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SUFRIMIENTO FETAL

El sufrimiento fetal hace referencia a los signos que se presentan antes y durante el
parto, que indican que el feto no está bien. El sufrimiento fetal es una complicación
infrecuente del parto. Se produce, por lo general, cuando el feto no ha recibido
suficiente oxígeno.

Aunque es más común escuchar o saber de ésta complicación durante el parto, tal y
como lo hemos mencionado, también es posible que éste se presente desde el
embarazo.

Se distinguen dos tipos de Sufrimiento Fetal:


1. sufrimiento fetal crónico (SFC) que afecta al feto durante su gestación.
2. sufrimiento fetal agudo o intraparto (SFA), que aparece como un accidente
durante el periodo de dilatación o de expulsión.

Causas de sufrimiento fetal :

MATERNAS FETALES

Enfermedad cardíaca Malformaciones

Enfermedad respiratoria Hidrops

Diabetes Mellitus Sepsis

Trastornos hipertensivos Anemia (aguda y crónica)

Trauma Daño Neurológico

Abuso de sustancias

Hipercontractilidad uterina

PLACENTARIAS CORDÓN

Abruptio Compresión

Infección Hematoma/trombosis

Infartos Prolapso
Las medidas clásicas que se deberán aplicar en el tratamiento del sufrimiento fetal,
se exponen a continuación y persiguen una doble finalidad:

● aliviar el estrés que se ejerce sobre el feto, y


● establecer la circulación sanguínea intervellosa y cordal, mejorando así
la oxigenación fetal.

Las medidas que incrementarán de una forma indirecta la oxigenación fetal


son las siguientes:

● Corregir la hipotensión materna.


● Posicionar a la gestante sobre su costado
● Administrar fluidos rápidamente a la paciente
● Aumentar el volumen sanguíneo circulatorio efectivo en la
circulación materno placentaria.
● Administrar fluidos intravenosos rápidamente a la madre
● Corregir cualquier estado circulatorio anormal en la madre (falla
cardiaca, shock, etc.)
● Administrar terapia hipóxica.
● Acortar el trabajo de parto
SINDROME DISTRES RESPIRATORIO

El Síndrome Distrés Respiratorio neonatal ocurre en bebés cuyos pulmones no se


han desarrollado todavía totalmente.

La enfermedad es causada principalmente por la falta de una sustancia resbaladiza


y protectora, llamada surfactante. Esta sustancia ayuda a los pulmones a inflarse
con aire e impide que los alvéolos colapsen. Esta sustancia normalmente aparece
en pulmones completamente desarrollados.

El Sindrome Distres Respiratorio neonatal también puede ser el resultado de


problemas genéticos con el desarrollo pulmonar. La mayoría de los casos de SDR
se observa en bebés nacidos antes de 37 a 39 semanas.

Cuanto menos desarrollados estén los pulmones, mayor será la probabilidad de


presentar el síndrome de dificultad respiratoria neonatal después de nacer. El
problema es infrecuente en bebés nacidos a término (después de 39 semanas).

Las características o síntomas pueden incluir:

● Color azulado de la piel y membranas mucosas (cianosis)


● Detención breve de la respiración (apnea)
● Disminución del gasto urinario
● Aleteo nasal
● Respiración rápida
● Respiración poco profunda
● Dificultad para respirar y sonidos roncos mientras respira
● Movimiento respiratorio inusual (como la retracción de los músculos del tórax
con la respiración)

En aquellos casos de neonatos a término con respiración espontánea y distrés


respiratorio se propone el uso de presión positiva continua en la vía aérea.
La secuencia del manejo será la siguiente:

● Incrementar la temperatura de la sala de partos entre 25 y 26 ◦C.


● Precalentar la cuna radiante: Tª del bebé aconsejable debe de estar
entre 5-37.5
● Se utilizará la CPAP si el bebé está respirando espontáneamente, tiene
una frecuencia cardiaca >100 latidos por minuto, pero tiene dificultad
respiratoria, está cianótico o tienen una baja saturación de oxígeno.
● Durante la reanimación con la CPAP es necesario conocer que habrá
que ajustar la presión positiva al final de la espiración (PEEP)
regulándola mediante la válvula de control de flujo o utilizando una
válvula de presión positiva al final de la espiración (PEEP) localizada en
la pieza en T. Generalmente se aplicará una presión de 4 a 6 cmH2O.
● Es de gran importancia usar un pulsioxímetro preductal durante el inicio
de la reanimación y mezclador de oxígeno para permitir variaciones en
la cantidad de fracción inspirada de oxígeno (FiO2).
● En caso de que la concentración del 21% sea inadecuada se irá
incrementando la FiO2 hasta conseguir una saturación >90 %. Durante
la reanimación neonatal se usará la menor concentración de oxígeno
que sea suficiente para mantener una frecuencia cardiaca mayor de
100 latidos por minuto.
● Si a pesar de las medidas básicas de reanimación (recolocar al bebé,
calentar, aspirar secreciones si precisa, ventilar…) persiste la apnea, el
bebé realiza poco esfuerzo respiratorio o la frecuencia cardiaca es
inferior a 100 latidos por minuto se recomienda valorar intubación
endotraqueal.

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