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INSTITUTO DE FORMACIÓN TEOLÓGICA INTERCONGREGACIONAL DE MÉXICO

CRISTOLOGÍA I: BÍBLICA
Gonzalo Castro Beltrán – Sesión 01 – Afirmaciones importantes
INTRODUCCIÓN

BIBLIOGRAFÍA: HAIGHT, R. “Cristología y teología”, en Id., Jesús, símbolo de Dios (Estructuras y


Procesos. Serie Religión), Madrid, Trotta, 2007, p. 28-30.

1. Cristología en sentido estricto. “La concentración del imaginario cristiano en Jesús como me-
diador de Dios ha suscitado, y todavía suscita, la cuestión de cómo Dios se hizo presente a Jesús
o en él. Y a su vez qué relación tenía Jesús con Dios.” El acontecimiento de Cristo marcó un
punto de inflexión en la historia de la salvación. Desde el Antiguo Testamento el pueblo de Isra-
el esperaba la salvación del Señor por medio del Mesías, quien era imaginado como un rey ex-
celente que llevaría a Israel a la gloria por encima de todas las naciones. Para sorpresa de mu-
chos, el Mesías se encarnó en Jesús, Dios y hombre a la vez con plena comunión con el Padre.
Su palabras y milagros fueron el puente entre su Padre y la humanidad. En él se cumplieron to-
das las promesas veterotestamentarias. Entonces la cristología se ha ocupado de estudiar cómo
ha sido posible este acontecimiento de relación entre Dios, un ser absolutamente otro, con un
Dios anonadado cuya presencia es como tener a Dios presente viviendo en el mundo.
2. Cristología necesariamente a partir de las formulaciones clásicas. “… no existe otra opción
que aceptar las formulaciones clásicas de los concilios e interpretarlas explícitamente de acuer-
do con nuestro propio período.” La reflexión cristológica se remonta a las formulaciones hechas
por los padres apostólicos y los padres de la Iglesia. Evidentemente, el magisterio de la Iglesia
estaba en formación, y no faltaron desviaciones doctrinales que terminaron en herejías. Otro
problema de estas formulaciones clásicas está en la complejidad de su argumentación debido al
recurso de la filosofía. Ambos factores hacen difícil la actualización de dichas fórmulas, pero de
nada servirá evitarlas o repetirlas, en primer lugar, porque ahí están, y conforman el dogma de
lo que se conoce de Jesucristo en la actualidad, y repetirlas sería aceptarlas sin comprender su
contenido. Sólo queda estudiarlas, comprenderlas, contextualizarlas y otorgarles un sentido y
propósito vigente a las necesidades actuales.
3. Cristología en sentido amplio. “La cristología, pues, se concibe en toda su profundidad cuando
se la considera como el estudio de la fuente generativa de la fe cristiana.” Cristo es el centro del
cristianismo. La actividad de la Iglesia depende de cómo se concibe la persona de Cristo, su re-
lación con el Padre, su relación con la humanidad y la construcción del Reino de Dios. Las pre-
misas fundamentales de cada una de las disciplinas teológicas parten de la comprensión de la
cristología.

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