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No se debe tratarse el cuerpo sin el alma

“No debe emprenderse la cura de los ojos sin la cabeza, ni de la cabeza


sin el cuerpo, tampoco debe tratarse el cuerpo sin el alma, y ese es el
motivo de que los médicos helenos ignoren cómo curar muchas
dolencias, pues desconocen el todo que también debería ser estudiado;
pues nunca puede estar bien la parte si no lo está el todo”. Platón,
Cármides, 156 D ss.

Mucho se habla pero poco se conoce de la “verdadera Homeopatía”,


también llamada unicista, cuyo principal mentor fue Christian Federico
Samuel Hahnemann (1755-1843), quien deja sentadas las bases
fundamentales para su práctica aplicada en humanos, aunque después se
extiende en su uso a los animales. Enfoca al paciente desde la totalidad de
sus síntomas personales. El remedio cubre todos los aspectos de la persona
(modo de vínculo con uno mismo y con los demás, al organismo tanto en lo
físico como en lo mental). Se parte de la premisa que no se curan
enfermedades sino enfermos. El verdadero homeópata siempre prescribe un
solo medicamento, y jamás varios medicamentos simultáneamente ya sea
en forma separada o todos mezclados dentro del mismo frasco. Los
medicamentos para adelgazar son mezclas de remedios no homeopáticos,
sino comunes (para quitar el apetito, quemar grasas aumentar la evacuación
intestinal y para forzar la micción), las mezclas de lo que sea
(medicamentos naturales o sintéticos) nunca son homeopáticas.
Les acerco la historia de Andrés que con más de 25 años hoy disfruta de
una vida sana y feliz. Pero esto no siempre fue así. Hace diez años lo
conocí a consecuencia de sus males asmáticos motivo por el cual fue
internado en varias oportunidades, una de ellas debió ser en terapia
intensiva donde necesitó de un respirador artificial. Afortunadamente para
él y su familia consultaron a un médico homeópata de la Asociación
Médica Homeopática Argentina que les recetó una medicación en
globulitos que debía tomar diariamente. Con el pasar de las semanas cada
vez requirió menos medicación y nebulizaciones, llegando a no utilizarlas
más. Pero lo más importante no fue que nunca más debió internarse, sino
que ya no necesitaba tomar medicamentos ni los globulitos. El asma, que
desde chiquito padecía, ya no lo perturba. Gracias a la homeopatía, también
su padre alcohólico desde la adolescencia no bebe más hace ocho años, y
su madre dejó de tener estados de tristeza. Todos pudieron desarrollar una
vida más plena.
¿Cómo puede ocurrir esto? ¿Cómo hace la homeopatía para producir estos
cambios? No fueron el asma, el alcoholismo o la depresión lo que se
medicó, sino la causa que los produzcan. La homeopatía no medica los
síntomas o las enfermedades directamente, sino que comprende que ellas
son la forma que tiene el organismo de comunicar que algo no anda bien.
Es el lenguaje de la naturaleza, que el homeópata sabe interpretar y
responder con remedios naturales. Muchas veces se habla de un terreno
predisponente genético, pero nosotros siempre encontramos un factor
desencadenante o conflicto instintivo emocional, que puede estar en la
familia, en el trabajo, en lo económico, en la pareja, etc. Estos globulitos o
gotas transparentes pueden ser medicados con tranquilidad, ya que al no
contener drogas activas, hasta la mujer embarazada puede tomarlos sin
peligro. El tratamiento consiste en despertar los mecanismos curativos que
todos normalmente poseemos y por alguna razón se traban. El homeópata
es un médico que, aparte de los estudios clínicos necesarios, debe
interiorizarse en todos los aspectos que causan problemas al paciente. De
esta manera descubrir lo que verdaderamente debe ser curado siendo
siempre esto individual, único y personal. Son consultas prolongadas donde
se vuelve a la magia del viejo médico de familia del barrio, que lo
acompaña a uno en la vida. En las cuales se abordan todos los aspectos de
la existencia, desde cómo se duerme hasta la forma de relacionarnos.
Sabemos que no se está enfermo de asma, anginas, dolor de cabeza, sino
que porque está enfermo, es que tiene estas manifestaciones. Por eso
decimos que no tratamos enfermedades, sino al paciente que nos comunica
su desequilibrio vital a través de ellos. Para nosotros los síntomas son como
el termómetro, sólo nos indican cómo se está encaminando el tratamiento.
¿Quiénes se pueden atender con homeopatía? Todos aquellos que
comprendan que las enfermedades no son las causas de sus males, sino la
consecuencia. Los dolores, la otitis, las anginas, las alergias, etc. (que
muchas veces se repiten con frecuencia) no son los males a curar
directamente sino que están expresando algo más. Lo importante es
conocer los principios curativos que existen en todos los seres humanos.

Dr. Raúl Gustavo Pirra


Presidente de la Asociación Médica Homeopática Argentina

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