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RECURSIVIDAD MENTAL

La mente lo es todo.
Te conviertes en lo que crees.
- Buda.

El desarrollo del aprendizaje en los seres humanos ha sido la clave de su trascendencia


a lo largo de la historia en las diferentes sociedades y culturas del mundo. Es gracias a
este proceso del que está dotado el ser humano el que le permite trascender
integralmente mediante las interacciones e interrelaciones que establece entre la
consciencia que emana dentro de él (ánima), con la consciencia que fluye a su
alrededor (cosmos). Este estado de flujo energético conecta a todos los seres vivos como
organismos que se complementan unos con otros creando nuevos ecosistemas de vida.

Este fenómeno Edgar Morín lo describe como un “bucle recursivo” para explicar la
manifestación volátil de la naturaleza que mediante las polaridades del orden y el
desorden están unidas por una realidad que interactúa y se autoorganiza así misma
dentro de la intercasualidad de efectos que son producidos por un creador, y que a la
misma vez estos productos determinan la creatividad de dicho productor.

La Biósfera es el campo energético en el que interactúan y se complementan estos


diferentes tipos de organismos productores en base a sus productos. Como sostiene
Lynn Marguillis “es la vida en común de organismos que mediante la interacci ón de
ambos, da como resultado la aparición de nuevas organizaciones de vida.”1 El concepto
de la creación viene a resumirse en el que dos fuerzas magnéticas iguales y opuestas
que convergen para formar un campo de equilibrio por el que se manifiestan el
tiempo, el espacio y la materia.

El ser humano es un recreador (productor) de su propia realidad que en base a la


información y a los estímulos (productos) que recibe de su entorno a través de las
interacciones que establece con él, produce interrelaciones como medio de conexión a

1
Marguillis, Lynn. Una Revolución en la Evolución. 1ª Edición. Escritos
Seleccionados. Universidad de Valencia. España. 2003. P.85.
esta intercasualidad, que esta, a su vez, determinará en su consciencia para recrearla a
una concepción mucho más profunda.

La naturaleza le ha brindado a la humanidad las herramientas necesarias para


señorear su medio ambiente y poder satisfacer sus necesidades, por ello fue dotada con
el valioso poder de la voluntad y la libertad para construir su vida a criterio propio.
Sin embargo, dentro de este libre albedrío, las circunstancias del espacio-tiempo, el
medio y la cultura incidirán en la reconstrucción mental que la persona haga de sí
misma y de su entorno. Por ello, dentro de la incertidumbre que acompaña al ser
humano en su travesía por la vida, existe una realidad cognoscible que le permite
conocer en sus diferentes dimensiones la naturaleza entramada del cosmos.

Los seres vivos son sistemas altamente organizados, esta organización se mantiene en
base al consumo de materia y energía del entorno que se desordena. Por ejemplo, la
actividad mental del ser humano se desarrolla bajo un bucle recursivo de las
interacciones del ser pensante con la realidad pensada, que en su interacción se
organizan en una realidad más compleja, que vendrá a complejizar más la realidad
creada por el ser pensante y así recurrentemente:

INTERCASUALIDAD EFECTOS

DESORDEN
ORDEN

AUTOORGANIZACIÓN
INTERACIÓN

PRODUCTOR

PRODUCTO

Los sistemas tienden espontáneamente al orden y el desorden, la interacción de un


productor con la realidad produce una autoorganización de productos que dentro de
la intecasualidad de los fenómenos se desencadenan efectos que construyen una
realidad más profunda. Como un ejemplo más concreto de la vida cotidiana podemos
describir el siguiente:

Cuando una persona tiene hambre de repente se ve inmerso en una nueva realidad.
Esta comienza una actividad mental para buscar posibles soluciones ante esta nueva
necesidad. De repente, le surgen muchas ideas (desorden) ir a un restaurante, ir al
mercado o ir a la tienda, varias ideas al azar. A través de la organización de
posibilidades elige la idea que esté más fácil a su alcance (orden), en este caso podría
ser el ir a la tienda.

La intercasualidad como productora lo dirige a la tienda a interactuar con el vendedor


y obtener los alimentos (productos); este regresa a su casa a cocinarlos y comérselos.
Una vez que cocinó y comió estos alimentos son procesados por su aparato digestivo y
desencadenan una nueva serie de fenómenos. Si la comida fue suficiente acabará con
el hambre, si no lo fue, lo llevará a buscar más comida y si en caso no le sentó bien se
enfermará. De esta manera el ser humano se encuentra en una continua recursividad
de fenómenos que lo van determinando como productor a través de los productos que
va creando de su realidad.

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