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Es conveniente diferenciar la salud sexual, enfocada a la salud en las relaciones sexuales y la

salud reproductiva enfocada a la reproducción sexual y a la procreación.

A pesar de las grandes diferencias existentes en la región en cuanto a la y acciones referentes a


esta temática, deben resaltarse las iniciativas realizadas hasta la fecha. En algunos países se han
llegado a implementar servicios y programas a nivel gubernamental. No obstante, este tema aún
genera conflictos por los tabúes y mitos existentes, tales como que brindar educación y atención
en esta área generará libertinaje y no libertad; que aumentarán las relaciones coitales no
protegidas y la precocidad sexual. Este fenómeno puede ocasionar que este tipo de programas
pierdan continuidad y respaldo político.

En este sentido, se aprecia la necesidad de crear espacios de discusión sobre este tema, siendo
esto una cuestión clave para el diseño de políticas de juventud.

Asimismo, existe consenso en resaltar el deber de respetar la sexualidad del ser humano y la
libertad en sus opciones y decisiones. La salud sexual y la salud reproductiva (que involucra
aspectos de carácter biológico, psicológico, sociológico y cultural), por tanto, debe basarse en
tres principios: individualización (tomar en consideración las diferencias individuales); respeto a
la dignidad humana (valores personales y de grupo); libre determinación (frente a las alternativas
existentes es la persona quien decide en última instancia

La sexualidad y la reproducción están íntimamente ligadas a la calidad de vida, tanto en


el ámbito de lo individual como de lo social. La salud sexual y reproductiva (SSR) se
refiere a un estado general de bienestar físico, mental y social, y no a la ausencia de
enfermedades o dolencias en todos los aspectos relacionados con la sexualidad y la
reproducción, y entraña la posibilidad de ejercer los derechos sexuales y reproductivos
(DSR). Un buen estado de SSR implica la capacidad de disfrutar de una vida sexual
satisfactoria y sin riesgos, la posibilidad de ejercer el derecho a procrear o no, la
libertad para decidir el número de hijos, el derecho a obtener información que posibilite
la toma de decisiones libres e informadas y sin sufrir discriminación, coerción ni
violencia, el acceso y la posibilidad de elección de métodos de regulación de la
fecundidad seguros, eficaces, aceptables y asequibles, la eliminación de la violencia
doméstica y sexual que afecta la integridad y la salud, así como el derecho a recibir
servicios adecuados de atención a la salud que permitan embarazos y partos sin
riesgos, y el acceso a servicios y programas de calidad para la promoción, detección,
prevención y atención de todos los eventos relacionados con la sexualidad y la
reproducción, independientemente del sexo, edad, etnia, clase, orientación sexual o
estado civil de la persona, y teniendo en cuenta sus necesidades específicas de acuerdo
con su ciclo vital.
De acuerdo con esta definición, la salud sexual y reproductiva implica los siguientes
elementos esenciales:

 Un estado general de bienestar, más allá de la ausencia de enfermedad


 Es un derecho Humano fundamental
 La posibilidad de gozar de una sexualidad libre, satisfactoria y sin riesgos
 El derecho y las condiciones necesarias para tomar decisiones libres e
informadas sobre todos los aspectos relacionados con la sexualidad y la
reproducción
 El acceso a los servicios de calidad
 El derecho a no sufrir discriminación de ningún tipo en el ejercicio de la
sexualidad y la reproducción, incluyendo el derecho a no sufrir violencia
doméstica ni sexual

La sexualidad y la reproducción van mucho más allá del campo de las relaciones
sexuales genitales y de la maternidad. La sexualidad y la reproducción atraviesan todos
los aspectos esenciales de la existencia humana, desde la identidad individual y las
relaciones interpersonales, hasta el proyecto de vida, Salud Sexual y Reproductiva las
opciones de desarrollo personal y familiar, el ejercicio de los derechos y deberes y la
participación en la vida social. Cuando existen las condiciones para el ejercicio de una
sexualidad responsable y libre y para la toma de decisiones reproductivas autónomas,
existen condiciones para una vida digna.

Por eso se dice que el respeto por los derechos sexuales y reproductivos esta
directamente ligado con la construcción de ciudadanía.

Como puede observarse sólo ampliando la mirada de lo que significa la sexualidad


humana, podremos superar los tabúes y restricciones que culturalmente se han tenido
frente al tema; sólo así, podremos mejorar nuestras prácticas y vivir de una manera
digna y sin violencia.

En el sector de la salud, la salud sexual y reproductiva se ha tratado mediante las


políticas nacionales y departamentales que hacen énfasis en los siguientes aspectos:

La maternidad segura: se pretende reducir la tasa nacional de mortalidad materna


evitable; mejorar la cobertura y calidad de la atención institucional de la gestación,
parto y puerperio y sus complicaciones, y fortalecer las acciones de vigilancia,
prevención y atención de la mortalidad materna y peri natal.
Planificación familiar: incrementar el uso correcto de métodos anticonceptivos en la
población en edad fértil, con especial énfasis en la población masculina, y reducir la
demanda insatisfecha de planificación familiar en la población de mujeres unidas.

Salud sexual y reproductiva en la población adolescente: reducir el embarazo en


adolescentes, ya que la fecundidad en adolescentes ha incrementado notablemente en
los últimos años. Problema grave, teniendo en cuenta todas las implicaciones que se
derivan de esta situación.

Cáncer de cuello uterino: alcanzar coberturas de detección temprana con citología


cervico vaginal (CCV) en el 90% de la población objeto, y simultáneamente trabajar en
la disminución de la mortalidad por esta causa promoviendo los factores protectores y
fomentando la prevención de factores de riesgo, el mejoramiento de la calidad de la
CCV y el tratamiento adecuado de los casos.

Prevención y atención de las ITS, VIH/SIDA: mantener la prevalencia general por


debajo del 0.5%; reducir en los recién nacidos la incidencia de sífilis congénita a menos
de 0.5 por cada 1.000 nacidos vivos, y eliminar la hepatitis B en los recién nacidos.

Violencia doméstica y sexual: incrementar en un 20% la detección y atención de la


violencia intrafamiliar y sexual en mujeres y menores.

Ahora bien, en diversos estudiosse recomienda para que las políticas públicas y los
programas de salud sexual y reproductiva sean realmente eficaces, se hace necesario
profundizar e investigar acerca del hecho de la reproducción, de la manera como las
personas representan su sexualidad, el contexto en el que viven, los valores y creencias
culturales que comparten y guían su comportamiento; igualmente se recomienda
fomentar la capacidad crítica de los individuos y asegurar que respeten y hagan
respetar sus diferencias y derechos. Es así cómo una política pública será realmente
eficaz y participativa.

En el Municipio de Rionegro y especialmente en la actual administración cuyo lema es


Gobernar es Educar, se hacen esfuerzos para fomentar la autonomía de los individuos y
las acciones intersectoriales articuladas, de tal manera que las personas conozcan y
practiquen los derechos humanos y reproductivos para que así, puedan llevar una vida
digna adoptando estilos de vida saludables.
Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (CCMM), Plataforma 94, 95, 96; Conferencia
Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) 7.2, documentos que a su vez
incorporan la definición de salud de la Organización Mundial de la Salud, OMS.

PROFAMILIA. Salud Sexual y Reproductiva en Colombia. 2000.

Metas de Resultado Cuatrienio (2008-2011)

Realizar acciones de promoción de la salud sexual y reproductiva para disminuir la


morbilidad por enfermedades de transmisión sexual y disminuir el embarazo no
deseado en las adolescentes.

Estrategias de Intervención

*Promoción de la Salud y Calidad de vida


*Promoción de redes sociales de apoyo a la protección de la salud infantil, salud sexual
y reproductiva
*Desarrollo de programas de formación para la sexualidad, construcción de ciudadanía
y habilidades para la vida
*Promoción de campañas de asesoría y prueba voluntaria para VIH en población
general y gestante
*Fomento de examen de citologías en las mujeres en edad fértil
*Programa de formación para la sexualidad responsable en adolescentes

Acciones de prevención de los riesgos en salud

*Búsqueda activa de gestantes para captación en el primer trimestre de embarazo


*Identificación de poblaciones vulnerables y canalización hacía los servicios de
tamizaje, detección y tratamiento de los riesgos y daños en salud sexual y reproductiva
*Implementación del modelo de servicios amigables para atención en salud sexual y
reproductiva para los adolescentes
*Impulsar el desarrollo de la atención integral protocolizada en salud con enfoque de
riesgo biopsicosocial, sin barreras y con calidad, para control prenatal, atención del
parto y posparto, las emergencias obstétricas, e interrupción voluntaria del embarazo
*Impulsar el desarrollo del modelo de gestión programática en VIH/.
> El profesional de obstetricia debe de respondes y ser coherente a las necesidades de una sociedad y
un país que ingresa al tercer milenio, basado en un análisis detallado, científico técnico y desprejuiciado,
de las reales necesidades del país en el corto, mediano y largo plazo, con un enfoque de la atención
integral de salud donde se complementen las acciones de promoción, prevención de la salud a través de
acciones de mejoramiento de las condiciones y estilos de vida de la población, así como a las actividades
recuperativas y de rehabilitación a través de tecnologías adecuadas, promoviendo la humanización de la
atención y la calidad basada en la excelencia de los recursos humanos, reorientando los servicios,
cambiando la concepción de sistemas rígidamente conformados por la de redes flexibles y adaptables a
las necesidades de salud de la población, y desarrollando modernas formas de gerencia

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