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Post-Scriptum

Es merecido este post-scriptum, pues casi a un mes de escribir lo que viene, el autor del
texto Sobre el Concepto de Historia Walter Benjamín (2005), y que realizó, además, la
traducción desde el Alemán a nuestro idioma de las Tesis de Benjamín, Bolívar Echeverría,
compatriota nuestro, nacido en Riobamba (Ecuador) en 1941, falleció éste 5 de junio del
2010, coincidiendo con una de las emblemáticas fechas patrias: la revolución liberal.

En honor a un ilustre intelectual ecuatoriano, dedicamos las líneas que siguen, a quién
dedicara su vida a la filosofía. Tradujo y trabajo en importantes obras filosóficas, culturales
y económicas; a más, es conocido su aporte, desde el suelo latinoamericano, a la llamada
Teoría Crítica de Frankfurt.

La obra de Echeverría es extensa y de alta calidad, si bien no compartimos muchas de sus


ideas, ello no quiere decir que no podamos hacerle un justo homenaje con una obra que no
por su brevedad es menos importante.

¿Hay un Materialismo Histórico-Judío?

Una Introducción Necesaria

No podemos entrar al tema en cuestión, que hemos llamado el Materialismo Histórico-


Judío, si no recordamos que la Historia de la Humanidad, ha presenciado de manera brutal,
como varios pueblos que se han pensado y piensan elegidos por algún Dios o Dioses,
debieron o deben reinar el mundo.

Para no ir muy lejos, citemos en primer lugar, algunos politeísmos, pues todos ellos se
creían predestinados a dirigir el mundo, nos encontramos con los Egipcios, Griegos,
Romanos etc.

Y los monoteísmos elegidos, como el judaísmo, el cristianismo, el islamismo… hasta llegar


al Nazifascismo Ario de Hitler.

En fin, con este ejemplo queremos señalar que los pueblos elegidos, han rondado
permanentemente el mundo.

Uno de los supuestos pueblos elegidos, los judíos, afrontaron la persecución y el exilio por
cientos de años. La primera diáspora judía comenzó en el 586 a. c. cuando Nabucodonosor
II conquistó el Reino de Judá, y llevó a los líderes judíos a Babilonia. En el año 516 a. c.
Ciro II el grande, persa, conquistó a los babilonios y permitió regresar a los judíos a la
tierra de Israel. En el año 70 d. c. Tito, romano, produjo el segundo exilio destruyendo el
Segundo Templo judío. Y más tarde, con la rebelión de Bar Kojba se les diseminó por todo

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el Imperio Romano; así, con los años, se esparcieron por el mundo. También hubo, entre
otras tantas, la dispersión española, en la llamada Diáspora Sefardita en el mismo año del
supuesto descubrimiento de América, o más bien encubrimiento.

Uno de los Judaísmos Intelectuales

El restablecimiento de la Eretz Yisrael o Sión (La tierra de Israel), como tierra prometida,
ha sido un objetivo de los judíos, desde los inicios de la diáspora. Lo que llegó a
cristalizarse, solamente en 1948, después de la Segunda Guerra Mundial; que ya desde
1947 las Naciones Unidas dividieron en dos, lo que había sido la tierra Palestina, y se
reconoció al Estado de Israel por la ONU. Tal suceso histórico, también significó, el
genocidio palestino más atroz de la historia.

La constitución del Estado de Israel, no llegó a verla Walter Benjamin (1892-1940), que
como judío-alemán, hubiera exaltado con el más vivido entusiasmo. Sin embargo, muchos
colegas suyos, presenciaron el “hecho histórico”.

La denominada Escuela de Frankfurt, albergó y alberga a varios neomarxistas de todo


tipo, que cuestionaron la ortodoxia marxista de la URSS, es decir al marxismo-leninismo y
la construcción del socialismo de Stalin. Estos autores, han tratado de unificar teorías
distintas en una sola, así como de minimizar las diferencias entre estas. Su supuesto
propósito, era renovar la teoría marxista con una apreciación interdisciplinaria y
filosófica. Empero, a tal extremo se llegó, que se quiso conectar a Kant y a Marx, al
Psicoanálisis de Freud con el Marxismo, y un sinnúmero de nuevas adaptaciones de éste
con la filosofía de Hegel. Actualmente, la llamada segunda generación de la Escuela de
Frankfurt, ha incluido a Max Weber, dentro de la ya opaca red ecléctica.

Por el origen judío de los miembros de dicha escuela, conmináronse a reagruparse en otros
países para salvar su vida, pues era esto o soportar la cremación en la parrilla del
holocausto nazi. Pero, no todos lograron tal suerte.

Algunos de los representantes de la primera generación, fueron: Félix Weil (1898-1975,


argentino-judío), Max Horkheimer (1895-1973), Herbert Marcuse (1898-1979), Theodor
Adorno (1903-1969), Jürgen Habermas (1929) etc., que a excepción del primero, son judío-
alemanes.

La segunda generación, incorpora al segundo Jürgen Habermas -único sobreviviente de la


anterior generación- Claus Offe, Oskar Negt, Alfred Schmidt y Albrecht Wellmer, entre los
más importantes.[ CITATION Bla09 \l 12298 ]

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Walter Benjamin CITATION Wik103 \l 12298 , un estrecho colaborador de ésta escuela, agrupa, en su
visión, la más “sutil” mezcla, el materialismo histórico con la tradición judía. Tal
emparentamiento, hasta leer a Echeverría y Benjamin, sólo nos parecía fuente del Judío
Internacional de Henry Ford.

Critica al texto “Introducción: Walter Benjamín, la condición Judía y la política” de


Bolívar Echeverría

Echeverría hace una exposición del documento titulado por T. Adorno Sobre el concepto
de Historia, que se conoce también como Tesis sobre Historia, publicada en 1942 en los
Ángeles. Echeverría, se adelanta diciendo que Benjamin, se suicido por el acoso fascista,
pero practican la opción de que los nazi-fascistas le asesinaron. Por la conducta de
Benjamin nos apegamos, más bien, a la primera opción.

El texto realizado entre 1939-1940, en medio de la guerra, lo envió a Gretel Adorno,


hermana del anterior, quien más tarde las publicaría. Las líneas de Benjamin, pretendían
“construir un ‘armazón teórico’ destinado a sustentar esa historia crítica de la génesis de
la sociedad moderna CITATION Wik103 \l 12298 …”. Hecho que intentó plasmar, en Los pasajes de
París, porque dicha ciudad debería ser el sujeto-objeto del nuevo relato histórico
materialista.

Hannah Arendt (1906-1975) judío alemana, retrata a Benjamin como una persona con
malas relaciones con su padre, pésimas con la vida académica, una persona que no se
lleva bien con el mundo, aunque no tenía muchos problemas de dinero se mantenía en la
inestabilidad, una “indefensión activa” menciona Echeverría, que con su suicidio, más
bien, a mi me parecería, confirma una personalidad esquizoide.

La obra inconclusa de Benjamin, es, dice Echeverría, un fracaso colectivo, ya que dentro de
él, había un mundo y una época completa, todo un proyecto. Tiene el escrito, dice, una
sensación de derrota y de indignación después del Tratado de Munich (1938) y el Pacto
Ribbentrop- Molotov (1939). En el primero el Reino Unido, Francia, Italia concedieron la
incorporación de lo Sudetes a Alemania, quienes tenían nacionalidad checoslovaca, pero en
el tratado los ausentaron deliberadamente, lo que les acerco a la URSS; el segundo, un
pacto de no agresión que no se cumplió, por las ansias expansionistas de Hitler, pues
invadió la URSS en 1941, un año después de la muerte de Benjamin, situación que

CITATION Wik103 \l 12298


Entre algunas de las obras de Benjamin tenemos: Ursprung des deutschen Trauerspiels (El
origen del drama barroco alemán, 1928); Einbahnstraße (Calle de sentido único, 1928); Das Kunstwerk im
Zeitalter seiner technischen Reproduzierbarkeit (La obra de arte en la era de su reproducibilidad técnica,
1936); Berliner Kindheit um neunzehnhundert (Sobre la infancia en Berlín en 1900, 1950, publicada
póstumamente); Geschichtsphilosophische Thesen (Tesis sobre la filosofía de la Historia,1959, publicada
póstumamente); La tarea del traductor (traducción de Carlos Marzán Trujillo, Marcos Hernández Jorge,
incluido en Laguna: Revista de filosofía, 1994,).

CITATION Wik103 \l 12298


El subrayado es mío.

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Echeverría no menciona; en cambio, lo que sí dice, es que Occidente claudico ante el
Reich, y los intereses de la Revolución Rusa se convirtieron en los intereses del Imperio
Ruso. Es una dejadez de Echeverría, no revisar la historia y empatar los dos acuerdos, y
más aún, no aclarar que la URSS tomó bajo su defensa a Checoslovaquia, que era en un
inicio aliada de Inglaterra y Francia.

Benjamin critica, expresa Echeverría, los fundamentos teóricos del discurso comunista del
siglo XIX, el marxismo, que fue conocida en aquella época como la teoría de la
Socialdemocracia, porque la lucha en primer lugar se realizaba contra la monarquía, lo que
concitaba una lucha democrático-burguesa por la república, pero los comunistas no
pretendían, para nada, quedarse allí, sino avanzar al socialismo. Debido a que el socialismo
o comunismo ha terminado por ser un fracaso, de acuerdo a la interpretación de Echeverría,
Bejamin, trató de realizar un discurso socialista diferente “verdaderamente histórico y
verdaderamente materialista, el discurso adecuado a la época del ocaso de la
modernidad CITATION Wik103 \l 12298 capitalista.”[ CITATION Bol08 \l 12298 ], dicho discurso es
“extemporáneo” y no tiene una praxis política real. Es un discurso político para futuros e
hipotéticos comunistas, socialistas o anarquistas, nos plantea; lo que, no sin razón, nos es ya
una desazón; para Echeverría no existen diferencias entre el comunismo y el anarquismo, o
le tiene sin cuidado mencionarlas.

Critica, al marxismo occidental y europeo-oriental estalinista, se perfila en la heterodoxia,


con personas como Karl Korsch (1886-1961) al principio comunista alemán que partió a un
hegelianismo; Karl Wittfogel (1896-1986) alemán americano primero comunista y luego un
feroz anticomunista; Ernst Bloch (1885-1977) otro judío alemán filial de un marxismo más
hegeliano y vinculado a la teología de Thomás Münzer llegando a la filosofía de las utopías
concretas; y al ya referido Horkheimer. Lo sospechoso del asunto, de la interpretación de
Echeverría, es que pone al gran Berthold Brecht (1898-1956) al lado de estos eclécticos,
cosa que es harto decidora de la confusión que tiene, pues él se apegó a las tesis más bien
ortodoxas y no apóstatas, para muestra basta un botón: recibió el Premio Stalin en 1955. Y
para ser justos, tal vez Echeverría da esa visión por la crítica permanente de Brecht ante la
República Democrática Alemana, cosa que como evidenció la historia, estaba en lo
correcto.

Además, se afirma que “la doctrina del ‘comunismo’ estalinista no es más que una
configuración específica de un fenómeno ideológico…” y que el marxismo disminuido se
aplicó hasta 1989, dice Echeverría. Otra confusión mayor de Echeverría, que equipara, la
ideología que hasta Stalin se mantuvo, con la postrera revisión completa de los principios
marxistas leninistas y que tuvieron por padre a Kruschov, trastocándolos hasta Gorbachov,
que con su ascendencia judía y con su eclecticismo bien hubieran podido ser parte de la
Escuela de Frankfurt.

La cultura occidental europea, continua, es una estructura imaginaria, pues sólo algunos la
habitan, a más de un consumismo universal, una misma moneda, no hay tal identidad
universal, ya que se quiere abrir un predominio de Inglaterra, Francia y Alemania. Las
CITATION Wik103 \l 12298
Ídem.

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culturas se dan las espaldas. El sueño de la cultura europea, se inicio en el s. XVIII con las
luces, que terminaría por desaparecer en la Segunda Guerra Mundial, según el autor, con lo
que el siglo XX sería un siglo de Tinieblas, porque el capitalismo moderno intentó andar
por el camino del nacional socialismo.

La Europa cosmopolita, fue un sueño impulsado, sobre todo, por la intelectualidad judía, ya
que según George Steiner, los judíos no necesitan otro territorio que el libro, la escritura;
por eso, querían integrarse a una sociedad de nuevo tipo: la europea. La identidad judía es
nómada, tienen la capacidad de moverse entre otros códigos, la integración de la población
judía a la europea se muestra claramente.

Benjamin, quiere conciliar la cultura judía, con la tendencia mesiánica de occidente y el


utopismo. Se propone “…introducir una radical corrección mesiánica al utopismo propio
del socialismo revolucionario: sacar de su escondite al ‘enano teológico’ que es el secreto
de la eficiencia discursiva del materialismo dialéctico.” Esta cita realmente me asusta, es
no comprender, casi nada, o nada mismo, la vitalidad del marxismo, su propuesta teórica
de emancipación, reducirlo a un mero mesianismo.

El utopismo occidental, considera, piensa que se encuentra en un mundo imperfecto e


inauténtico, por lo que desea poner en su lugar, uno perfecto y auténtico. Este mundo
perfecto es la posibilidad del mundo real, está en potencia, como diría Aristóteles. El
mesiánico, se siente culpable por haber roto la armonía de su anterior mundo, con el
pecado original, y espera el momento en que llegue la redención, para que se abran las
puertas, nuevamente, del paraíso, es un regreso al pasado. El primero pide un cambio por
las substancias, de acuerdo a un territorio; el segundo por las formas, el regreso a algún
lugar que habrá de recobrarse.

Con ello juzga, que la única teoría revolucionaria, para los tiempos de la crisis de la
modernidad capitalista, es el utopismo vinculado al mesianismo.

Echeverría especula, que la teoría de Benjamin puede tener lugar ahora, porque la
ilusoria actividad política, tanto los Estados tradicionales como los transnacionales post-
modernos del capitalismo, no han tenido ni autoridad, ni legitimidad, ni gobierno.

Contrariado por las tesis de Benjamin

La tesis I, en resumen dice que el “muñeco” del materialismo histórico puede luchar con
cualquiera si pone a su recaudo la teología; como si la teología fuese el enano detrás del
títere supuestamente autómata: el turco de Kempelen1. Benjamin está casi enajenado, pues
1
Johan Wolfgang Von Kempelen (1734-1804), escritor, inventor, ajedrecista, húngara que asesoro la corte
de Viena, pretendió haber construido un ajedrecista autómata, “El Turco”, que fue una farsa. Una cabina de
cristal disfrazada de tal forma que ocultara dentro de sí a un enano, experto jugador de ajedrez, y pudiese
manejar a un maniquí, como si éste moviera las fichas automáticamente cual robot. [ CITATION Wik103 \l
12298 ]

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la Ciencia de la Historia, el materialismo dialéctico, tiene que guardar en su seno la Ciencia
sobre Dios: la teología. El Materialismo Filosófico sacó de escena a Dios, pues al decir de
Feuerbach: Homo, Homini Deus, y ¡ahora tiene que pedirle disculpas! A otro ratón con ese
queso.

La tesis II esboza que en la idea de la felicidad late la de la redención, que quiere regresar al
pasado. Crítica: Benjamin siente nostalgia por los hijos sacados del paraíso, que desean
regresar al hogar. Lo místico es la cumbre de Benjamin.

Tesis III: “…sólo a la humanidad redimida se le ha vuelto citable su pasado…” [ CITATION


Ben08 \l 12298 ], estos puntos se tratarán en el orden del día del juicio final. Crítica:
Respecto a esto debo decir que el paraíso anterior nunca existió, y la conciencia histórica es
una de las virtudes de nuestra época, por lo que si en el marxismo hablamos, la redención
es sólo metafóricamente equiparable a la revolución que no tiene nada que ver con la
teología.

Tesis IV: La lucha de las clases no tiene que ser meramente material, sino también de
índole espiritual. Crítica: Lo espiritual nunca se deja de considerar en el marxismo, pero
como sinónimo del cumplimiento de las aspiraciones en el conocimiento y cultura de la
humanidad, no como el espíritu celestial.

Tesis V: Resume en la frase de G. Keller “La verdad no se nos escapará” [ CITATION Ben08 \l
12298 ] como reviviendo el pasado en la imagen del presente. Crítica: En ésta sigue
presente el tufo a la tradición judeocristiana.

Tesis VI: La esperanza en el pasado, confiando como en el Mesías, es lo que tiene que
atrapar el materialismo histórico. Crítica: Del Logos se vuelve al Mito.

Tesis VII: El historiador tiene que olvidarse de generar empatía, como siempre se ha hecho
con el vencedor, pues la historia es una historia de vencedores que se sigue repitiendo. Los
bienes y la cultura en general no tiene sólo la fatiga de los genios sino de la servidumbre.
Crítica: Ésta tesis es una de las más progresistas en medio del mar ecléctico de Benjamin.

Tesis VIII: Benjamin, hace un juego de palabras: el “estado de excepción”, o sea el estado
de Facto, es el estado de la “regla”; por lo que debemos luchar por el verdadero estado de
excepción. Crítica: Podría haber especificado que la dictadura de la burguesía, en otras
palabras, cambia de forma de gobernar, pero sigue siendo dictadura.

Tesis IX: La historia está vuelta al pasado y el huracán del progreso la arrastra hacia el
futuro. Crítica: el progreso no lleva a la historia, sin más, hacia el futuro; la historia tiene
que juzgar los acontecimientos, y los culpables vivos ser sancionados, así como los héroes
ser recordados.

Tesis X: No tan claramente se refiere a los dirigentes socialistas, que supuestamente


traicionaron sus ideales frente al fascismo. Los políticos tienen una fe ciega en el progreso,
confían en sus masas, la inserción en un aparato no controlable. Imposibilita una idea clara

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sobre la historia. Crítica: Hace referencia a los pactos o Tratados que ya mencionamos
arriba, la segunda es un poco incompresible, pero colijo que trata de cuestionar al tipo de
estado soviético y las formas caudillistas de las dictaduras de la época.

Tesis XI: el conformismo afecta a la táctica política y económica de la socialdemocracia.


Los alemanes pensaban que el trabajo es la fuente de toda riqueza y cultura, pero Marx dijo
en la Crítica al Programa de Gotha que quien posee sólo su fuerza de trabajo está
condenado a ser esclavo de los propietarios. Muestra los progresos respecto a la naturaleza,
pero no los retrocesos de la sociedad, además el tecnocratismo del fascismo. Es un
marxismo vulgar. El trabajo tiene antes que explotar la naturaleza ayudarle a parir las
creaciones dormidas. Crítica: El hombre y la naturaleza son una ecuación en la que no debe
haber explotación sino mutua correspondencia. El tecnocratismo es una rama esencial del
imperialismo.

Tesis XII: El sujeto histórico es el proletariado y es la última clase esclavizada que liberará
en nombre de todas las generaciones de vencidos. Crítica: A más hace un recuerdo
encomioso de Blanqui (1805-1881), al que Marx criticó por los Putschs con los que quería
conquistar el poder sin la organización de las masas y sin insurrección armada.

Tesis XIII: La socialdemocracia impulsó el progreso dogmático, sin término e indetenible.


Crítica: cuestiona obviamente toda idea de progreso en general.

Tesis XIV: El origen es la meta, cita a Kraus, como Robespiere pensaba en Roma con la
Francia revolucionaria. Se supone que éste es el salto dialéctico. Crítica: es un
planteamiento esquemático y no científico, el recuerdo no son las mismas condiciones.

Tesis XV: las clases revolucionarias hacen saltar el continuum de la historia. Los
calendarios son monumentos a la consciencia histórica.

Tesis XVI: El materialista histórico no puede abstenerse del concepto de presente en el que
hay una representación del pasado. Y es dueño de las fuerzas para hacer saltar el contnuum.

Tesis XVII: el historicismo desemboca en una historia universal, historia sin armazón
teórico, y con un acumulado de acontecimientos. La historiografía materialista es construye
y se detiene en el pensar de un lugar que cristaliza como mónada y provoca un shock.
Compara a la oportunidad revolucionaria con una caída mesiánica. Crítica: está imbuído de
Hegel, Leibniz, y la teología.

Tesis XVIII: La sociedad sin clases es una idea y no un ideal infinito. Igual que la
oportunidad revolucionaria no se puede esperar eternamente sino que hay que analizar la
situación. El ingreso en éste recinto es mesiánico. Crítica: la sociedad sin clases no es una
sociedad inalcanzable, si no fuera una utopía. Y la oportunidad revolucionaria no es
mesiánica. Aquí habría que distinguir entre situación revolucionaria y lo que Benjamin
considera como oportunidad revolucionaria.

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Tesis XIX: El tiempo de la humanidad en el planeta ha sido muy corto, y el resumen de éste
es el modelo del tiempo mesiánico.

A: En el “tiempo de ahora” están las astillas del tiempo mesiánico. Un hecho histórico para
considerarlo tal puede atravesar milenios.

B: A los judíos se le prohibió investigar el futuro, y con el Thorá y la plegaria


rememoraron su pasado, sin que el futuro sea homogéneo y vacío; a cada segundo podía
entrar el mesías.

Conclusión

Como crítica a la última tesis y como conclusión, considero que la Eretz Yisrael deseo, en
boca de Benjamin, hacerse realidad como rabo del materialismo histórico; más o menos
como en el refrán de “Quién a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija”, y es de
conocer que los judíos, de cierta clase social, lograron consolidarse en paraísos fiscales
varios países de Europa y América; a más de tener ya su propio país y una de los
armamentos más sofisticados. Las propuestas de Frankfurt, así como del autor en mención
no han tenido cabida fuera del gabinete académico, sino hasta hoy con el reciclamiento del
socialismo del siglo XXI, que trasnocha y mezcla las ideas más disparejas, como haciendo
mérito a sus fundadores. De Kant salieron varias filosofías que lo quisieron reflejar
fielmente “a su manera”, pero tuvieron que realizarse en nuevos sistemas filosóficos. La
escuela de Frankfurt y el autor en cuestión, han hecho algo parecido respecto al marxismo.

Cuenca, Jueves 6 de Mayo del 2006

Bibliografía
Benjamín, W. (2008). Archivo Chile. Recuperado el 03 de Mayo de 2010, de
http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/benjaminw/esc_frank_benjam0021.pdf
Echeverría, B. (2008). Archivo Chile. Recuperado el 03 de Mayo de 2010, de
http://www.archivochile.com/Ideas_Autores/benjaminw/esc_frank_benjam0021.pdf
Muñoz, B. (2009). Diccionario Crítico de Ciencias Sociales. Recuperado el 5 de mayo de 2010, de
http://www.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/E/ef_2generacion.htm
Wikipedia. (29 de Marzo de 2010). Wikipedia. Recuperado el 2 de Mayo de 2010, de
http://es.wikipedia.org/wiki/Escuela_de_Frankfurt
Wikipedia. (16 de Abril de 2010). Wikipedia. Recuperado el 3 de mayo de 2010, de
http://es.wikipedia.org/wiki/Di%C3%A1spora

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