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“El silencio de la cura” Kovadloff

Hay 2 tipos de silencio en el análisis, el silencio de lo “callado” y el silencio de “lo mudo”

Análisis: revertir el silencio de lo acallado, para que lo no dicho ingrese en el discurso,


se trataría de conducir el silencio de lo mudo.

Silencio de lo mudo: lo real, el objeto A (lo perdido para siempre, agujero, la razón por
la que uno desea), lo indecible, lo que le falta a la palabra, la ausencia originaria.

Silencio de lo callado: lo resistencial, la palabra no dicha, encubridor, desarticulado


para llegar al otro Silencio que es descubridor, que es descubridor, que descubre la
“precariedad” del hombre.

El sentido de las apariciones del silencio primordial (de la ausencia originaria, lo que
le impide al hombre sentirse totalizado)

Primero hay que desarticular el silencio resistencial para llegar al silencio primordial.

Que tiene que ver con tomar contacto con la propia precariedad, con el vacío. Este
silencio primordial, produce dolor.

Acto clínico: consiste en el derrumbe de una representación que se quiera plena


(construida por el silencio del acallamiento o por la palabra que encubre) y que no se
verá reemplazada por otra similar, destinada a cumplir su misma función, la de someter
la ilusión de familiaridad, dominio y cercanía de los contenidos del “Yo propia”.

En el estruendo de ese derrumbe consiste el silencio de la cura.

Lugar del analista: representación de ese silencio.

El paciente cree que el silencio es del analista y, mediante el análisis, se tiene que dar
cuenta que el silencio es suyo.

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