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Rivoira
* Pieza en forma de pirámide truncada que se interpone entre el capitel y el arco. (N. del T.)
una cornisa de clientes de sierra; y por último la galería inferior arqueada. (...) ... fue el
producto de inspiraciones originadas en los monumentos paganos de Roma y Rávena,
así como del Oriente; y muestra características que le confieren el derecho de establecer
un nuevo estilo —estilo que yo llamo «bizantino-ravenés»— y que demuestran que no
solamente sus creadores, sino también los constructores fueron italianos educados en la
mencionada escuela. De hecho, se trata ante todo de un ejemplo rarísimo de iglesia
perfectamente octogonal... La cúpula de San Vítale no se apoya en triángulos esféricos al
modo de la de Santa Sofía de Constantinopla y de la de Santa Sofía de Salónica, donde
los contrafuertes exteriores se añadieron después. Está sostenida, en cambio, por un
tambor que forma un perfecto enlace angular con las líneas rectas del polígono.
Un enlace semejante podía realizarse sin la ayuda de las pechinas, mediante la creación
de una exedra o nicho amplio que vacía el ángulo justo en el punto en el que el tambor
circular no tendría punto de apoyo. El propio enlace, además de ser un concepto
completamente nuevo que no se ha encontrado en ningún otro monumento de fecha
anterior al nuestro, ofrece la posibilidad de poder introducir una parte de tambor que,
aunque circular, mantenga la misma anchura del polígono antes de formar la cúpula. (...)
Además de esto, en San Vítale los salientes graduales en forma de ménsula que están en
el tímpano del frente posterior son un motivo decorativo de la escuela de Rávena del siglo
V, no habiéndose encontrado en ningún otro edificio más antiguo que el nuestro, ni dentro
ni fuera de Italia.
Por último, sus muros revelan las tradiciones locales, con la calidad y la disposición de los
ladrillos; así como por el empleo de argamasa compuesta de cal, arena, tierra vocánica o
gra-villa y ladrillo machacado. Este último material se usó con abundancia en los muros
verticales, y escasamente en las bóvedas, donde a veces falta. Estas tradiciones también
se revelan en la construcción de la bóveda que se conserva en una de las torrecillas del
pronaos, inspirada, como puede verse, en la de la cúpula del cercano mausoleo de Gala
Placidia (ca. 440).
Y para concluir, nuestra basílica —modelo finamente elaborado de estilo arquitectónico
central, pero que a causa de su forma concéntrica que no encajaba bien con el carácter
de los occidentales ni con las necesidades del culto en el occidente romano, pasó, junto
con su hermano carnal, San Lorenzo de Milán, como una simple estrella fugaz en el
campo de la arquitectura italiana— debe considerarse como un edificio proyectado y
construido por artesanos de la escuela de Rávena y decorado por artistas griegos.
(De Le origini dell'Architettura Lombarda (e delle due principali derivazioni neipaesi d'Oltralpe), Milán, 1908,
Cap. I, págs. 69-72, 74, 78-82.)