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Nuevo Orden

2232 d.C.

Ayer por la noche volví a dormir abrazando el libro que me dejó conocer aquella
época de muchos humanos, según ese libro había millones de mujeres y hombre
enfocados en roles naturales e impuestos por ellos mismos, pienso que lo tenían
todo, pero se destruyeron poco a poco.

Tengo miedo, escucho sus pasos y sé que es el momento, mi muerte se ha


preparado desde hace más de 135 años, cuando vivían madres, padres,
hermanos, hijos, nietos, esposos que veían la extinción de especies animales
como problema ajeno, pero se equivocaron, ahora esas especies nos superan por
millares y somos nosotros, los humanos, quienes estamos a la orilla de la
extinción.

En marzo del año 2023 inició una guerra absurda por territorios aéreos, terrestres
y marítimos, apenas un mes y medio después de comenzar la guerra del olvido,
murió la mitad de la población mundial quedando sólo líderes políticos, militares,
empresarios, religiosos y la población restante se dividió a favor de los cuatro
guías que los llevarían al abandono.

Pronto, los líderes, empoderaron a sus seguidores prometiendo dinero y territorios,


siendo la avaricia lo que no los dejó ver que tenían todo y comenzaron a matarse
entre ellos, su guerra duró 50 años, dejando como resultado sólo con vida a 500
mil personas de las cuales más de la mitad morirían por mutaciones o edad
avanzada en escasos 5 años.

Durante esos 50 años de guerra se olvidó el amor, hubo más muertes que
nacimientos, y los empresarios, políticos y religiosos propusieron un programa de
protección a la raza humana.

Las nuevas generaciones fuimos creados por obligación con óvulos y


espermatozoides deficientes por la contaminación y radiación, éramos pocos los
que nos desarrollamos a término, alguna vez fuimos la esperanza humana,
logramos elevar la cifra humana a 700 mil personas, y un equilibrio se iba
haciendo presente, los ancianos morían, se formaban familias y volvían a
enamorarse los jóvenes, había otra vez madres e hijos, pero alguien que se hace
llamar “la nada” comenzó a cazarnos con la idea de un nuevo mundo, ese alguien
argumentaban que la palabra de Dios dice que “Nadie pone remiendo de paño
nuevo en vestido viejo” (Mt. 9:16). Me explicaron que pretende matarnos, para que
no quede nada de los antiguos pensamientos de libertad y grandeza humana,
repoblando la tierra con sus propios descendientes que lo verán como un ser
superior.

“La nada” hizo un muy buen trabajo, en poco tiempo de los 700 mil humanos que
llegamos a ser, solo quedamos 22, tratamos de protegernos, pero cometimos un
grave error que parecía al principio una fortaleza, nos mantuvimos juntos y aunque
se sentía bien, fue un error de principiantes, “La nada” nos descubrió a los 22 en el
quinto piso de un hospital abandonado.

Otros 6 compañeros y yo, buscábamos en el ala norte algún animal que


pudiéramos cazar, mientras los del ala sur acondicionaban el lugar para dormir, no
entiendo como dio con nosotros si no hicimos ruido, buscamos un lugar apartado y
con vidrios polarizados, pero lo hizo, era cuestión de tiempo, en menos de cinco
minutos murieron 21 personas, traté de esconderme, pero me encontró pronto.

A mí que me encantaba escuchar las alas de los pájaros batirse contra el viento o
las olas del mar golpeándose entre sí, me tocó escuchar como último sonido, la
detonación de una bala que inicia un nuevo ciclo de creación y destrucción
humana.

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