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Notas sobre la filosofía de G. W. F.

Hegel

Dicho con cierto laconismo, la filosofía de G. W. F. Hegel (1770-1831) nace de la nece-


sidad [Bedürfnis] por superar las contraposiciones [Entgegensetzungen] que desgarran
al ser humano. Aunque, más precisamente, habría que decir que no es la filosofía de He-
gel la que nace de esta necesidad, sino la filosofía misma. Al menos así es como lo ex-
presa el propio Hegel en Diferencia entre los sistemas filosóficos de Fichte y Schelling
(1801), donde escribe: «la necesidad de la filosofía surge cuando el poder de unificación
desaparece de la vida de los hombres, y los opuestos pierden su viva relación e interac-
ción y cobran autonomía»1. Que los opuestos cobren «autonomía» y pierdan «su viva
relación e interacción» quiere decir, en otras palabras, que la esencia, por ejemplo, está
absolutamente opuesta a la apariencia, el ser al no-ser, lo finito a lo infinito, etc. Y esto,
en última instancia, quiere decir que el hombre se encuentra en una encrucijada: aut
aut! O acepta que todo es ser o acepta que todo es no-ser; o todo es esencial o todo es
apariencia; o todo es finito y perecedero o todo es infinito y eterno, etc. Pero vivir en
esta escisión es imposible. Fundamentalmente porque, se acepte lo que se acepte, lo úni-
co que se obtiene es una verdad parcial o, más precisamente, una verdad neurótica y
unilateral. Por ejemplo, si se afirmase que todo es esencia, entonces, todo sería verdade-
ro y bueno y, por ello, no se podría diferenciar ya entre un criminal y un santo. Y, por el
contrario: si todo fuese apariencia, entonces, de nada valdría buscar la verdad porque,
protagóricamente, la verdad no sería más que un tedioso y superficial relativismo. Asi-
mismo, si se afirmase parmenídeamente que todo es ser, entonces, la vida y la naturale-
za —que son fundamentalmente movimiento— se volverían inexplicables. Y si, en
cambio, se afirmase que todo es no-ser, entonces, como diría Platón: «la naturaleza que-
daría coja»2 porque, más pronto que tarde, tendería a la absoluta nada. Etcétera. Por ello
a la verdad, en fin, se la debe buscar en el entre o, como diría Hegel: «la tarea de la filo-
sofía consiste en unificar estos presupuestos, en poner el ser en el no-ser —como deve-
nir—, la escisión en lo absoluto —como su manifestación—, lo finito en lo infinito —
como vida—»3.

1
Hegel, DF, p. 22 (GW 4, p. 16).
2
Platón, Fedón, 71e.
3
Hegel, DF, p. 25 (GW 4, p. 14).

1
El pensamiento de las contraposiciones es el del entendimiento, que, más propiamente,
se denomina «racicionio». Esta manera inadecuada de pensar se expresa también en un
lenguaje inadecuado: lenguaje parcelador. El lenguaje adecuado es mediante la proposi-
ción especulativa.  p. 62, prólogo 2ª ed.: «El importante resultado negativo en el que
se encuentra el entendimiento propio de la cultura científica universal, a saber, que so-
bre el camino finito [o representación] no es posible ninguna mediación con la verdad.
[…] En vez de alejar el conocimiento de relaciones finitas, el uso de éstas a la desespe-
rada se ha hecho mucho más despreocupado, inconsciente y acrítico. […] La consecuen-
cia de que las categorías finitas no son suficientes para aprehender la verdad o el todo es
que se concluye la justificación del hablar y condenar desde el sentimiento y desde la
opinión subjetiva; en el lugar que debería ocupar la demostración».
p. 71: «mal entendimiento separador». El entendimiento «es esencialmente con-
ciencia y por ende conciencia del contenido objetivado» (p. 71).

Filosofía y religión.

Hegel y la ontología de la historia


«Así, pues, si antes que nada es menester apuntar aquello que es el objetivo que mueve
toda la concepción hegeliana y que asimismo constituye el elemento sustancial de ella,
tenemos que afirmar que ese no es otro que el devenir» (p. 21). «La verdad es el movi-
miento de ella en ella misma» (FEN, 109).
«La definición inicial que puede establecerse a propósito de la obra hegeliana en
su conjunto, es que cada una de sus partes o divisiones se halla consagrada a dar cuenta
de algún aspecto o manifestación del devenir, de tal suerte que en su organización unita-
ria la filosofía de Hegel equivale al conocimiento del devenir en su totalidad. El devenir
es lo verdadero; y el saber que le corresponde consiste en sacar a la luz la unidad cohe-
rente y sistemática a la que se integran las diversas formas, grados y expresiones que ad-
quiere el devenir a lo largo de su infinito decurso» (pp. 21-22).
En un primer momento, el devenir puede presentarse la conciencia como caos,
es decir, como una sucesión no causal de hechos, fenómenos, etc. Ahora bien, en un se-
gundo momento, es evidente que en este devenir se hace posible y aun indispensable
descubrir un sentido racional, un orden y una consistencia que resultan accesibles a la
razón. Prueba de ello, por ejemplo, son las leyes físicas, químicas o matemáticas de los
procesos naturales. Pero teniendo la razón que recorrer los diferentes momentos del de-

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venir para dar cuenta de él, entonces: «en igual medida, se hace obligatorio admitir que
la razón es devenir» (p. 22).
«Lo viviente tiene vedada la opción de conservarse igual a sí mismo; su caracte-
rística esencial es la inquietud, en su propio ser está inserta la necesidad de negar su
condición y devenir otra cosa. Pensar la vida es la inquietud y el constante transformar-
se de lo viviente» (p. 23).
«Por lo tanto, es en el interior de la cosa misma donde es preciso buscar la causa
de su desarrollo. La naturaleza o el interior de la cosa es la contradicción» (p. 24). 
«Nada hay en el cielo y en la tierra que no contenga al mismo tiempo la inmediación y
la mediación» (LÓG, buscar cita).
«Así como el desarrollo es la verdad de lo real, la contradicción es la causa mo-
triz del desarrollo y, en consecuencia, el alma de lo real» (p. 24).
«La contradicción no es una categoría del pensamiento reflexivo sino algo que
manifiesta lo existente; es la ley que rige lo mismo a la naturaleza que al espíritu» (pp.
24-25).
«La cosa experimenta en sí misma la insuficiencia o la limitación que afecta a su
ser ahí actual, surge en ella la necesidad de dar cumplimiento pleno a las apetencias de
su contenido y niega su configuración en pro de una más completa y acorde a su natura-
leza» (p. 25).  de suyo, pues, la cosa es trascendencia.
«Además, su directriz consiste en el enriquecimiento o el incremento cualitativo
del contenido, y en ello se cifra particularmente el carácter dialéctico del desarrollo» (p.
25).
Los elementos consustanciales de la contradicción son: la superación y la con-
servación.
«Pero en este mismo acto de trascenderse se mantiene; esto es, la negatividad
que afecta a su esencia (su esencia es la negatividad) no conduce a su aniquilación abso-
luta, sino que sólo da lugar justamente al despliegue de su contenido. Dicho despliegue
es un poner en el plano de la existencia las determinaciones que en principio se en-
contraban en ella de manera germinal, pero cuya explicitación era exigida por la necesi-
dad de la cosa misma» (pp. 25-26).
«En un doble momento mediante el cual, de manera progresiva, se alcanza en
una mayor concreción, lo mismo en el plano del conocer que en el de lo real. El primero
representa la manifestación de la diversidad interna o de las diferencias que encierra en
sí el contenido, la oposición y la negatividad, que entra en el terreno de la existencia. El

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segundo es la superación de dicha diversidad, la eliminación de las diferencias y el arri-
bo a una unidad que solo relativamente puede equipararse con el punto de partida inme-
diato, ya que esta unidad conquistada es fruto de la mediación sufrida por el contenido;
es, pues, una unidad más desarrollada y plena» (p. 26).
«La contradicción tendría que ser considerada como lo más profundo y lo más
esencial» (cita no encontrada de la LÓG).

Enciclopedia

«La Idea, en singular, es el contenido único de la filosofía» (§ 18) y siempre es síntesis


de finito e infinito (tesis 6 de habilitación), cf. p. 62 prólogo 2ª ed.
Nota 16, p. 66: Hegel contra el profesor Tholuck: «O se da un fundamento origi-
nario que todo lo condicione, y entonces reside en él la razón última de mí mismo, y [en
este caso también] mi ser y acción libres son sólo ilusión, o yo soy realmente una enti-
dad distinta del fundamento originario y mi acción no está condicionada ni causada por
él, de lo que resulta [en este otro caso] que el fundamento originario no es una entidad
absoluta que lo condiciona todo y, por tanto, no hay un Dios infinito sino una multitud
de dioses, etc.».
«El mal es sólo escisión [o desdoblamiento, Entzweiung]» (p. 68).
«Camino del espíritu hacia el interior de sí mismo» (§ 50 N).
«La historia de la filosofía es la historia del descubrimiento de los pensamientos
sobre lo absoluto, lo cual es [precisamente] el objeto de la filosofía» (p. 69, prólogo 2ª
ed. ENC).
«El conocimiento bien formado de las relaciones de pensamiento es la primera
condición para captar correctamente un hecho filosófico» (p. 70, prólogo 2ª ed. ENC).
«La religión es el modo y manera de la conciencia en que la verdad es para todos
los seres humanos, sea cual sea su formación» (p. 70, prólogo 2ª ed. ENC).  el haber
sustancial es el mismo (p. 71).
«Pero sólo el pensamiento hace del alma (algo de lo que el animal está dotado)
espíritu, y la filosofía es meramente una conciencia de aquel contenido, del espíritu y su
verdad, también bajo la figura y manera de aquella esencialidad del espíritu [el pensa-
miento] que lo hace distinto del animal y capaz de religión. La religiosidad sometida a
contracción [o estrechada] hasta concentrarse en un punto, o sea, en el corazón, debe ha-
cer de su contrición y disolución un elemento esencial de su renacimiento; y la religiosi-
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dad debe recordar igualmente que se las tiene que haber con el corazón de un espíritu,
que el espíritu está destinado a ser fuerza para el corazón y que esta fuerza sólo puede
darse si el espíritu ha nacido de nuevo» (p. 72, prólogo 2ª ed. ENC).  Renacimiento,
Jn, 31-10.

P. 71, N. 31: BÖHME, QUAL, QUÄLITAT, TORMENTO O SUFRIMIENTO, DO-


LOR, CONTRADICCIÓN, DOLOR. OMNIS DETERMINATIO EST NEGATIO ->
philosophus teutonicus.
«Pero ocurre que la naturaleza del asunto comporta que la conexión lógica deba
permanecer como base [de la exposición]» (p. 60).
«Un modo así de proceder manifiesta que él mismo [el método] no es otra cosa
que la reproducción de aquel haber absoluto» (p. 60)  p. 82: «En tanto la presente ex-
posición no se encuentra en este caso, sino que se trata de una reelaboración de la filo-
sofía con arreglo a un [nuevo] método que, como espero, llegará a ser reconocido como
el único verdadero, idéntico al contenido».
«La verdad filosófica no es algo aislado, sino que bajo todas estas formas [reli-
giones, mitologías, filosofías gnósticas y mistificadoras de otros tiempos y actuales] está
presente su actuosidad, por lo menos como fermento» (p. 77).
«Le NECESIDAD que lo vincula todo» (p. 78).
«La erudición no es todavía ciencia» (p. 88)  arbitrariedad de los enlaces, or-
den extrínseco.

ENC, § 1: «Pero también es cierto por de pronto que sus objetos los tiene en común con
la religión. Ambas tienen la verdad por objeto y precisamente en el sentido más elevado
[de esta palabra], a saber, en el sentido de que Dios es la verdad y él solo lo es».  La
diferencia entre filosofía y religión estriba en que a la filosofía «se le hace manifiesto
que ella comporta la exigencia de mostrar la necesidad de mostrar su contenido y tam-
bién de demostrar tanto el ser como las determinaciones de sus objetos». Filosofía y re-
ligión: familiaridad y comienzo: «Se presenta así, a la vez, la dificultad en establecer un
comienzo, ya que un comienzo en cuanto inmediato hace una suposición o, más bien, es
él mismo un supuesto» (p. 100).
ENC, § 2: Filosofía como pensamiento, pero pensamiento concipiente [begrei-
fendes Erkennen]. No es cualquier tipo de pensar.  REFLEXIÓN (§ 3 N, § 5) Aunque

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el pensamiento filosófico es = al pensamiento en general. El haber es el mismo. La dis-
tinción radica en la FORMA.
ENC, § 3: «El contenido que llena nuestra conciencia, sea de la clase que sea,
constituye la determinidad (Bestimmheit) de los sentimientos, intuiciones, imágenes,
etc.».  El contenido es el objeto de la conciencia.

ENC § 6: «Por otra parte, es igualmente importante que la filosofía se entere de que su
contenido no es otro que aquel haber que [fue] originariamente producido y [continua-
mente] se produce en el campo del espíritu viviente; haber que se ha hecho mundo,
mundo exterior y [mundo] interior de la conciencia; [es importante que la filosofía se
entere de que] su contenido es la realidad efectiva. […] Siendo la filosofía un modo dis-
tinto de los otros modos de hacerse consciente de ese único haber, modo que se distin-
gue solamente según la forma, resulta necesaria su conformidad con la realidad efectiva
y con la experiencia. Es más, esta conformidad puede verse como mínimo como piedra
de toque extrínseca de la verdad de una filosofía, de tal modo que se puede considerar
como la finalidad suprema de la ciencia producir la reconciliación, mediante el conoci-
miento de esa conformidad, de la razón autoconsciente con la razón-que-está-siendo, es
decir, con la realidad efectiva.
En la nota a este § 6: «Pero, por lo que se refiere a [la comprensión de] su sentido filo-
sófico, hay que suponer mucha formación, es decir, es preciso saber no solamente que
Dios es efectivamente real, que él es lo más efectivamente real y que sólo él lo es verda-
deramente, sino que también es necesario saber, desde el punto de vista formal, que la
existencia en general es en parte fenómeno y solamente en parte es realidad efectiva».

P. 106, § 6: «Nosotros llamamos experiencia [Erfahrung] a la conciencia más próxima


de este contenido».  P. 108, § 7 N: «El principio de la experiencia contiene la deter-
minación infinitamente importante de que para la aceptación de un contenido y para te-
nerlo por verdadero tiene que estar ahí el ser humano; dicho de modo más preciso: que
el ser humano tiene que encontrar aquel contenido unido o enlazado con la certeza de sí
mismo».

§ 9: La forma del pensamiento es la necesidad.  versus SABER CIENTÍFICO Y EN-


TENDIMIENTO (cf. nota).

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«Pero si uno no quiere engañarse con las palabras» (§ 10 N).
El concepto de espíritu §§ 381-384.

§ 12: «El nacimiento de la filosofía, surgido de la mencionada menesterosidad, tiene


como punto de partida a la experiencia, o sea, a la conciencia inmediata y razonadora.
Estimulado por eso como por un excitante, el pensamiento se comporta esencialmente
de tal modo que se eleva sobre la conciencia natural, sensible y raciocinante, se sumerge
en el elemento sin mezcla de sí mismo y se coloca así por de pronto en relación negati-
va con aquel comienzo. De este modo encuentra en primer lugar su satisfacción dentro
de sí misma en la idea de la esencia universal de los fenómenos, pudiendo ser esta idea
(lo absoluto, Dios) más o menos abstracta».
§ 12 N: «Sobre la relación entre inmediatez y mediación en la conciencia tenemos que
hablar expresamente y con más detalle más adelante»  §§ 61 y sigs. «Pues mediación
es comenzar y un haber comenzado hacia algo segundo, de modo que ese segundo sólo
se da en tanto se ha llegado a él desde otra cosa a él opuesto».

 Hegel es el filósofo de lo a posteriori. Experiencia. Pensamiento desagradecido con


la cosa  § 12 N. Lo a priori es lo inmediato, lo universal: el ser, el devenir.

§ 13: «Pero el artífice de este trabajo de milenios es el espíritu viviente único cuya natu-
raleza pensante consiste en llevar a su conciencia lo que él es, y en tanto esto ha deveni-
do así objeto, ha sido ya elevado a la vez por encima de ello [mismo] y ha venido a ser
un peldaño más alto en sí mismo».  el conocimiento es modificación ontológica, tras-
cendencia. FUNDAMENTAL!!!!
§ 14: «El pensamiento libre y verdadero es en sí mismo concreto y de este modo es él
idea y, en su total universalidad, la idea o lo absoluto».  LÓG vs. historia de la filoso-
fía.  «Ahora bien, la idea se hace patente como el pensar simplemente idéntico a sí
mismo y éste se hace patente igualmente como la actividad de ponerse ante sí para ser
para sí, y, en este otro, estar sólo cabe sí». (§ 18, ENC).
§ 15: «Cada parte de la filosofía es un todo filosófico, un círculo que se cierra en sí mis-
mo, pero la idea filosófica se contiene allí [en las partes] bajo una determinidad particu-
lar o elemento».  FILOSOFÍA CÍRCULO DE CÍRCULOS.  LA FILOSOFÍA ES
UN CÍRCULO QUE REGRESA [Rück A SÍ MISMO: § 17:

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«O lo que es lo mismo, el concepto de la ciencia y, por consiguiente, el primero
de los conceptos (que por ser el primero contiene la partición de que el pensar es objeto
para un sujeto, al mismo tiempo extrínseco, que filosofa) ha de ser buscado por la cien-
cia misma. Éste es precisamente su único fin, su única actividad y meta, alcanzar el con-
cepto de su concepto y lograr así el regreso a sí misma y su satisfacción».
§ 18 N: «En la naturaleza no hay otra cosa a conocer que no sea idea, aunque ésta se en-
cuentre [allí] bajo la forma de la exteriorización; lo mismo ocurre con el espíritu, en el
cual siempre está la idea en cuanto está siendo para sí y deviniendo en y para sí. Una tal
determinación, bajo la cual se presenta la idea, es al mismo tiempo un momento que flu-
ye».

TRANSPARENCIA DEL CONCEPTO: NOTA 111, § 18.

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