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ISSN: 0717-1285
onomazein@uc.cl
Pontificia Universidad Católica de Chile
Chile
Paulina Meza
Universidad de La Serena
Prodicyt, Centro de Investigación
Chile
Omar Sabaj
Universidad de La Serena
Prodicyt, Centro de Investigación
Chile
Paulina Meza: Universidad de La Serena / Prodicyt, Centro de Investigación / Facultad de Ciencias Jurídicas,
Universidad Católica del Norte, Chile. | Correo electrónico: pmeza@userena.cl
33
Omar Sabaj: Universidad de La Serena / Prodicyt, Centro de Investigación, Chile.
| Correo electrónico: omarsabaj@userena.cl
Resumen
Para posicionar estratégicamente un objeto de estudio, el autor de una tesis debe equilibrar
dos funciones discursivas: por un lado, tiene que reconocer y dar crédito a los referentes
teóricos en los cuales su propuesta se enmarca (consenso), y, por otro, para mostrar
originalidad, debe diferenciarse de esos trabajos (disenso). A partir del levantamiento de un
modelo funcional, analizamos un corpus constituido por 36 Tesis de Lingüística. Los
resultados muestran que las funciones de consenso y disenso representan un porcentaje
muy exiguo de las tesis (6,19%). Asimismo, el consenso se manifiesta en una mayor
variedad de funciones y es, por mucho, más frecuente que el disenso. En conclusión, se
puede establecer que los resultados se explican por las restricciones que impone el género
Tesis. El conocimiento derivado de este trabajo es útil para efectos de la alfabetización
académica de estudiantes de educación superior y avanzada.
Palabras clave: consenso; disenso; tesis.*
Abstract
In order to strategically position an object of study, the authors of a thesis must balance
two discursive functions: on the one hand, they have to recognize and give credit to the
studies that make up the theoretical reference points within which their proposal is framed
(consensus/consensus view), and, on the other hand, in order to be original, they must
differentiate themselves from those same studies (dissension). Starting from a proposed
functional model, we analyze a corpus consisting of 36 linguistics theses. The results show
that the functions of consensus and dissension make up a scant percentage of the theses
(6.19%). Moreover, the consensus view manifests itself in a greater variety of functions
and is, by far, much more frequent than dissension. In conclusion, the results can be
explained by the restrictions imposed by the thesis genre. The findings of this study have
implications for academic literacy in higher education.
Keywords: consensus view; dissension; thesis.
*
Financiamiento: PIA/DIULS 2014. Dirección de Investigación de la Universidad de La Serena.
ONOMÁZEIN 33 (junio de 2016): 385-411
Paulina Meza y Omar Sabaj:
Funciones discursivas de consenso y disenso en tesis de lingüística
1. Introducción
la cual se toma cierta decisión. Específicamente, se critica el ideal del consenso esencial,
pues es casi imposible que, cuando se toma una decisión colectiva, todos los miembros
puedan exponer sus razones. Si hay ciertas creencias o razones que no son defendidas ni
atacadas, se asume erróneamente que todos los miembros de un grupo comparten esa idea,
cuando lo que realmente ocurre es que la mayoría se aferra a aquello que los representantes
del grupo defienden, pues en cualquier grupo solo hay unos pocos que tienen la vocería.
Todos los autores revisados (Andler, 2013; Fuller, 1986; Ackerman, 1986) coinciden en
que tratar de determinar los axiomas que definen el estado de consenso en el conocimiento
de una disciplina en un momento determinado es una misión, en la práctica, imposible.
consecuencia, la omisión sería una forma de castigo que contribuiría a la muerte de las
afirmaciones de un autor (Myers, 1990).
El consenso y el disenso, necesariamente, deben plasmarse en los textos mediante los
cuales se comunica el conocimiento. Gran parte de este conocimiento circula en el ámbito
del discurso científico y académico. Así, al escribir estos textos, los autores,
obligatoriamente, deben citar otras voces y explicitar si están de acuerdo o no con ellas.
Por tanto, con el propósito de adecuarse a las características de estos géneros, los autores
deben exponer un conjunto de ideas aceptadas y legitimadas (consenso), pero también,
para cumplir con la necesidad de ser originales, deben establecer puntos de distancia,
vacíos o problemas en esas ideas mediante la expresión del disenso. En este sentido, un
texto académico o científico que solo muestra consenso o que solo da cuenta del disenso
no cumple con las condiciones para ser considerado como tal.
En muchas ocasiones, en el momento del descubrimiento, los investigadores no son
conscientes de la forma en que su pesquisa se inserta en los debates de su disciplina. Es
más bien en el momento de comunicar la investigación en la que se ven en la necesidad de
situar el descubrimiento realizado en el contexto de los avances de su campo de
especialidad. Es, precisamente, en el contexto de la justificación (Reichenbach, 1938) que
los tesistas se ven en la obligación de expresar consenso y disenso.
Como hemos señalado, nos interesa indagar en el consenso y el disenso discursivos
en un género específico, que es la Tesis. Optamos por este género debido a su rol
fundamental en la difusión y ratificación del conocimiento, así como también en la
persuasión a la comunidad académica para aceptar a un nuevo integrante (Koutsantoni,
2006). Este ingreso se conseguiría en la medida en que se conjuguen al mismo tiempo
varios factores, como, por ejemplo, el dominio de las estructuras retóricas de los textos que
pertenecen a una disciplina y el dominio de la misma (Meza, 2013). Por ello, el tesista
debe demostrar suficiencia tanto en sus conocimientos disciplinares como también en las
competencias necesarias para investigar y comunicar sus investigaciones (Thompson,
2005; Aleskerov, 2009; Colás y otros., 2009).
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4. Métodos
4.1. Objetivo y tipo de estudio
4.2. Corpus
El corpus estuvo compuesto por 36 tesis de Lingüística que cumplían con las
siguientes características: a) tres grados académicos (12 de Licenciatura, 12 de Magíster y
12 de Doctorado), b) escritas en español, c) realizadas y aprobadas en universidades
chilenas, d) desarrolladas entre los años 2000 a 2009, e) escritas por un solo autor.
Además, el corpus cumple con los requerimientos señalados por especialistas: a) Claridad
sobre la procedencia (Parodi, 2010), b) Reputación (Nwogu, 1997), c) Integridad (Parodi,
2010).
Una vez conformado el corpus a partir de los criterios descritos, se realizó la división
entre un corpus de prueba (33%) y un corpus de análisis o de investigación (67%). Esta
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división es necesaria, puesto que las categorías de análisis levantadas necesitan pasar por
una etapa de evaluación, que nos permitió ajustarlas y precisarlas.
En la primera fila de la tabla, organizamos todas las funciones que dicen relación con
el acto discursivo de reconocer y dar crédito a los referentes teóricos en los cuales un autor
enmarca su propuesta (consenso). En la tercera fila, consignamos aquellas funciones
relacionadas con la necesidad de diferenciarse de otros trabajos (disenso). En la fila
intermedia, mostramos las funciones utilizadas para expresar en un mismo enunciado, de
forma simultánea el consenso y disenso.
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Por otro lado, en las columnas, se presentan, primero, las funciones cuyos
participantes son el tesista y algún autor o teoría que se ha citado. El esquema general en el
cual aparecen estos participantes es: Yo (tesista) concuerdo/difiero con X (autor o teoría).
En la segunda columna, aparecen las funciones cuyos involucrados también son el tesista y
un autor o teoría, pero en este caso, a diferencia del anterior, es el tesista quien pone de su
parte al autor citado. El esquema general es: X (autor o teoría) coincide/difiere conmigo
(Tesista). En otras palabras, en el caso de la columna A, el tesista es el agente de la acción,
mientras que en el caso de la columna B, el agente de la expresión del consenso o disenso
es otro autor. Por último, en la tercera columna, aparecen aquellas funciones cuyos
participantes son dos autores o teorías, por lo que el consenso o disenso se da entre sujetos
distintos del tesista. El esquema general sería: el autor X coincide/difiere con el autor Y.
5. Resultados y discusión
5.1. Cobertura del análisis
El primer tipo de resultado que presentamos dice relación con la cobertura que
logramos con el análisis del corpus, esto es, cuántos enunciados fue posible etiquetar.
Del conjunto de enunciados etiquetados (15.042), solo 931 cumplen alguna función
discursiva de consenso o disenso (6,19%). En este sentido, la proporción de los enunciados
destinados a estas funciones, en relación al total de enunciados etiquetados, es bajísima.
Estos resultados sugieren que en la Tesis de Lingüística, los autores deben desplegar en su
discurso, mayoritariamente, otros propósitos comunicativos requeridos por el género que
no dicen relación con la expresión de consenso o disenso. Por ejemplo, aquellos orientados
a definir conceptos, describir teorías y señalar aspectos metodológicos (objetivos,
procedimientos, definición del tipo de estudio y el alcance, entre otros).
Del total de 931 casos, la mayoría corresponde a enunciados de consenso (78,09%);
luego, en una proporción mucho menor, aparecen los de disenso (14,18%); y, por último,
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la ciencia es el consenso, que, para ser alcanzado, necesita de alguna forma de disenso. De
acuerdo a nuestros datos, esta sería la tarea más difícil de llevar a cabo por los tesistas.
Como ya hemos dicho, es deseable que los tesistas sean capaces de mostrar sus
aportes a partir de las investigaciones existentes. Por ello, no resulta extraño que este tipo
de enunciados complejos, en los que se realiza consenso y disenso conjuntamente, no sean
frecuentes en las tesis analizadas, pues se trata de investigadores en formación. Lo mismo
sugiere el hecho de que la expresión de disenso sea poco frecuente: alguien que está
tratando de ingresar a una comunidad no puede romper abiertamente con lo establecido.
Para expresar consenso lo más frecuente es que el tesista cite a un autor o teoría
(grupo a), esto es, el tesista muestra su acuerdo con determinado autor o planteamiento.
Por ejemplo:
(1) Concordamos con Venegas (2005) al afirmar que el texto es una unidad construida en base
a la sucesión de unidades lingüísticas coherentes (…).
El segundo caso más frecuente es aquel en que el escritor de la tesis pone a su favor a
un autor o teoría (grupo b), vale decir, el tesista señala que cierto autor apoya o coincide
con sus planteamientos, como ocurre en el siguiente caso:
(2) La realización del experimento se enfrentó a una serie de dificultades. “El experimento
psicológico, que frecuentemente es muy breve en su duración, es fácil de desarrollar en un
laboratorio, cuando se tienen sujetos experimentales bien preparados; pero se hace muy
complicado en condiciones de trabajo de campo” (Luria, 1987: 29).
En este fragmento, el tesista señala que su experimento tuvo una serie de dificultades
y, luego, mediante una cita directa menciona a Luria (1987) para justificar que el
experimento psicológico es muy complicado. Así, utiliza a un autor reconocido que, según
él, apoya sus planteamientos. De este modo, no deja espacio para que se critique su
experimento por las complicaciones, pues un autor muy reconocido lo apoya sobre la
complejidad del mismo.
Por último, lo menos frecuente es expresar consenso entre dos autores distintos del
tesista (grupo c). Por ejemplo:
(3) A fin de ampliar esta visión del acto de comprender, Peronard (1998) y Johnston (1989)
están de acuerdo al señalar que comprender corresponde a establecer conexiones lógicas
entre el texto leído y los saberes de mundo propios de cada lector (…).
En este caso, el tesista describe los planteamientos de dos autores que coinciden en
su concepción de comprensión. En otros términos, el escritor de la tesis ha sido capaz de
reconocer el consenso entre dos importantes investigadores de su área.
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Dentro del primer grupo (a), la función de consenso más frecuente es “Indicar opción
teórica” (31,36%), que refiere a aquellos casos en que el tesista explicita alguna opción
tomada:
(4) La perspectiva de análisis que hemos adoptado en esta investigación se denomina enfoque
semiodiscursivo (Charaudeau, 2002, 2004, 2005).
Esta función es muy cercana a lo que Fuller (1986) denominaba ‘Consenso Esencial’
y, en el caso de las tesis analizadas, cumple con el propósito que la audiencia conozca el
aparato teórico en el que se enmarca la investigación. Por tanto, es una estrategia que
utiliza el tesista para demostrar a sus lectores que sus postulados tienen un anclaje teórico
mayor que avala su investigación. En este sentido, esta función es casi obligatoria para
desarrollar una tesis, pues, mediante ella, el estudiante evidencia que conoce a los autores
importantes de su área, y que es capaz de tomar una decisión entre toda la variedad
existente. De este modo, demuestra credibilidad disciplinar, mostrándose a sí mismo como
un co-actor que juega un papel en la construcción de conocimiento en su disciplina
(Hyland, 2004).
Por otro lado, cuando el autor de la tesis pone al servicio de su investigación a un
autor o teoría, buscando y utilizando el consenso a su favor (grupo b), se hace
preferentemente con la función “Justificar” (9,02%). Esta función incluye tanto las
justificaciones sobre lo que hará como también sobre lo que no hará en su investigación.
Por ejemplo:
(5) La técnica de evaluación que utilizamos encuentra apoyo en los planteamientos teóricos de
Kintsch y van Dijk (1978), van Dijk y Kintsch (1983) y van Dijk (1983) (…).
la idea de que la cita podría ser un recurso persuasivo para conferir mayor autoridad a las
afirmaciones propias (Gilbert, 1977). Además, esta función coincide con la cita
confirmatoria de Kara (2004), que corresponde a las justificaciones de autoridades
conocidas para corroborar afirmaciones, resultados, etc. Sin embargo, en nuestra función
se destaca el hecho de que es el tesista quien utiliza el consenso a su favor. A nuestro
juicio, esta función “Justificar” es un caso curioso porque, en la gran mayoría de los casos,
los autores citados ni siquiera conocen la investigación en la que aparecen mencionados y
no se enteran de que están propiciando algunas de las ideas allí plasmadas. Sin embargo,
los tesistas en su discurso muestran que estos autores apoyan y avalan su trabajo.
Ahora bien, cuando el tesista expresa consenso entre dos autores citados (grupo c), lo
realiza mediante una función exclusivamente, a saber, “Indicar coincidencia entre dos o
más autores”. Un ejemplo es:
(6) Cross (2003), coincide con Livington y Borko (1989) al referirse a la relación entre
experticia docente y años de experiencia (…).
Esta función podría relacionarse, por una parte, con lo que Fuller (1986) denomina
consenso accidental, en tanto, dos autores pueden coincidir en un mismo juicio pero por
razones distintas. Y, por otra, con la idea de cita dialéctica de Kara (2004), que
corresponde a aquella que pone a dialogar a varios autores. Así, el tesista no aparece como
una voz explícita en la comunicación del conocimiento, sino que solo es el encargado de
explicitar la coincidencia entre dos autores.
En este punto, analizamos los casos en los que consenso y disenso se expresan
conjuntamente en un mismo enunciado.
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Funciones discursivas de consenso y disenso en tesis de lingüística
Indicar un aspecto común y uno diferenciador entre los hallazgos propios y los 14 1,5
planteamientos teóricos de un autor
Indicar aspecto positivo y negativo de una teoría o autor citado 9 0,97
Subtotal 23 2,47
b) Autor/teoría citado- tesista N %
Subtotal 0 0
Subtotal 49 5,26
Total consenso-disenso 72 7,73
Como aparece en la tabla 5, estas funciones, que podemos denominar complejas por
el hecho de que el consenso y el disenso se expresan en un mismo fragmento, son las
menos frecuentes. Es interesante notar que estos enunciados solo aparecen cuando es el
tesista quien propicia la expresión del consenso y el disenso (grupo a), o bien cuando el
tesista señala consenso y disenso entre dos autores (grupo c), pero nunca cuando es el
tesista quien pone a un autor de su parte (grupo b).
Con respecto al grupo c, esto es, cuando consenso y disenso aparecen en un mismo
enunciado y los participantes son otros autores o teorías distintos del tesista, este se
expresa principalmente mediante la función “Reinterpretar propuesta teórica”. En estos
casos, la voz del tesista no aparece de forma directa, sino que su función es orquestar las
voces de otros autores. Así, el tesista describe los cambios que un autor hizo a la propuesta
de otro, tal como en el siguiente ejemplo:
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(7) Marinkovich, Peronard & Parodi (2006) recogen la distinción propuesta por Rosenblatt
(1978) entre la lectura eferente, la que ellos llaman alternativamente lectura de estudio o
“lectura para aprender”, y la lectura estética o “lectura para pasar el rato”; y agregan una
tercera modalidad, la lectura funcional (…).
(8) A nuestro parecer, tanto la propuesta de Ciapuscio (2001) como la de Cassany (2001)
tienen perspectivas convergentes y complementarias. Por ejemplo, la estrategia de
expansión, tiene que ver con la incorporación de contenidos que puede ser de naturaleza
informativa o emotiva. Esta incorporación del aspecto emotivo que hace Ciapuscio (2001),
no está presente en el modelo de Cassany (2001) (…).
(9) En cuanto a la correlación /p-t-k/ vs. /b-d-g/ todos los estudios encontraron una proporción
más o menos similar en los pares mínimos cuyas realizaciones se articulan en la zona
anterior (…) La diferencia más significativa se manifiesta entre /k/ y /g/ (4.02% y 1.02%
respectivamente), hecho que coloca a la consonante de realización velar áfona en el tercer
lugar en términos de frecuencia dentro de la correlación, superando incluso a /d/ en el
estudio de Guirao y García Jurado.
La otra función que aparece entre estos participantes del grupo a es de carácter
teórico, a saber, “Indicar aspecto positivo y negativo de una teoría o autor citado”. El
tesista, para posicionar su propia investigación, se ve en la necesidad de, por un lado,
señalar aquellos aspectos que, desde un punto de vista teórico, comparte con otros
referentes de su campo disciplinar; y, por otra, referir a aquellos aspectos que no comparte.
Estos recursos retóricos, que muestran un vaivén entre el consenso y el disenso, son
esenciales para el ejercicio académico, especialmente, cuando se trata de producir un
género como la Tesis, que le permite al estudiante avanzar en su formación académica o
ingresar a la comunidad científica de su disciplina. Por ejemplo:
(10) El trabajo de Bucks y colegas (2000) resulta ser un aporte importante para diferenciar el
habla de sujetos que padecen una demencia de un grupo adultos mayores sanos. Sin
embargo, en términos de las interpretaciones para explicar el funcionamiento de la
memoria, resulta demasiado simple (…).
Subtotal 0 0
c) Autor/teoría citado 1- autor/teoría citado 2 N %
Indicar desacuerdo entre dos o más autores 70 7,52
Subtotal 70 7,52
Total disenso 132 14,18
La función más frecuente para expresar disenso surge cuando los participantes son
otros autores (c), específicamente, con la función “Indicar desacuerdo entre dos o más
autores”, utilizada para posicionar la propia investigación sin involucrarse directamente en
la expresión del disenso. A través de la citación de dos o más autores, el tesista indica
desacuerdo entre ellos, o entre el mismo autor en dos investigaciones diferentes. Por
ejemplo:
(11) Las antiguas teorías conductistas se contraponen taxativamente con la hipótesis innatista
encabezada por Chomsky (citado en López Ornat, 1999) y, parcialmente, con el enfoque
cognitivista propuesto por Piaget (citado en Crystal, 1987) debido a que ambos
atribuyen el aprendizaje al ambiente que rodea al niño.
Esta función podría equipararse con la idea de cita dialéctica de Kara (2004),
mencionada anteriormente. Sin embargo, nuestro nivel de descripción es más preciso,
puesto que especificamos el motivo por el cual se ponen en diálogo distintos autores.
Por otra parte, cuando es el tesista quien propicia el disenso, usando como referente a
un autor o una teoría (grupo a), lo realiza con dos funciones: “Contradecir resultados de
investigaciones previas” e “Indicar desacuerdo con los planteamientos de un autor”. En
términos estratégicos, es interesante señalar que estas son las únicas dos maneras que
utilizan los tesistas para diferenciarse del resto de las investigaciones realizadas en su
campo. Tal como indican Myers (1990), Martínez (2008) y Knorr-Cetina (1981), una
forma de evitar la confrontación es simplemente no citar a autores con los que no se está de
acuerdo. Esto podría explicar por qué la frecuencia de las funciones del disenso es tan baja
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(12) En este sentido, nuestros resultados son diferentes de los hallados por Blanken et al.
(1987), pues al analizar el habla de la conversación en pacientes con EA, afásicos de
Wernicke y un grupo control, los autores no encontraron que los sujetos con EA
presentaran más problemas para hallar palabras que los adultos mayores normales.
Por otro lado, la función “Indicar desacuerdo con los planteamientos de un autor” se
utiliza para explicitar que el tesista no está de acuerdo, en algún punto, con un autor
determinado. Para realizar esta función, a diferencia de lo que ocurría con “Contradecir
resultados de investigaciones previas”, el tesista no tiene la evidencia empírica de sus
hallazgos para manifestar su desacuerdo, sino que es un disenso que está más bien al nivel
de la opinión. No sería, en este sentido, una creencia justificada con datos, sino que su
único respaldo es el ethos del tesista. Por ejemplo:
(13) Volvamos, por ejemplo, a la definición que se otorgaba para el verbo (cfr. RAE, 1973/
2000; Pérez-Rioja, 1971). Claramente, el hecho de que el verbo se defina como aquella
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En síntesis, podemos señalar, entonces, que lo más típico en las Tesis de Lingüística
es la expresión del consenso, seguido por el disenso y, por último, de la expresión de
ambos en un mismo enunciado (tabla 4). Esto, como ya lo hemos señalado, podría deberse,
por un lado, a la preferencia por la omisión antes que la confrontación (Knorr-Cetina,
1981; Myers, 1990; Martínez, 2008); y, por otro, a la dificultad que implica conjugar los
actos de consenso y disenso en un mismo enunciado. Así también, es interesante notar que
cuando se expresa disenso la variabilidad de las funciones es menor (3) que cuando se
expresa consenso (9). Por su parte, la expresión de consenso y disenso en un mismo
enunciado tiene una variabilidad intermedia en relación a las otras (4).
Resulta interesante notar que el esquema de participantes del grupo b (el tesista
utiliza un autor para apoyar su investigación) solo se realiza para expresar consenso. Esto
es, nunca citaré a quién me contradiga, aunque yo puedo contradecir (y también estar de
acuerdo con) a quienes cito; vale decir, cuando el tesista utiliza a otros autores para
apoyarse solo lo hace cuando esos autores están de acuerdo con él. En este sentido, el
esquema que aparece es “Tales autores apoyan mi idea” y no “tales autores no apoyan mi
investigación” o “tales autores apoyan esta parte de mi idea pero no esta otra”. En cambio,
si se trata de expresar solo disenso o disenso y consenso en un mismo enunciado, siempre
es el tesista el agente de la función, lo que en términos esquemáticos equivale a “Yo no
estoy de acuerdo con tal autor” o “Yo estoy de acuerdo con esta parte de la teoría del autor
y en desacuerdo con esta otra”.
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6. Conclusiones
A partir del análisis que dio origen a la propuesta, advertimos que para expresar
consenso y disenso en el género Tesis, se recurre a dos voces o Fuentes principales: el
tesista y los autores citados, quienes interactúan constantemente para realizar los actos de
consenso y disenso. Sin embargo, en algunos casos, el tesista se incorpora solo para
mostrar cómo otros autores concuerdan o difieren en alguna idea, orquestando sus voces.
Del mismo modo, encontramos que los actos de consenso y disenso no siempre se
presentan de manera independiente, sino que, en ocasiones, estos dos actos discursivos
constituyen un mismo enunciado.
En síntesis, como conclusiones centrales de esta investigación, se puede establecer
que:
a) Los enunciados para expresar consenso o disenso representan solo un 6,19% del
total del corpus.
b) Lo más común es expresar consenso y lo menos frecuente es comunicar de forma
conjunta consenso y disenso en un mismo enunciado.
c) Para expresar consenso existe una mayor variabilidad de funciones (9) que para la
comunicación del disenso (4).
d) Lo más común es que sea el tesista quien se presenta como el agente de la
expresión de consenso o disenso (grupo a) y lo menos frecuente es que el tesista
utilice a un autor o teoría como el agente de dichas funciones (grupo b).
investigación es un aporte para entender cómo diversas fuentes o voces interactúan en los
textos para mostrar consenso o disenso.
Estos hallazgos constituyen un material valioso para ayudar a estudiantes de distintos
grados académicos en su proceso de escritura de Tesis, ya que les permite conocer la
utilización estratégica de las funciones de consenso y disenso, asociadas a cada fuente de la
información. Así, nuestra investigación puede ayudarlos a saber con certeza cuáles son las
formas existentes para dar cuenta de aquellos casos en que se está de acuerdo con un autor
y también en los que se difiere con ellos.
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