Está en la página 1de 2

¿Por qué, al final, algunas personas con un alto coeficiente intelectual se

convierten en fracasos?
La inteligencia es una condición necesaria pero no suficiente para el logro en
tareas cognitivamente exigentes. Algunas carreras son obviamente más exigentes de
talento intelectual que otras. Las personas que carecen de las otras condiciones
necesarias, pero no suficientes, es probable que fallen.

Esto es lo que R. Sternberg dijo sobre la pregunta:

De: ¿Por qué fallan las personas inteligentes? (Sternberg, 1986)

1. Falta de motivación: un talento es irrelevante si una persona no está motivada


para usarlo. La motivación puede ser externa (por ejemplo, aprobación social) o
interna (satisfacción de un trabajo bien hecho). Las fuentes externas tienden a ser
transitorias, mientras que las fuentes internas tienden a producir un rendimiento
más consistente.

2. Falta de control de los impulsos: la impulsividad habitual se interpone en el


camino del rendimiento óptimo. Algunas personas no aportan todos sus recursos
intelectuales a un problema, sino que optan por la primera solución que se les
ocurre.

3. Falta de perseverancia y demasiada perseverancia: algunas personas se rinden


fácilmente, mientras que otras no pueden detenerse incluso cuando la búsqueda será
infructuosa.

4. Usar las habilidades incorrectas: las personas pueden no estar usando las
habilidades correctas para las tareas en las que se dedican.

5. Incapacidad para traducir el pensamiento en acción: algunas personas parecen


estar enterradas en el pensamiento. Tienen buenas ideas, pero rara vez parecen
poder hacer algo al respecto.

6. Falta de orientación del producto: algunas personas parecen estar más


preocupadas por el proceso que por el resultado de la actividad.

7. Incapacidad para completar tareas: Para algunas personas, nada llega a su fin.
Tal vez sea el miedo a lo que harían después o el miedo a enredarse
irremediablemente en detalles.

8. Falta de inicio: otros aún no están dispuestos o no pueden iniciar un proyecto.


Puede ser indecisión o miedo al compromiso.

9. Miedo al fracaso: las personas pueden no alcanzar su rendimiento intelectual


porque evitan los desafíos realmente importantes en la vida.

10. Dilación. Algunas personas no pueden actuar sin presión. También pueden buscar
pequeñas cosas que hacer para posponer las grandes.

11. Atribución errónea de la culpa. Algunas personas siempre se culpan por el más
mínimo percance. Algunos siempre culpan a otros.

12. Autocompasión excesiva: algunas personas pasan más tiempo sintiendo lástima de
sí mismas que gastando el esfuerzo necesario para superar el problema.

13. Dependencia excesiva: algunas personas esperan que otros hagan por ellos lo que
deberían hacer por sí mismas.

14. Revolcarse en dificultades personales: algunas personas dejan que sus


dificultades personales interfieran gravemente con su trabajo. Durante el curso de
la vida, uno puede esperar algunas alegrías reales y algunas penas reales. Mantener
una perspectiva adecuada es difícil.

15. Distractibilidad y falta de concentración: incluso algunas personas


inteligentes tienen períodos de atención muy cortos.

16. Extendiéndose demasiado delgado o demasiado grueso: realizar demasiadas


actividades puede resultar en que ninguna se complete a tiempo. Llevar a cabo muy
pocos también puede resultar en oportunidades perdidas y niveles reducidos de
logro.

17. Incapacidad para retrasar la gratificación: algunas personas se recompensan a


sí mismas y otras son recompensadas por terminar pequeñas tareas, mientras evitan
tareas más grandes que les otorgarían mayores recompensas.

18. Incapacidad para ver el bosque a través de los árboles: algunas personas se
obsesionan con los detalles y no quieren o no pueden ver o abordar la imagen más
amplia en los proyectos que emprenden.

19. Falta de equilibrio entre el pensamiento crítico / analítico y el pensamiento


creativo / sintético: es importante que las personas aprendan qué tipo de
pensamiento se espera de ellas en cada situación.

20. Demasiado poca o demasiada confianza en sí mismo: la falta de confianza en sí


mismo puede corroer la capacidad de una persona para hacer las cosas y puede
convertirse en una profecía autocumplida. Por el contrario, los individuos con
demasiada confianza en sí mismos pueden no saber cuándo admitir que están
equivocados o que necesitan superarse.

También podría gustarte