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GRAMATICA DEL DISCURSO WEE me Elec Toe h A DEL DISCURSO v so. SGRAMATICA D preposiciones, conectores y marcadores del discy; sO reposiciones, conjunciones y también algunos adverbi e wk LasPrPtminados como pantauas debido a la divesriat cos ste eden desempeiiar y a la dificultad existente en torno a asignar una cabegoea gue Pica asa diversidad. Es cierto que la denominacin de parc: revla ede. interés que desde siempre ha suscitado esta parte de la gramitica relegada en casi todos los manales (Bosque 1990a, p. 193). Dicho habitual desinterés no es jusif- cado, ya que tanto as preposiciones como las conjunciones son los principales so- pores de la subordinacin y de la articulacién sintictica de muchas lenguas. Enel plano discursivo esta importancia se acentiia, pues adverbios, conjuncio- aes interjecciones, locuciones adverbiales -e incluso sustantivos— participan de los procesos de gramaticalizaci6n que configuran los conectores y los marcadoresdisasi- ws los cuales actéian con una variadisima capacidad significativa. Asimismo, las pre- posiciones muestran diferentes valores relacionantes, que dan lugar a las locuciones adverbiales y construcciones prepositivas distinguidas entre sf a través del valor pro- porcionado por la preposicién. Podria afirmarse que esta heterogénea clase de ele- mentos gramaticales evidencia la variacién en el plano discursivo-pragmitico. Ademés, su complejidad resulta un factor en contra para poder establecer eficien- femente su estructura y funcionamiento. Con todo, Bosque (1990a, p. 194) nota gue aunque la denominacién particula estd siendo sustituida por la de enlace, conector Yuex9, no es facil recubrir todas sus funciones. Es necesario tener en cuenta, ade- més, que adverbios, conjunciones y preposiciones gozan de la movilidad sintactica "ecesaria que les permite absorber esas nuevas funciones. = ae do APesr de que histdricamente las preposiciones y las conjunciones han 6 "acionadas, formalmente es posible establecer relaciones diferentes °° eee con conceptos espaciales y las segundas con dan eon discus un pog, Me 19908, p. 197), lo cual permite apuntar a una CINTEE o. adver- big, he clara, basada en esa distinta especializacion. En e ee del dis- aint ge Ge principal tendencia es Ia de acta COMO Te ana ia al Vagus Veign (200, p35) iment rami en xi 84 tiempos inmemoriales tiene Feservado MG curso, que est Vinewlade. 1°? 20 € asi para el estudio de los marcadores ‘ne han surgido & al desarrollo de distintas vertientes metodologicss 4 145 Gramética del discurso Jos tiltimos afios y que tienen como objetivo el estudio del texto, 7 ae © de la conversacién. Coincido con esta autora en afirmar que el paso de la grams tica al discurso supone ir de un terreno consolidado a otro en vias de = lida- cién. Asi pues, divido este capitulo en tres apartados que estin relacionac los sutre siz las preposiciones, los conectores y los marcadores del discurso como categorias dife- rentes pero estrechamente relacionadas entre si. LAS PREPOSICIONES EN EL DISCURSO. Las preposiciones son elementos puramente gramaticales cuya funcién consiste en proporcionar un valor relacional a través de la dependencia sintictica. Su caren- cia de autonomia los hace depender de otro elemento para configurar su sentido, de ahi que sea muy dificil proporcionar un valor concreto a cada una de las preposicio- nes del sistema espafiol, pues su valor léxico se pone de manifiesto tinicamente cuando forma parte de un segmento oracional: para tu hermana, por la paz, hacia el frente, con la guitara, etc. Las preposiciones se oponen entre si para dar lugar a los di- ferentes sentidos gramaticales, sirviendo de soporte para articular la sintaxis. Aunque siempre condicionadas a las posibilidades combinatorias de estos elementos y a las limitaciones significativas (que no son pocas), las preposiciones en el discurso pue- den adquirir variados valores, algunos de los cuales se pueden definir en fancién de Ja distribucién geogrifica, como los usos del espafiol de América («en la mafiana» vs, spor la mafiana»), y otros en funcién de la creacién discursiva, que son los que ex- pondré en esta gramitica. Sin embargo, debido a esa limitacion de las preposiciones, €n cuanto que son y deben ser elementos relacionantes, los valores discursivos aisla~ dos son pocos, y deben ponerse en relacién con otros elementos del discurso. Asi Pues, en el discurso, lo més frecuente es encontrarse con locuciones prepositivas. El terreno de las Pteposiciones en espafiol ha sido siempre un punto de encuen- es HHCos, pues al tratarse de una categoria breve y tra, baste sefialar la obra de aoe de sus variadas combinacio- Preposiciones, conectores y marcadores del discurso jnventario de las construcciones sintécticas preposicionales con los verbos mis fie- cuentes de nuestra lengua. Este interés surge, segiin el autor, de la necesidad de abor- thr ls construcciones preposicionales mis frecuentes de la lengua espafiola que pro- yienen de la necesidad légica de establecer la secuencia de los términos en la cerructura sintictica, al tiempo que de la fuerza de ese engarce dependers Ja naturale- ma de a estructura (2001, p. 16). Ademis, es cierto que existen estructuras fijas y otras que no lo son tanto y que éstas pueden adoptar diversas variantes. La mayor o menor fijeza de estas estructuras depende de las caracteristicas del entorno discursivo que se- riel que finalmente decida si la construccién se gramaticaliza. El hecho de que las preposiciones no sean valores auténomos, sino elemen- tos relacionantes que no pueden utilizarse de forma independiente, implica que el efecto de la gramaticalizacién es casi inmediato, sobre todo en locuciones pre- positivas, aunque dicho proceso esti marcado por la determinacién de algunos verbos y tiempos verbales, de ahi que el ambito de cada preposici6n sea restrin- gido (véase Cifuentes Honrubia 2003, p. 208). A Definida por Morera (1988, p. 145) con el valor de puntuatidad, esta preposi- cién suele aparecer en locuciones o frases hechas gramaticalizadas en vias de gramaticalizacién (véase Nafiez 2001, pp. 21-23): «A no ser que. «Al ta Megar...» «Llovia a raudales» «Habia gente a montones» » Puede omitirse cuando es normativamente obligatoria ante complementos directos con referente personal: «Conozco [a duefia» frente a «Conozco a la dueiiar «La federacién no engafio la opinién piiblican frente a «La federacién no enga- 6 a la opinidn priblicar La gramaticalizacién de la forma imperativa del verbo mirar en sus formas mira, mire, da como resultado un marcador discursivo que suele aparecer en el inicio de turno de conversacién o a principio de frase, y cuya funcién discursiva es a de ser un vocativo enfitico mediante el cual se pretende fijar la atencién comunicativa sobre el oyente: ‘Mira, lo que yo te quiero explicar es cémo se llegar ‘Mira, es mis ficil lamarlo por teléfono que llegar hasta su casa» A: ¢Quieres comer algo?» B: «Mira, es que estoy a dieta desde ayer» Cada vez es mis frecuente el uso de los apelativos como marcadores del dis- Curso (mira, mire, ofga, oye..). St andlisis ha dado lugar a que se cuestione si real- poe Son marcadores, ya que su proceso de gramaticalizacién no parece ser "pleto al tener la posibilidad de flexiOn (ira, miren, mire). Pons Borderia (1998a, 161 Gramética del discurso 5.215) considera que los apeativos se convierten en indicadores de las a 4 nena. cidn en partes o secuencias de un texto, poseyendo una funcidn fitica que Re eo aor. lnciona con las circunstancias de la enunciacién, esto es, operando tanto an ca como cataféricamente: «Oye, oe, que en Teruel sf hace frior (1998a,p. 219) (fancién fatica) (Mira... qué te iba a decir?» (funcién fitica) 9 Para el autor, se trata de apelativos que, al estar relacionados con la funcién fatica de la lengua, no pueden ser clasificados como conectores, ya que de ser asf se descuidaria todo el peso de otros valores y se llegaria a una clasificacién ine. xacta (1998a, p. 227). 2, Marcadores reformulativos La funcién de los marcadores reformulativos es la de orientar la secuencia en forma diferente a lo expresado por el interlocutor o por el mismo hablante, repi- tiendo el contenido de la misma en otro sentido. Aparecen con unidades como bueno, pues, bueno pues, ast pues... «Me faltan tres temas por estudiar, bueno, dos por estudiar y uno por repasar» «No sabias qué ponerte?, bueno, pues aqui tienes esta ropa» «La felicité por su cumpleafios, pues sabia que era ayer» Como se observa, el valor discursivo de la reformulacién esté muy proximo en muchos casos al de la consecuencia-causalidad, sobre todo con la conjuncion pues, ya que es una unidad desprovista de significado léxico y su funcion que circunscrita a la relacién gramatical que establece con los elementos del enun- ciado. Su significado gramatical es conclusivo, consecutivo y causal, y por elo adapta perfectamente a los contextos en los que el hablante expone su idea on posicion, ya sea con respecto a algo que se le pregunta, ya sea con respect aus idea que desea presentar como relevante o propia. También es precise sen a que las funciones descritas en este apartado no son las que adopta este eg cuando acttia como conjuncién consecutivo-causal, donde exhibe sus caracte ticas gramaticales normativas, . stico Los marcadores oye y ojga adoptan la fancién de ser un vocative * que, al tiempo, reformula lo expresado anteriormente: Re Compra usted una mesa més barata pero, oiga, es de peor calidad» «No queriamos salir de casa porque, oiga, es que hacia mal tiempo” Preposiciones, conectores y marcadores del discurso Por su parte el marcador claro que marca el discurso en una opcién cokes que remite a un apoyo reformulativo y explicativo de laemisiGn que introduce: «ste banco tiene unos planes muy buenos, aro, son los primeros» «No sabian cémo dar las clases, claro, acababan de empezar» iEstaban muy contentos, claro que no podian demostrarlo» A partir de esa primera funcién se ha d é lesarrollado otra, que consti apoyo enfatico: que constituye un ‘A: gMe puedes prestar el coche?» B: «Claro (que si)» ‘A: Estos libros ya no son interesantes» B: «Claro, han pasado de moda» Un elemento con una marcada fancién reformulativa es hombre, cuyo valor discursivo es el de apoyar informativamente con énfasis la emisién en la que va sasemfo. Procede de la gramaticalizacién de un sustantivo que ha pasado a tener réximo al valor vocativo que los un valor alejado de su significado léxico pero p' Justantivos pueden poseer, de forma que sirve de apoyo de llamada de atencién sobre el oyente, tanto a inicio de emisién como a mitad de la misma, asi como respuesta: ya no venias!» «Hombre, jpensaba que tele «Hombre, jcuanto tiempo sin vert «Maria me dijo que se va a casar; hombre, yo me Jo imaginaba, pero no tan pronto» «Esta ciudad tie! 0 me guste la yerdura der su casa, hombre, es ne muchos monumentos; hombre, quisiera verlos todos» «No es que pero, hombre, prefiero evitarla gjuan va a ven que le falta dinero» A:egConocias los resultados de la encuesta?» Bz «Si, hombres A:egPuedes ayudarme a subir la maleta?» B: «Si, hombre» formulativo la forma entiendes, cuando no apare- rsacion. Asi, durante Ia emision, entiendes sitve para aportar cohesion a las frases, También adopta un valor re! ce como inicio de turno de conve! discursivamente para recontinuar él topico y 163 Gramtica del discurso :o durante la emisiGn como al final de la misma, ysirviendo de apoyo par 4 i : aatredes Ja atencién del interlocutor: Yo no queria caminar tanto, entiendes, entonces nos paramos un Momento» ‘Maria se compré esos zapatos ayer, entiendes, y no queria estrenarlos 3. Marcadores argumentativos y contraargumentativos La argumentacién y la contraargumentacién son muy frecuentes en el dis curso oral. Para ello, el hablante se vale de los marcadores discursivos, usindoleg como herramientas para reforzar su posicién sobre lo expresado, ya sea en sent. do positivo o negativo. a ; Asi pues, el marcador /a verdad asume la funcién de apoyo a la informacién: «Esto es una cuestién que la he comentado con amigas con las que fui de... fai a ese viaje, y la verdad es que difiere bastante de nuestro sistema, ya que al ser un pais del Este tiene otra cultura, otra forma de pensar» A partir de la gramaticalizacién de su sentido original y tal como sefialiba- mos anteriormente, bueno puede introducir emisiones y respuestas en las que el hablante expresa un contenido contrario a lo esperado 0 que arée que no con- cuerda con la aportacién (en forma de pregunta o de afirmacién) que su interlo- cutor ha formulad. A:4Es muy grato disfrutar del trabajo, sno?» B: «Bueno, el trabajo es solamente un medio de subsistencia desde un punto de vista fisico... nada mas» do contratio a lo expresado, Este valor entonaci ite que las secuencias puedan contestarse a acional permite qi mente con el marcador: A: Hoy parece que no va a Ik B: «Bueno, tnd * (la entonacién indica que hay que entender todo Jo contratio) Por su part e, el valoy isin prece- dente con t de vamos es el de contraargumentar la emision pr z siguiente, ee earner ane ale Sefialada, eM marcando una diteccin significativamente opuesta 164

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