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Origen del término

El término ciberespacio fue popularizado por la novela Neuromante de William Gibson


publicada en 1984, pero procede del relato del mismo autor Johnny Mnemonic (1981),
incluido en el volumen Quemando Cromo (Burning Chrome, 1986).

El 8 de febrero de 1996, en Davos (Suiza), John Perry Barlow escribió la


Declaración de independencia del ciberespacio en la que exhortaba a los gobiernos a
no ejercer soberanía sobre este, definido por él mismo como "El nuevo hogar de la
mente".

Aunque el ciberespacio no debe confundirse con Internet, ya que el primer concepto


es más amplio que el segundo, el término se refiere a menudo a los objetos e
identidades que existen dentro de la misma red informática mundial. Así que se
podría decir, metafóricamente, que una página web "se encuentra" en el
ciberespacio. Según esta interpretación, los acontecimientos que tienen lugar en la
Internet no están específicamente ocurriendo en los países donde los participantes
o los servidores se encuentran físicamente, sino en el ciberespacio: un área
intangible sin territorio fijo y donde cualquier persona puede acceder con un
ordenador desde su hogar, su lugar de trabajo o dispositivos móviles. Este parece
un punto de vista razonable, una vez que se extiende el uso de servicios
distribuidos (como Freenet), ya que por el momento la identidad y localización
física de los participantes resulta imposible (o muy difícil de determinar) debido
a la comunicación generalmente anónima o bajo un pseudónimo. Por ello, en el caso
de Internet, no se podrían o no se deberían aplicar las leyes de ningún país
determinado.

En la Cumbre de la OTAN [1] de 2016 en Varsovia, en medio de un debate de


extraordinaria intensidad, se reconoció el ciberespacio como un nuevo dominio de
las operaciones, al lado de los de tierra, mar, aire y espacio.6

Sujetos del ciberespacio:

Se considera sujeto de derecho a un centro de imputación ideal de deberes y


derechos.

Los únicos sujetos de derechos son las personas, lo cual no solo abarca a personas
físicas, sino también a personas de existencia ideal o personas jurídicas.

¿Quiénes son sujetos de ciberespacio?

Los usuarios que entran a él a conectarse, informarse, adquirir o entregar


conocimiento
Sujetos que ofrecen bienes o servicios
Personas físicas, jurídicas, públicas, privadas.
Se llevan a cabo actividades licitas e incluso ilícitas
Robots, con un sujeto responsable en caso que cause un daño
Ciberespacio como conciencia mundial
Independientemente de la acepción del concepto de ciberespacio, referido en la
ciencia ficción, el concepto también se ha instalado como un término referido al
ambiente de intercambio de información libre de saberes y técnicas, un espacio
público para el intercambio de información y conocimiento, de despliegue de una
inteligencia colectiva en red y de articulación de personas y máquinas vinculadas a
través de múltiples dispositivos en torno a la generación de información libre.
Wikipedia es, en este sentido, el proyecto paradigmático.

Esta idea de ciberespacio, se presenta como una entidad apropiada para ser
expresión de lo que se ha llamado la Singularidad tecnológica, que autores como
Raymond Kurzweil han teorizado a propósito del crecimiento hiperbólico del avance
de la tecnología y del desarrollo de la inteligencia artificial. Esta postura es
defendida por autores como Hugo Baronti, quien establece una tensión o contrapunto
entre la visión a corto plazo y en extremo mercantil del ciberespacio, ligada a una
mirada más pragmática sobre Internet (Web 2.0) y una visión más ligada a la
formación de una conciencia global híbrida artificial de escala planetaria,
basándose en diversos clásicos de la sociología como Marx, Durkheim, Herbert
Spencer, Gabriel Tarde, así como el teórico de la comunicación Marshall McLuhan,
estableciendo relaciones teóricas con ideas como las de Raymond Kurzweil o
proyectos como el de Principia Cybernetica. El Proyecto Conciencia Global vinculado
a la Universidad de Princeton y las teorías sobre la Noosfera, impulsadas por el
científico ruso Vladímir Vernadski con cruces teóricos planteados por el sacerdote
Pierre Teilhard de Chardin.

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