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ACTIVIDAD FÍSICA PARA LA SALUD Y PREVENCIÓN

Alumno: Marcus André Menegatti da Costa


Número de Control: 21130040
Carrera: Ing. Electrónica (2º semestre)
Maestro: Victor Hugo Viesca Rojas

02.2021
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Riesgos nocivos a la salud

Un riesgo para la salud es la posibilidad o probabilidad de que algo dañe


o afecte de alguna manera la salud. "Riesgo" no significa que algo malo vaya a
pasar. Es solo una posibilidad. Varias características, llamadas factores de
riesgo, afectan el hecho de que el riesgo de desarrollar problemas de salud sea
alto o bajo. Los factores de riesgo personales incluyen la edad, sexo,
antecedentes médicos familiares, estilo de vida y más. Algunos factores de
riesgo no se pueden modificar, como los genes o el grupo étnico al que se
pertenece. Otros están bajo el control de uno mismo, como su dieta, la
actividad física o el hecho de usar o no el cinturón de seguridad (National
Insitutes of Health, 2016).

Los hábitos de vida saludables repercuten de manera directa en la salud


de las personas y en su calidad de vida como vienen esgrimiendo desde hace
años los profesionales en este ámbito. Estén relacionados con la alimentación,
el ejercicio físico o con el consumo de sustancias tóxicas, se ha demostrado
que estas costumbres son clave en el desarrollo de patologías crónicas no
transmisibles como la obesidad, las enfermedades cardiovasculares o el
cáncer. A continuación, se apuntan algunos de los hábitos más comunes que
pueden ser perjudiciales para la salud:

1. Vivir estresado
El exceso de estrés y preocupaciones puede tener repercusiones serias
en la esfera mental y física: insomnio, ansiedad, nerviosismo,
taquicardia, palpitaciones, alteraciones digestivas, contracturas
musculares, cefalea, alteraciones en la piel, ira, mal humor e, incluso,
depresión.

2. Consumo de comida rápida y demasiado azúcar


La Organización Mundial de la Salud (OMS) asocia el exceso de azúcar
como causa de la creciente incidencia de obesidad y diabetes tipo 2 en
todo el mundo, además de caries dentales, hipertensión y hasta de
algunos casos de cáncer.
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Por otro lado, el exceso de grasas trans se relaciona de manera directa


con el riesgo de enfermedades cardiovasculares, aún más si la ingesta
de grasas saturadas también es alta. Su consumo continuado
incrementa el nivel de colesterol LDL y disminuye el HDL (bueno).
También las raciones demasiado grandes o el exceso de calorías que
conllevan este tipo de productos, junto con el gasto energético reducido
por la vida sedentaria, inciden en el peso corporal.

3. Vida sedentaria
El segundo factor de riesgo más importante para la salud es el
sedentarismo, una de las principales causas de morbimortalidad. Llevar
una vida inactiva provoca que el sistema musculoesquelético se debilite
y aumenta la probabilidad de sufrir en el futuro artritis, artrosis y
osteoporosis, además de obesidad y enfermedades cardiovasculares.

4. Dormir poco y mal


Durante el sueño, el cuerpo y la mente se regeneran: la conciencia
queda suspendida -total o parcialmente- y las funciones orgánicas
disminuyen. Cuando este proceso se trastorna de forma continua,
provoca alteraciones en la capacidad de concentración, en la memoria y
en el estado de ánimo: se está más distraído, más irascible y con la
capacidad de atención disminuida, entre otros efectos.

5. No protegerse del sol


Lucir una piel bronceada está de moda, pero puede tener consecuencias
peligrosas. Un exceso de sol, más sin la fotoprotección adecuada,
produce envejecimiento prematuro, alergias, problemas oculares y
quemaduras, además de aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de
piel.

6. Saltarse el desayuno
No son pocas las personas que se saltan una o dos comidas al día. Con
la excusa de las prisas, la más olvidada es el desayuno. Sin embargo,
es fundamental para empezar el día: no desayunar provoca un nivel
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inadecuado de nutrientes -sobre todo hidratos de carbono y proteínas-


muy necesarios en las primeras horas del día para el buen
funcionamiento del cerebro.

7. Ser solitario
La soledad, sobre todo si no ha sido escogida, hace mella en la salud
física y psíquica. Vivir sin compañía propicia malos hábitos de vida que
inciden en el metabolismo y en el sistema nervioso. Sentirse solo
provoca mayor riesgo de depresión y aumenta de forma clara el riesgo
de sufrir pérdida progresiva de las funciones cognitivas (Montse Arboix,
2017).

Bibliografía
Montse Arboix. (5 de junio de 2017). Consumer. Obtenido de
https://www.consumer.es/salud/7-habitos-que-hay-que-desterrar-para-mejorar-la-
salud.html

National Insitutes of Health. (octubre de 2016). National Insitutes of Health. Obtenido de


https://salud.nih.gov/articulo/entender-los-riesgos-para-la-salud/

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