Yo en pleno uso de mis facultades mentales, sabiendo que la muerte
se acerca presurosa y teniendo firme y deliberada voluntad de otorgar este testamento ológrafo, ordeno mi última voluntad de la siguiente forma: Para mis enemigos les heredo todo lo que poseyera hasta el momento de mi muerte, mientras que, para ustedes, quienes comprendan estas líneas, o en su defecto para sus hijos y descendientes, les lego algo mejor, muchas preguntas una respuesta y un mal sueño. Sé que la gloria de Dios me espera, sé que él sabrá perdonarme, la herejía es castigada con la hoguera, pero el castigo solo azuza mi mente, cuando un poeta pergeña un gran verso y firma su autoría, el bate creerá acaso que esa idea fue suya, no fueron su cuerpo, el pliego y la tinta los coautores. Déjenme explicarme y juzguen también ustedes si merezco perdón, No había pasado aun una década desde que unos intrépidos marineros regresaran a nuestras costas con un gran botín, yo estuve allí, pero el brillo no nublo mi mente, mientras todos pugnaban por el oro, yo sume al patrimonio de mi escudo los mapas trazados en altamar, preferí la cartografía, y con ella la confirmación de un mensaje, “en una esfera mientras más te alejas más cerca de volver a casa estas”. Desde que era una criatura que chillaba solitaria en el castillo, dios estuvo muy lejos, tan lejos que nunca fui capaz de verlo, pero entonces todo tuvo sentido, no será acaso que Dios esta tan lejos, que en realidad está aquí, el día que estas ideas rondaban mi cabeza comprendí que el creador es visible, y cohabita con nosotros, ahora es solo cuestión de buscarlo me dije. Quisiera pensar que solo fueron unos meses, pero los años blanquearon mi sien, y la idea de que dios era tangible y estaba aquí, retumbo y retumbo en mi alma, cada vez que lo buscaba a mi alrededor, solo era capaz de encontrar piedra madera y metal, además de sirvientes y animales de carne y hueso, pero ¿Que significaba esto? ¿es que acaso alguna de estas cosas era capaz de gobernarme, de gobernar al hombre? Era sabido que solo los hombres tenemos voluntad y alma, aunque de acuerdo a textos apócrifos las mujeres y las bestias también merecen el reino de dios, entonces llegue al último peldaño, planteé que hasta los objetos poseen alma, lo sé es una locura solo pensar en ello. Me preguntaba si será cierto que los hombres somos lo que tenemos, los que tienen poco ansían más, y si tienes mucho como yo, lo ansias todo, ¿pero por qué damos tanto para obtener riqueza?, en ese momento de entre las sombras surgió una respuesta “cuanto más tienes, más cerca de dios estas”. Comprendí que no es el rey quien gobierna, es su corona, no es la religión sino la cruz, no es el amor son solo los cuerpos, ni siquiera soy yo, es la tinta y el papel a quien escuchas, los objetos nos controlan cual marionetas y si aún no ves el milagro de dios en esto, busca alrededor tuyo los hilos que te mueven y no serás capaz de verlos, él es todo poderoso y siempre estuvo aquí, y nos gobierna cual esclavista, con mano dura, pero ya pronto seré libre y serán mis enemigos quienes hereden mis grilletes. Para ustedes mis amigos les prometo que para cuando llegue la noche y pretendan olvidar su pobre condición de servidumbre, solo recordaran que no hay peor maldición que el saber, pues uno no puede olvidar lo que ya conoce.