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Los jóvenes y la lucha por la inclusión

educativa, social y laboral en Argentina


El influjo de la desigualdad socioeconómica y la
invisibilización política e institucional

Pablo Christian Aparicio 1

En Argentina, como en el resto de los países de Am érica Latina, es conocida la


afirmación que sostiene que los jóvenes constituyen verdaderos actores estratégicos
del desarrollo, y p o r ello, están llam ados a participar activam ente en el proceso de
transformación social, económica y cultural.
Sin em bargo y m ás allá de este decoro retórico, las deplorables condiciones y
posibilidades de participación educativa y laboral que el mundo adulto, el Estado, la
sociedad y el mercado en general les heredan, resultan irrisorias, para cum plir tan
enorme pretensión.
En este escenario, la invisibilización política e institucional de las demandas, las
potencialidades y los intereses de los jóvenes propenden a perpetuar -en lugar de
resolver- problem as estructurales como la pobreza, la desigualdad y el desempleo.

Juventud - Educación - Trabajo - Desigualdad social


Política de la juventud

In Argentina, like in the rest o f Latin Am erican countries, the youth is esteem ed
to be a strategic partner in their countries development, being therefore called to
contribute in the process o f social, econom ical and cultural transformation.

1 Doctor en Ciencias Sociales. Investigador Postdoctoral en el Instituto de Ciencias de la Educación,


Universidad de Salamanca, España. Investigador del Centro de Investigaciones Sociales y Educati­
vas (CISEN) y del Consejo de Investigación de la Universidad Nacional de Salta (CIUNSA), Argentina.
Docente interino de la Universidad de Tubingen, Alemania.
E-mail: pabloaparicio@ usal.es; pablo-christian.aparicio@ uni-tueblngen.de

*D¿áhxyo4 “P edoyoyicoá. A ñ o vil , N ° 14, o c tu b re 2009. Pág . 5 3 -71 53


Los jó v e n e s y la lucha p o r la inclusión educativa.

Nevertheless, despite this rhetoric honor, the poor conditions and possibilities o f
active participation in the educational system, as well as m eager prospects in the
general labor market, prevent the youth from successfully fulfilling this role.
In this scenario, politics' and institutions' short-sight causes the youth's demands,
possibilities and interests to linger, rather than resolve fundam ental issues such as
poverty, inequality and unemployment.

Youth - Education - Labour - Social inequality - Youth policy

«Procuremos m ás ser padres de nuestro porvenir,


que hijos de nuestro pasado.»

(Miguel de Unamuno)

1. Primeras palabras

En la actualidad, la educación está en los in te re se s de los jó v e n e s, que


llam ada a g e n e ra r p erm anentem ente visualicen los límites y las potencialida­
respuestas a los desafíos que dem an­ des de los grupos hum anos y que se
dan los procesos de integración social, com prom etan en el fortalecim iento de
económica y cultural. las redes sociales e institucionales a ni­
vel local.
En un escenario caracterizado por
la presencia de un Estado debilitado, in­ Dentro del campo educativo, a pe­
congruente y cllentelista, por el desm o­ sar de re g istra rse a lg u n o s p rog resos
ronamiento de las instituciones tradicio­ vinculados a la extensión de las ofertas
nales de socialización, por el influjo de del sistema educativo, a la introducción
los intereses del mercado en la regula­ de políticas orientadas a la m oderniza­
ción de los procesos sociales y por la ción profesional, tecnológica y curricular
ausencia de políticas de Estado en las y una mayor concatenación entre el tra­
bajo de investigación, los procesos de
d iferentes áreas sociales que superen
form ación profesional y las estrategias
la visión pragmática y partidaria, el di­
de investigación de las prácticas ed u ­
seño de estrategias que apoyen los pro­
cativas, en los hechos, sigue p revale­
cesos de inclusión de los grupos juveni­
ciendo un proceso de acum ulación del
les -quienes están más expuestos a los
capital social y cultural por parte de los
riesgos y la exclusión social- se torna
g ru p o s m ás a v e n t a j a d o s y m e jo r
una tarea indelegable.
posicionados en la estructura social, que
In d e le g a b le debe se r tam bié n la no ha podido superarse a través de los
búsqueda conjunta de orientaciones y d ife r e n t e s p ro g ra m a s de a cc ió n
prop u estas de cam bio que hagan eje im plem entados.

54 ùÀrtiocioJ Pedayóycco4. Año VII, N° 14, octubre 2009. Pág. 53-71


ARTÍCULOS

Este cuadro problemático se ha ido formas estructurales de fuerte basamen­


extendiendo entre los jóvenes, sin que to neoliberal catapultó la individualiza­
hayan mediado políticas capaces de re­ ción de las responsabilidades sociales,
vertir la situación, lo que trae como con­ la ausencia del Estado, la indefensión de
secuencia la vigorización de las brechas los sectores más desaventajados, la fal­
que separan a los sectores incluidos de ta de discursos colectivos y el desmem­
otros grupos, que pelean desde la vul­ b ram iento de las e s tru c tu ra s in s titu ­
nerabilidad por no caer en la exclusión, cionales y políticas cohesionantes.
y que buscan sin hallar los medios efec­
De este modo y circunscriptos en un
tiv o s para d o b le g a r sus c o n d ic io n e s
contexto dom inado por la urgencia de
desm edradas de vida.
satisfacer necesidades elem entales, se
Por este motivo, la construcción de relativaza el acceso a la educación como
vías socioeducativas para apoyar la par­ un derecho asequible y objetivable, y
ticipación de los jóvenes en la vida social, se pone en cuestión la plausibilidad de
económica y laboral constituye una de las m ejorar vía formación educativa las con­
metas más sobresalientes para poder ga­ diciones de participación social y la con­
rantizar la participación plena, la cohesión creción de los proyectos de vida.
social y la sustentabilidad de las relacio­
En esta tra y e c to ria , los jó v e n e s
nes humanas.
p ro ce d e n te s de se cto re s p op u lares y
los hogares más humildes se ven pro­
gresivam ente confrontados con el dile­
2. La transform ación de las trayec­
ma de continuar o no sus estudios, so­
torias ju ve n iles en contextos de
bre to d o cu a n d o se ven fo rz a d o s a
desigualdad
priorizar la opción laboral por razones
La sociedad argentina a inicios del im p o s te rg a b le s, a n te s que c o n tin u a r
siglo XXI se caracteriza primordialmente apostando por el proseguim iento de la
por su profunda segmentación, hetero­ form ación educativa.
geneidad y exclusión que impregnan las
En un clima de ¡ncertidumbre y des­
formas de organización de la vida social y
aliento, los jóvenes dudan en que la ad­
la disposición biográfica de los actores.
quisición de nuevas credenciales educa­
Del mismo modo, estos condicionantes
tivas puedan mejorar sus chances labo­
impactan significativamente en la propa­
rales. Alentados por esta idea, muchos
gación de las incertidumbres y de los ries­
de ellos incursionan en el mercado de tra­
gos, y recalan en la ausencia de referen­
bajo buscando obtener algún tipo de in­
tes institucionales y políticos comprome­
greso sin una perspectiva concreta de
tidos con la modulación de las transicio­
ascenso y progreso social (OIT, 2007). En
nes de los jóvenes desde el sistema edu­
la medida de las posibilidades recurren a
cativo hacia el mercado de trabajo y la
sus familias con la esperanza de encon­
vida adulta.
trar el apoyo para segu ir estudiando,
La vertiginosidad de los cambios re­ pero, en la mayoría de los casos, esto se
gistrados en el nivel político y social pro­ torna inviable e insostenible a largo pla­
pulsados desde la intromisión de las re­ zo (Salvia & Tissera, 2000; Salvia, 2002).

'D iá ío y o i ‘P edayácficai. Año VII, N° 14, octubre 2009. Pág. 53-71 55


Los jó v e n e s y la lucha p o r la inclusión educativa..

El auge del mercado de trabajo in­ par de la pobreza e intenta como pue­
formal, la precariedad, la ocasionalidad y de sobrellevar las condiciones denigran­
la inseguridad entre estos jóv en e s se tes de vida que se anudan tam bién al
corresponden con la ausencia de m eca­ asistencialismo político, al cortoplacismo
nismos que posibiliten la continuación y/ de proyectos y program as, a la recu­
o complementación calificante de estudios rrente inviabilidad financiera y a la ca­
paralelos. La aceptación de cualquier tra­ rencia de p o lític a s s u s te n ta b le s que
bajo por la urgencia de percibir alguna identifican cómo el Estado pretende dar
remuneración se fundamenta en la ame­ solución a problemas estructurales (Kes-
naza permanente de la pobreza y el des­ sler & Roggi, 2005).
empleo que por añadidura trae apareja­
Privados del trabajo digno, despro­
do la privación del ingreso y la segrega­
vistos de redes sociales e institucionales
ción absoluta de la vida social (Cepal &
de contención, carentes de cred en cia­
OIJ, 2005; Naciones Unidas, 2005).
les educativas actualizadas y congruen­
En el caso de los grupos juveniles tes a las exigencias del m ercado labo­
que forman sus propias familias, asidua­ ral, los jóvenes vulnerables quedan des­
mente experim entan diferentes dificul­ plazados de la vida social v_^e refugian
tades al momento de obtener un crédi­ -sin posibilidades ni alternativas de su­
to o buscar una vivienda, a lo que se peración- en la clandestinidad y en los
añade el agravante de la precariedad márgenes de lo formal, de lo legal y de
laboral y económica, y la escasa alter­ lo prohibido.
nativa de ampliar el grado de educación
Por su parte, la sociedad y el Esta­
alcanzado e interrumpido.
do se muestran pasivos ante el im pac­
Entre las mujeres jóvenes, el em ­ to de la exclusión social que atisba las
barazo tem prano, el desarrollo de ta ­ nuevas generaciones, ten diendo su til­
reas en el hogar, la dependencia a las mente a estigm atizar la pobreza y las
ob ligaciones y responsabilidades co ti­ condiciones socioeconóm icas de origen
dianas y la vigencia de una mentalidad de las personas com o factor causante
patriarcal dism inuyen las posibilidades de la situación de precariedad que se
de superar las condiciones de exclusión. vivencia y hereda. Desde esta mirada
Especificando, las mujeres procedentes que condena los brotes anóm icos en ­
de estratos sociales humildes al cuida­ gendrados por la crisis social, se avala
do de los h e rm a n o s m ás p eq u eñ os, la necesidad de reforzar el control del
prestan apoyo en las tareas del hogar, orden a través del increm ento exacer­
d esarro llan a ctiv id ad e s p ro d uctivas y bado de la vigilancia, de la represión y
generan ingresos económicos, y de este del castigo del delito, vale decir, por me­
m odo intentan llevar adelante sus es­ dio de la prevención de todo aquello que
tudios (Banco Mundial, 2006). pudiera alterar la cohesión social d en­
tro de un orden injusto y excluyente
El círculo vicioso de la exclusión en­
(Sennett, 2003).
cu entra en estos factores sus causas
preponderantes, puesto que la m ayo­ Ahora bien, p retender que los jó ­
ría de estas/os jóvenes no puede esca­ venes en este contexto adquieran los

56 ‘Dcótoyoé ‘P edagóyiou. Año VII, N° 14, octubre 2009. Pag. S3-71


ARTÍCULOS

medios cognitivos, sociales y culturales vo. Al respecto, la carencia de un sis­


que les perm itan o rg a n iza r de m odo tem a de com p ensación de las ca re n ­
efectivo sus procesos de transición des­ cias y restricciones locales -a nivel re­
de los c e n tr o s e d u c a tiv o s h a c ia el gional, provincial y m unicipal- que fa-
mercado de trabajo y la vida adulta, se voreza las condiciones fu n d a m en tales
torna muchas veces bastamente proble­ de la p ráctica ed u cativa in cid e en la
mático cuando no inviable. conservación de su carácter desigual y
d e s ig u a la d o r q u e r e v is te la o fe rta
educativa pública.
3. El caso de la reforma educativa
La falta de transversalidad, de con­
de los '90 y el aporte de la Ley de
gruencia y de com plem entariedad e n ­
Educación Nacional
tre las metas políticas, las condiciones
En la actualidad, y desde el posicio- de viabilidad inherentes en las diferen­
namiento de la nueva propuesta educa­ tes jurisdicciones y el grado de involu-
tiva Ley de Educación Nacional, se con­ cram iento de la com unidad local en la
sidera imprescindible integrar las formas definición de la propuesta educativa han
emergentes de organización social en un propendido también a pronunciar la des­
plano local, regional y global, los nichos igualdad y las contradicciones que ope­
culturales e identitarios polivalentes y los ran a nivel institucional, curricular y pro­
nuevos procesos de socialización, iden­ fesional (Aparicio, 2008; Tenti Fanfani,
tificación y comunicación. 2003).
En una dirección semejante se pon­ De modo análogo, la débil concate­
dera com o nodal afia n za r una oferta nación entre el sistema educativo y las
educativa que no escinda, sino interpre­ condiciones económ icas, laborales, so ­
te e incorpore críticam ente, aspectos ciales y políticas cam biantes trunca la
relacionados con el mundo circundante elaboración de propuestas que e fe cti­
a la vida educativa escolar. Vale decir, la vamente posibiliten la inclusión y la par­
educación debe dar apertura a nuevos
ticipación de ios grupos más desaven­
escenarios y espacios sociales donde
tajados. La disociación planteada entre
los sujetos sociales se referencian, se
la teoría y la práctica educativa y los in­
identifican y se retroalim entan cotid ia­
tereses y objetivos perseguidos por la
namente.
institución escolar y el resto de las ins­
A pesar de la coherente fo rm u la ­ tituciones sociales dificulta una m ejor
ción de las m etas y los fu ndam en tos adecuación de la oferta educativa a las
políticos, teóricos y m etodológicos, su múltiples demandas estructurales y sub­
transpolación en el com plejo universo jetivas correspondientes a la vida de los
de la práctica educativa devela co n si­ a cto re s ju v e n ile s . C ab e a g re g a r que
derables limitaciones basadas en la in­ estos divorcios y taxaciones no son pri­
suficiente coo rd in ación de los p ro c e ­ vativas del nivel educativo secundario,
sos de enseñanza, ap re n d iza je , e v a ­ sino que están presentes en toda la di­
luación, planificación e innovación de mensión de los ciclos superiores y uni­
acuerdo a un estánd ar que garantice versitarios de formación (Dussel, 2005;
la equidad dentro del sistema educati­ Gallart, 2002).

'DiáCot/oa . Año VII, N° 14, octubre 2009. Pág. 53-71 57


Los jó v e n e s y la lucha p o r la inclusión educativa..

La presente crisis educativa se plie­ ventaja respecto del nivel educati­


ga a una crisis social de mayor enverga­ vo en comparación con el resto del
dura que afecta a la sociedad en su con­ país. En Santiago del Estero, el 16
junto y que se traduce en la acum ula­ por ciento de los niños de entre 6 y
ción de desventajas y aplazamientos de 17 años se encuentra fuera del sis­
la participación plena en los beneficios tema formal educativo, comparado
ligados a la educación, la salud, la vivien­ con el 8 por ciento en Santa Fe. La
da, al trabajo, a la seguridad social, etc. situación es aun peor en el caso de
Y en concordancia con recientes informes los adolescentes de entre 15 y 17
elaborados en la región, se podría ar­ años: en Santiago del Estero, el 45
güir que este cuadro conflictivo se inten­ por ciento no asiste a la escuela;
sifica entre los sectores populares que, en Tucumán, el 40,7 por ciento; en
adem ás, quedan segregados tanto de Misiones, el 39,1 por ciento; y en
las ofertas de formación educativa y ca­ Chaco, el 32,8 por ciento. (Banco
pacitación profesional así como también Mundial, 2008, pp. 43-44)
de los puestos de trabajo productivo, se­
guro y decente (Unesco, 2007, Cepal & El efecto, que la desigualdad socio­
Unesco, 2005). económ ica incida significativam ente en
el modo como las personas participan
Si bien la tasa de matriculación en diferencialm ente de los b eneficios del
el sistema educativo primario y los pri­ sistema educativo confirma la siguiente
meros años del secundario se ha incre­
hipótesis: si no existe un sustrato de
m entado considerablem ente en los úl­
co m p en sa ció n am plio y e fe ctiv o que
tim o s años, esta m ejoría p arece no
equipare los puntos de partida desigua­
haber podido contrarrestar las elevadas
les -entre los individuos- muy difícilmente
tasas de deserción escolar, el desgra-
se podrán reducir las brechas entre los
namiento de los contenidos y las tasas
sectores incluidos de los excluidos.
de repitencia que han tendido a acum u­
larse significativam ente entre los g ru ­ La distribución m eritocrática de los
pos m ás d esaventajados tanto en los beneficios educativos opera explícita e
centros urbanos como en el campo. Para implícitamente y devela el carácter he­
ejemplificar, se podría exponer que terogéneo e inequitativo que encarna
el sistem a educativo arg en tin o y que
Todavía persisten diferencias signi­
posteriormente se proyecta en la repro­
ficativas entre las distintas zonas
ducción de formas diferenciadas de par­
geográficas. Los jóvenes que viven
ticipación social, laboral, económica y cul­
en zonas rurales dispersas tienen
tural.
mayores probabilidades de no asis­
tir a la escuela: 10,3 por ciento más Las d e sig u a ld a d e s en los log ros
alto que el promedio nacional de 7 educativos, ya grandes de por sí,
por ciento en el caso de los niños van en aumento. Las personas per­
de entre 6 y 17 años de edad en tenecientes al quintil de menor po­
2001 (...). Santiago del Estero, Mi­ der adquisitivo com pletan un pro­
siones, Tucumán, Chaco, Formosa y medio de 7,9 años de educación,
C orrientes se encuentran en d e s­ en com paración con aquellos pro-

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ARTÍCULOS

venientes del quintil de mayor po­ Estos aspectos restrictivos ponen en


der adquisitivo que com pletan un jaque el potencial transformador que his­
prom edio de 13,3 años; es decir tóricamente la sociedad y el Estado con­
que hay una brecha de casi un 70 firieron a la educación como estrategia de
por ciento. Y la brecha en términos desarrollo, axioma de integración y fac­
de rendimiento es mayor: el incre­ tor de movilidad social (Tedesco, 2003a).
mento en los logros académicos no
benefició a todos los grupos de di­
ferente poder adquisitivo por igual. 4. La m etam orfosis del trabajo y la
Los tres quintiles más ricos sum a­ redefinición de las transiciones ju ­
ron 1-1,2 años de escolaridad; los veniles
dos más pobres, sólo 0,7-0,8 años.
En la actualidad las transiciones de
(Banco Mundial, 2008, p. 46)
los jó v e n e s están ca ra cte riz a d a s por
En este e scen ario so c io -h istó ric o dos tendencias paradigm áticas. Por un
particular, la desigualdad educativa se lado, se confirma que la acumulación de
traduce en una multiplicidad de desigual­ c re d e n c ia le s e d u c a tiv a s a p ro x im a d a s
dades sociales que condicionan la per­ desde el sistema de formación ya no ga­
petuación de una estructura social con­ ra n tiz a una in c o rp o ra c ió n d ire c ta y
tradictoria y de procesos de se g re g a ­ exitosa al mercado de trabajo; lo que a
ción social. Precisando, los efectos de su vez pone en cuestión la expectativa
la presente crisis propenden a que los de ascenso social y laboral que tra d i­
sectores desfavorecidos vean aun más cio n a lm e n te e n ca rn a b a la e d u c a ció n
reducidas y amenazadas las escasas al­ como mecanismo de promoción y desa­
ternativas de apropiación objetiva de las rrollo socioeconóm ico y profesional.
herramientas sociales y cognitivas im ­
De este modo las trayectorias juve­
partidas desde la escuela y los centros
niles pasan a ser más bien de tipo
de fo rm a c ió n p ro fe s io n a l; lo q ue a
laberíntica, reversible, contradicto­
posteriori se plasma en una mayor pro­
ria que a nivel metafórico se aseme­
pensión al desempleo, a la pobreza, a
ja al movimiento de un "yo - yo" (...)
la precariedad y a la incertidumbre (Sal­
La nueva característica de las tran­
via & Tami, 2005; Casanova, 2004).
siciones se basa en una dinám ica
Ha quedado dem ostrado tam bién discontinua, irregular y provisoria
que, en el caso específico de los jó v e ­ que está fuertem ente constreñida
nes procedentes de hogares rurales y al género, las variables dem ográfi­
pobres, donde el nivel educativo de los cas, las cara cte rística s cultural e
padres es insatisfactorio, la im posibili­ idiosincrásicas, el nivel educativo de
dad del acceso a los bienes del m erca­ los padres y el contexto social próxi­
do de trabajo y de consumo se condice mo, el nivel socio económico familiar,
con una exclusión estructural más pro­ la procedencia étnica, el nivel y el
funda, que tiende a reproducir y antici­ acervo cultural, las posibilidades de
par socio-históricam ente las tra y e cto ­ participación en la vida material y
rias de estos ind ivid uos en el m edio simbólica y la subjetividad de los ac­
social. tores. (Aparicio, 2007c, p. 90)


Dcdfoyoé fiedayáytcoó. Año VII, N° 14, octubre 2009. Pág. 53-71 59
Los jó v e n e s y la lucha por la inclusión educativa..

Mientras que por otro lado, se cons­ nados por el sector em p lead or no ha
tata que la profundización de la d e s­ podido mitigarse del todo. En esta línea,
igualdad social impacta en la estructura la incorporación de program as públicos
de oportunidades, en las disposiciones de formación destinados al m ejoramien­
de los actores y las instituciones, y en to de las posibilidades de trabajo y a la
las formas de participación objetivas que elaboración de program as orientados a
existen para poder acceder a los bie­ fom entar y modular la inserción laboral
nes sociales como el trabajo, la educa­ de los jóvenes con mayores dificultades
ción , la se g u rid a d , la v iv ie n d a , etc. no pudo resolver el problema de fondo,
(Cepal & Agencia Española de C oop e­ cim entado en la inform alidad y en la
ración Internacional y Secretaría G ene­ precariedad prevalecientes como m eca­
nismos de inclusión y destino fatal para
ral Iberoamericana, 2007).
los sectores más vulnerables, no sólo
La hegemonía de un modelo social inmanentes al desarrollo socioeconóm i­
y laboral excluyente parece disolver la co imperante en Argentina sino en toda
relación planteada entre el nivel educa­ la extensión de Am érica Latina (Kliks-
tivo alcanzado, el tipo de empleo adqui­ berg, 2005a, 2005b).
rido y las posibilidades de objetivar los
El resultado obtenido por estas es­
proyectos de vida.
trategias ha sido débil y poco significa­
Por su parte, los m ecanism os de tivo, especialm ente si se ponderan las
selección laboral no sólo se apoyan en dimensiones y las características de las
el grado académico obtenido y en el tipo d e m a n d a s in s a t is fe c h a s de g ru p o s
de establecim iento educativo al que se heterogéneos y que son afectados por
asistió, sino que también se fundam en­ m últiples carencias circunscriptas en el
tan en las condiciones socioeconómicas ámbito familiar, barrial, institucional, po­
de procedencia, en la apariencia física, lítico, cultural, civil, habitacional, econó­
en el acervo cultural propio y familiar, en mico y laboral.
el lenguaje, en el género, en el lugar de
En otros términos, el deterioro ge­
residencia y en las redes sociales próxi­
neralizado del m ercado de trabajo ha
mas. El carácter prescriptivo de la adm i­
provocado un refuerzo de la discrim ina­
sión al mercado de trabajo se com ple­
ción de los sectores más vulnerables,
m enta con una serie de estigm atiza-
puesto que com únm ente sólo los jó v e ­
d ones, im aginarios y biografías antici­
nes dotados de m ejores recursos eco­
padas -explícitas e implícitas-, que de­
nómicos y referentes sociales y cultura­
term inan con antelación no sólo la in­
les son quienes acceden exitosam ente
corporación sino tam bién el desem pe­
a dichos program as y beneficios. Los
ño que tendrán los actores dentro del
jóvenes pertencientes a los grupos so­
ám bito productivo y de la vida social
ciales medios y altos son los únicos que
(Gautié, 2004). pueden verificar en su propia biografía
La pervivencia de una tendencia a y trayectoria educativa que el acceso a
la conservación del empleo informal y de la educación es correlativa a la supera­
la discriminación laboral según los dictá­ ción de las limitaciones de participación
m enes arbitrarios y variables d eterm i­ social, al mejoramiento de sus horizon­

60 T>úiío<¡fM T^&iaqóyieal. Año VII, N° 14, octubre 2009. Pág. 53-71


tes laborales y a la objetivación de sus En otros térm inos, las estrategias
itinerarios biográficos. Empero, el detri­ y los m odelos de apoyo y contención
m ento preem inente que caracteriza el educativa y laboral fueron norm alm en­
actual mercado de trabajo y sus m eca­ te predefinidos "al margen" de la reali­
nismos de reclutam iento ha provocado dad histórica, social, laboral y educati­
que las tareas laborales d estin adas a va de los jóvenes, vale decir, en un cam ­
los jóvenes se engendren en el marco po ajeno y neutral que repercutió en la
de la precariedad y la desprotecció n. escasa adhesión de los intereses socia­
Ante el avance de la crisis del trabajo les específicos del sector como asi tam ­
decente y productivo y la necesidad de bién en una débil identificación de los
acceder al ingreso, estas tareas con s­ contextos, dem andas y proyectos bio­
triñen y atisban el horizonte de la inte­ gráficos im perantes.
gración social y laboral de las nuevas
A modo de ejemplificación se pue­
generaciones (Jacinto, 2004).
den mencionar los proyectos de ca­
Los program as inaugurados en el pacitación ejecutados en el marco de
área de capacitación y formación ju v e­ algunos programas juveniles duran­
nil orientados a fortalecer los procesos te la década del '90 y principios del
de inclusión al mercado laboral, a pesar 2000 como por ejemplo Chile Joven
de su carácter novedoso, se presenta­ (Chile), Proyecto Joven (Argentina),
ron como ofertas desarticuladas e irre- Opción Joven y luego Projoven (Uru­
levantes y no lograron anclarse definiti­ guay), Plan de Empleo Juveniles (Ve­
vamente en las demandas y expectati­ nezuela), Programa de Capacitación
vas de los jóvenes. Laboral para Jóvenes (Colom bia),
los programas de formación y capa­
En esta perspectiva, la participación
citación laboral im plem entados en
social de los actores juveniles ha sido
Perú, Paraguay y Brasil cuyos obje­
recurrentemente diezm ada y restringi­
tivos se concentraban en la supera­
da a través de la disposición de instan­
ción de la pobreza, el mejoramiento
cias y espacios institucionales reducidos
de las condiciones de empleabilidad
para la toma de decisión y que, además,
de los sujetos y la ampliación de las
se reflejan en la forma y las prioridades
posibilidades de participación en el
que dominan el diseño de los progra­
mercado laboral formal, productivo
mas de formación profesional. De este
y decente. (Aparicio, 2007a, p. 18)
modo, las jurisdicciones provinciales y
municipales, las instituciones y los ac­ A pesar de haberse planteado los
tores educativos y sociales en general propósitos de dinam izar la diversifica­
se remitieron a acompañar la implemen- ción y la eficientización de las ofertas
tación de program as desde afuera ha­ educativas tanto formales como no for­
cia adentro que reprodujeron consigo males, y mejorar la interacción entre el
la lógica coercitiva extendida desde el dispositivo público, el sector empleador
centro hacia la periferia basadas en la y las instituciones educativas o los cen­
transpolación de m étodos, contenidos, tros de formación, no se logró forjar las
com petencias, tecn o lo g ía s e insum os bases, las condiciones y las garantías
teóricos y curriculares. n e ce s a ria s para una c o o p e ra ció n de

Diáloyoi 7*edayóyúo¿. Año VII, N° 14, octubre 2009. Pág. 53-71 61


Los jó v e n e s y la lucha p o r la inclusión educativa..

carácter transversal, co-responsable y cias de las instituciones y las ju risd ic­


sostenible en el tiempo. ciones federales en las tareas con cer­
nientes a la administración de los recur­
Pero no todo fue un fracaso. Exis­
sos, la comercialización de algunos ser­
ten algunos ejemplos exitosos que de­
vicios, el relacionamiento social, laboral
m uestran que, con una debida coordi­
y administrativo, la organización legal de
nación y anuencia estratégica por par­
las tareas, la capacitación de los recur­
te del Estado, es posible elaborar pro­
sos humanos, las estrategias de plani­
g ra m a s de fo rm a c ió n p e rtin e n te s y
ficación y de evaluación del rendimiento
co n te x tú a le s. En esta p ersp e ctiv a se
del trabajo, el m onitoreo de los proce­
han organizado algunos observatorios
sos p ro d u ctiv o s, etc. (G allart, 2008;
lo ca le s sobre el m ercado del em pleo
Rossaro & Salvia, 2006).
buscando anexar las iniciativas de fo r­
mación con las trayectorias educativas Desafortunadamente, la mayoría de
re c u rr e n te s , los p e rfile s fo r m a tiv o s estas iniciativas no se sostuvo en re ­
atractivos y las demandas locales. des sociales o en políticas de Estado y
ca re ció tan to de los m edios id ó n e o s
En los últim os años, la incipiente
elaboración de algunos proyectos inte­ para institucionalizar las actividades rea­
rinstitucionales dentro del ám bito local lizadas, así como también de una visión
se elaboraron con la finalidad de articu­ estratégica en torno al desarrollo local.
lar los circuitos educativos, aproximar la Si bien estas propuestas persiguie­
dem anda de la com unidad, relevar la ron vincular las instituciones educativas
d e m a n d a de los p ro p io s jó v e n e s y y los centros de formación con las em ­
o rie n ta r los procesos productivos h a ­ p resas lo cale s y las d em a n d a s de la
ciendo eje en la definición de com peten­ com unidad, las experiencias co n cre ta­
cias y trayectorias form ativas que va­ das se trataron más bien de experien­
yan entroncadas a las dem andas co n ­ cias aleatorias, de proyectos pilotos y
cretas del medio social. actividades incipientes, que adolecieron
Desde esta óptica, por ejemplo, se de un marco político y program ático -
replantearon algunas orientaciones del g a ra n tiza d o por el Estado- cap az de
currículum ligadas a la formación educati­ otorgarles continuidad en el tiempo, sis-
va y profesional, tratando de enfatizar la tem aticidad e institucionalización a ni­
necesidad de relevar sistem áticam ente vel territorial (Jacinto, 2002).
los requerimientos locales y de flexibilizar Por esta razón, consideram os que
el conjunto de dispositivos institucionales está aún pendiente seguir trabajando en
y burocráticos constitutivos de la política la profundización y en la ampliación de
educativa. las iniciativas locales, evitando cooptar la
En modo sem ejante, la arm oniza­ creatividad y la localización de las accio­
ción y la regulación de los planes de nes. Esta empresa resulta determinante
estudio correspondientes al nivel formal para el futuro desarrollo de experiencias
educativo y a los programas de form a­ innovadoras y transform adoras que po­
ción y capacitación dentro del nivel in­ drían garantizar mayores espacios e ins­
formal buscaron fortalecer las com peten­ tancias de participación de los jóvenes.

62 T>iáloqo¿ ‘P edaqóyitM. Año V il, N° 14, octubre 2009. Pág. 53-71


5. Los jóvenes como partícipes del su pasividad y desinterés, sino que tam ­
desarrollo social: una meta pen­ bién perpetúa una form a de visualizar
diente en la agenda política la realidad de modo taxativo y arbitra­
rio. El jov en com o sujeto incapaz de
La participación juvenil se presenta
generar una estructura de prioridades
en el ámbito de las políticas educativas
para la realización autónoma de su exis­
y sociales como un tema central de re­
tencia desaprovecharía los medios exis­
ferencia desde donde se definen, o de­
t e n te s a n iv e l e d u c a t iv o , la b o ra l,
berían de definirse, las estrategias de
institucional y político y, por ende, sería
intervención.
una suerte de cóm plice de los «proble­
La generalización taxonóm ica y la mas que lo afectan.
recurrencia ambigua a argum entos re­
Estas m iradas contradictorias acer­
lacionados con la no-participación inten­
ca de los jóvenes operan en la escena
cionada y vo lu n ta ria por p arte de la
pública, política e institucional; y expli­
mayoría de los jóvenes revela la exis­
can y justifican la presencia o ausencia
tencia de preconceptos y estigmas liga­
de los actores juveniles en los espacios
dos a la imagen socialmente construida
ob jetiv os de d ecisión, org a n iza ció n y
por los adultos en torno a ellos que en
consenso social.
el fondo no son más que sujetos desin­
teresados, descom prom etidos, pasivos El d esfase entre las ex ig e n cia s y
o peligrosos (Kessler, 2004). expectativas de la sociedad en relación
a los jóvenes y aquello que la sociedad
Al respecto, se podría exponer que misma ofrece y dispone a nivel de opor­
la imagen del joven peligroso en un m o­ tun idades de inclusión y participación
mento de crisis económica, inseguridad social pueden dar cuenta del origen y
social y desam paro de m uchos se cto ­ las dim ensiones de esta situación pro­
res vulnerables, puede ser el indicio de blemática (Zaffaroni, 2006).
criminalización de la juventud que, ade­
más, sataniza la imagen del joven, se En Argentina, al igual que en m u­
culpabiliza y condena su actitud y com ­ chos otros países de América Latina, los
portamiento social, tabulando su diver­ jóvenes son corrientem ente exhortados
sidad histórica, política y cultural (Apa­ a viva voz -pero sólo a nivel discursivo-
ricio, 2005a; 2006b). a ser actores protagonistas del presen­
te, y se les llama la atención por la falta
El supuesto rechazo deliberado de de participación y por el distanciamien-
los jóvenes a todo tipo de intervención to que existe en relación con las estruc­
política, coadyuva a legitimar una percep­ turas políticas e institucionales.
ción equívoca y desvinculada de los fun­
La re crim in a ció n que la sociedad
damentos del com portam iento y de la
practica recurrentem ente contra los jó ­
reacción que los mismos tienen dentro de
venes no se condice con un análisis de
la esfera pública, vale decir, en el interior
la escasez de espacios y de o p ortu n i­
de las acciones y los programas políticos.
dades in s titu cio n a le s y ob jetiv as que
La estigm atización de los jóvenes restringen la participación de la ju v en ­
no sólo culpabiliza a estos actores por tud en la vida política y social. En este

7}(álayo¿ T^edac/áyícoi. Año VII, N° 14, octubre 2009. Pág. 53-71 63


Los jóv en es y la lucha p o r la inclusión educativa..

sentido, el desentendim iento y la des­ Debido a ello, la no participación de


preocupación que com portan las gene­ los jóvenes en los espacios de decisión,
raciones adultas parecen vislum brarse exponen más una respuesta efecto que
como una causa significativa de la con­ una "respuesta causa", ante la h e ge­
servación de las d ifícile s con d icion es monía de un sistema social que no los
económicas, sociales, laborales y cultu­ incluye ni reconoce, que les exige res­
ra le s q ue a tra v ie s a n a lo s jó v e n e s puestas y adaptaciones permanentes y,
(Aparicio, 2005b; Hopenhayn, 2005). paralelamente, les niega el acceso a los
beneficios sociales y la objetivación de
Más allá de lo que el mundo adulto
los derechos.
interpreta o pretende entender de los
jóvenes, al no existir una intervención Entonces, el déficit de la participa­
real y efectiva de los actores juveniles ción juvenil no reposa exclusivam ente
en las instancias y estructuras políticas en la predisposición, en el deseo y/o en
de decisión, se plantea una ruptura o el compromiso de los jóvenes, sino que
un hiato que influye en la legitimidad de resulta de la concatenación resp onsa­
la intervención de las políticas y las ins­ ble entre a) las instituciones sociales y
tituciones del Estado. políticas com prom etidas con la atención
y promoción de las necesidades del sec­
En este contexto, los jóvenes son
tor y los procesos de organización, b)
conscientes y críticos de la baja repre­
las prácticas decisionales y c) las formas
se n tación que gozan los d isp o sitiv o s
de in te ra cció n que se generan entre
políticos y los programas de ayuda, pro­
estos actores.
m oción y asistencia social dispuestos
por el Estado. La escasa concatenación La actitu d pasiva de los jó v e n e s
entre las acciones políticas y sus con­ está anudada a la incapacidad de gene­
textos de vida se ve potenciada funda­ rar estrategias y propuestas de supera­
m entalm ente por un relevam iento su- ción y transformación de sus propios con­
perfluo de la pluralidad inherente a las textos problemáticos de vida. La perple­
demandas, las potencialidades y las res­ jidad de los actores juveniles se condice
tricciones de los jóvenes que ahonda el con el marco de limitaciones prevalecien­
aislamiento de los jóvenes en el ámbito tes en el medio social e histórico.
político e institucional y coarta la posibi­
lidad de tran sform ación que deberían
encarnar los program as y las acciones 6. Los jóvenes frente a los contex­
de intervención pública. tos de desigualdad socioeconómica
e invisibilidad política e institucional
En suma, la distancia y la ruptura
planteadas entre los jóvenes y el Es­ La insuficiente cohesión que brindan
tado, entre los jóvenes y el mundo adul­ las instituciones sociales y educativas cir­
to, pueden ayudarnos a dirim ir sobre cunscriptas en el ámbito de la formación
la reincidente negativa y hostilidad por de los jóvenes y la inefectividad de las
parte del colectivo juvenil a participar políticas sociales, educativas y laborales
de diferentes proyectos, acciones y pro­ destinadas a resolver los problemas de
gram as. integración parecen haber ahondando la

64 ‘Pee(aqóífico¿. Año VII, N° 14, octubre 2009. Pág. 53-71


frustración y el desencanto que experi­ b) la insuficiente inversión social y el bajo
mentan las generaciones más jóvenes. grado de innovación prevalecientes en
La toma de conciencia de que la partici­ los programas, proyectos e iniciativas
pación en el sistema educativo cada vez políticas destinados a la formación y
más es un paracaídas que un trampolín promoción socio-educativa de las nue­
en el proceso de inclusión social y labo­ vas generaciones;
ral, influye sustancialmente en la pronun­
c) la en d e b le co m p le m e n ta rie d a d con
ciación de la crisis de credibilidad y de otros cam pos públicos y sectores so­
ausencia de perspectivas. ciales constreñidos en el ám bito de
Empero, en los hechos, se consta­ la formación juvenil;
ta que los jóvenes desprovistos de co­ d) la d e sc o o rd in a c ió n e s tru c tu ra l re i­
nocimientos, disposiciones y com peten­ nante en y entre las in stan cias de
cias cognitivas elem entales se encuen­ decisión, planificación, evaluación y
tran en una relación clara de desventa­ fin a n c ia m ie n to de los p ro y e c to s y
ja frente a los otros sectores y grupos p rogram as de em pleo, tan to a q u e ­
mejores calificados que están en condi­ llos d e p en d ien te s de las d ife re n te s
ciones de participar íntegramente en la ju risd ic cio n e s com o del Estado n a ­
vida institucional, política y laboral. cional (Poggi, 2006).
La d esig uald ad entre los jóv en e s Desde lo postulado, se deduce que
condiciona no sólo la facultad y la forma no sólo es n e ce sa rio sino in e x o ra b le
de decir y representar el mundo, sino generar, desd e la ed ucación para los
también en el modo en cómo estos su­ jóvenes, el desarrollo de espacios alter­
jetos históricos a su vez son dichos y nativos de formación y capacitación ba­
representados por el mundo. La omisión sados en sus inquietudes, sugerencias
de los jóvenes com o actores a u tó n o ­ y necesidades; en la idiosincrasia; las
mos, sujetos con derechos y referentes interacciones sociales; los proyectos y
de políticas evidencia una ruptura más las trayectorias biográficas; en las iden­
profunda que va más allá de las meras tidades culturales y las múltiples formas
privaciones materiales. De allí que el pe­ de participación social que hoy más que
ligro mayor de la no participación - capi­ nunca re q u ie re n m ayo r co o rd in a ció n
talización juvenil de los recursos y he­ técnica, respaldo institucional y o rie n ­
rramientas educativas elem entales no tación profesional.
resida sólo en el incremento cuantitati­
Del mismo modo se requieren m e­
vo de los grupos desafiliados y en la plu-
canismos de intervención política con ca­
ralización de las circunstancias de ex ­
pacidad de captar los intereses de dife­
clusión, sino y fundamentalmente en fac­
rentes se ctores de la com un idad que
tores vinculados a:
participan en la vida de los jóvenes, pen­
a) la presencia de criterios políticos ho­ sando en colaboraciones e intercambios
mogéneos y homogeneizantes que no a partir del aporte del sector em presa­
integran ni revelan la compleja, cam ­ rio, de los sindicatos, de las dependen­
biante y heterogénea realidad de los cias m inisteriales e institucionales per­
jóvenes; tenecientes al Estado nacional y provin­

'D iá lo y u i PedMfáyicot. Año VII, N° 14, octubre 2009. Pág. 53-71 65


Los jó v e n e s y la lucha p o r la inclusión educativa..

cial, de las iglesias, de los clubes d e ­ Sin embargo, el profundo grado de


portivos, de los medios de comunicación, segmentación, superposición y desigual­
de las universidades y de las O N G 's , dad heredado de una reform a fracasa­
entre los más relevantes. Fortalecien­ da bloquea la posibilidad de tra n sfo r­
do el consenso intersectorial entre los mar a corto o mediano plazo estructu­
actores antes mencionados, se podrían ras políticas y adm inistrativas aún d a ­
construir nuevos ám bitos de interven­ ñadas por las transform aciones estruc­
ción educativa. turales. En este sentido, queda aún pen­
diente trabajar en el fortalecim iento de
Un aspecto nodal de la reforma edu­
las com petencias de gestión local, así
cativa im plem entada en Argentina du­
como también de las alianzas con acto­
rante la década del noventa, cristaliza­
res civiles en pos de optim izar las pro­
da en el Ley Federal de Educación y su­
puestas educativas.
plida a partir de la introducción de la Ley
de Educación Nacional, consiste en re- Reflexionar y desarrollar respuestas
valorizar la dim ensión de lo local y lo a las problemáticas antes señaladas re­
co n tex tu a l com o punto de referencia quiere, en primer lugar, sistematizar las
inexorable para el diseño, la program a­ acciones y los programas correspondien­
ción, la evaluación y la viabilización de tes a la política educativa (toda la com ­
la nueva política educativa. plejidad de sus dispositivos), visualizando
los asp ectos h is tó rico -so c ia le s que la
En esta perspectiva, la descentrali­
contextualizan y accediendo así a los dis­
zación resulta estratégica para c o n ti­
tintos niveles de complejidad.
n u a r fo r ta le c ie n d o los p ro c e s o s de
reafirmación de la autonomía federal, la Cuando pensam os en un proyecto
propagación de la autogestión a nivel educativo integral, im aginamos una es­
institucional y la democratización de las trategia amplia y transversal que vaya
decisiones en escenarios locales. más allá de la mera preparación para el
desem peño laboral y productivo de las
El ímpetu cedido a estos cánones
personas, y que, por lo mismo, exceda
hacía pensar en la posibilidad real de
la impartición de herramientas cognitivas
aproximar las premisas fundantes de la
necesarias para competir y resolver pro­
política y del sistema educativo a las ne­
blemas de forma efectiva en términos de
cesidades de las comunidades. Vale de­
rendimiento, rentabilidad y optimización
cir, la búsqueda de genuina aproxim a­
del capital humano.
ción de las prioridades educativas a las
características de la comunidad y el me­
dio local se basaba en la necesidad de
7. A modo de síntesis
fomentar el reconocimiento de las nece­
sidades emergentes y particulares, am ­ En la actualidad, los jóvenes sufren
pliar hacia el interior los consensos con el impacto de las transform aciones eco­
las diferentes contrapartes civiles y pri­ nómicas, productivas y laborales y ellos
vadas y ensayar trabajos de coopera­ tam bién son quienes más padecen los
ción con otros agentes institucionales y em bates de la pobreza, la exclusión, el
públicos (Tedesco, 2003b; Dussel, 2005). desem pleo y el d esg ran am ie n to pau­

66 ‘D ióloyM T^edaqóyúMi. Año VII, N° 14, octubre 2009. Pág. 53-71


ARTÍCULOS

latino de las redes de contención insti­ actual generación de jóvenes. Así, por
tucional, civil y política. ejemplo, la segm entación social de las
experiencias de formación y la diversifi­
La descoordinación de las propues­
cación de las oportunidades de acceso
tas y los esfuerzos políticos en el área
a redes de información y conocim iento
de form ación educativa de los jóvenes
dem uestran y exponen que los circu i­
a nivel informal y formal demandan so­
tos de distribución del conocim iento es­
luciones estructurales que se com pro­
tán perm eados por un sustrato de des­
metan con la pluralidad de los contex­
igualdad y parcelam iento.
tos y que posibiliten la inclusión de los
actores involucrados en el proceso de En este sentido, la inclusión de los
diseño, tran sposición y evaluación de jóvenes debe ser asumida en el marco
las políticas educativas y sociales. de una estrategia sinérgica basada en
la concatenación de:
D iversas in v estig acio n es e la b o ra ­
das sobre los problemas de la integra­ a) estrategias públicas y privadas d es­
ción ex p e rim e n ta d o s por los jó v en e s tinadas al apoyo integral de los jóve­
subrayan el aporte positivo de la edu­ nes, a partir de un ensam ble de ac­
cación en la inclusión social, que ade­ ciones y programas;
más trae a p a re ja d a la c o n q u ista de
b) reformas laborales y sociales que fa­
mejores oportunidades laborales y so ­ vorezcan la orientación en la transi­
ciales a largo plazo.
ción de los jóvenes, como por ejem ­
A pesar de que la educación ha de­ plo, políticas activas de promoción del
jado de operar como una institución ca­ crecimiento económico, créditos para
paz de ofrecer oportunidades equitati­ estudio y especialización, programas
vas de carácter universal y medios legí­ de entrenam iento laboral, etc.;
timos para mejorar la participación de c) apoyo local a las redes y a las iniciati­
los jóvenes en la vida social, ésta sigue vas civiles y sociales que consideren
representando una vía idónea para la y privilegien la participación de los
integración social. jóvenes;
Ya no es más la vía de integración d) expansión de formas de mediación so­
social por anto nom asia, se co n vie rte cio educativa que se generen desde la
ahora en un medio de progreso relati­ escuela y que estén en articulación con
vo, que requiere del apoyo de otros las demás organizaciones sociales (con­
medios de promoción para poder co n ­ trapartes) que interactúan en la proxi­
quistar la finalidad de increm entar las midad de los mundos de la vida juveni­
chances de p articipación social plena les (Aparicio, 2007b).
(Salvia & Tuñón, 2002).
El sistema educativo posee una do­
Ha q u ed ad o e v id e n c ia d o q ue la ble función indelegable: la primera se
educación por sí sola ya no resulta sufi­ refiere a la prom oción de los procesos
ciente para garantizar un futuro auspi­ de socialización de los jóvenes, y la se­
cioso en referencia a las perspectivas gunda se perfila a favorecer la transición
de participación social y laboral de la hacia el mundo laboral y la vida adulta.

i . Año VII, N° 14, octubre 2009. Pág. 53-71 67


Los jó v e n e s y la lucha p o r la inclusión educativa..

Ahora bien y pensando en la situa­ e sce n a rio s y tra y e c to ria s so cia le s de


ción específica de los grupos más vul­ los jóvenes, debería favorecer la cons­
nerables, se precisa garantizar mayor y trucción de mecanismos políticos e ins­
m ejor escolaridad y, paralelam en te a titucionales efectivos, la habilitación de
ello, se debería generar para todos una espacios de negociación y debate a ni­
formación más integral, vinculada al de­ vel intra e Ínter institucional, el incre­
sarrollo humano, cultural, social y local mento y la diversificación de las o p or­
que supere la simple distribución de ha­ tunidades de capacitación e in v estig a­
b ilid ad es p rácticas, de info rm a ciones ció n p a ra el p e rs o n a l d o c e n te y
pertinentes, de com petencias técnicas directivo, la inclusión de nuevas d irec­
y de conocim ientos generales. tric e s m e to d o ló g ica s, te c n o ló g ic a s y
cu rricu lares que aproxim en el m undo
Aprender a aprender implica apren­
de los jóvenes a la escuela; vale decir
der a reflexionar sobre sí y el mundo, e
que hagan de la escuela y de la educa­
involucra inexorablemente poder organi­
ción un referente cotidiano, confiable e
zar las propias competencias, intercam­
id e n tifica n te , capaz de d ar sentid o a
biar ¡deas, resolver colectivamente con­
los proyectos biográficos y los anhelos
flictos y proyectar intereses y anhelos. Sin
sociales.
pretender menospreciar el valor objetivo
que tienen el capital social y cultural en Para la validación de los jóvenes como
virtud a las exigencias laborales, produc­ actores estratégicos del desarrollo es una
tivas y económicas, creemos que en Ar­ condición sirte qua non avanzar en la ela­
gentina se tendría que seguir avanzan­ boración de una propuesta educativa idó­
do en la consolidación de una perspecti­ nea, atractiva e instituyente, con capaci­
va s o c io - p e d a g ó g ic a m ás a m p lia e dad de visibilizar la oportunidad que en­
implicante. Sólo así la educación podrá carna la formación de las nuevas gene­
convertirse en una alternativa instituyente raciones en el arduo proceso de construc­
y creíble frente a la impronta descollante ción de una sociedad más incluyente,
de la marginalidad y la dualización social. pluralista y democrática.

La recuperación del contenido ins­


titu y e n te de los p rocesos educativos, Original recibido: 23-10-2008
p ensand o en ias actu ales dem andas, Original aceptado: 02-03-2009

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