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APORTACIONES
Pe

A LA TEORIA
Y TECNICA
PSIGOANALITICA
MERTON M. GILL
DAVID RAPAPORT
PSICOANALITICA
COLECCION

A/OCIACION
PICOANALITICA
E EDITORIAL PAX MEXICO, MEXICANA, AoCo
LIBRERIA CARLOS CESARMAN, S. A.
IX

SOBRE LA METAPSICOLOGIA ”
Davip RAPAPORT y MErRTON M. GrLL

Freud usó primero el término metapsicologia para indicar


que su psicología trata de lo que está más allá del alcance de
la experiencia consciente (% p. 246). Más tarde, sin embargo, de-
finió la metapsicglogía como el estudio de las suposiciones sobre
las que se basa el sistema de la teoría psicoanalítica (2% p. 222).
Aunque se encuentran exposiciones metapsicológicas repartidas en
todas las obras de Freud, serán nuestras fuentes para reconstruir
su metapsicología el capitulo VII de The Interpretation of Dreams,
los “Papers on Metapsychology” (fragmentos de un trabajo que
nunca fue terminado)? y los “Addenda” a The Problem of Anxiety.
Estas fuentes, sin embargo, no llenan el programa que implica
la definición de Freud. No establecen sistemáticamente la mínima
colección de suposiciones en que se apoya la teoría psicoanalítica.
En todas ellas encontramos entremezcladas proposiciones que esta-
blecen observaciones, teorías y suposiciones que forman su base.
Pero los estudios sisteimáticos sobre la metapsicologia deberán dis-
tinguir entre proposiciones empiricas, proposiciones psicoanalíticas
especificas, proposiciones de la teoría psicoanalítica general, y pro-
posiciones que establecen las suposiciones metapsicológicas.?

1 Este ensayo está basado en un estudio que sostuvo en parte una contri-
bución de la Ford Fundation como ayuda para la investigación en el Austen
Riggs Center. Agradecemos sus sugestiones a los doctores C. Fisher, H. Hartmann,
R. R. Holt, E. McC. Howard, R. P. Knight, M. Mayman, R. Schafer, J. Shimek,
M. Schur y P. H. Wolff.
2 Véase Jones (21), Vol. IL, pp. 184-187.
3 Por ejemplo: proposición empírica: alrededor del cuarto 'año de vida de
los niños consideran a sus padres como rivales; proposición psicoanalítica espe-
cífica: la solución de la situación edípica es un determinante decisivo en la
240 Aportaciones a la teoría y técnica psicoanalítica

Al formular las suposiciones que siguen, hemos evitado emplear


conceptos psicoanalíticos especificos. Todavía no estamos en condi-
ciones de presentar definiciones formales de los términos empleados
al establecer estas suposiciones. Pero nos damos cuenta de que éstas
“tienen un valor muy limitado sin tales definiciones, y de que las
suposiciones que presentamos aquí tienen definiciones poco menos
que ocultas. La formulación de las definiciones modificará proba-
blemente este estado de cosas.
En algún punto del desarrollo de toda ciencia, deben aclararse
las suposiciones sobre la que está basada. Freud quiso que esto
fuera lo que hiciese la metapsicología para el psicoanálisis. Lo cual
justifica nuestro intento de establecer explícita y sistemáticamente
el conjunto de suposiciones que constituye la metapsicología psico-
analítica. Insistimos sobre esta justificación porque desde el punto
de vista de la práctica clínica diaria, lo que sigue puede parecer
un ejercicio innecesario, estéril y formalístico. Sin embargo, es
necesaria una sistematización de la metapsicologia, aunque sólo
fuera porque un número cada vez mayor de escritores psicoanalis-
tas emplean de alguna manera los puntos de vista metapsicológicos;
y su acepción de ellos muchas veces no concuerda con las defini-
ciones de Freud, sin que los autores justifiquen esta discrepancia
y ni siquiera indiquen estar enterados de ella. Es más, muchas
publicaciones recientes emplean algunos de los puntos de vista
e ignoran otros, no tomando en cuenta que, según Freud,'un aná-
lisis metapsicológico significa describir un proceso mental en todos
sus aspectos, es decir desde todos los puntos de vista (1% p. 181).
Los tres puntos de vista metapsicológicos formulados por Freud
—el dinámico, el topográfico y el económico— nos van a guiar en
nuestros intentos de formular las suposiciones sobre las que está
basada la teoría psicoanalítica. Sin embargo, incluso estos puntos
de vista necesitan ser revalorados. ON

formulación del carácter y en la patología; proposición psicoanalítica general:


la formación de estructuras por medio de identificaciones y anticatexias explica
teóricamente las consecuencias de la “declinación del complejo de Edipo”; pro-
posición metapsicológica: las proposiciones de la teoría psicoanalítica general que
explican la situación edípica y la declinación del complejo de Edipo comprenden
suposiciones dinámicas, económicas, estructurales, genéticas y adaptativas.
Sobre la metapsicologia 241

Mientras que el concepto topográfico del aparato mental, en


términos de los sistemas Inc., Prec y Cc., fue desplazado por el
concepto estructural en términos de Ello, Yo y Superyó, Freud
nunca reemplazó explícitamente el punto de vista topográfico de
la metapsicología por un punto de vista estructural. Aunque sigue
siendo necesario distinguir entre Inc., Prec. y Cc., ya que estas
distinciones son los puntos de partida que deben observarse para
toda teoría psicoanalítica, el término topográfico no debe aplicarse
a ellos ya que parece suponer que, contrariamente a la acepta-
ción definitiva de Freud, Inc., Prec., y Cc. son más que cualida-
des psicológicas (*b pp. 192-193; 1% pp. 16-19; » p. 38).
Además, siendo la teoría psicoanalítica indudablemente una
psicología genética, Freud por lo visto lo dio por tan sabido que
no vio la necesidad de formular un punto de vista genético de
la metapsicología. Podria alegarse que el punto de vista genético
no es igual de abstracto que los tres puntos de vista clásicos, por-
que cada proporción genética que se encuentra en el psicoanálisis
comprende relaciones dinámicas, económicas y estructurales. Pero
este argumento confunde una suposición metapsicológica con una
proposición psicoanalítica: el hecho de que las proposiciones ge-
néticas del psicoanálisis siempre impliquen estas otras, no distingue
de ellas el punto de vista genético. Por ejemplo, las proposiciones
dinámicas y económicas del psicoanálisis siempre implican -consi-
deraciones estructurales. Sólo las suposiciones metapsicológicas son
independientes entre sí; todas las proposiciones psicoanalíticas com-
prenden varias, y generalmente todas las suposiciones metapsico-
lógicas.
Por último, desde los estudios sobre la adaptación, de Hartmann
y Erikson, se ha visto claramente que la teoría psicoanalítica siem-
pre ha implicado suposiciones básicas concernientes a la adaptáción,
aunque insistiendo sobre ellas en mayor o menor grado (*” p. 136,
p. 140). Hasta ahora, sin embargo, no ha habido en la metapsi-
cología una formulación explícita de esas suposiciones ni un punto
de vista adaptativo. Hay además todavia algunos psicoanalistas
que se niegan a reconocer el hecho de que la teoría psicoanalítica
implica suposiciones adaptativas. Igualan la adaptación con el ajus-
te, y temen que el tomar en serio las consideraciofes adaptativas
los lleve inevitablemente por el mismo camino que han tomado
242 Aportaciones a la teoría y técnica psicoanalítica

varias escuelas de pensamiento psicoanalítico, las que emplean su


descubrimiento entusiasta de las relaciones ambientales para el
propósito de la negación defensiva de los conflictos pulsionales e
intrapsiquicos. Al contrario, y a pesar de estos psicoanalistas, la
pregunta no consiste en si las consideraciones adaptativas forman
una parte del psicoanálisis, sino más bien: ¿Está el punto de vista
adaptativo en el mismo nivel de abstracción que los otros? ¿Puede
considerarse efectivamente “metapsicológico”? * o, ¿Pueden las pro-
posiciones adaptativas del psicoanálisis ser derivadas satisfactoria-
mente de los puntos de vista clásicos que Freud, en su definición
de la metapsicología, concibió como formando parte del contenido
de un proceso mental sin referencia a las relaciones con el medio?
Una discusión adecuada de este tema requiere un análisis de la
relación entre la conducta y el proceso mental.? Aquí supondremos
que (a) el psicoanálisis es una teoría que trata de explicar todos
aquellos cambios que nombramos conducta; (b) el psicoanálisis
supone que todos esos cambios tienen una explicación psicológica
(determinismo); (c) un sistema de metapsicología tiene que incluir
los puntos de vista dinámico, económico, estructural, genético y
adaptativo.
La metapsicología propiamente dicha consiste por lo tanto en
proposiciones que establecen un número mínimo (necesario y sufi-
ciente) de las suposiciones independientes sobre las que está basada
la teoría psicoanalítica. La metapsicología también incluye los pun-
tos de vista que guían al análisis metapsicológico de las proposi-
ciones psicoanalíticas, tanto observativas como teóricas. Agrupare-
mos aquí las suposiciones según los puntos de vista a los que
pertenecen. Ya que, por el momento, la única prueba de la ne-
cesidad, suficiencia y provecho de tales suposiciones es la demos-
tración de su papel en las proposiciones psicoanalíticas conocidas,
trataremos de dar tal demostración sobre las proposiciones de la
teoría psicoanalítica de los afectos.

% Esta pregunta fue hecha por casi todos los lectores de las primeras ediciones
de este artículo, y la tomamos en cuenta en un análisis detallado del sistema
de la metapsicología que está en preparación.
5 La exposición extensa a que nos hemos referido contiene tal discusión.
Il

Veamos primero el punto de vista dinámico y las suposiciones


que le corresponden. Primero, por lo tanto, la definición:
El punto de vista dinámico exige que la explicación psicoana-
lítica de cualquier fenómeno psicológico incluya proposiciones con-
cernientes a las fuerzas psicológicas implicadas en dicho fenómeno.

Freud escribió:
“Nuestro propósito no es sólo describir y clasificar los fenóme-
nos, sino concebirlos como producidos por la acción de fuerzas
dentro de la mente, como expresiones de tendencias que se esfuer-
zan hacia una meta y que trabajan juntas, o una contra la otra.
Estamos tratando de alcanzar un concepto dinámico de los fenó-
menos mentales” (1% p. 60).

La primera suposición que pertenece al punto de vista dinámi-


co es que:

1. Hay fuerzas psicológicas.


Esta suposición forma la base, por ejemplo, de todas las pro-
posiciones que se refieren a impulsos, intereses del Yo y conflictos.
Es significativa porque implica el hecho de que podemos estudiar
estas fuerzas por métodos psicológicos de observación, sin recurrir
a un substrato orgánico.
No especifica dicha suposición que las fuerzas petcológicns pue-
den ser conscientes o inconscientes. Esta distinción no es una supo-
sición sino un resultado de observaciones empíricas, y es por lo
tanto una proposición de la teoria especial del psicoanálisis, pero no
de la metapsicología (* pp. 16-17).
El aplicar esta suposición a la teoria psicoanalítica de los afec-
tos, conduce a la formulación de una proposición psicoanalítica
muchas veces implícita (*); pero que no ha sido establecida: el
afecto —como cualquier otra descarga de energia— debe ser con-
cebido como el trabajo de una fuerza psicológica, haciéndose así
necesaria la introducción del concepto de fuerza afectiva —además
del de fuerza impulsiva—; y esto, como veremos, conduce a la
244 Aportaciones a la teoría y técnica psicoanalítica

formulación de otras proposiciones implícitas y no establecidas


concernientes a fuerzas psicológicas.
La segunda suposición es:

2. Las fuerzas psicológicas están definidas por dirección y mag-


nitud.*
Esta suposición forma la base, por ejemplo, de todas las pro-
posiciones relativas a la fuerza de los impulsos y al trabajo des-
arrollado por éstos. Es significativa porque postula la teoría de que
en el psicoanálisis, como en otras ciencias, toda fuerza puede y
debe tratarse puramente en términos de su magnitud y dirección;
así relega las proposiciones que se refieren a diferencias cualitati-
vas, entre fuerzas psicológicas a la teoría especial del psicoanálisis.
Freud escribió: “La suposición más sencilla y más probable sobre
la naturaleza de los instintos parece ser la de que un instinto en
sí no tiene cualidad” (*% p. 168).
La aplicación de esta suposición a la teoría de los afectos indica
que la dirección de la fuerza afectiva está determinada no por
una meta exterior, sino por los canales de descarga afectiva; y
que la magnitud de la fuerza afectiva está determinada no sólo
por la magnitud de la fuerza impulsiva, sino también por el um-
bral y capacidad de estos canales de descarga afectiva. + -,
Así la aplicación de esta suposición conduce a una nueva fórmu-
la: hay fuerzas psicológicas cuya dirección está determinada por
los objetos que constituyen la meta; su trabajo hace cambiar tanto
el medio exterior como el interior; y hay fuerzas psicológicas cuya
dirección la determina la organización intrapsiquica, y cuyo tra-
bajo consiste en alterar solamente el medio interno.
La tercera suposición es:

$ Se encuentran consideraciones cuantitativas tanto en relación con el punto


de vista dinámico (magnitud de fuerza) como con el económico (cantidad de
energía). Freud (10) no siempre hizo distinción entre estos dos puntos. En nues-
tra exposición extensa del sistema de la metapsicología, demostramos que a
pesar de la relación que existe entre la cantidad de energía y la magnitud de
fuerza, los puntos de vista dinámico y económico son independientes entre sí,
Sobre la metapsicologia 245

3. El efecto de fuerzas psicológicas que actúan simultáneamente


puede ser la resultante simple del trabajo de cada una de
estas fuerzas.
Sobre esta suposición se apoyan, por ejemplo, las proposiciones
concernientes a conflicto, ambivalencia y a la relación entre im-
pulsos en el Ello. Es significativa porque postula la teoría de que
bajo determinadas condiciones, ciertas fuerzas psicológicas que ac-
túan simultáneamente, siguen la sencilla ley de composición de la
suma vectorial de fuerzas; e impone a la teoría general del psico-
análisis la tarea de especificar las fuerzas que se comportan así y
bajo qué condiciones.
Las proposiciones psicoanaliticas que se refieren a afectos am-
bivalentes y mixtos, implican la suposición de la acción de algunas
fuerzas afectivas según una simple ley de composición.
La cuarta suposición es:

4. El efecto de fuerzas psicológicas que actúan simultáneamente


puede no ser la resultante simple del trabajo de cada una
de ellas.
Encontramos esta suposición como base, por ejemplo, de las pro-
posiciones concernientes a la sobredeterminación, fusión, desfusión
y la integración de impulsos parciales pre-genitales bajo primacía
genital. Es significativa porque asegura que, bajo ciertas conditio-
nes, ciertos impulsos que actúan simultáneamente no siguen la ley
de composición simple de suma vectorial; al mismo tiempo impone
a la teoría psicoanalítica general la tarea de especificar las fuerzas
que no lo hacen asi, las condiciones en las que no lo hacen y
las leyes de composición que siguen en lugar de aquéllas. El hecho
de que no tengamos en la actualidad esas especificaciones, nos imdi-
ca tanto lo prematuro de esta sistematización como su potencial
heurístico: demuestra que los conceptos de fusión: y sobredetermi-
nación de instintos no son lo suficientemente claros y exige que
las observaciones y la teoria que de ellas se derivan vuelvan a
ser examinadas.
Las proposiciones psicoanalíticas relativas a la creación de afec-
tos de descarga y exceso, a raiz del choque entre fuerzas impulsivas
y fuerzas restrictivas (o estructurales); y aquellas que conciernen
246 Aportaciones a la teoría y técnica psicoanalítica

a los orígenes y efectos de los afectos de señal, implican ambas


la suposición de la acción de fuerzas afectivas según leyes que no
sean la de la composición vectorial simple.

TI

Punto de vista económico. Primeramente su definición:

El punto de vista económico requiere que la explicación psico-


analítica de cualquier fenómeno psicológico, incluya proposiciones
concernientes a la energía psicológica empleada en el fenómeno.

Freud escribió:

““(El punto de vista) económico. ... trata de seguir las vicisitudes


de las cantidades de excitación y de llegar por lo menos a una
apreciación relativa de su magnitud” (*% p. 181), y “El factor eco-
nómico, si se prefiere, cuantitativo,” ... está... estrechamente li-
gado al principio del placer...” (4% p. 105).

Estas afirmaciones contienen no sólo la formulación del punto


de vista económico de la metapsicología, sino también algunas de
las suposiciones económicas.
La primera suposición perteneciente al punto de vista eco-
nómico es: f

1. Existen energías psicológicas.


Esta suposición forma la base, por ejemplo, de todas las propo-
siciones concernientes a los efectos de las fuerzas pulsionales, ya
que, por definición universal, el trabajo de una fuerza siempre se
hace a expensas de una energía. Su significado es semejante al
de la suposición relativa a las fuerzas psicológicas: nos permite
estudiar los gastos, desplazamientos y transformaciones de la ener-
gía psicológica, sin tener que establecer de antemano la energía
fisiológica-biológica que forma su substrato somático.

7 Véase nota al pie de la p 228.


Sobre la metapsicologia 247

La relación entre fuerza y energia que hemos establecido puede,


tal vez, sugerir que se debería reducir el punto de vista económico
al dinámico o viceversa.
Roy

Pero como no podemos atribuir las fuerzas direccionales a los


desplazamientos y transformaciones, ni los fenómenos direccionales
a las energías, que son cantidades sin dirección, necesitamos con-
ceptos tanto de fuerza como de energía, igual que en física.
Todas las proposiciones psicoanalíticas concernientes a los afec-
tos llevan implicita esta primera suposición económica, ya que
todos los afectos incluyen un desplazamiento (es decir descarga)
de energía.

La segunda suposición es:

2. Las energias psicológicas siguen una ley de conservación.


En esta suposición se apoyan, por ejemplo, todas las proposicio-
nes relativas a desplazamientos de <atexias. Es significativa porque
sirve tanto de justificación como de guía para seguir las huellas
de los fenómenos psicológicos hasta sus raices causales: no tendria
objeto el seguir el destino de las catexias en los procesos de des-
plazamiento sin la suposición de conservación.
La proposición de que la cantidad de energía pulsional que se
descarga en un afecto, varia directamente con la cantidad de ener-
gía pulsional que busca su descarga, e inversamente a la cantidad
de energía pulsional que se descarga a través de, otros canales,
implica esta suposición económica. '

La tercera suposición es:

3. Las energias psicológicas están sujetas a una ley de entropia.


Encontramos esta suposición formulando la base, por ejemplo,
de todas las proposiciones relativas a catexias móviles y al proceso
primario; es, en términos generales, la exposición del principio del
placer. Es significativa porque hace superfluo el postulado de un
principio de constancia y un principio de nirvana, ya que estos
son ejemplos de tendencias entrópicas que operan bajo condiciones
estructurales diversas.
248 Aportaciones a la teoría y técnica psicoanalitica

La teoría de los afectos referente a conflictos, que concibe a


estos como descargas de emergencia, lleva implícita esta suposición
económica.
La cuarta suposición es:

4. Las energías psicológicas están sujetas a transformaciones


que aumentan o disminuyen su tendencia entrópica.
En esta suposición se apoyan, por ejemplo, todas las proposi-
ciones que se refieren a la neutralización (desexualización, des-
agresivación) y la ligazón, tanto como a la desneutralización (se-
xualización, agresivación) y a la movilización de catexias. Es signi-
ficativa porque nos da la base para conceptualizar las condiciones
bajo las cuales la energia parece seguir la ley de entropia, y aquellas
bajo las cuales no parece seguirla; así nos sirve para fundar la
explicación de la transición del proceso primario al secundario, y
la relación entre energía y estructura en los fenómenos psicológicos.
La teoría de los afectos signalíticos, y las proposiciones de Feni-
chel concernientes a la “doma” de afectos, implican esta suposición.

IV

El punto de vista estructural. Daremos primero su definición:


El punto de vista estructural requiere que la explicación psico-
analítica de cualquier fenómeno psicológico, incluya proposiciones
relativas a las estructuras que intervienen en el mismo.
La contribución de esta definición es nuestra. No hemos en-
contrado ninguna definición del punto de vista estructural escrita
por Freud. Este hace notar la necesidad de reemplazar el punto
de vista topográfico por el estructural en el párrafo siguiente:
“Caemos en un mar de confusiones y dificultades si nos afe-
rramos a la manera antigua de expresarnos y tratarnos, por ejem-
plo, de derivar las neurosis de un conflicto entre el consciente y el
inconsciente. Deberemos substituir esta antítesis por otra, tomada
de lo que sabemos sobre las condiciones estructurales de la mente;
es decir, la antítesis entre el Yo organizado y lo que está reprimido
y disociado de él” (+5 p, 17).
Sobre la metapsicologia 249

La primera suposición perteneciente al punto de vista estruc-


tural es:

p
1. Hay estructuras psicológicas.
t
||
Esta suposición es-la base de las proposiciones concernientes
al Ello,* al Yo y al Superyó; de las que pertenecen a los mecanis-
mos mentales, de las proposiciones de Hartmann (18) relativas a
los “aparatos” y de las de Erikson (%), que se refieren a “modos”
y “modalidades”. Su significado es parecido al de las fuerzas y
energías psicológicas: indica que estamos tratando con estructuras
que son consecuencia de la conducta, no importa cuál sea su subs-
trato orgánico. Esta suposición implica que los aparatos motores,
sensoriales y mnémicos de Hartmann, no son órganos somáticos,
sino regulaciones psicológicas relacionadas con estos órganos.?
Las proposiciones relativas a los canales de descarga afectiva
y a los umbrales —tanto innatos como adquiridos— así como las
que se refieren a la segregación estructural de la carga afectiva,
llevan también implicita esta suposición.

La segunda suposición es:

2. Las estructuras son configuraciones de cambios lentos.


Encontramos esta suposición como base, por ejemplo, de todas
las proposiciones relativas a rasgos de carácter, defensa, la “persis-
tencia del pasado en el presente”, y de las que pertenecen a for-
maciones fijas que son utilizadas como medios por los procesos
psicológicos (por ejemplo los conceptos y los hábitos ejecutores mo-
trices). Es sinificativa porque por una parte distingue las estruc-
turas de los procesos de cambios rápidos (por ejemplo los de des-
carga y reacumulación de la libido); y por otra, su insistencia
sobre el carácter configuracional de las estructuras realza el hecho
de que las estructuras psicológicas son patrones permanentes en
el flujo de los procesos, de los cuales las deducimos.

8 Aunque se considera mucho menos cohesivo que el Yo, también el Ello


es una estructura.
9 Véase Freud (7, p, 546).
250 Aportaciones a la teoría y técnica psicoanalítica

Implican esta suposición las proposiciones que sostienen que los


afectos son configuraciones de las fuerzas impulsivas, fuerzas res-
trictivas, canales de descarga, etc., y las proposiciones clínicas
relativas a la resistencia que presentan a los cambios las formas
afectivas predominantes, caprichosas y caracteristicas de cada in-
dividuo.
La tercera suposición es:

3. Las estructuras son configuraciones en las que tienen lugar


los procesos mentales dentro de ellas, y también entre y por
medio de ellas.
Esta suposición sostiene, por ejemplo, todas aquellas proposicio-
nes relativas a los procesos “interestructurales” (es decir, conflic-
tos) y a los “intraestructurales” (es decir, la función sintética) así
como a los aparatos ejecutivos. Es significativa porque implica la
noción de que en el concepto de desplazamiento, transformaciones
y descargas de energía, y en el de trabajo de fuerzas, intervienen
las estructuras.
Llevan implicita esta suposición estructural las proposiciones
concernientes al origen y al papel que representan los afectos en
los conflictos interestructurales, la teoría de la angustia de la “se-
ñal intraestructural”, y aquellas proposiciones que se: refieren al
papel que tienen en los fenómenos afectivos los umbrales y los
canales de descarga afectiva.

La cuarta suposición es:

4. Las estructuras están ordenadas según jerarquias.

Se basan en esta suposición, por ejemplo, todas las proposiciones


concernientes a las relaciones mutuas del Ello, Yo y Superyó, asi
como las de Hartmann (1%) que pertenecen al “orden de clases de
las funciones del Yo”. Es significativa porque en ella se basan las
proposiciones psicoanalíticas referentes a la diferenciación (ya sea
que ésta dé como resultado estructuras separadas, que entonces se
coordinan, o una mayor articulación interna de las estructuras);
y también porque implica el hecho de que la calidad de los pro-
Sobre la metapsicología 251

cesos depende del nivel de jerarquía estructural en el que tienen


lugar (2).
Encontramos implícita esta suposición en las proposiciones de
Freud (2%), Jones (2%) y Fenichel (%) relativas a la jerarquía de
afectos.

y
£
* . 5 E
El punto de vista genético. Antes que nada, su definición:
El punto de vista genético requiere que la explicación psicoana-
litica de cualquier fenómeno incluya proposiciones relativas
a su origen psicológico y a su desarrollo.
Freud no da una definición del punto de vista genético, aunque
ésta va implícita en su concepto de las series complementarias, que
incluye factores tanto constitucionales y de maduración como am-
bientales y de experiencia. “(La) relación entre los dos (factores)
es cooperativa y no se excluyen mutuamente. El factor constitu-
cional tiene que esperar a que haya habido experiencias antes de
hacerse sentir; el factor accidental necesita tener una base cons-
titucional para poder operar. Para abarcar la mayoría de los casos,
podemos imaginar lo que se ha descrito como una “serie comple-
mentaria”, en la cual la intensidad decreciente de un factor está
compensada por la intensidad creciente del otro; ... damos un
lugar preferente entre los factores accidentales a las experiencias
de la primera infancia. La serie etiológica única se'divide entonces
en dos, que pueden denominarse la disposicional y la definitiva.
En la primera, la constitución y las experiencias accidentales de la
niñez actúan una sobre la otra, de la misma manera que lo hacen
en la segunda la disposición y experiencias traumáticas posteriores.
Todos los factores que menoscaban el desarrollo sexual muestran
sus efectos produciendo una regresión, una vuelta a una fase an-
terior del desarrollo” ($ pp. 239-240).
Hartmann y Kris, sin embargo, se acercan a una definición
del punto de vista genético: “Las consideraciones de tipo genético
en el psicoanálisis, no dependen solamente de datos anamnésticos,
ni tratan de mostrar solamente «cómo el pasado está contenido en
el presente». Las proposiciones genéticas describen por qué ha sido
252 Aportaciones a la teoría y técnica psicoanalítica

adaptada una solución determinada en situaciones de conflicto ya


pasadas; por qué se retuvo una y se descartó otra, y qué relación
causal existe entre estas soluciones y desarrollos posteriores” (*»
p. 17). Para convertir este enunciado en una definición del punto
de vista genético, habría que aclarar que, por una parte, en el
conflicto intervienen propiedades (mensajes)! innatas; y que, por
la otra, hay funciones y estructuras que se originan y desarrollan
fuera del conflicto.
La primera suposición genética es:

1. Todos los fenómenos psicológicos tienen origen y desarrollo


psicológicos.

En esta suposición se apoyan, por ejemplo, todas las proposi-


ciones psicoanalíticas clinicas que no son simplemente descriptivas.
Es significativa porque distingue los fenómenos psicológicos de la
mayoría de los fenómenos físicos y químicos, ya que, a diferencia
de éstos, las fuerzas psicológicas y sus condiciones de acción (por
ejemplo, las fuerzas estructurales restrictivas presentes) que inter-
vienen en un fenómeno psicológico, no pueden conocerse más que
investigando su origen y su desarrollo. Esta distinción no quiere
decir que los cambios psicológicos sean producidos por otras fuerzas
que las que actúan en el presente; además, se pueden describir
las estructuras y funciones autónomas y predecir sus resultados sin
referirse a su historia, aunque ésta sea también psicológica igual
que su origen. De la misma manera que las suposiciones pertene-
cientes a fuerzas, energías y estructuras psicológicas, esta suposi-
ción genética también afirma que pueden tratarse el origen y el
desarrollo psicológicos sin recurrir al substrato somato-fisiológico.
Incluso los efectos de cambios somáticos importantes pueden ser
tratados en términos psicológicos.
Las proposiciones clínicas referentes a los origenes ontogenéticos
e historia de los afectos, implican esta primera suposición genética.

La segunda suposición es:

10 N. del T. Givens = mensajes.


Sobre la metapsicologia 253

2. Todos los fenómenos psicológicos se originan en propieda-


des * innatas, las que siguen el proceso de maduración según
un plan básico epigenético.

Esta suposición forma la base, por ejemplo, de todas las pro-


posiciones concernientes al desarrollo de la libido, las de Hart-
mann (1%) que se refieren al desarrollo del Yo autónomo, y las
de Erikson (*), relativas a la epigénesis psicosocial. Es significativa
porque amplía el factor “constitucional” de Freud y pone en evi-
dencia el carácter biológico del psicoanálisis como ciencia, separán-
dolo claramente de las teorias de aprendizaje que se apoyan prin-
cipalmente o tan sólo en la experiencia.
Implican esta suposición las proposiciones relativas a canales
innatos de descarga afectiva, la teoría de Freud sobre los estados
del desarrollo de la angustia y la teoría de Erikson sobre la espe-
cificidad de los estados psicosociales para el desarrollo de la ver-
gúenza y culpabilidad.

La tercera suposición es:

3. Las formas primitivas de un fenómeno psicológico siguen


siendo potencialmente activas aunque sean desplazadas por
formas posteriores. y

Esta suposición apoya, por ejemplo, todas las proposiciones re-


lativas a la regresión, tanto patológica como al servicio del Yo.
Es significativa porque justifica el empleo de fenómenos patológicos
y excepcionales para explorar el origen y desarrollo de fenómenos
normales y comunes.
Las proposiciones de Fenichel (*), Bibring (+) y Schur (**)
referentes a la substitución regresiva de los afectos de señal por
formas afectivas ontogenéticamente más primitivas, implican esta
suposición.

La cuarta suposición es:

11 N. del T. Givens.
254 Aportaciones a la teoría y técnica psicoanalítica

4. En cada punto de la historia psicológica, la totalidad de las


formas primitivas potencialmente activas codetermina todos
los fenómenos psicológicos subsecuentes.
Encontramos esta suposición como base, por ejemplo, de las
proposiciones relativas a la integración de hechos psicosexuales
y psicosociales previos bajo la primacía de la tendencia dominante,
es decir, fase especifica psicosexual y psicosocial. Las estructuras
y funciones autónomas limitan —en la medida en que siguen sien-
do autónomas— el alcance de las proposiciones que llevan implícita
esta suposición. Es significativa porque implica el hecho de que
cada total está definido por soluciones previas (es decir, hechos)
y de que soluciones equivocadas previas pueden ser remediadas
por integraciones subsiguientes.
Implican esta suposición genética las proposiciones que estable-
cen el hecho de que las soluciones adoptadas por la persona para
combatir la típica situación de peligro, determina la forma e im-
portancia de la angustia en su vida.

VI

El punto de vista adaptativo. Primeramente, su definición:


El punto de vista adaptativo requiere que la explicación psico-
analitica de cualquier fenómeno psicológica incluya proposiciones
concernientes a sus relaciones en el medio ambiente.
Freud estuvo más cerca de definir un punto de vista adaptativo
que uno estructural o genético. En su libro “Instincts and Their
Vicissitudes”” habla del Yo contra la realidad exterior, al mismo
tiempo que de la polaridad económica del placer contra: el dolor
(+0 p, 140), como siendo dos de las tres polaridades que gobiernan
la vida psicológica. Sin embargo, sólo las teorías de Hartmann (*8)
y Erikson (9%) demostraron la necesidad de una exposición explicita
de este punto de vista.*”

12 Las contribuciones hechas por Horney, Sullivan, etc., que incluyen este
punto de vista, están discutidas en la exposición sistemática extensa a que nos
hemos referido.
Sobre la metapsicologia 255

La primera suposición adaptativa es:


|

1. Existen estados psicológicos de adaptabilidad y proceso de


adaptación de cualquier momento de la vida.
Encontramos el concepto de adaptabilidad implícito, por ejemplo,
en la proposición de Freud relativa a la coordinación entre im-
pulso y objeto, y en las proposiciones de Hartmann y de Erikson,
que se refieren a la disposición innata para una serie evolutiva de
medio ambiente de tipo promedio. El concepto de proceso de adap-
tación está implicito, por ejemplo, en las proposiciones de Freud
relativas al traslado progresivo de la preeminencia del proceso pri-
mario a la del proceso secundario durante el desarrollo; también
en las proposiciones de Hartmann (%%) y de Erikson (9%), de que
cada paso del desarrollo da lugar a problemas relativos a la realidad
exterior y los resuelve. Esta suposición es significativa porque im-
plica que el ser humano, al igual que cualquier otro organismo,
puede entenderse sólo en relación a su nicho ecológico, para el
cual está adaptado por la evolución y con el cual está en equilibrio
o trata de estarlo en todo momento de su vida; y porque establece
las bases para distinguir entre apego (conformidad) y adaptación,
ya que implica procesos de adaptación no sólo autoplásticos simo
también aloplásticos.
Encontramos implicita esta primera suposición adaptativa en las
proposiciones de Erikson (?) y de Spitza (2%) concernientes a las
reacciones afectivas innatas, así como en las proposiciones de Fe-
nichel (*) relativas a la doma de los afectos durante el desarrollo.

La segunda suposición es:

2. Los procesos de adaptación autoplásticos y/o los aloplásticos


mantienen, reconstruyen y mejoran los estados de adaptabi-
lidad existentes y así aseguran la supervivencia.
Esta suposición es la base de la proposición de Freud de que
el principio de realidad está al servicio del principio del placer;
también forma el núcleo de la teoría de adaptación de Hartmann
y de la teoría de Erikson sobre la epigénesis psicosocial. Es signi-
ficativa porque nos da el fundamento del que se pueden derivar
A

256 Aportaciones a la teoría y técnica psicoanalítica

tanto las proposiciones que presentan al psicoanálisis su carácter


biológico, como las que le dan su carácter psicosocial,
Implican esta segunda suposición adaptativa las proposiciones
de Freud que se refieren a la angustia como siendo una adaptabi-
lidad innata, y a la señal de angustia como el resultado de la adap-
tación a situaciones de peligro real.
La tercera suposición es:

3. El hombre se adapta a su sociedad, tanto al medio fisico como


al humano, que son productos de la misma.
Esta suposición sostiene, por ejemplo, todas las proposiciones
relativas al papel que representa la moral de la sociedad en el
desarrollo del Superyó; así como las de Hartmann (1%) y Erik-
son ($) que se refieren al desarrollo psicosocial. Es significativa
porque establece las bases para que podamos entender el desarro-
llo psicosocial y la relación entre las costumbres de las sociedades
primitivas y los fenómenos de patología individual en el hombre
civilizado, sin tomar en cuenta la suposición de que sean heredi-
tarios los caracteres adquiridos.
Las proposiciones de Erikson (2%) que aseguran que el alcance
de las formas afectivas y los afectos dominantes del individuo de-
pende de las formas afectivas existentes y predominantes en su
sociedad, llevan implícita esta suposición adaptativa.
La cuarta suposición es: /

4. Las relaciones de adaptación son mutuas: el hombre y su


medio se adaptan el uno al otro.
Esta suposición formula la base, por ejemplo, “de todas las
fórmulas psicoanalíticas concernientes al papel central en el des-
arrollo humano de un prolongado desamparo del niño, y el papel
crítico que pueden representar las varias fases del desarrollo del
niño en la patología de los padres o en su futura maduración;
también apoya esta suposición las proposiciones de Erikson sobre :
mutualidad. Es significativa porque nos da una base para el equi-
valente psicológico de la ecología biológica; asi lo especifica por
ejemplo la fórmula de Hartmann de la “condensación social” con
Sobre la metapsicologia 257

las necesidades del niño en crecimiento, y la de Erikson (9) del


encadenamiento de las necesidades del niño y las de las personas
que lo cuidan en cada momento de su crecimiento.
Implican esta suposición las suposiciones de Erikson (*) y de
Spitz (2%), relativas al doble papel que representan los afectos en
las relaciones de mutualidad (diádicas); así como las de Schilder
(23), que se refieren a los afectos como comunicaciones. 4

Vu

Hemos establecido y discutido en este ensayo los puntos de


vista que guian el análisis metapsicológico y las suposiciones que
constituyen la metapsicologia propiamente dicha. Difieren, sin
embargo, tanto en naturaleza como en fuerza los argumentos que
hemos presentado para el primero y para la segunda.
Los puntos de vista metapsicológicos tienen su historia, aunque
algunos de los cinco que hemos visto han sido formulados aquí
como tales por vez primera. Aunque su empleo en la literatura ha
sido más bien casual, se ha acumulado la experiencia referente a
ellos, y podemos asegurar confiadamente que estos cinco puntos
de vista son necesarios y suficientes, al grado que deben ser acep-
tados —por ahora— como el armazón de la metapsicología” psico-
analítica.
Las suposiciones están en una situación diferente. Todavía no
es posible asegurar si todos son necesarios, y si esta colección de
suposiciones es suficiente —Junto con los hechos de observación—
para darnos el conjunto existente de proposiciones psicoanalíticas.
Esto solamente se podría asegurar después de un estudio sistemá-
tico, siguiendo con el método de someter las proposiciones psico-
analíticas a un análisis que las despojaría de su contenido empí-
rico, y poniendo en claro si sus implicaciones postuladas (no em-
píricas) son tomadas en cuenta por esta serie de suposiciones. El
futuro desarrollo del psicoanálisis como ciencia sistemática puede
muy bien depender de estos continuos esfuerzos para establecer las
suposiciones sobre las que está basada la teoria psicoanalítica.
CAPITULO IX

59) BIBRING, E: The Mechanism of Depression. En: Affective Disorders,


P. Greenacre, ed., New York, International Universities Press, 1953,
pp. 13-48.
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(4) FENICHEL, O. The Ego and the Affects. Collected Papers, Second Series,
New York, Norton, 1954, pp. 215-227,
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International Universities Press, 1946,
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Fliess, Drafts and Notes, 1887-1902, New York, Basic Boock, 1954.
cn FREUD, S. (1900) The Interpretation of Dreams, Standard Edition, Vols.
IV € V, London, Hogarth, 1953.
FREUD, S. (1905) Three Essays on the Theory uf Sexuality, Standard
Edition, Vol. VIT, London, Hogarth, 1953, pp. 125-245.
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(10) FREUD, S. (1915) Instincts and Their Vicissitudes, Standard Edition, Vol.
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(11) FREUD, S. (1915) The Unconscious, Standard Edition, Vol. XYV, London,
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(12) FREUD, S. (1916) A Metapsychological Supplement to E, Theory of
Dreams, Standard Edition, Vol. XYV, London, Hogarth, 1957, pp. 219-235,
(13) FREUD, S. (1917) A General Introduction to ASES New York,
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(14) FREUD, S. (1923) The Ego and the ld. Losa Hogarth, 1947.
(15) FREUD, S. (1926) The Problem of Anxiety. New York, Psychoanalytic
Quarterly y Norton, 1936.
(16) FREUD, S. (1932) New Introductory Lectures on Psycho-Analysis. New
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(17) FREUD, S. (1938) An Outline of Psychoanalysis. New York, Norton, 1949.
(18) HARTMANN, H. Ich-Psychologie und Anpassungsproblem, Int. Z. Psa.
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Problem of adaptation”. En: Organization and Pathology of Thought, D.
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Sobre. la metapsicología 259

JONES, E, Fear, Guilt and Hate, Int. J. Psa., 10, pp. 383-397, 1929.
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