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MUNICIPIO
Catedral de San Juan Bautista en Ciudad Altamirano.
Ajuchitlán del
003 Ajuchitlán del Progreso
Progreso
Zarándalo de los
073 Zarándalo
Chávez
Por población [ ]Las siguientes ciudades que se enlistan son las más
pobladas de la Tierra Caliente de Guerrero. De igual forma son las únicas en toda
la región que sobrepasan los 5000 habitantes alcanzando la categoría de ciudad,
según el Censo 2020 del INEGI2
Municipio Población
Pungarabato 38 482
TORTOLITA
Ajuchitlán del
37 655
Progreso
Tortolita de dónde viene
tortolita de dónde vienes ?
Arcelia 33 267 Despavorida y mortal
despavorida y mortal
tortolita de dónde vienes
San Miguel Totolapan 24 139 Señora Del Campo Vengo
Señora Del Campo Vengo
De Cuidad El Gavilán
Tlapehuala 22 209 De Cuidad El Gavilán
chole cholita la vida mía
vamos a misa a la cofradía
Cutzamala de Pinzón 20 537 yo quisiera que juntaras tu boquita con la mía
para que así me besara boquita de avendría.
Zarándalo 18 031
(tan tan)que tocan la puerta
(tan tan)y la voy a abrir
(tan tan) yo ya estoy alerta vida déjame dormir
si la tórtola quisiera
si la tórtola quisiera
hacer un trato conmigo
hacer un trato conmigo
si la tórtola quisiera
Que Ella Fuera Mi Mujer
Que Ella Fuera Mi Mujer
Y Yo Fuera Su Marido
Y Yo Fuera Su Marido
chole cholita la vida mía
vamos a misa a la cofradía
yo quisiera que juntaras tu boquita con la mía
para que así me besara boquita de avendría
(tan tan)que tocan la puerta
(tan tan)y la voy a abrir
(tan tan)yo ya estoy alerta vida déjame dormir
(Y zapateele Heutiquio)
La raza de Altamirano,
Santa Teresa y Coyuca
con gusto te dan la mano
los de Lerena y de Tacuba
por tradición veneramos
a la virgen de San Lucas
CORRIDO DE ELENA
Miren lo que pasó
a la señorita Elena,
quiso escribir en latín
teniendo una letra buena.
Al silencio de la noche
Elena le dijo así:
-Don Fernando de la Francia,
¿por qué no habla usted de mí?
TRADICIONES
EL DÍA DE LA CUELGA DE LA VIRGEN
· Huarache calentano; calzado de cuero de vaca donde la parte frontal tiene una
forma de letra x y en la parte de atrás una correa que sirve para ajustar el
huarache al tobillo, suela de llanta la cual es sumamente resistente y cómoda al
caminar.(ver figura 5).
Aporreado huaco
Güilota en chile y ajo, con tortilla hecha a
mano
Pozole Blanco
Iguana entera al horno al mojo de
ajo
Pozole verde y su
mezcal
frijoles puercos
Chípil
Pancita de chivo y su
machito
Flora: compuesta
por mezquites, cueramo, pino, encino, cedro, cedro
rojo, huizache, cutaz, cahuina, cuirindal, cacanicua, parota, te
peguaje, ceiba, tepemesquite, palma, cascalote (se vende
para la cerveza) y en su mayoría una gran variedad
de cactus.
En los años 60 del Siglo XX formó un grupo de niños para integrar la referida
danza, la señora Heliodoro Adame, tía Lolita, llamada cariñosamente por todos los
que la trataron, dedicó muchos años al cuidado de la iglesia de San Mateo;
cuando no existía párroco ella se encargaba de formar las mayordomías para los
festejos del 21 de septiembre y la danza de Los Santiago con jornaleros y
campesinos; asimismo los hijos de éstos formaron la nueva danza de los llamados
diablitos, que perduró mientras la señora vivió. De ahí que las danzas sean el
alma de muchas comunidades que tratan de divertirse de alguna manera.
Gachupines.
Los gachupines son adoptados por nuestra gente mestiza que desea ridiculizar a
aquellos que se han introducido en todos los cambios de su vida cotidiana. Los
representan vistiendo saco y pantalón de casimir negro, gorra o cachucha a la
usanza española; se colocan una máscara con los rasgos de la raza blanca; la
mayoría lleva un cigarro prendido en la boca y en la mano un paliacate para poder
espantar los mosquitos existentes en estas tierras cálidas del sur (actualmente ya
se ha establecido como un adorno especial de la danza, que además les sirve
para dar giros con sus manos, cambiando el pañuelo de gran colorido al ritmo del
suave violín que los acompaña durante el desarrollo de evoluciones contrastadas).
Junto a ellos, el huesquixtle (el chistoso), que juega con la multitud observadora y
distrae a los chiquillos que boquiabiertos gozan de las danzas de su pueblo que se
representan de tiempo en tiempo.
Durante la evolución ante la roja granada cada uno toma la punta del listón de
color que le corresponde para ir cruzando entre los demás, al mismo tiempo que
van trenzando el palo que la sostiene; finalizan al son del violín, que llora en el
rasgueo y tallar de sus cuerdas. ¡La conquista se ha dado!
Los Manueles.
Los bastones de mano de cada danzante son figuras de víboras que les sirven
para sostener algunos giros propios de la danza. De colores vistosos, medias y
calzones con encajes y bolillos almidonados. Es la dualidad: México y España
unidos por necesidades propias de supervivencia. Se muestra el coraje y la
inconformidad de ser humillado y explotado. La sonaja que llevan en la mano
contrasta con el baile, al son de un tamborcillo y las suaves notas de un violín.
Sones y gustos
La tradición musical calentana tiene un origen relativamente reciente. El son surgió a
partir del modelo llamado “Sonecito de la Tierra” que a su vez es derivación de las
cancioncillas españolas salpicadas de sabor local mexicano, que llegaron desde fines
del siglo XVII a la Nueva España con las caravanas de artistas que se generalizó a
finales del siglo XVIII. Aún los villancicos del siglo XVI y XVII contribuyeron, junto con
esos “sonecitos de la Tierra”, a formar el género festivo y profano que se
denomina “Son”. En la región de Tierra Caliente el Son tomó carta de
naturalización, asumiendo nuevas características locales que hasta la fecha conserva.
Por su parte, el gusto parece derivarse de los agraves antiguos
llamados “gitanos”, “gatunos” y “pan de jarabe”, que las autoridades eclesiásticas,
como la adquisición y civiles prohibieron porque consideraban licenciosos, lascivos y
obscenos los movimientos que ejecutaban los participantes.
En realidad el jarabe y el son se encuentran muy emparentados, ya que ambos se
nutrieron de los “sonecitos de la tierra”, llamados también “sonecitos regionales
mexicanos” diferenciándose solamente en que en general, los jarabes son más
lentos que los sones. Estos van de lento a lo presto, los jarabes en cambio, varían
según el aire, de lento a allegro. Es así como el gusto calentano es de melodía más
lenta siempre cantando con coplas líricas y pintorescas en tanto el son de la Tierra
Caliente es más rápido y a veces no tiene letra.
Se sabe que en Tlapehuala, a fines de siglo pasado hubo un vicario chileno –el
padre Guadalupe- quien era un magnifico violinista. Él inició aquí la afición por este
instrumento y formó a varios discípulos. Por ello y porque aquí se formaron los
primeros compositores, podemos decir que Tlapehuala es la cuna de los sones y
gustos de Tierra Caliente. Entre características que comparten el son y el gusto
podemos citar los siguientes:
1. En ambos casos se trata de música profana, alegre y típicamente mestiza, ya que
jamás interviene en ceremonias religiosas y no se han encontrado en ellos ninguno de
los rasgos de la música indígena.
2. Son dos géneros musicales estrechamente ligados al baile social por parejas y
expresa siempre, el coqueteo entre varón y mujer. Salvo algunas figuras
coreográficas, el baile es suelto, es decir, las parejas no se tocan.
3. Ambos combinan, salvo algunas excepciones, partes puramente instrumentales con
partes cantadas. Comienza siempre una introducción instrumental a la que se sigue
una copla, luego va un interludio instrumental sucedido de otra copla, y así
sucesivamente se alternan interludios y coplas, las partes instrumentales se zapatean
vigorosamente mientras que las partes cantadas, acompañadas discretamente por los
instrumentos, sirven a los bailadores para realzar paseos o descansos con pasos
menos monótonos que permiten a todos los presentes entender la letra. El ritmo es
3/4, para los gustos y 6/8 para los sones.
4. La poesía cantada (versos) estas invariablemente compuestas de coplas, es decir,
breves poemas que encierran una idea completa, no requiriendo su ilación con otras
coplas. La copla tiene generalmente de siete a diez versos de distinta medida y, en el
centro son típicas las cadencias descendientes al terminar las coplas. El contenido de
las coplas es en su mayoría amoroso y con frecuencia lleno de picardía, ya que
abundan en doble sentido.
5. En ambos géneros, debido a que están coordinadas la parte musical y la parte
coreográfica, con frecuencia los versos de las coplas –ya sea solo uno, dos o todos-
se repiten en el canto. Con estas repeticiones de los versos se logra dar uniformidad a
la estructura musical que sirve de apoyo a los bailadores, aun cuando en sí mismas
las coplas cantadas varíen el número de versos.
6. En los dos géneros es muy importante la intervención de gritos, interjecciones y
exclamaciones por parte de los músicos y los bailadores cuando quieren animarse a
sí mismos. Estos elementos no pertenecen específicamente ni a la música ni a la
letra, pero su presencia es imprescindible para darle a la región su sabor muy
particular. Aquí se acostumbra gritar: ¡voy polla!, ¡ájala!, ¡aunque se rompan las
cuerdas!, ¡ajúmala!, ¡ahíja!, ¡esto somos tierra caliente!, “rúa”, ¡upa!, entre otros.
Las características exclusivas de sones son, como ya vimos, su mayor velocidad y la
ausencia de letra en algunas ocasiones. El zapateado del son es de gran dificultad, ya
que incluye numerosos redobles que se ejecutan con mucha rapidez (redoblados y
banqueados). Cabe destacar que únicamente en dos sones se hace referencia a la
fauna.
El hombre usa calzón amplio de manta, sin bolsas, que se sujeta a la cintura con dos
cintas de la misma teta. El cotón es cerrado y suelto, con manga larga de puño, sin
cuello y sin bolsas. Un rasgo de característico de la indumentaria del calentano es una
bolsa redondeada llamada “guicho”, confeccionada con fieltro negro o verde oscuro
que por medio de dos cintas del mismo material se ata alrededor de la cintura,
quedando dispuesto al frente del calzón la mayor parte de las veces y que se utiliza
para guardar dinero y otros objetos pequeños.
Al hombro se coloca, doblado longitudinalmente, un gabán de lana con diseño a base
de rayas de colores negros, café y marfil, llamado “cuixin” (lagartija rayada). Alrededor
del cuello se amarra un paliacate colorado y en la cabeza un sombrero de Tlapehuala.
Calza huarache calentano de varias correas.
La mujer viste con una falda amplia de colores llamativos hecha de popelina con
diseño floreado o de brocado de satín o tafeta, con un holán al vuelo en la parte
inferior. Esta falda llega hasta media pierna o hasta el piso. La blusa, generalmente
blanca, abierta por el frente y otras veces abotonadas por la parte de atrás, de manga
larga o tres cuartos, cuello alto y con un faldón unido al talle. Tanto la falda como la
blusa van adornadas con encaje o punta de la llamada bolillo y cintas de colores. El
pelo generalmente largo, es recogido en un chongo que se adorna con listones
blancos o de color contrastante con el de la falda, la mujer complementa su atuendo
con aretes, anillos, collares y pulseras de oro, producto de la orfebrería local o
tradicional; así como un rebozo de color oscuro (gris, negro o añil). Calza huarache
calentano similar al del hombre o zapato de tacón alto