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LA AUTOIMAGEN: AUTOCONCIENCIA POR EL MOVIMIENTO

Los seis factores principales en la calidad de vida de cualquier persona y que son también parte
esencial en la autoimagen de una persona (lo genético, la nutrición, medio ambiente, la actividad
sexual, la actividad física y lo psicológico) se ven implicados en los conflictos en la
cotidianeidad, la vida en comunidad y los parámetros de la sociedad, esto nos absorbe; en gran
medida hemos perdido nuestro sentido de identidad si es que en realidad alguna vez lo hemos
tenido, teniendo en cuenta que entre los factores que condicionan la autoimagen está el factor
genético y hereditario el cual es siquiera advertible pero completamente irremediable; el factor
educación por otro lado, que exclusivamente no brinda conocimientos también pretende crear
individuos lo más parecidos los unos a los otros para una sociedad que funcione mecánica y
efectivamente, como debe ser, las pautas de conducta y los valores inculcados cada vez nos
hacen más indistinguibles los unos de los otros, cómo lo mencionas el autor en las primeras
páginas, lo cual me es bastante desconcertante, el ser consciente de que los sueños y aspiraciones
de muchos son los mismos propios, que todos queremos llegar al mismo lado, que pretendemos
ser la misma persona, y que ya no tenemos la posibilidad de saber que hubiese sido aquello que
nos hiciera levantarnos cada mañana para ser la mejor versión de nosotros mismos si
hubiésemos tenido un sociedad mundial diferente, sin parámetros, sin moldes, sin esa necesidad
abrumadora de control y perfección que puede llegar a nublar la creatividad y la libre expresión.

¿Quiénes seriamos? ¿Quiénes querríamos ser de no tener que ser nada ni nadie diferente a lo que
nosotros queremos? ¿Habríamos tomado las mismas decisiones? ¿Elegido la misma carrera? ¿La
misma pareja sentimental? ¿Nos involucraríamos con las mismas personas? ¿Siquiera nos
gustarían las mismas cosas, en la comida o en la forma de vestir? No lo podemos responder, ni lo
haremos, porque no lo hemos vivido no lo sabremos, podemos intentar imaginarlo, pero no
existe dicha posibilidad. Aspectos tan básicos y a la vez tan esenciales en la personalidad, que
deberían estar exclusivamente en la individualidad de cada persona, sin embargo, pensar en tal
nivel de libertad hace que inevitablemente nazcan en mis otros cuestionamientos respecto a la
autoimagen de todas las personas e incluso de la mía, cuestionamientos iguales o peores de
desconcertantes a los primeros, ¿sabríamos manejar nuestra libre personalidad ya con un
autoconocimiento más asertivo e individual en una sociedad con mínimos estándares de respeto,
cordialidad y bienestar sin interferir en el desarrollo de los demás? Probablemente no, siendo que
aun con el control del que podemos ratificar su existencia gracias a la experiencia y contexto

VALENTINA VALENCIA ORTIZ


social actual, no hemos aprendido ni logrado permitirnos a nosotros mismos vivir en paz y
plenitud, a fin de cuentas, la sociedad la componemos nosotros mismos, no estamos culpando a
ningún agente externo a la situación, sino a los elementos que la conforman, elementos que se
perjudican y no se permiten ser y a los cuales no les brinda algún tipo de apoyo o argumento el
hecho de que la identidad humano no es una, va en aumento y trae consigo mayor diversidad con
cada individuo que nace por segundo, y si de esta sola no es posible tener conocimiento absoluto,
mucho menos de una comunidad entera, somos lo que tenemos y a fin de cuentas tal vez lo mejor
que hemos podido ser, nos mantiene la esperanza y la necesidad de cambiar y mejorar y mientras
tanto podemos seguir viviendo la vida que nos permitimos justificándola consciente e
inconscientemente en la gratificación por los éxitos que nos celebra la sociedad, al seguir el
deber, y la vergüenza de esta si no alcanzamos los méritos y no llegamos al borde cómo bien se
describe en la lectura; las apariencias a muchos nos parecen ridículas, pero tal vez son nuestra
única herramienta para vivir en comunidad aunque a su vez como la mayoría de ellas, pueda ser
un arma. Nuestra autoimagen se ve inmiscuida en toda esta trama, o por lo menos esa es la
conclusión a la que puedo llegar luego de reflexionar tras la introducción del texto, y el
desarrollo de dicha autoimagen conforme describe diversos conceptos y aspectos a tener en
cuenta.

Es comprensible que una temática que se refiera al concepto de uno mismo, de que aspectos
están presentes a la hora de responder la pregunta "¿Quién soy y como me veo a mi mismo?"
traiga consigo toda esta reflexión, ahora comprendo más que ese concepto que tengo de mí
misma tiene una carga larga y ancha que involucra completamente a la educación en sociedad,
nuestra crianza en la misma, lo que nosotros absorbemos de aquello que se nos enseñe e inculca
y lo que muchas veces preferimos desechar o ignorar, y las experiencias vividas influenciadas
por los 3 aspectos anteriores, la cual para mí es la que podría marcar la diferencia entre unos y
otros. Considero que estos aspectos se reflejan cuando nos estamos expresando en público, lo
que vemos y consideramos de nosotros mismos se puede ver reflejado en una buena postura o
mala postura, un tono de voz sereno pero seguro o uno tímido e inseguro, la expresividad y la
fluidez con la que expresamos determinadas ideas, el manejo de una buena técnica de respiración
que nos proporcione tranquilidad, el manejo de los nervios ante los pensamientos que puedan
darse paso, incluso los movimientos que nos permitan tener mayor coordinación que menciona el

VALENTINA VALENCIA ORTIZ


texto son a mi punto de vista bastante importantes si queremos dar una buena impresión, un
mayor entendimiento y atención por parte del público.

VALENTINA VALENCIA ORTIZ

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