Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
tolerancia me preparo
para la vida”
Desde el siglo V a. de C. la humanidad ha escuchado hablar de átomos, como las partículas fundamentales de la materia. Sin embargo,
debido a que los átomos son tan pequeños, no es posible verlos a simple vista, por esta razón, se han propuesto varios modelos y
teorías acerca de cómo son estas partículas fundamentales.
En los primeros tiempos, se pensaba que la materia era continua e indivisible (que no podía ser dividida). Los
primeros filósofos en pensar que la materia se podía dividir en pequeñas partículas fueron los filósofos griegos
Demócrito y Leucipo, quienes llamaron a estas partículas átomo, que significa “indivisible”. Posteriormente,
Platón y Aristóteles (quienes resultaron ser más influyentes), se mostraron en desacuerdo. Aristóteles
pensaba que la materia era continua y por ello, durante muchos siglos, la perspectiva atómica de la materia
se desvaneció. El concepto de átomo volvió a surgir más de dos mil años más tarde, durante el siglo XIX,
cuando los científicos trataron de explicar las propiedades de los gases. Más exactamente, en el año 1808,
el científico británico John Dalton, en su libro Nuevo sistema de filosofía química, sentó las bases de la teoría
atómica al postular que la materia estaba compuesta por unidades elementales, que llamo átomos. Entre las
ideas más notables de la teoría de Dalton se encuentra el postulado que los átomos de un mismo elemento
son iguales en masa y en el resto de propiedades. Así entonces, los átomos de distintos elementos tendrían
diferencias en su peso y en sus propiedades. Además, Dalton enunció que, en las reacciones químicas, los
átomos ni se crean ni se destruyen, solamente se redistribuyen para formar nuevos compuestos.
Por el mismo tiempo en el que Dalton adelantaba sus investigaciones acerca de los gases,
otros científicos estaban interesados en estudiar el comportamiento de la materia cuando
interacciona con la energía. Al desarrollar estos experimentos, se hallaron varios resultados
muy interesantes que llevaban a pensar que el átomo debía ser divisible en partículas más
pequeñas cargadas eléctricamente de forma opuesta debido a que se neutralizaban entre
sí. Se pensó entonces, que el átomo estaba compuesto de protones (partículas con carga
positiva) que se neutralizaban con electrones (partículas de carga negativa). Uno de estos
científicos era el británico J.J Thomson, quien propuso un modelo atómico, un poco más
completo que el de Dalton, que suponía la existencia de una esfera de electricidad positiva
que incluía encajados tantos electrones como fueran necesarios para neutralizarla.
Pero si todas las partículas positivas estaban juntas en el núcleo, ¿por qué no se repelían, ni tenían
la misma carga eléctrica? En 1932, el físico británico James Chadwick, descubrió el neutrón,
partícula que explicaba por qué los protones permanecían juntos en el núcleo, gracias a la
introducción del concepto de fuerza nuclear. Las investigaciones sobre la estructura interna del
átomo continuaron en procura de obtener más información. Fue así como el físico danés Niels Bohr,
siguiendo los trabajos de Rutherford, descubrió que los electrones podían girar en diferentes órbitas
dependiendo de la cantidad de energía. Llamó a estas órbitas niveles de energía (n). Si el electrón
1
absorbe energía, por ejemplo, al calentarlo, saltará a una órbita de mayor energía, es decir, a una órbita más alejada del núcleo. Si el
electrón regresa a su nivel de energía inicial, emite energía, por lo general, en forma de luz.
El modelo de Bohr tenía algunas limitaciones a la hora de explicar el comportamiento de los electrones, así que siguió siendo estudiado
y corregido por otros científicos, hasta llegar al modelo atómico actual. Los físicos Arnold Sommerfeld, Louis de Broglie, Werner
Heisenberg y Erwin Schrödinger, propusieron teorías que fueron mejorando el modelo atómico y diseñaron el modelo actual, también
conocido como modelo mecánico-cuántico, el cual plantea que el átomo está constituido por las siguientes partes:
Desarrolla un cuadro comparativo de los distintos modelos. Para ello, indica: ¿Qué hechos consiguió explicar?¿En qué consiste dicho
modelo?
SEMANA N° 2
Lee el siguiente texto.
CONFIGURACIONES ELECTRÓNICAS
Una gran parte de las propiedades físicas y todas las propiedades químicas de un elemento dependen de la corteza electrónica de los
átomos que lo componen. Por esta razón, es importante conocer cómo están distribuidos los electrones en la zona periférica de un
átomo. El ordenamiento que se presenta para cada átomo se conoce como configuración electrónica. Ya sabemos que los electrones
se organizan alrededor del núcleo en órbitas u orbitales que son regiones del espacio en donde hay mayor probabilidad de hallar un
electrón y se caracterizan por poseer un determinado nivel de energía. A continuación, veremos en detalle cómo se distribuyen los
electrones en estas regiones espaciales para diferentes átomos.
Cada nivel de energía está formado por subniveles, que se diferencian por la cantidad de energía que poseen. El nivel 1 solo posee un
subnivel de energía, el nivel 2, dos subniveles y así sucesivamente. Los subniveles de energía se designan con las letras minúsculas s,
p, d, f.
Para realizar la configuración electrónica de un átomo se deben tener en cuenta las siguientes reglas y principios:
• Se empieza ubicando los electrones desde los niveles y subniveles de menor energía.
• Regla de Hund: Al distribuir los electrones, en orbitales de un mismo subnivel, primero se ocupan con un solo electrón todos los
orbitales presentes. Luego se completará con espines opuestos. Los electrones se
representan con flechas ().
• Principio de exclusión de Pauli: cada orbital aloja un máximo de dos electrones.
Por ejemplo, para el Neón (Ne) Z = 10. Su número de electrones es 10. Se inicia en 1s2 y
a medida que vas avanzando, siguiendo las flechas, se suman los exponentes hasta que
el resultado sea 10. Así, su distribución electrónica será: 1s2 2s2 2p6.
Donde cada recuadro representa un orbital y las flechas dentro de este representan los electrones. Se debe tener en cuenta que cada
subnivel tiene un número de orbitales establecido: Subnivel s p d f
N° de orbitales 1 3 5 7
Amplía tus conocimientos en https://youtu.be/PFgurjlMThg y en https://youtu.be/GT0tkBm5wsM
ACTIVIDAD 2. Resuelve en el cuaderno de química. Escribe las configuraciones electrónicas y represéntelas como el ejemplo, para los
siguientes elementos: Nitrógeno (N, Z= 7); Aluminio (Al, Z= 13); Argón (Ar, Z=18).
2
SEMANA N° 3
Como recordarás, los átomos son la unidad estructural de la materia. Son ellos los que forman los elementos químicos. Al describir un
elemento químico se mencionan algunas de sus propiedades, entre las que se encuentra el número atómico, el número de masa o
másico y la masa atómica. Ten en cuenta que estas propiedades determinan la ubicación de los elementos químicos en la tabla
periódica. Por esta razón, es importante que tengas tu tabla periódica al alcance.
Todos los átomos de un elemento químico tienen en el núcleo el mismo número de protones. Este número, que caracteriza a cada
elemento y lo distingue de los demás, es el número atómico y se representa con la letra Z. Por ejemplo, el Na=11. El número atómico
sirve para diferenciar unos elementos de otros, ya que dos elementos diferentes nunca tienen el mismo número de protones. Ejemplo:
La diferencia entre el hidrógeno y el helio, es que el hidrógeno (Z=1) tiene un protón y el helio (Z=2) tiene dos protones.
Los átomos son eléctricamente neutros, debido a que tienen igual número de protones que de electrones. Así, el número atómico
también coincide con el número de electrones.
La suma del número de protones y el número de neutrones presentes en el núcleo de un átomo recibe el nombre de número másico y
se representa con la letra A. Se calcula con la fórmula A = Z + n. Por ejemplo, para el sodio (Na), A = 23, porque A = 11 + 12 = 23 o
sea que tiene 11 protones (Z) y 12 neutrones (n).
Si conocemos el número másico (A) y el número atómico (Z) de un elemento, podemos calcular el número de neutrones n de acuerdo
con la siguiente fórmula n = A – Z. Para el sodio, tenemos que Z = 11 y A = 23, entonces para calcular el número de neutrones n, sería
así, n = 23 – 11 = 12.
Isótopos. Son las formas atómicas de un mismo elemento que se diferencian en su número
másico. Los diferentes átomos de un mismo elemento, a pesar de tener el mismo número
de protones (+) y electrones (-), pueden diferenciarse en el número de neutrones. Puesto
que el número atómico es equivalente al número de protones en el núcleo, y el número
másico es la suma total de protones y neutrones en el núcleo, los isótopos del mismo
elemento sólo difieren entre ellos en el número de neutrones que contienen. Por ejemplo.
Tenemos el átomo y el átomo
Ambos son del mismo elemento (Boro) dado que los dos tienen de número atómico 5 (número de protones del núcleo), se diferencian
en el número másico. Uno de ellos tiene 11 de número másico y el otro 10. Ambos átomos del mismo elemento que se diferencian en
el número másico se denominan isótopos de dicho elemento. Como el número másico es la suma de protones y neutrones, tendremos:
A=Z+n A=Z+n
11= 5 + n 10 = 5 + n
n = 11 – 5 = 6 neutrones n = 10 – 5 = 5 neutrones
MASA ATÓMICA
Si bien la masa de un átomo no puede ser registrada por las balanzas más sensibles, esta magnitud ha sido calculada en valores
cercanos a los 10-24 gramos. Por ejemplo, la masa de un átomo de hidrógeno es 1,67 x 10-24 g. Sin embargo, para facilitar los cálculos
relativos a las masas atómicas de la gran variedad de elementos químicos conocidos, se ha ideado un sistema de masas relativas, en
el cual, la masa de un elemento dado se calcula comparándola con la masa de otro, que se toma, arbitrariamente, como unidad patrón.
la unidad patrón que se emplea en la actualidad es el átomo de carbono, cuya masa es exactamente 12 u.m.a. de manera que una
u.m.a. es igual a 1/12 de la masa del átomo de carbono 12. De acuerdo con esta escala, el oxígeno tiene una masa de 16 u.m.a.,
mientras que el hidrógeno pesa 1,007 u.m.a. Debido a la existencia de isótopos, la masa atómica de un elemento cualquiera es el
promedio de la masa relativa de cada uno de sus formas isotópicas. Ahora bien, si tomamos una cantidad en gramos, igual a la masa
atómica de un elemento, expresada en u.m.a., obtenemos una nueva magnitud, denominada átomo-gramo. Así, un átomo-gramo de
oxígeno equivale a 16 g, es decir, 1 át-g de O = 16 g.
Elemento Número de protones (Z) Número de neutrones (n) Número másico (A) Símbolo
Sodio 11 12 23
Silicio 14 14
Flúor 19
Hierro 26 57
3
SEMANA N° 4
Realiza la siguiente lectura. Tenga su tabla periódica al alcance.
MASA MOLECULAR
La masa molecular corresponde a la masa de una molécula, que es igual a la suma de las masas atómicas promedio de los átomos que
la constituyen. Para calcular la masa molecular es necesario saber qué elementos forman el compuesto, su masa atómica y el número
de átomos presentes en la molécula. La fórmula química nos indica qué elementos forman el compuesto y su número de átomos
presentes. Por ejemplo, para el dióxido de carbono, cuya fórmula es CO2
Cuando tomamos una pequeña cantidad de algún compuesto y la pesamos en una balanza corriente, estamos manipulando un número
enorme de átomos individuales, debido a que el peso en gramos de un átomo es sumamente pequeño. Para evitar el problema de hacer
cálculos a partir de números muy grandes o pequeños, se emplea una unidad, llamada mol.
Un mol se define como la cantidad de sustancia que contiene 6,023 x 1023 partículas, ya sea de un elemento o de un compuesto. En
un elemento esta cantidad es equivalente a la masa atómica expresada como gramos. Por ejemplo, en 12 gramos de carbono hay
exactamente 6,023 x 1023 átomos de carbono. A este número se le conoce como número de Avogadro, pues fue el químico italiano
Amadeo Avogadro (1776- 1856) quien estableció esta regla. Entonces para el carbono:
El número de Avogadro es un concepto muy importante y de gran utilidad en química. Por ejemplo, sirve para calcular la masa relativa
de un átomo de cualquier elemento y el número de átomos o partículas presentes en una masa determinada de una sustancia dada.
1 mol contiene 6,023 x 1023 partículas, átomos o moléculas cuya masa es igual a la masa del elemento o del compuesto.
Para un elemento, por ejemplo, el carbono (C), podemos decir que 1 mol de C = 6,023 x 1023 átomos de C
1 mol de C = 12 g de C
Para un compuesto, por ejemplo, el ácido sulfúrico (H2SO4), podemos decir que 1 mol de H2SO4 = 6,023 x 1023 moléculas de H2SO4
1 mol de H2SO4 = 98 g de H2SO4
Amplía tus conocimientos en https://youtu.be/9xMJ9A4nW1g
Factor de conversión
a. Dióxido de carbono, CO2 b. Ácido fosfórico, H3PO4 c. Agua, H2O d. Cloruro de sodio, NaCl