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Reproducción de situaciones didácticas

   
Obstáculos cognoscitivos:
Para Vélez (2013, p. 10) “todos los autores están de acuerdo en que cada persona
tiene una forma única de percibir y procesar la información”, ya que son diferentes
sus dominancias sensoriales y cerebrales. Por tanto, es de suponer que también los
sujetos difieren en la forma de organizar y evocar información originando
desigualdades en la transición a formas más complejas y abstractas de conocer.
El no reconocimiento de la diversidad cognitiva de los presentes en los encuentros
sociales de aula, les origina dificultades en el procesamiento de información, tanto
de la que proviene del medio externo en donde se haya inserto, como de aquella
hospedada en su estructura cognitiva. Son estos aspectos, no relacionados con
problemas neurofisiológicos o discapacidades intelectuales, los que se describirán
como causas de obstáculos cognitivos.
El primero a considerar tiene que ver con la discrepancia entre las estrategias de
enseñanza y los estilos de aprendizaje. Para Isaza Valencia (2014) “los estilos de
aprendizaje son definidos como operaciones cognitivas básicas, que se integran a
patrones de personalidad y que permiten la interacción del sujeto con el entorno” (p.
27). Toda persona recibe información, la procesa por su vía preferente, y la
expresará según sus características comunicativas, su estilo y sus dominancias
sensoriales y cerebrales.
Cuando el proceso de enseñanza no toma en consideración estos aspectos, se está
limitando la posibilidad de un aprendizaje efectivo. Alonso, Gallego y Honey (citados
por Araiza, Pérez, Dörfer, Jardines Garza, Castillo Corpus y Vázquez Méndez, 2013)
afirman que “los estudiantes, en los distintos niveles educativos, aprenden con
mayor efectividad cuando se les enseña acorde a sus estilos de aprendizaje
predominantes; este supuesto, surgió a partir de un estudio de la relación
rendimiento académico y estilos de aprendizaje”.
Este resultado se ha corroborado en varias investigaciones (Coloma, Manrique,
Revilla y Tafur, 2004; Isaza Valencia, 2014; Luengo y González, 2005; Rodríguez y
Ortega, 2006). En el campo de la educación , la programación neurolingüística nos
puede ayudar a comprender cuáles son las vías preferentes de entrada,
procesamiento y salida de la información, y cuál sería el estilo de una persona con
una vía sensorial preferente. Rojas (2011) señala que los conceptos y
procedimientos son susceptibles de ser representados de forma visual, auditiva o
kinestésica permitiendo una interacción sensorial acorde con las vías preferentes de
entrada de los estudiantes.
Por tanto, este obstáculo generado por la discrepancia entre enseñanza y estilos de
aprendizaje se puede superar si se desarrollan estrategias variadas para que el
alumno tenga la oportunidad de contrastarlas con su propio estilo ampliando sus
posibilidades de un aprendizaje efectivo. Según Herscovics (1989), otro obstáculo
cognitivo se presenta de forma natural y tiene que ver con las dificultades que
surgen al resolver algunas categorías de tareas.
Es como “una barrera en la transición entre las partes conocidas y desconocidas de
la tarea, en otras palabras, los elementos dados y requeridos del problema”
(Antonijević, 2016, p. 2505).

La dificultad se evidencia cuando los conocimientos previos no son suficientes para


abordarla, por lo que se debe “poner en funcionamiento ciertas microestructuras
cognitivas (habilidad, destreza, conocimiento, experiencia) relacionados con el
contexto de la situación problemática para poder superarla” (p. 2050), estos son:
Identificación y análisis de elementos de la estructura de tareas, descubrimiento de
las relaciones que existen entre los elementos, probando posibilidades para realizar
diferentes transformaciones, buscando un procedimiento que conduzca a la
solución.
Todas estas operaciones de pensamiento se llevan a cabo para que se descubra el
elemento clave que falta (uno o más). Por lo tanto, el obstáculo cognitivo que surge
al resolver una tarea problemática siempre está asociado con algún tipo de
descubrimiento que tiene lugar en el proceso de resolución de este tipo de tareas.
(op. cit., p. 2506)

Otro aspecto a considerar es el desarrollo cognitivo presupuesto del aprendiz, de


acuerdo con la edad, en los programas de los diferentes niveles del sistema
educativo. El obstáculo se origina cuando el nivel de razonamiento del alumno no es
el demandado por la complejidad del objeto, es decir, las capacidades y
conocimientos que el alumno ha desarrollado son insuficientes respecto a las tareas
o al proyecto didáctico del docente,
Obstáculos didácticos
Uno de los factores que inciden en el aprendizaje es la forma cómo se enseña. En
efecto, es frecuente la crítica que los alumnos hacen de ciertos docentes al afirmar
que poseen un sólido conocimiento de la disciplina pero no saben enseñarla. En
pocas palabras, estos aprendices manifiestan que el docente: Carece de
conocimiento pedagógico, referido a la información que el docente ha de poseer
acerca de los modos de representación de los temas y aspectos específicos de la
asignatura que son apropiados y adaptables a la diversidad de intereses y
habilidades de los aprendices. (León, Beyer, Serres e Iglesias, 2013, p. 102)

El conocimiento didáctico que posee el docente es lo que le permite seleccionar la


estrategia y una buena cantidad de ejemplos, contraejemplos, problemas, analogías,
demostraciones y formas de representación, de acuerdo con el contenido exigido por
el programa oficial de la asignatura, para hacerlo comprensible. Este conocimiento
es lo que diferencia a un profesional de la enseñanza de otros especialistas en
contenidos, es decir, lo que delimita su campo profesional. En muchas
oportunidades las deficiencias de este orden se hacen manifiestas debido a la poca
experiencia o al desconocimiento del componente docente, no es suficiente conocer
la materia, porque esta no genera por sí misma ideas de cómo representarla para
ser comprendida por alumnos específicos, hace falta el conocimiento didáctico del
contenido (Shulman, 1989), propio del quehacer docente. Ruiz (2010), citando a
Gudmundsdottir refiere: “es la parte más importante del conocimiento base de la
enseñanza y distingue al profesor veterano del novel, y al buen profesor del erudito”
(p. 6). Así mismo, recurrentemente, afectan el aprendizaje efectivo la disponibilidad o
adecuación de los siguientes factores: a) el tiempo para la enseñanza pretendida.

Como tenemos diferentes estilos para aprender, varias veces las actividades
seleccionadas para redescubrir los conceptos deben ser reorientados por el docente,
debido a la insuficiencia de tiempo, ocasionando que muchos no logren apropiarse
del saber en cuestión;
b) recursos instruccionales (pizarrón, video ...) y didácticos (juegos, libros,…) no
idóneos de acuerdo con el aula con la cantidad de alumnos;
y, c) la poca competencia comunicativa del docente, ya que la claridad, la habilidad
discursiva, el dominio escénico y la atmosfera democrática son elementos
fundamentales para que pueda fluir la comunicación y exista la retroalimentación
necesaria cargadas de preguntas, argumentaciones, demostraciones, entre otras
(Pérez, 2017).

Obstáculos epistemológicos:
Los obstáculos epistemológicos son conocimientos que detienen a la investigación.
Pueden ser internos (opinión, sentido común) o externos (falta de información). Lo
que uno va conociendo se puede transformar en sentido común y así convertirse en
un obstáculo.
Para superar los obstáculos Epistemológicos es necesario primero derribar los
preconceptos y los conceptos de la vida cotidiana, y el conocimiento ya adquirido
anteriormente, ya que tanto el sentido común como los preconceptos afectan a la
ciencia en carácter de obstáculo epistemológico, al igual que como sucede en la
educación (obstáculo pedagógico).
Por esto, decimos que se conoce en contra de un conocimiento anterior,
destruyendo conocimientos mal adquiridos o superando aquello que (preconceptos,
sentido común, intuición, todo lo fundado en conocimiento anterior) obstaculiza la
investigación. 

Para conocer, la ciencia sigue un método y un camino (conocimiento anterior), pero


en este caso se trata de conocimiento anterior científico, y no de sentido común. Se
busca siempre alejarse del sentido común y lograr la objetividad.
También puede aparecer el instinto conservativo, que es cuando aceptamos un
único sistema teórico para responder a todas las preguntas, sin cuestionarnos si
existen otros caminos. Investigar no es plantear una idea que sirve para siempre.
Cuando investigamos avanzamos y retrocedemos continuamente corrigiendo
nuestros propios errores (práctica del error rectificado). Esto se realiza mediante la
vigilancia epistemológica.

          3.4.2 La evolución metodológica del docente


Los cambios permiten dar respuesta a realidades que, con el paso del tiempo,
descubren nuevas necesidades o ponen de manifiesto que avanzar es necesario
para afrontar un futuro que muchas veces anticipa escenarios poco convencionales.
¿Cuáles fueron los cambios más significativos en la evolución de la docencia? La
educación constituye una pieza clave en el desarrollo de cualquier ser humano. En
una sociedad cada vez más digital, la evolución del papel que desempeña cada uno
de los agentes que intervienen en el proceso, así como los recursos o los propios
sistemas educativos, marcan notables diferencias en el proceso de aprendizaje.
Aunque la historia está plagada de ejemplos en este sentido, a lo largo de las
últimas décadas el cambio se ha desarrollado a una velocidad de vértigo.
Auspiciado, en buena medida, por la irrupción en las aulas de las nuevas
tecnologías o el cambio en el perfil de docentes y estudiantes convertidos en nativos
digitales.
¿Qué aspectos han resultado más significativos? ¿Cuáles son los puntos clave de la
evolución de la docencia en el último siglo? Repasamos algunos de los más
destacados:

1. La relación maestro alumno


Si bien es cierto que en el proceso de enseñanza y aprendizaje confluyen diferentes
agentes, no es menos acertado afirmar que docentes y alumnos son los principales
protagonistas. La evolución de los roles de unos y otros, así como la relación entre
ambos, ha sido uno de los aspectos que más ha cambiado en los últimos años.
A principios de siglo, el maestro era por lo general una figura que ejercía una notable
autoridad, con normas estrictas que alcanzaban incluso al ámbito familiar. Hoy en
día los docentes tienen un rol mucho más amable.
El respeto sigue siendo fundamental en el aula, pero atrás quedaron las clases
magistrales. El papel del docente ha virado hacia una figura más amable, casi un
guía que acompaña a los alumnos en ese proceso de aprendizaje fomentando la
creatividad y participación. Asumiendo además, su papel en el equipo docente y
valiéndose de las nuevas tecnologías para formar a los profesionales del futuro.
Pero no solo la figura del maestro ha sufrido una profunda transformación. También
los estudiantes han cambiado. Si antes eran meros destinatarios del conocimiento,
hoy son parte activa del proceso de enseñanza aprendizaje, son protagonistas de su
propia catarsis educativa.
2. Nuevas metodologías
La evolución de la docencia no se aprecia únicamente en el cambio en los roles
profesor – alumno, sino que es el resultado de la confluencia de múltiples factores.
El auge de las nuevas metodologías es una realidad que, cada vez con más
frecuencia, se aprecia en las aulas. Ya a finales del siglo XIX, el movimiento de
renovación denominado ‘la nueva Educación’ abogaba por hacer del alumno
protagonista de su propio proceso de aprendizaje.
Frente a las metodologías tradicionales, con alumnos condenados a escuchar
pasivamente para aprender la lección a base de memorización y
academismo, las metodologías activas apuestan por el trabajo en equipo así como la
resolución de problemas basadas en situaciones reales.
El resultado es una mayor motivación de los estudiantes que, además, participan
activamente mejorando no solo su comprensión y aprendizaje, sino también el
desarrollo de sus habilidades y pensamiento críticos a fuerza de creatividad,
compromiso e investigación. El aula invertida, el aprendizaje basado en proyectos o
la gamificación son solo algunos ejemplos de esas nuevas metodologías que están
marcando la evolución de la docencia.

3. Los materiales pedagógicos


Otro de los aspectos claves en los nuevos escenarios educativos tiene que ver con
los materiales pedagógicos. Probablemente, este sea uno de los capítulos donde los
cambios sean más fácilmente identificables y es que, no es necesario ser un
profesional del sector para darse cuenta de las nuevas herramientas empleadas en
las aulas.
Si a principios de siglo los libros y materiales impresos supusieron una notable
transformación, hoy son las mochilas digitales las que van abriéndose camino en el
panorama educativo. Aunque los materiales tradicionales siguen muy presentes en
las primeras etapas de la enseñanza, en niveles superiores, los viejos encerados
han dado paso a las pizarras digitales, los cuadernos a las tablets y así
sucesivamente.
A nadie le extraña ya ver a un adolescente portando un  smartphone algo que
resultaba inimaginable hace apenas unas décadas. Las nuevas tecnologías han
llegado para quedarse y su proceso de integración en las aulas es fundamental no
solo para adaptar la enseñanza a la realidad digital de la sociedad en que vivimos,
sino para educarles en un uso responsable de las mismas.
4. Deberes
Esta es, sin duda, una de las cuestiones más controvertidas a la hora de hablar del
proceso de enseñanza aprendizaje. Sin embargo, constituye otros de los aspectos
que forma parte de los puntos clave de la evolución de la docencia en el último siglo.
Hay opiniones para todos los gustos y, lejos de acabar con el debate, la cuestión no
parece alcanzar un consenso. Muchos defienden el hecho de que ayudan a retener
conocimientos, comprender lo trabajado en clase, mejorar los hábitos de estudio o
fomentar la autodisciplina. Pero no faltan las voces que apuntan hacia el hecho de
que suponen una mayor presión para los estudiantes, causan estrés en los
escolares o propician las desigualdades.
Los cambios, sin embargo, son evidentes y en este escenario el papel del docente
es clave para optimizar esas tareas. En la actualidad, los docentes organizan y
diseñan experiencias didácticas motivadoras para los estudiantes convirtiendo los
deberes, en muchas ocasiones, en un juego que potencia la creatividad y la
capacidad de experimentación de los alumnos.
Roles, metodologías, materiales, deberes… La lista de hitos que han marcado la
evolución de la docencia en el último siglo se extiende a muy diversos aspectos. De
la interrelación de todos ellos surgirá la educación del futuro que, en cualquier caso,
comienza a ser una realidad en muchos centros.

El redescubrimiento de la historia de la innovación didáctica


¿Qué es Innovación?
La palabra innovación proviene del sustantivo latino innovatio. Su étimo es novus,
que constituye la base de un extenso campo léxico: novo, novitas, novius, renovo,
renovatio, renovator, innovo e innovatio. Es interesante resaltar la existencia en latín
del verbo novo (novare), sin prefijo, cuyo significado equivale al de los verbos
innovar y renovar (RIVAS, 2003).
Según el criterio de la Academia, el prefijo in-, de origen latino, en su primera
acepción equivale a en, adentro, dentro de, al interior. Por consiguiente, el prefijo in-
aporta al lexema base –nov- un sentido de interioridad, sea como introducción de
algo nuevo proveniente del exterior; sea como obtención o extracción de algo, que
resulta nuevo, a partir del interior de una realidad determinada. Innovación sería,
entonces, tanto el ingreso de algo nuevo, dentro de una realidad preexistente,
cuanto la extracción o emergencia de algo, que resulta nuevo, del interior de una
realidad preexistente. En suma, podemos afirmar que la innovación es una
realización motivada desde fuera o dentro de la escuela que tiene la intención de
cambio, transformación o mejora de la realidad existente en la cual la actividad
creativa entra en juego.
¿Qué es Innovación Educativa?
Varios autores han aportado con definiciones de innovación educativa. Entre ellos
está Jaume Carbonell (CAÑAL DE LEÓN, 2002: 11-12), quien entiende la
innovación educativa como:
“(un) conjunto de ideas, procesos y estrategias, más o menos sistematizados,
mediante los cuales se trata de introducir y provocar cambios en las prácticas
educativas vigentes. La innovación no es una actividad puntual sino un proceso, un
largo viaje o trayecto que se detiene a contemplar la vida en las aulas, la
organización de los centros, la dinámica de la comunidad educativa y la cultura
profesional del profesorado. Su propósito es alterar la realidad vigente, modificando
concepciones y actitudes, alterando métodos e intervenciones y mejorando o
transformando, según los casos, los procesos de enseñanza y aprendizaje.
La innovación, por tanto, va asociada al cambio y tiene un componente – explícito u
oculto- ideológico, cognitivo, ético y afectivo. Porque la innovación apela a la
subjetividad del sujeto y al desarrollo de su individualidad, así como a las relaciones
teoría práctica inherentes al acto educativo.

OBJETIVOS DE LA INNOVACIÓN EDUCATIVA


Si bien el principal objetivo de los procesos de innovación es mejorar la calidad de
la educación, también es cierto que tiene otros objetivos como los siguientes a)
Promover actitudes positivas en toda la comunidad educativa en función de un
comportamiento permanente, abierto a la necesidad del cambio y sus implicaciones,
a la adecuación del currículo y a las necesidades e intereses de los alumnos y
alumnas.
b) Crear espacios y mecanismos en las instituciones educativas para identificar,
valorar, sistematizar, normalizar, aplicar y difundir las experiencias novedosas que
contribuyan a la solución de problemas educativos que estén afectando la calidad de
los aprendizajes de los estudiantes.
c) Animar el desarrollo de propuestas educativas válidas que respondan a la
realidad de nuestro país y que rescaten la creatividad, la riqueza humana y los
recursos naturales y culturales que provee nuestro medio.
d) Promover transformaciones curriculares flexibles, creativas y participativas,
acordes con las necesidades de los sujetos y de su comunidad, procurando una
educación de calidad y de aprendizajes significativos.
e) Implementar la aplicación de teorías, procesos, métodos y técnicas
administrativas y docentes reconocidamente válidos, congruentes con las
necesidades de la institución y de la comunidad, en su propósito de buscar una
mejor calidad de la educación.
El impacto de las tecnologías, la aplicación de modelos de enseñanza aprendizaje
basado en competencias, centrado en el alumnado, un amplio intercambio de
información a través de las nuevas tecnologías digitales, está aún demandando un
cambio en las prácticas educativas que privilegia el desarrollo de una cultura de la
innovación educativa, pedagógica y didáctica, toda vez que, en ellas descansa la
posibilidad de conseguir y consolidar la calidad de la educacion.
La innovación se ha convertido en una línea estratégica de las políticas de
Educación y de las estrategias educacionales. Aun cuando se cuenta con un sin
número de productos, tecnología y metodologías que han promovido el cambio
educativo, la búsqueda de soluciones y respuestas a otros problemas, resolver
necesidades identificadas en los procesos de formación de los estudiantes y de los
propios docentes, no agota la necesidad.

El discurso pedagógico contemporáneo, tanto en Europa como en América Latina,


identifica la relación de la innovación con los procesos la renovación curricular, la
investigación, generando una polisemia que, aunque se relaciona con el cambio no
deja claridad en cuanto a las características, factores y condiciones metodológicas
en que esta tiene lugar.
Existe coincidencia en que el vocablo “innovar”, se identifica con otros términos
como “cambio”, “renovación”, “transformación”, “reforma”, “modificación”, pero lo
cierto es que aun así, la innovación implica un proceso razonado de decisiones
fundamentales que permiten avanzar hacia la introducción e integración de un nuevo
conocimiento, tecnología, recurso que es producto de la creación de alguna idea
científica teórica o concepto que pueda conducir a la innovación cuando se aplica a
la práctica. Bajo esta consideración, toda innovación exige un cambio, aunque no
todo cambio puede calificarse como innovación.
Pero la innovación es también entendida como el arte de aplicar, en condiciones
nuevas, en un contexto concreto y con un objetivo preciso, las ciencias, las técnicas,
y por tanto supone que la introducción de algo nuevo que produce mejora, promueve
avances en aspectos sustanciales en el objeto de innovación, pero, además
identifica la reflexión en torno a cómo identificar las características de las personas
que intervienen en el cambio.
La innovación es, por tanto, un complejo proceso orientado a producir, asimilar y
explotar el conocimiento para dinamizar el funcionamiento de una organización, un
proceso, un producto, un servicio o una forma diferente de llevar adelante una
determinada tarea, en las que se percibe novedad y ventajas económica y social.
Se explica así que la innovación, por un lado, parte del reconocimiento de una
necesidad y, por el otro, requiere conocimiento técnico que puede ser resultado de
una actividad investigativa que aporta originalidad y novedad al proceso objeto de la
innovación. Tal consideración explica que la innovación se presente como una vía
para el desarrollo de nuevos conocimientos, tecnologías que parten de la invención,
pero que una vez aplicada en la práctica se convierten en una innovación
sustituyendo las antiguas maneras de hacer por concepciones, tecnología y valores
nuevo.
Entonces, puede entenderse que la innovación, supone adoptar una forma creativa
de selección, organización y utilización de los recursos humanos y materiales; exige
la conjunción de condiciones para secuenciar las acciones que permitirán lograr el
objetivo propuesto. Esta condición le atribuye una compleja naturaleza derivada de
las nuevas formas de comportamiento que demanda y los tiempos necesarios para
comprender, formalizar y evaluar, el cambio y las consecuencias e implicaciones que
esta encierra.
Pero, la innovación se caracteriza por ser un proceso: intencional y planeado;
sustentado en la teoría y en la reflexión, orientado a la transformación de las
prácticas y al logro de los objetivos lo cual supone su relación con la investigación y
con la asimilación de una tecnología desarrollada, o transferida de otros campos de
actividad (Morales, 2010).
Bajo ésta consideración la innovación se identifica con la puesta en práctica de un
conocimiento o tecnología en el contexto de una organización cultural, técnico o
comercial. Así pues, toda innovación implica cambios tecnológicos, metodológicos,
de relaciones entre los sujetos y en el contexto. Pero estos tienen dos ámbitos
interrelacionados para que se produzcan auténticas innovaciones: el subjetivo y el
objetivo.
El ámbito subjetivo informa del cambio de representaciones y teorías implícitas de
los actores, desde las cuales interpretan y adaptan las innovaciones. El ámbito
objetivo se refiere a las prácticas que son objeto de transformación:
intencionalidades, contenidos de enseñanza, estrategias metodológicas, materiales
curriculares, enfoques y prácticas de evaluació
n este mismo orden la referencia a la innovación pedagógica está relacionada con la
concreción de la innovación en los en la organización y en la planificación y
cumplimento de la política educativa, se asocia a los cambios en el modelo de
relaciones, en las infraestructuras que sostienen la mejora en las actividades
educativas y de enseñanza-aprendizaje.
Se entiende entonces que la innovación didáctica se refiere a los cambios que se
introducen en el proceso de enseñanza-aprendizaje y estos pueden estar
relacionados con modificaciones en el contenido curricular, los métodos, medios,
formas y procedimientos o técnicas de evaluación. Supone en todos estos, el cambio
en las relaciones entre el docente y estudiante para acercar los procesos cada vez
más a las exigencias del modelo pedagógico, educativo y las demandas de la
sociedad.
En cualquier caso, la innovación educativa, pedagógica y didáctica por su
naturaleza, está directamente relacionada con la práctica por eso, la sustentabilidad
de la innovación en el campo de la educación, se apoya en valor que esta puede
tener para alcanzar la calidad del proceso educativo, pedagógico y didáctico y se
valoriza en las posibilidades que crea para fomentar el compromiso con la calidad
basada en el liderazgo docente y la participación de todos los sectores de la
comunidad educativa, en la configuración y transferencia de buenas prácticas en el
ámbito de la innovación.
La autoformación como estrategia formativa
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Aldana de Becerra, G.M. (2008). Enseñanza de la
investigación y epistemología de los docentes. Educación y educadores, 11 (2), pp.
61-68. Furió, C. y Carnicer, J. (2002). El desarrollo profesional del profesor de
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https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6736266.pdf
https://www.realinfluencers.es/2018/11/21/4-puntos-basicos-sobre-la-evolucion-de-
la-docencia-en-el-ultimo-siglo/
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2218-
36202020000100396&lng=es&nrm=iso#:~:text=El%20impacto%20de%20las
%20tecnolog%C3%ADas,de%20una%20cultura%20de%20la
https://es.slideshare.net/mobile/cmarcelo67/la-autoformacin-como-estrategia-
formativa

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