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PLAN DE VIDA CRISTIANA PARA

EL QUE QUIERA SERVIR A DIOS


Y SANTIFICARSE

Normas generales y obligatorias.

1. No dejes pasar mucho tiempo sin encomendarte de alguna


manera a Dios
2. No dejes la Misa en días de precepto aunque para ello tengas que
hacer algún sacrificio.
3. Cumple con la Confesión y Comunión Pascual
4. Evita todo pecado mortal

Obras recomendables

1. Oye Misa, si puedes, todos los días


2. Recibe los Sacramentos cada ocho o quince días
3. Reza cada día el Rosario en familia
4. Lee con frecuencia algún libro devoto
5. Visita todos los días a Jesús Sacramentado

Para perfeccionarse más

1. Procura hacer cada día un poco de meditación


2. Mira de tener un confesor fijo y de que no te falte director
espiritual a quien manifestar tus adelantos o retrasos en la
vida del espíritu
3. Procura tener cada mes un día de retiro espiritual que te sirva
como de preparación para la muerte
4. Practica todos los años los Ejercicios Espirituales con grande
deseo de aprovecharte. Si los puedes hacer en completo
retiro, mucho mejor
5. Haz obras de caridad, como visitar a los enfermos, socorrer a los pobres, etc.
6. No olvides nunca la presencia de Dios.
ORACIONES DE LA MAÑANA

Procura levantarte cada día a una hora fija y temprano.


Así tendrás tiempo para todo.
Te levantarás con prontitud, fervor y modestia:
Hecha devotamente la señal de la Cruz y, después de
haberte vestido y arreglado (pues estarás en presencia de
Dios especialmente al ofrecer tu día), puedes rezar las
siguientes oraciones, y mejor si lo haces de rodillas,
delante de alguna imagen.
Por la mañana, al medio día y por la noche reza el
"Angelus" o el "Regina Caeli""
Rezar cada cierto tiempo alguna jaculatoria te
mantendrá en presencia de Dios y te evitará caer en
pecado.

Señor Dios Omnipotente, que nos has permitido llegar al


principio de este día, guardanos hoy con tu poder, para
que no caigamos en pecado, antes bien, todos nuestros
pensamientos, palabras y obras se dirijan a cumplir tu
Santa Ley.

Padre Nuestro, Ave María, Credo en Dios Padre.

Señor Dios del Cielo y de la tierra dígnate dirigir, santificar, guiar y gobernar en este día
nuestros corazones y nuestros cuerpos, nuestros sentidos, palabras y acciones según tu Ley
y por el camino de tus mandamientos, para que aquí y en la eternidad merezcamos, por tu
favor, ser salvados y libres. ¡Oh, Salvador del mundo!, que vives y reinas por los siglos de
los siglos. Amén.

Encomiéndate a la Santísima Virgen, diciendo:

¡Oh Virgen y Madre de Dios! Yo me entrego por hijo


tuyo, y en honor y gloria de tu pureza, te ofrezco mi
alma y cuerpo, mis potencias y sentidos y te suplico me
alcances la gracia de no cometer jamás pecado alguno.
Amén.

Madre aquí tienes a tu hijo. – Madre aquí tienes a tu


hijo. – Madre aquí tienes a tu hijo. En ti Madre mía
dulcísima e puesto toda mi confianza, jamás quedaré
confundido. Amén.

Ave María.
Angel de Dios que eres custodio mío; ya que la soberana Piedad a Ti me encomendó,
ilumíname, guíame, rígeme y gobiérname en este día. Amén.

ORACIONES DE LA NOCHE

Así como nuestro primer pensamiento del día debe ser para Dios, también debe serlo el
último. No se te pase nunca por alto la oración de la noche, antes de
acostarte.

Dios mío, Jesucristo: Te doy gracias por todos los beneficios que has
dispensado en este día. Te ofrezco mi sueño y todos los momentos de
esta noche y te pido me conserves en ella sin pecado. Por esto me
pongo dentro de tu santísimo Costado y bajo el manto de mi Madre,
la Virgen María. Asístanme y guárdenme en paz los santos Ángeles y
venga sobre mí tu Bendición.

Examina ahora brevemente tu conciencia, meditando sobre los


puntos siguientes:

Pensamientos:
¿Consentí voluntariamente en algún mal pensamiento…., en el deseo o complacencia de
alguna cosa impura?

Palabras:
¿Pronuncié malas palabras…, juramentos…, murmuraciones…, mentoras…,?
¿Tuve conversaciones deshonestas?

Obras:
¿Omisión de la Misa en días de precepto? ¿Desobediencias…, impaciencias…,m
hurtos…,? ¿Malas miradas o acciones impuras…? ¿Excesos en comidas o bebidas…,
juegos y diversiones…? ¿Cómo he cumplido mis deberes?

Pide perdón a Dios de todo corazón y di con dolor:

Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y


Redentor mío; por ser Tú quien eres, Bondad infinita, y porque te
amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón de heberte
ofendido; también me pesa porque puedes castigarme con las penas
del infierno.

Ayudado de tu Divina Gracia, propongo firmemente nunca más


pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Padre Nuestro, Ave María, Credo.

Angel de Dios, ángel de Dios: ya que la soberana Piedad a Ti


me encomendó, ilumíname, rígeme, guardame y gobiérname en
esta noche. Amén.

Visita, Señor, esta habitación y ahuyenta de ella todas las


asechanzas del enemigo. Estén aquí tus santos Ángeles, que nos
guarden en paz, y Tú danos tu Santa Bendición, por los méritos
de Cristo Nuestro Señor. Amén.

EL ANGELUS
V. El Ángel del Señor
lo anunció a María.
R. Y concibió por obra
del Espíritu Santo.

Dios te salve, María…


Santa María…

V. He aquí la esclava
del Señor.
R. Hágase en mí según
tu palabra.

Dios te salve, María…


(10 años de Indulgencias por cada vez Santa María…
que se rece e Indulgencia Plenaria
al mes)
V. El Verbo se hizo carne.
Se reza las 6 a. m, 12 m y 6 p. m. R. Y vivió entre nosotros.

Dios te salve, María…


Santa María…
ORACIÓN:
Infundid, Señor, vuestra gracia en nuestras almas, para V. Rogad por nosotros,
que, pues hemos creído la Encarnación de vuestro Hijo Santa Madre de Dios.
y Señor nuestro Jesucristo anunciada por el Ángel, por R. Para que seamos dignos
los merecimientos de su Pasión y Muerte, alcancemos la de alcanzar las
gloria de la Resurrección. Amén promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.
.

Regina Coeli
V. Alégrate, Reina del cielo. Aleluya.

R. Porque el que mereciste llevar en tu seno. Aleluya.

V. Ha resucitado, según predijo. Aleluya.

R. Ruega por nosotros a Dios. Aleluya.

V. Gózate y alégrate, Virgen María. Aleluya.

R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente. Aleluya.

V. Oremos: Oh Dios que por la Resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la
alegría al mundo, concédenos por su Madre, la Virgen María, alcanzar el gozo de la vida eterna. Por el mismo
Jesucristo Nuestro Señor.

R. Amén.

Regina Coeli
Se reza en lugar del Angelus en el Tiempo Pascual desde la Vigila Pascual hasta el medio día del sábado de
Pentecostés.

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