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PRESOCRÁTICOS

CONTEXTO HISTÓRICO-CULTURAL

 La filosofía presocrática se desarrolla desde el siglo VI a. de C hasta la primera mitad del siglo V a. de C.
en la Grecia Antigua.

     La península griega es montañosa y muy estéril; tiene malas comunicaciones en el interior a causa de
las montañas, solamente algunos valles, con fácil acceso al mar, son fértiles.

     La población se agrupa en estos valles formando pequeñas comunidades aisladas que viven de la
agricultura; y se concentraban en una ciudad cerca del mar. En cuanto aumentaba la población más que
sus recursos, lo único que podían hacer para poder subsistir los que ya no “cabían” era dedicarse a la
navegación. Así fueron extendiéndose y fundando colonias en aquellos sitios donde les era más fácil
vivir. Estas fueron las fértiles tierras de Asia menor (Éfeso, Mileto) y el sur de Italia (Elea, Crotona,
Siracusa).

En lo político, dominaba la aristocracia, una nobleza de terratenientes que tenía todo el poder
económico y político en sus manos. El rey, si lo había, era sólo una figura decorativa. La gloria y el honor
son los más altos valores de esta sociedad; la virtud se encuentra en el linaje, el éxito y la fama; de tal
manera que el ser noble era igual a ser “bueno”, y el ser plebeyo era ser “malo”. La fama era intocable y
siempre debían tener éxito sus empresas porque el fracasar era vergonzoso.

     Los griegos no estaban unidos políticamente: vivían en ciudades-estado (polis) completamente


independientes, como Atenas, Esparta, Corinto... La ciudad, la “polis”, era un eje en la vida de los
griegos: el hombre griego es, ante todo, un ciudadano, sólo concibe su vida en la ciudad y formando
parte de la ciudad, nunca aislado o sólo.

     La filosofía aparece en Grecia como un intento de explicar el mundo, la realidad que nos rodea. Esto
no quiere decir que sólo la filosofía dé una explicación o interpretación de nuestra propia realidad, pues
por ejemplo la religión también nos da o intenta dar una razón de nuestro propio universo, de nuestro
mundo, pero esta razón es de tipo numinoso, mistérico, se apoya en algo transcendente a la propia
razón del hombre, para dar una explicación adecuada del hombre y del mundo. Sin embargo, el hombre
siente el impulso o la necesidad de ir más allá y no se conforma con una interpretación de la realidad de
tipo religioso, quiere explicar el mundo sin recurrir a lo divino, o a Dios. Necesita explicar el mundo
desde sí mismo, con su propia razón y buscar las causas inmanentes de la naturaleza y del hombre. Es
aquí cuando el hombre comienza a filosofar.

ANTECEDENTES DE LA FILOSOFÍA GRIEGA

 Un antecedente es la religión que era fuertemente antropomórfica, los dioses eran


representados bajo formas humanas y se expresaba mediante mitos, es decir, un conjunto de
narraciones simbólicas tradicionales acerca del mundo, de los hombres, de los dioses, de la
sociedad que pretenden dar una explicación total de la realidad. La filosofía habría supuesto el
paso del mito al logos, la sustitución del mito por una reflexión racional.

o MITO: Explicación total justificadora de lo real y de la estructura social. Actitud


intelectual: personificación de las fuerzas de la Naturaleza (arbitrariedad del
acontecer natural).

o LOGOS: Explicación total justificadora y/o crítica de lo real y de la estructura social.


Actitud intelectual: progresiva racionalización de las fuerzas de la Naturaleza
(necesidad del acontecer natural).
 La sabiduría y la poesía, dos formas distintas de dar una respuesta a nuestro mundo. Existía,
por un lado, la sabiduría gnómica, máximas, reglas de comportamiento aptas para ser asumidas
por el pueblo y responder a necesidades de orientación ética y política. En ella triunfa una
reflexión acerca del individuo y la sociedad que está muy cerca de la filosofía.

 Por otra parte, el poeta es una figura que se sitúa entre el sacerdote y el
filósofo. Homero y Hesíodo, entre otros, eran los sabios de la época arcaica, poetas que hacían
de magos, de videntes, presentándonos mundos irreales e imposibles de entender a través de
los sentidos, pero ellos consiguen con su gran maestría que nos lo creamos, porque ese mundo
irreal, mítico, casi surrealista, que nos presentan es para nosotros una forma de ver la realidad
y de reconciliarnos con ella.

¿Cuál es su llave maestra para hacernos creer en ese mundo? El mito. El mito es la expresión
(vehículo) simbólica de algo que está más allá. Ambos poetas crearon la teogonía y
cosmogonía, dando como producto final la visión de todo el pueblo, en moral y ética.

 La ciencia egipcia y babilónica, influye también en la filosofía griega, incluso entre los mismos
filósofos griegos persiste la idea de que el pensamiento griego tiene un origen oriental.  La
ciencia que influye en el pensamiento griego es sobre todo las matemáticas, la geometría y la
música.

 CONDICIONES DE LA APARICIÓN DE LA FILOSOFÍA GRIEGA

 La confluencia de culturas distintas en las costas de Asia Menor.

 La democracia trae consigo el hecho de que todos los ciudadanos sean iguales ante la ley
(isonomía) y que todos tengan derecho a hablar en la asamblea (isegoría).

Según Châtelet: “La filosofía es hija de la ciudad y de la democracia, entre ciudadanos libres
que no reconocen más amos que las leyes a las que han consentido, que discuten en común las
decisiones que se han de tomar; que aceptan    para resolver los asuntos privados el arbitraje de
los tribunales ...y que no aceptan más dominación que la de un príncipe abstracto y público,
plenamente inteligible: el “nomos”, la ley”

 Existen condiciones socio-económicas que permiten el ocio, condición indispensable para


filosofar según Aristóteles. Este ocio se apoya sobre la existencia de esclavos y sobre el
desprecio de la actividad manual.

 La religión griega no poseía un sacerdocio estable que garantizase y mantuviese una ortodoxia
doctrinal. No había libros sagrados, en su lugar estaban los mitos que no eran coherentes entre
sí, ni de creencia obligatoria. Así, no es de extrañar que se busque frente al mito una
interpretación racional de la realidad. Por tanto, las insuficiencias de la religión griega
posibilitaron la aparición de otro tipo de pensamiento: la reflexión racional, la filosofía.

 Por último, no hay que olvidar que las polis griegas eran ciudades abiertas a todo tipo de
influencias culturales.
CONTEXTO FILOSÓFICO 

LA EXPLICACIÓN RACIONAL (LOGOS)

     La explicación racional (logos) comienza cuando la idea de arbitrariedad es suplantada


definitivamente por la idea de necesidad, es decir, cuando se impone la convicción de que las cosas
suceden cuando y como tienen que suceder

     A esta idea de necesidad se hallan vinculadas un conjunto de ideas:

a)      La idea de que las cosas suceden como tienen que suceder está relacionada con la idea de
permanencia o constancia. Esta manera de ser constante o permanente fue denominada por los
griegos esencia (eidos). La esencia es lo que una cosa es a pesar de sus cambios posibles de apariencia o
estado.

     De esta manera el pensamiento griego vino a crear una serie de conceptos opuestos dos a dos. De un
lado, tenemos lo que hay de permanente en las cosas frente a lo que hay de cambiante, frente a sus
distintos estados o apariencias; a su vez lo permanente constituye la esencia (lo que las cosas
verdaderamente son) frente a sus apariencias (lo que las cosas parecen ser); por último, esta manera de
ser constante es lo que hay de idéntico o común entre seres que muestran apariencias diversas. La
esencia es, pues, el fundamento de la unidad de las cosas frente a la multiplicidad de sus estados y
apariencias, así como frente a la multiplicidad de individuos que la comparten.

     Conocer las cosas será, por tanto, conocer lo que verdaderamente son, lo que tienen de común y
permanente. Los griegos estaban firmemente convencidos de que los sentidos no bastaban para
proporcionarnos tal conocimiento. Al contrario, los sentidos nos muestran la multiplicidad de individuos,
de apariencias y estados cambiantes y accidentales. Es necesario un esfuerzo    intelectual, racional, para
alcanzar el ser de las cosas.

     De este modo los griegos establecieron también una dualidad en el campo del conocimiento: razón
frente a sentidos.

b) La búsqueda de lo permanente y común está asociada a una segunda convicción fundamental: que
todo el universo se reduce, en último término, auno o muy pocos elementos. Esta convicción constituye
otro de los pilares sobre los que se asienta la investigación racional acerca del universo. Sin ella, la
ciencia es igualmente imposible. Desde esta perspectiva es posible comprender, en efecto que la
pregunta misma por el arché o principio es mucho más importante que las variadas respuestas que los
filósofos griegos ensayaron sucesivamente.
 

LA NATURALEZA (PHYSIS)

1. Naturaleza como conjunto de seres que pueblan el universo, exceptuando las cosas producidas por el
hombre. La Naturaleza, en esta acepción, viene a coincidir con la totalidad del universo.

2. En una segunda acepción naturaleza viene a significar lo que las cosas son, la esencia, modo de ser
permanente o constante.

A. Rasgos de la Naturaleza según los griegos.

1.  En primer lugar, el concepto de naturaleza - en la doble acepción- está vinculado al concepto de
necesidad. En cuanto universo como totalidad, la necesidad se traduce en que aquél es un todo
ordenado, un cosmos y no un caos. Ahora bien, esto es posible porque los distintos seres que lo integran
están en su sitio y se comportan del modo que les corresponde, y es, precisamente la naturaleza de los
distintos seres (ser propio e intrinseco) la que determina su lugar en el universo y su forma de
comportarse.

2. La Naturaleza no es algo estático, inerte sino dinámica. El universo como totalidad muestra un orden
dinámico en los movimientos de los astros, estaciones, etc.. Se suceden ordenadamente, el mundo no es
un caos, es un todo ordenado, tiene que haber, por tanto, una ley, un orden, o un conjunto de leyes que
rigen su funcionamiento y que hacen que la Naturaleza se comporte de una forma muy determinada.

3. La naturaleza implica, pues, movimiento y actividad, pero movimiento y actividad intrínsecos


y propios del ser natural. Este rasgo marca la separación radical entre los seres naturales y los seres
artificiales  o artefactos que no poseen el movimiento o actividad como algo intrinseco a su ser.

En virtud de esta actividad intrínseca a la naturaleza, el universo no puede ser concebido, en


general,  para los griegos según el modelo de una máquina;  mas bien, habrá de concebirse según el
modo de un organismo viviente.

B.  Naturaleza, esencia, sustrato, origen, causa.

     La Naturaleza, en cuanto modo de ser propio y permanente de las cosas, se identifica realmente con
lo que denominábamos esencia. La esencia es la manera de ser permanente de las cosas por oposición a
sus aspectos variables y cambiantes; la naturaleza (arjé) es ese mismo modo de ser permanente, pero
en cuanto determina un cierto tipo de actividades u operaciones propias. 

     El concepto de naturaleza tiende un puente entre los miembros de las siguientes oposiciones: es
lo permanente pero en cuanto explica los cambios, es lo que realmente son las cosas pero en cuanto
fundamento de lo que parecen ser, es el principio de unidad capaz de generar pluralidad. Preguntar,
pues, por la naturaleza es preguntar por lo que las cosas son para, a partir de ello, explicar sus
movimientos y procesos. El principio o principios últimos son la naturaleza de las cosas porque:

 son aquello a partir de lo cual se generan los seres del universo. El principio así concebido es
el origen;
 son aquello en que consisten los seres del universo. El principio así concebido es lo
permanente, el sustrato último;
 Es aquello que es capaz de explicar las distintas transformaciones del universo. El principio así
concebido es la causa.

PRESOCRÁTICOS

Su pensamiento se desarrolló en las colonias Jónicas y en la Itálicas. Los presocráticos deben ser
considerados como personificadores de un tipo de investigación que no hay que confundir con la
religión y que cae dentro del dominio de la filosofía. Es necesario precisar que la intención interrogativa
y la respuesta dada no gozan de la misma categoría intelectual.

La escuela Jónica. Estos filósofos son llamados también físicos puesto que su interés se centra en la
naturaleza. Se inspiran en elementos tomados de la ciencia egipcia y babilónica. Sustituyen las
representaciones antropomórficas de los mitos por elementos naturales, y elaboran cosmologías de
corte científico-filosófico.

TALES DE MILETO (640-550 a.de C.)

 Hombre inquieto y viajero, contado entre los sabios, fue matemático, astrónomo y político. Afirmó que
el agua era el principio o arjé de las cosas. Todas las cosas tanto en su ser como en su devenir son
apariencias o fenómenos de una realidad única, subyacente a toda multiplicidad. Tales pretende
comprender la multiplicidad a partir de un principio unitario inteligible.

TEXTO 

La mayoría de los primeros filósofos creyeron tan sólo principios a aquellos que se dan bajo la forma de
la materia: pues afirman que el elemento y principio primero de todas las cosas es aquel a partir del cual
todas las cosas existen y llegan por primera vez al ser y en el que terminan por convertirse en su
corrupción, subsistiendo la sustancia pero cambiando en sus accidentes; porque tal naturaleza se
conserva siempre…, pues necesario que haya alguna sustancia natural, una o múltiple, de la que nazcan
las demás, mientras ésta se conserva. Respecto al número y la forma de tal principio no todos están de
acuerdo, sino que Tales, el iniciador de   tal tipo de filosofía, dice que es el agua ( por lo que manifestó
que también la tierra está sobre el agua), tomando, tal vez, dicha suposición dela observación de que el
alimento de todas las cosas es húmedo y que el calor mismo surge de éste y vive por éste (el principio de
todas las cosas es aquello de donde nacen); de aquí dedujo su suposición y del hecho de que la semilla de
todas las cosas tiene una naturaleza húmeda; y el agua es el principio natural de las cosas húmedas.
(Aristóteles, Metafísica)

ANAXIMANDRO (610-545 a. de C.)

Discípulo y continuador de Tales. Fue el primero en escribir un libro de corte filosófico (“Sobre la
Naturaleza”). Se dedicó a múltiples investigaciones. Se le atribuye un mapa terrestre, trabajos para
determinar la distancia y tamaño de las estrellas y la afirmación de que la tierra es cilíndrica y ocupa el
centro del universo. Usó por primera vez la palabra arjé para referirse a la sustancia única. 

     No se pregunta qué son las cosas, sino de dónde proceden, de qué están hechas y cómo se hacen.
     Para Anaximandro el principio o arjé es el “apeiron” (lo ilimitado, lo indefinido, lo indeterminado). No
es infinitud en abstracto sino materia primordial en la que no se han diferenciado aún los elementos, es
ilimitada, homogénea, indeterminada, incualificada, eterna, imperecedera,..Es el origen de todas las
cosas y en la cual todas se disuelven.

     La formación de las cosas se realiza por un proceso de separación o de diferenciación de la materia
infinita, lo que equivale a rotura de la unidad, nacimiento; desde el apeiron, agitado por un movimiento
eterno en forma de remolinos, se separan porciones que dan por resultado mundos ilimitados, en cuyo
interior siguen agitándose los remolinos continuando el proceso de separación, distinguiéndose los
elementos. Con la separación se determina la condición propia de los seres finitos, múltiples, distintos y
opuestos entre sí, inevitablemente destinados a expiar con la muerte su propio nacimiento y a volver a
esa unidad en la cual todos se disuelven.  

TEXTOS:

 De entre los que dicen que es uno, moviente e infinito, Anaximandro, hijo de Praxiades, un milesio,
sucesor de Tales, dijo que el principio y elemento de las cosas existentes era el ápeiron (indefinido o
infinito), habiendo sido el primero en introducir este nombre de principio material.

De ellos les viene el nacimiento a las cosas existentes y en ellos se convierten al perecer, “según la
necesidad; pues se pagan mutuamente pena y retribución por su injusticia según la disposición del
tiempo”, describiéndolo así en términos bastante poéticos. (Simplicio, Física)

 …alguna otra naturaleza ápeiron de la cual nacen todos los cielos y los mundos que hay dentro de ellos.
El nacimiento a los seres existentes les viene de aquello en lo que se convierten al perecer, “según la
necesidad, pues se pagan mutua pena y retribución por su injusticia según la disposición del tiempo”,
como Anaximandro dice en términos un tanto poéticos. (Simplicio, Física) 

ANAXÍMENES (aprox.  585-5249)

     Según Teofrasto: “Anaxímenes de Mileto, que había sido discípulo de Anaximandro, dice también,
como aquél, que el principio primero subyacente y único es infinito; pero no lo afirma indeterminado
como aquel, sino determinado, manifestando que es el aire”.

     Por tanto, concibe el arjé como un elemento determinado: el aire. Y explica además el doble proceso
mediante el cual todo procede del aire mediante la condensación y la rarefacción. De la condensación
proviene el enfriamiento y de la rarefacción el calentamiento.

      Todas las cosas provienen del Aire Infinito y todas retornan a él. Del aire enrarecido se origina el
fuego. Del aire condensado resultan los vientos, el agua, la lluvia, la niebla, el hielo, la tierra y las
piedras.

     Por tanto, todo proviene del aire, pero no se trata del aire atmosférico sino de un protoelemento
eterno, “divino”, viviente, ilimitado, inextinguible, sutil, ligerísimo, penetrante, movilísimo, casi
incorpóreo que es el principio del movimiento y de la vida (respiración) de todas las cosas.
     Anaxímenes concibe el mundo como algo vivo”: Así como nuestra alma, siendo aire, nos matiene
unidos, así también el aliento y el aire circundan todo el Cosmos”.

TEXTO:

Anaximenes de Mileto, hijo de Eurístrato, compañero de Anaximandro, dice, como éste, que la
naturaleza sustante es una e infinita, mas no indefinida, como él, sino definida y la llama aire; se
distingue en su naturaleza sustancial por rarefacción y condensación. Al hacerse más sutil se convierte
en fuego y en viento, si se densifica más, a continuación en nube; si se condensa más se convierte en
agua, luego en tierra, después en piedras y el resto de los seres surgen de estas sustancias. Hace
también eterno al movimiento, por cuyo medio nace también el cambio. (Teofrastro)

Escuela de Éfeso

HERÁCLITO de Éfeso (aprox.  544-484 a. de C.)

     Natural de Efeso, perteneciente a una familia aristocrática, lo cual podría explicar su desprecio por la
“plebe”. Los breves y enigmáticos fragmentos que se conservan -fue llamado el “oscuro”- revelan que
conocía el pensamiento de los filósofos de Mileto y el de Pitágoras.

     Siguiendo la tradición de los filósofos jónicos, ve en un elemento determinado, el fuego, el arjé del
universo. “Este mundo, el mismo para todos los seres, no lo ha creado ninguno de los dioses o de los
hombres, sino que siempre fue, es y será, fuego eternamente vivo, que se enciende con medida y se
apaga con medida”.  No sólo las cosas individuales salen del fuego y vuelven a él, sino que es el mundo
entero el que perece en el fuego -en una especie de conflagación universal- para luego volver a renacer.
Aparece aquí la imagen del “ciclo cósmico”, la antigua idea de Eterno Retorno.

     Pero la principal doctrina es acerca de la Contradicción y el Logos.

     El acontecer del mundo es un flujo permanente, todo está en movimiento:

     “No puedes bañarte dos veces en el mismo río”. El Universo está en permanente movilidad “todo
cambia y nada permanece, el Universo no es sino un continuo devenir, estando todas las cosas
sometidas a incesante trasformación”.

    Esta permanente movilidad se fundamenta en la estructura contradictoria de la realidad”: Dios es día


y noche, invierno y verano, guerra y paz”.

     Sin embargo, de esta contradicción surge la armonía, es decir, el devenir no es irracional, caótico, sino
que se realiza de acuerdo con ciertas leyes y proporcionas. La ley o logos que rige el Universo es la lucha
de contrarios, los contrarios constituyen, en último término una unidad profunda, la armonía que
caracteriza el universo, que no es una armonía estática sino dinámica, un equilibrio dinámico de las
tensiones entre los contrarios. 

     Por tanto, Heráclito buscó el orden y la inteligibilidad de lo real no en sus aspectos estáticos sino en
su dinamismo, no en su identidad sino en su contradicción, en la lucha de contrarios, en la dialéctica.

TEXTOS:
Heráclito dice en alguna parte que todas las cosas se mueven y nada está quieto y comparando las cosas
existentes con la corriente de un río dice que no te podrías sumergir dos veces en el mismo río. (Platón,
Crátilo)

 El mar es el agua más pura y más corrupta; es potable y saludable para los peces: para los hombres, en
cambio, es imposible y deletérea. (Hipólito)

 El camino arriba y abajo es uno y el mismo. (Hipólito)

 La enfermedad hace a la salud agradable y buena, el hambre a la hartura, el cansancio al descanso.
(Estobeo)

 Lo mismo es vida y muerte, velar y dormir, juventud y vejez; aquellas cosas se cambian en éstas y éstas
en aquéllas. (Plutarco)

 Conviene saber que la guerra es común (a todas las cosas) y que la justicia es discordia y que todas las
cosas sobrevienen por la discordia y la necesidad. (Orígenes)

 La auténtica naturaleza de las cosas suele estar oculta. (Hipólito)

 Una armonía invisible es más intensa que otro visible. (Temistio)

 Hay una armonía tensa hacia atrás, como en el arco y en la lira. (Hipólito)

 Escuela de Elea

     En Elea -Italia meridional- se funda otra “escuela” filosófica. Tradicionalmente se ha atribuido esta
fundación a Jenófanes de Colofón (Jonia), quien habría emigrado a Italia, instalándose en Lea, donde
habría tenido como discípulos a Parménides y otros. Pero estos datos son poco seguros. Lo más
probable es que fuera Parménides quie fundó la escuela de Elea.

PARMÉNIDES de Elea (aprox. 540-470)

     Vivió en esta ciudad y participó   en la redacción de sus leyes. Es probable que se haya iniciado en la
filosofía a través de los grupos pitagóricos, para luego abandonarlos y creas su propia filosofía.

     Parménides expuso su doctrina en un “Poema” compuesto en hexámetros. Comprendía dos partes


claramente diferenciadas: la primera de ellas -Vía de la verdad- expone su doctrina de la realidad, del
ente único e inmóvil; en la segunda -Vía de la opinión- se ofrece una cosmología de tipo tradicional,
narrándose el origen y constitución del universo.

     Parménides va a tratar de explicar la naturaleza sólo a través del pensamiento, es decir, tomando
como guía la razón y abandonando el testimonio de los sentidos.

     Hay tres caminos:

1. Camino de la verdad: el ser es y no puede no ser.

2.  Camino de error, impracticable: el ser no es.


3.  Camino de la opinión: el ser y el no-ser existen a la vez. Este camino es sensible y no lleva a nada,
pues las cosas son variables y hay que llegar más allá de ellas.

     Para Parménides lo que no hay ni había desde siempre, no puede originarse y lo que hay desde
siempre no puede tampoco ser destruido. Sólo “lo que es” (el Ser), es y es pensable. El no-Ser ni es, ni es
pensable. (ser = razón) 

     El Ser (lo que es) es ingénito, imperecedero, finito, continuo, indivisible, inmóvil, homogéneo,
esférico.

     Junto a estas propiedades Parménides deduce también que lo que existe ha de ser único, es decir,
una única realidad.

     Por tanto, Parménides elimina lo cambiante al afirmar lo permanente, elimina lo que las cosas
parecen ser al afirmar lo que son, elimina el conocimiento sensible sacrificándolo en aras de la razón. Es
decir, elimina la pluralidad y el movimiento como irracionales e ininteligibles.

     La visión monista de la realidad se presenta como una exigencia necesaria de la razón.

     El eleatismo con la afirmación de que la sustancia del mundo es una sola y ella sola es el ser, no
permite salvar la realidad de los fenómenos y explicarlos. Si se quiere admitir que el mundo del devenir
es real dentro de unos ciertos límites, se debe admitir que el principio de la realidad no es único sino
múltiple.

TEXTOS:

Pues bien, yo te diré (y tú, tras oír mi relato, llévatelo contigo) las únicas vías de investigación pensables.
La una, que es y que le es imposible no ser, es el camino de la persuasión (porque acompaña a la
Verdad); la otra, que no es y que le es necesario no ser, ésta, te lo aseguro, es una vía totalmente
indiscernible pues no podrías conocer lo no ente (es imposible) ni expresarlo.

Mira firmemente a las cosas que, aunque lejos, están, sin embargo, presentes a tu mente; pues éste no
separará lo ente de estar unido a lo ente ni dispersándolo totalmente por todas partes según el orden
del mundo, ni reuniéndolo. 

Lo que puede decirse y pensarse debe ser. Esto es lo que te mando que consideres. Te aparto, pues, de
esta primera vía de investigación y después de aquella por la que los hombres ignorantes vagan
bicéfalos; pues la impotencia guía en su pecho el pensamiento vacilante; son arrastrados, sordos y
ciegos a la vez, estupefactos, gentes sin juicio, para quienes el ser y el no-ser son considerados lo mismo
y no lo mismo y para quienes el camino de todas las cosas es regresivo. 

Pues nunca se probará qué sean los no-entes; pero tú aparta tu pensamiento de esta vía de
investigación, no dejes que la costumbre te obligue a dirigir por este camino tu mirada sin rumbo, tu
oído resonante, o tu len- gua, sino que juzga con la razón la prueba muy discutida propuesta por mí. 

Un solo discurso como vía queda: es; en éste hay muchos signos de que lo ente es ingénito e
imperecedero, pues es completo, inmóvil y sin fin. No fue en el pasado, ni lo será, pues es ahora todo a la
vez, uno, conti - nuo. Pues, ¿qué nacimiento le buscarías? ¿Cómo, de dónde habría nacido?
Ni voy a permitir que digas o pienses «de lo no-ente»; pues no es decible ni pensable que no es. Pues,
¿qué necesidad le habría impulsado a nacer después más bien que antes, si procediera de la nada? De
modo que es necesario que sea absolutamente o no. 
Ni la fuerza de la verdad permitirá que de lo no-ente nazca algo a su lado; por eso la Justicia no permite
ni que se engendre ni que perezca, aflojando sus cadenas, sino que las mantiene firmes; la decisión sobre
estas cosas se basa en esto: es o no es. 

Pero se ha decidido, como es necesario, abandonar a (una vía) como impensable y sin nombre (pues no
es la vía de la verdad) y que la otra es real y verdadera. ¿Cómo podría lo ente después de eso perecer?
¿Cómo podría nacer? Pues si nació, no es, ni ha de ser alguna vez. Por tanto, queda extinguido el
nacimiento e ignorada la destrucción. 

Ni está dividido, pues es todo igual; ni hay más aquí, esto impediría que fuese continuo, ni menos allí,
sino que está todo lleno de ente. Por tanto, es todo continuo, pues lo ente toca a lo ente. Por otra parte,
inmóvil en los límites de poderosas cadenas, está sin comienzo ni fin, puesto que el nacimien- to y la
destrucción han sido apartados muy lejos, ya que la verdadera creencia los rechazó. Permaneciendo lo
mismo en el mismo lugar, yace por sí mismo y así se queda firme donde está; pues la firme necesidad lo
tie- ne dentro de las cadenas del límite que por ambas partes lo aprisiona, porque no es lícito que lo ente
sea ili- mitado; pues no es indigente de nada, y si lo fuera, carecería de todo. 

Lo que puede pensarse es sólo el pensamiento de que es. Pues no hallarás el pensar sin lo ente, en cuya
rela- ción es expresado; pues el Hado lo ha encadenado para que sea entero e inmóvil. Por tanto, todas
las cosas son meros nombres que los mortales pusieron convencidos de que son verdaderos, nacer y
morir, ser y no- ser, cambio de lugar y variación del color resplandeciente. 

Pero puesto que su límite es el último, es completo por doquier, semejante a la masa de una esfera bien
re- donda, igual en fuerza a partir del centro por todas partes; pues ni mayor ni menor es necesario que
sea aquí o allí. Puesto que tampoco es lo no-ente, que le podría impedir alcanzar lo homogéneo, ni es
posible que lo ente sea aquí más y allí menos que lo que es, pues es todo inviolable; puesto que, siendo
igual a sí mismo por todas partes, está uniformemente dentro de sus límites. 

Pluralistas

ANAXÁGORAS de Clazomene (aprox. 500-428)

 Parte de los planteamientos de Parménides, según el cual ninguna realidad nueva puede originarse,
el “ser” no puede empezar ni perecer. Anaxágoras -que admite la pluralidad y la movilidad- formula una
teoría pluralista: Todo lo que se produce y sucede es resultado de la mezcla de innumerables elementos.
Anaxágoras llama a estos elementos semillas (spermatas) u homeomerías, las cuales son
cualitativamente distintas e indefinidamente divisibles.

     En todas las cosas hay semillas de todas las cosas, “todo está en todo”. Si una cosa es lo que es, es
porque en ella predominan las semillas correspondientes. 

     La pluralidad de los cambios -generación, corrupción, transformación- se explican, pues, por la mezcla
o disgregación de las semillas.

     Las innumerables partículas se encontraban originariamente mezcladas en una masa compacta,


maciza e inerte. Sin intersticios ni separación alguna.

     ¿Cómo se explica que empezara a moverse, separándose y uniéndose para dar lugar a los seres?
Anaxágoras recurre a una causa exterior: el Entendimiento, el Nous que imprimió a esta masa un
movimiento en remolino.

     La importancia de Anaxágoras radica en haber afirmado un principio inteligente como causa del
orden del mundo. El orden del universo es resultado de una Inteligencia que actúa conforme a fines. De
esta forma los procesos naturales estarían encaminados a la consecución de lo mejor, de la máxima
perfección y belleza.

     Sin embargo, Anaxágoras apenas desarrolla este aspecto implícito en su cosmología. En cambio,
desarrolla más el papel en la construcción del universo del remolino y de las fuerzas mecánicas.

     Por tanto, su filosofía se halla entre el finalismo y el mecanicismo.

TEXTO

Y puesto que las porciones de lo grande y de lo pequeño son iguales en número, también todas las cosas
están en todo. Tampoco es posible que existan separadas, sino que todas tienen una porción de todo. Ya
que no es posible que exista la parte más pequeña, nada puede ser separado ni llegar al ser por sí
mismo, sino que todas las cosas deben estar juntas como lo estuvieron originariamente. En todo hay
muchos ingredientes, iguales en número, tanto en las más grandes como en las más pequeñas de las que
están siendo separadas.

Fr. 6, Simplicio, Fís. 164, 26 

EMPÉDOCLES de Agriento (aprox. 495-435)

     Nació en Agrigento (Sicilia).  Conoció el pitagorismo y la doctrina de Heráclito, aunque es Parménides


quien más le influyó. Escribió dos poemas “Sobre la Naturaleza” y “Purificaciones”.

     Concibe la realidad como una esfera en cuyo interior se encuentran mezclados


cuatro elementos o “raíces de las cosas”: fuego, aire, tierra y agua. Cada uno de ellos es eterno e
imperecedero (=Parménides), pero mezclados entre sí dan lugar a los diversos seres.

    La mezcla de los elementos es producida por dos fuerzas cósmicas: es Amor y el Odio.

     Estas dos fuerzas, en cuanto crean procesos diversos de reunión y separación permiten a Empédocles
desarrollar una teoría coherente de los ciclos del mundo o del Eterno Retorno. Al principio reina el
Amor, y la esfera es el Uno eterno, inmóvil, homogéneo (el ser de Parménides) en el que los cuatro
elementos están mezclados. Luego viene el Odio, y por tanto, la separación. La acción del Odio y el Amor
conjunta permiten la aparición del cosmos y los seres. Cuando triunfa el Odio los elementos se separan
totalmente. Finalmente, de nuevo el Amor realiza la mezcla total y se vuelve a la Esfera: el ciclo puede
comenzar de nuevo.

TEXTO

Un doble relato te voy a contar: en un tiempo ellas (las raíces) llegaron a ser sólo uno a partir de una
pluralidad y, en otro, pasaron de nuevo a ser plurales a partir de ser uno; dúplice es la génesis de los
seres mortales y doble su destrucción. A la una la engendra y la destruye su reunión y la otra crece y se
disipa a medida que nacen nuevos seres por separación. Jamás cesan en su constante intercambio,
confluyendo unas veces en la unidad por efecto del Amor y separándose otras por la acción del odio de la
Discordia. Así, en la medida en que lo uno ha aprendido a desarrollarse a partir de lo múltiple y de la
pluralidad surge de nuevo de la división de lo uno, de la misma manera nacen y no tienen una vida
estable. Y en la medida en que jamás cesa su continuo intercambio, así también existen inmóviles
siempre en su ciclo. 

DEMÓCRITO (aprox.  460-370)

Nació en Abdera, es contemporáneo de Sócrates. Su maestro fue Leucipo y los nombres de ambos
aparecen asociados a la creación del atomismo mecanicista.

     Fue uno de los escritores más prolíficos de la antigüedad. Diógenes Laercio recoge una lista de más de
60 obras dedicadas a ética, física, matemáticas, música. Pero de su extensa obra sólo han sobrevivido
fragmentos, por lo que la doctrina del atomismo ha sido reconstruida a partir de las referencias de
Aristóteles y otros autores.

     El punto de partida del atomismo se encuentra también en Parménides, lo real ha de poseer las
características del Ser de Parménides: inengendrado, indestructible, inmutable, finito, compacto,
homogéneo e indivisible. Demócrito acepta estas características del ser de Parménides, tan solo rechaza
dos: la esfericidad (los átomos tienen formas distintas) y la unidad.

     Por tanto, el mundo consta de infinitas partículas indivisibles (átomos), sólidas, llenas, inmutables
(=Parménides).

      Los átomos son infinitos en número, carecen de cualidades sensibles y sólo se diferencian entre sí


por la figura (como A difiere de B), el orden (AB difiere de BA), la posición (como N difiere de Z).

     Los átomos poseen movimiento propio y espontáneo en todas direcciones y chocan entre sí. En el
choque los átomos o bien rebotan y se separan o bien se “enganchan” entre sí, gracias a sus figuras
diversas. Formándose torbellinos de átomos que originan mundos infinitos, engendrados y perecederos.

     Pero para explicar la multiplicidad de los seres, el movimiento y la generación-destrucción, además


del átomo se requiere un segundo principio: el vacío o no-ser que es lo que hace posible la multiplicidad
y el movimiento, ya que si no hay vacío no hay choque ni desplazamiento.

     En el choque de los átomos no hay ninguna ordenación Inteligente hacia un fin, todo ocurre por
causas mecánicas.

     Materia, vacío y movimiento lo forman todo: será llamado mecanicismo más tarde.

TEXTO

Demócrito, en ocasiones, niega a los sentidos la realidad fenomenológica y dice que ninguno de ellos se
manifiesta concorde con la verdad, sino sólo de acuerdo con la opinión. Lo que de verdad subyace a la
realidad de los entes es que son átomos y vacío. "Por convención", dice en efecto, "dulce", "por
convención amargo, por convención caliente, por convención frío, por convención color; pero, en
realidad, átomos y vacío". 

Demócrito fr. 9, Sexto, Adv. math. VII 135 

Conclusión:
- Con los presocráticos van surgiendo los problemas fundamentales de la filosofía, aunque todavía de
forma embrionaria.

- Se dan las primeras soluciones, aunque lo importante es haberse planteado los problemas, más que las
soluciones concretas que les puedan dar.

- Elaboran conceptos importantísimos: ser, hacerse, sustancia, accidente, movimiento, quietud, ley...

- Esbozan claramente las tendencias fundamentales que prevalecerán a lo largo de la historia del
pensamiento:  realismo, idealismo; monismo, dualismo; mecanicismo, finalismo...

- El problema fundamental que se plantean es la “Naturaleza”.   Les impresionan los cambios cíclicos de


las cosas, la regularidad de los movimientos celestes, el orden y la belleza del Cosmos, los fenómenos
atmosféricos, la generación y corrupción de los seres.

     Y su actitud no es la de un realismo ingenuo y directo. No se preguntan simplemente qué son las
cosas, sino que tratan de penetrar más adelante, inquiriendo de qué están hechas, cómo se hacen y cuál
es el primer principio de donde todas provienen.

      Esto equivale a contraponer el ser al aparecer, las esencias a los fenómenos, a preguntarse si por
debajo de las apariencias sensibles existe algún principio, permanente a través de las mutaciones
incesantes de las cosas. Supone que la verdadera realidad es percibida por la inteligencia, mientras que
los sentidos solo nos dan las apariencias mutables.

     

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