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"Los Nombres Del Padre En La Posicion Del Analista"

(*) Escuela Freudiana De Buenos Aires. 1998.

Cristina Calcagnini

La problemática teorización lacaniana sobre los nombres del padre, suscita interrogantes que
me han estimulado en una interesante tarea de investigación.

En esta ocasión la pregunta que me guía es sobre los nombres del padre en la posición del
analista en la transferencia, en particular en las intervenciones en lo real.

ALGUNAS NOTAS SOBRE LOS NOMBRES DEL PADRE

Es en la última clase que Lacan diera en el seminario de La angustia, donde anuncia que su
próximo seminario girará alrededor no sólo del nombre sino de los nombres del padre.

Y allí nomás anticipa por qué camino intentará seguir y cual es el eje hacia el que apunta.

Comenta que no es por nada que en el mito freudiano, el padre intervenga de la manera más
evidentemente mítica como aquél cuyo deseo sumerge, aplasta a los demás. Y pregunta si no
hay aquí una evidente contradicción con el hecho de que por su intermedio se opera la
normalización del deseo en las vías de la ley.

¿Es esto todo, insiste Lacan?. Avanza planteando que en la experiencia advertimos la
carencia de la función paterna, y el mantenimiento del mito atrae nuestra atención sobre la
necesidad de articular el apoyo de esta función y se pregunta si en la manifestación de su
deseo el padre sabe a que a se refiere dicho deseo.

Luego, afirma que el padre no es causa sui, de acuerdo con el mito religioso, sino sujeto que
ha llegado lo bastante lejos en la realización de su deseo para reintegrarlo a su causa
cualquiera que sea, a lo que hay de irreductible en la función del a, como aquello que nos
permite articular el principio de nuestra búsqueda misma.

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Enfatiza Lacan, que este desconocimiento deja una puerta abierta..."Siempre lo supimos no
hubo necesidad del análisis para mostrárnoslo pues creí poder hacerlo manifiesto en un
diálogo de Platón: El banquete.

El objeto a, es nuestra existencia más radical, la única vía en la cual el deseo pueda
entregarnos aquello en lo cual nosotros mismos tendremos que reconocernos, ese objeto a
debe ser situado como tal en el campo del Otro, y no sólo tiene que ser situado allí sino que
allí es situado por cada uno y por todos. Y esto es lo que denominamos posibilidad de
transferencia"...

Finalmente agrega que no hay superación de la angustia sino cuando el Otro ha nombrado.

Podemos inferir entonces, que se introduce en la problemática de los nombres del padre
precisamente para interrogar en el mito freudiano, y en los mitos religiosos al padre en
relación al objeto a causa de su deseo. ¿Por qué? Precisamente porque se trata de avanzar
en la problemática clínica, en el despliegue de la transferencia en relación al a, que ya
anticipara en el agalma que Alcibíades ubica en Socrates. Ya que como afirma Lacan lo que
hace del psicoanálisis una experiencia única, es esta búsqueda del agalma en el campo del
Otro.

..."Varias veces les interrogué sobre lo que conviene que sea el deseo del analista para que si
impulsamos las cosas más allá del límite de la angustia , el trabajo resulte posible..." ...sin
duda que el analista sea aquel que ha podido en la medida que fuese y por algún sesgo, algún
borde reintegrar su deseo en ese a irreductible y en grado suficiente como para ofrecer a la
cuestión de la angustia una garantía real..."(1)

En este recorte de citas que produje, se puede leer anticipadamente que en la conjunción del
objeto a causa del deseo del padre, el objeto a en la transferencia y el deseo del analista, se
abre la clave de la eficacia del psicoanálisis.

El seminario prometido sobre los nombres del padre, se limitó a una sola clase, la del
20-11-63, ya que por cuestiones políticas Lacan decidió interrumpirlo.

Es en ella que Lacan se pregunta por qué ese plural referido a los nombres del padre. El ya ha
hecho su aporte cuando trabajó en seminarios anteriores sobre la forclusión del nombre del
padre en la psicosis, la metáfora paterna, el padre simbólico, imaginario y real, y lo
concerniente a la función del nombre propio y cuando hablando sobre la transferencia abordó
el drama del padre en Claudel.

Lacan considera que es erróneo avanzar si no retoma lo que es del orden eclesiástico, para

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interrogar a los padres de la Iglesia. Hace referencia a San Agustín, quien ha sabido hablar
sobre el hijo, y sobre el espíritu santo pero, vaya uno a saber, por qué cuando se trata del
padre, que fuego, que real lo hace detenerse.

El deseo de Lacan es ir más allá de lo que hasta ese momento y de la mano de Freud pudo ir,
así dice que lo que estorba en el misticismo judío y en el cristiano es la incidencia del deseo
del Otro. Sitúa un interrogante: ¿quién habla más allá de aquel que habla en el lugar del Otro,
y del cual el sujeto cada vez que habla toma la voz? . Remarcando que si Freud pone el mito
del padre en el centro de su doctrina es en razón de la inevitabilidad de esta pregunta.

Así nos advierte que la detención del psicoanalisis se produjo por no haber osado en relación
a esta cuestión, ir más allá.

Ir más allá del mito, lo cual implica derivar hacia tres terminos: el goce , el deseo, y el objeto.

La interrupción del seminario constituye una reacción a las medidas discriminatorias de la IPA
que la Sociedad Francesa de Psicoanalisis confirma en lo que a Lacan concierne. La
excomunion de Lacan identificada a la de Spinoza de la comunidad judía se produce al
término de una prolongada inquisición en la que Lacan es excluido de la lista de analistas
didácticos de la S.F.P.

La puerta abierta al tema de los nombres del padre se prolongó durante muchos años a los
largo de los cuales renovaba su promesa de no hablar nunca más de ellos. No obstante no se
ahorraba algunos comentarios que dan cuenta de sus molestias frente a lo que fue la falta de
apoyo de sus colegas.

Se entremezclan aquí los problemas que Lacan tuvo con la IPA, con lo atrevido de su
propósito de trabajar algunos nombres del padre, 2 o 3 según su decir, no más, ya que
implicaba avanzar interrogando los nombres de Dios en la tradición judía. Intentaba poner en
cuestión el deseo de Freud en relación a algo que no había sido analizado nunca.

Tuvo que renunciar a enlazar el estudio de la Biblia a la función del padre. (2)

Así dice Lacan:

..."ese lugar de Dios el padre es el que designé con el nombre del padre y que me proponía
ilustrar en mi seminario, cuando un pasaje al acto de mis colegas psicoanalistas me ha
forzado allí a ponerle punto final despues de mi primera lección. No retomaré jamás este
tema, viendo allí el signo de que esta marca , no podría ser abierto aún por el
psicoanálisis..."(3)

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Es recién en noviembre del 73 en su seminario 21, cuando va a abordar por la vía de "Les non
dupes errent", (los no incautos yerran), lo que consuena con Les noms du père (los nombres
del padre). Estos dos términos que consuenan tan bien, dirá, hablan del mismo saber, en el
sentido que el inconsciente es un saber del cual el sujeto puede descifrarse. Renueva
entonces el enigma del saber en lo real.

Por otro lado trasmite que es la madre la que amoneda el nombre del padre. La madre es
reducida a trasmitir ese nombre (nom) por un no (non), justamente el no que dice el padre. Es
en el decir no que amoneda la voz de la madre en algunas prohibiciones, que se pone en
juego la eficacia del padre simbólico.

Afirma que el Nombre del padre no puede sustituirse, por el nombrar para algo con que la
madre se basta por si sola para designar su proyecto , para indicar su camino.

El nombre el padre es instaurado como nombre por la madre. Es ella la que instaura ese lugar
tercero entre ella y el hijo.

Es el tiempo en el que Lacan propone al nudo borromeo para dar cuenta de la estructura del
sujeto. Lo real, lo simbólico y lo imaginario, R S I, habla de la equivalencia de registros cuyas
cuerdas al anudarse permiten ubicar en el agujero central al objeto a, que como muy bien nos
recuerda, es su invento.

E. Porge, puntualiza que hay en R S I una solución a los problemas planteados por el nombre
del padre, ya que Lacan no volverá a recordar públicamente la interrupción del 63, ya que solo
puede plantear la solución del problema con el nudo.(2 )

Va a avanzar preguntándose si el anudamiento necesita de una función suplementaria de un


toro más, la llamada función del padre.

Es el 11-3--75, cuando define que los nombres del padre, son lo simbólico, lo imaginario y lo
real, en tanto son los nombres primeros, que nombran algo.

Dar nombre, eso que fue trasmitido por Dios al parletre. Lo dice de esta manera:

..."En fin, no hay nada más amonedable que la religión...,el hommoinsun Dios, el verdadero de
verdad, es El(Lui), EL nombre a perder como los otros, a dejar caer a perpetuidad.

Luego dirá que los nombres del padre, son lo a nombres del padre.(4)

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Ya no se trata sólo del padre como nombre sino del padre como nombrante.

Nombrar, decir, es un acto.

Nombres del padre puede haber un número indefinido de ellos pero remarca que la
nominación es lo único que hace agujero, y es situada como el cuarto elemento.

En Le synthome situará en el cuarto al sinthoma, y también al padre, en tanto que perversión


no quiere decir sino versión hacia el padre, y afirma que el padre no es en suma más que un
sintoma, al igual que el complejo de Edipo.

Es interesante como Lacan interrogando el mito judío va cercando entre otras, la cuestión
problemática del goce del padre pero sin embargo es en el mito cristiano donde puede leer la
perversión.

El 10-2-76 dirá que la imaginación de ser el redentor en nuestra tradición al menos es el


prototipo de lo escribe como perversión. En la medida en que hay relación de hijo a padre que
ha surgido esta idea de redención, que califica de chiflada.

Freud ha tratado de desembarazarse de ese sadomasoqusimo, único punto en el que hay


relación supuesta entre el sadismo y el masoquismo. El sadismo es para el padre y el
masoquismo es para el hijo. El ha visto algo más antiguo que la mitología cristiana y que es la
castración. El falo es eso se trasmite de padre a hijo, y comporta algo que anula el falo del
padre, antes de que el hijo tenga derecho a portarlo. Es esencialmente a esta transmisión
simbólica que Freud se refiere en la idea de castración.

Sitúa aquí que Joyce suple su carencia de padre con su arte.

El síntoma es lo que permite que R.S.I se mantengan juntos. Y dirá que el psicoanálisis no
puede concebirse de otro modo que como un síntoma.

La hipótesis del inconsciente no puede sostenerse más que de suponer el nombre del padre, y
esto es Dios.

Es por eso que del psicoanálisis de tener éxito, prueba que del nombre del padre se puede
prescindir a condición de servirse de él.

El 11-5-76dirá que la pere versión es el amor que se puede calificar de eterno, y se relaciona
con la función del padre, en tanto el padre es el portador de la castración. La pere versión, es
la ley del amor al padre. Es el amor del hijo hacia el padre, es la esencia del padre idealizado.

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Esta vuelta que logra producir con los nudos, nos retorna al planteo que en el inicio remarqué
en relación, a que el padre con su deseo aplasta a los demás. Esta nueva lectura que produce
en la palabra perversión, allí donde incluye en per, pere, padre, traducida como versión hacia
el padre, y también como versión del padre. Nos permite pensar en la transmisión del estilo de
goce del padre, en lo real del padre.

Cuando Lacan nos dice en R S I (21-1-75 que no importa que el padre tenga síntomas si
agrega a ellos el de la perversión, única garantía de la función del padre: que su deseo sea
causado por una mujer, que la quiera para darle hijos y que a estos los quiera o no les brinde
un cuidado paternal. Nos plantea al padre como sujeto deseante, atravesado por la castración
única garantía de la función del padre, que es la función del síntoma. Podríamos decir que es
la garantía que el padre aporta, que da soporte a la deuda simbólica del lado del hijo.

Cuando la versión del padre no está dirigida a una mujer que cause su deseo el hijo queda
expuesto a ese lugar de objeto de goce del padre, hipotecando su acceso al deseo.

...."Eso debe ser el padre, en tanto no puede ser más que excepción. Solo puede ser modelo
de la función al realizar su tipo. Poco importa que tenga síntomas si agrega a ellos el de la
perversión....La normalidad no es una virtud paterna por excelencia, sino el justo me-dios o
sea el justo no decir".

¿No es esta una nueva definición que Lacan produce sobre la reiterada pregunta sobre la
función fallida del padre?

Efectivamente con esta definición reordena, lo que en el mito freudiano aparecía como
contradictorio.

Ubica al padre de la excepción, el al menos uno, enlazado al modelo de la función, según el


estilo que despliegue, y por estructura pone en juego el síntoma del padre, en tanto su deseo
es causado por una mujer.

Puede nombrar a partir del reordenamiento que con el nudo produce, lo real del goce del
padre, en la perversión leída como la versión del deseo del padre hacia su mujer.

ENTRE LOS NOMBRES DEL PADRE: EL HOMBRE ENMASCARADO

En un breve comentario que Lacan hiciera el 1-9-74 sobre la representación teatral "Despertar

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de primavera", de Frank Wedekind indica que entre los nombres del padre, existe el del
hombre enmascarado. (5)

Voy a realizar un breve desarrollo sobre esta historia para abordar luego el comentario que
hace Lacan sobre ella, ya que apunta al meollo del eje que intento desplegar.

Se trata de una obra de teatro del año 1891 recordada como una tragedia infantil que fuera
comentada por Freud y sus discípulos en una reunión de los miércoles. Como sucede con la
literatura anticipa la problemática adolescente antes de que el psicoanálisis hablara de ello.

Lacan para trabajar la problemática relación del deseo del sujeto en relación al deseo del Otro
se vale de obras trágicas: Edipo, Hamlet, Antígona, La trilogía de Claudel, podríamos también
incluir en esta serie al Despertar de primavera..

La tragedia entonces da cuenta del malentendido permanente en esa confrontación del deseo
del sujeto con el deseo del Otro.

Voy a realizar un pequeño recorte de la obra centrada en tres personajes. Melchior, Mauricio y
el Hombre enmascarado.

Melchior será quien desde su curiosidad jugará el papel más interesante. Amigo de Mauricio
compartirán las preocupaciones escolares y sus charlas sobre sexo.

Así se preguntan si han sentido las excitaciones sexuales, Melchior dice que hace un año que
sabe sobre eso, y Mauricio responde que para él fue como si hubiera caído un rayo.

Melchior le pregunta si soñó. A lo cual Mauricio responde que un sueño rápido:.. " Unas
piernas, una malla celeste. Las vi sólo un momento.."

En cambio un amigo de ellos soñó con la madre.

Interesante el recorte, podemos acotar que para soñar con las muchachas primero la madre
tiene que estar perdida.

Mauricio hace referencia a sus remordimientos. La angustia mortal por lo que sintió. Luego se
calmó y se puso a escribir los recuerdos de su vida.

Melchor le responde que el estaba mas o menos preparado y que se avergonzó un poco nada
más.

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Lacan plantea a raíz de esta obra que para los varones el despertar sexual no es sin el
despertar de los sueños, ya que portan la clave del deseo del sujeto.

.Mauricio plantea otra pregunta: .. " ¿Cómo vine al mundo? ¿Cómo vine a caer en este
torbellino del mundo?

Melchior le replica: " ¿Cómo, no lo sabes aún?

.." ¿Cómo he de saberlo?

Frente a lo real de la pulsión se plantea la necesariedad de la palabra del Otro para procesar
no sólo lo atinente al acto sexual, sino también las consecuencias del mismo.

La información para Mauricio llega por la vía de las palabras de su amigo para quien su
ateísmo le permitía indagar sin culpa en los problemas de la vida.

.. "Has visto a los perros como lo hacen, has visto a las muchachas.."

Mejor estudiemos, replicará Mauricio, quien no puede estudiar y puede perder el año.

Pensando en sus exámenes, anticipa que si no aprueba, a sus padres les hará daño y así
charlando con su amigo, recordará un cuento que le contaba su abuela.

Se trata de "La reina sin cabeza"

Era una reina hermosa, más hermosa que el sol, pero había venido al mundo sin cabeza. No
podía comer, no podía ver, no podía reírse.

Se hacía comprender con la ayuda de sus manos que eran pequeñas y suaves. Sus piecitos
lindos, pateando promulgaban sentencias de muerte y declaraciones de guerra.

Pero un día fue vencido por un rey que tenía 2 cabezas, que todo el tiempo peleaban entre sí.

El mago del reino tomó la cabeza más pequeña y se la plantó a la reina. El rey se casó con
ella y las cabezas dejaron de pelearse. Se besaban en la frente, en las mejillas y así vivieron
muchos años muy felices.

El cuento de la abuela, da cuenta que es por la mediación de la magia, no por un acto del
sujeto, que el rey le da una de sus cabezas a la reina. Escuchamos en esto, una teoría sexual
infantil sobre las relaciones entre hombres y mujeres.

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¿Qué dice Mauricio de este cuento? Dice que no puede olvidarlo. Cada muchacha con la que
habla se le presenta como la reina sin cabeza. Finalmente piensa que es posible que un día le
planten a él otra cabeza.

Más adelante dirá: ... "La mujer Melchior goza como los dioses. Se resiste debido a su
naturaleza. Hasta el último momento aparta de sí la amargura, para dejar caer sobre ella
luego un cielo de felicidad.

La mujer teme el infierno, aún en el momento en que divisa su florido paraíso. La mujer apura
un ánfora sobre el cual no se ha posado ningún aliento terrenal, un vaso de néctar cuyo
contenido brillante y ardiente ingiere.

Comparado con esto el placer que el hombre pueda sentir parece gastado..."

Mauricio procura dar respuesta a esa pregunta que todos los hombres se hacen sobre como
goza una mujer, también supone que el goce masculino de ninguna manera es comparable
con el de ella.

Este saber supuesto idealizado sobre la mujer, lo deja identificado en posición femenina,
esperando que le den la cabeza que le falta.

La escena en que Mauricio anticipa su suicidio lo encuentra diciendo que la vida se le ha


vuelto de espaldas y que del otro lado, aludiendo al más allá, le hace señas cariñosa la reina
sin cabeza, ya que supone, que en sus brazos encontrará la compasión.

Busca consuelo tal vez para su desventurada vida adolescente cuando no puede resolver su
situación escolar y ante la imposibilidad de hacer frente a la problemática que lo acosa ante
sus padres. Ha fracasado en sus estudios y se suicida.

Podríamos decir que por no poder hacer caer a la reina sin cabeza, el que perdió la cabeza
fue él.

.... "No diré a nadie que retorno a la nada, sin haberlo probado. Haré creer que lo he hecho
todo. Da vergüenza haber sido hombre y no haber conocido lo humano..."

En el camino hacia su muerte, se encuentra con Ilse personaje que va de cama en cama sin
problemas, quien le propone irse a la cama con él pero la rechaza.

El padre de Mauricio en su entierro dice que el chico no era de él, que nunca le gustó ni de

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pequeño.

Ni siquiera se pregunta por lo que le podía estar pasando, lo rechaza por no poder hacerse
cargo de la responsabilidad que sin saberlo su hijo le transfiere, en el pasaje al acto que
produce.

Por ahí del muerto se dice que le falta la cabeza.

Melchior queda situado como culpable por un escrito sobre el coito que le diera a Mauricio, y
por sus relaciones con Wendla (el personaje femenino principal) es enviado por los padres a
un reformatorio.

En el último acto se escapa y va al cementerio. Se encuentra con Mauricio con la cabeza en la


mano quien lo invita a unirse a los muertos.

En ese momento aparece el Hombre enmascarado, quien aparta la mano del cadáver, e invita
a Melchior a confiar en él, diciéndole que cuidará de su porvernir.

" ¿Quién eres, pregunta Melchior, eres mi padre?.

No reconoces la voz de tu padre, le responde el enmascarado. Y agrega que el padre está en


brazos de la madre.

.... "Te mostraré el mundo, si tuvieras una cena caliente te reirías del cadáver... "Le informa
que Wendla murió por los abortivos que le dio la madre y agrega.... "te guiaré entre los
hombres. Te proporcionaré la ocasión de ampliar tus horizontes de un modo fabuloso. Haré
que sin excepción conozcas todo lo interesante que el mundo encierra..."

Mauricio acota: "deja que te ampare, y aprovéchate, aunque este muy disfrazado es al menos
lo que es..."

Melchior a su vez pregunta, ¿cree Ud. en Dios, qué piensa de la moral?

El enmascarado le dice, que a veces cree, y que la moral es el producto de dos cantidades
imaginarias, deber y querer. Vemos como en esta definición incluye junto a lo que se espera
en lo que se debe, lo que es del orden del deseo del sujeto.

Mauricio le dice que de haberlo sabido antes no se hubiera matado, ya que a causa de sus
padres, por honrarlos agarro el arma mortal.

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¿Qué es lo que el enmascarado les esclarece?

.."Tus padres sólo se hubieran enojado.

Melchior responde de los sueños, recordemos que hay despertares que son del orden de la
pesadilla.

La trama del sueño da soporte, a ese real de la sexualidad que invade, que rompe la pantalla,
en tanto se produce una profunda conmoción imaginaria.

Quiero resaltar que en tanto no hay iniciación, no hay recursos en nuestra cultura que desde
lo simbólico sancionen que se es hombre o mujer, sino que el sujeto es atravesado por la
experiencia, que sin duda depende de cómo haya transitado el primer tiempo de la sexualidad.

La posibilidad de que el despertar adolescente no sea una verdadera catástrofe para el


devenir subjetivo no es sin la inscripción que la operatoria de la función paterna produce en
relación al Otro primordial.

Es decir, que la madre está prohibida y el sujeto ha caído del lugar de falo para el Otro,
gracias a la mediación de la metáfora paterna y se ha identificado a las insignias de su sexo,
que deberán ponerse en juego en la escena con el otro sexo.

No hay relación sexual, no hay relación de igualdad de un sexo con el otro, hay desencuentro.

Tanto el hombre como la mujer deberán pagar el precio de la castración para poder acceder al
encuentro de su partenaire en el juego sexual.

Dice Lacan:

... "Queda el hecho de que un hombre se hace el hombre al situarse como uno entre los otros,
al incluirse entre sus semejantes . Para ello tendrá que pagar el precio de la castración,
ubicarse atravesado por la función fálica."

Reitero, la castración, eso que se trasmite del padre al hijo y que da cuenta de que el padre
renuncia al falo, mucho antes de que el hijo tenga derecho a portarlo.

Cuando en la adolescencia el sujeto empieza a hacer sus pruebas, y a poner en juego sus
insignias fálicas la confrontación con el padre se pone en escena. Si del lado del padre este
no ha podido donar la castración, la historia se complica.

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La pere versión, del lado del hijo, es la ley del amor al padre, ir más allá de este amor,
después de haberse servido de él, es lo que se empieza a poner en juego en la adolescencia.

El hombre enmascarado interesante personaje que nos permite precisar la eficacia de quien
no es el padre, no es el diablo, no es dios y sin embargo logra arrancar a Melchior de las
garras de la muerte.

Dice Lacan:.

... "¿Pues cómo saber que es si está enmascarado y acaso aquí el actor no lleva máscara de
mujer? La máscara sólo ex-sistiría en el lugar vacío donde pongo La mujer, mediante lo cual
no digo que no haya mujeres. La mujer como versión del Padre, sólo se ilustraría como Padre
versión como Perversión. Como saber si como lo formula Robert Graves, el Padre mismo, el
padre eterno de todos nosotros no es más que el Nombre entre otros de la Diosa Blanca
aquella que su decir se pierde en la noche de los tiempo , por ser La Diferente, Otra siempre
en su goce, al igual que esas formas de infinito cuya enumeración sólo comenzamos al saber
que es ella la que nos suspenderá a nosotros."(6)

El hombre enmascarado detrás de cuya mascara bien puede estar ubicada la diosa blanca, la
mujer de los sueños en la que el hombre cree, y porque no, el analista, es uno de los nombres
del padre, en tanto su intervención permite al sujeto ir tras su deseo. Sustraerse al goce
mortífero al que intenta arrastrarlo su mejor amigo, siguiendo a quien dice saber sobre eso
que nadie sabe, cual es el camino adecuado para cada hombre.

El analista es el único llamado a cubrir ese lugar de saber, de un saber que no se sabe cual
es. En el sentido del inc, de lo no sabido que sabe.(7)

Se trata de la transferencia, de poder sostener ese lugar de semblante, de enmascarado sin


saber cual es la mascara que lo cubre, pero si hay un saber que no puede eludirse: el saber
hacer, el de la eficacia de las intervenciones que sustrae al analizante de la posición de objeto
para el goce del Otro que le impide avanzar hacia su deseo

EL NOMBRE DE NOMBRE DE NOMBRE DEL PADRE Y LA POSICION DEL ANALISTA

.."Entre los nombres del padre existe el del hombre enmascarado, pero el padre tiene tantos
nombres que no hay uno que le convenga, sino el Nombre de Nombre de Nombre. No de
Nombre que sea su nombre propio sino el Nombre como exsistencia. O sea el semblante por
excelencia. Y el hombre enmascarado dice eso bastante bien...."(5)

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Observemos que en esta frase se pone en juego el nombre, el semblante y la existencia.

El hombre enmascarado dice bien de uno de los nombre del padre que incluye a los tres.

Recordemos que se trata de un texto de septiembre del 74, Lacan ya tiene el nudo, lo cual
implica que lo que es del orden de la existencia es lo real, la consistencia da cuenta de lo
imaginario y el agujero de lo simbólico.

Unos meses después, vuelve a mencionar el Nombre de Nombre de Nombre del padre, en
marzo del 75,cuando,(como queda planteado en la primera parte de este texto) define que los
nombres de padre son lo real lo simbólico y lo imaginario, agregando que el no incauto de este
nombre de nombre de nombre del padre, erra, y agrega que sin eso eternidad para la
decisión.

Tal vez fuerce un poco la frase, pero me parece que lo que Lacan está planteando es que
detrás de la máscara. Recordemos que también se trata de la voz que atraviesa la máscara.

Preferiría pensar el semblante desde el nudo.

Voy a tomar del texto Semblante y Real, la definición que nos propone Alba Fresler.

Ella dice que se trata de la cubierta imaginaria de un real, recortado, anudado por lo simbólico.
Aclara que la noción de semblante va directamente al blanco de la posición del analista, en la
medida que le exige, le reclama sostener un lugar desprendido tanto de su ser, como de su
existencia como sujeto.

El analista sostiene este lugar ya que pone en juego su deseo de analista. (9)

Se trata de ese tiempo del análisis en que el analista es convocado por el discurso de su
analizante a sostener el lugar del semblante del objeto a.

No se trata de que el analista todo el tiempo ocupa el lugar de semblante. Recordemos que
hay un primer tiempo en la transferencia en que el analista ocupa para el discurso de su
analizaste el lugar del sujeto supuesto saber, tiempo en el que el acento está puesto en la
vertiente simbólico imaginaria. Luego, en tanto el análisis avanza el discurso va virando y se
empieza a desplegar lo real.

Allí donde el analista es llamado hacer semblante del objeto a, en tanto portador del agalma
para su analizante.

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Es la cara real de la transferencia . La que lo lleva a Lacan a decir en el seminario 21, que el
analista es el fuego fatuo, no el fiat lux. Luego aclara que sabe a cierta pestilencia.

¿Qué quiere decir con el fuego fatuo?

El diccionario, vino en mi ayuda. El fuego fatuo es una llama ligera que suele producirse por la
inflamación espontánea de ciertos gases desprendidos de las sustancias orgánicas en
putrefacción principalmente en los cementerios o lugares pantanosos y que parecen andar al
ser movido por la brisa. Qué interesante metáfora usa Lacan!

El analista no opera más que con palabras, y aclara que en el análisis actuamos para salir del
sufrimiento, y llegado el caso nos metemos en él con todo.(11)

Es el tiempo en que las intervenciones en lo real que el analista produce con su acto van a
inscribir, a producir un corte en el discurso de su analizante en relación al goce.

Isidoro Vegh nos propone que la clínica lacaniana articula la función del padre, a la
intervención del analista en lo real.(10)

Lacan nos aporta que el nudo soporta la práctica analítica. (11)

Aclara más adelante Lacan que está tratando de dar al discurso analítico un lugar real de
existencia Luego se pregunta que es lo que ex-siste, y aclara que lo que ex-siste es lo que da
fundamento al decir.

El nudo es un modo de escritura , que presentifica el registro de lo real.

Ahora bien, para que el analista pueda ser ubicado en ese lugar de fuego fatuo, primero tuvo
que haber pasado por el lugar del - !Fiat lux !, esas palabras que en el origen Dios dijo.

Quiero recalcar que no hay acto posible si la transferencia, el S.S.S. no se ha instalado, ya


que la intervención analítica lejos de producir su eficacia puede interrumpir, producir la caída
de la escena del análisis.

.El analista desde su posición sostenida en su deseo de analista, presta su presencia, da su


palabra y sustrae con su acto al sujeto del goce en el que está apresado.

Retomo, para concluir, la pregunta que me hacía al comenzar sobre la relación entre los
nombres del padre y la posición del analista en la transferencia, en las intervenciones en lo
real. El camino que encontré para una respuesta posible es el que por la senda del

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Enmascarado Lacan nos propone.

Propongo para pensar y abrir a la discusión que la posición del analista en la eficacia de la
intervención en lo real se soporta del Nombre de Nombre de Nombre del Padre, no del
Nombre propio, sino del Nombre en relación al semblante y a la existencia. Nombre,
semblante y existencia, concluyo, que es otro modo de decir el anudamiento de lo simbólico,
lo imaginario y lo real, soporte en la transferencia del objeto a.

NOTAS Y REFERENCIA BIBLIOGRAFICAS

(1) J. LACAN, Seminario de La angustia, inédito, clase 3-7-63.

(2) E. PORGE, en Los nombres del Padre en L. Lacan. Ed. N. Visión. Cap "El viraje del Otro al
otro", dice así:

..."Al entrar en el terreno de los nombres del padre ligado a las raíces religiosas se mete en el
Antiguo testamento que es terreno de la tradición judaica de Freud. )

Recordemos que en la única clase que da presenta el nombre de Dios en el Antiguo


Testamento, el sacrificio de Isaac y el episodio de la zarza ardiente con Moisés.

El término nombre del padre permite a Lacan tomar en cuenta la tradicion judía de Freud y
echar un puente entre Totem y tabú, y el Antiguo Testamento sin caer en el error de concebir
al psicoanálisis como ciencia judía.

(3)J.LACAN La equivocación del Sujeto Supuesto saber. (14-12-67)inédito.

(4)J. LACAN Seminario R S I, inédito

(5)EL DESPERTAR DE LA PRIMAVERA, J. LACAN en Intervenciones y Textos 2.Ed.


Manantial

(6) Recordemos que en las formulas de la sexuación , para situar esta referencia que Lacan
ubica a La mujer con mayúsculas, en el lugar del No existe una que diga no a la función fálica.
Si existiera una sería el lugar de Dios, que es otro de los nombres del padre. Por eso toma
como referencia a la Diosa Blanca como la describe Robert Graves, es la musa inspiradora de
los poetas, y a quien ellos rinden culto. Toma diversos nombres: La Luna, Cardea, Cranae,
Artemisa. Es una mujer muy esbelta, que se transforma súbitamente en lechuza, tigresa o
bruja repugnante. El motivo de que los pelos se ericen, los ojos se humedezcan, la garganta
se contraiga, la piel hormiguee y la espina dorsal se estremezca, cuando se lee un verdadero

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poema es que es necesariamente una invocación de La Diosa Blanca, o Musa, la madre de
toda vida, el antiguo poder del terror y la lujuria, la araña o la abeja reina, cuyo abrazo significa
la muerte...."

Se trata entonces de La Toda, La Mujer, La que no existe.

(7)SILVIA AMIGO, Clínica de los Fracasos del Fantasma, Ed. Homo Sapiens, Cap. IX, dice
así: ,..."Figura por excelencia del semblante, el analista tal como el Enmascarado deberá
ponerse en situación de abrir la cuerda sobre la que se manifiesta efectivamente pegoteado el
objeto a.

...Intervenciones en lo real, maniobras imaginarias literantes, construcciones interpretantes


serán llevadas a cabo tal como lo hace el personaje de Wedekin.."

(8) J. LACAN "Sobre la experiencia del pase" 3-11-73, inédito

(9) ALBA FRESLER Semblante y real. En.

(10) ISIDORO VEGH, Las intervenciones del analista .Ed. Acme Agalma, Cap. Intervención en
lo real.

(11) J. LACAN, Seminario 21, inédito clase del 14-5-74.

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