Te despiertas en tu habitación con la boca hecha una mordedura
Quiero contarte alguna buena noticia esta mañana Alguna palabra cuyo aliento no se agote tan repentinamente Quiero que nunca le falte de comer a tu hambre Quiero ponerte un nombre poderoso Un nombre que le sepa a puñete en el hocico a quien no quiera pronunciarlo bien Un nombre que se deshaga maliciosamente en la boca de la funcionaria del registro civil Un nombre de infinitas letras Un nombre que les reviente el pulso a los que pusieron rejas a tu amor Un nombre que se le achore hasta la mismísima Muerte Un nombre que a la vida grite ¡Llamas a mí! Pero otra vez eres vulnerable ante la mirada inflexible de las constelaciones Como la cría del guepardo que ha perdido su color de hierba seca bajo el sol Buscas tu ropa que aún humea bajo la cama Te vistes a prisa pensando que tu desnudez es un error que se puede corregir La desnudez de aquel que ha descubierto sobre su almohada los delgadísimos cabellos de la locura Ayer vi tu corazón agitarse desesperado en tu pecho Como una mosca que se golpea furiosa contra el vidrio de una ventana