ENSAYO SOBRE LA PENA DE MUERTE

La aplicación de la pena de muerte es un tema polémico y complejo que genera corrientes de

opinión divididas. En varias regiones de América, Europa, África o Asia se ha abolido esta forma
de castigo que parte del Estado, sin embargo, aún prevale en países como Estados Unidos que
lo contemplan.

Respecto a la aseveración de que con la pena de muerte se disminuyen los delitos de

homicidios o asesinatos, no es cierta. En una investigación de la Academia Nacional de Ciencias
de EE.UU., liderada por John Heinz, profesor de política y estadística del Carnegie Mellon de la
Universidad de Pittsburgh (EEUU), donde se analizan diferentes casos en 36 años de estudio,
se concluye que “la investigación no puede responder la pregunta de si la pena de muerte es
eficaz para evitar otros crímenes". Luego añade: "Sabemos que esta conclusión puede ser
controvertida, pero lo cierto es que hasta ahora no se sabe si la pena de muerte reduce los
homicidios e, incluso, si quizás los aumente"

Otro aspecto importante a señalar es apoyarnos en la Declaración Universal de los Derechos

Humanos que postula que el hombre tiene derecho a la libertad y a la vida, cómo máximo
derecho y el cual no puede ser arrebatado argumentando que la solución ante los crímenes
sea esta.

Existen dos autores importantes que hablan del tema y manifiestan su postura de estar en
contra de la pena de muerte. El primero es el escritor francés Albert Camus, que en uno de sus
ensayos, Reflexiones sobre la guillotina, indica, entre varios puntos, lo siguiente: “la sociedad
misma no cree en el ejemplo del que habla porque no está probado que la pena de muerte
haya hecho retroceder a un solo asesino. Es un modelo repugnante cuyas consecuencias son
imprevisibles”.

Por otro lado, el filósofo Koestler, en su ensayo, Reflexiones sobre la horca, apunta que el
castigo entendido como venganza no tiene lugar en un sistema que considera al hombre como
perteneciente al universo natural, es decir, que el Estado castigue con la pena capital sin
analizar diferentes factores internos y externos que pasan por el universo personal del hombre
y que, paradójicamente, coexisten con la dinámica del estado.

En este sentido, nada nos garantiza que aplicando la pena de muerte se tenga una eficacia
preventiva en la comisión de futuros delitos. Además, tal acción va en contra del derecho
fundamental de todo ser humano, el derecho a la vida y a reinsertarse en la sociedad.