Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Mis deseos de viajar, de conocer los lugares más recónditos del mundo, eran
increíblemente intensos; pero, por algún motivo, apenas si había salido de mi propia
provincia y por razones laborales. Algo me detenía, pero no tenía claro que era. Muchos
lugares misteriosos, ocultos, de difícil acceso me cautivaban; pero mi obsesión era conocer
Egipto, el antiguo y místico Egipto, y poder recorrer todos los pasajes de cada una de sus
colosales estructuras. Sabía que pronto e cansaría de mi vida sin sentido y me dispondría a
vivir una aventura sin igual; mientras tanto, procuraba ahorrar todo lo posible.
Leer libros extraños siempre fue otra de mis pasiones. Si bien la literatura en sí no me
fascinaba, el hecho de aprender o investigar sobre fantasmas, otras dimensiones, vida en
otros planetas, energía, espiritualidad y otros temas sobrenaturales, se quedaba con toda
mi atención.
Con respecto a los videojuegos, debo aceptar que aprendí mucho y que ayudaron a
potenciar exponencialmente mi imaginación infinita, pero al crecer los he dejado de lado. De
todas formas, quiero dejar claro que el ocio, para mí, también es aprendizaje.
Jamás nadie supo de mis problemas; ni mi familia; ni mis amigos; ni siquiera, mis intentos
de pareja. Si he tenido confidentes a lo largo de mi vida, han sido parciales y, en esencia,
temporales. Nunca necesité desgarradamente, ni me interesó –para ser sinceros- exponer
aquellas cosas que me inquietaban, preocupaban o que me derrumbaban el alma. Así,
supongo, fui aprendiendo a solventar de manera independiente mis propios problemas de
manera independiente, evitando que otros deban consumir mi energía negativa y
demostrándome a mí mismo que podía contra los obstáculos del camino.