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La abadía de Eloísa

De Zul y las interrogantes que provoca…


Por: Paloma Cuevas R.

En esta ocasión me ha costado mucho trabajo escribir, muchas cosas han cambiado y los temas de los que hablaremos hoy
parecerán en algunos años quizás leyendas del pasado únicamente. Deseo que no sea así, pero ¿quién puede saberlo?

Estamos viviendo momentos clave para nuestra sobrevivencia. Si alguien nos hubiera dicho hace 5 años que un microscópico
virus sería capaz de detener al mundo, poner en jaque a las economías mundiales, evitar la movilidad y hasta cancelar los
abrazos, los besos y el sexo, ¿lo habrían creído? Seguramente no, sin embargo, aquí estamos hoy, encerrados en nuestras
casas, casi a piedra y lodo, tratando de convencernos de que “esto” será pasajero – cuando “esto” inició como una cuarentena
que lleva 9 meses y que parece no tener fin.
En esta vorágine de pensamientos recibí la invitación de Magali Heram – guionista y directora de cine – para ver ZUL un
emotivo cortometraje que en menos de media hora se deja en claro una declaración de principios para una vida plena.
Zul es una niña que desde que nació tiene una enfermedad respiratoria que hace que sus pulmones fallen, creciendo de este
modo un tanto aislada del mundo en el que “los otros niños” podrían andar descalzos, jugar a mojarse y tantas otras cosas que
son “naturales” en la infancia, convirtiéndose en una observadora de las vidas ajenas.
Sin embargo uno de los puntos luminosos en su vida es la posibilidad de contar con una familia involucrada con ella, un
padre metódico y exigente, capaz de revelarle “el poder de la precisión, el orden, el análisis y la razón”. Mientras que la
presencia de su madre “le compartió el valor del sentimiento, la paciencia y la diversión”. Ambos colaborando en la
formación integral de su ser.
Esta posibilidad de observación genera que Zul se haga preguntas ontológicas, durante las noches estrelladas, ¿por qué
existes los sueños? ¿De dónde vengo? ¿Qué es el tiempo?
Siempre llega un momento de quiebre, y es durante uno de esos parteaguas de vida que Zul debe tomar decisiones que
cambiarán por completo su destino.
En un momento de vida o muerte llega una pregunta aparentemente sencilla: “Cuéntame, ¿cuál es el recuerdo más antiguo
que tienes de tu vida?” Este cuestionamiento aparentemente inocente sumergirá a Zul y a los espectadores en un océano de
dudas internas muy pertinentes en estos momentos de reconocernos y recrearnos.
Es a través de un mundo mágico en el que MIZAR, un ser cósmico, guiará a Zul para encontrar respuestas desde su interior.
Debo mencionar que este es el primer cortometraje de Magali Heram, joven cineasta mexiquense que ha obtenido múltiples
reconocimientos, a nivel nacional e internacional, lo que pone a Zul en un lugar muy interesante para la cinematografía
nacional, al explorar con temas de fantasía.
Historias propositivas que ayuden al espectador a recordar que está en nuestras manos mejorar la realidad que vivimos,
arquitectos de nuestro destino.
Les tengo además una hermosa noticia: el día 25 de diciembre, Zul estará disponible para ser vista como un generoso regalo
de navidad a través de Vimeo y Facebook, así que estén pendientes de las publicaciones en Facebook: @zulfilms y
@ZulMovie, regálense el tiempo para disfrutar con su familia de algo hermoso, orgullosamente Made in Estado de México.
Les aseguro que la plática al terminar será una oportunidad de escucharse y acercarse.

@PalomaCuevasR

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