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Texto l.

«El tema que vamos a desarrollar es el del comienzo de la filosofía griega, y, a la vez,
consideraremos algunos rasgos básicos de la cultura occidental. Esta cuestión no tiene sólo un interés
"histórico", pues tiene que ver con problemas actuales de nuestra cultura, la cual, como sabemos, se
encuentra en una fase de expansión y desarrollo, pero también de incertidumbre y de falta de claridad
y horizontes, y que está buscando el modo de comunicarse con otras culturas muy diferentes,
culturas que no han surgido -corno la civilización occidental- a partir del mundo griego. Ésta es una
de las razones por las que considero interesante conocer las primeras etapas del desarrollo del
pensamiento griego (tanto el filosófico como' el científico, el artístico o el socio-político). Una
investigación sobre este tema tiene interés actualmente para poder comprender nuestro destino, sabiendo de
dónde venimos y, así, y ante todo, hacia dónde nos dirigimos en medio del complejo y vertiginoso curso
del mundo contemporáneo».
H. G. Gadamer, El inicio de la filosofía occidental, ed. Paidós, 1995.

Texto 2.

Si nos preguntamos por qué los filósofos toman la palabra, tendríamos que responder que
es porque consideran que tienen algo que decir a sus contemporáneos. Efectivamente, en el origen de
toda filosofía hay una reflexión del filósofo sobre su tiempo, que justifica el que éste abandone su silencio
para decir algo que cree importante que sea escuchado por los hombres de su propia época. La
filosofia, aquella que es digna de tal nombre, responde a necesidades históricas concretas, y busca dar
respuesta a los problemas de su propio tiempo. Por eso, cuando decimos que la filosofía es histórica,
no estamos diciendo solamente que es en un tiempo histórico concreto donde se configura y formula un
determinado pensamiento filosófico, sino que es relativa a los distintos procesos históricos y, como tal, se
constituye en una parte de una determinada civilización o cultura, y que, en consecuencia, dilucidar su
génesis y significado sólo será posible en relación a esa cultura concreta en la que surgió. Están,
pues, completamente equivocados aquellos que, pretendiendo situar al discurso filosófico al margen y
fuera de la historia real, nos presentan una historia de la filosofía como una singular y sublime generación
de conceptos nacidos de unos seres que parecen estar situados fuera del espacio y del tiempo.
En realidad, la filosofía no es otra cosa que esa actividad que algunos, a los que se les llama
"filósofos", han ejercido en tiempos históricos muy diversos y que, como resultado de la misma,
construyeron un saber que era respuesta a diversas y específicas investigaciones y exigencias.
Los escritos de los filósofos no han nacido de la nada, y los filósofos no surgen por una especie
de generación espontánea, no inventan sus problemas, sino que tratan simplemente de hacerse
críticamente conscientes de distintos aspectos de la realidad de su tiempo, de forma que entre la historia
de la filosofía y la historia de la cultura en general (con su ciencia, su arte, sus costumbres etc.), existe un
nexo constante.
Desgraciadamente, como se puede comprobar en muchos libros que hablan de estos temas, la
historia de la filosofía ha pretendido olvidar estos hechos fundamentales, creyendo que es posible
analizar el pensamiento filosófico como una actividad aislada, al margen de la vida real. Pero la filosofía
no se nutre sólo de sí misma, sino que nace y vive en íntima conexión con otros productos culturales
con los que se encuentra en diálogo permanente.
Texto 3. Algunas claves para acercarse a la Historia de la Filosofía.
l. Cada filosofía está siempre formada por dos aspectos inseparables: una serie de problemas que
originan la reflexión y un conjunto de conceptos conectados a través de argumentos(lo que da lugar
a la aparición de teorías filosóficas). Por esto conocer una filosofía, del presente o del pasado,
implica necesariamente entender esos problemas, conceptos y argumentos.

2. Cualquier teoría filosófica es siempre un saber de segundo grado, es decir, algo referido necesariamente
a diversos saberes de primer grado(sean conocimientos científicos o técnicos, costumbres e
instituciones sociales, organizaciones políticas, creencias religiosas etc.). Es importante tener presente que
toda transformación en los saberes de primer grado implica un cambio en la propia filosofía, y viceversa.

3. Con cada autor o grupo de autores aparece y se desarrolla, en cada momento histórico, una peculiar y
específica definición de la actividad filosófica( de sus objetivos, sus métodos de investigación y
argumentación, de sus relaciones con los demás saberes etc.). En todo caso esa definición está
estrechamente vinculada a los problemas y cuestiones que plantean, en cada época, el conjunto de los
conocimientos, las costumbres etc.

4. Por último es conveniente tener en cuenta la diferencia entre la "historia de la filosofía" y la "filosofía"
como tal. En principio la "historia de la filosofía" consiste en el conocimiento de los contenidos teóricos de
las filosofías del pasado; en tanto las ideas filosóficas forman parte de la cultura general su estudio
permite acceder a algunas claves de compresión del surgimiento y desarrollo de la civilización occidental.
La "filosofía", a secas, se ocupa, en cambio, de los problemas y cuestiones hoy vigentes. Sin embargo,
y por varias razones, ambas actividades son, en parte, inseparables.

Texto 4. Breve definición de la filosofía.

Entre las características de la filosofía se pueden destacar las siguientes:



l.- Es un saber de segundo grado.
La filosofía es una actividad necesariamente referida a un conjunto de saberes de primer grado;
éstos se caracterizan por ocuparse directamente de un sólo tipo de realidades, excluyendo las demás. Son
saberes de primer grado los saberes científicos, técnicos, éticos y políticos, artísticos, religiosos etc. La
filosofía reflexiona sobre ellos de distintos modos.

2.- Es un saber totalizador.


Cada uno de los saberes de primer grado delimita un sector. De la realidad y sólo se ocupa de él,
desinteresándose de los demás. A diferencia de ellos la filosofía pretende señalar los modos posibles
en que se conectan y articulan entre sí los diferentes saberes, sin excluir ninguno. Entonces se pregunta
¿forman un todo armónico? ¿dan lugar a un conjunto dinámico y conflictivo? etc.

3.- Es un saber crítico.


Pretende someter a discusión las bases, los fundamentos, a partir de los que se organizan lo
diferentes saberes de primer grado. Es, pues, una actividad de carácter problematizador: busca los puntos
oscuros, las incoherencias, las contradicciones etc.

4.- Es un saber explorador.


Trata de adentrarse en territorios escasamente conocidos e investigados por los demás saberes
con el objetivo de descubrir nuevos horizontes y señalar zonas de la realidad aún por conquistar. Le
interesan por ello, especialmente, aquellos problemas que desbordan las capacidades de compresión y
explicación de los saberes de primer grado.
En todo caso la filosofía pretende ser un saber racional: manejar conceptos y conectarlos
mediante argumentos.
Hay que destacar, y tener muy en cuenta, que la filosofía es por entero un saber histórico,
como los demás saberes. Esto significa que su concreta y específica definición cambia en cada época y
en cada momento de la historia. La filosofía desempeña funciones diferentes en el mundo griego, en la
sociedad medieval o en la cultura moderna. En realidad su transformación tiene lugar al mismo ritmo
según el cual se va modificando el conjunto de saberes de primer grado. Así pues puesto que cada
época, en virtud de sus propias características, impone una serie determinada de problemas y cuestiones
los contenidos de la filosofía(sus conceptos, modos de argumentación, métodos etc.) son variables.
La filosofía aparece referida y orientada a la época que le toca vivir, a los temas y
preocupaciones más candentes y acuciantes, a todo aquello que, de un modo u otro, da que pensar. Es así
como la filosofía pretenden contribuir al desarrollo y transformación de la cultura, en sus múltiples
aspectos y dimensiones.

Texto 5.

«Sucede en ocasiones que la filosofía no es capaz de darnos una respuesta total y definitiva a
las preguntas que ella plantea y destapa. Pero a menudo suele sugerir diversas posibilidades intelectuales
que modifican y amplían nuestros actuales conocimientos y modos de actuar. En cuanto disminuye
la certeza sobre lo que son las cosas aumenta nuestra atención a lo que podrían ser; de este modo aviva
nuestro sentido de la admiración, obstruido por la rutina de la vida cotidiana, permitiendo percibir así
temas comunes y corrientes bajo aspectos inéditos y poco familiares. Todo esto alienta en nosotros
un siempre necesario espíritu crítico, inconformista e interrogador que, desgraciadamente, escasea en
nuestra época».

Bertrand Russell. Los problemas de la filosofía, ed. Labor.

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