Análisis “Lo que no tiene nombre”

“Lo que no tiene nombre”, una desgarradora y conmovedora obra en la que la autora Piedad
Bonnett escribe sobre la trágica muerte de su hijo Daniel, contando cada detalle de su dolor
hacia este suceso. Este libro profundiza las acciones que había tenido que vivir su hijo a lo
largo de su vida, haciéndole un homenaje con el objetivo de querer dejar la imagen de su
hijo en memoria del lector. Además en cada página del libro se puede encontrar que cada
anécdota y pensamiento va mucho más allá, expresando la autenticidad de sus
sentimientos en torno a lo que pasó, y cómo se puede reflejar dentro de un texto. Un claro
ejemplo acerca de lo anterior, es esta frase dicha por ella misma: “porque aunque envidio a
los que pueden hacer literatura con dramas ajenos, yo solo puedo alimentarme de mis
propias entrañas” (página 124).

Daniel murió por su propio voluntad, debido a que el mismo se tiró desde el piso más alto de
un edificio en Nueva York, la ciudad en donde estaba estudiando su más grande pasión, el
arte, básicamente en muchos sentidos, pero a lo largo de la lectura se puede deducir que su
vocación era pintar. Por otro lado esta obra habla sobre cómo este trastorno mental, en este
caso la esquizofrenia que invade de una forma tan masiva a su hijo, de manera que le cerró
la puerta de las ganas de vivir. También relata sus anécdotas desde cuando a Daniel le
comenzó esta enfermedad y lo difícil que es vivir con esto, no solamente para su hijo sino
también lo que ella siente en su papel como madre. Como claramente se puede ver en este
ejemplo “quisiera hundir mi cara en esas ropas, llorar a gritos, pero me quedo quieta, en
silencio, sintiendo palpitaciones en la boca del estómago”(página 31).

Durante la lectura del libro todos los sucesos son narrados en primera persona por lo que la
autora escribe su experiencia personal acerca de unos hechos reales que sucedieron en su
vida.“Lo único que veo es la naturaleza en su profunda indiferencia. Su orden sin propósito
y su belleza sin objetivo” (página 27). Como lo expresa esta frase, en la obra podemos ver
que la trama principal es la decepción de una madre hacia su hijo el cual se suicida. Debido
que nos lleva a pensar algo primordial en esta fase de nuestras vida, todo dependiendo
desde qué punto de vista lo veamos. “Le digo que tiene talento, que es intelectualmente
brillante, que es introvertido, que se ve deprimido, que tiene rasgos paranoicos” (página 64).

Asimismo la lectura nos lleva a través de un viaje describiendo y dándonos a conocer a

Daniel de una manera increíble, desde su apariencia física hasta lo más profundo de sus
sentimientos. Todo este problema que hay en el libro, comienza con el inicio de una
enfermedad causada por el simple hecho de que Daniel comienza a tomar un medicamento
para el acné, el cual nunca se les advirtió que iba a tener contraindicaciones, llevándolo al
extremo de esta terrible enfermedad la cual lo condujo hacia su muerte.

Este texto se conforma por 4 extensos capítulos, escritos en retrospectiva generando una
línea temporal entre el pasado y el presente. En cuanto al título de este libro “Lo que no
tiene nombre”, se podría decir que es un título que se relaciona directamente con la obra, ya
que para Piedad Bonnett (la madre del personaje principal y la autora de libro), no hay
forma de llamar lo que le pasó a su hijo, como se puede evidenciar en este frase “el
lenguaje nos remite a una realidad que la mente no puede comprender” (página 18).
Básicamente quiere decir que se le hace más fácil escribir sus verdaderos sentimientos,
que hablar de este tema . Daniel se suicida el 14 de mayo del 2011 y en efecto 2 años
después, ella publicó este libro, en el año 2013.“Cómo iba a morirse el que adoraba Nueva
York, y el parque con el sol, los conciertos y las mujeres bonitas” (página 28). Esta es la
perspectiva en la que su madre veía uno de los lugares que son mencionados en la lectura,
que son básicamente, Nueva York donde sucedió la tragedia, y en Colombia más
específicamente en la ciudad de Bogotá, donde Daniel vive su infancia. A lo largo de la
lectura prácticamente solo se habla de Daniel, sin embargo se mencionan personajes de su
familia, entre estos, Rafael, el esposo de autora del libro, Renata y Camila sus hermanas,
las cuales mayormente hacen presencia cuando se cuentan las anécdotas y recuerdos
familiares.Y por último una señora llamada Pamela, quien fue la que se encargó de entregar
todas las pertenencias de Daniel. Además se pueden encontrar personajes como los
doctores y amigos, pero sin ser nombrados.

En esta lectura no se pueden encontrar relaciones con la realidad política ni económica ya

que el tema principal no tiene ningún acercamiento hacia estos aspectos. Sin embargo, los
sucesos que describe este libro encuentran su relación a nivel social con el país, que en
este caso es USA, en el momento en que un joven desea ser aceptado por una sociedad
altamente competitiva y en un medio difícil como es el gremio de artistas. Literalmente la
sensación de Daniel ante el medio en el que transcurría su vida se puede describir en otras
palabras: “somos como moscas en las manos de los dioses”(página 63). Que significa la
indiferencia de un participante en el difícil mundo de los artistas en donde pocos triunfan.

Para finalizar, en mi opinión, este libro fue una forma de desahogo para Piedad Bonett
frente al caso de su hijo, expresando su dolor en cada página del libro ya fuera mediante
anécdotas o sucesos. También pienso que este libro se podría tomar como una despedida
en busca de respuestas, como claramente se puede ver en esta frase: “nos creamos ideas y
mitos para poder esconder esa idea desoladora, una pregunta sin respuesta, el hecho de
que no tengamos un propósito en la vida”(página 54). Fuera de esto también creo que la
autora trata de generar algún tipo de consciencia en en la sociedad, ya que ella siempre
describe que mientras llevaba a su hijo a consultas psiquiátricas o médicas, nunca tuvo la
atención que esperaba, en especial por la enfermedad que sufría su hijo ya que cada
persona tiene un caso diferente, “porque no hay enfermedades sino pacientes”(pagina 47).

Por otro lado pienso que este libro es ciertamente monótono, no obstante cabe decir que
me demostró lo lejos que puede llegar la literatura, por cual a lo largo de la lectura se puede
identificar la finura del lenguaje que es utilizado con respecto a una cantidad de aspectos
hablando de tan solo un tema debido a que “el lenguaje nos remite a una realidad que la
mente no puede comprender”(página 18). Este libro lo podría recomendar, pero solo a
ciertas personas, personas que sufren de un gran dolor, en cuanto a que emite una
experiencia personal con la cual el lector se podría sentir identificado, ya que en estos
casos “no decimos nada, no hacemos nada, a pesar de que un turbión de emociones nos
agita por dentro”(página 16).