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Taller Agrario1
Taller Agrario1
TALLER N. 1
PRESENTADO A:
AURA TORRES
AUTORES:
UNIVERSIDAD DE NARIÑO
PROGRAMA DE DERECHO
JORNADA DE LA TARDE
TABLA DE CONTENIDO
CONTENIDO:
6. CONCLUSIONES
7. BIBLIOGRAFIA
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En el Apéndice I se incluyen las especies sobre las que se cierne el mayor grado de peligro
entre las especies de fauna y de flora incluidas en los Apéndices de la CITES (párrafo 1 del
Artículo II de la Convención). Estas especies están en peligro de extinción y la CITES
prohíbe el comercio internacional de especímenes de esas especies, salvo cuando la
importación se realiza con fines no comerciales (Artículo III), por ejemplo, para la
investigación científica. En estos casos excepcionales, puede realizarse la transacción
comercial siempre y cuando se autorice mediante la concesión de un permiso de
importación y un permiso de exportación (o certificado de reexportación). Además, en el
Artículo VII de la Convención se prevén excepciones y otras disposiciones al respecto.
especímenes objeto de comercio son semejantes a los de las especies incluidas por motivos
de conservación (párrafo 2 del Artículo II de la Convención). El comercio internacional de
especímenes de especies del Apéndice II puede autorizarse concediendo un permiso de
exportación o un certificado de reexportación. En el marco de la CITES no es preciso
contar con un permiso de importación para esas especies (pese a que en algunos países que
imponen medidas más estrictas que las exigidas por la CITES se necesita un permiso). Sólo
deben concederse los permisos o certificados si las autoridades competentes han
determinado que se han cumplido ciertas condiciones, en particular, que el comercio no
será perjudicial para la supervivencia de las mismas en el medio silvestre (Artículo IV de la
Convención).
En el Apéndice III figuran las especies incluidas a solicitud de una Parte que ya reglamenta
el comercio de dicha especie y necesita la cooperación de otros países para evitar la
explotación insostenible o ilegal de las mismas (párrafo 3 del Artículo II de la Convención).
Sólo se autoriza el comercio internacional de especímenes de estas especies previa
presentación de los permisos o certificados apropiados (Artículo V de la Convención).
INTERPRETACION DE ABREVIATURAS:
La abreviatura “spp.” se utiliza para denotar todas las especies de un taxón superior. Otras
referencias a los taxa superiores de la especie se indican únicamente a título de información
o de clasificación. Los nombres comunes que aparecen después de los nombres científicos
de las familias se incluyen a título de referencia. Su finalidad es indicar la especie dentro de
la familia de que se trate que está incluida en los Apéndices. En la mayoría de los casos no
se trata de todas las especies de la familia.
4. Las abreviaturas siguientes se utilizan para taxa de plantas por debajo del nivel de
especie: a) “ssp.” para denotar las subespecies; y
Realizando la previa lectura frente a este convenio, también llamado CITES, se pudo
encontrar varios aspectos que se desarrollarán a lo largo de este escrito:
● Ventajas:
● Desventajas:
1. Requiere de ratificación por parte de cada país para que pueda tener vigencia
en el territorio, y también permite que los países se retiren del convenio.
2. Los cánones de inclusión de una especie en el apéndice I del CITES, es
bastante riguroso, lo que deja en estado de indefensión y desprotección a
varias de las especies de flora y fauna en el mundo.
3. Aunque una de las intenciones del CITES es la protección de flora y fauna
en peligro, su directriz principal tiende a tener muy en cuenta el desarrollo
económico de los países miembro frente a la comercialización de las
especies, por ende, no considera a dichas especies como sujetos de derechos,
sino como objetos de especial protección, limitando así, una mayor
protección que las especies podrían tener al solo variar este aspecto.
Por ende se podría concluir que, si bien este convenio se ha constituido como un logro para
el derecho internacional, puesto que es un convenio que ha logrado unir a gran parte de la
comunidad internacional para garantizar la protección de las especies en peligro de
extinción y fomentar así en las nuevas generaciones la protección y vulnerabilidad de las
mismas, deja por fuera a muchas especies que por no encontrarse en los rangos
cuantificados de inminente peligro, quedan totalmente desprotegidas, es por lo tanto, de
suma importancia que para los tiempos futuros, más allá de considerar a estas especies
como objetos, se los comience a apreciar como verdaderos sujetos de derechos, ya que de
dicha manera se ampliará la protección que este convenio representa, no quedándose
únicamente en el ámbito del tráfico de las especies y las cifras de dinero ilícito que esto
pueda arrojar, sí no considerar a las especies como verdaderos seres sintientes y criaturas
diferentes al ser humano, pero que merecen un trato digno y uso adecuado en el ecosistema
que todos habitamos, dejando atrás las pre concepciones sobre una cadena alimenticia que
colocó al hombre como gobernante de la naturaleza, y pasar a la apreciación de una
naturaleza sintiente y viva, donde la relación con el ser humano, no es de mando si no de
complementariedad y subsistencia.
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Colombia es estado miembro desde el 31 de agosto de 1981, cuando ratificó el mismo. pero
entró en vigor desde el 28 de noviembre del mismo año, esto quedó aprobado mediante la
Ley 17/81, en la actualidad se encuentra vigente dentro de la normatividad interna del país
y desde 1981 ha sido fortalecida mediante la expedición de diferentes decretos.
El primero de ellos fue el decreto 1401 de 1997, el cual designó una autoridad
administrativa, la cual fue el ministerio de medio ambiente para cumplir funciones como
expedir los permisos especiales de los que habla la CITES para el uso de las especies y el
mantener una comunicación permanente con la secretaría de la convención de la CITES
para lo relacionado con inclusión o exclusión de especies.
También en 1997, se expidió el decreto 1420, el cual nombró autoridades científicas para
que cooperaran con el ministerio de medio ambiente para garantizar el cumplimiento de lo
establecido en la CITES.
En tercer lugar, la resolución 573 de 1997 establece los procedimientos para los permisos
de exportación e importación de especies.
En el nuevo milenio, normas como la resolución 383 de 2010, derogada por la resolución
192 de 2014, han servido para establecer un listado de las especies amenazadas en el
territorio colombiano.
1. El Apéndice I incluirá todas las especies en peligro de extinción que son o pueden
ser afectadas por el comercio. El comercio en especímenes de estas especies deberá
estar sujeto a una reglamentación particularmente estricta a fin de no poner en
peligro aún mayor su supervivencia y se autorizará solamente bajo circunstancias
excepcionales.
2. El Apéndice II incluirá:
3. El Apéndice III incluirá todas las especies que cualquiera de las Partes manifieste
que se hallan sometidas a reglamentación dentro de su jurisdicción con el objeto de
prevenir o restringir su explotación, y que necesitan la cooperación de otras Partes
en el control de su comercio.
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La resolución 350 de 2019, emitida el 25 de octubre de este año, autoriza en el mar Caribe
la pesca de 125 toneladas de tiburón, de las cuales, 5,2 corresponden a aletas y 350
toneladas de tiburón en el Pacífico. Además de regular la cuota de pesca artesanal en
Colombia para el año 2020. En ese documento también se encuentran las cuotas globales de
pesca de las diferentes especies bajo aprovechamiento para el mismo año.
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En los últimos meses este tema fue de gran debate ya que se establecían nuevas cuotas para
la comercialización de esta especie marítima y otras más, muchas personas no estaban de
acuerdo con esta práctica y exigían el regalamiento de la misma ya que esta especie, cuidar
a esta especie que se encuentra hoy en peligro y es fundamental su conservación, para
preservar la salud y el funcionamiento de los ecosistemas marítimos, que requieren de los
tiburones para sostenerse. También se debatía la forma tan cruel en la que eran devueltos al
mar estos animales, ya que, al requerir solo de la comercialización de sus aletas, eran
devueltos de esa manera al mar, lo que provocaría su muerte de manera más prolongada.
Antes de esta resolución, los tiburones se tomaban simplemente dentro de las cargas de
pesca tradicionales; luego de esto el gobierno implementó una política de cuidado a
tiburones y rayas; conocido como el plan tiburón y desarrollado en el 2010, lo que existe
ahora es una regulación para la pesca artesanal; no industrial de tiburón, pero presenta
muchas toneladas como permitidas lo cual pone en riesgo el ecosistema marítimo.
El Gobierno abre un cupo de pesca para el 2020 y que las aletas de diferentes especies de
tiburón sean utilizadas con fines de negocio. En la Resolución quedó claro que dicha
decisión se tomó en una reunión sostenida con el Comité Ejecutivo para la Pesca, en la que
se definieron las cuotas de pesca. Todo se basó en la información técnica presentada por la
Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, la Secretaría de Agricultura de San Andrés y el
Invemar, en el documento queda claro que la pesca será de tipo artesanal y que la principal
especie es Carcharhinus Falciformis, conocido como el tiburón sedoso.
Esa resolución fue muy criticada por ambientalistas y ciudadanos, pues permitió la pesca de
475 toneladas de tiburones, y para muchos, esto fomenta la práctica de 'aleteo', que consiste
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en cortar las aletas a tiburones y luego devolver sus cuerpos al mar, en el que fallecen al no
poder nadar, esto también vincula a varias especies de tiburones y rayas que están en
peligro de extinción por la caza masiva. Un claro ejemplo de que en la actualidad no prima
la conciencia ambiental ni la preservación de los ecosistemas, sino que por el contrario se le
da importancia a la parte económica que hace que se solucionen problemas financieros en
la actualidad sin pensar en las consecuencias, que prácticas como esa, entre otras va a
generar para los medios naturales en el futuro, que consecuencias va a generar para las
especies y como se verá también afectada la vida humana.
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5. CONCLUSIONES
En conclusión de puede decir que aunque este convenio presente algunos vacíos o intereses
que no han sido en su totalidad en pro del medio ambiente, no se puede descartar
innegablemente que ha sido un instrumento que ha ayudado a reducir el tráfico de especies
a nivel mundial y a conservar aquellas que por mal uso han estado a punto de extinguirse,
falta mucho que mejorar en la estructura de esta norma para poder garantizar a las
generaciones venideras más que una estabilidad económica en el uso de estas especies, si
no un verdadero compromiso ambiental y consciente sobre ver a la naturaleza como un
gran ente que es susceptible de algunos derechos especiales para la garantía de una vida
digna tanto para la humanidad como para otros seres vivos.
También se puede decir que después del análisis comparativo que hemos llevado a cabo, se
puede notar que la cites tiene en si una gran cantidad de principios, todos en un inicio
encaminados hacia el desarrollo sostenible, hacia la protección de la flora y fauna y en pro
de la reducción del cambio climático, para así evitar perjudicar a las generaciones futuras,
es per se una convención para la precaución y protección.
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7.BIBLIOGRAFÍA
https://observatoriop10.cepal.org/es/tratados/convencion-comercio-internacional-especies-
amenazadas-fauna-flora-silvestres
https://www.marn.gob.sv/convencion-internacional-de-especies-amenazadas-de-fauna-y-
flora-silvestres-cites/
https://cites.org/sites/default/files/esp/resources/pub/checklist11/Anexos.pdf
https://www.cites.org/esp/disc/species.php