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1.1.1 La clasificación
Una persona que tome las decisiones con eficacia se pregunta: ¿constituye
esto un síntoma, consecuencia de un desorden fundamental, o se trata de un
suceso aislado? Siempre hay que contestar a lo genérico mediante una regla,
un principio. Pero, sin embargo, al suceso que es verdaderamente excepcional
sólo se le puede tratar tal y como viene.
1.1.2 La definición
1.1.4 La decisión
El ejecutivo eficaz tiene que comenzar con lo que es “correcto”, en lugar de con
lo que es aceptable, precisamente porque siempre tiene que responsabilizarse
del éxito final. Pero si no se conoce cuales son las condiciones de campo, el
que toma de cisiones no podar distinguir entre lo que es correcto o equivocado,
y puede acabar por decidir lo que es erróneo.
1.1.5 La acción
Se debe tener una imagen clara de todas las alternativas de que dispone y de
las consecuencias que tendrían para cada uno de los objetivos. Una buena
forma de crear esa imagen es preparar una tabla de consecuencias. Lo
importante es emplear una terminología uniforme a la hora de describir todas
las consecuencias para un objetivo determinado. Sin una tabla de
consecuencias, es posible pasar por alto información importante.
3.1 EL RACIONALISMO
Los racionalistas sostenían que las decisiones debían y podían analizar todos
los caminos que pudieran conducir a su objetivo, reunir información sobre el
coste y la utilidad de cada uno de ellos, comparar sistemáticamente las
diferentes alternativas, elegir el camino más eficaz y por último poner toda la
fuerza de su liderazgo y sin importar los medios llegar a cumplir los objetivos
propuestos. Pero hoy en día es casi imposible adoptar decisiones de forma tan
agresiva; por ejemplo no basta con conocer las economías de los países
cercanos o más influyentes, ya que es muy probable que acontecimientos que
sucedan en países de otros continentes repercutan en nuestras decisiones. Por
esto los mares de información, la innovación en las comunicaciones y
tecnologías, hacen que las previsiones económicas sean menos fiables y
complicadas de analizar.
3.2 EL INCREMENTALISMO
Método que también se puede conocer como “ciencia de salir del paso como
sea”. El incrementalismo no defiende el hecho de dirigirse a un determinado
objetivo, sino por alejarse de los problemas mediante una pequeña maniobra,
sin un gran plan ni una finalidad última. Este método elimina la necesidad de
una información completa, centrándose en áreas limitadas, las más cercanas,
mirándolas de una en una y evita el peligro de los riesgos o peligros de las
grandes decisiones, sencillamente porque toma ninguna. Siempre opta por
rumbos similares al que lleva, no se llevan a cabo desviaciones innovadoras, ni
cambios de rumbos radicales por necesarios que resulten.
Otro recurso desesperado se puede definir con la frase: “¡Al diablo los
torpedos! ¡A toda máquina!”: Es totalmente contrario a la reflexión y el
análisis. Impulsa a los directivos a avanzar a toda marcha hacia adelante, y a
rehacer el mundo en lugar de comprenderlo. Se basa en la observación de que
muchas cosas son demasiado difíciles de prever y aconseja que el ejecutivo no
se quede esperando la información suficiente, sino que se tome el rumbo
indicado por su experiencia, su intuición, la poca información disponible y que
se comprometan con su decisión.
Es otro método que no es tan infrecuente como debería ser; ocurre cuando la
información utilizada es deficiente debido a que es seleccionada de manera
arbitraria o de fuentes poco seguras y se obtienen de ellas conclusiones
demasiadas sesgadas.
-El reparto de riesgos, quiere decir que cuando no se tiene total certeza o
seguridad del entorno se debe diversificar los riesgos.
Las relaciones humanas importantes son aquellas que tiene que ver con las
consecución del objetivo de la organización
Hay que hacer hincapié en la lógica cognoscitiva; se debe quitar
importancia a los sentimientos y a las emociones.
La forma más eficaz de influir en las relaciones humanas es la dirección,
coerción, y el control unilateral, así como las recompensas y penalizaciones
que ratifican los tres valores.
Si es No es Factores Modificaciones
distintivos de en estos
“Si es” factores
Qué
Desviación
Objeto
Dónde
Objeto
Observado en
Cuándo
Objeto
Observado en
Extensión
En que medida
Cuantos
El contraste entre las columnas “Sí es” y “No es” limita estrictamente la
cantidad de información necesaria para la solución del problema. Esto se hace
con el objeto de encontrar algo diferente o único que me permita distinguir la
cosa afectada de la que no se ve afectada, es decir identificamos la
distinción entre las columnas.
Por último buscamos la posible causa, Para esto hay que tener en cuenta que
la causa de todos los problemas es un cambio de uno u otro tipo. Tenemos que
tratar de identificar cualquier cambio que podaos detectar en cualquiera de las
distinciones. Si la posible causa no es capaz de explicar todos los hechos de
esta especificación, podemos estar seguros de que no es la causa real y
debimos que haber pasado por alto algún cambio. Para esto debemos revisar
las distinciones en las columnas.
A todos nos gusta creer que adoptamos las decisiones con lógica y objetividad.
Lo cierto es que todos estamos cargados de predisposiciones, y esas
predisposiciones afectan a las decisiones que adoptamos. El origen de la
trampa de la situación creada se encuentra muy arraigado en nuestra mente,
en nuestro deseo de proteger nuestro ego de un posible daño. La ruptura con
la situación creada significa llevar a cabo una acción, y cuando realizamos una
acción asumimos responsabilidades, exponiéndonos a recibir críticas y a
arrepentirnos. No es extraño que por naturaleza busquemos motivos para no
actuar. En la mayoría de los casos, la línea de actuación más segura es
aferrarse a la situación creada, puesto que eso nos coloca en una situación de
menor riesgo psicológico.
¿Qué se puede hacer al respecto?: Si se es consciente de esta trampa.
-Recuerde siempre sus objetivos y analice si la situación creada los satisface.
-Nunca piense que la situación creada es la única alternativa de que dispone.
-Pregúntese si elegiría la alternativa de la situación creada si no existiera.
-No exagere el esfuerzo o el coste de cambiar y optar por una situación
diferente.
-Evalúe las alternativas desde el punto de vista del futuro.
Otra de las predicciones que solemos tener muy arraigada es la de adoptar las
decisiones que justifiquen elecciones anteriores, aunque las elecciones
anteriores ya no resulten válidas. Nuestras decisiones anteriores se convierten
en lo que los economistas denominan costes irrecuperables, es decir, antiguas
inversiones de tiempo o dinero que no se pueden recuperar. Las personas no
se liberan de las decisiones anteriores es debido a que no están dispuestas a
admitir un error, que en el mundo empresarial está ante los ojos de colegas y
jefes. Desde un punto de vista psicológico, parece más seguro dejar continuar
el problema, aunque esa decisión sólo sirva para encubrir el error. Es decir esta
trampa nos mueve a perpetuar los errores del pasado.
¿Qué se puede hacer al respecto?:
-Escuche los puntos de vista de personas que no participaron en las decisiones
anteriores, que probablemente no se van a sentir comprometidas por ellas.
-Examine los motivos por los cuales le inquieta admitir un error anterior.
-No promueva una cultura de miedo al fracaso.
7.1 UN FACTOR X
A lo largo de los años, diversos estudios de gestión han descubierto que los
directivos sistemáticamente recurren a su intuición para resolver problemas
complejos cuando los métodos lógicos (tales como el análisis de costos y
beneficios) sencillamente no sirven. De hecho, existe un generalizado
consenso respecto a que cuanto más alto es el puesto que una persona ocupa
en el escalafón de una empresa, mejores deben ser sus instintos profesionales.
Evidentemente, los impulsos del instinto encajan mejor con unas funciones que
con otras.