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UNIVERSIDAD DE LA TERCERA EDAD

UTE
Recinto Santiago
Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas
Carrera de Derecho.

Asignatura:

Derecho Electoral (DER-369)

Tema:

Grupo 3.
Representación política de las mujeres, el sujeto transformador, el
derecho constitucional y la representación femenina.
Desarrollar los artículos 210 al 225 ley 15-19.

Participantes:

Domingo Antonio Valdez Mat. St. 201900053

Facilitador:

Lic. Luis Francisco D Aza Tineo M.A.


Santiago de los Caballeros, R.D.
Octubre 2021
INTRODUCCIÓN
.
A través de la historia republicana, la mujer dominicana ha ido logrando
paulatinamente el reconocimiento de sus derechos civiles y políticos. En 1920 se
comenzaron a gestar movimientos feministas en un contexto de limitada participación
sobre todo en el magisterio y la vida intelectual, y en un marco rural en el que
predominaba la política sostenida por caudillos civiles y militares, donde el rol de la
mujer era entendido principalmente como hogareño.

En 1925 se formó en Santo Domingo el Club Nosotras, grupo eminentemente literario,


y en 1930 una de sus integrantes asistió a la Primera Conferencia de la Comisión
Interamericana de Mujeres, realizada en La Habana, Cuba. Había en la región gran
efervescencia feminista y en República Dominicana se iniciaba la dictadura trujillista.
Ese mismo año, las aspiraciones de las feministas respecto de sus derechos civiles y
políticos chocaron de frente con la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo y el
movimiento comenzó a decaer, pero en 1931, Acción Feminista Dominicana, formada
por mujeres de élite y liderada por Abigail Mejía, auspició el Primer Manifiesto
Feminista Dominicano exigiendo igualdad de derechos en la Constitución

La mujer dominicana obtuvo el derecho al voto en 1942, a través de la reforma


constitucional de ese año, que lo estableció en sus artículos 9 y 10. Este hecho marcó
una apertura importante en los derechos civiles y políticos de las mujeres en
República Dominicana. Sin embargo, estudiosos sobre el autoritarismo señalan que
dictaduras de derecha como la de Rafael Trujillo abrieron la vía al activismo de
mujeres conservadoras con el objetivo de “organizar un proyecto totalitario” centrado
en una noción particular de la condición de la mujer y sus intereses.

Es por esto que en la presente asignación estaremos analizando Representación


política de las mujeres, el sujeto transformador, el derecho constitucional y la
representación femenina y desarrollar los artículos 210 al 225 de la ley 15-19.
Representación política de las mujeres, el sujeto transformador, el derecho constitucional
y la representación femenina.

En los últimos años se ha producido una verdadera revolución jurídica, ocasionada por un
ejercicio de la ciudadanía por parte de las mujeres, que ha llegado a cuestionar profundamente
la distribución de género del poder público y privado. En el derecho constitucional, en el civil,
en el penal, en el laboral y en el derecho electoral, entre otros, se han dado transformaciones
impensables tres décadas atrás. Esos cambios jurídicos implican no sólo una cuestión de forma,
sino que se trata fundamentalmente de una forma diferente de regular las relaciones sociales y
políticas y, sobre todo, de las relaciones entre el Estado y la sociedad.

En ese proceso se han reconceptualizado figuras e instituciones jurídicas o se ha cambiado su


contenido, e incluso se han afectado principios fundamentales del derecho. Por ejemplo, el
régimen patrimonial del matrimonio sufrió cambios en todos los países de la región, y en todos
ellos también se legisló sobre la violencia doméstica. Es posible que esos cambios devengan de
haberse construido nociones diferentes de los viejos principios liberales de igualdad y no
discriminación. Se ha cuestionado que el mero reconocimiento de los principios para todos y
todas tuviese el efecto de generar igualdad y de terminar con las discriminaciones, así que se
han construido mecanismos para una realización efectiva de esos principios. En ese sentido, se
ha pasado de un concepto general de igualdad de oportunidades para trabajar una dinámica de
igualdad de resultados.

Se ha optado por una estructura sencilla que presenta inicialmente al sujeto que ha llevado
adelante esa transformación vinculándolo con sus antecedentes históricos. Posteriormente se
analiza la legislación positiva des de una mirada de equidad e igualdad entre hombres y mujeres
en el poder político. Se aborda primero el derecho constitucional comparado de la región, en
segundo lugar los instrumentos internacionales que forman parte del derecho positivo de los
países latinoamericanos, y en tercer lugar la legislación electoral. Finalmente se presentan
brevemente algunos puntos de discusión actual.

El sujeto transformador
Al preguntarnos cómo se ha producido esa transformación, nos encontramos con que se trata
principalmente del efecto de la capacidad de incidencia de un actor político de características
distintas de los actores tradicionales. El movimiento feminista y amplio de mujeres se
caracteriza por ser una red internacional, nacional y local, que trabaja de manera horizontal y se
encuentra tanto en grupos autónomos que pueden ser de diverso tamaño, como en grupos
internos en partidos políticos, sindicatos, organizaciones barriales, universidades, cooperativas.
Es más, en muchos casos, sus integrantes inciden a título personal en instituciones tan diversas
como los estados, los organismos multilaterales o las empresas.

Esa expresión política se ha manifestado en los diversos países de la región y del


mundo, en los últimos 30 años. En general, el movimiento feminista y amplio de
mujeres reconoce como antecedente al movimiento sufragista que luchó por la
conquista del voto femenino desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo
XX.

Las sufragistas hicieron política sin tener derecho a ello, irrumpieron en el ámbito público y
plantearon una ruptura con las formas tradicionales de hacer política de las mujeres que
anteriormente influían mediante su relación con hombres con poder, o hacían trabajos que
pueden considerarse de base, como ser estafetas y convocar a reuniones, o visitar a los presos
políticos.

En el campo del derecho, y específicamente del derecho político, se actuaba como si las
mujeres no existiesen. No resulta fácil pensar cómo pudo desaparecer virtualmente la mitad de
la humanidad. Sin embargo, éste es solamente un ejemplo más de la eficacia de la ideología
para dejar de ver o sólo ver una parte.

El argumento sufragista fue que las constituciones liberales no prohibían sino que
posibilitaban la ciudadanía femenina, ya que por lo general disponían que eran ciudadanos los
nacionales de más de determinada edad. A este argumento se opusieron otros, como los
disturbios que traería a la división de género del trabajo, principalmente a las
familias, pero también hubo manifestaciones peyorativas acerca de la capacidad de
decisión de las mujeres, e incluso se argumentó que había que protegerlas de un
ámbito tan sucio como la política y, en última instancia, que ciudadano no es igual a
ciudadana.

Finalmente primaron los argumentos sufragistas y, a lo largo de 48 años, los países de la


región fueron reconociendo la igualdad de derechos políticos de las mujeres.

Esa conquista significaba legalmente tanto el derecho a elegir representantes y gobernantes


(voto activo) como el de ser electas (voto pasivo) o nombradas para mandatos. Sin embargo,
hasta las dos últimas décadas del siglo XX, el ejercicio de los derechos políticos de las
mujeres se limitó, salvo excepciones, a elegir, pero no a ser electas. En el caso de las mujeres,
no se produjo como con la conquista del voto por los hombres no propietarios de parte del
movimiento obrero, que inmediatamente pasaron a generar mecanismos que posibilitasen la
elección de quienes habían ampliado el derecho, principalmente con la formación de partidos
políticos, que compitieron electoralmente. Integradas a los partidos políticos, muy pocas
mujeres llegaron a ocupar cargos de representación y de dirección partidaria.

La nueva generación feminista se inicia en América Latina en la década de 1970 y con más
fuerza desde la de 1980. Pero, fue apenas en la última dé- cada del siglo XX, cuando la
demanda de participación equitativa en lugares de decisión pasó a convertirse en un punto
prioritario del movimiento feminista y amplio de mujeres (Bareiro y Molina, 1995).

El derecho constitucional y la representación femenina


Todas las constituciones de la región consagran los principios de igualdad y de no
discriminación. Las constituciones de Costa Rica, Bolivia, República Dominicana y Uruguay
lo hacen en términos generales, la primera recurriendo a una fórmula hoy ya poco utilizada y
que a la letra dice: “Todo hombre es igual ante la ley y no podrá hacerse discriminación
alguna contraria a la dignidad humana” (art. 33 reformado en 1968). Lo frecuente en la
actualidad es seguir utilizando la palabra hombre como sinónimo de persona o de ser humano.

Actualmente, lo más usual es que, además de los principios generales, se especifique


la igualdad entre hombres y mujeres y la prohibición de discriminación por razón de
género, pero con variantes en los diferentes países.

El derecho constitucional y la representación femenina


Todas las constituciones de la región consagran los principios de igualdad y de no
discriminación. Las constituciones de Costa Rica, Bolivia, República Dominicana y
Uruguay lo hacen en términos generales, la primera recurriendo a una fórmula hoy ya
poco utilizada y que a la letra dice: “Todo hombre es igual ante la ley y no podrá
hacerse discriminación alguna contraria a la dignidad humana” (art. 33 reformado en
1968). Lo frecuente en la actualidad es seguir utilizando la palabra hombre como
sinónimo de persona o de ser humano.

Actualmente, lo más usual es que, además de los principios generales, se especifique


la igualdad entre hombres y mujeres y la prohibición de discriminación por razón de
género, pero con variantes en los diferentes países (véase el cuadro XXVI.2).
Argentina integra a su constitución los tratados, las declaraciones y convenciones de
derechos humanos (art. 75) que, a su vez, prohíben diferentes formas de
discriminación. Expresan explícitamente la igualdad entre hombres y mujeres o la
no discriminación por razón de género: Brasil (art. 5, 1), al igual que Colombia (art.
43), Cuba (art. 44), Ecuador (art. 23), El Salvador (art. 3), Guatemala (art. 4), Honduras (art.
60), México (art. 4), Nicaragua (art. 27), Panamá (art. 19), Para- guay (art. 48), Perú (art. 2) y
Venezuela (art. 21).

Ahora bien, las constituciones de un grupo de seis países agregan a esas declaraciones la
obligación del Estado de promover que la igualdad sea real y efectiva. Es decir, concretamente
hay un mandato de actuar en contra de la persistencia de la desigualdad entre hombres y
mujeres, o de las desigualdades y discriminaciones en general. Es el caso de Colombia (art. 13),
Cuba (art. 44), Ecuador (arts. 36, 41, 47, 62, 63, 77), Nicaragua (art. 48), Para- guay (arts. 46,
47, 48) y Venezuela (art. 21). En principio esta mención ha permitido salvar el debate de si las
acciones positivas rompen con el principio de igualdad. Sin embargo, debido a que la
Constitución colombiana prohíbe que el Estado regule a los partidos políticos, en ese país no se
han incorporado cuotas para candidaturas a cargos electivos y mandatos, aun- que sí para
cargos de designación; en el caso venezolano se legisló al efecto, pero no entró en vigencia.
Son cuatro los países que han consagrado en sus constituciones la garantía de igualdad o la
promoción a los cargos públicos.

El Derecho Internacional De Los Derechos Humanos


El instrumento internacional de protección de derechos humanos más relevante para remover
los obstáculos que impiden la equidad en la representación política de las mujeres es la
Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer
(CEDAW, por sus siglas en inglés), adoptada por la ONU en 1979 y ratificada por todos los
países de la región. Esto significa que puede ser invocada como instrumento de cumplimiento
obligatorio. Esta convención tiene un artículo específico sobre igualdad en la vida política y
pública (art. 7) y otro que explicita que las medidas transitorias que se tomaren para hacer
efectiva la igualdad no serán consideradas como discriminatorias (art. 4).

Además, la CEDAW tiene un Protocolo Facultativo adoptado en 1999, que ha sido ratificado
hasta el momento por Brasil, Bolivia, Costa Rica, Ecua- dor, Guatemala, México, Panamá,
Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. Las mujeres de esos países han
ganado el derecho de utilizar el procedimiento de comunicación ante el comité que monitorea
el cumplimiento de la CEDAW. Hay dos países que no han firmado ni ratifica- do el Protocolo:
Honduras y Nicaragua, y cuatro que lo han firmado, pero no ratificado: El Salvador, Colombia,
Chile y Argentina. Sin embargo, en el caso de este último país, la CEDAW tiene rango
constitucional.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) del Sistema Interamericano ha


dado a conocer sus “Consideraciones sobre la compatibilidad de las medidas de acción
afirmativa concebidas para promover la participación política de la mujer con los principios de
igualdad y no discriminación”.1 La CIDH no duda en concluir que las medidas adicionales
por parte del Estado, junto con acciones de la sociedad civil, son necesarias para lograr el
respeto al derecho de las mujeres a participar en la vida política, lo que puede exigir la
adopción de medidas de acción afirmativa, de manera que la igualdad de oportunidades entre
mujeres y hombres se lleve a cabo(CIDH, 1999: párrafo final).

El Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que monito- rea el cumplimiento del
Pacto de Derechos Civiles y Políticos, formuló la Observación General núm. 282 para una
mejor comprensión del alcance del artículo 3 de igualdad de derechos entre hombres y mujeres.
En el párrafo 29 dice:

El derecho a participar en la vida pública no se materializa plenamente y en condiciones de


igualdad en todas partes. Los Estados Parte deberán cerciorar- se de que la ley garantice a la
mujer los derechos contenidos en el artículo 25 en pie de igualdad con el hombre y adoptar
medidas eficaces y positivas, incluidas las medidas necesarias de discriminación inversa, para
promover y asegurar la participación de la mujer en los asuntos públicos y en el ejercicio de
cargos públicos. Las medidas efectivas que adopten los Estados Parte para velar por que todas
las personas con derecho a voto puedan ejercerlo no deben discriminar por razón de sexo. El
Comité pide a los Estados Parte que presenten información estadística acerca del porcentaje de
mujeres que desempeñan cargos de elección pública, con inclusión del Poder Legislativo y de
altos cargos de la administración pública y el Poder Judicial” (Comité de Derechos Humanos,
2000: párrafo 29).

Puede ser relevante además, considerar el Estatuto de Roma (ER) que crea y regula la Corte
Penal Internacional (CPI), que entró en vigencia en 2002 y del que forman parte varios países
de la región. Lo interesante para

este estudio son sus disposiciones relativas al sistema de elección de jueces y juezas de la CPI.
Así, el artículo 36 del ER establece las condiciones que de- ben reunir las(os) magistradas(os),
las candidaturas y la forma de elección. El total de integrantes de la Corte es de 18 personas,
que deben, entre otras condiciones, reunir los requisitos para ocupar las más altas magistraturas
en sus países y no puede haber dos jueces de un mismo país. En el numeral 8 del referido
artículo se determina que debe tenerse en cuenta que estén representados los principales
sistemas jurídicos del mundo, que haya equidad en la distribución geográfica, equilibrio de
hombres y mujeres, y la inclusión obligatoria de especialistas en violencia contra las mujeres y
los niños, además de ser penalistas e internacionalistas. En febrero de 2003 se han aplicado con
éxito estas normas, que demostraron que pueden conjugarse varias cuotas para cargos
uninominales.

Desarrollar los artículos 210 al 225 ley 15-19.


Artículo 210.- Inviolabilidad de la correspondencia y documentos. La correspondencia, los
documentos, registros, papeles y archivos pertenecientes a las agrupaciones y partidos
políticos, y que se encuentran en sus locales, oficinas y dependencias, no podrán ser ocupados
ni registrados por las autoridades públicas durante el período electoral, salvo en los casos de
delito flagrante o por orden escrita y motivada de juez competente fundada en la ley.

Artículo 211.- Carácter no laborable del día de elección. El día en que se celebren
elecciones no será laborable en el territorio en que hayan de efectuarse. Cuando se trate de
trabajos que no puedan ser suspendidos, los empleadores estarán obligados a disponer cuanto
sea necesario para que todos los empleados y trabajadores hábiles para votar que tengan a su
servicio dispongan del tiempo que fuere menester para hacerlo, sin que por ese motivo sufran
ninguna merma en sus salarios y otros derechos que les correspondan.

Artículo 212.- Libertad individual. Ninguna autoridad podrá detener o reducir a prisión o
privar en cualquiera otra forma de su libertad a un ciudadano hábil para votar, durante las
veinticuatro horas anteriores a la clausura de la votación, salvo en caso de flagrante delito, o
en virtud de orden escrita y motivada de juez competente.

Artículo 213.- Libertad de tránsito. En ningún caso, podrá estorbarse el tránsito de los
electores hasta los lugares de votación durante el tiempo necesario para trasladarse a ellos con
el fin de ejercer este derecho y para regresar a sus domicilios o puntos de partida.

Artículo 214.- Prohibición del expendio de bebidas. Desde veinticuatro (24) horas antes de
la elección, no podrá expenderse ni distribuirse a ningún título bebidas alcohólicas, hasta doce
horas después de terminada la votación. Se exceptúan de la presente disposición aquellas
instituciones hoteleras que se encuentran ubicadas en las zonas turísticas, las cuales deberán
ser debidamente identificadas por la Junta Central Electoral, conjuntamente con las
organizaciones acreditadas por ante los organismos oficiales y que agrupan estos
establecimientos.

Artículo 215.- Prohibición de injerencia u ostentación de Fuerzas Armadas. Queda


prohibida la aglomeración de tropas y toda ostentación de Fuerzas Armadas durante el día de
la elección. La actuación de las Fuerzas Armadas, en general, con excepción de las de la
Policía Militar Electoral indispensables para mantener el orden durante el acto eleccionario
estará sujeta a lo que se dispone en la presente ley, y deberán permanecer acuartelados durante
todo el día en que aquél se realice.

Párrafo I.- Los directores u oficiales de las Fuerzas Armadas y autoridades policiales no
podrán encabezar grupos de ciudadanos durante la elección, ni hacer valer la influencia de sus
cargos para coartar la libertad del sufragio, ni tampoco hacer reuniones con el propósito de
influir en forma alguna en los actos electorales.
Párrafo II.- El personal retirado de las Fuerzas Armadas, cualquiera que fuere su jerarquía,
no podrá concurrir vistiendo uniforme a ningún acto político electoral.
Párrafo III.- Sólo los agentes de la Policía Militar Electoral que estén al servicio de las
autoridades electorales pueden penetrar armados en los locales en donde se efectúen las
inscripciones y las votaciones, cuando fueren requeridos.

Artículo 216.- Amparo. Todo elector afectado en sus inmunidades, libertad o seguridad, o
privado del ejercicio del sufragio, podrá solicitar amparo por sí o por intermedio de cualquier
otra persona, por escrito o verbalmente, denunciando el hecho a cualquier juez o autoridad, y
especialmente ante el Tribunal Superior Electoral, notificándose a la Junta Central Electoral o
por ante la junta electoral correspondiente, cuando haya sido autorizada por la autoridad
competente.

Artículo 217.- Independencia de acción del personal de los Colegios Electorales. Los
miembros de los colegios electorales, así como los delegados de agrupaciones o partidos
políticos que actúen en ellos y sus respectivos sustitutos, obrarán con entera independencia de
toda autoridad, y no estarán obligados a obedecer ninguna orden que les impida el ejercicio de
sus funciones, salvo las disposiciones emanadas de la Junta Central Electoral. Mientras
permanezcan en ese ejercicio no podrán ser privados en forma alguna de su libertad, salvo en
caso de flagrante delito o por orden escrita y motivada de juez competente.

TÍTULO XX
DE LAS VOTACIONES

Artículo 218.- Votación en un solo día. Toda votación se realizará en un solo día.
Comenzará a las siete (7) de la mañana y terminará a las cinco (5) de la tarde, como plazo
máximo, salvo que la Junta Central Electoral, por razones atendibles, decida ampliar dicho
plazo.

Párrafo.- Antes de ejercer el sufragio, el elector tendrá la obligación de identificarse,


mediante la presentación de su cédula de identidad y electoral ante las autoridades del colegio,
y una vez haya depositado su voto y cumplido con los requisitos establecidos, abandonará el
local del colegio electoral.

Artículo 219.- Instalación de los Colegios Electorales. Los miembros de cada colegio
electoral, están en la obligación de presentarse en el local donde éste deba laborar, a más
tardar una (1) hora antes de la señalada para el comienzo de la votación.

Párrafo I.- Si a la hora de iniciarse la votación no se hubiese presentado ni el presidente ni el


secretario, a ocupar sus puestos en un colegio electoral, la instalación comenzará cuando se
presentare alguno de ellos, quien deberá escoger los ciudadanos que reúnan las condiciones
exigidas para ser elector que sustituyan a los miembros ausentes hasta que éstos se presenten.
Si quien faltare fuere el presidente, presidirá el secretario, y éste a su vez será reemplazado
por su sustituto correspondiente. Si faltare el secretario y su sustituto, el presidente o quien
haga sus veces designará a un ciudadano capaz de desempeñar tales funciones hasta tanto se
presentare uno de ellos.

Párrafo II.- Si transcurren treinta (30) minutos después de iniciadas las votaciones, los
miembros que no hubieren llegado no podrán ocupar las posiciones para las que fueron
designados, y en cambio, completarán la jornada aquellos que fueron escogidos de la fila. Las
dietas por esta jornada, serán pagados a los que ejerzan las funciones.

Párrafo III.- La Junta Central Electoral dictará las disposiciones que considere necesarias
para el correcto cumplimiento de lo establecido en este artículo.

Artículo 220.- Lista definitiva de electores (Padrón Electoral). En cada colegio electoral
habrá una lista definitiva de electores con los nombres de los(as) ciudadanos(as) con derecho
al voto, en el que figurará la foto, el número de la cédula de identidad y electoral de los electores y
cualquiera otra de sus generales que estime conveniente la Junta Central Electoral.

Artículo 221.- Acuerdos y Actas. Todas las actuaciones que se realicen en cada colegio
electoral se consignarán en un acta, que será firmada por todos los miembros del mismo, así
como por los representantes, titulares o sustitutos, de agrupaciones o partidos políticos que
hubieren tomado parte en tales actuaciones, si desearen hacerlo.

Artículo 222.- Apertura de votaciones. Antes de comenzar la votación, el presidente del


colegio verificará la disponibilidad de los materiales electorales necesarios para ejercer el
sufragio. A seguidas el presidente declarará que empieza la votación, depositará su voto,
conforme el procedimiento establecido en la presente ley, siguiéndole los demás miembros, y
los delegados de agrupaciones o partidos políticos presentes, así como sus respectivos
sustitutos, aun cuando no figuren en la lista de electores correspondiente a ese colegio,
después de lo cual continuará la votación de los electores hasta la hora fijada por esta ley o la
que se disponga por resolución. No podrán ausentarse del lugar asignado para el ejercicio de
sus funciones, y para ello, la Junta Central Electoral dispondrá de los instructivos
correspondientes.

Artículo 223.- Identificación de los Electores. Una vez abierta la votación, los electores
entrarán al local que ocupe el colegio electoral, en el orden de su llegada, para lo cual el
presidente dispondrá, con el auxilio del personal del colegio y de los agentes de la Policía
Militar Electoral destinados a su servicio, si fuere necesario, que los electores se coloquen en
filas en el orden de llegada. El elector entregará su cédula de identidad y electoral al
presidente del colegio electoral, o a quien haga sus veces, para verificar que figura en el
listado de electores (padrón electoral). Sin estos requisitos el elector no podrá ejercer el
derecho al voto.

Párrafo.- El orden sucesivo de votación se regirá por el orden de llegada de cada elector,
salvo con las excepciones siguientes:

1. El presidente y el vicepresidente constitucionales de la República, los ex presidentes


constitucionales de la República, los senadores y diputados, así como los candidatos
a los cargos de presidente y vicepresidente de la República, senadores, diputados,
alcaldes, vicealcaldes, directores municipales y sus respectivos suplentes, los
candidatos a regidores y sus suplentes.
2. El presidente, miembros titulares y suplentes y los funcionarios de la Junta Central
Electoral; el presidente y vocales y secretarios de las juntas electorales, y
3. Los delegados políticos y sus suplentes ante la Junta Central Electoral, las juntas
electorales y ante los colegios electorales.
Artículo 224.- Protestas. Cualquier miembro del colegio electoral o el representante de
cualquier agrupación o partido político que tenga propuesta admitida podrá oponerse a que
vote cualquiera persona que se presente con el propósito de hacerlo, fundándose en que no
es la persona que alega ser, o en que no tiene el derecho de elegir por alguna de las causas
que la Constitución establece, para lo cual hará una declaración de protesta en una forma
impresa que le será suministrada por el colegio, con expresión del motivo.

Párrafo I.- De toda protesta se hará mención en el acta, indicándose el nombre del que
protesta y del objetado.

Párrafo II.- Si el objetado sostuviera ser la persona que alega, o negare el motivo
invocado por quien hubiere hecho la protesta, se hará constar así en el acta. El presidente
le entregará entonces un sobre especial, que se denominará “Sobre para boleta observada”,
dentro del cual colocará el votante el sobre de votación en que haya introducido su boleta,
cerrándole y entregándolo al presidente del colegio. En dicho sobre se escribirán los
nombres y apellidos del votante, el número de su cédula de identidad y electoral y el
número con que aparezca en la lista de electores del colegio, y la palabra “observada”,
firmando el presidente y el secretario y estampándose el sello del colegio electoral.

Párrafo III.- El presidente advertirá al objetado y al autor de la objeción que quedan


citados a comparecer ante la junta electoral a las diez de la mañana siguiente, con las
pruebas que deseen hacer valer, a fin de que dicha junta decida acerca de la admisión o el
rechazamiento de la protesta.

Párrafo IV.- Si el objetado no sostiene su identidad o reconoce el hecho en que se haya


fundado la protesta, no será admitido a votar y se le perseguirá por infracción a esta ley,
según se dispone en otro lugar, para lo cual se identificará y se hará constar su verdadero
nombre en el acta, si fuere posible.

Párrafo V.- Si a la hora indicada más arriba, el objetante no se presentare, o si es


rechazada la causa de objeción, el sufragio será reconocido como válido, procediéndose a
abrir el sobre que contiene la boleta, y sin desdoblarla la introducirá en una urna especial
establecida para el depósito de los votos observados validados. Al concluir el
conocimiento de la totalidad de los votos observados del municipio, se procederá al
escrutinio de los votos validados y depositados en la urna especial.

Párrafo VI.- Todos los procedimientos relativos a las protestas aquí previstos se llevarán
a efecto con la mayor rapidez posible, y en ningún caso, deberán retardar el curso de la
votación. No se permitirá ninguna otra objeción ni impugnación ni discusión en el colegio
durante el proceso de la votación, siendo el presidente responsable de cualquier
perturbación que ocurriere.

Artículo 225.- Forma de Votar. El votante, ubicado en el lugar indicado, marcará en la o


las boletas, previamente firmada(s) y sellada(s) por el presidente del colegio, el o los
candidatos de su preferencia, según sea el caso, la doblará y la depositará en la urna
correspondiente. En el caso de que se decida la utilización de boletas de tipo electrónico,
la Junta Central Electoral reglamentará el procedimiento que se empleará en este sentido.
Finalmente, se hará constar en la lista definitiva de electores, que éste ha votado mediante
la firma del elector o, en su defecto, con su huella dactilar. Luego se le entintará el dedo
índice de la mano izquierda o, a la falta del mismo, otro dedo, en señal de que ya ejerció el
sufragio.

En los artículos anteriores establecen sobre: Inviolabilidad de la


correspondencia y documentos, el carácter no laborable del días de las
elecciones, la libertad individual y de tránsito, es decir toda las reglas y
procedimiento a seguir el día de las elecciones.

Las reglas es el conjunto de reglas y procedimientos destinados a regular


las diversas etapas de los procesos de votación por los cuales la voluntad
de la ciudadanía se transforma en órganos de gobierno de representación
política.

En los articulos del 218 al 225 establecen sobre todo lo concerniente al vía
de votaciones, la elección de los colegios electorales, apertura de las
votaciones, identificación de los colegios, como debemos votar, etc.
CONCLUSIÓN
Las barreras que impiden el pleno acceso de las mujeres a la vida pública se han ido
debilitando, según muestran los resultados de las Encuestas de Cultura Política y
Democracia (DEMOS), que se realizan periódicamente en el país desde el año 1994. Estos
estudios demuestran que hoy día la mujer dominicana es más aceptada: según la DEMOS
de 2012, el 69.8 % apoya a la mujer dominicana en la política.
En ese sentido, la mujer va ganando espacio. Muestra de ello es la presencia de varias
mujeres a la cabeza de varios gobiernos locales, en la Presidencia de la Cámara de
Diputados y en la dirección de varias comisiones del Congreso Nacional, aunque en menor
número. Es en los espacios comunitarios donde las mujeres continúan participando
activamente, ya sea en los cabildos abiertos, como en los servicios de atención primaria de
salud, planificación familiar y educación, así como en la incidencia en cuanto a los
derechos sexuales y reproductivos.
Los avances en el acceso a la educación muestran que ser mujer ya no es un factor que
limite el acceso de la persona al sistema educativo. Un ejemplo de ello es que en el nivel
superior, aproximadamente el 62 % de las matriculaciones universitarias están a nombre de
mujeres.
Si bien las mujeres se integran cada día más en mayores espacios de dirección en los
diferentes estamentos gubernamentales, no es menos cierto que el camino a recorrer en
cuanto a una participación equitativa de la mujer en dichos espacios todavía es largo.
BIBLIOGRAFÍA
Comisiones Permanentes. Recuperado de http://www.camaradediputados.gob.do
Confederación Nacional de Mujeres Campesinas (CONAMUCA). Recuperado de
http://www.conamuca.org
Constitución de la República Dominicana. Proclamada el 10 de enero de 1942.
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Daysi Díaz, presidenta Sala Capitular en ayuntamiento del municipio de Santiago.
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Isálguez, H. (2014, 18 de agosto). Educadora Daisy Díaz, primera mujer en dirigir
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