residentes de la localidad.
La presencia de tanta agua es muy importante porque permite la regulación de
la temperatura del planeta, favoreciendo la vida. Además, todos los seres vivos
necesitamos del agua para sobrevivir.
De toda el agua que hay en el planeta, solo podemos consumir agua dulce que
—además— tiene que ser potable; esto quiere decir que se pueda beber sin
temor a enfermedades o a intoxicaciones. El agua potable es uno de los
recursos naturales más valiosos del planeta. Una persona puede sobrevivir un
mes sin alimentarse, pero solo cinco días como máximo sin beber agua. Por
estas razones, debemos considerar el agua como un bien común: nos
pertenece a todas las personas y, por tanto, estamos en la obligación de
utilizarla racionalmente y evitar su contaminación.
El agua se encuentra en constante circulación, tanto entre el cielo y la tierra,
como desde la superficie terrestre y su interior. Esto significa que nuestro
planeta recicla toda el agua. Del agua que cae en forma de lluvia, una parte
llega a la tierra y es aprovechada por los seres vivos; otra parte corre por la
superficie del terreno hasta llegar a un río, un lago o un océano; otra, se filtra a
través del suelo, formando los mantos acuíferos. Más tarde o más temprano,
toda esta agua volverá nuevamente a la atmósfera, debido principalmente a la
evaporación. Esta trayectoria descrita por el agua es lo que se ha llamado “ciclo
del agua”. El agua también penetra en el interior de la Tierra con las placas
tectónicas y regresa a la superficie por los volcanes, geisers y manantiales.

En El Salvador, el agua dulce disponible se encuentra en ríos, lagos, lagunas y


en el subsuelo; estos se enriquecen con las precipitaciones en la época
lluviosa. También se dispone de agua salada en los 260 kilómetros de la zona
costera del país, al lado del Océano Pacífico.
El agua de ríos, lagos y lagunas
Como se aprecia en el mapa hidrológico, El Salvador es atravesado por unos
360 ríos; además, presenta varias lagunas y lagos que son alimentados por la
lluvia. Según los registros de lluvia, el promedio anual de precipitación en
nuestro país es de 1,850 milímetros (mm) de agua, un volumen bastante
considerable comparado con lo que llueve en los desiertos, donde apenas cae
un promedio de 100 mm de agua al año. No obstante, a pesar de la abundancia
del recurso hídrico en El Salvador, el agua disponible es escasa, sobre todo
debido a la contaminación y a la reducción de mantos acuíferos por la sequía
debida al Cambio Climático.
El agua de las regiones costeras
Las regiones costero-marinas son las que se encuentran cerca del mar. En
dichas zonas el agua subterránea y de los depósitos superficiales es más o
menos salobre, por lo que no es bueno tomarla, ya que la sal se acumula en el
cuerpo, daña los riñones y aumenta la presión sanguínea. Cerca de las costas,
la cantidad de agua dulce y potable disponible es limitada, pues el agua de mar
que se filtra hacia el interior de los ríos y lagunas costeras y hacia el subsuelo
por los poros y grietas de las rocas, provoca la salinización de los mantos
acuíferos, disminuyendo su potabilidad.
En la región costera, el agua dulce del subsuelo forma un depósito que se
localiza a poca profundidad. Mientras más cerca de la playa se perfore un pozo,
más probabilidad habrá para que el agua del manto acuífero sea salina y poco
potable.

El agua subterránea
Debajo de la superficie de un terreno, se acumula
el agua lluvia y forma los mantos acuíferos. La
mayor o menor acumulación de agua en el subsuelo depende de la cubierta
vegetal del suelo y
de su naturaleza, es decir, si deja o no deja pasar
el agua (si es permeable o impermeable).
Por ejemplo, en los bosques, las raíces y los
troncos retienen el agua lluvia, lo que da tiempo para que se filtre en el
subsuelo, evitando
la formación de escorrentía que se lleva el suelo fértil. También la presencia de
piedra porosa como la lava puede hacer que el suelo retenga la humedad y
aumente la filtración hacia el subsuelo. La mayor parte del territorio nacional
está cubierto por rocas de origen volcánico que son bastante porosas. Este
hecho, unido a la presencia de bosques y cafetales, ha favorecido la existencia
de mantos acuíferos en los valles centrales y zonas costeras de nuestro país.
El agua subterránea suele ser dulce y potable, pues la circulación a través de
las rocas tiende a limpiarla, pero algunas malas prácticas agrícolas o la
construcción de fosas sépticas en sitios inadecuados pueden provocar que se
contamine.
El agua sucia y la basura que se botan en la superficie de los terrenos también
pueden contaminar los acuíferos de donde muchas personas toman el agua
para beber y realizar otras actividades como regar sembradíos.
La presencia de un bosque en una zona determinada influye en la presencia de
agua y humedad de la región porque, los árboles, mediante la transpiración y
evaporación del agua desde sus copas, alimentan las nubes. Los bosques
también refrescan el clima, aumentan la humedad del aire, y evitan que las
aguas procedentes de las lluvias corran a gran velocidad ladera abajo y
provoquen inundaciones. En el país, los principales abastecedores de agua
subterránea son los bosques que se encuentran en las montañas y volcanes.
Gracias a su abundante vegetación y a la permeabilidad de sus suelos
favorecen una infiltración del 25 al 30 por ciento del agua lluvia. Preservar la
vegetación de los volcanes es esencial para el mantenimiento de los mantos
acuíferos de El Salvador.
Una manera de poder colaborar con el abastecimiento de agua de los mantos
acuíferos y el aumento de la humedad en la atmósfera es mediante la
reforestación.
¿Cómo debe ser el agua que consumimos?
El agua que podemos tomar se caracteriza por no tener olor (si tiene olor puede
estar contaminada), contar con un sabor suave y agradable que indica la
presencia de los minerales buenos para la salud y carecer de color (el color
puede indicar la presencia de alguna sustancia indeseable).
Pero por lo general la contaminación del agua no es evidente, de modo que sin
la ayuda de análisis especiales no podemos determinar si es potable o no
potable.
El agua de la Laguna de Alegría tiene alto contenido de azufre.
El agua potable es la indicada para el consumo humano porque no contiene
materias disueltas que perjudiquen la salud. Los minerales o sustancias
químicas como azufre, cloro, flúor o hierro disueltos en pequeñas cantidades le
dan un sabor característico y son beneficiosos para la salud. Pero si se
encuentran en altas cantidades, pueden ser perjudiciales y, en este caso, el
agua que las contiene deja de ser potable.
El agua también deja de ser potable cuando se contamina con metales como el
plomo y el arsénico, los cuales pueden provocar graves alteraciones en el
organismo humano, incluso la muerte. También hay que tener especial cuidado
con los componentes vivos del agua que no es potable, como por ejemplo, los
microorganismos que causan graves enfermedades como el cólera, la tifoidea y
la disentería.
El agua se contamina con diversos agentes, tales como: la basura acumulada
en botaderos, las aguas servidas o residuales, y el humo o los desechos
industriales de las fábricas o de la actividad agrícola —como pesticidas y
abonos—. Al llover, estos materiales son arrastrados por el agua hacia los
mantos acuíferos, ríos y lagos, contaminándolos. En nuestro país la principal
fuente de contaminación de los ríos se debe a las aguas servidas o aguas
negras.
El agua contaminada no sirve para el consumo humano y, en ocasiones, ni
siquiera para la agricultura y la ganadería. Por eso aunque los ríos, lagos,
lagunas y mantos acuíferos recojan mucha agua, si está contaminada, no se
puede disponer de ella a menos que se le dé un tratamiento especial para
purificarla. Algo muy importante a tomar en cuenta es que la contaminación del
agua generalmente no se ve, pues tanto los metales como los microorganismos
dañinos no son visibles. Por eso hay que tener en cuenta las recomendaciones
de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) que
analiza el agua para evaluar si es apta o si es necesario purificarla antes de
distribuirla para el consumo humano
Las aguas servidas o residuales
El agua servida o residual es aquella que procede de las viviendas de las
personas y de los criaderos de animales, ya que resultan de su actividad
metabólica. Estas aguas arrastran suciedad: si llegan a los ríos y mantos
acuíferos, los contaminan y vuelven el agua no apta para consumo humano.
El agua servida o residual se puede tratar con algunos procesos físicos,
químicos y biológicos, de manera que se vuelva potable nuevamente. Antes de
ser lanzadas a ríos y lagos, es fundamental que las aguas servidas o residuales
provenientes de las ciudades y de los criaderos de animales reciban
tratamiento para controlar la contaminación y para que puedan ser reutilizadas
sin el riesgo de adquirir enfermedades.
✔ Los desechos industriales
Los desechos industriales son los que provienen de diversas industrias que
laboran en el país y contribuyen al desarrollo económico. Pero la industria que
se necesita para desarrollar al país y elevar la calidad de vida no puede
convertirse en enemiga.
Es necesario minimizar la cantidad de contaminantes que produceny afectan el
medio ambiente. Por ejemplo, en el proceso de producción de zapatos se
necesita agua, sustancias químicas, cuero, hilo, clavos, goma de pegar,
combustibles y muchos otros materiales. Algunas sustancias quedan como
desechos de producción que muchas veces van a dar a los ríos y al acuífero
subterráneo.
Una industria es más beneficiosa cuando produce bien y contamina menos.
Lograrlo es responsabilidad de todas las personas que operan para que la
fábrica funcione. Por eso, actualmente se trata de desarrollar lo que se conoce
como “producciones limpias”, es decir, que las fábricas controlen al máximo la
cantidad de basura y contaminantes que resultan del proceso de producción.
✔ La erosión del suelo
Anteriormente se mencionó que la cubierta vegetal reduce el escurrimiento y la
erosión, pues las raíces también retienen al suelo y sus nutrientes. Esto es muy
importante ya que los nutrientes del suelo son los que determinan su fertilidad.
Si un suelo está desprotegido de cubierta vegetal, después de cada lluvia el
agua corre con más fuerza y se lleva consigo grandes cantidades de suelo,
trasladando los nutrientes y el suelo fértil al mar.
Debido a la erosión, el agua se contamina y se reduce la capacidad de las
lagunas y los embalses debido a la acumulación del suelo transportado.
✔ El humo de las fábricas
Actualmente, la calidad del agua lluvia está siendo afectada por la
contaminación atmosférica. La industria, la minería y los carros arrojan a la
atmósfera enormes cantidades de polvo y gases que forman un ácido. Al
mezclarse con el aire, esta sustancia contamina el agua en las nubes y, al caer
con la lluvia, forma la “lluvia ácida” que contamina el suelo y el agua de ríos y
lagos.
Contaminante es toda materia, elemento, compuesto, sustancia, derivados
químicos o biológicos, o una combinación de ellos en cualquiera de sus estados
físicos, que al incorporarse o actuar en el agua modifica su composición
natural. Los contaminantes más importantes son los microbios, los nutrientes,
los metales pesados, los químicos orgánicos, aceites y sedimentos; el calor
también puede convertirse en un agente contaminante, al elevar la temperatura
del agua.
Los contaminantes constituyen la principal causa de la degradación de la
calidad de agua en el mundo. Al analizar los cuerpos de agua se pueden
encontrar pesticidas, desechos químicos y vertidos, algunos en cantidades
mayores y otros en cantidades menores. Muchas aguas están tan
contaminadas que son peligrosas para la salud humana, y dañinas para
cualquier tipo de vida. Cuando hablamos de contaminación nos imaginamos lo
que producen las actividades humanas, pero esta también puede ser natural,
sin embargo, la capacidad de depuración de estos elementos hace que sean
eliminados en su mayor parte.
¿Qué fuentes de contaminación existen?
Vertidos urbanos: son los que se generan como producto de las actividades
domésticas.
Industria: según el tipo de industria se producen distintos tipos de residuos.
Este tipo de contaminación se genera cuando no se cuenta con sistemas de
tratamiento de vertidos, o los que existen no cuentan con la capacidad
suficiente para depurar.
Desechos sólidos: provenientes de la industria y de las actividades domésticas
que son depositados directamente sobre las fuentes de agua o bien arrastrados
por la lluvia.
Las causas más importantes de contaminación del agua es la falta de gestión y
tratamiento adecuados de los residuos humanos, industriales y agrícolas.
las actividades agropecuarias producen contaminación proveniente de
pesticidas, fertilizantes, y restos orgánicos de animales y plantas. La
contaminación de cuerpos de agua normalmente se da por la liberación de
aguas residuales que no han sido previamente tratadas.
El agua residual es aquella que ha recibido un uso y cuya calidad ha sido
modificada por la incorporación de agentes contaminantes y que
posteriormente ha sido vertida a un cuerpo receptor. Existen dos tipos: ordinario
y especial.
Formas de contaminación que llega a los cuerpos de agua
Capilaridad: En el suelo hay millones de canales verticales que se llaman
“tubos capilares”. Siempre que hay un chaparrón el agua excedente corre por
debajo de la tierra por los tubos capilares. Cuando está seco, los mismos tubos
transportan el agua a la superficie. Este fenómeno puede generar también que
las aguas subterráneas reciban compuestos que se diluyen con el agua y sean
transportados a los cuerpos de agua existentes en el interior de los suelos.
Normalmente, este fenómeno se da por la deposición de desechos sólidos
dejados a la intemperie y sin manejo adecuado.
Deposición directa a cuerpos de agua: La deposición directa de contaminantes
se presenta normalmente en aguas superficiales (ríos, lagos y lagunas). Estas
se cuando los desechos sólidos depositados son transportados aguas abajo por
los ríos, o se acumulan en estas fuentes causando contaminación.
Intrusión salina: La intrusión salina es el proceso por el cual el agua salina
procedente del mar fluye hacia los acuíferos. Esto sucede por causas naturales
como los terremotos o por la sobreexplotación de los acuíferos.
Ejemplo de esto es la colocación de desperdicios domiciliares, de
construcciones, estiércol de corrales, entre otros; también se presentan
descargas de insecticidas cuando se lavan bombas de mochila.
La Ley de Medio Ambiente establece en su artículo 42 que “toda persona
natural o jurídica, el Estado y sus entes descentralizados están obligados a
evitar las acciones de deterioro al medio ambiente, a prevenir, a controlar,
vigilar y denunciar ante las autoridades competentes la contaminación que
pueda perjudicar la salud, la calidad de vida de la población y los ecosistemas,
especialmente las actividades que provoquen contaminación de la atmósfera, el
agua, el suelo y el medio costero marino”.
El Reglamento Especial de Aguas Residuales, en conformidad con la Ley de
Medio Ambiente, tiene por objeto velar por que las aguas residuales no alteren
la calidad de los medios receptores, para contribuir a la recuperación,
protección y aprovechamiento sostenible del recurso hídrico respecto a los
efectos de la contaminación (Art. 1).
El Reglamento sobre la calidad de agua, el control de vertidos y las zonas de
protección, tiene por objeto desarrollar los principios contenidos en la Ley Sobre
Gestión Integrada de los Recursos Hídricos y su Reglamento, y de algunos
artículos de la Ley de Riego y Avenamiento referente a la calidad del agua, el
control de vertidos y a las zonas de protección con el objeto de evitar, controlar
o reducir la contaminación de los recursos hídricos (Art. 1).
Calidad de aguas en El Salvador
Desde el año 2006, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales
hamonitoreado la calidad y cantidad de agua, recolectando muestras y
analizándolas para 123 sitios ubicados en 55 ríos del país. El objetivo es
evaluar la condición de estos ríos para permitir el desarrollo de la vida acuática
y si esta agua es apta para diferentes usos.
La calificación de la calidad de agua de los ríos estudiados, en relación a su
condición para permitir el desarrollo de vida acuática, se realiza utilizando el
Índice de Calidad de Agua general (ICA), el cual para condiciones óptimas
adopta un valor máximo determinado de 100, valor que va disminuyendo con el
aumento de la contaminación en el agua en estudio, hasta un valor de cero.
Impactos que genera el problema de contaminación:
En la salud humana:
La contaminación del agua tiene importantes impactos sobre la salud humana.
Se ha comprobado que la calidad del agua está relacionada con muchos casos
de enfermedades gastrointestinales, y que muchos niños mueren cada año
como resultado de la ingesta de agua contaminada, malas condiciones
higiénicas, consumo de alimentos contaminados, y la falta de un sistema de
recolección y tratamiento de aguas negras y desechos sólidos.
En la economía y la sociedad:
La contaminación del agua encarece los productos y también eleva los costos,
puesto que en algunas comunidades nos vemos obligados a comprar agua
envasada, más costosa, por no contar con fuentes de agua aptas para el
consumo humano. También la contaminación del agua genera conflictos entre
los usuarios de esta. A veces entre las industrias y las poblaciones, o entre una
comunidad y otra, entre productores agrícolas, etc.
✔ Estas instituciones fomentan la prevención de la contaminación del agua:
ANDA: es la entidad responsable del abastecimiento de agua potable a las
poblaciones, de la calidad de agua que entra a los sistemas de acueductos y la
calidad de los vertidos.
MAG: tiene competencia sobre la calidad de las aguas residuales de riego.
También administra la entrada y salida de pesticidas, fertilizantes y productos
para uso agropecuario, así como su calidad y métodos utilizados.
Ministerio de Salud: es el responsable de asegurar la calidad del agua para
consumo humano, a fin de prevenir enfermedades de origen hídrico.
Municipalidades: Algunas municipalidades son responsables de manejar su
propio servicio de conducción y de tratamiento, además de intervenir en la
gestión del agua.
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales: es el responsable de
asegurar que la calidad del agua se mantenga dentro de los niveles
establecidos en las normas técnicas de calidad ambiental.

LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPÚBLICA DE EL SALVADOR,


CONSIDERANDO:
I. Que de conformidad al Art. 117 de la Constitución de la República, es deber
del Estado proteger los recursos naturales, así como la diversidad e integridad
del medio ambiente para garantizar el desarrollo sostenible y declara de interés
social la protección, conservación, aprovechamiento racional, restauración o
sustitución de los recursos naturales;
II. Que nuestro país ha ratificado tratados internacionales en los que directa o
indirectamente adquiere responsabilidad en la gestión integral del agua; así
mismo y en el marco internacional, se han dictado importantes principios en la
gestión sustentable del agua, tales como los Principios contenidos en la
Declaración de Dublín sobre el Agua y el Desarrollo Sostenible; las Reglas de
Berlín sobre Recursos Hidráulicos y más recientemente el reconocimiento del
Derecho Humano al agua y el saneamiento por parte de la Asamblea General
de las Naciones Unidas;
III. Que existe profusión de normas diseminadas en diferentes cuerpos legales
que regulan la protección, conservación y el uso sectorial del agua, lo que ha
obstaculizado el ordenamiento en su administración y gestión sustentable;
IV. Que es necesario contar con una institucionalidad del agua que de manera
específica regule y ordene su uso y aprovechamiento;
V. Que las cuencas de los ríos, lagos, lagunas, marismas, esteros y acuíferos
son los espacios naturales apropiados para la gestión integral de los recursos
hídricos y de los ecosistemas, lo que constituye la base para determinar la
estructura institucional y administrativa que el país requiere;
VI. Que las mujeres desempeñan un papel fundamental en el abastecimiento, la
gestión y la protección del agua. La aceptación y ejecución de este principio
exige políticas efectivas que aborden las necesidades e intereses de las
mujeres y fortalezcan sus capacidades de participar a todos los niveles en las
políticas y programas sobre el uso y manejo de los recursos hídricos, incluida la
adopción de decisiones y la ejecución por los medios que ellas determinen; y,
VII. Que por todas las consideraciones anteriormente expuestas, se hace
impostergable contar con una normativa que establezca la institucionalidad,
disposiciones, procedimientos e instrumentos para ordenar y regular la gestión
integral de los recursos hídricos del país.
Art. 1.- La presente Ley es de orden público y tiene como objeto regular la
gestión integral de las aguas continentales, insulares, estuarinas y marinas
dentro del territorio nacional, cualquiera que sea su ubicación, estado físico,
calidad o condición natural, para garantizar su sustentabilidad y el derecho al
agua para la vida de todas las personas habitantes del país. Ámbito de
aplicación
Art. 2.- La presente Ley se aplica en todo el territorio nacional, de conformidad
a lo establecido en el artículo 84 de la Constitución de la República. Finalidad
de la ley
Art. 3.- La presente Ley tiene como finalidad:
a. Desarrollar un marco regulatorio sobre la gestión del agua como un bien
nacional,
incluyendo los derechos, uso y aprovechamiento, protección, conservación y
recuperación, la protección de las cuencas hidrográficas y de los ecosistemas,
respetando las fases del ciclo hidrológico;
b. Establecer la institucionalidad que ordene y articule los usos y
aprovechamientos del recurso hídrico;
c. Establecer o facilitar el desarrollo de instrumentos de planificación, técnicos,
legales y económico-financieros para la gestión integral del recurso;
d. Promover la coordinación entre los organismos estatales, los gobiernos
municipales y las organizaciones comunitarias, campesinas, ambientalistas, de
consumidores, académicas, de mujeres, de usuarias y usuarios a nivel local,
regional y nacional, para una adecuada gestión del agua; y,
e. Promover la participación activa y corresponsable de la sociedad
salvadoreña y en particular la equidad e igualdad entre mujeres y hombres en
el acceso, uso y decisión sobre los recursos hídricos.
Bien nacional de uso público
Art. 4.- El agua es un bien nacional de uso público, inalienable, inembargable e
imprescriptible; su dominio pertenece a la Nación y su uso y goce a todos los
habitantes del país; en consecuencia, corresponde al Estado la regulación,
gestión y control de dicho recurso, de acuerdo con lo establecido en la presente
Ley. Se exceptúan las aguas lluvias directamente recolectadas y almacenadas
artificialmente por particulares. Dominio público hídrico
Art. 5.- Conforman el dominio público:
a. Las aguas continentales, insulares, estuarinas y marinas, sean superficiales
o atmosféricas, así como las subterráneas, incluyendo las superficiales y los
estratos del subsuelo que las contienen, cualquiera que sea su condición;
b. Los cauces y las riberas de corrientes naturales, continuas o discontinuas;
c. Los lechos de los lagos, lagunas, embalses, esteros y marismas;
d. Las playas del mar, lagos y lagunas; y,
e. Los terrenos inundados durante las crecidas máximas ordinarias para un
período de retorno de veinticinco años de lagos, lagunas, embalses y ríos.
Declaratoria de utilidad pública y de interés social
Art. 6.- Declárase de utilidad pública y de interés social las actividades, obras y
proyectos que realice el Estado en el uso, aprovechamiento, protección y
conservación de los recursos hídricos, especialmente las actividades orientadas
a:
a. La protección, mejoramiento y conservación de cuencas hidrográficas,
acuíferos y medios receptores superficiales; así como también las relacionadas
a la infiltración de aguas para la recarga de los mantos acuíferos.
b. El restablecimiento del ciclo hidrológico natural, el equilibrio hidrológico de
las aguas superficiales o del subsuelo almacenadas natural o artificialmente,
incluidas las limitaciones de extracción, las vedas y las reservas, de acuerdo a
la presente Ley y su Reglamento.
c. El control y mejoramiento de la calidad de los cuerpos de agua, así como
también de las aguas residuales, su recirculación y reuso racional bajo criterios
de desarrollo sustentable.
d. La gestión oportuna y eficiente del recurso hídrico frente a eventos extremos
de origen hidrometeoro lógico, incluyendo las medidas de reducción del riesgo
y de adaptación ante las consecuencias adversas del cambio climático.
CAPÍTULO II
DERECHOS, PRINCIPIOS Y DEFINICIONES
Derecho humano al agua y saneamiento
Art. 7.- El derecho humano al agua y al saneamiento es el derecho de todas las
personas habitantes a disponer de agua limpia suficiente, salubre, segura,
aceptable, accesible y a un costo asequible para el uso personal y doméstico,
en cantidad, calidad, continuidad y cobertura. El derecho humano al agua y
saneamiento es fundamental e irrenunciable. Ninguna persona puede ser
privada, excluida o despojada de este derecho sin causas legales o el debido
proceso legal. El acceso, uso y decisión sobre el uso y la gestión del agua debe
de promover la equidad y la igualdad entre mujeres y hombres. Su goce será
sustentable, de manera que éste también pueda ser ejercido por las futuras
generaciones. El Estado en todos sus niveles de gobierno y sus instituciones
tienen el deber y la responsabilidad primordial de lograr garantizar, sin
discriminación alguna para con las personas que habitan el territorio
salvadoreño, el goce efectivo del derecho humano al agua a su población, para
lo cual deberá adoptar todas las políticas y medidas que conduzcan a la plena
realización de este derecho.

Principios generales de la Ley


Art. 8.- La gestión, uso, aprovechamiento, protección y conservación del agua,
se fundamentará en los siguientes principios:
a. Bien común, vital, finito y vulnerable: El agua es un bien común, finito,
vulnerable y esencial para la vida humana y de los ecosistemas, que por su
interrelación con las actividades humanas y aspectos políticos, económicos,
sociales, culturales y ambientales, se convierte en un recurso estratégico.
b. Igualdad: El goce de los derechos establecidos en la presente Ley, no podrá
restringirse con base en diferencias de nacionalidad, raza, sexo o religión, de
conformidad a lo establecido en la Constitución de la República.
c. In Dubio Pro Aqua: El cual establece que en caso de duda sobre el alcance
de las disposiciones legales, se aplicará la norma que más favorezca la
preservación del agua que garantice la vida digna, la salud, la cultura y la
protección y conservación de los ecosistemas.
d. Integralidad: La gestión del agua exige un enfoque integral que vincule el
mejoramiento de la calidad de vida de la población con la protección de los
ecosistemas naturales, con inclusión de sus vínculos con el territorio y la
diversidad biológica, ya sea de las cuencas o los acuíferos.
e. Gestión ecológica de riesgos: La gestión del agua debe incluir la prevención
de los riesgos hidrometeorológicos que amenacen a la población, sus bienes y
a los ecosistemas y la mitigación de los efectos perjudiciales que pueden
provocar.
f. Igualdad de género: El Estado tiene la obligación de prevenir y erradicar toda
discriminación contra la mujer en materia del derecho al agua, así como de
promover la de hombres y mujeres en todos los ámbitos relacionados al acceso
al agua y los recursos hídricos, en particular en cuanto a la corresponsabilidad
de ambos en el suministro y uso de agua para el consumo del grupo familiar.
Se debe de promover especialmente, la participación activa de las mujeres en
los procesos de consulta, planeación, capacitación o toma de decisiones, en
particular en el acceso, uso y controlnde los recursos hídricos y la erradicación
de las brechas de desigualdad, incluso mediante la adopción de medidas de
acción positiva.
g. No discriminación: El goce de los derechos establecidos en la presente Ley
no podrán restringirse con base en diferencias de nacionalidad, raza, sexo,
género, condición física, edad. religión u otras condiciones sociales, de
conformidad a lo establecido en la Constitución de la República.
h. Participación ciudadana: La gestión sustentable e integral de las aguas
requiere la participación equitativa y el compromiso responsable de toda la
población y en particular, el reconocimiento y la participación de las mujeres a
todos los niveles como actoras clave del proceso de uso, manejo y
conservación del agua.
i. Enfoque de cuenca: El agua es un recurso natural que se renueva a través
del ciclo hidrológico. La cuenca hidrográfica constituye la unidad territorial de
gestión de las aguas y es eje de integración de la política de ordenamiento
ambiental del territorio.
j. Enfoque de derechos: El diseño y ejecución de las políticas y acciones del
Estado en materia de agua se realizarán en función de los elementos
constitutivos del derecho humano al agua y las correspondientes obligaciones
del Estado, tal como se reconoce en la Constitución, los Tratados
Internacionales de Derechos Humanos y las leyes secundarias pertinentes.
k. Sustentabilidad hídrica: Satisfacer las necesidades actuales de la población,
conservando los recursos hídricos en calidad y cantidad para beneficio de las
presentes y futuras generaciones, manteniendo la estabilidad de los
ecosistemas.
l. Valoración del agua: El agua es un recurso cuya valoración económica debe
supeditarse a los beneficios sociales, culturales y ambientales que de su uso y
aprovechamiento se deriven.
m. Equidad: Disposición adecuada de los recursos hídricos entre los
integrantes de la sociedad, de acuerdo a las distintas condiciones y
necesidadesde las personas y grupos sociales y la disponibilidad del recurso;
en consecuencia, debe tomar las medidas adecuadas a fin de equiparar las
oportunidades y permitir el goce del derecho a todas las personas.
n. Prioridad del uso del agua para consumo humano: Asignar los usos del agua
prioritariamente a necesidades humanas fundamentales.
o. Eficiencia: Optimizar el aprovechamiento en los diferentes usos del agua
considerando su gestión, protección y conservación.
p. Interés público: Es la prevalencia del interés colectivo sobre el interés
particular.

Definiciones
Art. 9.- Para los efectos de esta Ley y sus Reglamentos, se entenderá por:
ACUÍFERO: Cuerpo de agua subterránea existente en formaciones geológicas
hidráulicamente conectadas entre sí, por las cuales circulan o se almacenan las
aguas del
subsuelo.
ACUÍFERO CONFINADO: Cuerpo de aguas subterráneas que se encuentra a
presiones mayores que la atmosférica, en medio de dos capas o formaciones
impermeables y que está totalmente saturada en todo su espesor.
AGUAS CONTINENTALES: Masas de agua en cualquier estado, sean éstas
superficiales, subsuperficiales, subterráneas y atmosféricas, existentes en la
porción continental del país que se almacenan en corrientes de agua superficial
continuas y discontinuas, embalses, cuerpos de agua subterránea libres o
confinados.
AGUAS DEL SUBSUELO: Aguas existentes bajo la superficie terrestre en el
territorio nacional.
AGUAS ESTUARINAS: Aguas salobres comprendidas en estuarios y que se
originan por la interrelación de las aguas fluviales con las marítimas, en la
desembocadura de ríos y otras corrientes superficiales en el mar.
AGUAS MARINAS: Aguas comprendidas en el mar territorial y que incluyen
golfos y bahías.
AGUAS RESIDUALES: Aguas desechadas provenientes de las actividades de
diferentes usos: público urbano, público rural, industrial, comercial, de servicios,
agrícola, pecuario, de las plantas de tratamiento y en general, de cualquier uso,
así como la mezcla de ellas. Su composición puede ser variada y presentar
sustancias contaminantes disueltas o en suspensión.
ALUMBRAMIENTO: Acto subsiguiente a la conclusión de la perforación
exploratoria de pozos y la verificación de existencia de aguas del subsuelo que
han quedado al descubierto.
APROVECHAMIENTO: Uso del agua para la satisfacción de las diversas
necesidades y demandas de la sociedad, garantizando el mantenimiento de la
estabilidad de los ecosistemas.
ASIGNACIÓN: Acto administrativo por medio del cual el Estado otorga un
beneficio a las entidades públicas, centralizadas, autónomas y municipales,
para el uso o aprovechamiento de aguas nacionales provenientes o extraídas
de fuentes específicas y bajo condiciones determinadas.
AUDITORÍA HÍDRICA: Método de revisión exhaustiva que permite verificar el
cumplimiento de condiciones, requisitos y medidas establecidos en las
autorizaciones emitidas por la autoridad en materia hídrica.
AUTORIZACIÓN: Acto administrativo emitido por la Autoridad competente en la
gestión integral de los recursos hídricos por medio del cual se otorgan
asignaciones y permisos para la exploración, el uso o aprovechamiento de los
recursos hídricos, para el vertido de aguas residuales y por el uso de los bienes
que forman parte del dominio público hídrico.
BALANCE HÍDRICO NACIONAL: Es el resultado de la interrelación dinámica
que existe entre la disponibilidad y las necesidades del agua o entre la oferta y
demanda del agua, incluyendo su cantidad y calidad, así como otros factores
que se derivan del desarrollo socioeconómico, el bienestar social y la
sustentabilidad ambiental.
BENEFICIARIO: Persona natural o jurídica, pública o privada, que en pleno uso
de sus facultades y derechos es el titular o responsable de una asignación o
permiso.
CALIDAD DEL AGUA: Son las características fisicoquímicas y biológicas que
presentan las aguas superficiales y subterráneas en determinado punto
geográfico, en un momento específico y para un uso determinado.
CANON: Instrumento económico que representa el valor de los recursos
hídricos, el cual está relacionado con cada uno de sus usos y con las
actividades de la administración pública necesarias para revertir la
contaminación y degradación en bienes que forman parte del dominio público
hídrico.
CARGA CONTAMINANTE: Cuantificación de aquellas sustancias de origen
antrópico que contiene el agua y que cambian las condiciones físicas, químicas
o biológicas, ya sea en forma individual o asociada.
CAUCE: Canal natural o artificial que cuenta con la capacidad hidráulica
necesaria para que las aguas correspondientes a la creciente o avenida
máxima ordinaria escurran sin derramarse.
CAUDAL: Cantidad de agua expresada en unidad de tiempo que conduce o
transporta una corriente, en una sección determinada del cauce.
CAUDAL AMBIENTAL: Régimen hídrico necesario y permanente, característico
y propio de cada cuenca, que se da en un río, humedal o zona costera, que
permite todo aprovechamiento, con la condición que se mantenga la estabilidad
de los ecosistemas y satisfaga las necesidades de usos particulares y
comunes.
CICLO HIDROLÓGICO: Proceso permanente de circulación del agua, continuo
e interdependiente, de movimiento y transferencia de agua en sus diferentes
estados entre la atmósfera y la superficie (tierra y cuerpos de agua).
CONTAMINACIÓN DEL AGUA: La acción y el efecto de introducir materias o
formas de energía o inducir condiciones en el agua que, de modo directo o
indirecto, impliquen una degradación de su calidad en relación con usos
posteriores y la preservación del ambiente en el medio acuático. La
contaminación del agua incluye la degradación de su entorno.
CONTAMINANTE: Sustancia que daña las condiciones físicas, químicas o
biológicas del agua, ya sea en forma individual o asociada.
CUENCA HIDROGRÁFICA: Área de recogimiento de aguas lluvias delimitada
por una línea divisoria de aguas, cuya escorrentía fluye a través de un sistema
de drenaje hacia un colector común, que generalmente puede ser un río,
laguna, lago o el mar. La cuenca hidrográfica está integrada por subcuencas,
las cuales a su vez se integran por microcuencas.
EFLUENTE: Caudal de aguas residuales que sale de la última unidad de
conducción o tratamiento.
EMBALSE: Es la retención de aguas superficiales dentro de un cauce natural a
través de la construcción de obras hidráulicas, cuyas aguas pueden ser
utilizadas para diversos aprovechamientos.
GESTIÓN INTEGRAL DE LOS RECURSOS HÍDRICOS: Conjunto de acciones
y desarrollo de instrumentos destinados a garantizar su calidad, regular los
diferentes usos y aprovechamientos del agua y su interacción con otros
recursos naturales, con la intervención de la autoridad competente,
compartiendo responsabilidades administrativas y financieras con actores
sociales usuarios de los recursos hídricos.
HUMEDALES: Extensiones de marismas, pantanos y turberas o superficies
cubiertas de agua, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o
temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las
extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis
metros.
INVENTARIO HÍDRICO: Información sistematizada de la disponibilidad de agua
encantidad y calidad, en el espacio geográfico determinado, tanto en la época
seca como lluviosa del año; incluye la información y las estimaciones en
relación con: (i) fenómenos hidrometeorológicos, (ii) cantidad y calidad del
agua, (iii) distribución temporal del régimen de lluvias, (iv) disponibilidad de las
aguas superficiales y aguas subterráneas en el ámbito territorial; y, (v) censos
sobre usos y usuarios de las aguas nacionales.
LECHO: Fondo de un medio receptor de agua o terreno que contiene o por
donde corren sus aguas, fundamentalmente constituido por sólidos
sedimentados de distinta composición fisicoquímica, que incluye bentos y la
materia orgánica inerte.
MEDIO RECEPTOR: Corriente o depósito natural o artificial de aguas
superficiales y subterráneas, incluyendo ríos, lagos, lagunas, embalses,
cauces, acuíferos, esteros, humedales, marismas, zonas marinas u otros
bienes comprendidos en el dominio público hídrico, en los cuales se vierten o
descargan aguas.
PERMISO: Autorización a través de la cual el Estado otorga a una persona
natural o jurídica, sea pública o privada, la utilización temporal o transitoria de
determinada cantidad y calidad de agua o de realizar vertidos en los medios
receptores que forman parte del dominio público hídrico.
PLANIFICACIÓN HÍDRICA: Sistema de trabajo permanente, dinámico e
iteractivo, orientado por objetivos, tomando en consideración las políticas,
estrategias, directrices y prioridades que tienen por finalidad crear instrumentos
de actuación para lograr la gestión integral del potencial hídrico nacional.
POZO SOMERO: Pozo artesanal excavado cuya profundidad total puede llegar
hasta 15 metros y que se encuentra capturando agua subterránea contenida en
un acuífero libre y cuyo uso es de tipo doméstico, no comercial o para
actividades pecuarias menores.
POZO PROFUNDO: Pozo perforado o excavado cuya profundidad total sea
superior a 15 metros, ya sea que capture agua de acuífero libre, confinado,
semiconfinado o una combinación de ellos.
RECURSOS HÍDRICOS: Comprenden tanto las aguas lluvias, superficiales y
las subterráneas, así como los compuestos orgánicos e inorgánicos, vivos o
inertes que dicho líquido contiene.
RESERVORIO: Es una obra de captación de aguas lluvias o de escorrentías
superficiales, el cual puede ser de condición natural o artificial.
REUSO O REUTILIZACIÓN DE AGUAS RESIDUALES: Uso o
aprovechamiento de aguas residuales que hayan sido objeto o no de
tratamiento previo.
RÍO: Corriente de agua continua, de caudal variable y que desemboca en otro
cuerpo de agua o en el mar.
TITULAR: Persona natural o jurídica, pública o privada, a quien se le otorga una
asignación o permiso de uso o aprovechamiento de aguas nacionales o de
descarga de vertidos, así como para la utilización de los bienes que forman
parte del dominio público hídrico, según sea el caso.
TRASVASE: Transferencia de aguas superficiales o subterráneas de una
cuenca hidrográfica a otra, con el objetivo de resolver o mitigar necesidades
hídricas para uno o varios usos, conforme a lo establecido en la presente Ley.
USO CONSUNTIVO: Volumen de una calidad de agua determinada que se
extrae, menos el volumen de una calidad también determinada que se
descarga y que se señalan en las autorizaciones respectivas.
USO DOMÉSTICO: Uso del agua para fines particulares y del hogar, riego de
jardines y huertos caseros, así como abrevaderos de animales domésticos que
no constituya una actividad comercial. Se entenderá que este uso se destina a
personas que no tienen acceso a sistemas públicos de distribución de agua
potable y no comercializan dicho recurso.
USO NO CONSUNTIVO: Volumen o caudal de agua de una calidad
determinada que se utiliza al llevar a cabo una actividad específica, no
alterando la cantidad ni la calidad, utilizando sus propiedades físicas.
VERTIDO: Descargas de aguas residuales a un medio receptor, las cuales
pueden contener sustancias contaminantes disueltas o en suspensión.
ZONAS DE PROTECCIÓN O RIBERA: Franjas de terreno contiguas a los
cauces de los ríos o corrientes de agua, embalses naturales y artificiales y otros
cuerpos de agua naturales o artificiales del medio receptor que formen parte del
dominio público hídrico. Dichas franjas se miden horizontalmente a partir del
nivel de aguas máximas ordinarias y no forman parte del dominio público
hídrico.
ZONA DE RECARGA ACUÍFERA: Área de la cuenca en la cual, debido a las
características de topografía, de cobertura vegetal, del suelo, del subsuelo, se
da una infiltración de agua hacia el subsuelo o al manto freático.
ZONA HIDROGRÁFICA: Demarcación geográfica que contiene regiones,
cuencas y microcuencas hidrográficas, cuya delimitación y denominación
compatibiliza el componente natural con el político con el objetivo de facilitar la
aplicación de la presente Ley.
TÍTULO SEGUNDO
MARCO INSTITUCIONAL Y ZONIFICACIÓN HÍDRICA
CAPÍTULO I
RÉGIMEN ADMINISTRATIVO NACIONAL
Niveles de gestión del sector hídrico
Art. 10.- La gestión del sector hídrico estará organizada en dos niveles, así:
Nivel Estratégico, con funciones de aprobación de las políticas y de
planificación indicativa en el sector hídrico; para tal efecto, se establecerá un
Consejo Nacional del Agua, que será la instancia superior con carácter
deliberativo y propositivo en situaciones de interés nacional relacionadas con la
temática hídrica y un Comité Consultivo con funciones de asesor y de apoyo al
Consejo Nacional del Agua;Nivel Regulador, constituido por entidades públicas
reguladoras que administran recursos hídricos de acuerdo a su normativa
especial, representando a los diferentes subsectores que administran aguas
nacionales, siendo éstos: i) agua potable y saneamiento; ii) agropecuario,
acuícola y pesquero; iii) hidroeléctrico y geotérmico; y, iv) industrial y recreativo.
Las entidades reguladoras estarán sujetas a las directrices y lineamientos de la
autoridad competente en materia de gestión integral de los recursos hídricos.

REGLAMENTO SOBRE LA CALIDAD DEL AGUA, EL CONTROL DE


VERTIDOS Y LAS ZONAS DE
PROTECCION
DECRETO No. 50.

CONSIDERANDO:
I.-Que siendo la salud de los habitantes un bien público reconocido por
la Constitución de la República, deben dictarse normas reglamentarias que
eviten, controlen o reduzcan la contaminación de los recursos hídricos.
II.-Que es misión del Estado mantener las mejores condiciones de calidad de
los recursos hídricos de manera compatible con una política económica
adecuada
que aproveche, en lo posible, las condiciones de los medios receptores como
agentes en los procesos de transporte y autodepuración de residuos.
III.-Que la Ley sobre Gestión Integrada de los Recursos Hídricos promulgada
por Decreto Ley NO. 886 de la Junta Revolucionaria de Gobierno, de fecha 2 de
diciembre de 1981, publicada en el Diario Oficial NO. 221, Tomo 273, de
aquella misma fecha, y su Reglamento de fecha 23 de marzo de 1982,
establecen
en sus disposiciones la potestad del Ministerio de Planificación y
Coordinación del Desarrollo Económico y Social, en coordinación con los otros
Ramos, y en este caso con los de Agricultura y Ganadería, de Salud Publica y
Asistencia Social y el de Obras Públicas, todo lo relativo en cuanto a
"elaborar Proyectos de normas sobre calidad del agua y sobre el control de los
vertidos de aguas negras, desechos fabriles, industriales, mineros y cualquier
otro uso activo o pasivo del agua que pueda contaminar dicho recurso";
disposición que armoniza con lo que disponen los Artículos 100 y 101 de la Ley
de Riego y Avenamiento para dictar un Reglamento en tal sentido;
POR TANTO:
En uso de sus facultades constitucionales, DECRETA, el siguiente
REGLAMENTO SOBRE LA CALIDAD DEL AGUA, EL CONTROL DE
VERTIDOS Y LAS ZONAS DE PROTECCION
TITULO I
Disposiciones Fundamentales
Art. 1. -El presente Reglamento tiene por objeto desarrollar los principios
contenidos en la Ley Sobre Gestión Integrada de los Recursos Hídricos y su
Reglamento, así como los Artículos 100 y 101 de la Ley de Riego y
Avenamiento, referente a la calidad del agua, el control de vertidos ya las zonas
de protección con el objeto de evitar, controlar o reducir la contaminación de los
recursos hídricos.
Art. 2. -Los términos y conceptos empleados en este Reglamento se
Entenderán en el sentido o significado que se les d‚ en el glosario de conceptos
técnicos que forma parte del mismo, en cuyo texto se usarán las siglas que a
continuación se indican con el significado siguiente:
1. MIPLAN: Ministerio de Planificación y Coordinación del Desarrollo Económico
y Social;
2. MAG: Ministerio de Agricultura y Ganadería;
3. MSPAS: Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social;
4. ANDA: Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados;
5. PLANSABAR: Plan Nacional de Saneamiento Básico Rural;
6. OEDA: Oficina Especializada del Agua;
7. AEE: Agencias Ejecutoras Especializadas; y
8. MOP: Ministerio de Obras Públicas.
Art. 3. -El Estado, a través de los mecanismos establecidos en el presente
Reglamento y de la autoridad competente, tomar las medidas adecuadas y
oportunas para regular las actividades que lleguen a producir contaminación de
las aguas, a fin de armonizar el aprovechamiento racional e integral de los
recursos hídricos con la protección de la calidad de los mismos.
El MIPLAN, en coordinación con los demás Ministerios involucrados, tomar
las medidas y las acciones que permitan obtener, de acuerdo con lo que indique
este Reglamento, un control efectivo sobre la calidad de los recursos hídricos.
Art. 4. -El Organo Ejecutivo en los Ramos de Planificación, Salud Pública y
Asistencia Social, de Agricultura y Ganadería y de Obras Públicas podrá
establecer regulaciones especialmente sobre:
a.-Los procesos industriales cuyos efluentes, no obstante el tratamiento a que
puedan ser sometidos, hayan de constituir un peligro de contaminación;
b.-La fabricación, importación, comercio y utilización de productos que
constituyan una amenaza para la calidad del agua, tales como fertilizantes,
pesticidas, y productos químicos y bioquímicos, según las leyes sobre la
materia;
c.-Las actividades que afecten las zonas de protección de los cauces, los
cauces mismos y las captaciones de agua;
d.-Las demás que se consideren necesarias a los fines del presente
Reglamento.
Art. 5. -Para los fines de este Reglamento se establecen como objetivos de
calidad los niveles físicos y biológicos necesarios para mantener, preservar o
recuperar la calidad del recurso hídrico, de manera que no se interfiera con el
uso previsto en los Planes Nacionales de desarrollo, aprovechamiento o
Protección de los recursos hídricos.
Art. 6. -Para los fines de especificar los objetivos de calidad se seguirá la
clasificación de las aguas que, como Anexo I, forma parte de este Reglamento,
el que podrá ser ampliado o modificado por las AEE. La clasificación y
reclasificación de las aguas podrán ampliarse o modificarse a iniciativa del
MIPLAN, MAG, MOP y MSPAS y por resolución ministerial conjunta, en los
casos siguientes:
a.-Cuando las AEE de estos Ministerios dentro de sus planes de protección o
aprovechamiento identifique un recurso hídrico no incluido en la clasificación;
b.- -Cuando de acuerdo a estudios técnicos presente mayores ventajas sociales
o económicas un uso diferente al ya establecido;
c.-Cuando se considere de interés nacional una reclasificación. (1)
Art. 7.-Las condiciones a que deben sujetarse los vertidos de aguas residuales
contaminantes se establecer n de manera que se conserven los objetivos de
calidad previamente establecidos, tomando en consideracion el destino
volumen, caudal, calidad y poder de autodepuracion, tanto del vertido como del
cuerpo de agua receptor.
Art. 8.-Cuando no exista un objetivo de calidad, los interesados en efectuar un
vertido podr n solicitar a cualquiera de las AEE su fijacion, de manera que se
especifiquen las condiciones bajo las cuales se les permita efectuarlo. El
procedimiento para la fijacion del objetivo de calidad ser el referido en el Articulo
6.
TITULO II
De la Autoridad Competente
Art. 9.-En todo lo que se refiere o relacione con la aplicacion de las normas
sobre calidad del agua a nivel nacional, la Autoridad Competente ser el Organo
Ejecutivo en los Ramos de Salud Publica y Asistencia Social, el de Agricultura y
Ganaderia y el de Obras Publicas, bajo los t‚rminos de este Reglamento y los
de su propia legislacion en materia de contaminacion de aguas de acuerdo con
las normas y procedimientos que adelante se establecen. Cuando se trate de
aplicacion de sanciones por infraccion al presente Reglamento, se hace por
medio del Departamento Juridico del Ministerio de Agricultura y Ganadería, de
acuerdo con lo establecido en el Capitulo IX de la Ley de Riego y Avenamiento
y al Articulo 138 de su Reglamento.
Art. 10.-Las AEE y las instituciones públicas centralizadas y descentralizadas a
que se refiere el Articulo 2 del Reglamento de la Ley Sobre Gestión Integrada
de los Recursos Hidricos, están obligadas a prestar toda la colaboración técnica
necesaria para que la Autoridad Competente desempeñe su labor en forma
eficiente y m s especialmente, aquellas AEE directamente involucradas con
atribuciones especificas en este Reglamento. La OEDA servir de organismo
técnico consultor del Comité‚ Ejecutivo a que se refiere el articulo siguiente. Los
particulares afectados por alguna resolución de la Autoridad Competente, en
relacion a sus solicitudes, podrán recurrir de ella en la forma que establece la
Ley de Riego y Avenamiento
Art. 11.-Para los fines de coordinar y asesorar lo relativo a solicitudes de
vertidos obras de tratamiento para depuracion y todo lo relativo al presente
Reglamento, se crea una Oficina Conjunta Protectora de los Recursos Hídricos
("Oficina Conjunta"), la cual estar dirigida por un Comit‚ Ejecutivo, integrado por
un representante del Departamento Juridico y un técnico de los Ministerios de
Agricultura y Ganaderia, de Salud Publica y Asistencia Social, de Obras
Publicas, del Interior y adem s de la Administración Nacional de Acueductos y
Alcantarillados. Dichos representantes ser n nombrados por los titulares de los
organismos correspondientes ante el Ministerio de Salud Publica y Asistencia
Social, y elaborar n de comun acuerdo un Reglamento Interno que regule el
funcionamiento de la Oficina Conjunta. Este Reglamento ser puesto en vigencia
en un plazo de 30 dias subsiguientes a la fecha de creacion de la Oficina
Conjunta.
Art. 12.-La Oficina Conjunta deber ser creada dentro del periodo de doce meses
subsiguientes a la fecha de vigencia del presente Reglamento y su sede estar
adscrita al Ministerio de Salud Publica y Asistencia Social, quien coordinar la
implementacion de la infraestructura administrativa necesaria y el personal
t‚cnico de apoyo que el Comit‚ Ejecutivo de la oficina conjunta estime
conveniente. Todos los costos de implementacion, organizacion y
funcionamiento de la oficina conjunta, ser n cubiertos en su totalidad por la
Administracion Nacional de Acueductos y Alcantarillados.(2)
Art. 13.-Cuando el estado de la calidad del agua afecte o pueda afectar la salud
publica o aspectos relativos al saneamiento, incluyendo vertidos industriales,
cloacales descargas urbanas y dem s, ser el Ministerio de Salud Publica y
Asistencia Social por medio de su dependencia ejecutiva correspondiente,
quien se encargar de velar por el cumplimiento de las normas de calidad fijadas
para cada caso.
Art. 14.-El Ministerio de Agricultura y Ganaderia en cumplimiento del Artículo
101 de la Ley de Riego y Avenamiento, dictar las medidas necesarias para:
a.-Impedir que se contaminen las aguas;
b.-Impedir que el uso de las aguas reduzca la fertilidad de los suelos, y
c.-Proteger la fauna y flora acu tica.
Art. 15.-Cuando se trate de vertidos que puedan perturbar el equilibrio físico,
quimico, biologico y ecologico de las aguas ser el Ministerio de Agricultura y
Ganaderia, por medio de su dependencia ejecutiva, quien se encargar de velar
por el cumplimiento de las normas de calidad fijadas para cada caso. Sin
perjuicio de lo dispuesto en el Articulo 11, el MAG y el MSPAS podrán actuar en
forma conjunta cuando lo requiera uno de estos Ministerios.
Art. 16.-Cuando se trate de descargas de aguas negras o vertidos industriales,
el MSPAS deber establecer sistemas de vigilancia y control para que se
cumplan las condiciones fijadas en cada caso. El MAG, por su parte, establecer
sus propios mecanismos de vigilancia y control dentro de su competencia.
Ambos Ministerios podr n presentarse mutua colaboracion t‚cnica cuando sea
requerida.
Art. 17.-Cuando se trate de vertidos que descargan el sistema de alcantarillado
sanitario, sistema de conduccion de aguas residuales, obras de tratamiento y
disposicion final de las mismas, de propiedad de ANDA, ser esta Institución la
que aplicar sus propias normas y regulaciones para asegurar la protección y
buen funcionamiento de dichas obras. ANDA establecer las condiciones que
deben cumplir las aguas residuales domésticas o industriales, previo a la
autorizacion del vertido en las obras sanitarias anteriormente mencionadas.
Art. 18.-Tanto el MAG como el MSPAS y ANDA deber n notificar a las alcaldías
correspondientes las decisiones que se tomen sobre el control de la
contaminación de las aguas que se ubiquen dentro de sus respectivas
jurisdicciones. Dicha notificación se har por medio de esquela que contenga un
extracto de la solicitud y resolucion correspondiente a fin de que se controle y
vigile su cumplimiento, y denuncie las infracciones ante la Autoridad
Competente.
TITULO III
Autorizacion de Vertidos
Art. 19.-Ninguna descarga de residuos solidos, liquidos o gaseosos a los
diferentes medios acu ticos, alcantarillado sanitario y obras de tratamiento
podrá ser efectuada sin la previa autorizacion de la Autoridad Competente.
Art. 20.-La autorizacion a que se refiere el articulo anterior, se solicitar por los
interesados a la Autoridad Competente en papel sellado del valor
correspondiente segun modelo que se proporcionar . La solicitud deber
contener:
1.-Nombre, profesion y oficio, domicilio y nacionalidad del solicitante; y si se
tratare de personas juridicas deber comparecer su representante legal, quien
ademas de acreditar su personeria deber acreditar la de empresa que
representa;
2.-Nombre del medio acu tico y localizacion cartogr fica del punto en que se
pretenda efectuar o se est efectuando el vertido, anexando plano o croquis de
su ubicacion;
3.-La informacion sobre caudales y volumenes del vertido, periodos estimados
de descarga y duracion de los mismos.
4.-Caracteristicas del vertido que se est efectuando o se pretende efectuar,
adjuntando plano a escala que detalle la forma como se realiza o se realizar
dicho vertido;
5.-Descripcion de :
a.-La obras fisicas de depuracion que se pretenden construir o se hayan
construido;
b.-El tratamiento al que se propone someter el vertido o que ya se está
tratando;
6.-An lisis fisico-quimico y biologico de los componentes de vertido en el sitio y
las condiciones que indique la Autoridad competente en los casos donde se est‚
efectuando la descarga. En los casos en que no se est‚ efctuando, se deber
adjuntar un an lisis comparativo segun otras industrias similares, a reserva de
que posteriormente presente el an lisis de su propio vertido.
Art. 21.-A las solicitudes que reunan los requisitos señalados se les abrir un
expediente y ser n registradas en libros especiales en los que se anotar : el
numero del expediente, el nombre del solicitante, y la fecha y hora de
presentacion. Caso contrario o se prevendr a los interesados para que las
corrijan o completen.
Art. 22.-La Oficina Conjunta llevar un Registro Central de las solicitudes
presentadas a la Autoridad Competente y deber contener:
a.-Nombre del solicitante;
b.-Fecha de recepcion de la solicitud;
c.-Numero del expediente; y
d.-Clase de resolucion que se ha proveido.
Art. 23.-Las solicitudes de autorizacion de descarga deber ser analizadas
técnicamente compatibiliza los objetivos de calidad establecidos, la Autoridad
Competente analizar las posibilidades en que tal uso sea compatible y no afecte
las diferentes utilizaciones del medio receptor.
Art. 24.-Recibida y registrada la solicitud, se practicar la inspección de las
instalaciones y el usar del vertido, y se tomar n las muestras necesarias para
los an lisis correspondientes. Si durante la inspeccion se detectaren anomalias
que impidan la verificación pericial de los inspectores, o si fuere necesaria una
ampliación de la informacion que se tiene, se notificar n estas circunstancias al
interesado, para que las corrija o amplie, en su caso, dentro del plazo que se le
señale.
Art. 25.-Verificada la inspeccion, realizados los an lisis de laboratorio y emitido
el dictamen t‚cnico por las AEE correspondientes, estas deber n emitir una
resolucion previa consulta con la Oficina Conjunta, en la cual las AEE
condicionar n, autorizar n provisionalmente o denegar n el vertido.
Art. 26.-Si la resolucion determina que el vertido solicitado es aceptable,
mediante determinadas condiciones, la Autoridad Competente por medio de la
Oficina Conjunta, las comunicar al solicitante para la aceptación o rechazo de
las condiciones impuestas. Si tales condiciones fueren aceptadas por el
solicitante, ‚ste las deber cumplir dentro del plazo que se le fije, para que se le
autorice provisionalmente el vertido. Si no las acepta, se estar a lo dispuesto en
los Arts., 10 inciso 2§ de este Reglamento.
Art. 27.-Si la resolucion fuere favorable o condicionada, se autorizar
provisionalmente el vertido. Dicha autorizacion se convertir en definitiva tres
años despu‚s, contados a partir de la fecha de la autorización provisional, previa
comprobacion del cumplimiento de las condiciones fijadas por la Autoridad
Competente.
Art. 28.-Si en la resolucion se determinare que el vertido solicitado es
incompatible con los objetivos de calidad o con los restantes usos del medio
receptor, a Autoridad Competente denegar la solicitud y la notificar al
interesado, por medio de la Oficina Conjunta.
Art. 29.-La Autoridad Competente deber emitir resolucion a m s tardar dentro de
30 dias h biles despu‚s de presentada la solicitud. Si el interesado no estuviese
de acuerdo con la resolucion emitida podr recurrir en la forma que establece la
Ley de Riego y Avenamiento.
Art. 30.-Las autorizaciones de los vertidos obligan al usuario a sujetarse a las
normas prescritas, bajo pena de declarar revocada la autorización por daño
previsible. Asimismo, est obligado a dar aviso por escrito a la Autoridad
Competente dentro de un plazo de treinta dias antes de:
a.-No continuar efectuando el vertido;
b.-Modificar el proceso productivo que pueda repercutir en alteracion del
vertido; y
c.-Modificar el proceso depurativo.
En el caso de los literales "b" y "c" anteriores, el responsable de la descarga est
obligado a proporcionar a la Autoridad Competente, en el plazo que se le fije,
toda la informacion necesaria para detallar las variaciones y repercusiones de la
alteracion o modificacion segun el caso todo bajo pena de revocar la
autorizacion respectiva.
Art. 31.-Las autorizaciones de vertidos tendr n vigencia por el plazo que se
especifique en la resolucion correspondiente.
Art. 32.-La Autoridad Competente notificar sus resoluciones a la Oficina
Conjunta para su inscripcion en los registros correspondientes dentro de los
quince dias siguientes a la fecha de aprobacion.
Art. 33.-En aquellos casos en los que un solo usuario sea responsable de dos o
m s descargas, la Autoridad Competente llevar solo un expediente en el que
constar en detalle todo lo relativo a cada vertido.
Art. 34.-Las autorizaciones de vertidos amparan a su titular frente a terceros.
TITULO IV
NORMAS SOBRE DEPURACION Y TRATAMIENTO DE AGUAS
Art. 35.-Solamente se podr n efectuar descargas de residuos solidos, líquidos o
gaseosos, cuando de conformidad a los objetivos de calidad no se perjudiquen
las condiciones fisico-quimicas y biologicas del medio acuatico receptor.
Art. 38.-Cuando las condiciones impuestas en una autorizacion de vertido
impliquen la operacion de un sistema de tratamiento, el usuario estar obligado a
controlar los efluentes en la forma que establezca la Autoridad Competente y a
conservar esta informacion en un registro que podr ser inspeccionado por la
misma, cuando asi lo requiera. La Autoridad Competente podrá realizar tambi‚n
los an lisis que sean necesarios.
Art. 37.-Los procesos de depuracion o tratamiento a que estar n sujetos los
vertidos en general, deber n ser los t‚cnicamente necesarios para lograr los
objetivos de calidad, tal como se establece en el Art. 5.
Art. 38.-Para la determinacion del tratamiento a que se deber someter un
vertido, se fijar n las condiciones particulares para cada descarga. Estas
condiciones se fundamentar n en los niveles de calidad que se establecer n en
la forma prevista en el Art. 6 de este Reglamento. Art. 39.-Los responsables de
las descargas de aguas residuales industriales que a la fecha de vigencia del
presente Reglamento se encuentren efectuando el vertido, deber n presentar
dentro del plazo de seis meses su solicitud a la Autoridad competente para
obtener la autorizacion de vertido.
Art. 40.-Los métodos de muestreo y analisis de laboratorio para comprobar que
los responsables de las descargas se ajustar n a las normas a que se refiere el
Art. 38 de este Reglamento segun los métodos estándares universales,
adoptados oficialmente por los laboratorios nacionales del pais.
Art. 41.-Se podran combinar los vertidos de varios usuarios y realizar una
depuración unica. En este caso, la autorizacion de vertido se otorgar en forma
conjunta a favor de la Asociacion constituida o al grupo de usuarios que se
unan al efecto.
Art. 42.-La Autoridad Competente promover la constitucion de empresas
depuradoras para que se encarguen de la depuracion de vertidos procedentes
de terceros previo contrato con los mismos en que especifiquen las condiciones
del trabajo a realizar.
En caso que un usuario, autorizado o no, contrate a una empresa depuradora
de vertidos, esta ultima ser responsable ante la Autoridad Competente de las
condiciones en que se verifique la depuracion.
Art. 43.-Si se comprobare que la depuracion a que se ha sometido determinado
vertido no satisface niveles de calidad que se pretenden lograr, la Autoridad
Competente podr ordenar al usuario autorizado, a ejecutar el tratamiento
complementario que sea necesario para el alcance de los niveles fijados. En tal
caso, la Autoridad Competente fijar las condiciones al usuario quien deber
cumplirlas en el plazo señalado, bajo pena que se le revoque la autorizacion.
TITULO V
NORMAS SOBRE PROTECCION
CAPITULO I
De las Zonas de Proteccion contra la Contaminacion
Art. 44.-La Oficina Conjunta en coordinacion con el MAG, MSPAS y ANDA
podrá efectuar los estudios necesarios y elaborar las normas pertinentes a fin
de establecer las zonas de proteccion contra la contaminacion en aquellos
lugares donde se haya determinado t‚cnicamente que el recurso agua debe ser
preservado, en su calidad y cantidad. Tales zonas de proteccion deber n ser
establecidas de conformidad a la Ley Forestal.
Art. 45.-La Autoridad Competente no autorizar ningun uso de aguas
cuando‚esta signifique incompatibilidd con los fines que persigue determinada
zona protectora. Asimismo, los usuarios autorizados est n obligados a ejecutar
las obras o trabajos de proteccion de los recursos hidricos, segun se les
determine en la autorización respectiva.
Art. 46.-De conformidad a las disposiciones contenidas en la Ley Forestal,
Decretos y demás reglamentos sobre la materia, se consideran como zonas
criticas protectoras del recurso agua, las siguientes:
a.-Las partes altas de las cuencas hidrográficas delimitadas al efecto;
b.-Las zonas adyacentes hasta una distancia de cincuenta metros de los
medios
soportes de rios, lagos y lagunas; y
c.-El medio soporte de las aguas subterráneas.
Art. 47.-En las zonas situadas a menos de trescientos metros de una fuente
natural de agua, no podrá hacerse uso de substancias contaminantes de
ninguna naturaleza, de acuerdo con las leyes y reglamentos de la materia.
Art. 48.-Corresponde a la Oficina Conjunta coordinar con el MAG, MSPAS y
ANDA la realizacion de los estudios necesarios en las zonas de proteccion, asi
como de sus medios soportes y de las obras de tratamiento.
Art. 49.-Las empresas comerciales o industriales por establecerse que deseen
funcionar dentro de una zona declarada de proteccion, se sujetar n a las
indicaciones y disposiciones que fije la Autoridad Competente, a fin de que la
explotacion de la empresa no interfiera en los usos publicos de la zona y no se
perjudiquen los medios soportes o se ponga en peligro la estabilidad de las m
rgenes las obras construidas en los mismos y el normal desarrollo de
los usos establecidos.
Art. 50.-Las zonas de veda para siembra y cultivo de algodon cerca de los
cuerpos de agua, se consideran zonas de proteccion para los fines de este
Reglamento.
Art. 51.-Las disposiciones contenidas en la legislacion forestal vigente ser n
aplicables a estas zonas de proteccion en lo que sea compatible con el recurso
agua.
Art. 52.-Las zonas protectoras del suelo gozan de proteccion especial por parte
del Estado, quien deber tomar medidas eficaces de administracion y
preservación de los recursos suelo y agua.
Art. 53.-Dentro de los limites de las zonas de proteccion de los recursos
hídricos, queda sujeta su autorizacion a lo establecido en el presente
Reglamento, la construccion de viviendas, edificios, desag􀀀es, cisternas,
tanques sépticos, fosas, resumideros, lagunas de estabilización y redes de
alcantarillado, asi como de depósitos de basura que puedan poner en peligro el
acuífero respectivo o que pueda ser arrastrada por las aguas.
CAPITULO II
NORMAS GENERALES
Art. 54.-Nadie podr variar el r‚gimen, la naturaleza o la calidad de las aguas, ni
alterar los cauces, ni el uso publico de los medios soportes, salvo en los casos
siguientes:
a.-Para regular los caudales;
b.-Para hacerlas utilizables; y
c.-En los casos especificos que determine el Organo Ejecutivo, y mediante
dictamen favorable de la Autoridad Competente.
Art. 55.-Todo establecimiento comercial o industrial que se encuentre ubicado
en la zona adyacente al medio acu tico, est obligado a mantener en perfecto
estado de higiene dicha zona, estando absolutamente prohibido que arrojen en
ella aceites, desperdicios, restos de cualquier material putrescible y no
degradable.
Art. 56.-Queda estrictamente prohibido el tratamiento de la vegetación con
pesticidas con cualquier otro producto quimico o bioquimico capaz de dañar el
medio acu tico dentro de los limites de la zona de proteccion.
Art. 57.-Pueden utilizarse para fines de recreacion las aguas cuyo uso no
interfiere con otros usos prioritarios, o con los objetivos de calidad. Art. 58.-En
ningun caso los usos comunes del agua deber n dañar las zonas de proteccion
o sus medios soportes, ni detener, demorar, acelerar o desviar el curso,
captacion o afloramiento de las aguas.
TITULO VI
De las Aguas Negras o Aguas Residuales Domesticas
Art. 59.-El control de la contaminacion producida por los residuos líquidos
dom‚sticos estar sujeta a las disposiciones de la legislación vigente sobre los
usos de abastecimiento de agua potable, dom‚sticos, comerciales e industriales,
en aquellos nucleos de poblacion que cuentan con redes de alcantarillado
sanitario administrado por ANDA y organismos afines.
Art. 60.-Las entidades, personas naturales o juridicas encargadas de la
explotación de una red de alcantarillado sanitario, deber n tomar las medidas
necesarias para disminuir los riesgos de deterioro de la red o del cuerpo de
agua en la que se descargue.
La Autoridad Competente establecer los tratamientos a que se deber n someter
las aguas negras provenientes de las redes de alcantarillado sanitario con
vistas a lograr determinados niveles de calidad.
Art. 61.-Las entidades, personas naturales o juridicas encargadas de la
explotación de una red de alcantarillado sanitario, est n obligadas a sujetarse a
las normas sobre control de vertidos a sistemas de alcantarillado sanitario que
dicten ANDA y MSPAS.
Art. 62.-En los nucleos poblacionales en que el alcantarillado sanitario no sea
administrado por ANDA, el monto de las tarifas por depuracion deber ser el
mismo que establezca ANDA para sistemas similares. En todos los casos y
lugares, el importe total por ese cocepto ser destinado por ANDA unica y
exclusivamente a obras o tratamientos del lugar que comprenda.
Art. 63.-Para establecer las tarifas a que se refieren los artículos anteriores,
ANDA se basar en los volumenes y cargas contaminantes a tratar y de
conformidad con su Ley de Creacion.
Art. 64.-Todas las entidades encargadas de la explotacion de una red de
alcantarillado, est n en la obligacion de acatar las normas t‚cnicas y aplicar las
normas t‚cnicas y aplicar las tarifas que establezca ANDA, para el vertido de
aguas residuales, industriales y dom‚sticas, en redes de alcantarillado sanitario.
Art. 65.-ANDA deber elaborar los planes o estudio de tratamiento de las aguas
residuales, industriales o dom‚sticas que provengan de redes de alcantarillado
sanitario y las someter , para su aprobacion al MSPAS, quien velar por el
cumplimiento de las normas establecidas por este Reglamento. Cuando se trate
de alcantarillados sanitarios no administrados por ANDA, el encargado de su
explotacion deber seguir el mismo procedimiento.
Art. 66.-Cuando ANDA lo considere necesario podr celebrar los contratos
respectivos a fin de que empresas depuradoras de vertidos sean autorizadas
para administrar plantas de tratamiento bajo su administracion o dominio de
conformidad a su Ley de Creacion.

La protección y el fomento de un buen uso, administración y explotación de los


recursos naturales, es una tarea que debe ser estrictamente supervisada por el
estado, en el caso concreto del agua, la eficiencia en esta administración está
íntimamente ligada a una buena gobernabilidad que vitalice a las instituciones,
que, en última instancia, hacen este trabajo como apéndices del Estado.
En el caso de El Salvador, el referente institucional por parte del Estado que
debe velar por esta correcta administración ambiental, es El Ministerio de Medio
Ambiente y Recursos Naturales, “el MARN cuenta con la Estrategia Nacional
del Medio Ambiente (ENMA), que se apoya en cuatro estrategias, una de las
cuales es la Estrategia Nacional de Recursos Hídricos (ENRH), la cual tiene
como propósito atenuar la inseguridad hídrica y reducir la vulnerabilidad frente
al cambio climático.“, dichas acciones, están orientadas a proporcionar
herramientas y oportunidades a aquellas comunidades que se ven seriamente
afectadas por el estrés hídrico y los bruscos cambios climáticos entre
estaciones. Dichas estrategias se proyectan a través de sus funciones que
derivan “específicamente hablando del artículo 30 de la Ley de Medio Ambiente,
que será esta institución en coordinación con todas las instituciones de la
Gestión del Medio Ambiente las que deben recopilar, así como actualizar y
publicar toda la información que corresponda para el cuido de los recursos
ambientales, así como también podemos encontrar en esta Ley especial y en su
respectivo reglamento, todas las sanciones en las que incurran las personas
trasgresoras.
Según este ministerio del Estado, hay otros entes que velan por esta situación,
entre instituciones públicas y privadas (ONG), sin embargo, en la práctica, son
las organizaciones de carácter comunitario y sin fines de lucro (ONG) la que en
muchos casos desempeñan estas funciones, contactándose con el MARN en la
cuestión hídrica. La institucionalidad del MARN en muchos casos se ve
enfrascada en cuanto a competencias y obligaciones se trata, con otras
entidades del Estado, tales como la Administración Nacional de Acueductos y
Alcantarillados y el Ministerio de Ganadería y Agricultura, quienes en muchos
casos también afirman tener la capacidad de extraer los recursos hídricos
destinados a agricultura o industria, es esta dispersión la que ha mermado en la
institucionalidad Salvadoreña y en última instancia ralentiza la eficacia en la
protección y administración hídrica por parte del Estado.
A pesar de lo anteriormente expuesto el Ministerio de Medio Ambiente y
Recursos Naturales, es capaz de intervenir si se denuncia una posible
trasgresión al medio ambiente ante un tribunal especializado en La Corte
Suprema de Justicia, tribunales donde se procede según la legislación
salvadoreña; “estos juzgados tienen como jurisdicción velar por todos los
derechos vulnerados en favor de la naturaleza, esto tiene como fundamento el
hecho que en nuestra Constitución ya hace un aparto en el cual le faculta al
Estado el cuido de los recursos naturales.”
Según la Ley del Medio Ambiente (1998) y el Reglamento Especial de Aguas
Residuales (2001), el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(MARN) es responsable de extender permisos ambientales como se mencionó
anteriormente. El numeral 5 del Art. 4 del Código Municipal señala que es
competencia de las municipalidades la promoción y desarrollo de programas de
salud, con saneamiento ambiental, prevención y combate de enfermedades.
Legalmente, ANDA es responsable de establecer las normas técnicas para el
diseño de los sistemas de alcantarillado y tratamiento de aguas residuales. Es
importante señalar que institucionalmente, ANDA no tiene control sobre la
administración y operación de todos los sistemas de alcantarillado sanitario a
escala nacional, por lo que tiene limitaciones para la prestación del servicio de
tratamiento de aguas residuales, principalmente en lo relacionado a planes de
inversión y aspectos relacionados con el establecimiento de las tarifas, lo que
implica limitaciones presupuestarias evidentes.
Existen estudios nacionales sobre plantas de tratamiento donde se reflejan
buenos resultados de algunos modelos de gestión; sin embargo, no hay uno
integral que se pueda considerar como modelo de réplica en el país. El estado
salvadoreño no ha desarrollado mecanismos efectivos para monitorear y
evaluar el desempeño de los sistemas públicos y privados de saneamiento.
En el Art. 4 numeral 5 del Código Municipal, se menciona que es competencia
de las municipalidades la promoción y desarrollo de programas de salud, con
saneamiento ambiental, prevención y combate de enfermedades. La Estrategia
Nacional de Saneamiento Ambiental (ENSA), formulada e impulsada por el
MARN, identifica, al menos, 10 retos para el desarrollo del manejo sostenible y
sustentable de las aguas residuales en El Salvador, entre ellos:
Institucionalidad dispersa, Vulnerabilidad legal, Limitado conocimiento y
conciencia ciudadana sobre los sistemas de tratamiento de aguas residuales,
Uso y fomento de tecnologías inapropiadas, Falta de planificación urbana,
Falta de planificación en agua y saneamiento, Limitada mano de obra, técnicos
y empresas especializadas, No existen modelos de gestión y gobernanza
apropiados, No existe un sistema unificado de monitoreo y seguimiento, Falta
de experiencia en investigación formal y sistemática.
En conclusión, tanto los tomadores de decisión del sector agua y saneamiento,
como la ciudadanía tiene dificultades para asignar un alto nivel de prioridad a la
gestión de las aguas residuales, ya que usualmente la atención se dirige a la
satisfacción de la demanda ciudadana, que usualmente se enfoca en el servicio
de abastecimiento de aguapara consumo. Este enfoque ha condicionado que
se priorice el abastecimiento de agua para consumo, lo cual refleja las limitadas
asignaciones de recursos para gestión de las aguas residuales.

✔✔✔El Salvador cuenta con una precipitación promedio multianual de 1785


milímetros por año; y la evapotranspiración potencial o de referencia anual es
de 1682 mm/año, ocurriendo el 47 % en el período lluvioso (mayo a octubre) y
el 53 % en el período seco (noviembre a abril). Las aportaciones naturales
totales anuales estimadas resultan del promedio histórico en la serie 1970-
2012, alcanzando los 20 293 millones de metros³. De estas aportaciones
corresponde el 56.9 %
La Tierra contiene aproximadamente 1,4 millones de kilómetros cúbicos de
agua, pero alrededor del 97,4 por ciento de ella es agua de mar o agua salada.
Tres cuartas partes del 2,6 por ciento restante están encerradas en casquetes
polares y glaciares. El agua dulce disponible se reduce al 0,001 por ciento del
total.
Las aguas subterráneas forman grandes depósitos que en muchos lugares
constituyen la única fuente de agua potable disponible. A veces, cuando
circulan bajo tierra, forman grandes sistemas de cuevas y galerías. En algunos
lugares regresan a la superficie, brotando de la tierra en forma de fuentes o
manantiales. Otras, hay que ir a recogerlas a distintas profundidades
excavando pozos.
El agua surge como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI ya que se
espera que, en el año 2025, la demanda de este elemento tan necesario para la
vida humana será de un 56% superior que el suministro actual y quienes
posean agua podrían ser blanco de un saqueo forzado.
En Las zonas costeras a nivel mundial se considera que un 80 por ciento de
toda la contaminación tiene como origen las actividades humanas tales como la
urbanización, la agricultura, el turismo, el desarrollo industrial, el vertido de
aguas residuales insuficientemente tratadas y desechos industriales, y la
construcción de infraestructura costera.
El Sur del Departamento de Ahuachapán (Municipios de San Francisco
Menéndez, Jujutla, Guaymango y San pedro Puxtla) cuenta con un total de
123,668 habitantes, de los cuales solo cerca del 50% de esta población cuenta
con acceso a sistemas de agua clorada por cañerías, el resto se abastece de
las aguas de dudosa calidad procedentes de ríos, nacimientos o pozos. El
consumo de esta agua es causa de la presencia de enfermedades
gastrointestinales principalmente en niños causando la muerte o mala nutrición.
Con el fin de contrarrestar este fenómeno, personal de las unidades de salud
han adoptado sistemas de purificación de agua a base de cloro los cuales
juegan un papel importante en la descontaminación de las aguas de consumo,
a pesar de ello, el sabor que mantienen las aguas con cloro es desagradable
para los que la consumen, viéndose obligados a consumir agua sin tratamiento.
La deforestación está directamente relacionada con la conservación de fuentes
de agua (por el contrario se acentúan las inundaciones y sequías en épocas
extremas) y actualmente se estima que en el país, los bosques tropicales están
reducidos a menos del 1% de las coberturas originales. La vegetación natural y
las plantaciones forestales cubrían apenas un 12% de la superficie del país en
1978 según FAO y se estima que en la década de los 80 se deforestó un
equivalente al 15% de la cobertura vegetal. El deterioro de las zonas de recarga
de las cuencas hidrográficas, la baja eficiencia del uso del recurso, la
contaminación de ríos, fuentes, zonas de recarga y reservorios de agua, están
causando una acelerada reducción de la disponibilidad de las fuentes de agua
para usos múltiples. El grado de deterioro de las zonas de recarga está
determinado por el grado de erosión de los suelos, compactación y la
deforestación, sobre todo en zonas de pendientes muy inclinadas. Esta
situación está siendo causada por la intervención del hombre para desarrollar
actividades agrícolas, extracción de leña y de construcción de viviendas, en
sitios no apropiados. (CATIE, 2006)

2. Actualidad
a.2 Actualidad interna
En El Salvador, más del 88% de las aguas residuales de los ríos tienen
altos niveles de contaminación, que van de una calidad pésima a regular.
El 12% de las aguas residuales superficiales tienen calidad considerada como
buena, es decir que puede ser utilizada para diversos usos previo tratamiento.
La mala calidad de agua en la red hídrica nacional está íntimamente
vinculada a los vertidos de aguas residuales con alta carga de
contaminación y sin un adecuado tratamiento, ante esta realidad el
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), con el apoyo y
acompañamiento de la Agencia de los Estados Unidos para la Protección del
Medio Ambiente (EPA), ha iniciado un proceso para actualizar los límites para
vertido de aguas residuales a cuerpos receptores.
De acuerdo con Roberto Avelar, gerente de Gestión de Vertidos del MARN, “de
lo que se trata es de buscar un equilibrio entre la meta ambiental de la
calidad de agua de nuestros ríos, a través de modificar un poco los actuales
límites que hay para los sectores a unos que sean un poco más restrictivos en
cuanto a contenido de carga contaminante y que, por tanto, tengan un menor
impacto negativo sobre la calidad de agua de nuestros ríos, pero cuidando que
no sea un cambio tan brusco, que la competitividad de las empresas”, aclaró.
La mala calidad de agua en la red hídrica nacional está íntimamente vinculada
a los vertidos de aguas residuales con alta carga de contaminación y sin un
adecuado tratamiento

Avelar detalló que “dado el alto grado de impacto, es urgente revisar estos
límites y buscar que menos contaminación llegue a nuestros cuerpos
receptores, las concentraciones de materia orgánica, sólidos suspendidos y
disueltos que van en el agua, para ello se requiere bajar las concentraciones de
contaminantes en el agua residual a límites que el cuerpo receptor pueda
manejar”.
El Salvador cuenta con Reglamento Especial de Manejo de Aguas Residuales,
Reglamento Especial de Normas Técnicas de Calidad Ambiental y Norma
Salvadoreña de Vertido de Aguas Residuales a Cuerpo Receptor; instrumentos
que establecen parámetros de calidad y límites con los cuales se puede verter
agua a un cuerpo receptor, que están desactualizados.“Esto es un proceso que
estamos iniciando y que llevará su tiempo. Es un ejercicio que requiere hacer
un análisis del límite actual que tenemos para cada uno de los diversos
sectores. Cada sector, de acuerdo con sus procesos, genera agua residual
de distinta calidad”, comentó el funcionario, por lo tanto se requiere de un
análisis específico para cada sector.

Es por ello que durante tres días personal técnico del MARN y de ANDA
recibieron un taller con especialistas de la EPA para desarrollar una
metodología que posibilite establecer estándares de desempeño que permitan
diseñar límites para vertido de aguas residuales a cuerpos receptores, acordes
con la realidad nacional.Una vez se tenga una propuesta, se llevará a
diálogo con sectores productivos tanto del estado como de la empresa
privada, que permita mejorarla y consolidar una propuesta de país.

“Lo que estamos proponiendo es un intermedio, entre lo que sería la meta a


alcanzar en el mediano plazo y lo que es el límite que ahora tenemos, que está
causando un grave impacto al medio ambiente. Seguiremos trabajando en
desarrollar junto con las empresas y los sectores productivos, las alternativas
de tratamiento que nos puedan llevar a mediano y largo plazo a tener una
tecnología sostenible”, añadió Avelar. Esta iniciativa se da en el marco de la
Estrategia Nacional de Saneamiento Ambiental del MARN. Entre sus
principales metas está el contar con una propuesta de reglamento técnico
para el manejo de las aguas residuales, un instrumento que ayudará para
regular de una mejor manera el manejo y el vertido de las aguas residuales,
tanto ordinarias como especiales a los cuerpos receptores. La calidad del agua
constituye uno de los principales desafíos socioambientales en El Salvador. La
contaminación del agua se profundizó durante las últimas décadas y pasó a
constituir un problema generalizado para la población y los ecosistemas.
Simultáneamente, se debilitó la capacidad institucional del Estado para conocer
y monitorear la calidad de los recursos hídricos. A pesar de contar con un
marco relativamente amplio de instrumentos regulatorios para enfrentar la
contaminación del agua - la cual es impactada por desechos domésticos,
industriales, agroindustriales y agrícolas - El Salvador ha experimentado una
tendencia creciente de casos de enfermedades de origen hídrico, tales como la
diarrea y el parasitismo intestinal, afectando principalmente a la población
infantil. Las escasas iniciativas y propuestas existentes para enfrentar la
contaminación del agua, a menudo se ven limitadas por la ausencia de una
política y compromisos institucionales capaces de encausar más eficazmente
esos esfuerzos por enfrentar la contaminación del agua en el país. El agua y la
salud son dos dimensiones inseparables de la población. La disponibilidad de
agua de calidad es una condición indispensable y más que cualquier otro factor,
la calidad del agua condiciona la calidad de la vida (OMS-OPS, 1999). La
contaminación disminuye significativamente la disponibilidad del agua. Los
vertidos residuales domésticos e industriales, así como la disposición
inadecuada de desechos sólidos en diversos territorios del país y la aplicación
de agroquímicos, pesticidas y plaguicidas en la agricultura son fuentes
permanentes de contaminación del agua. Por ello, la reducción de la
contaminación exige una cultura por el ciclo de uso del agua, que hace
referencia al uso, reciclaje y reutilización del agua para los diversos usos, sin
que ello comprometa la salud humana, ni las condiciones de reproducción de
los ecosistemas. En El Salvador, el agua que se utiliza, generalmente se
descarga sin tratamiento previo. Entre 1971 y 1972, ANDA realizó un análisis de
la calidad de aguas superficiales con el objeto de identificar fuentes potenciales
de abastecimiento de agua potable. Para entonces, los resultados reflejaron la
necesidad de atender de manera inmediata los problemas de contaminación de
los ríos Acelhuate, Suquiapa, Sucio, Lempa (desde Río Suquiapa, aguas abajo
hasta el cruce de la carretera panamericana) y el Río Grande de San Miguel en
el tramo adyacente a la ciudad de San Miguel (Rubio, 1993). Desde entonces
ya se observaba la relación directa entre el proceso de urbanización y sus
efectos sobre la calidad del recurso hídrico, sobre todo en las aguas
superficiales de las diversas cuencas hidrográficas del país. Entre 1976 y 1978
el Servicio Hidrológico de la Dirección General de Recursos Naturales
Renovables generó información sobre la calidad físico-química y bacteriológica
de los principales cuerpos de agua. Como primer paso, se elaboró una norma
para la clasificación, con el objeto de utilizarla como patrón general para definir
o indicar de manera preliminar la factibilidad de que un río fuese utilizado para
uno o varios usos, o para indicar su grado de contaminación. La aplicación de la
norma elaborada reflejó que los principales ríos del país presentaban serios
problemas de contaminación, limitando su uso potencial no solo para consumo
humano, sino también para riego agrícola, piscicultura y abrevaderos (Ver mapa
1). El impacto de las aguas residuales domésticas determinó en gran medida, la
caracterizacionde la calidad de la mayoría de los ríos analizados. De ahí que se
sugiriera la necesidad de implementar sistemas de tratamiento de aguas negras
para disminuir el impacto contaminante en los ríos. En 1980 se estableció el
Programa de Monitoreo Hidrobiológico para el Estudio Sistemático de la Calidad
de las Aguas Superficiales en el marco del Plan Maestro de Desarrollo y
Aprovechamiento de los Recursos Hídricos (PLAMDARH). En el programa de
monitoreo colaboraron el Servicio Hidrológico, ANDA y la Dirección General de
Recursos Pesqueros. De acuerdo a los resultados, solamente 3 de las 23
estaciones de muestreo mostraron que había buena calidad biológica y que la
situación ecológica de los ríos correspondientes no estaba alterada. Las 20
estaciones restantes indicaron alteración biológica y ecológica de los ríos
analizados. En 1982, el PLAMDARH publicó los resultados del análisis de los
principales problemas de contaminación de las aguas del país, señalando la
evacuación de los vertidos industriales y municipales como las principales
causas. De hecho, en todas las regiones hidrográficas del país se encontraron
problemas de contaminación bacteriológica, por lo que el PLAMDARH
recomendaba la descontaminación previa para usar el agua con fines
domésticos. Los escasos esfuerzos recientes por estudiar la contaminación del
agua A pesar que la contaminación del agua constituye uno de los principales
problemas ambientales, el Estado salvadoreño ha perdido buena parte de la
capacidad para monitorear y dar seguimiento a este problema. En la década de
los ochenta, se debilitaron los esfuerzos sistemáticos de monitoreo de la calidad
del agua y los estudios específicos disponibles son limitados en términos de
alcance y duración, en tanto que los problemas de contaminación se han
ampliado y profundizado, tal como lo señalaba el Banco Mundial en 1994
(World Bank, 1994). Los esfuerzos recientes por analizar la calidad del agua
han estado menos vinculados a las instituciones gubernamentales, como
ocurría en décadas pasadas. Los pocos estudios exi stentes resaltan el avance
del problema de contaminación del agua en el país. Así por ejemplo, un estudio
auspiciado por AID realizado por el Programa de Monitoreo de Aguas
Superficiales y Subterráneas en la Cuenca entre La Barra de Santiago y El
Imposible, encontró que existía contaminación por heces fecales a lo largo del
área muestreada (unos 366 km2) y altas concentraciones de boro y arsénico en
suelos de la zona adyacente al canal de transporte de aguas residuales de la
planta geotérmica de Ahuachapán (WASH, 1993). En 1996, la Universidad
Técnica Latinoamericana, con apoyo financiero del Fondo Ambiental de El
Salvador analizó la calidad del agua para fines de riego y de consumo humano
de las aguas superficiales en el Valle de Zapotitán. Con 21 puntos de muestreo
sobre los ríos Sucio y Agua Caliente, y sus tributarios, se encontró que los
parámetros analizados (recuento microbiológico, oxígeno disuelto, sólidos
suspendidos y turbidez, nitrógeno amoniacal, y demanda bioquímica de
oxígeno), rebasaban los niveles permisibles. El 100% de las aguas resultaron
contaminadas microbiológicamente en grados alarmantes (UTLA-FONAES,
1996). La Investigación Aplicada sobre el Impacto Ambiental de la
Contaminación del Agua en las Cuencas de los Ríos Sucio, Acelhuate y Cuaya,
realizada por la UCA con auspicio, encontró que 50% de la población asentada
en dichas cuencas consume agua no potable. Aplicando la clasificación inglesa
para la calidad del agua, este estudio encontró que todo los ríos de las cuencas
se ubican en el rango de pobre a pésima calidad. Tanto en las aguas
superficiales como subterráneas de las cuencas fue generalizado encontrar
Cadmio y Plomo en cantidades no aceptables según diferentes normas de
calidad. Aplicando diversas metodologías para determinar la vulnerabilidad de
los recursos hídricos en las cuencas estudiadas, la investigación UCA-FIAES
recomendó atender urgentemente el problema de la contaminación de la
manera siguiente: i) eliminación del fósforo contenido en cuerpos hídricos con
carácter eutrófico, como la laguna Chanmico y laguna de Caldera; ii) determinar
como zonas sensibles aquellos recursos de agua superficial que se destinan a
la obtención de agua potable, como los ríos Cuaya, Jutiapa y San Antonio; iii)
protección de acuíferos que abastecen al Area Metropolitana de San Salvador,
como el acuífero Opico-Quezaltepeque, ya que la evaluación de la
vulnerabilidad indica que el agua subterránea tiene un alto riesgo a la
contaminación y a la sobreexplotación (UCA-FIAES, 1998). Un proyecto de
investigación más reciente ejecutado por FUSADES y auspiciado por FIAES
analizó el problema de la contaminación del Río Lempa y sus principales
afluentes: ríos Suquiapa, Acelhuate y Quezalapa. De un total de 144 muestras,
FUSADES concluyó que la contaminación del Lempa se debía a las
aportaciones provenientes de los alcantarillados de los distintos centros
urbanos, así como también de los lixiviados de los desechos sólidos, que
poseen fuertes cargas de contaminantes orgánicos, inorgánicos y
microbiológicos (FUSADES-FIAES, 2000). Este proyecto recomendó mantener
por un período mínimo de cinco años un programa de monitoreo de la
contaminación de los puntos estudiados y ampliarlo a las zonas de descargas
de los ríos Sucio y Acahuapa. Asimismo, se recomendó la inclusión de estudios
epidemiológicos apoyados con información del Ministerio de Salud, para poder
relacionar con más exactitud los niveles de contaminación con la incidencia de
enfermedades transmisibles por el agua. Las fuentes de contaminación del
agua Los distintos estudios y análisis de la calidad del agua reiteran que los
desechos domésticos, industriales, agroindustriales y agrícolas son las
principales fuentes de contaminación. En el caso de las aguas servidas
domésticas, la poca cobertura de servicios de alcantarillado contribuye a
complicar la contaminación hídrica, ya que de los 262 municipios solamente 82
cuentan con servicios de alcantarillado sanitario en las zonas urbanas.
Estimaciones de ANDA indican que la totalidad de servicios de alcantarillado
existentes dan cobertura a 2,008,930 personas a nivel nacional (ANDA, 2000a).
Se estima que de toda la población cubierta con servicios de alcantarillado1
(Ver mapa 2), sólo entre 2% y 3% del caudal de aguas residuales recibe algún
tipo de tratamiento previo antes de ser lanzadas a ríos o quebradas (OPS-
UNICEF, 2000). En el caso de los vertidos industriales, solo una cuarta parte de
unas mil industrias grandes (como las de carnes, pescado, ingenios, beneficios
de café y textiles) utilizan procesos de tratamientos de aguas servidas, pero con
procesos y tecnologías rudimentarias de tratamiento. Un 90% de las industrias
de San Salvador vertían sustancias altamente tóxicas sin ningún tratamiento
previo (FUSADES, 1997). Un estudio del impacto ambiental de la microempresa
salvadoreña desarrollado entre diciembre de 1998 y febrero de 1999, encontró
que dos tercios de las microempresas salvadoreñas tenían impactos
ambientales negativos clasificados como moderados y neutrales. Un tercio del
universo estudiado se ubicaba en la categoría de microempresas con impactos
ambientales negativos significativos, que incluye la contaminación de cuerpos
de agua como consecuencia de verter directamente residuos líquidos y sólidos
(Cano, 1999). Los desechos industriales, que en general se concentran en las
principales zonas urbanas y periurbanas, se “eliminaban” de la siguiente
manera: 69% eran vertidos directamente a los desagües; 17% directamente a
fuentes de agua como arroyos, ríos y al océano; y 10% se depositaba en los
drenajes pluviales. Se estimaba que solo el 4% restante de los desechos
industriales eran sometidos a procesos de tratamiento previo (PRIDE, 1996).
Para 1995, el Ministerio de Salud enumeró un total de 1,610 industrias y
agroindustrias a nivel nacional, de las cuales, 199 trataban sus vertidos antes
de descargarlos al sistema de alcantarillado u otro cuerpo receptor; 1,270 no
hacían tratamiento previo; y unas 113 no tenían vertidos (28 industrias no
fueron clasificadasDe las industrias que contaban con sistemas de tratamiento
previo, no se recopiló información sobre el funcionamiento, el rendimiento de las
plantas, ni sobre el tipo y cantidades de concentraciones de contaminantes
(SEMA, 1997). La urbanización y concentración de la población profundiza la
contaminación del agua, no sólo por los vertidos líquidos, sino también por la
cantidad de desechos sólidos que se producen en los centros urbanos, ya que
en general adolecen de procesos y métodos adecuados de tratamiento y
disposición final a escala nacional. Según el Análisis Sectorial de Residuos
Sólidos (MSPAS-OPS/OMS, 1998), de los 262 municipios del país, solamente
132 cuentan con servicio de recolección de desechos sólidos. Los municipios
sin ese servicio, son en su mayoría aquellos que no llegan a 5,000 habitantes
urbanos y en donde la infraestructura vial, de servicios de agua potable,
alcantarillado, energía eléctrica y transporte son aún limitados. Esto, junto a la
baja recolección municipal en las áreas rurales, explica lo relegado del servicio
de recolección y manejo de desechos sólidos. Los residuos sólidos no
recolectados, generalmente terminan depositados en ríos o quebradas, y la
gran mayoría de los sitios de disposición final contaminan fuentes de agua
superficial y subterránea. Con excepción del relleno sanitario de Nejapa, los
sitios de disposición final de residuos sólidos no cuentan con autorización
sanitaria. Impactos de la contaminación del agua Los impactos
socioeconómicos de la contaminación del agua son variados. Aunque la
información es escasa, existen indicadores que evidencian los impactos
directos a la salud humana derivados de la contaminación del agua. Entre 1998
y 1999 el monitoreo realizado por el Programa de Vigilancia de la Calidad del
Agua del Ministerio de Salud, reflejó algunas variaciones de la calidad
bacteriológica del agua potable. Según dicho Programa, en 1998 de 2,098
muestras a nivel nacional, el 13% resultó estar fuera de la norma, en tanto que
para 1999, de 2,253 muestras, el 8.7% estuvo fuera de la norma, reflejando una
mejoría relativa a nivel nacional. Sin embargo, departamentos costeros como
Sonsonate, La Paz y Ahuachapán reflejaron un deterioro en la calidad del agua
potable, como resultado de los efectos ocasionados por las inundaciones del
huracán Mitch en 1998.). La situación de la calidad del agua que consume la
población, está fuertemente vinculada con la tendencia creciente de casos de
enfermedades de origen hídrico, lo cual obviamente tiene una relación mucho
más directa con la población que carece del servicio de agua potable.FUSADES
estimó que casi 12,000 niños mueren cada año como resultado de
enfermedades diarreicas evitables ocasionadas por la conjugación de varios
factores, entre los cuales están: ingerir aguas contaminadas, malas condiciones
de higiene, consumo de alimentos contaminados, y la falta de un sistema de
recolección y tratamiento de aguas negras y desechos sóAgua Potable, de la
Organización Mundial de la Salud y elaboró la Norma Salvadoreña Obligatoria
para la Calidad del Agua Potable, en la que se establecieron los valores
recomendados para la calidad del agua, procedimientos, registros, frecuencia
mínima de muestreo y métodos estandarizados, para ser usados por entidades
municipales o de servicio público encargados de velar por el servicio de agua
potable. La vigilancia del cumplimiento de la Norma Obligatoria es
responsabilidad del Ministerio de Salud y debe ser cumplida por las empresas o
instituciones (públicas y privadas) que abastecen o comercializan el agua
(MSPYASCONACYT-COSUDE, 1999). Para enfrentar la contaminación
industrial también se han generado propuestas. La Propuesta de Plan de
Manejo de los Recursos Naturales de la Cuenca del Lago de Ilopango (FIAES-
Fundación Amigos del Lago de Ilopango, 1998), incluyó un programa para la
determinación de los niveles de contaminación producida por los procesos
industriales en la cuenca, y la búsqueda de alternativas técnicas del manejo y
disminución de los efectos de la contaminación (dentro y fuera) de las
industrias.5 5lidos, todo lo cual se conjuga con la mala nutrición y pobres
cuidados de salud. Más recientemente, también ha emergido el interés de
avanzar en la formulación de propuestas para la instauración de instrumentos
económicos, tal es el caso de los incentivos y desincentivos económicos para la
descontaminación del agua. Tarifas por uso de agua, cobros por contaminación,
cobros por productos, sistemas de depósitos y devolución, bonos de
desempeño ambiental y permisos transables de emisión son algunos de los
instrumentos económicos que se han estado proponiendo por parte del sector
privado para la gestión de la contaminación en general, incluyendo el agua
(FUSADES, 1997b). Un estudio reciente, profundizó en los lineamientos
planteados por FUSADES en 1997 y se enfocó en la contaminación hídrica. En
tal sentido analizó instrumentos como permisos de descarga; cargos por
vertidos o cobros por descarga; sobre-cargo por aguas servidas y tarifas de
agua. También se propone un programa de clasificación de compañías; un
programa de créditos por sobrecumplimiento y cumplimiento temprano; un
programa de incentivos para la certificación de la International Standard
Organization (ISO 14001); una política verde de compras; e incentivos
adicionales de tipo fiscales y financieros (Restrepo, 2000). Sin embargo, tal
como se aprecia en el recuadro 2, el creciente interés por emplear instrumentos
económicos en la gestión de la contaminación del agua, no se ha acompañado
de propuestas acerca del soporte institucional requerido para implementar
dichos instrumentos, lo cual es crítico pues la implementación los instrumentos
económicos requiere de una serie de condiciones y capacidad institucionales
para que esos instrumentos operen eficientemente Por su parte, los
instrumentos voluntarios, como los Sistemas de Gestión Ambiental enmarcados
en las normas de la International Standard Organization (ISO), son bastante
desconocidos por el sector industrial salvadoreño, aunque existen esfuerzos por
introducir equipos y sistemas de protección que hagan más eficiente el uso de
materias primas en los procesos productivos (Chávez y Cañas, 1999), se tiene
un conjunto no despreciable de actividades y proyectos desarrollados entre la
mediana y pequeña empresa, con entidades nacionales y de cooperación
externa, tal como se muestra en la Tabla 1. Para la gestión de los desechos
sólidos también existen propuestas. Quizá la de mayor relevancia por su
cobertura6 es la contenida en el Estudio sobre el Manejo Regional de Residuos
Sólidos para el Area Metropolitana de San Salvador (JICA-MARN-OPAMSS,
2000), que contiene un Plan Maestro sobre el Manejo de Residuos Sólidos del
Area Metropolitana de San Salvador y metas específicas de manejo para el año
2010.7 Según este Plan, los municipios del AMSS deberán haber alcanzado el
100% de cobertura en el servicio de recolección de desechos sólidos y haber
alcanzado en promedio un 35% de separación de los residuos recolectados.

Recuadro 1: Marco institucional para regular la contaminación del agua


Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA): Es normal
que ANDA se ocupe de la calidad de las aguas que entran en los sistemas de
acueductos. Sin embargo, su intervención en la evaluación de la calidad de sus
vertidos, no satisface los requisitos de imparcialidad exigidos por una auditoría
ambiental. En efecto, no hay independencia entre la institución responsable del
tratamiento y la que verifica la calidad de los vertidos pues ANDA realiza las dos
actividades. Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG): A través de la
Dirección General de Salud Vegetal y Animal, el MAG juega un papel en cuanto
a la calidad de las aguas residuales de riego. Esta Dirección administra la
entrada y salida de pesticidas, fertilizantes y productos para uso agropecuario,
así como su calidad y métodos utilizados. Sin embargo, no regula la cantidad
que usan los agricultores de estos productos. En consecuencia, la
contaminación a partir de pesticidas, fertilizantes y otros productos
agropecuarios está controlada a nivel nacional pero no a nivel local o individual.
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS): Es el responsable de
asegurar la calidad del agua para consumo humano a fin de prevenir
enfermedades de origen hídrico. Los recursos para evaluar la calidad del agua
en los cuerpos receptores y para controlar las actividades de saneamiento y
obras de ingeniería no son suficientes para monitorear la situación de manera
constante y para hacer un análisis profundo. En el caso del monitoreo de las
descargas, el Ministerio no logra controlar las descargas en los cuerpos
receptores tanto a nivel de la cantidad como de la calidad. Municipalidades: Las
municipalidades tienen la posibilidad de manejar su propio servicio de
conducción y de tratamiento, así como de intervenir en la gestión del recurso
agua, pero la falta de recursos financieros y capacidad técnica limitan su poder
de acción. Algunas de las municipalidades decidieron ir adelante con su propia
red de acueducto, pero ninguna experiencia ha sido intentada con las aguas
residuales. Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN): Es
responsable de asegurar que la calidad del agua se mantenga dentro de los
niveles establecidos en las normas técnicas de calidad ambiental; asegurar que
todos los vertidos de sustancias contaminantes sean tratados previamente por
parte de quien los ocasione; y vigilar que en toda actividad de reutilización de
aguas residuales, se cuente con el Permiso Ambiental correspondiente. El
MARN, en coordinación con el Ministerio de Salud y demás autoridades
competentes en materia de normatividad del uso o protección del agua, el aire y
el suelo, establecerán la capacidad de estos recursos como medios receptores,
priorizando las zonas del país más afectadas por la contaminación. Fuente:
Elaborado en base a SEMA (1997) y Ley del Medio Ambiente (1998).
Recuadro 2: Condiciones para la aplicación de instrumentos económicos en el
control de la contaminación del agua La primera condición para aplicar
instrumentos económicos en el control de la contaminación del agua es contar
con un sistema consolidado de control de la contaminación del agua basado en
modalidades o instrumentos tradicionales. La aplicación de instrumentos
económicos se basa necesariamente en el uso de instrumentos tradicionales.
Por ejemplo, para aplicar cobros por descargas de aguas servidas, es necesario
previamente, por lo menos: i) saber quién contamina y qué parámetros
(volumen, concentración, composición, ubicación, etc.) tienen sus descargas –
ello supone contar con un sistema de otorgamiento y seguimiento de permisos,
licencias u otras autorizaciones, y tener un catastro de descargas de aguas
servidas completo y actualizado-; y ii) definir y aplicar normas o estándares
tanto para la calidad ambiental (la más alta concentración permisible de
contaminantes específicos en un determinado cuerpo de agua) como para
descargas de aguas servidas (la más alta concentración o la cantidad máxima
de un contaminante que se le permite descargar a una fuente contaminante en
un determinado cuerpo de agua). La segunda condición es el sistema de control
de la contaminación del agua, desarrollado en base a modalidades o
instrumentos tradicionales, además de seguir funcionando aún después de la
implementación de instrumentos económicos, debe ser capaz de asumir nuevas
responsabilidades. Por un lado, hay ciertos tipos de problemas de
contaminación del agua para los cuales los instrumentos económicos no son
muy apropiados, como por ejemplo, cuando se trata de contaminantes muy
peligrosos o cuando se requiere un alto grado de certeza en los resultados. Por
el otro, el rasgo básico y la ventaja principal de instrumentos económicos es
que ofrecen un margen de maniobra más amplio para que las fuentes
contaminantes elijan cómo responder a los estímulos económicos. Como
consecuencia de lo anterior, es necesario regular la aplicación de los
instrumentos económicos. Esta tarea es compleja y requiere una capacidad
institucional sofisticada. La tercera condición es que los instrumentos
económicos son extremadamente demandantes en términos de la capacidad
institucional necesaria para aplicarlos. Además de las razones anteriores, su
uso requiere una capacidad de monitoreo y control aún más grande que en el
caso de programas de control de la contaminación en base a modalidades
tradicionales. Por ejemplo, si se cobra por descargas, es necesario monitorear
las mismas con precisión, lo que es una tarea extremadamente difícil y
demandante en términos de la capacidad de monitoreo y control. Simplificar los
procedimientos de monitoreo y control puede generar incentivos perversos,
como por ejemplo: si se cobra por volumen descargado, entonces hay
incentivos para concentrar descargas; si se cobra por concentración, entonces
hay incentivos para diluir descargas; si se cobra según estimaciones, entonces
hay pocos incentivos para disminuir las descargas; y si no se toma en cuenta la
composición real de aguas servidas, hay incentivos para aumentar descargas
de contaminantes no incluidos en programas de monitoreo y control. La cuarta
condición es que las fuentes contaminantes deben reaccionar de manera
significativa ant e los incentivos económicos. Como la experiencia de los países
desarrollados lo comprueba, para obligar a las fuentes contaminantes formales
a reducir sus descargas, los cobros por las mismas deber ser en muchos casos
fijados a niveles tan altos que los hacen políticamente inviables. En los países
en vías de desarrollo, existen varios factores que agravan la situación aún más.
Es obvio que, en las condiciones cuando el capital es escaso, las tasas de
interés elevadas, el acceso a fuentes de financiamiento a largo plazo limitado o
inexistente y existe un elevado grado de incertidumbre económica, política,
social y ambiental, los pequeños cobros periódicos no van a obligar a una
empresa a invertir en obras de tratamiento, pues esto implica realizar una fuerte
inversión inicial. Como los cobros deben ser muy altos para tener un efecto
positivo en el comportamiento de las fuentes contaminantes y, en muchos
casos, son fácilmente transferibles a los consumidores, su introducción suele
generar fuerte resistencia y evasión. Lo anterior se agrava aún más tanto por lo
difícil, complejo, poco preciso y controvertido que es el proceso de la valoración
de los daños causados por la contaminación como por el hecho de que –como
la extensión del daño depende de la localización de fuentes individuales- la
eficiencia económica requiere tasas específicas para cada fuente contaminante.
Lo anterior ayuda a entender por qué los instrumentos económicos no son
apropiados para reemplazar los tradicionales, y más bien deben aplicarse
después o conjuntamente con éstos. De hecho, todos los países emplean
instrumentos tradicionales como el principal medio para el control de la
contaminación del agua, y en el mundo no hay ejemplos conocidos donde los
instrumentos económicos han reemplazado a los tradicionales. Por lo general,
los instrumentos económicos complementan los tradicionales y su aplicación
normalmente se limita a situaciones puntuales y no generales. Fuente: CEPAL
(2000). 12 PRISMA No. 43, 2001 Como lo señala el equipo de trabajo del Plan
Maestro, la contraparte salvadoreña debe crear las condiciones para que los
planes y proyectos recomendados tengan el seguimiento y promoción de
manera continua. También existe un conjunto importante de esfuerzos
realizados por Organizaciones NoGubernamentales vinculados con procesos de
educación, capacitación y asesoría en el manejo de desechos sólidos. Incluso,
existen iniciativas emergentes que tratan de incorporar objetivos sociales y
económicos en experiencias de manejo de los desechos sólidos bajo
modalidades que van desde proyectos piloto, hasta la conformación de
cooperativas que buscan la generación de empleo e ingresos por servicios de
recolección domiciliar de desechos sólidos
Conclusiones El país cuenta con un conjunto no despreciable de iniciativas y
propuestas para avanzar en la gestión de la contaminación del agua, así como
un marco y conjunto de instrumentos normativos que se sigue ampliando.:
Proyectos ambientales vinculados con la mediana y pequeña empresa
Proyecto/ejecutor Descripción Sello Verde (MARN, FIS-DL, FOMMI) Otorga en
forma gradual el Sello Verde a las industrias que demuestren una cultura
empresarial que aplica medidas de minimización de impacto ambiental,
tecnologías limpias, higiene y seguridad de trabajo dentro de sus respectivos
procesos de producción, de tal forma que se vean incentivados a utilizar los
apoyos financieros, de capacitación y técnicos disponibles. Busca divulgar estos
resultados a los consumidores. Trabajo con empresas con tamaño menor o
igual a 50 empleados e incluyen 15 sectores (de producción) clasificados como
contaminantes según el código CIIU. De 100 empresas que solicitaron el Sello
Verde, a 11 se les concedió. Pro Empresa (Swisscontact, COSUDE) Consiste
en fortalecer el Mercado de servicios empresariales utilizando un sistema de
bonos. El grupo meta al que se dirigen son las unidades económicas con un
tamaño entre 10 a 100 empleados. Trabajan con los sectores: alimentos, metal
mecánico, automotriz y químico.
Propiedades del documento
En El Salvador, más del 88% de las aguas residuales de los ríos tienen
altos niveles de contaminación, que van de una calidad pésima a regular.
El 12% de las aguas residuales superficiales tienen calidad considerada como
buena, es decir que puede ser utilizada para diversos usos previo tratamiento.
La mala calidad de agua en la red hídrica nacional está íntimamente
vinculada a los vertidos de aguas residuales con alta carga de
contaminación y sin un adecuado tratamiento, ante esta realidad el
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), con el apoyo y
acompañamiento de la Agencia de los Estados Unidos para la Protección del
Medio Ambiente (EPA), ha iniciado un proceso para actualizar los límites para
vertido de aguas residuales a cuerpos receptores.
De acuerdo con Roberto Avelar, gerente de Gestión de Vertidos del MARN, “de
lo que se trata es de buscar un equilibrio entre la meta ambiental de la
calidad de agua de nuestros ríos, a través de modificar un poco los actuales
límites que hay para los sectores a unos que sean un poco más restrictivos en
cuanto a contenido de carga contaminante y que, por tanto, tengan un menor
impacto negativo sobre la calidad de agua de nuestros ríos, pero cuidando que
no sea un cambio tan brusco, que la competitividad de las empresas”, aclaró.
La mala calidad de agua en la red hídrica nacional está íntimamente vinculada
a los vertidos de aguas residuales con alta carga de contaminación y sin un
adecuado tratamiento

Avelar detalló que “dado el alto grado de impacto, es urgente revisar estos
límites y buscar que menos contaminación llegue a nuestros cuerpos
receptores, las concentraciones de materia orgánica, sólidos suspendidos y
disueltos que van en el agua, para ello se requiere bajar las concentraciones de
contaminantes en el agua residual a límites que el cuerpo receptor pueda
manejar”.
El Salvador cuenta con Reglamento Especial de Manejo de Aguas Residuales,
Reglamento Especial de Normas Técnicas de Calidad Ambiental y Norma
Salvadoreña de Vertido de Aguas Residuales a Cuerpo Receptor; instrumentos
que establecen parámetros de calidad y límites con los cuales se puede verter
agua a un cuerpo receptor, que están desactualizados.“Esto es un proceso que
estamos iniciando y que llevará su tiempo. Es un ejercicio que requiere hacer
un análisis del límite actual que tenemos para cada uno de los diversos
sectores. Cada sector, de acuerdo con sus procesos, genera agua residual
de distinta calidad”, comentó el funcionario, por lo tanto se requiere de un
análisis específico para cada sector.

Es por ello que durante tres días personal técnico del MARN y de ANDA
recibieron un taller con especialistas de la EPA para desarrollar una
metodología que posibilite establecer estándares de desempeño que permitan
diseñar límites para vertido de aguas residuales a cuerpos receptores, acordes
con la realidad nacional.Una vez se tenga una propuesta, se llevará a
diálogo con sectores productivos tanto del estado como de la empresa
privada, que permita mejorarla y consolidar una propuesta de país.

“Lo que estamos proponiendo es un intermedio, entre lo que sería la meta a


alcanzar en el mediano plazo y lo que es el límite que ahora tenemos, que está
causando un grave impacto al medio ambiente. Seguiremos trabajando en
desarrollar junto con las empresas y los sectores productivos, las alternativas
de tratamiento que nos puedan llevar a mediano y largo plazo a tener una
tecnología sostenible”, añadió Avelar.Esta iniciativa se da en el marco de la
Estrategia Nacional de Saneamiento Ambiental del MARN. Entre sus
principales metas está el contar con una propuesta de reglamento técnico
para el manejo de las aguas residuales, un instrumento que ayudará para
regular de una mejor manera el manejo y el vertido de las aguas residuales,
tanto ordinarias como especiales a los cuerpos receptores.La calidad del agua
constituye uno de los principales desafíos socioambientales en El Salvador. La
contaminación del agua se profundizó durante las últimas décadas y pasó a
constituir un problema generalizado para la población y los ecosistemas.
Simultáneamente, se debilitó la capacidad institucional del Estado para conocer
y monitorear la calidad de los recursos hídricos. A pesar de contar con un
marco relativamente amplio de instrumentos regulatorios para enfrentar la
contaminación del agua - la cual es impactada por desechos domésticos,
industriales, agroindustriales y agrícolas - El Salvador ha experimentado una
tendencia creciente de casos de enfermedades de origen hídrico, tales como la
diarrea y el parasitismo intestinal, afectando principalmente a la población
infantil. Las escasas iniciativas y propuestas existentes para enfrentar la
contaminación del agua, a menudo se ven limitadas por la ausencia de una
política y compromisos institucionales capaces de encausar más eficazmente
esos esfuerzos por enfrentar la contaminación del agua en el país. El agua y la
salud son dos dimensiones inseparables de la población. La disponibilidad de
agua de calidad es una condición indispensable y más que cualquier otro factor,
la calidad del agua condiciona la calidad de la vida (OMS-OPS, 1999). La
contaminación disminuye significativamente la disponibilidad del agua. Los
vertidos residuales domésticos e industriales, así como la disposición
inadecuada de desechos sólidos en diversos territorios del país y la aplicación
de agroquímicos, pesticidas y plaguicidas en la agricultura son fuentes
permanentes de contaminación del agua. Por ello, la reducción de la
contaminación exige una cultura por el ciclo de uso del agua, que hace
referencia al uso, reciclaje y reutilización del agua para los diversos usos, sin
que ello comprometa la salud humana, ni las condiciones de reproducción de
los ecosistemas. En El Salvador, el agua que se utiliza, generalmente se
descarga sin tratamiento previo. Entre 1971 y 1972, ANDA realizó un análisis de
la calidad de aguas superficiales con el objeto de identificar fuentes potenciales
de abastecimiento de agua potable. Para entonces, los resultados reflejaron la
necesidad de atender de manera inmediata los problemas de contaminación de
los ríos Acelhuate, Suquiapa, Sucio, Lempa (desde Río Suquiapa, aguas abajo
hasta el cruce de la carretera panamericana) y el Río Grande de San Miguel en
el tramo adyacente a la ciudad de San Miguel (Rubio, 1993). Desde entonces
ya se observaba la relación directa entre el proceso de urbanización y sus
efectos sobre la calidad del recurso hídrico, sobre todo en las aguas
superficiales de las diversas cuencas hidrográficas del país. Entre 1976 y 1978
el Servicio Hidrológico de la Dirección General de Recursos Naturales
Renovables generó información sobre la calidad físico-química y bacteriológica
de los principales cuerpos de agua. Como primer paso, se elaboró una norma
para la clasificación, con el objeto de utilizarla como patrón general para definir
o indicar de manera preliminar la factibilidad de que un río fuese utilizado para
uno o varios usos, o para indicar su grado de contaminación. La aplicación de la
norma elaborada reflejó que los principales ríos del país presentaban serios
problemas de contaminación, limitando su uso potencial no solo para consumo
humano, sino también para riego agrícola, piscicultura y abrevaderos (Ver mapa
1). El impacto de las aguas residuales domésticas determinó en gran medida, la
caracterizacionde la calidad de la mayoría de los ríos analizados. De ahí que se
sugiriera la necesidad de implementar sistemas de tratamiento de aguas negras
para disminuir el impacto contaminante en los ríos. En 1980 se estableció el
Programa de Monitoreo Hidrobiológico para el Estudio Sistemático de la Calidad
de las Aguas Superficiales en el marco del Plan Maestro de Desarrollo y
Aprovechamiento de los Recursos Hídricos (PLAMDARH). En el programa de
monitoreo colaboraron el Servicio Hidrológico, ANDA y la Dirección General de
Recursos Pesqueros. De acuerdo a los resultados, solamente 3 de las 23
estaciones de muestreo mostraron que había buena calidad biológica y que la
situación ecológica de los ríos correspondientes no estaba alterada. Las 20
estaciones restantes indicaron alteración biológica y ecológica de los ríos
analizados. En 1982, el PLAMDARH publicó los resultados del análisis de los
principales problemas de contaminación de las aguas del país, señalando la
evacuación de los vertidos industriales y municipales como las principales
causas. De hecho, en todas las regiones hidrográficas del país se encontraron
problemas de contaminación bacteriológica, por lo que el PLAMDARH
recomendaba la descontaminación previa para usar el agua con fines
domésticos. Los escasos esfuerzos recientes por estudiar la contaminación del
agua A pesar que la contaminación del agua constituye uno de los principales
problemas ambientales, el Estado salvadoreño ha perdido buena parte de la
capacidad para monitorear y dar seguimiento a este problema. En la década de
los ochenta, se debilitaron los esfuerzos sistemáticos de monitoreo de la calidad
del agua y los estudios específicos disponibles son limitados en términos de
alcance y duración, en tanto que los problemas de contaminación se han
ampliado y profundizado, tal como lo señalaba el Banco Mundial en 1994
(World Bank, 1994). Los esfuerzos recientes por analizar la calidad del agua
han estado menos vinculados a las instituciones gubernamentales, como
ocurría en décadas pasadas. Los pocos estudios exi stentes resaltan el avance
del problema de contaminación del agua en el país. Así por ejemplo, un estudio
auspiciado por AID realizado por el Programa de Monitoreo de Aguas
Superficiales y Subterráneas en la Cuenca entre La Barra de Santiago y El
Imposible, encontró que existía contaminación por heces fecales a lo largo del
área muestreada (unos 366 km2) y altas concentraciones de boro y arsénico en
suelos de la zona adyacente al canal de transporte de aguas residuales de la
planta geotérmica de Ahuachapán (WASH, 1993). En 1996, la Universidad
Técnica Latinoamericana, con apoyo financiero del Fondo Ambiental de El
Salvador analizó la calidad del agua para fines de riego y de consumo humano
de las aguas superficiales en el Valle de Zapotitán. Con 21 puntos de muestreo
sobre los ríos Sucio y Agua Caliente, y sus tributarios, se encontró que los
parámetros analizados (recuento microbiológico, oxígeno disuelto, sólidos
suspendidos y turbidez, nitrógeno amoniacal, y demanda bioquímica de
oxígeno), rebasaban los niveles permisibles. El 100% de las aguas resultaron
contaminadas microbiológicamente en grados alarmantes (UTLA-FONAES,
1996). La Investigación Aplicada sobre el Impacto Ambiental de la
Contaminación del Agua en las Cuencas de los Ríos Sucio, Acelhuate y Cuaya,
realizada por la UCA con auspicio, encontró que 50% de la población asentada
en dichas cuencas consume agua no potable. Aplicando la clasificación inglesa
para la calidad del agua, este estudio encontró que todo los ríos de las cuencas
se ubican en el rango de pobre a pésima calidad. Tanto en las aguas
superficiales como subterráneas de las cuencas fue generalizado encontrar
Cadmio y Plomo en cantidades no aceptables según diferentes normas de
calidad. Aplicando diversas metodologías para determinar la vulnerabilidad de
los recursos hídricos en las cuencas estudiadas, la investigación UCA-FIAES
recomendó atender urgentemente el problema de la contaminación de la
manera siguiente: i) eliminación del fósforo contenido en cuerpos hídricos con
carácter eutrófico, como la laguna Chanmico y laguna de Caldera; ii) determinar
como zonas sensibles aquellos recursos de agua superficial que se destinan a
la obtención de agua potable, como los ríos Cuaya, Jutiapa y San Antonio; iii)
protección de acuíferos que abastecen al Area Metropolitana de San Salvador,
como el acuífero Opico-Quezaltepeque, ya que la evaluación de la
vulnerabilidad indica que el agua subterránea tiene un alto riesgo a la
contaminación y a la sobreexplotación (UCA-FIAES, 1998). Un proyecto de
investigación más reciente ejecutado por FUSADES y auspiciado por FIAES
analizó el problema de la contaminación del Río Lempa y sus principales
afluentes: ríos Suquiapa, Acelhuate y Quezalapa. De un total de 144 muestras,
FUSADES concluyó que la contaminación del Lempa se debía a las
aportaciones provenientes de los alcantarillados de los distintos centros
urbanos, así como también de los lixiviados de los desechos sólidos, que
poseen fuertes cargas de contaminantes orgánicos, inorgánicos y
microbiológicos (FUSADES-FIAES, 2000). Este proyecto recomendó mantener
por un período mínimo de cinco años un programa de monitoreo de la
contaminación de los puntos estudiados y ampliarlo a las zonas de descargas
de los ríos Sucio y Acahuapa. Asimismo, se recomendó la inclusión de estudios
epidemiológicos apoyados con información del Ministerio de Salud, para poder
relacionar con más exactitud los niveles de contaminación con la incidencia de
enfermedades transmisibles por el agua. Las fuentes de contaminación del
agua Los distintos estudios y análisis de la calidad del agua reiteran que los
desechos domésticos, industriales, agroindustriales y agrícolas son las
principales fuentes de contaminación. En el caso de las aguas servidas
domésticas, la poca cobertura de servicios de alcantarillado contribuye a
complicar la contaminación hídrica, ya que de los 262 municipios solamente 82
cuentan con servicios de alcantarillado sanitario en las zonas urbanas.
Estimaciones de ANDA indican que la totalidad de servicios de alcantarillado
existentes dan cobertura a 2,008,930 personas a nivel nacional (ANDA, 2000a).
Se estima que de toda la población cubierta con servicios de alcantarillado1
(Ver mapa 2), sólo entre 2% y 3% del caudal de aguas residuales recibe algún
tipo de tratamiento previo antes de ser lanzadas a ríos o quebradas (OPS-
UNICEF, 2000). En el caso de los vertidos industriales, solo una cuarta parte de
unas mil industrias grandes (como las de carnes, pescado, ingenios, beneficios
de café y textiles) utilizan procesos de tratamientos de aguas servidas, pero con
procesos y tecnologías rudimentarias de tratamiento. Un 90% de las industrias
de San Salvador vertían sustancias altamente tóxicas sin ningún tratamiento
previo (FUSADES, 1997). Un estudio del impacto ambiental de la microempresa
salvadoreña desarrollado entre diciembre de 1998 y febrero de 1999, encontró
que dos tercios de las microempresas salvadoreñas tenían impactos
ambientales negativos clasificados como moderados y neutrales. Un tercio del
universo estudiado se ubicaba en la categoría de microempresas con impactos
ambientales negativos significativos, que incluye la contaminación de cuerpos
de agua como consecuencia de verter directamente residuos líquidos y sólidos
(Cano, 1999). Los desechos industriales, que en general se concentran en las
principales zonas urbanas y periurbanas, se “eliminaban” de la siguiente
manera: 69% eran vertidos directamente a los desagües; 17% directamente a
fuentes de agua como arroyos, ríos y al océano; y 10% se depositaba en los
drenajes pluviales. Se estimaba que solo el 4% restante de los desechos
industriales eran sometidos a procesos de tratamiento previo (PRIDE, 1996).
Para 1995, el Ministerio de Salud enumeró un total de 1,610 industrias y
agroindustrias a nivel nacional, de las cuales, 199 trataban sus vertidos antes
de descargarlos al sistema de alcantarillado u otro cuerpo receptor; 1,270 no
hacían tratamiento previo; y unas 113 no tenían vertidos (28 industrias no
fueron clasificadasDe las industrias que contaban con sistemas de tratamiento
previo, no se recopiló información sobre el funcionamiento, el rendimiento de las
plantas, ni sobre el tipo y cantidades de concentraciones de contaminantes
(SEMA, 1997). La urbanización y concentración de la población profundiza la
contaminación del agua, no sólo por los vertidos líquidos, sino también por la
cantidad de desechos sólidos que se producen en los centros urbanos, ya que
en general adolecen de procesos y métodos adecuados de tratamiento y
disposición final a escala nacional. Según el Análisis Sectorial de Residuos
Sólidos (MSPAS-OPS/OMS, 1998), de los 262 municipios del país, solamente
132 cuentan con servicio de recolección de desechos sólidos. Los municipios
sin ese servicio, son en su mayoría aquellos que no llegan a 5,000 habitantes
urbanos y en donde la infraestructura vial, de servicios de agua potable,
alcantarillado, energía eléctrica y transporte son aún limitados. Esto, junto a la
baja recolección municipal en las áreas rurales, explica lo relegado del servicio
de recolección y manejo de desechos sólidos. Los residuos sólidos no
recolectados, generalmente terminan depositados en ríos o quebradas, y la
gran mayoría de los sitios de disposición final contaminan fuentes de agua
superficial y subterránea. Con excepción del relleno sanitario de Nejapa, los
sitios de disposición final de residuos sólidos no cuentan con autorización
sanitaria. Impactos de la contaminación del agua Los impactos
socioeconómicos de la contaminación del agua son variados. Aunque la
información es escasa, existen indicadores que evidencian los impactos
directos a la salud humana derivados de la contaminación del agua. Entre 1998
y 1999 el monitoreo realizado por el Programa de Vigilancia de la Calidad del
Agua del Ministerio de Salud, reflejó algunas variaciones de la calidad
bacteriológica del agua potable. Según dicho Programa, en 1998 de 2,098
muestras a nivel nacional, el 13% resultó estar fuera de la norma, en tanto que
para 1999, de 2,253 muestras, el 8.7% estuvo fuera de la norma, reflejando una
mejoría relativa a nivel nacional. Sin embargo, departamentos costeros como
Sonsonate, La Paz y Ahuachapán reflejaron un deterioro en la calidad del agua
potable, como resultado de los efectos ocasionados por las inundaciones del
huracán Mitch en 1998.). La situación de la calidad del agua que consume la
población, está fuertemente vinculada con la tendencia creciente de casos de
enfermedades de origen hídrico, lo cual obviamente tiene una relación mucho
más directa con la población que carece del servicio de agua potable.FUSADES
estimó que casi 12,000 niños mueren cada año como resultado de
enfermedades diarreicas evitables ocasionadas por la conjugación de varios
factores, entre los cuales están: ingerir aguas contaminadas, malas condiciones
de higiene, consumo de alimentos contaminados, y la falta de un sistema de
recolección y tratamiento de aguas negras y desechos sóAgua Potable, de la
Organización Mundial de la Salud y elaboró la Norma Salvadoreña Obligatoria
para la Calidad del Agua Potable, en la que se establecieron los valores
recomendados para la calidad del agua, procedimientos, registros, frecuencia
mínima de muestreo y métodos estandarizados, para ser usados por entidades
municipales o de servicio público encargados de velar por el servicio de agua
potable. La vigilancia del cumplimiento de la Norma Obligatoria es
responsabilidad del Ministerio de Salud y debe ser cumplida por las empresas o
instituciones (públicas y privadas) que abastecen o comercializan el agua
(MSPYASCONACYT-COSUDE, 1999). Para enfrentar la contaminación
industrial también se han generado propuestas. La Propuesta de Plan de
Manejo de los Recursos Naturales de la Cuenca del Lago de Ilopango (FIAES-
Fundación Amigos del Lago de Ilopango, 1998), incluyó un programa para la
determinación de los niveles de contaminación producida por los procesos
industriales en la cuenca, y la búsqueda de alternativas técnicas del manejo y
disminución de los efectos de la contaminación (dentro y fuera) de las
industrias.5 5lidos, todo lo cual se conjuga con la mala nutrición y pobres
cuidados de salud. Más recientemente, también ha emergido el interés de
avanzar en la formulación de propuestas para la instauración de instrumentos
económicos, tal es el caso de los incentivos y desincentivos económicos para la
descontaminación del agua. Tarifas por uso de agua, cobros por contaminación,
cobros por productos, sistemas de depósitos y devolución, bonos de
desempeño ambiental y permisos transables de emisión son algunos de los
instrumentos económicos que se han estado proponiendo por parte del sector
privado para la gestión de la contaminación en general, incluyendo el agua
(FUSADES, 1997b). Un estudio reciente, profundizó en los lineamientos
planteados por FUSADES en 1997 y se enfocó en la contaminación hídrica. En
tal sentido analizó instrumentos como permisos de descarga; cargos por
vertidos o cobros por descarga; sobre-cargo por aguas servidas y tarifas de
agua. También se propone un programa de clasificación de compañías; un
programa de créditos por sobrecumplimiento y cumplimiento temprano; un
programa de incentivos para la certificación de la International Standard
Organization (ISO 14001); una política verde de compras; e incentivos
adicionales de tipo fiscales y financieros (Restrepo, 2000). Sin embargo, tal
como se aprecia en el recuadro 2, el creciente interés por emplear instrumentos
económicos en la gestión de la contaminación del agua, no se ha acompañado
de propuestas acerca del soporte institucional requerido para implementar
dichos instrumentos, lo cual es crítico pues la implementación los instrumentos
económicos requiere de una serie de condiciones y capacidad institucionales
para que esos instrumentos operen eficientemente Por su parte, los
instrumentos voluntarios, como los Sistemas de Gestión Ambiental enmarcados
en las normas de la International Standard Organization (ISO), son bastante
desconocidos por el sector industrial salvadoreño, aunque existen esfuerzos por
introducir equipos y sistemas de protección que hagan más eficiente el uso de
materias primas en los procesos productivos (Chávez y Cañas, 1999), se tiene
un conjunto no despreciable de actividades y proyectos desarrollados entre la
mediana y pequeña empresa, con entidades nacionales y de cooperación
externa, tal como se muestra en la Tabla 1. Para la gestión de los desechos
sólidos también existen propuestas. Quizá la de mayor relevancia por su
cobertura6 es la contenida en el Estudio sobre el Manejo Regional de Residuos
Sólidos para el Area Metropolitana de San Salvador (JICA-MARN-OPAMSS,
2000), que contiene un Plan Maestro sobre el Manejo de Residuos Sólidos del
Area Metropolitana de San Salvador y metas específicas de manejo para el año
2010.7 Según este Plan, los municipios del AMSS deberán haber alcanzado el
100% de cobertura en el servicio de recolección de desechos sólidos y haber
alcanzado en promedio un 35% de separación de los residuos recolectados.

Recuadro 1: Marco institucional para regular la contaminación del agua


Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA): Es normal
que ANDA se ocupe de la calidad de las aguas que entran en los sistemas de
acueductos. Sin embargo, su intervención en la evaluación de la calidad de sus
vertidos, no satisface los requisitos de imparcialidad exigidos por una auditoría
ambiental. En efecto, no hay independencia entre la institución responsable del
tratamiento y la que verifica la calidad de los vertidos pues ANDA realiza las dos
actividades. Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG): A través de la
Dirección General de Salud Vegetal y Animal, el MAG juega un papel en cuanto
a la calidad de las aguas residuales de riego. Esta Dirección administra la
entrada y salida de pesticidas, fertilizantes y productos para uso agropecuario,
así como su calidad y métodos utilizados. Sin embargo, no regula la cantidad
que usan los agricultores de estos productos. En consecuencia, la
contaminación a partir de pesticidas, fertilizantes y otros productos
agropecuarios está controlada a nivel nacional pero no a nivel local o individual.
Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS): Es el responsable de
asegurar la calidad del agua para consumo humano a fin de prevenir
enfermedades de origen hídrico. Los recursos para evaluar la calidad del agua
en los cuerpos receptores y para controlar las actividades de saneamiento y
obras de ingeniería no son suficientes para monitorear la situación de manera
constante y para hacer un análisis profundo. En el caso del monitoreo de las
descargas, el Ministerio no logra controlar las descargas en los cuerpos
receptores tanto a nivel de la cantidad como de la calidad. Municipalidades: Las
municipalidades tienen la posibilidad de manejar su propio servicio de
conducción y de tratamiento, así como de intervenir en la gestión del recurso
agua, pero la falta de recursos financieros y capacidad técnica limitan su poder
de acción. Algunas de las municipalidades decidieron ir adelante con su propia
red de acueducto, pero ninguna experiencia ha sido intentada con las aguas
residuales. Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN): Es
responsable de asegurar que la calidad del agua se mantenga dentro de los
niveles establecidos en las normas técnicas de calidad ambiental; asegurar que
todos los vertidos de sustancias contaminantes sean tratados previamente por
parte de quien los ocasione; y vigilar que en toda actividad de reutilización de
aguas residuales, se cuente con el Permiso Ambiental correspondiente. El
MARN, en coordinación con el Ministerio de Salud y demás autoridades
competentes en materia de normatividad del uso o protección del agua, el aire y
el suelo, establecerán la capacidad de estos recursos como medios receptores,
priorizando las zonas del país más afectadas por la contaminación. Fuente:
Elaborado en base a SEMA (1997) y Ley del Medio Ambiente (1998).
Recuadro 2: Condiciones para la aplicación de instrumentos económicos en el
control de la contaminación del agua La primera condición para aplicar
instrumentos económicos en el control de la contaminación del agua es contar
con un sistema consolidado de control de la contaminación del agua basado en
modalidades o instrumentos tradicionales. La aplicación de instrumentos
económicos se basa necesariamente en el uso de instrumentos tradicionales.
Por ejemplo, para aplicar cobros por descargas de aguas servidas, es necesario
previamente, por lo menos: i) saber quién contamina y qué parámetros
(volumen, concentración, composición, ubicación, etc.) tienen sus descargas –
ello supone contar con un sistema de otorgamiento y seguimiento de permisos,
licencias u otras autorizaciones, y tener un catastro de descargas de aguas
servidas completo y actualizado-; y ii) definir y aplicar normas o estándares
tanto para la calidad ambiental (la más alta concentración permisible de
contaminantes específicos en un determinado cuerpo de agua) como para
descargas de aguas servidas (la más alta concentración o la cantidad máxima
de un contaminante que se le permite descargar a una fuente contaminante en
un determinado cuerpo de agua). La segunda condición es el sistema de control
de la contaminación del agua, desarrollado en base a modalidades o
instrumentos tradicionales, además de seguir funcionando aún después de la
implementación de instrumentos económicos, debe ser capaz de asumir nuevas
responsabilidades. Por un lado, hay ciertos tipos de problemas de
contaminación del agua para los cuales los instrumentos económicos no son
muy apropiados, como por ejemplo, cuando se trata de contaminantes muy
peligrosos o cuando se requiere un alto grado de certeza en los resultados. Por
el otro, el rasgo básico y la ventaja principal de instrumentos económicos es
que ofrecen un margen de maniobra más amplio para que las fuentes
contaminantes elijan cómo responder a los estímulos económicos. Como
consecuencia de lo anterior, es necesario regular la aplicación de los
instrumentos económicos. Esta tarea es compleja y requiere una capacidad
institucional sofisticada. La tercera condición es que los instrumentos
económicos son extremadamente demandantes en términos de la capacidad
institucional necesaria para aplicarlos. Además de las razones anteriores, su
uso requiere una capacidad de monitoreo y control aún más grande que en el
caso de programas de control de la contaminación en base a modalidades
tradicionales. Por ejemplo, si se cobra por descargas, es necesario monitorear
las mismas con precisión, lo que es una tarea extremadamente difícil y
demandante en términos de la capacidad de monitoreo y control. Simplificar los
procedimientos de monitoreo y control puede generar incentivos perversos,
como por ejemplo: si se cobra por volumen descargado, entonces hay
incentivos para concentrar descargas; si se cobra por concentración, entonces
hay incentivos para diluir descargas; si se cobra según estimaciones, entonces
hay pocos incentivos para disminuir las descargas; y si no se toma en cuenta la
composición real de aguas servidas, hay incentivos para aumentar descargas
de contaminantes no incluidos en programas de monitoreo y control. La cuarta
condición es que las fuentes contaminantes deben reaccionar de manera
significativa ant e los incentivos económicos. Como la experiencia de los países
desarrollados lo comprueba, para obligar a las fuentes contaminantes formales
a reducir sus descargas, los cobros por las mismas deber ser en muchos casos
fijados a niveles tan altos que los hacen políticamente inviables. En los países
en vías de desarrollo, existen varios factores que agravan la situación aún más.
Es obvio que, en las condiciones cuando el capital es escaso, las tasas de
interés elevadas, el acceso a fuentes de financiamiento a largo plazo limitado o
inexistente y existe un elevado grado de incertidumbre económica, política,
social y ambiental, los pequeños cobros periódicos no van a obligar a una
empresa a invertir en obras de tratamiento, pues esto implica realizar una fuerte
inversión inicial. Como los cobros deben ser muy altos para tener un efecto
positivo en el comportamiento de las fuentes contaminantes y, en muchos
casos, son fácilmente transferibles a los consumidores, su introducción suele
generar fuerte resistencia y evasión. Lo anterior se agrava aún más tanto por lo
difícil, complejo, poco preciso y controvertido que es el proceso de la valoración
de los daños causados por la contaminación como por el hecho de que –como
la extensión del daño depende de la localización de fuentes individuales- la
eficiencia económica requiere tasas específicas para cada fuente contaminante.
Lo anterior ayuda a entender por qué los instrumentos económicos no son
apropiados para reemplazar los tradicionales, y más bien deben aplicarse
después o conjuntamente con éstos. De hecho, todos los países emplean
instrumentos tradicionales como el principal medio para el control de la
contaminación del agua, y en el mundo no hay ejemplos conocidos donde los
instrumentos económicos han reemplazado a los tradicionales. Por lo general,
los instrumentos económicos complementan los tradicionales y su aplicación
normalmente se limita a situaciones puntuales y no generales. Fuente: CEPAL
(2000). 12 PRISMA No. 43, 2001 Como lo señala el equipo de trabajo del Plan
Maestro, la contraparte salvadoreña debe crear las condiciones para que los
planes y proyectos recomendados tengan el seguimiento y promoción de
manera continua. También existe un conjunto importante de esfuerzos
realizados por Organizaciones No Gubernamentales vinculados con procesos
de educación, capacitación y asesoría en el manejo de desechos sólidos.
Incluso, existen iniciativas emergentes que tratan de incorporar objetivos
sociales y económicos en experiencias de manejo de los desechos sólidos bajo
modalidades que van desde proyectos piloto, hasta la conformación de
cooperativas que buscan la generación de empleo e ingresos por servicios de
recolección domiciliar de desechos sólidos
Conclusiones El país cuenta con un conjunto no despreciable de iniciativas y
propuestas para avanzar en la gestión de la contaminación del agua, así como
un marco y conjunto de instrumentos normativos que se sigue ampliando.:
Proyectos ambientales vinculados con la mediana y pequeña empresa
Proyecto/ejecutor Descripción Sello Verde (MARN, FIS-DL, FOMMI) Otorga en
forma gradual el Sello Verde a las industrias que demuestren una cultura
empresarial que aplica medidas de minimización de impacto ambiental,
tecnologías limpias, higiene y seguridad de trabajo dentro de sus respectivos
procesos de producción, de tal forma que se vean incentivados a utilizar los
apoyos financieros, de capacitación y técnicos disponibles. Busca divulgar estos
resultados a los consumidores. Trabajo con empresas con tamaño menor o
igual a 50 empleados e incluyen 15 sectores (de producción) clasificados como
contaminantes según el código CIIU. De 100 empresas que solicitaron el Sello
Verde, a 11 se les concedió. Pro Empresa (Swisscontact, COSUDE) Consiste
en fortalecer el Mercado de servicios empresariales utilizando un sistema de
bonos. El grupo meta al que se dirigen son las unidades económicas con un
tamaño entre 10 a 100 empleados. Trabajan con los sectores: alimentos, metal
mecánico, automotriz y químico.
b.2 Actualidad Externa
La contribución de los ríos a la contaminación marina
La importancia de la contribución de los ríos como vía de ingreso de
contaminantes al mar fue reconocida por primera vez en la Conferencia Técnica
de la FAO sobre Contaminación Marina y sus Efectos en los Recursos Vivos
(Roma, 8–9 de diciembre de 1970), donde se estableció que la mayor parte de
la contaminación que llega al mar lo hace a través de los ríos y por la
escorrentía costera produciendo importantes efectos en los estuarios y recursos
vivos (Ruivo,1971). En l975, el Grupo Mixto Inter agencial de Naciones Unidas
sobre los Problemas Científicos de la Contaminación del Medio Marino (hoy
Grupo Conjunto sobre los Problemas del Medio Ambiente Marino, GESAMP),
incorporó esta ruta como uno de los “miembros” de la Ecuación de Balanza de
Masas, (GESAMP, 1975). Posteriormente, en el proyecto de investigación
“Impacto de los Ríos en los Sistemas Oceánicos” (River inputs to ocean
systems) se calificó a los ríos como “la principal ruta” de introducción al mar de
contaminantes producidos por la actividad humana y por causas naturales
(Lerma, 1981). Ello fue reiterado por la 3ª Conferencia Internacional sobre el
Manejo Ambiental de Mares Cerrados EMECS, (Estocolmo, Suecia 15–17 de
agosto, 1997). En el ámbito regional, en 1996, la XI Reunión de ministros de
Medio Ambiente de América Latina y el Caribe (Buenos Aires, Argentina 11–12
de noviembre de 1996), reconoció como el principal problema ambiental de la
región, la contaminación de los ríos y de las franjas costeras. En la 1ª
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, (Río
de Janeiro, 1992), la comunidad internacional adoptó el enfoque de manejo
integrado y se comprometió tanto a una ordenación integrada y sostenible de
las zonas costeras como a promover prácticas de ordenación de cuencas
hidrográficas, para prevenir, controlar y reducir la degradación del medio marino
(Naciones Unidas, 1992). Sin embargo, de 260 experiencias inventariadas en
1993, sobre el Manejo Integrado de la Zona Costera, con ocasión de la
Conferencia Mundial de Costas (Nooredwijk, Países Bajos 1–5 de noviembre
1993), ninguna fue relacionada con las cuencas hidrográficas (Escobar, 1998).
La experiencia acumulada en este campo aparentemente no cuenta con
ejemplos de manejo integrado de costas y cuencas hidrográficas. En 1995, los
Gobiernos adoptaron el Programa de Acción Mundial para la Protección del
Medio Marino Frente a las Actividades Realizadas en Tierra PAM, que
reconoce, en el manejo de la contaminación de las áreas costeras las
“vinculaciones básicas entre los medios de agua dulce y marino, entre otras
cosas cuando proceda, la aplicación de criterios de ordenación de cuencas
hidrográficas”, (PNUMA, 1995). En l997, el examen del programa para la
implementación futura de la Agenda 21, por la Asamblea General de las
Naciones Unidas “reconoció la necesidad urgente, entre otras, del
estrechamiento de los vínculos institucionales entre los mecanismos
institucionales relevantes pertinentes para la implementación y desarrollo del
Manejo Integrado de la Zona Costera” (Naciones Unidas, 1997). El progreso
alcanzado en la aplicación de la Agenda 21, ha sido examinado en las
reuniones de la Comisión de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible
CDS, entre otras, en los foros preparatorios para Río + 5 y los relacionados con
la preparación de la 2ª Cumbre Mundial para el Desarrollo Sostenible (Río+10).
En lo que respecta a Río +5, se indicó que, a pesar de los esfuerzos de la
región por aplicar los enfoques integrados para la gestión del medio ambiente
marino, persiste la necesidad de avanzar en metodologías que incorporen el
ordenamiento integrado de las cuencas hidrográficas al manejo de la zona
costera (CEPAL 1999a). Más recientemente, la Conferencia Global de Océanos
y Costas para Rio+10 (París, diciembre 2001), reconoció la dependencia de la
salud de los océanos y sus costas al manejo apropiado de las cuencas
hidrográficas (IOC, 2001). Adicionalmente, el Consejo Económico y Social de
Naciones Unidas, en su examen del programa 21, recomendó “adoptar el
concepto de cuenca hidrográfica, incorporando la conservación de la
biodiversidad y el uso sostenible de otros recursos como: suelos, bosques,
humedales, montañas, y aplicar principios de manejo integrado del agua a
través de todo el sistema de recursos acuáticos para proporcionar una eficiente
y equitativa asignación del agua una armonización con los sistemas de
administración del agua” (Naciones Unidas–CDS, 2001). En sentido similar,
dentro de su formulación de acciones, la Plataforma de Acción de Rio de
Janeiro hacia Johannesburgo 2002 (Rio de Janeiro, Brasil 23–24 octubre 2001),
manifestó la necesidad de “promover una gestión integral de cuencas con una
visión ecosistémica...” (PNUMA/ORPALC/CEPAL, 2001), además el manejo del
agua fue identificado como un punto clave en la Conferencia Internacional sobre
el Agua: Bonn, 2001 (Bonn 3–7 diciembre 2001). Esta conferencia resaltó, en
sus recomendaciones para la acción que, en la asignación del recurso agua, se
debe reflejar las relaciones entre el agua superficial y subterránea y entre las
aguas interiores y las aguas costeras, incluyendo el crecimiento del suelo
urbano, del manejo de los suelos, la necesidad de mantener la integridad de los
ecosistemas y la degradación medioambiental (Gobierno Federal de Alemania,
2001).
La situación regional de la contaminación del mar y áreas costeras y sus
fuentes
Según la definición dada por el Grupo GESAMP, y adoptada por la comunidad
internacional en la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del
Mar (Art.1.4), por “contaminación del medio marino se entiende la introducción
por el hombre, directa o indirectamente, de sustancias o de energía en el medio
marino incluidos los estuarios, que produzca o pueda producir efectos nocivos
tales como daños a los recursos vivos y a la vida marina, peligros para la salud
humana, obstaculización de las actividades marítimas, incluidas la pesca y otros
usos legítimos del mar, deterioro de la calidad del agua del mar para su
utilización y menoscabo de los lugares de esparcimiento” (Naciones Unidas,
1984). En esta definición, la contaminación de las cuencas hidrográficas es
considerada conceptualmente con la inclusión de los “estuarios”. Este concepto
de contaminación marina ha sido reformulado para incluir una amplia gama de
factores de degradación de las franjas costeras y del medio marino, siendo el
Programa 21 el que ha realizado los mayores aportes para incluir y diferenciar
las fuentes terrestres de contaminación marina. Estas son todas las variadas
fuentes puntuales y no puntuales que contribuyen con la contaminación del mar
y los contaminantes que son transportados por los ríos, estuarios, canales y
otros cursos de agua, incluyendo las filtraciones al mar y provenientes de flujos
superficiales y subterráneos, así como de los emisarios submarinos de aguas
servidas.
También se incluye la sedimentación resultante de la erosión y de las prácticas
del uso de la tierra en las partes altas y en las áreas costeras (Kimball, 1995),
en particular los relaves mineros arrojados al mar. Las fuentes terrestres de
contaminación de las franjas costeras y el mar deberían ocupar hoy una
posición tan destacada en la temática ambiental como la tiene la preocupación
por el cambio climático. Sin embargo, en la práctica esto aún no ocurre. La
alteración y destrucción del hábitat, los efectos en la salud humana, la
eutroficación, la disminución de las poblaciones de peces y otros recursos
vivos, cambios en el flujo de sedimentos, son aspectos vinculados a las fuentes
fijas y difusas de la contaminación producida por actividades que tienen lugar
en tierra y que por el efecto de captación de agua que tienen las cuencas
hidrográficas, generan efectos concentrados en las desembocaduras de los ríos
en el mar y las zonas costeras aledañas. El caso más importante es el efecto de
los contaminantes en las desembocaduras de los ríos Mississippi y Magdalena
y en el mar del Caribe. Las fuentes puntuales de contaminación en tierra
representan aquellas actividades cuyos desechos son vertidos directamente a
los cuerpos de agua receptoras y el sitio de vertimiento es fácilmente
distinguible. Las fuentes no puntuales de contaminación terrestre son conocidas
como “fuentes difusas”, se generan por una gama amplia de actividades
humanas en la que los contaminantes producidos por ellas, y contenidos en sus
descargadas, no tienen un punto obvio de entrada a los cuerpos de agua
receptoras.1 Ambas fuentes se suman al llegar a los ríos y todo llega a
desembocar a los mares en puntos de alta concentración, peor aún si son
bahías cerradas o amplios estuarios como en la bahía de Talcahuano en Chile
o la bahía de Chimbote en Perú o en la bahía de Guanabara en Rio de Janeiro.
De acuerdo con GESAMP (2001), las principales fuentes fijas de contaminación
corresponden a las plantas industriales, desechos municipales y sitios de
extracción, explotación y construcción como excavaciones (explotación
agrícola, aprovechamientos forestales, minería, etc.). Los contaminantes
presentes en las fuentes industriales son por lo general nutrientes, metales
pesados, compuestos orgánicos específicos, radionúclidos y propiedades
físico–químicas específicas como pH, salinidad, demanda de oxígeno, dureza,
etc. Los componentes de los desechos son microorganismos patógenos,
nutrientes y carbono orgánico y se encuentran combinados con aceites, grasas
y productos químicos derivados de las industrias, los que entran en las
corrientes de desechos domésticos a través de los sistemas de alcantarillado y
la escorrentía pluvial. Los desechos industriales contienen además cantidades
altas de materia orgánica provenientes de las plantas procesadoras de
alimentos y bebidas y de la industria del cuero y de la madera. Otras
actividades aumentan la descarga de sedimentos como los relaves mineros.
Las fuentes difusas más evidentes corresponden a la agricultura, por el uso de
pesticidas e insecticidas, así como el aporte de residuos de insumos agrícolas y
restos de vegetales y animales. Muchas veces se produce la contaminación de
acuíferos. La actividad forestal intensiva, sobre todo de plantaciones, también
es una fuente difusa de contaminantes y produce, al igual que la actividad
agrícola, cargas de nutrientes, pesticidas y sedimentos. El principal efecto de
estas actividades es el incremento en la movilización de sedimentos, nutrientes
y material particulado.
Demanda y uso del agua El uso del agua ha ido aumentando en todo el mundo
aproximadamente un 1% por año desde la década de 1980 (AQUASTAT, s.f.).
Este aumento constante se ha debido principalmente a la creciente demanda en
los países en desarrollo y en las economías emergentes (aunque el uso del
agua per cápita en la mayoría de estos países sigue estando muy por debajo
del uso del agua en los países desarrollados, simplemente los están
alcanzando). Este crecimiento es impulsado por una combinación de
crecimiento poblacional, desarrollo socioeconómico y patrones de consumo en
evolución (WWAP, 2016). La agricultura (incluida la irrigación, la ganadería y la
acuicultura) es, con mucho, el mayor consumidor de agua, dado que representa
el 69% de las extracciones anuales de agua a nivel global. La industria
(incluyendo la generación de energía) representa el 19%, y los hogares el 12%
(AQUASTAT, s.f.). Se espera que la demanda global de agua continúe
aumentando a un ritmo similar hasta 2050, hasta un aumento del 20 al 30% por
encima del nivel actual de uso del agua (Burek et al., 2016). Aunque las
proyecciones específicas pueden variar un poco, el análisis actual sugiere que
gran parte de este crecimiento se atribuirá a los aumentos en la demanda de los
sectores industrial y doméstico (OCDE, 2012; Burek et al., 2016; IEA, 2016).
Por lo tanto, es probable que la porción de la agricultura en el uso total de agua
disminuya en comparación con otros sectores, pero seguirá siendo el mayor
usuario en general en las próximas décadas, en términos de extracción y
consumo de agua1 (Figura 2).
Disponibilidad de agua (agua superficial y subterránea) La Figura 3 brinda una
visión global de los países que experimentan diferentes niveles de estrés
hídrico. Más de 2.000 millones de personas viven en países que experimentan
un alto estrés físico por el agua. Aunque el estrés hídrico promedio mundial es
solo del 11%, 31 países experimentan estrés hídrico entre el 25% (que se
define como el umbral mínimo de estrés hídrico) y el 70%, y 22 países están por
encima del 70%, y por lo tanto están bajoun estrés hídrico severo (ONU,
2018a). El creciente estrés hídrico indica un uso sustancial de los recursos
hídricos, con mayores impactos en la sostenibilidad de estos y un creciente
potencial de conflictos entre los usuarios. Cabe destacar otros aspectos
importantes del estrés hídrico. En primer lugar, dado que la disponibilidad de
agua puede ser altamente variable de una temporada a otra, los datos promedio
de todo el año no muestran períodos de escasez de agua. Por ejemplo, se
estima que alrededor de 4.000 millones de personas, que representan casi dos
tercios de la población mundial, experimentan una grave escasez de agua
durante al menos un mes del año (Mekonnen y Hoekstra, 2016). En segundo
lugar, estos datos combinados a nivel de país pueden ocultar diferencias (a
veces enormes) en la disponibilidad de agua a lo largo de varias cuencas
hidrográficas dentro de un país o región determinada. Por ejemplo, el bajo
estrés hídrico nacional en varios países/regiones en la (Figura 3), tales como
Australia, América del Sur y África subsahariana, no debe malinterpretarse,
puesto que el estrés hídrico a nivel de cuenca o local puede ser muy
significativo. En tercer lugar, el estrés hídrico físico no tiene en cuenta la
escasez económica de agua, donde el acceso al agua no está limitado como
resultado de la cantidad de recursos hídricos existentes en sí, sino por la falta
de infraestructura para recolectar, transportar y tratar el agua con fines
humanos. Por ejemplo, el bajo estrés hídrico indicado en muchos países
africanos en la (Figura 3) no toma en cuenta el estado más bajo del desarrollo
de los recursos hídricos. La mayoría de estos países tienen menos del 6% de
su área cultivada equipada con sistemas de riego (AQUASTAT, s.f.) y, por lo
tanto, una baja tasa de extracción comparada con los recursos disponibles de
agua dulce a nivel de país, a pesar del estrés hídrico potencialmente grave a
niveles locales. Es probable que los niveles de estrés hídrico físico aumenten a
medida que crezcan las poblaciones y su demanda de agua, y se intensifiquen
los efectos del cambio climático (ONU, 2018a). De igual manera, es probable
que el cambio climático y la variabilidad del

clima en aumento oscilen a escala local y de cuenca y según las estaciones.


Sin embargo, en su mayoría, las áreas secas tenderán a ser más secas y las
húmedas más húmedas (figura 4), de forma que el cambio climático
probablemente exacerbará el estrés hídrico en las áreas que ya son de las más
afectadas. Las estimaciones sugieren que, si la degradación del medio
ambiente y las presiones insostenibles sobre los recursos hídricos mundiales
continúan, el 45% del producto interior bruto (PIB) mundial, el 52% de la
población mundial y el 40% de la producción mundial de cereales estarán en
riesgo para el 2050. Las poblaciones pobres y marginadas se verán
desproporcionadamente afectadas, agravando aún más las ya crecientes
desigualdades (ONU, 2018a).
Calidad del agua Los problemas de calidad del agua persisten tanto en los
países desarrollados como en los países en desarrollo, e incluyen la pérdida de
cuerpos de agua de calidad óptima, los impactos asociados con los cambios en
la hidro morfología, el aumento de contaminantes emergentes y la propagación
de especies invasoras (ONU, 2018a). La mala calidad del agua afecta
directamente a las personas que dependen de estas fuentes como su principal
suministro, limitando aún más su acceso al agua (es decir, la disponibilidad de
agua) y aumentando los riesgos para la salud relacionados con el agua (sin
mencionar su calidad de vida en general). Varias enfermedades relacionadas
con el agua, incluyendo el cólera y la esquistosomiasis, siguen siendo
frecuentes en muchos países en desarrollo, donde solo una fracción muy
pequeña (en algunos casos menos del 5%) de las aguas residuales domésticas
y urbanas se tratan antes de su liberación al medio ambiente (WWAP, 2017).
Las cargas de nutrientes siguen siendo una de las formas más frecuentes de
contaminación del agua y la mayoría de las emisiones de nutrientes se originan
en la agricultura. “Para la mayoría de las regiones, se prevé que aumenten las
emisiones de nutrientes a las aguas superficiales, con puntos candentes en
Asia del Sur y Asia Oriental, partes de África, América Central y América Latina.
Sin embargo, se prevé que las ciudades con rápido crecimiento en los países
en desarrollo se conviertan en fuentes importantes de emisiones de nutrientes”
(PBL Netherlands Environmental Assessment Agency, 2018. pág. 42),
especialmente donde un número cada vez mayor de hogares carece de
sistemas adecuados de tratamiento de aguas residuales. Eventos extremos
(inundaciones y sequías) y personas afectadas Alrededor del 90% de todos los
desastres naturales están relacionados con el agua. Durante el período 1995–
2015, las inundaciones representaron el 43% de todos los desastres naturales
documentados, afectando a 2.300 millones de personas, matando a 157.000
más y causando daños por 662.000 millones de dólares. Las sequías
representaron el 5% de los desastres naturales, afectaron a 1.100 millones de
personas, matando a 22.000 más y causando daños por 100.000 millones de
dólares durante el mismo período de 20 años. En el transcurso de una década,
el número de inundaciones aumentó de un promedio anual de 127 en 1995 a
171 en 2004 (CRED/UNISDR, 2015). La Figura 5 brinda una visión general a
nivel de país de la incidencia de inundaciones y sequías entre 1996 y 2015, así
como el número de personas afectadas. La cantidad de personas afectadas y el
daño estimado de los desastres relacionados con el agua continúan en
incremento. Este aumento puede explicarse parcialmente por la mejora en la
cobertura y la documentación de estos desastres y sus consecuencias.
Afortunadamente, el número más elevado de personas afectadas no está
acompañado por un mayor número de víctimas, aunque las mujeres y los niños
continúan desproporcionadamente vulnerables. De hecho, el número de
personas muertas por desastres relacionados con el clima ha disminuido en las
últimas décadas. Esto sugiere que algunas áreas de la gestión del riesgo de
desastres, como los sistemas de alerta temprana mejorados y el aumento de la
capacidad de gestión de desastres, están conduciendo a resultados positivos
(UNISDR/CEPE, 2018). Se espera que el cambio climático aumente la
frecuencia y la magnitud de los fenómenos meteorológicos extremos. El informe
Environmental Outlook (OCDE, 2012) de la Organización para la Cooperación y
el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que el número de personas y el valor
de los bienes en riesgo de inundaciones serán significativamente más altos en
2050, en comparación a hoy: “Se prevé que el número de personas en riesgo
de inundaciones aumente de los 1.200 millones de la actualidad a alrededor de
1.600 millones en 2050 (cerca del 20% de la población mundial) y se espera
que el valor económico de los bienes en riesgo sea de alrededor de 45 billones
de dólares para 2050, un crecimiento de más del 340 % con respecto a 2010.”
(pág. 209). La urbanización aumentará la demanda de protección y mitigación
de inundaciones, planteando el problema de la adjudicación de riesgos de
inundación entre sectores y áreas, incluidas las tierras agrícolas (OCDE, 2016).
La crisis mundial del agua La Tierra, con sus diversas y abundantes formas de
vida, que incluyen a más de 6.000 millones de seres humanos, se enfrenta en
este comienzo del siglo veintiuno con una grave crisis del agua. Todas las
señales parecen indicar que la crisis se está empeorando y que continuará
haciéndolo, a no ser que se emprenda una acción correctiva. Se trata de una
crisis de gestión de los recursos hídricos, esencialmente causada por la
utilización de métodos inadecuados. La verdadera tragedia de esta crisis, sin
embargo, es su efecto sobre la vida cotidiana de las poblaciones pobres, que
sufren el peso de las enfermedades relacionadas con el agua, viviendo en
entornos degradados y a menudo peligrosos, luchando por conseguir una
educación para sus hijos, por ganarse la vida y por solventar a sus necesidades
básicas de alimentación. La crisis pesa asimismo sobre el entorno natural, que
cruje bajo la montaña de desechos que se vierten a diario y por el exceso de
uso o uso indebido que de él se hace, con aparente desinterés por las
consecuencias y por las generaciones venideras. En realidad, se trata
fundamentalmente de un problema de actitud y de comportamiento, problemas
en su mayoría identificables (aunque no todos) y localizables. Actualmente
poseemos los conocimientos y la pericia necesarios para abordarlos y hemos
elaborado excelentes herramientas conceptuales, tales como la equidad y la
noción de sustentabilidad. Sin embargo, la inercia de los líderes y la ausencia
de una conciencia clara sobre la magnitud problema por parte de la población
mundial (en muchos casos no suficientemente autónoma para reaccionar),
resultan en un vacío de medidas correctivas oportunas y necesarias y en una
incapacidad para infundir a los conceptos de trabajo una resonancia más
concreta. El estado de pobreza de un amplio porcentaje de la población mundial
es a la vez un síntoma y una causa de la crisis del agua. El hecho de facilitar a
los pobres un mejor acceso a un agua mejor gestionada puede contribuir a la
erradicación de la pobreza, tal como lo muestra el Informe de las Naciones
Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo [The World
Water Development Report (WWDR)]. Al mismo tiempo, una mejor gestión nos
permitirá hacer frente a la creciente escasez de agua per cápita en muchas
partes del mundo en desarrollo. Resolver la crisis del agua es, sin embargo,
sólo uno de los diversos desafíos con los que la humanidad se enfrenta en este
tercer milenio y ha de considerarse en este contexto. La crisis del agua debe
situarse en una perspectiva más amplia de solución de problemas y de
resolución de conflictos. Tal como lo ha indicado la Comisión sobre el
Desarrollo Sostenible [Commission for Sustainable Development (CSD)] en
2002: «Erradicar la pobreza, cambiar los patrones de producción y consumo
insostenibles y proteger y administrar los recursos naturales del desarrollo
social y económico constituyen los objetivos primordiales y la exigencia esencial
de un desarrollo sostenible.» Aun así, de todas las crisis, ya sean de orden
social o relativas a los recursos naturales con las que nos enfrentamos los
seres humanos, la crisis del agua es la que se encuentra en el corazón mismo
de nuestra supervivencia y la de nuestro planeta. Este primer Informe sobre el
Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo (WWDR) es una iniciativa
conjunta de 23 agencias de las Naciones Unidas y constituye uno de los pilares
del nuevo Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos [World
Water Assessment Programe (WWAP)], establecido en el año 2000 y cuya
secretaría se encuentra en la sede de París de la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). El Informe se
compone de seis secciones principales: antecedentes, evaluación de los
recursos hídricos a nivel mundial, examen de las necesidades, usos y demanda
de agua («Desafíos frente a la vida y al bienestar»), estudio minucioso de la
gestión del agua («Desafíos en el ámbito de la gestión»), siete estudios de
casos representativos que ponen de relieve diferentes situaciones tipo, así
como conclusiones y anexos. Las dos secciones de «desafíos» están basadas
en los siete retos identificados en el 2º Foro Mundial del Agua, que tuvo lugar
en el 2000, más otros cuatro identificados durante la preparación del Informe.
Se incluye también una nutrida documentación con datos reveladores por
países en cifras, cuadros y mapas, y recuadros que consignan algunas de las
principales lecciones aprendidas. El presente Resumen del Informe cubre los
puntos clave del mismo. Para conocer la síntesis detallada, las conclusiones y
las recomendaciones, los lectores deben remitirse a las secciones pertinentes.
Los desafíos de la calidad del agua, los ecosistemas y el desarrollo sostenible
Los graves desafíos de la contaminación del agua y el deterioro de su calidad
en todo el mundo generan riesgos para la salud humana y los ecosistemas, al
tiempo que reducen la disponibilidad de los recursos de agua dulce para las
necesidades humanas y la capacidad de los ecosistemas relacionados con el
agua para proporcionar bienes y servicios, incluyendo la purificación natural del
agua. Impulsada por el crecimiento de la población y la urbanización, la
industrialización, la expansión e intensificación de la agricultura y los impactos
del cambio climático, la evidencia de la magnitud de la degradación de la
calidad del agua dulce está muy generalizada (ver prólogo). Lo más
preocupante es la contaminación de los ecosistemas de agua dulce y, en última
instancia, los ecosistemas costeros y marinos. Los principales tipos de
contaminantes incluyen productos químicos y nutrientes. El aumento de los
niveles de salinidad y el aumento de las temperaturas del agua y el aire también
pueden tener impactos significativos (PNUMA, 2016a). La pérdida global de
humedales de agua dulce, los cuales tienen una capacidad única para filtrar y
mejorar la calidad del agua, es motivo de particular preocupación; se estima
que entre el 64 y el 71% de la extensión de humedales se ha perdido desde
1900 (Davidson, 2014). La escorrentía agrícola es la principal fuente de carga
de nutrientes y otros contaminantes, como los pesticidas. La gestión
inadecuada de las aguas residuales municipales e industriales constituye otra
fuente importante de contaminación del agua (UNESCO, 2015a), especialmente
en los países de bajos ingresos, donde solo el 8% de este tipo de aguas
residuales se someten a tratamiento de cualquier tipo (Sato et al., 2013). La
degradación de la calidad del agua se traduce directamente en riesgos
ambientales, sociales y económicos, que afectan a la salud humana, limitan la
producción de alimentos, reducen la funcionalidad de los ecosistemas y
obstaculizan el crecimiento económico (UNESCO, 2015a). Por lo tanto, la
calidad del agua es fundamental para el concepto de desarrollo sostenible, que
se puso a la vanguardia de la acción a través de la Agenda 2030 para el
Desarrollo Sostenible y los ODS, y se aborda con más detalle en la Sección 3.5
a continuación. La disminución de la calidad del agua y el aumento de la
contaminación de la misma obstaculizarán la posibilidad de lograr muchos de
los ODS, así como otros acuerdos internacionales, como las Metas para la
Diversidad Biológica de Aichi.
BIBLIOGRAFÍA:
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Recibido: 8 de octubre de 2013.


Aprobado: 15 de marzo de 2014.

Susana Suárez Tamayo. Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y


Microbiología (INHEM). Calle Infanta No. 1158 e/ Clavel y Llinás. La Habana.

Correo electrónico: susana@inhem.sld.cu

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Autor: Jairo Escobar; Título: La contaminación de los ríos y sus efectos en las
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Summary of the UN World Water Development Report; Año de publicación:
2003 ciudad: Paris, France Sello del editor: © UNESCO/Mundi-Prensa Libros,
2003 para la edición española; 36 paginas Link:
https://www.un.org/esa/sustdev/sdissues/water/WWDR-spanish-129556s.pdf
INVESTIGACIÓN SOBRE LA CONTAMINACIÓN DEL AGUA- ASPECTO
INTERNO (NACIONAL)Atte: Andrea

BIBLIOGRAFÍA:
Informe de calidad de agua de los ríos de El Salvador. Año 2020.Ministerio de
Medio Ambiente y Recursos Naturales, El Salvador, Centroamérica. Fernando
Andrés López Larreynaga (Ministro). Elaboración Zulma Esperanza Mena,
Especialista en Calidad del Agua; Luis Amaya Grande, Técnico en Manejo de
Información de Calidad de Agua; Miriam Elena Salguero, Técnico en Calidad de
Agua; Yesenia Peñate, Técnico SIG. Edición y diseño Gerencia de
Comunicaciones del MARN (Primera edición enero 2021, págs., 11, 12, 13, 14,
15, 20, 21, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 35, 36, 37).
BIBLIOGRAFÍA:
Serie “Aprendamos a protegernos” El Agua contaminada. Editor de la serie:
Fundación Maquilishuatl. Asesor científico: Manuel A. Iturralde Vinent.
Contenido: Observatorio Ambiental del Ministerio de Medio Ambiente y
Recursos Naturales Supervisión: Unidad de Cultura Ambiental del Ministerio de
Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), en coordinación con el
Ministerio de Educación (MINED) Derechos Reservados 2011, San Salvador, El
Salvador. (Págs. 4 a la 16)

BIBLIOGRAFÍA:
Equipo de diseño y editorial 2Pix Studio | Comunicación Estratégica. Serie:
aprendamos sobre la gestión integrada del recurso hídrico, Ministerio de Medio
Ambiente y Recursos Naturales. Febrero 2014. (págs. 3 a la 13)
BIBLIOGRAFÍA:
Ley General de Aguas, Anteproyecto de Ley General de Aguas presentada a la
Asamblea Legislativa el 22 de marzo de 2012 a iniciativa del Presidente de la
República a través del Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales. (art.1
al art.10).
✔ Instituciones salvadoreñas que velan por el recurso hídrico

BIBLIOGRAFÍA:
✔ elsalvadormipais, "Instituciones que velan por el medio ambiente en El
Salvador", 2017, acceso el 13 de agosto de 2018,
https://www.elsalvadormipais.com/instituciones-que-velanpor-el-medio-
ambiente-✔en-el-salvador “Agua y Saneamiento”, Ministerio de Medio Ambiente
y Recursos Naturales, 2017, acceso el 11 de agosto de 2018,
http://www.marn.gob.sv/agua-y-saneamiento-ambiental/

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