La pedagogía de John Dewey está considerada como la precursora de la corriente educativa

denominada nueva escuela. John Dewey nació en EEUU en el año 1859. Fue Pedagogo, filósofo
y psicólogo.

Él desarrollo una teoría pedagógica con un foco de atención puesto en los alumnos, y tuvo
como base la consideración de la escuela como un espacio de experiencias y de reflexión sobre
ellas.

También sistematizó su método experimental en una escuela que denominó experimental, y

éste ha sido un gran legado para el desarrollo de la pedagogía moderna.

La pedagogía de John Dewey:

Su pedagogía estaba en contra de una escuela tradicional que se basaba en una educación
unidireccional, siendo el maestro como único poseedor del saber y el alumno como un luz un
dócil receptor de conocimientos. En cambio John Dewey defendía la participación activa de los
alumnos en sus procesos de aprendizaje, a diferencia de una escuela abstracta, rutinaria y con
conocimientos delimitados en la asignatura.

Por lo tanto, la concepción de la educación para este pedagogo era la de un proceso

permanente que se sirve de la inteligencia como método De observación, de experimentación
y de razonamiento reflexivo. Él consideraba que todo lo que sucediera en la escuela debía
servir para mejorar la calidad de los alumnos, y así poder construir una sociedad cada vez más
democrática.

Aportes de la pedagogía de John Dewey a la escuela actual:

entre las principales aportaciones podemos remarcar la necesidad de un proceso de

enseñanza aprendizaje que se basa en la experiencia Así tenga la posibilidad de que los
alumnos aprendan de una forma relativamente autónoma y que su docente sirva como guía.

Otro gran aporte fue en el de insistir en la importancia que tiene hoy en día la transferencia y
aplicación a la vida de los conocimientos aprendidos en el ámbito formal de la escuela, Ya que
los conocimientos deben servir para respuesta a vivencias concretas y a problemas reales.

La mayor aportación de la pedagogía de John dewey a nuestro sistema educativo actual es

concebir a los alumnos como sujetos activos de sus propios aprendizajes y como sujetos
constructores de conocimientos, no cómo si eres receptores de saberes acabados.