Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. INTRODUCIÓN
Los mercados financieros son aquellos en los que se negocian los valores financieros tanto a
nivel nacional como global. Este mercado no se diferencia de otros mercados donde se compran
y venden bienes y productos. La diferencia es que los mercados financiero se centran en la
compra, venta y tenencia de valores, productos e instrumentos financieros.
Los mercados financieros son una forma de poner en contacto a oferentes y demandantes de
fondos. Para que esta forma de canalización funcione, es necesario que la operación se
instrumente en valores negociables, que emitirán los agentes que necesitan fondos y que
comprarán los agentes con exceso de fondos.
Instituciones financieras: son los intermediarios financieros integrados por el conjunto de
entidades que se dedican por un lado a tomar dinero y por otro a prestarlo.
• Bancos
• Cajas de ahorro
• Cooperativas de crédito
BANCOS: Los antecedentes más remotos de la actividad bancaria de encuentra en la Edad
Media. Las Cortes de Aragón, en el 1300 fijan los derechos y obligaciones de los banqueros. En
Castilla, la Pragmática Real de 1554 reglamenta la actividad bancaria.
Destaca la preocupación por la defensa de los intereses de los depositantes y se inicia la
responsabilidad solidaria de la profesión al exigir fiadores del propio oficio.
Los antecedentes más modernos están a finales del s. XVIII y XIX, cuando nacen la mayoría de
los grandes bancos actuales.
En el s. XX encontramos ya la Ley de Ordenación Bancaria de 1921. Y a partir de los años 1973/74
comienza un proceso en el que nuestro sistema financiero se ha visto sometido a un proceso de
transformación, cambiando gran parte de sus características tradicionales y se inicia una
tendencia hacia la igualación legal (cajas y bancos) con el fin de estimular la competencia, como
consecuencia de nuestra pertenencia a la UE.
CAJAS DE AHORRO: cronológicamente, su nacimiento se produjo con retraso con respecto a las
cajas de ahorro europeas. Dos características importantes:
• Vinculación con los Montes de Piedad
• Amplio particularismo estatuario debido a la ausencia normativa específica
Etapas:
• De creación: la primera fue la Caja de Ahorros de Jerez en 1838. Ley 29 de junio de 1880.
• De consolidación: años 1924 y 1934.
• De expansión: Decreto de julio de 1957 transfirió al Ministerio de Hacienda las funciones
de administración cajas.
• De concentraciones y de adaptación al mercado único: incorporación a la CEE, 1986
hasta 2008. Se caracteriza por reducir al máximo los costes de intermediación y por los
procesos de fusiones.
• De restructuración: con motivo de la crisis financiera de 2007-2008, iniciándose un
proceso de fusiones y absorciones, así como cambio en la forma social de las cajas que
pasan a ser bancos, tanto como SA, como SA cotizadas.
COOPERATIVAS DE CRÉDITO: Nacen al amparo de la Ley de Sindicatos Agrícolas de enero de
1906 y con la intención de apoyo al campo. Su desarrollo no se produce hasta la Guerra Civil
(1936-1939) y sobre todo, a partir de la creación de la Caja Rural Nacional en 1957,
extendiéndose a todas las provincias en 1964.
A partir de 1968 pasan a depender del Ministerio de hacienda, ya que antes dependían del de
Trabajo. Desde 1971 es el BE el que ejerce la función de control e inspección.
Es el grupo menos importante de las EC, la mayoría pertenecen al subsector de las cajas rurales.
2. CONCEPTO Y CLASES
2.1 CONCEPTO
ART. 1.1 Ley 10/2014, de 26 de junio, de ordenación, supervisión y solvencia de entidades de
crédito (LOSSEC)
Artículo 1. Entidades de crédito.
“1. Son entidades de crédito las empresas autorizadas cuya actividad consiste en recibir del
público depósitos u otros fondos reembolsables y en conceder créditos por cuenta propia”.
Empresarios cuya actividad consiste en la intermediación indirecta en el crédito. Obtienen
crédito de sus clientes y las propias entidades conceden créditos a sus clientes por su propia
cuenta y riesgo, aunque cada vez cobran más importancia las operaciones que no son de crédito,
como cobros y pagos, alquiler de cajas de seguridad…
2.2 CLASES
Artículo 1. Entidades de crédito.
2. Tienen la consideración de entidades de crédito:
• Los bancos.
• Las cajas de ahorros.
• Las cooperativas de crédito.
• El Instituto de Crédito Oficial.
No tienen el estatuto de EC los establecimientos financieros de crédito (EFC), que son empresas
que sin llevar a cabo una actividad de intermediación crediticia completa como las EC, si
desarrollan actividades complementarias o limitadas que no están exentas de afectar al buen
funcionamiento del citado sistema.
Regulados en la Ley 5/2015, de 27 de abril, de fomento de la financiación empresarial.
Requieren autorización del Ministro de Economía.
Realizan actividades como concesión de préstamos y créditos, el factoring (cesión de un factor
(de ahí el nombre de factoring) de carácter comercial por parte de su titular a una entidad
especializada, generalmente una entidad financiera, a cambio de un precio pactado), el
arrendamiento financiero, la concesión de avales y garantías, la concesión de hipotecas
inversas.
3. RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS ENTIDADES FINANCIERAS
3.1 DISPOSICIONES GENERALES A TODAS LAS ENTIDADES DE CRÉDITO
1º: Normas de ordenación y disciplina: (i) la LOSSEC y disposiciones de desarrollo; (ii) el
Reglamento (UE) nº 575/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo de 26 de junio de 2013
sobre los requisitos prudenciales de las entidades de crédito y las empresas de inversión, (iii)
resto de normas del ordenamiento jurídico y del Derecho de la UE con menciones específicas a
las entidades de crédito.
• 2. Normativa reguladora de las sociedades mercantiles (LSC), que no se oponga a las
de ordenación y disciplina o la normativa especial de las cajas de ahorro y las
cooperativas de crédito (art. 2 LOSSEC).
2º: Reserva de actividad y denominación: para las EC que hayan obtenido la autorización
administrativa correspondiente y estén inscriptas en el registro del BE, son las únicas que
pueden captar fondos reembolsables del público, cualquiera que sea el destino, en forma de
depósito, préstamo, cesión temporal de activos financieros u otras análogas.
Se prohíbe a toda persona no autorizada el ejercicio de actividades de EC y la utilización de
denominaciones. El RM y demás registros denegarán la inscripción, que en todo caso sería nula
de pleno derecho. (art. 3 LOSSEC).
3º: Autorización, denegación, revocación, renuncia y caducidad del BE: para la creación de EC
y sucursales (arts. 6 y ss LOSSEC)
• A: previo informe de la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales, a la CNMV y
a la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones y a la autoridad europea del
Estado miembro correspondiente.
• D: falta de capital, no idoneidad de los administradores, falta de procedimientos
internos para prevención del blanqueo.
• REV: interrupción de la actividad, obtención con falsedad, incumplimiento de requisitos
esenciales.
• REN: comunicada al BE, se autorizará salvo riesgo grave de la estabilidad financiera.
• CAD: no inicio de actividad en 12 meses siguientes por causa imputable.
4º: Cumplimiento disposiciones en materia de gobierno corporativo (arts. 28 y ss LOSSEC) y de
participaciones significativas (art. 16 LOSSEC): de forma directa o indirecta, al menos un 10%
del capital o de los derecho de voto, o sin cumplir este % que ejerza una influencia notable, como
nombrar o destituir un miembro del consejo de administración.
5º: Adecuado nivel de solvencia (arts. 41 y ss LOSSEC): estrategias para evaluar y mantener
permanentemente el capital y la liquidez.
6º: Régimen de supervisión: BE
7º: Régimen sancionador (arts. 89 y ss LOSSEC)
8º: Contabilidad: mucho más minuciosa y compleja que para el resto de los empresarios.
9º: Protección del cliente (art. 5 LOSSEC): medidas informativas sobre contratos y productos
bancarios, en materia de transparencia (intereses y comisiones), el uso de la publicidad.
3.2 NORMAS ESPECÍFICAS ENTRE LAS DISTINTAS EC
BANCOS
Categoría dominante dentro de las EC.
Son SA especiales, es de aplicación LSC modificada por la normativa bancaria.
El Capital Social inicial mínimo 18 millones de euros, aportaciones necesariamente dinerarias,
acciones representadas por títulos nominativos (conocer identidad de los accionistas y
supervisar las participaciones significativas)
Objeto social limitado, exclusivamente actividades propias de entidades de crédito.
Los titulares de participaciones significativas deberán en todo momento ser considerados
idóneos
Consejo de administración integrado por 5 miembros, que sean idóneos (honorabilidad
comercial y profesional, conocimientos y experiencia y en la capacidad de ejercer el buen
gobierno).
Debe contar con organizaciones administrativa y contable adecuadas y con procedimientos de
control interno que garanticen la gestión sana y prudente.
Domicilio social debe estar en territorio nacional, afecta tanto al domicilio estatutario como al
centro de su efectiva administración y dirección.
Régimen de supervisión de las participaciones significativas, deber de información sobre la
composición del KS y previa decisión del BCE de la transmisión de una participación significativa.
Modificación de los estatutos sometida a autorización administrativa y las modificaciones
estructurales deberán ser autorizadas por el Ministro de Economía. Se puede dispensar el
cambio de domicilio, aumento de capital, incorporación literal de normas a los estatutos y
cualquier otra que el BE considere innecesaria.
CAJAS DE AHORRO
Concepto: empresas de estructura fundacional y naturaleza jurídico-privada que ejercer la
actividad bancaria sin restricciones y que han de inscribirse en el RM. El TC las define como EC
siendo su actividad mercantil de carácter empresarial, dejando en segundo plano su carácter
benéfico.
La Ley 26/2013 de 27 de diciembre de Cajas de ahorro y Fundaciones ha redefinido como EC de
menor tamaño, con carácter fundacional y finalidad social. La innovación radica en orientarse a
una clientela de pequeñas y medianas empresas y que su ámbito de actuación no exceda el
territorio de una CA o un máximo de 10 provincias limítrofes.
La reducción del tamaño se asegura a través de la obligación de transformación en fundación
bancaria cuando acrediten un notable desarrollo de su actividad puesto que su estructura no
permite pronta reacción en situaciones de crisis.
• Autorización administrativa parecida a la de los bancos, así como un fondo dotacional
mínimo de 3.000 millones de pts. Buena organización administrativa y contable y
procedimientos de control internos
• Finalidad social, se vincula con su obra social que puede beneficiar a los propios
impositores, a los empleados o a otros colectivos o dedicarse a fines de interés público
en el territorio en el que opere la caja.
• Régimen Jurídico, se regirán con carácter básico y supletoriamente por la LSC y demás
normas del ordenamiento jurídico-privado. Como las demás EC es obligatoria su
inscripción en el RM.
• Órganos de gobierno, se exige como requisitos de todos ellos la honorabilidad,
experiencia y buen gobierno; además la incompatibilidad para órganos de gobierno y el
ejercicio de un cargo político.
Órganos de gobierno: existen 3:
• La asamblea general: órgano supremo de la caja. La Ley ha impuesto una determinada
distribución de los consejeros para alejar el control de la caja por la Administración
pública (máximo designado por AAPP un 25%) y representantes de los trabajadores un
20%.
Su función es supervisar y nombrar el consejo de administración y aprobar las cuentas
anuales y asuntos de especial relevancia.
Su funcionamiento distingue entre ordinaria y extraordinaria. La convocatoria es
competencia del consejo de administración y su publicación como la legislación
mercantil (BORME, WEB o cualquier procedimiento que asegure la recepción)
Los quorums y mayorías para la adopción de acuerdos se computan sobre los consejeros
presentes, se prohíbe su representación.
• Consejo de administración: se le encomienda la gestión de la actividad de la caja y de
la obra social. También la representación de la caja en su objeto social.
En cuanto al número, mínimo 5 máximo 15 en función de la dimensión de la caja.
Duración del mandato determinado en los estatutos.
Obligado nombrar a un presidente que los será de la caja y de la asamblea general. La
Ley le exige dedicación exclusiva.
• Comisión de control: tercer órgano de gobierno, independiente del consejo.
Tradicionalmente le correspondía la supervisión de los procedimientos electorales,
junto a esto la Ley enumera funciones específicas con la auditoría de cuentas y el análisis
de la gestión económica y financiera de la entidad.
El número de vocales, mín 3 y máx 7 y no pueden ser miembros del consejo de
administración.
Requisitos de honorabilidad, experiencia y buen gobierno y están sometidos a un
régimen de responsabilidad administrativa específico.
FUNDACIONES BANCARIAS: Constituyen una figura en la que en un momento determinado se
transformarán algunas cajas de ahorro, lo que implica el paso de su patrimonio afecto a la
actividad financiera a una EC.
Su principal característica es que son accionistas de una EC, siempre que su participación
alcance de forma directa o indirecta un 10% del capital social o de los derecho de voto o que le
permita nombrar o destituir a un miembro del consejo de administración.
Toda fundación tiene una finalidad social y su actividad se proyectará sobre la obra social de la
fundación y de su adecuada gestión de su participación en una entidad de crédito.
Al ser accionistas de diversas EC, tienen una regulación minuciosa de su buen funcionamiento,
como de sus órganos de gobierno.
Se exige un protocolo de gestión de la participación cuando participen en una EC en más de un
30%, que será aprobado por el BE, que queda sometido a publicidad a través de las páginas webs
de la fundación y de la EC participada, o si fuera cotizada por la legislación del mercado de
valores.
Deben presentar anualmente un plan financiero ante el BE.
Cuando la participación sea igual o superior al 50% en una EC están obligadas a la elaboración
de una plan de diversificación de inversiones y gestión de riesgos, así como la exigencia de la
dotación de un fondo de reserva para hacer frente a las eventuales necesidades.
Están obligadas a elaborar un informe anual de gobierno corporativo, que deberán comunicar
al protectorado, que corresponderá al Ministerio de Economía cuando se trate de fundaciones
bancarias con un ámbito de actuación en dos o más CCAA, o en su caso a la CA correspondiente.
FUNDACIONES BANCARIAS TRANSFORMACIÓN OBLIGATORIA DE UNA CAJA DE AHORROS: por
imperativo legal como consecuencia del crecimiento del patrimonio de la caja de ahorros, cuyo
incumplimiento constituye una infracción administrativa (arts. 35 y 36 Ley 26/2013)
• Cuando el valor del activo total consolidado de la caja que refleja su último balance
auditado supere la cifra de 10.000 millones de euros o
• Cuando su cuota en el mercado de depósitos en el ámbito territorial de actuación de la
caja resulte superior al 35% del total de los depósitos bancarios registrados en el mismo
El plazo para acordar la transformación es de 6 meses desde el momentos en que se dé
cualquiera de los supuestos. También como alternativa se plantea que la caja presente un plan
de retorno a la situación previa, que deberá ser aprobado por el BE.
La transformación exige que la aportación por parte de la caja a la entidad bancaria tenga como
contraprestación al menos el 10% del KS del banco, si no lo alcanza se transformará en una
fundación ordinaria sometida a la Ley 50/2002, de 26 de diciembre de fundaciones y a la
normativa autonómica.
Las fundaciones bancarias también pueden constituirse por la transformación de una fundación
ordinaria.
COOPERATIVAS DE CRÉDITO
Concepto: son las sociedades constituidas con arreglo a la presente ley, cuyo objeto social es
servir a las necesidades financieras de sus socios y de terceros mediante el ejercicio de las
actividades propias de las entidades de crédito (art. 1 Ley 13/1989) . Siendo el número de socios
ilimitado y alcanzando la responsabilidad de los mismo por las deudas sociales solo al valor de
sus aportaciones.
Clases:
• Cajas rurales o cooperativas de crédito agrícola: carácter rural y su objetivo es financiar
la agricultura, ganadería, sector forestal y actividades que mejoren la vida del ámbito
rural.
• Cooperativas de crédito no agrarias, de carácter industrial y urbano, que tienen su
origen en asociaciones y cooperativas gremiales y profesionales.
Pueden adquirir la categoría de cooperativa de crédito calificada, que concede el BE y que
permite emitir certificados de depósito y acceder al crédito del BE y a la distribución del crédito
oficial.
Órganos de gobierno: asamblea general y consejo rector.
Incompatibilidades: similares a las de las cajas de ahorros.
Excesos de percepción: 1º perdidas ejercicio anteriores y después de deducir impuestos e
intereses de capital se dota un fondo de reserva de un 20% y un fondo de educación de un 10%.
Clases de depósitos:
• Desde el punto de vista de la disponibilidad, se distingue entre depósitos:
1. A la vista: disponibles inmediatamente.
2. Con preaviso: disponibles inmediatamente, pero preavisando con determinada
antelación.
3. A plazo: indisponibles hasta la fecha señalada.
Esta es la clasificación más trascendente desde el punto de vista práctico.
• Tomando la óptica de la titularidad, puede ser:
1. Individual.
2. Colectivo.
• Cualquiera que sea la titularidad, se admiten, como sistemas de disponibilidad:
1. La disposición conjunta: es necesario que dos o más personas, titulares o no,
consientan la disposición.
2. La disposición indistinta: basta con que una sola persona consienta, también
vale aquí la firma autorizada-, pues, los depósitos indistintos no presuponen
comunidad de dominio sobre lo depositado.
• Atendiendo a la residencia del depositario, se distingue entre depósitos de residentes
y de no residentes, clasificación ésta de indudable trascendencia en el orden del control
de cambios.
• También está la subdivisión entre depósitos en moneda nacional y depósitos
en moneda extranjera.
• Finalmente, otras categorías de depósitos bancarios de dinero son:
1. El depósito de alta remuneración, que no presenta otra singularidad que sus
tipos de interés más altos.
2. El depósito de ahorro-vivienda, por el cual el cliente se compromete a destinar
las cantidades depositadas a financiar la adquisición de vivienda habitual,
recibiendo como compensación, por parte de la Hacienda Pública, trato fiscal
de inversión en vivienda habitual a los pertinentes efectos desgravatorios.
3. El depósito interbancario.
Obligatoria constancia de la TAE : en el contrato de depósito bancario la TAE (tasa anual
equivalente) es de obligatoria constancia.
Extinción del contrato
• En el depósito a la vista (contrato de duración normalmente indefinida), el depositante
puede extinguir la relación en cualquier momento, retirando los fondos y manifestando
su intención de dar por extinguido el contrato que le une a la entidad.
• En el depósito a plazo fijo, en cambio, el señalamiento de una fecha fija de extinción
contractual impide al cliente (salvo la penalización vista) que pueda cancelar
anticipadamente. A salvo de estas dos reflexiones, y de la nacida de la imposibilidad de
compensar las deudas nacidas del depósito, resulta aplicable la teoría general de la
extinción contractual
DEPÓSITO A LA VISTA
Partes contratantes:
• Cliente bancario.
• Entidad de crédito.
Al tratarse de un depósito dinerario (cuando menos irregular), se discute doctrinalmente si es
necesaria capacidad de disposición en el depositante. Éste es uno de los inconvenientes
prácticos de la calificación del contrato como préstamo. De ser así, y considerando que
dar dinero en préstamo se considera como acto de disposición, sería precisa autorización
judicial para los padres, para el tutor del menor emancipado.
En cuanto a la entidad de crédito, no hay normas especiales, con la salvedad de la prohibición
que recae sobre los establecimientos financieros de crédito.
Objeto de contrato: suma depositada y el precio. La suma es dinero y el precio lo paga el
depositario (EC), al contrario de lo que ocurre en cualquier depósito.
Como en el depósito a la vista no hay plazo de devolución, de aceptar la tesis que califica este
contrato como préstamo de dinero o mutuo, se produciría la consecuencia de que el cliente
bancario no podría obtener su restitución pasados 30 días, a contar desde la fecha del
requerimiento notarial hecho a la EC, que ocuparía la posición jurídica de prestatario.
Forma: contrato no formal de carácter real, ya que se perfecciona con la entrega. Es uso
bancario la formalización por escrito de este tipo de contrato. La EC tiene la obligación de
entregar gratuitamente al cliente una copia del contrato.
La entrega por la entidad de crédito puede llevarse a cabo en soporte electrónico duradero que
posibilite su lectura, impresión y conservación, al igual que su reproducción sin cambios, o a
través de copia en soporte papel que se facilite al cliente en el mismo acto de contratación o,
posteriormente, mediante envío postal.
El documento contractual toma cuerpo en un formulario pre-impreso en el que la entidad de
crédito (predisponente) impone a su cliente (depositante-adherente) unas cláusulas
predispuestas (con independencia de su autoría material, apariencia externa, extensión y
cualesquiera otras circunstancias) redactadas con la finalidad de ser incorporadas a la pluralidad
de contratos de depósito que la misma entidad formaliza con otros clientes. Se trata
de contratos con condiciones generales .
Se excluye, en todo caso la utilización de cláusulas abusivas.
DEPÓSITO BANCARIO
Depósitos en cuenta corriente: Se caracteriza por ser un contrato complejo, en el que conviven,
en realidad, dos relaciones negociales:
• El depósito bancario de dinero.
• La cuenta corriente bancaria.
Se distinguen las siguientes obligaciones:
• Del cliente: la entrega de la cantidad depositada no es obligación contractual, sino
requisito de perfección del contrato, que tiene carácter real.
• De la entidad:
1. Obligación contractual de custodia
2. Obligación de devolver la cantidad entregada
3. Obligación de pago de los intereses pactados. Libertad de tipos y comisiones,
tiene sus límites tanto en el Derecho general de obligaciones y contratos y en
las normas específicas para las obligaciones y contratos mercantiles contenidas
en el Código de Comercio, como en normas específicas, ya sean las relativas a
condiciones generales de la contratación o las de transparencia bancaria.
4. Obligación de entrega del documento contractual y de constancia en el
documento contractual de la TAE.
Libretas de ahorro: Tradicionalmente, se distinguía del depósito en cuenta corriente en que
la disponibilidad en favor del cliente bancario no era absoluta sino relativa: éste no podía
solicitar devolución de fondos sino con ciertos requisitos de plazo y forma (preaviso escrito con
mínima antelación de cinco días...). Por eso la necesidad del servicio de cobros y pagos
característico de la cuenta corriente no se manifestaba en esta modalidad contractual. No
habiendo servicio bancario de gestión de caja, no aparece la necesidad de remunerarlo. En
consecuencia, la remuneración del depósito era superior al del depósito a la vista.
Actualmente, esta separación tan tradicionalmente clara entre ambos depósitos ha ido
oscureciéndose en la práctica bancaria de nuestros días porque la competencia existente en el
mercado crediticio ha originado productos financieros de pasivo en los que, normalmente, se
mezclan elementos de las dos figuras contractuales. Así, no es extraño encontrar contratos en
los que, junto a una remuneración propia de la tradicional libreta de ahorro, se acepta por las
partes que la entidad de crédito preste servicio de caja (normalmente contra las
correspondientes comisiones remuneratorias). En definitiva, tiende a ser cada vez más difícil
diferenciar entre depósito a la vista y depósito de ahorro.
Como el contrato es real, no hay obligaciones contractuales a cargo del cliente depositante.
Cuentas financieras: supercuentas. Alta rentabilidad. Este tipo de operación bancaria de pasivo
fue impulsada por las necesidades de captación de cuota de mercado por parte de las entidades
de crédito extranjeras que intentaron implantarse en España tras la liberalización de nuestro
sistema bancario.
Cuenta financiera cualquier contrato por el cual la entidad de crédito recibe fondos del público
para su inversión, por cuenta de sus clientes, en activos financieros, comprometiéndose frente
a éstos a efectuar la venta e inmediata recompra de todo o parte de la inversión.
Es decir, en esta opción contractual se combinan tres negocios jurídicos:
• El depósito bancario de dinero
• La gestión bancaria de la cuenta corriente (depósito a la vista, con disponibilidad para
cobros y pagos)
• El contrato de gestión de cartera de valores.
A diferencia del puro contrato de gestión de carteras, aquí la entidad de crédito se compromete
a remunerar a un tipo de interés previamente concertado, de suerte que el excedente del
resultado de la gestión es en su beneficio y de haber disminución patrimonial lo es en su
perjuicio. Esto hace absurdo el intento de cobrar comisiones por gestión diligente de la cartera.
Cuentas especializadas: o cuentas vinculadas son depósitos adscritos a una determinada
finalidad, lo cual ocasiona que tengan unas características diferenciales respecto de los
depósitos ordinarios y un tratamiento fiscal determinado.
El dinero entregado solo puede ser dedicado por el cliente a unas finalidades precisas, si bien la
entidad de crédito no se ocupa de controlar que el destino sea el correcto. En cuanto a
las obligaciones del cliente, no hay más especialidad que la de destinar el ahorro a la finalidad
estipulada.
Tampoco hay especialidades respecto de las obligaciones de la entidad, pues la entidad no es
responsable de la conculcación por el cliente de ese destino pactado. El caso paradigmático son
las cuentas de ahorro-vivienda.
TEMA 4: LOS CONTRATOS BANCARIOS III
1. OTRAS OPERACIONES BANCARIAS
1.1 EL CONTRATO DE ALQUILER DE CAJAS DE SEGURIDAD
Concepto y características
El contrato de alquiler de cajas de seguridad procura al cliente de una entidad de crédito, a
cambio de un canon o precio, el uso de un espacio cerrado dentro de una cámara acorazada,
permitiéndole introducir en tal espacio dinero u otras cosas de valor.
Se trata de una operación o servicio bancario en el que la entidad de crédito ni financia ni es
financiada por su cliente, sino que se limita a satisfacer la necesidad de custodia física requerida
por el mismo. De ahí que comience a ser frecuente la prestación del mismo servicio por
compañías de carácter no bancario (compañías de seguridad).
La característica funcional del contrato consiste en que la entidad de crédito no recibe
materialmente los objetos que el cliente desea confiarle, sino que es el propio cliente quien los
introduce en la caja y los retira de ella por sí mismo o por persona autorizada.
La función económica del contrato es clara:
• Para el cliente bancario el contrato proporciona una utilidad suficientemente
satisfactoria de la necesidad sentida.
• Para la entidad de crédito implica obtención de beneficios directamente, pudiendo
llegar a convertirse en un reclamo favorecedor de la captación de clientela
Naturaleza y régimen jurídico
La entidad en la que se abre la caja no queda obligada a custodiar el contenido de la misma,
sino la caja misma. Por eso se discute doctrinal y jurisprudencialmente si el contrato es
un depósito o un arrendamiento
Es un contrato atípico, surgido de la conjunción de prestaciones del arriendo de cosas y de
depósito, en el que la finalidad pretendida por el cliente no es el mero goce de la cosa arrendada,
sino el de la custodia y seguridad de lo que se guarda en la caja.
Régimen jurídico:
• Reglas imperativas de la normativa sobre obligaciones y contratos en general
• Subsidiariamente, el de las estipulaciones de las partes en lo que no traspasen los límites
de la autonomía de la voluntad
• Se han de aplicar las normas del contrato típico que forma parte del contenido del
atípico en cuestión, siempre que no pugne con la finalidad perseguida mediante la
celebración de este último contrato.
Normativa aplicable.
Aceptando la teoría mixta encontramos las siguientes fuentes contractuales:
• La voluntad privada, como en todo contrato.
• Las normas del Código de Comercio y Código Civil sobre el contrato de depósito
• Las normas del Código Civil sobre el arrendamiento
• Las normas generales de la contratación de ambos cuerpos legales.
• Como normas especiales.
Sobre la entidad prestadora del servicio recaen todas las obligaciones nacidas de las normas
de transparencia bancaria, así como las generales relativas a la ordenación, supervisión
y solvencia de las entidades de crédito.
Sujetos intervinientes.
• La entidad de crédito. Es dudoso que los establecimientos financieros de crédito
puedan perfeccionar este contrato.
• El cliente bancario.
Objeto del contrato.
• La caja.
• El servicio de cesión de su uso.
• El precio.
El uso de la caja ha de ser lícito. Ahora bien, la entidad de crédito desconoce el mismo, ya que
no manipula los bienes depositados. Esto significa que, en caso de utilización ilícita (civil o
incluso penal) de la caja, tiene que demostrarse que la entidad conocía su contenido para
reclamar indemnizaciones, lo que resulta muy difícil. De hecho, en el clausulado contractual se
suele insertar una estipulación que obliga al usuario de la caja a verificar su uso correcto.
Forma.
• Consensual y no formal.
• No es un contrato real. No se exige que el cliente bancario entregue cosa alguna a la
entidad para que se pueda entender perfeccionado el contrato.
Ahora bien, la entidad entrega a su cliente una de las dos llaves necesarias para la apertura de
la caja. Sin esa entrega de llaves el cliente no puede ejercitar los derechos nacidos del contrato,
por lo que tampoco queda obligado a contraprestación alguna.
En la práctica, siendo simultáneos los dos actos (entrega de llaves y cargo de la comisión
bancaria), el contrato puede calificarse como materialmente real.
Un aspecto formal de ejecución de las prestaciones contractuales es el libro de visitas. Éste es
un registro en que la entidad anota cada una de las aperturas realizadas en las cajas por sus
clientes, a los que previamente se identifica y a quienes se les exige (por pacto) la firma previa
a cada apertura, con constancia de la fecha de la misma.
Obligaciones de la entidad de crédito.
• Obligaciones previas. No es posible el contrato si la entidad de crédito no dispone de
unas instalaciones adecuadas para las medidas de seguridad.
• Obligaciones a la perfección del contrato. Entregar al cliente una de las dos llaves que
mecánicamente resultan imprescindibles para la apertura de la caja.
• Obligaciones durante la ejecución.
1. Comprobar que quien accede a la caja es el verdadero titular o persona por él
autorizada
2. Permitirle el libre acceso a la cámara en el horario fijado con anterioridad.
3. Facilitar la apertura, puesto que es necesario el concurso de la otra llave en
poder de la entidad de crédito.
4. Permitir el uso en secreto de la caja, pudiendo el cliente introducir o extraer los
objetos a su voluntad, o simplemente comprobar su contenido.
5. Impedir el acceso a la caja a toda persona que no esté autorizada por el titular
para acceder a ella.
6. Prestar durante toda la vigencia del contrato las medidas de seguridad y
vigilancia necesarias, que se limitan a la vigilancia y custodia del exterior de la
caja.
7. Mantener en buen uso las instalaciones y la caja en particular para que pueda
cumplir su finalidad y uso.
8. Asumir su responsabilidad y obligación de indemnización por deterioro.
Junto a estas obligaciones jurídico-privadas nacidas del contrato existen obligaciones jurídico-
públicas. Son deberes que tienen que ver con los límites al secreto bancario, pues si la entidad
tiene conocimiento del depósito de cosas robadas, o de cosas peligrosas o de ilícito comercio ha
de colaborar con la Administración Pública e incluso con la autoridad judicial.
Responsabilidad de la entidad de crédito.
Si el contrato se califica como contrato de resultado (arrendamiento de obra), la
responsabilidad de la entidad se agrava porque, de producirse el suceso indeseado del robo, no
se habrá cumplido la obligación pactada de seguridad en la custodia.
Sin embargo, si la calificación es de contrato de esfuerzo (arrendamiento de servicio), la entidad
cumple con ser objetivamente diligente poniendo los medios razonablemente exigibles en
circunstancias similares.
Cuando la obligación es de resultado, la carga de la prueba corresponde al deudor, el cual no
puede liberarse si no es demostrando la intervención de fuerza mayor o de caso fortuito. El
acreedor no tiene nada que probar aquí para exigir la responsabilidad en caso de
incumplimiento. Por el contrario, cuando la obligación es de pura diligencia, es el acreedor quien
tiene que demostrar la falta de diligencia del deudor para poder alegar incumplimiento y derivar
las consecuencias jurídicas propias de ese incumplimiento .
La obligación de conservación íntegra de la caja se desdobla en dos:
• La integridad interna (garantía de clausura).
• La integridad externa (garantía de conservación).
Para que la entidad de crédito quede liberada de responsabilidad por incumplimiento de esta
obligación ha de probar la intervención de fuerza mayor o de caso fortuito.
Obligaciones del cliente bancario
• Al momento de la perfección: abonar el canon arrendaticio pactado.
• Durante su ejecución.
1. Someterse al horario y a las formalidades establecidas por la EC.
2. Acreditar su identidad.
3. Firmar en el libro de visitas
4. Hacer un correcto y buen uso de la caja. Prohibido introducir determinados
objetos peligrosos o prohibidos.
5. Consentir que la entidad de crédito ejerza su derecho a comprobar, en
presencia del titular, y cuando lo considere conveniente, los objetos
introducidos en la caja y verificar que no son cosas distintas a las autorizadas en
el contrato. Se puede efectuar en presencia del cliente o sin su autorización
forzando la caja si se albergan graves sospechas.
6. Conservar la llave recibida y en caso de robo, hurto o extravío cambiar la
cerradura, siendo de cuenta del cliente los gastos ocasionados.
7. Avisar del cambio de domicilio.
• A la finalización del contrato:
1. Restituir la llave recibida y dejar la caja en el mismo estado en que se le entregó.
2. Soportar que se fuerce la caja, así como hacer frente a sus gastos, si incumple y
no colabora devolviendo la llave o si tuvo que forzarse por otro motivo
Extinción del contrato
La muerte, ausencia o incapacidad del cliente titular de la caja provocan la extinción de sus
obligaciones, pero no de la obligación principal de la entidad, que es permitir la apertura de la
caja a los causahabientes. La extinción del contrato se produce, por las siguientes causas:
• Expiración del plazo convenido. Es habitual las prórrogas.
• Desistimiento unilateral antes del término del contrato, con respeto en su caso del plazo
de preaviso estipulado.
• Destrucción o apertura violenta de la caja.
• Negativa de la entidad de crédito a la renovación del contrato.
• Resolución del contrato por incumplimiento de las obligaciones contractuales
recíprocas.
1.2 LOS AVALES BANCARIOS
Concepto
Es una operación de garantía por la que el avalista se compromete a responder del
cumplimiento de una obligación del avalado ante un tercero en caso de que el avalado no lo
haga.
Consiste en el pago de una determinada cantidad de dinero, si bien, pueden emitirse avales en
garantía de otras obligaciones.
Para el banco, un aval supone un riesgo, como un préstamo. La diferencia con éste está en que
el aval no supone un desembolso inmediato de dinero por parte del banco a favor del
beneficiario del aval, pero sí puede suponerlo en un futuro, si dicho beneficiario lo ejecuta, es
decir, reclama el cumplimiento. Llegado ese momento el banco, que ha cumplido ante el
beneficiario del aval, requerirá al cliente que le reintegre dicha cantidad.
Por tanto, el banco en estas operaciones se compromete a cumplir, si el avalado no lo hace, la
obligación que hubiera contraído frente al beneficiario. El pago de la obligación que se garantiza
puede ser o no de carácter financiero.
Para el cliente (avalado), disponer de un documento de aval le permite cumplir con las exigencias
del beneficiario, derivadas de una relación comercial (contrato de compraventa de bienes,
ejecución o licitación de obras, etc.).
Tipos de avales
• Por la naturaleza de la obligación garantizada:
1. Financieros: todos aquellos avales en que el banco se compromete al pago de
una determinada cantidad en caso de que el avalado no lo haga.
2. Técnicos: aquellos avales en los que el banco responde en caso de
incumplimiento de compromisos distintos de una obligación de pago, que tiene
su avalado. Generalmente dichas obligaciones son ante organismos públicos o
ante administraciones, pero también puede ser ante otros terceros, y el banco
responde del incumplimiento de los compromisos que el avalado tuviera frente
a dichos terceros, contraídos por motivos tales como participaciones en
concursos o licitaciones, ejecuciones de obras o suministros, buen
funcionamiento de maquinaria vendida, en supuestos de recursos
administrativos, etc.
Como contrapartida al riesgo asumido, el banco recibe unas determinadas comisiones, en
función del plazo, el tipo y el riesgo del aval.
Los avales más frecuentes son los avales bancarios exigidos en el caso de alquileres de vivienda.
En estos casos el arrendador solicita al arrendatario un aval correspondiente a un número
determinado de mensualidades, para asegurarse el pago de las mismas en caso de que el
arrendatario no lo haga.
También existe la figura de los preavales por los que el banco contrae el compromiso de otorgar
aval definitivo a la persona o entidad que lo solicite y a favor del beneficiario de la garantía,
siempre que se cumplan las condiciones establecidas en dicho compromiso, que no dependerán,
en ningún caso, de la voluntad del banco.
• Según su duración
1. Por plazo determinado, que se indicará en el texto del aval.
2. Por plazo indeterminado o de duración indefinida, en general, el aval se
extinguirá cuando lo haga la obligación garantizada.
La duración es uno de los aspectos más importantes del aval ya que delimita la validez temporal
de la garantía otorgada por el banco
• Según las facultades del beneficiario del aval frente al avalista:
1. Simples: el beneficiario del aval, debe reclamar primero al avalado y si éste no
cumple con la obligación, podrá dirigirse contra el avalista.
2. Solidarias: el beneficiario podrá reclamar indistintamente tanto al avalado
como al avalista. Los avales que las entidades suelen pedirnos son solidario.
1.3 LAS GARANTÍAS BANCARIAS A PRIMER REQUERIMIENTO
Concepto
Se trata de una garantía contractual independiente mediante la cual el garante (entidad
bancaria) se obliga ante el acreedor a pagar una suma de dinero desde el mismo momento en
que éste le comunique el incumplimiento del deudor principal, y sin necesidad de acreditar dicho
incumplimiento.
Características del aval bancario a primer requerimiento:
La nota característica de esta garantía es la independencia respecto de la obligación principal.
A diferencia de la fianza, la cual tiene un carácter accesorio, el aval bancario a primer
requerimiento da nacimiento a una obligación independiente de la obligación principal.
Los costes de la garantía pueden ser elevados, dado que las entidades bancarias suelen exigir al
deudor principal condiciones bastante onerosas para prestar una garantía de este tipo. En este
sentido, es habitual que al aval bancario se le apliquen varias comisiones (estudio, apertura,
riesgo, etc.) que hacen aumentar el coste de su otorgamiento considerablemente.
Una vez formalizado, el efecto principal del aval bancario a primer requerimiento consiste en
que, recibida la notificación del acreedor solicitando el pago, la entidad bancaria está obligada
a atenderlo de forma automática e inmediata, y sin posibilidad de exigir una prueba fehaciente
del incumplimiento.
Ventajas del aval bancario a primer requerimiento
• Asegura un pago inmediato por parte de una entidad de crédito.
• El acreedor no tiene que acreditar de forma fehaciente el incumplimiento por parte del
deudor principal, bastando con la mera notificación al banco.
• El banco no puede oponer ninguna excepción al pago más allá de las previstas
explícitamente en el aval.
• En vista de lo anterior, será siempre más recomendable para el acreedor optar por un
aval bancario a primer requerimiento que por una fianza personal. Y es que el aval
bancario está configurado como una garantía mucho más directa que la fianza y en la
que se presupone la solvencia y estabilidad financiera del garante. Resulta por lo tanto
más seguro para los intereses del acreedor. No obstante, dados los elevados costes
asociados a esta figura, en muchas ocasiones no resulta fácil exigir la aportación de la
misma al deudor principal.
1.4 EL CRÉDITO DOCUMENTARIO
Concepto
El crédito documentario es una operación de mediación en los pagos, que no implica
necesariamente la existencia de un crédito.
Nace en el ámbito de las compraventas internacionales debido al desconocimiento de los
agentes económicos relacionados. Este desconocimiento generaba desconfianza y esa situación
es la que se intenta remediar mediante la figura del crédito documentario .
Este contrato implica que un tercero (entidad de crédito), que conoce a ambas partes del
negocio, les ofrece la prestación de sus especiales servicios financieros de mediación en los
pagos.
Así, el vendedor, que tiene la esperanza de hacer un buen negocio, pero desconfía de cobrar
porque no conoce los datos de honorabilidad y solvencia de su comprador/deudor, perdería una
buena oportunidad de negocio de no acudir a una entidad de crédito especializada. Ésta le
ofrece:
• Actuar como si fuera el comprador, de manera que paga al vendedor el precio contra
entrega de determinados documentos (factura, seguro, carta de porte, etc.) que
previamente se pagan.
• Actuar en la plaza de destino de la mercancía como si fuera el mismo vendedor,
cobrando sobre la base legitimadora de los documentos previamente recibidos del
repetido vendedor
Naturaleza jurídica
Se ha considerado imposible reconducir el crédito documentario a una figura jurídica unitaria,
expresando la necesidad de ir a un análisis de las distintas relaciones jurídicas que subyacen a
esta operación (Alonso Ureba).
La jurisprudencia considera al contrato de crédito documentario una modalidad contractual
autónoma y unitaria.
Contenido
En el contrato de crédito documentario se pueden diferenciar tres relaciones jurídicas:
• Relación comprador-vendedor. La entidad de crédito ha de pagar el precio al vendedor,
contra entrega por el mismo a la entidad de los documentos acordados.
• Relación comprador-entidad emisora. Se caracteriza como comisión
mercantil indirecta. En el marco de esta relación de comisión mercantil, el comprador
debe dar instrucciones concretas al banco. El deber de examen de la entidad respecto
de los documentos a entregar depende de lo pactado. Lo mismo hay que decir respecto
de la facultad de rechazo que puede reservarse la entidad.
• Relación entidad emisora-vendedor beneficiario. Se trata de una promesa unilateral
de pago funcionalmente abstracta, que se concreta en la emisión por la entidad, en
favor del vendedor-beneficiario, de la llamada carta de crédito, originadora del firme
compromiso de pago por la entidad, a su vencimiento.
Clases
• Crédito revocable o modificable. Es aquel que puede ser modificado o cancelado con el
consentimiento del banco emisor, del banco confirmador, si lo hay, y del beneficiario.
• Crédito irrevocable. Aquel crédito en el que la EC tiene un compromiso firme cierto de
honrar el crédito contra la presentación conforme de los documentos en los términos
pactados. Un crédito es irrevocable, incluso aunque no haya indicación al respecto.
• Crédito simple. En este supuesto hay una sola entidad de crédito.
• Crédito complejo. En el crédito complejo hay dos o más entidades:
1. Banco emisor es el banco que emite un crédito a petición de un ordenante o
por cuenta propia.
2. Banco designado, es el banco en el que el crédito es disponible o cualquier
banco en el caso de un crédito disponible con cualquier banco.
3. Banco avisador, es el banco que notifica el crédito a petición del banco emisor.
4. Banco confirmador, es el banco que añade su confirmación a un crédito con la
autorización o a petición del banco emisor.
• Crédito transferible.
• Crédito subsidiario.
• Crédito transferible: cuando a petición del beneficiario (primer beneficiario), un crédito
transferible puede ser puesto total o parcialmente a disposición de otro beneficiario.
Banco transferente significa el banco designado que transfiere el crédito o, en un crédito
disponible en cualquier banco, el banco que está específicamente autorizado por el banco
emisor para transferir, y que transfiere el crédito. El banco emisor puede ser banco transferente.
Crédito transferido significa un crédito que el banco transferente ha puesto a disposición de un
segundo beneficiario.
Un crédito puede ser transferido en parte a más de un segundo beneficiario a condición de que
las utilizaciones o expediciones parciales estén autorizadas. Un crédito transferido no puede ser
transferido a petición del segundo beneficiario a un posterior beneficiario. El primer beneficiario
no se considera un posterior beneficiario.
El crédito transferido debe reflejar de forma precisa los términos y condiciones del crédito ,
incluyendo la confirmación, si la hubiera, con la excepción de:
• El importe del crédito.
• Cualquier precio unitario indicado en él.
• La fecha de vencimiento.
• El período de presentación.
• La fecha última del embarque o el período determinado de excepción, cualquiera de los
cuales puede reducirse o acotarse.
Crédito subsidiario: sirve al interés del vendedor-intermediario de utilizar el crédito
documentario ya emitido en su favor como garantía de un nuevo crédito documentario a emitir
a favor de su proveedor o suministrador. Este crédito gana particular interés cuando no cabe la
transferencia, o cuando aun siendo ésta posible, el proveedor no pueda hacer entrega de los
documentos exigidos en la primera carta de crédito.
Las entidades comercializadoras de productos financieros tienen que cumplir una serie de
obligaciones de conducta e información, entre las que cabe destacar:
Para poder asegurar, medidas de protección adecuadas al nivel de conocimiento que tengan los
inversores sobre los mercados de valores, las entidades deben clasificar a sus clientes como
"profesionales" o "minoristas".
Minorista es aquel cliente que tiene menos conocimientos financieros y poca experiencia en los
mercados de valores. Como cliente minorista tiene el mayor grado de protección.
Los profesionales tienen un mayor conocimiento y experiencia y, por lo tanto, reciben menos
protección ya que tienen más capacidad para comprender la naturaleza y los riesgos de los
mercados, productos y servicios de inversión. Deben cumplir dos condiciones de las siguientes:
Que sea de carácter concreto: Debe ser secreta, ignorada por la generalidad de los inversores,
de modo que su poseedor esté en disposición de obtener un beneficio mediante la compra o
venta de valores. Si una información es pública pierde su valor para los iniciados, puesto que
deja de ser susceptible de aprovechamiento anticipado por éstos. ¿Cuándo se considera
pública? En España, en términos generales, se considera que una información es pública cuando
ha sido comunicada al registro oficial de información relevante de la CNMV. No cuando,
anticipadamente, existe alguna filtración previa en medios de comunicación
Que no sea pública: si indica una serie de circunstancias que se dan, o pueda esperarse
razonablemente que se den, o un hecho que se ha producido, o que pueda esperarse
razonablemente que se produzca, cuando esa información sea suficientemente específica para
permitir que se pueda llegar a concluir el posible efecto de esa serie de circunstancias o hechos
sobre los precios de los valores negociables o instrumentos financieros. La concreción es una
cualidad predicable de la naturaleza de la información. Una información es de carácter concreto
cuando los datos o elementos que la integran son precisos, es decir, vienen constituidos por
hechos o circunstancias y no cuando trasmiten simples impresiones, rumores, meras
vaguedades o datos vagos o imprecisos. Depende también de la posibilidad de verificación de la
información, lo cual dependerá en sustancia del grado de fiabilidad de la fuente de información
Toda información transmitida por un cliente en relación con sus propias órdenes pendientes
sobre valores que, de hacerse pública, podría tener repercusiones significativas en la cotización
de los mismos. Incurre en esta conducta el profesional de los servicios de inversión que,
habiendo recibido de un cliente una orden de compra o venta de un gran paquete de valores, y
previendo los efectos que va a generar su ejecución sobre su cotización, realiza operaciones en
su propio provecho con las que intenta sacar partido de dichos efectos.
ABUSO DE MERCADO
• Marcaje al cierre (marking the close): compra o venta de valores al cierre del mercado,
con el fin de alterar su cotización a la hora de cierre del mismo, en el sentido que interesa
al manipulador.
Consisten en la unión de dos o más productos financieros en una sola estructura. Producto de
renta fija más uno o mas derivados. Elevado riesgo. Su rentabilidad depende de una
combinación de varios de ellos. Tipos:
SWAPS
Derivado financiero por el que dos partes acuerdan intercambiar durante un periodo de tiempo
establecido dos flujos financieros (ingresos y pagos) de intereses en la misma divisa (swap de
tipo de interés) o en distinta divisa (swap detipo de cambio) sobre un nominal determinado y
especificando una fecha de vencimiento. Los swaps se negocian bilateralmente por cada una
de las partes en mercados over the counter (es decir, no se negocian en mercados organizados).
Son productos utilizados tanto para especulación como para cubrirse la exposición a un riesgo.
Swaps de tipo de interés: pago de intereses periódicos fijos por una de las partes a cambio de
recibir intereses periódicos variables por la otra parte referenciados a un índice (Euribor).
• Interest rate swaps (IRS): consiste en el intercambio de flujos de intereses a tipo fijo por
otros a tipo variable en la misma moneda.
• Basis swaps: consiste en el intercambio de tipos flujos de intereses a tipo fijo por otros
a tipo variable en la misma moneda pero con diferentes frecuencias o bases.
Swaps de tipo de cambio: intercambio de flujos periódicos fijos en una divisa a cambio de
recibir los intereses periódicos variables en una divisa diferentes.
Nuestro sistema jurídico de protección del inversor tienen varios pilares fundamentales:
• Medidas de protección del propio mercado, reclamaciones que deben realizarse a los
organismos rectores de los mercados que tienen creados servicios de reclamaciones.
Las Bolsas de Madrid y Barcelona han dado un paso más con la creación de la figura del
"Protector del Inversor", una vía institucional para atender las quejas y reclamaciones
que los inversores formulen en relación con las operaciones que se realicen en Bolsa,
así como a propósito de las actuaciones relacionadas con tales operaciones.
• Medidas de protección de carácter administrativo, en este caso se entra en el régimen
disciplinario de la Ley del Mercado de Valores y su normativa de desarrollo, en donde
se crea un órgano tutor de los mercados que es la CNMV es en quien recae la
supervisión, inspección de los mercados de valores de la actividad de cuantas personas
físicas y jurídicas se relacionan en el tráfico de los mismos y el ejercicio sobre ellas de la
potestad sancionadora. El incumplimiento de las normas de conducta del mercado o la
lesión de derechos de quienes invierten en él, pueden denunciarse a la CNMV que en su
papel de "protección a los inversores" que le marca la ley, puede determinar la
existencia de una infracción que dé lugar a una sanción.
• Medidas de protección jurisdiccional, reclamación judicial que tiene a su alcance el
inversor. Cabe la alternativa de una reclamación de carácter civil, derivada de la relación
jurídica existente entre el intermediario bursátil y el cliente y de la responsabilidad del
cumplimiento fiel por parte del comisionista -intermediario del encargo recibido del
comitente- cliente. El incumplimiento de las instrucciones del cliente puede derivar en
una responsabilidad civil del intermediario, que dé lugar a su exigencia por la vía del
procedimiento civil ordinario. Podría darse también una responsabilidad de carácter
penal en los supuestos de estafa, apropiación indebida, maquinaciones para alterar el
precio de las cosas e incluso por la utilización de información privilegiada
Los Servicios de Atención al Cliente de las entidades reclamadas disponen de un plazo de hasta
2 meses para resolver la reclamación planteada. Si usted no está conforme con la resolución o
si han transcurrido los 2 meses sin haber recibido respuesta, puede exponer el caso antes la
Oficina de Atención al Inversor de la CNMV.
La CNMV es competente para atender las reclamaciones de los usuarios en relación con la
actuación de las empresas de servicios de inversión, las entidades de crédito (cuando prestan
servicios de inversión) y las gestoras de fondos y sociedades de inversión.
También es posible dirigirse al regulador para interponer una reclamación contra sociedades
emisoras con motivo, por ejemplo, de incidencias relacionadas con el contenido de su página
web, la atención prestada a sus accionistas, el ejercicio de derechos políticos o económicos, etc.
En estos casos no hay que cumplir trámites previos (no procede la reclamación ante ningún
Servicio de Atención o Defensor del Cliente) sino que se puede acudir directamente a la CNMV.
En todo caso, es recomendable que las reclamaciones se interpongan en el plazo más breve
posible desde que se haya producido la incidencia y se hayan agotado los plazos y fases
anteriormente citados.
Las reclamaciones deben tener un formato definido, muy similar al que se requiere para
reclamar ante las propias entidades. Se presentarán:
El plazo para la resolución del expediente es de 4 meses desde la fecha de recepción de la queja
o reclamación en la Oficina de Atención al Inversor, salvo circunstancia que sería comunicada al
interesado a través de un escrito de demora.
El informe final contiene una valoración motivada sobre la conducta de la entidad en el caso
planteado: si ha sido correcta o si por el contrario puede calificarse de irregular.
El informe sólo tiene carácter informativo y no vinculante para las partes. No recoge propuestas
ni valoraciones económicas sobre los posibles daños y perjuicios ocasionados al reclamante. Al
no tener la consideración de acto administrativo, no puede ser objeto de recurso ante órganos
administrativos o judiciales.
Si las partes llegan a un acuerdo, o en el caso de que las conclusiones del informe sean favorables
al reclamante o aprecien algún tipo de conducta incorrecta por parte de la entidad, ésta dispone
del plazo de un mes, desde la notificación, para poner en conocimiento de la CNMV las
actuaciones que haya llevado a cabo para rectificar la situación, en su caso.
La solicitud del seguro no vincula al solicitante, sin embargo la proposición del seguro hecha por
el asegurador, vincula a éste durante 15 días.
• Póliza: documento que recoge el contrato de seguro que debe constar por escrito. La
póliza debe contener una serie de menciones que recogen los elementos esenciales del
contrato, como las partes, el riesgo cubierto, el interés, la suma asegurada, el importe
de la prima… También las condiciones generales del contrato, que en ningún caso
podrán tener carácter lesivo para los asegurados. Ser han de redactar en forma clara y
precisa y se destacará de modo especial las cláusulas limitativas de los derechos de los
asegurados.
Los preceptos de LCS solo tienen carácter imperativo cuando las cláusulas sean más
beneficiosas para el asegurado. Sin embargo, cuando se aseguran grandes riesgos, las
normas de la LCS son dispositivas, prevalecen las condiciones pactadas. En caso de
extravío de la póliza, el asegurador tendrá obligación de expedir una copia.
Las condiciones generales y los modelos utilizados por los aseguradores están sometidos
a la supervisión de la Administración pública que puede prohibir la utilización de pólizas
que entienda que no se ajusten a las leyes. No es necesaria la aprobación previa antes
de su utilización, salvo en determinados supuestos. Aun cuando hayan sido aprobados
por la Administración, las condiciones no se transforman en Derecho objetivo, por lo
que pude declararse su nulidad por los Tribunales.
La póliza se redactará normalmente en forma nominativa, aunque puede emitirse a la
orden y transmitirse por la simple entrega del título.
El asegurador tiene el deber antes de la celebración del contrato de informar al
asegurado de las condiciones del mismo. Información que varía según la clase de
contrato de seguro y también si se concluye entre presentes o a distancia.
• Otros documentos: la póliza puede completarse por un apéndice o suplemento, que
tiene el mismo régimen de documento probatorio de documento:
1. Solución del seguro que no vincula al solicitante
2. Proposición para el asegurador, que le vincula 15 días.
3. Documento de cobertura provisional.
El contratante, antes de la conclusión del contrato, tiene el deber de declarar las circunstancias
que delimitan el riesgo que quiere que cubra el asegurador. Se requiere de él la información
precisa para la concreción y valoración del riesgo (en los formularios suele existir un
cuestionario). Como el asegurador ha de confiar en la descripción del riesgo que hace la otra
parte, se dice que el contrato de seguro es de buena fe.
El tomador del seguro tiene el deber de hacer una exacta declaración que comprende el decir
exactamente cuánto se declara y declarar cuanto sabe. La declaración ha de hacerse por el
tomador a la vista del formulario presentado por el asegurador. De manera que el asegurador
quedará exonerado de este deber tanto si el asegurador no presenta el cuestionario como
cuando se trate de circunstancias que, aun cuando puedan incluir en la valoración del riesgo, no
están incluidas en dicho cuestionario.
La póliza fijará la duración del contrato, que salvo en los de vida, no podrá ser superior a 10 años.
Sin embargo, podrá establecerse que se prorrogue una o más veces por un período no superior
al año cada vez. Las partes pueden oponerse a la prórroga del contrato mediante una
notificación por escrito a la otra parte, dos meses de anticipación del período del seguro en
curso. Para esta oposición tenga validez, no es suficiente la declaración verbal. Pero finalizado
el contrato si se produce el siniestro, éste se encuentra fuera de la cobertura del asegurador.
Las acciones que derivan del contrato de seguro prescribirán en dos años si es seguros de daños
y de cinco si el seguro es de personas. Los plazos de prescripción se refieren tanto a los derechos
que tenga el asegurador contra el tomador del seguro o, en su caso, contra el asegurado o el
beneficiario, como los que puedan corresponder a estas personas contra el asegurador.
Pago de la prestación
TEMA 7: LOS SEGUROS DE DAÑOS
1. CONSIDERACIONES GENERALES
Los seguros de daños en sentido estricto tienen como nota común que tienden al resarcimiento
completo del daño que efectivamente ha sufrido el asegurado. El funcionamiento de esta clase
de contrato es el cálculo de la valoración del daño que efectivamente produce el siniestro, que
el asegurado tiende a indemnizar. La efectividad de la indemnización por parte del asegurador
tiene como límite el valor real del daño, de forma que el asegurado no puede tener una
situación patrimonial más favorable después de recibir la indemnización que antes de que se
produjera el siniestro. El seguro no debe ser motivo de lucro para el asegurado.
La LCS se ha querido referir a 10 clases de contrato de seguro de daños, para cuya distinción ha
tenido en cuenta normalmente la naturaleza del riesgo cubierto. Sin embargo existen
modalidades de seguros de daños no recogidos expresamente en la LCS (de rotura de cristales,
de maquinaria, cinematográficos…) a los que se aplican las normas generales de la LCS, salvo
que existan normas específicas fuera de ella como en los agrícolas, del automóvil..., que tendrán
preferencia sobre las normas generales.
2. OBJETO
2.1 INTERÉS ASEGURADO
Es un elemento común a todas las clases de contrato de seguro, pero tiene especial relevancia
en los seguros de indemnización efectiva, dado que el interés no sólo es importante como
presupuesto para la validez del contrato, sino también para el cálculo de la indemnización
cuando se produce el siniestro.
El art. 25 LCS establece que el contrato de seguro contra daños es nulo si en el momento de su
conclusión no existe un interés del asegurado a la indemnización del daño. Sin embargo la
existencia del interés asegurado no es precisa en el momento de la conclusión del contrato, sino
cuando deba comenzar a producir sus efectos. Así es lícito el aseguramiento de intereses futuros
(cuadro que se va a pintar, un bien que se va a adquirir).
La existencia del interés no puede limitarse al momento inicial de la vida de la relación jurídica,
sino que ha de pervivir durante toda ella. Si el interés que existe en el momento en que
comienzan los efectos del contrato desaparece en un momento posterior (obra de arte
asegurada por robo y destruida por fuego), ha de entenderse que cuando se produce la falta del
interés asegurado estamos ante una causa de extinción de la relación aseguradora, que no es
equiparable a la nulidad, sino a una casa de resolución del contrato, que ha de operar en el
mismo momento en que el tomador del seguro o el asegurado notifiquen al asegurador la
cesación del interés.
2.2 SIGNIFICADO DE LA SUMA ASEGURADA
Es el importe máximo del interés asegurado cubierto por el asegurador, representa el límite
máximo de la indemnización a pagar por el asegurador en cada siniestro (art. 27 LCS). La suma
asegurada, es el importe que señala la cuantía por la que el interés es asegurado en el contrato,
que puede o no coincidir con el valor asegurable y que representa la cantidad máxima que puede
importar la presentación de asegurador.
El interés se mide a través de la asignación de un valor al bien asegurad. Este valor, que ha de
ser calculado con relación al bien ya la naturaleza del interés, puede sufrir modificaciones a lo
largo del contrato. Se distingue entre:
• Valor inicial: valor en el momento del contrato, valor asegurable (máquina adquirida
por 10 millones)
• Valor sucesivo: el que tiene el interés en cualquier momento de la vida del contrato
(máquina que el segundo año solo vale 7 millones)
• Valor final: valor en el instante inmediatamente anterior a la verificación de siniestro.
• Valor de residuo: valor del interés asegurado después del siniestro.
SEGURO DE INCENDIOS
Es el contrato por el que el asegurador, mediante la percepción de una prima, se obliga a
indemnizar el daño producido por el fuego en el bien o bienes asegurados. (art. 45 LCS).
El incendio lo define la ley como la combustión y el abrasamiento con llama, capaz de
propagarse, de un objeto u objetos que no estaban destinados a ser quemados en el lugar y
momento en que se produce (art 45 LCS).
Se presta cobertura contra los daños que el incendio puede producir en cosas determinadas,
cuya descripción se determina en la póliza. Puede estipularlo cualquier persona que tenga
interés en la cosa y pueda resultar dañado directamente por los efectos del incendio.
Puede asegurarse cualquier mueble o inmueble, siempre que sean susceptibles de ser
consumidos o deteriorados por el fuego. Los objetos asegurados serán única y exclusivamente
los descritos en la póliza. Pero a no ser que se hallen comprendidos y descritos expresamente
en el ámbito de la cobertura, quedan excluidos de ella los bienes y objetos de valor que
estuvieran contenidos dentro del objeto asegurado.
Salvo pacto expreso en contrario, solo quedan cubiertos los incendios generados por caso
fortuito, los provocados por malquerencia de extraños, por negligencia propia del asegurado, o
por la de personas de las que éste responda civilmente. Se excluyen??
Los daños indemnizados son las pérdidas materiales causados por la acción directa del fuego y
los generados por las consecuencias inevitables del incendio.
CONTRATO DE REASEGURO
Es un contrato por el que el reasegurador se obliga a reparar, dentro de los límites establecidos
en la LCS, y en el contrato, la deuda que nace en el patrimonio del reasegurado a consecuencia
de la obligación por éste asumida como asegurador en un contrato de seguro.
Tanto el reasegurador como el reasegurado son aseguradores, por lo que las normas del
contrato de seguro tiene carácter dispositivo.
El reaseguro es un instrumento que usan los aseguradores para repartir los riesgos que han
asumido de sus clientes entre otros aseguradores.
El riesgo del contrato de seguro originario y el riesgo del reaseguro son distintos, porque éste es
siempre la posibilidad de que surja una deuda en el patrimonio del asegurador, mientras que el
primero puede ser el de cualquier tipo o clase de seguro.
Suele establecerse la llamada cláusula de control, que pretende impedir que el asegurador
directo abone la indemnización al asegurado sin que el reasegurador lo consienta.
CLASES:
• Simple: se concluye un CT de reaseguro cada vez que el asegurador-reasegurado quiere
obtener la cobertura con relación a uno o varios contratos de seguro determinados.
• Reaseguro por tratados: señala dentro de qué límites y en qué condiciones los contratos
de seguro celebrados por el asegurador quedarán reasegurados.
TEMA 8. LOS SEGUROS DE PERSONAS
1. INTRODUCCIÓN
En los seguros de personas el objeto asegurado es la propia persona, la cual soporta el riesgo
de ver comprometida su salud por una enfermedad o por un accidente, o el riesgo de perder la
vida antes de alcanzar una cierta edad o de sobrevivir a una edad determinada.
Se distinguen de los seguros contra daños en que no son seguros indemnizatorios. No lo son
porque si bien estos seguros pueden servir para reparar el daño o la necesidad que puede
producir un siniestro, pueden también utilizarse para obtener una prestación del asegurador
aunque el siniestro no produzca daño alguno, sino por el contrario, un ahorro o beneficio
económico. De otra, porque en ellos el importe de la prestación del asegurador se calcula a
priori, y producido el siniestro, se percibe íntegramente, haya o no daño, y, si lo hay,
independientemente de su cuantía. La existencia de daño efectivo y su valor son irrelevantes
para el régimen jurídico de estos seguros.
Los seguros de personas son seguros de previsión, de ahorro o de suma, porque producido el
siniestro, el asegurador paga la suma convenida (única o periódica), sin verse obligado a
averiguar si aquél ha producido o no daño, ni cuál sea su importe.
Todos los seguros de personas pueden celebrarse individual o colectivamente con referencia a
un grupo de ellas (seguro colectivo), en cuyo caso el grupo deberá estar delimitado por alguna
característica común extraña al propósito de asegurarse, estando ante un seguro estipulado por
cuenta ajena, actuando el tomador en interés del grupo asegurado.
En todos los seguros de personas se prohíbe la subrogación del asegurador en los derechos del
asegurado una vez pagada la indemnización, salvo por los gastos de asistencia sanitaria,
precisamente porque no es aplicable el principio indemnizatorio de los seguros de daños.
2. SEGURO DE VIDA
2.1 CONCEPTO Y CLASES
Concepto: el seguro de vida es aquel contrato de seguro en el que la prestación del asegurador
consiste en el pago al asegurado o al beneficiario o al beneficiario de una suma, de una o varias
veces, cuando se produzca un evento que se refiere a la duración de la vida humana.
El art. 83 LCS declara que por el seguro de vida el asegurador se obliga, mediante el cobro de la
prima estipulada y dentro de los límites establecidos en la Ley y en el contrato, a satisfacer al
beneficiario un capital, una renta u otras prestaciones convenidas, en el caso de muerte o bien
de supervivencia del asegurado, o en ambos eventos conjuntamente.
El tomador del seguro en un contrato de seguro individual de duración superior a 6 meses que
haya estipulado el contrato sobre la vida propia o la de un tercero tendrá la facultad de resolver
el contrato dentro del plazo de los 30 días siguientes a la fecha en la que el asegurador le
entregue la póliza o un documento de cobertura provisional. La facultad unilateral de resolución
del contrato deberá ejercitarse por escrito y a partir de la fecha de la expedición del mismo
cesará la cobertura del riesgo por parte del asegurador, y el tomador del seguro tendrá derecho
a la devolución de la prima que hubiere pagado, salvo la parte correspondiente al tiempo que el
contrato hubiera tenido vigencia
Clases:
Para el caso de muerte: en este seguro la cobertura se realiza para el caso de muerte del
asegurado, de forma que la obligación del asegurador depende de este hecho. Dentro de estos
seguros podemos distinguir:
• Temporal: la obligación del asegurador al pago de la indemnización se subordina al
hecho de que la muerte del asegurado se produzca dentro de un determinado período
de tiempo.
• Vida entera: la cobertura del riesgo de fallecimiento se extiende a toda la vida del
asegurado.
Estos seguros de vida se realizan por regla general sobre una sola cabeza, es decir, con relación
a la vida de una sola persona asegurada, pero pueden referirse a dos o más cabezas en el sentido
de que el asegurador tendrá que pagar la indemnización cuando fallezca cualquiera de las
personas que se mencionan en el contrato. En el caso de que el asegurado sea diverso al
tomador del seguro será preciso el consentimiento dado por escrito del asegurado, salvo que
pueda presumirse su interés por la existencia del seguro (art. 83).
La disciplina del contrato de seguro de vida para caso de muerte está influida, por la necesidad
de una precisa delimitación del riesgo. Sirven para este caso las normas generales sobre el deber
de declaración del tomador del seguro, antes de la conclusión del contrato, que se circunscribe
al deber de responder al cuestionario presentado por el asegurador sobre la salud del
asegurado, con referencia a los antecedentes familiares, en especial a la edad y causas de
fallecimiento de los padres, a las enfermedades padecidas por el asegurado, padecimientos
actuales, hábitos, etc.. La jurisprudencia, aun partiendo de la idea de valoración del
cumplimiento de ese deber de declaración del riesgo con criterios objetivos, con frecuencia se
aparta de ellos para hacer relevante el eventual vicio de la voluntad (dolo o culpa grave) o
existencia de buena fe, en su cumplimiento.
Al cuestionario se une, en especial cuando el capital asegurado es de cierta importancia, un
reconocimiento médico amplio efectuado por el médico del asegurador. Ahora bien, con el fin
de establecer una cierta seguridad o certeza en la relación aseguradora, primero por medio de
cláusulas contractuales y después por imperativo legal, se ha establecido que trascurrido un
determinado plazo el asegurador no podrá impugnar la validez de la conclusión del contrato. A
esto responde la indicación del artículo 89.1 referente a que el asegurador no puede impugnar
el contrato una vez trascurrido un año desde la fecha de su conclusión, salvo que el tomador
haya actuado con dolo (art. 89 LCS). Si la inexactitud se refiere a la edad del asegurado, el
asegurador podrá impugnar el contrato si la edad excede de los límites de admisión en él
establecidos (art. 90.1). Porque el contrato tiene como presupuesto unas bases técnicas en las
que la edad de los asegurados es un elemento de singular importancia. Es la propia LCS la que
establece la edad mínima que ha de tener el asegurado para caso de muerte (catorce años,
conforme el art. 83,4), pero también se fija en esas bases un límite de edad máximo de admisión
(de sesenta a setenta años). Si la inexacta indicación de la edad del asegurado no afecta a los
límites, el contrato se mantiene en vigor, pero con modificaciones en cuanto al importe de la
indemnización o de la prima, pues si la prima pagada es inferior a la que correspondería pagar,
la prestación del asegurador se reducirá en proporción a la prima percibida; por el contrario, si
es superior a la que debería haberse abonado, el asegurador está obligado a restituir el exceso
de las primas percibidas sin intereses (art. 90.2 LCS).
En la póliza se han de indicar expresamente los supuestos de muerte que están excluidos de la
cobertura del asegurador (art. 91). De este artículo deriva que el seguro de vida para caso de
muerte cubre, en general, todas las causas del fallecimiento del asegurado, salvo aquellas que
expresamente hayan sido excluidas.
Seguro para caso de vida: en este supuesto la obligación del asegurador está condicionada a la
supervivencia del asegurado en una determinada fecha, que se fija por medio de un plazo que
se empieza a contar a partir del momento de la celebración del contrato o bien con relación a la
edad del asegurado. El riesgo cubierto no es el fallecimiento del asegurado, sino el contrario de
la supervivencia, no siendo relevante a estos efectos la salud del asegurado. La necesidad o el
daño que se cubre en esta clase de seguro viene dado por la existencia de determinados gastos
(principalmente los de subsistir) cuando la capacidad de rédito del asegurado por causa de la
vejez –que lleva consigo su jubilación o el cese en su actividad productiva en los supuesto
previstos en el contrato, como pude ser la enfermedad- ha disminuido.
Las combinaciones de los seguros para caso de vida –como sucede también con los de muerte-
son muy variadas, tanto con relación a la naturaleza y cuantía de la prestación por parte del
asegurador (que pude ser un capital que entrega de una vez o una renta vitalicia fija o
revalorizable), como con referencia a las personas aseguradas, ya que pude contratarse con
relación a una o más cabezas.
Seguros mixtos: aquellos en los que el asegurador cubre alternativamente el riesgo de muerte
y el de supervivencia del asegurado, de forma que el asegurador queda obligado a abonar una
suma tanto si en una determinada fecha vive la persona asegurada como si falleciese antes de
esta fecha. La prestación del asegurador ha de efectuarse necesariamente, aunque no se sabe
el momento en que se realizará, por depender de la vida del asegurado. Los riesgos cubiertos
(muerte y supervivencia) no simplemente son opuestos, sino alternativos.
2.2 ELEMENTOS DEL CONTRATO
Elementos personales
• Pluralidad de elementos personales: en el contrato de seguro de vida surge una
pluralidad de elementos personales que supera los normales del contrato de seguro, en
especial cuando el seguro es para el caso de muerte, pues además del asegurador y del
contratante o tomador del seguro, que pude contratar por cuenta propia o ajena,
apareciendo en este último caso la figura del asegurado distinta de la del tomador (art.
7.1 y art. 83.2), surge la figura del beneficiario distinta del asegurado y del tomador del
seguro, al que corresponde los derechos que derivan del contrato.
Además, el riesgo del contrato puede referirse a la vida de un individuo (o de varios, de
forma que los asegurados pueden ser varios). En principio asegurado puede ser
cualquier persona, siempre que tenga más de catorce años y no esté incapacitado (art.
83, 4). Pude contratarse el seguro, según ha quedado indicado, sobre la vida de la misma
persona que participe en el contrato o sobre la vida de un tercero (bien en interés propio
o por cuenta del mismo tercero). La Ley califica como tomador del seguro al contratante
y asegurado a la persona titular del interés sobre la que incide el riesgo e indica que en
los seguros para caso de muerte, si son distintas las personas del tomador del seguro y
del asegurado, será preciso el consentimiento de éste, dado por escrito, salvo que pueda
presumirse de otra forma su interés por la existencia del seguro (art. 83.2). Si el
asegurado es menor de edad será necesaria, además la autorización por escrito de sus
representantes legales (art. 83.3).
• El beneficiario: además de las figuras del tomador del seguro y del asegurado, en el
seguro de vida aparece la de beneficiario como la persona que tiene derecho a la
indemnización pactada en el contrato. Con relación a la figura del beneficiario, la Ley se
ocupa de su designación, de su revocación y de su posición jurídica.
• La designación del beneficiario, que puede efectuarse sin que sea necesaria su
aceptación, corresponde al tomador del seguro o contratante, quien también pude
modificar posteriormente esa designación sin necesidad del consentimiento del
asegurador (art. 84.1). El beneficiario puede ser designado en la póliza, en una
declaración posterior escrita comunicada al asegurador o en testamento. Si en el
momento del fallecimiento del asegurado no hubiere designado beneficiario concreto,
la indemnización corresponderá al tomador del seguro, en cuanto que la Ley presume
que ha estado a su cargo el pago de las primas, o a sus herederos (art. 84 LCS). La Ley
establece reglas para la determinación de los beneficiarios cuando ésta sólo exista de
una forma genérica: 1. Si ha designado a los hijos como beneficiarios, lo serán todos los
descendientes con derecho a la herencia; 2. Si se hace en favor de los herederos del
tomador, del asegurado o de cualquier persona, se considerarán como tales los que
tenga dicha condición en el momento del fallecimiento del asegurado; 3. Si se hace en
favor de los herederos, sin mayor precisión, se considerarán como tales los que tengan
dicha condición en el momento del fallecimiento del asegurado; 4. La designación del
cónyuge como beneficiario atribuirá igualmente tal condición al que lo sea en el
momento del fallecimiento del asegurado. Estas normas aclaratorias sobre la
determinación del beneficiario cuando se haya designado de forma genérica se
completan con la que establece que los beneficiarios que sean herederos conservarán
dicha condición aunque renuncien a la herencia (art. 85).
• La regla general es que el tomador del seguro puede revocar la designación del
beneficiario en cualquier momento sin consentimiento del asegurador. La revocación
debe hacerse, según establece el artículo 84.2, en la misma forma establecida para su
designación; norma que ha de interpretarse, a nuestro juicio, en el sentido de que ha de
efectuarse en la misma forma utilizada por el tomador del seguro para realizar la
designación del beneficiario: si se hizo en póliza, mediante un suplemento a la misma;
si se hizo mediante una declaración escrita comunicada posteriormente al asegurador,
por medio de otra declaración similar; si se hizo en testamento, mediante una
modificación del mismo (cfr. Art. 87.1).
Esta facultad de revocación del beneficiario es, sin embargo, renunciable por parte del
tomador, de forma tal que nos encontraremos con una designación irrevocable del
beneficiario. Para ello, es preciso que el tomador renuncie de forma expresa y por
escrito a la facultad de revocar al beneficiario. Renuncia de revocación que se entiende
que ha de ser notificada al asegurador y al propio beneficiario. Tal renuncia, además de
dejar sin efecto la facultad del tomador del seguro de modificar la designación del
beneficiario, hace perder al tomador del seguro los derechos de rescate, anticipo,
reducción y pignoración de la póliza (art. 87.2).
• El derecho de crédito del beneficiario frente al asegurador, una vez que se ha producido
el evento previsto en el contrato que da nacimiento al mismo, aparece especialmente
fortalecido por la propia Ley, que lo quiere configurar como un derecho autónomo
frente al asegurador. Autonomía del derecho de crédito del beneficiario frente al
asegurador que se manifiesta, una vez que sea exigible como consecuencia de la
producción del hecho previsto en el contrato, tanto frente a las eventuales
reclamaciones de los herederos legítimos del tomador del seguro como de las que
formulen contra éste los acreedores de cualquier clase (art. 88.1). La Ley ha pretendido
establecer una primacía de este crédito del beneficiario frente al asegurador sobre
cualquier otro que pudiera nacer como consecuencia de la relación que otros
acreedores tuvieran respecto al tomador del seguro.
El párrafo segundo del artículo 88 hace referencia a un supuesto diverso: la declaración
de quiebra o concurso del tomador del seguro, que presupone la imposibilidad por parte
de éste de seguir pagando normalmente las primas pendientes de pago.
En tal hipótesis la Ley prevé que los órganos de representación de los acreedores podrán
exigir al asegurador la reducción del seguro, lo que implica que el derecho de crédito
del beneficiario se verá disminuido en la proporción correspondiente.
Objeto:
El riesgo: según su naturaleza cuyos efectos se desean prevenir, se escoge el tipo de seguro. Si
se teme morir antes de una edad, podrá estipularse un seguro para el caso de muerte, con cuyo
capital esos estudios puedan finalizarse. Si se teme a sobrevivir a una determinada edad, con la
reducción de las posibilidades laborales, podrá estipularse el seguro de supervivencia.
Cuando el riesgo cubierto es el de muerte, han de formularse varias revisiones. Así en la póliza
no suele cubrirse genéricamente la muerte del asegurado, cualquiera que sea su causa o el
suceso que provoca, sino que suele delimitarse ciertas causas y, sobre todo, excluirse otras. De
otra parte, cuando la muerte del asegurado se haya producido dolosamente por acción del
beneficiario, éste quedará privado de su derecho a percibir la prestación, pasando ésta a
integrarse en el patrimonio del tomador.
El art. 93. LCS considera asegurable el suicidio, con ciertas salvedades. De una parte, no se trata
de una cobertura automática, sino que dicho riesgo tan sólo quedará incluido a partir del
transcurso de un año desde la conclusión del contrato. Además se trata de una norma dispositiva
que admite pacto en contrario.
La característica fundamental del riesgo de muerte es que crece progresivamente conforme
aumenta la edad, porque aumenta la probabilidad de acaecimiento del siniestro. Lo que influye
en el cálculo y percepción de la prima.
La prima: es la contraprestación que paga el tomador por la prestación que asume el asegurador
para el caso que se produzca el siniestro. Lo normal es que sea una prima periódica, pagadera
de modo fraccionado por períodos de tiempo. Ordinariamente, el importe de la prima se calcula
en los seguros según la probabilidad de la producción del siniestro. Precisamente por eso en los
de muerte debería crecer progresivamente conforme aumente la edad del asegurado, para
evitarlo, se calcula y paga inicialmente una prima superior, con cuyos excesos se integra una
reserva, a cuyo cargo se cubren los defectos de percepción de los últimos años.
En cuanto al pago los seguros de vida plantean ciertas especialidades respecto del régimen
general. Si el impago tiene lugar dentro del plazo establecido en la póliza, que no podrá ser
superior a las dos primeras anualidades, el asegurador puede optar entre resolver el contrato o
exigir el pago de las primas en vía ejecutiva. Por el contrario, si el impago se produce a partir de
dicho plazo, la falta de pago de las primas producirá la reducción del seguro conforme a la tabla
de valores inserta en la póliza, pero el asegurador no tiene derecho a exigir el pago de las primas
insatisfechas (art. 95 LCS)
Forma: la póliza es el documento que recoge la perfección y las cláusulas del contrato. Es
transmisible mediante endoso cuando haya sido emitida a la orden y es susceptible de reducción
y de rescate.
La reducción de la póliza se aplica a los seguros para el caso de muerte y significa que, si el
tomador deja de pagar la prima después de un cierto período de vigencia establecido en la
póliza, que no podrá ser superior a 2 años, el contrato no se rescinde, sino que el valor de la
reserva matemática se imputa al pago de la prima impagada y otras futuras hasta agotarse,
reduciendo consiguientemente el valor de la póliza. Mientras tanto subsiste el seguro, aunque
reducido su valor. El tomador del seguro tiene derecho a rehabilitar la póliza reducida en
cualquier momento anterior a la muerte del asegurado, cumpliendo las condiciones pactadas.
El rescate de la póliza está reconocido como derecho del tomador o asegurador y significa la
facultad que éste posee de denunciarlo o resolverlo anticipadamente, con el fin de que el
tomador pueda obtener el valor de la reserva matemática en ese momento (valor de rescate).
Las pólizas pueden condicionar el ejercicio del derecho de rescate al pago efectivo como máximo
de las dos primeras anualidades.
6. SEGURO DE ACCIDENTES
NOCIÓN Y RÉGIMEN
El seguro de accidentes es el contrato de seguro que cubre al asegurado contra una lesión
corporal que deriva de una causa violenta, súbita, externa y ajena a la intencionalidad del
asegurado, que produzca invalidez temporal o permanente o muerte (art. 100 LCS). Si el
accidente se provoca intencionadamente por el asegurado, el asegurador queda liberado de su
obligación (art. 102). La jurisprudencia tiene declarado que el contrato cubre los accidentes
producidos cuando está vigente el contrato, aun cuando el fallecimiento o la incapacidad del
asegurado derivados del accidente se produzcan en un momento posterior.
La LCS dedica los artículos 100 a 104 a este seguro, y declara que las disposiciones contenidas
en los artículos 83 a 86 del seguro de vida y en la del párrafo 1 del artículo 87 son aplicables a
los seguros de accidentes (art. 100.2).
Al margen del seguro voluntario de accidentes, aparece el obligatorio de accidentes de trabajo,
que se rige por legislación especial (Ley de Seguridad Social y disposiciones complementarias).
EL RIESGO Y EL INTERÉS
El riesgo en el seguro de accidentes se centra en la lesión corporal, que ha de tener una
determinada causa y unas consecuencias que produzcan invalidez, temporal o permanente, o
muerte que el asegurador esté obligado a indemnizar.
El hecho de la lesión corporal puede decirse especialmente relevante a los efectos de la
determinación del riesgo, pero es insuficiente para su delimitación, ya que nos hallamos ante un
riesgo complejo en el que la posibilidad del evento dañoso ha de referirse a un proceso que
tiene diversas fases, que en tanto en cuanto no se completa su realización no tendremos el
siniestro, pues la lesión corporal ha de derivar de determinadas causas y, a su vez, para que la
lesión se califique como accidente, a los efectos de su aseguramiento, los efectos concretos de
invalidez (temporal o permanente) o muerte. En este sentido ha de indicarse que se precisa una
sucesión encadenada por una relación de causalidad, entre causas y efectos, y el párrafo primero
del artículo 100 de la Ley, al indicar los elementos que integran la definición legal de accidente,
ha querido poner de manifiesto la necesidad de esa concatenación.
El interés en este seguro se concreta en la relación económica existente entre el sujeto
y su propio cuerpo (considerado como un bien). El daño radica tanto en el que se produce al
propio cuerpo (que origina un daño emergente, en el que una de sus partes son los gastos de
asistencia médica) como en su capacidad productiva y de rédito (lucro cesante).
Al ser el seguro de accidentes un seguro de sumas puede existir más de un seguro sobre
un mismo interés. En este caso, la Ley establece el deber del tomador del seguro de comunicar
al asegurado la celebración de cualquier otro seguro de accidentes que se refiera a la misma
persona. El incumplimiento de este deber sólo puede dar lugar a una reclamación por los daños
y perjuicios que origine, sin que el asegurador pueda reducir de la suma asegurada cantidad
alguna por este concepto (art. 101).