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PROYECTO DE LEY NO.

322 DE 2020 SENADO


“POR MEDIO DE LA CUAL SE REGULA EL COBRO DE DERECHOS DE
GRADO Y SE DICTAN OTRAS DISPOSICIONES”

CONTENIDO.

1. La presente ley tiene por objeto regular el cobro de derechos de grado en las
Instituciones de Educación Superior del país.

2.PROPONE: ARTÍCULO PRIMERO: OBJETO. Artículo 1. Objeto. La presente ley


tiene por objeto regular el cobro de derechos de grado en las Instituciones de Educación
Superior del país.

PROPONE: ARTÍCULO SEGUNDO. Adiciónense dos parágrafos al artículo 122 de la


ley 30 de 1992, el cual quedará así:

PROPONE: PARÁGRAFO 3°. El valor del Derecho de Grado, por ser un derecho
inherente al logro académico alcanzado tras la culminación de un programa de formación
conforme a la ley, no podrá superar el 18% del Salario Mínimo Mensual Legal Vigente.

PROPONE: PARÁGRAFO 4°. La ceremonia de grado, y sus costos derivados, deberán


ser optativos para el titular del derecho, por lo que, en ningún caso, será una exigencia el
pago de los costos derivados de ceremonias de grado. En el caso de que el titular del
derecho opte por participar en la ceremonia de grado los costos de esta deberán ser
justificados en términos proporcionales a cada uno de los titulares del derecho y dados a
conocer por la Institución de Educación Superior mediante circular interna a los titulares
del derecho y en su respectiva página web.

PROPONE: ARTÍCULO 3. Vigencia y Derogatorias. Esta ley rige a partir de su sanción


y publicación en el Diario Oficial y deroga las demás disposiciones que le sean contrarias.

OBSERVACIONES.
3. TRAMITE.

 En precitado proyecto de ley se encuentra dentro de los términos establecidos


para que se efectué y pueda culminarse su proceso de aprobación.

Teniendo en cuenta que la naturaleza jurídica del precitado proyecto de ley pesquisa regular
el cobro de derechos de grado en las Instituciones de Educación Superior del país. debe
seguir una secuencia por la cual se compone todo el contenido que un proyecto de ley
contiene.
*Presentación y radicación (artículo 139 de la Ley 5 de 1992)1 Los proyectos de Ley
pueden presentarse en la Secretaría General de las cámaras o en sus plenarias. La regla
general es que los proyectos de Ley inician su trámite en la Corporación en que decida,
quien o quienes tuvieron la iniciativa, presentarla.

“La iniciativa legislativa es la facultad de proponer proyectos de Ley ante el Congreso de la


República, que la Constitución atribuye a múltiples actores (Constitución Política. arts.
154, 155 y 156). A su vez, la iniciación es la etapa primigenia del proceso legislativo,
consistente en el comienzo de éste por medio de la presentación de un proyecto en una de
las Cámaras.”

*Trámite En Comisión: En la respectiva comisión constitucional se da trámite al primer


debate y deben cumplirse los requisitos de mayorías, quórum y votaciones según la clase de
Ley que se esté tramitando. La Constitución permite que este paso se cumpla en sesiones
conjuntas de Senado y Cámara, caso en el que el quórum decisorio es el que se requiere
para cada una de las comisiones individualmente consideradas. La sesión conjunta se
realiza cuando el Presidente de la República solicita el trámite de urgencia.

*Radicación Del Proyecto En Comisión: Tal como se hizo al inicio del trámite en la
Secretaria General, en la comisión se radica nuevamente para iniciar el trámite. La
radicación se realiza teniendo en cuenta la materia, el autor y la clase de iniciativa.

*Designación Del Ponente: plazo para rendir ponencia, presentación y publicación de la


ponencia El ponente es el congresista encargado de hacer el primer estudio del proyecto de
Ley, con fundamento en el que realiza un informe de ponencia, que puede proponer debatir
el proyecto, archivarlo o negarlo. No existen reglas fijas para designar el ponente. Sin
embargo, se puede nombrar más de un ponente cuando la importancia y extensión del
proyecto lo amerite. En estos casos se designa un ponente como coordinador del grupo de
ponentes. El ponente debe rendir ponencia en el plazo que le otorgue el Presidente de la
comisión, pero puede solicitar una prórroga. El informe de ponencia debe ser publicado
antes del primer debate; sin embargo, el requisito de publicación podrá ser reemplazado por
autorización del Presidente de la comisión, por otro medio mecánico, sin perjuicio de que
posteriormente se reproduzca en la Gaceta del Congreso, para efectos de agilizar el trámite
del proyecto. Al respecto la Corte Constitucional en la Sentencia C-665 de 2007, fue
enfática al considerar que “2…El requisito de publicidad de los proyectos de Ley, se cumple
respecto del texto del proyecto sometido a aprobación de cada cámara, con su publicación
en el órgano oficial de comunicación del legislativo, que es la Gaceta del Congreso, antes
de darle curso en la comisión respectiva (C.P. artículo 157). Igualmente, las ponencias,
con las modificaciones al texto que ellas propongan, deben publicarse de la misma manera,
como lo indica el artículo 156 del Reglamento del Congreso; no obstante, para agilizar el
trámite del proyecto, este requisito de publicidad puede ser suplido por la reproducción del
1
Ley 5 de 1992
2
Sentencia C-665 de 2007
documento por cualquier medio mecánico, para distribuirlo entre los miembros de la célula
legislativa que los va a discutir. Sin embargo, la jurisprudencia es clara en señalar que el
requisito establecido en el artículo 156 del Reglamento del Congreso se refiere a la
publicación del informe de ponencia previo al debate, y, por tanto, no resulta procedente
establecer una analogía frente al anuncio. En este sentido podría concluirse que tanto el
anuncio como la publicación de la ponencia deben realizarse en forma previa al debate y
votación, pero no existe un condicionamiento dirigido a exigir que la publicación de la
ponencia sea previa al anuncio”.3

4. SÍNTESIS DEL PROYECTO

A través del presente proyecto de ley se establece regular los derechos de grado, pues la
siguiente iniciativa que busca superar esta problemática bajo el argumento de que el título
que acredita ser profesional, en palabras de la Procuraduría General de la Nación en su
concepto a la Sentencia C-654 de 2007, “es un derecho de los estudiantes que hayan
cumplido satisfactoriamente con los deberes de un programa de educación superior”, y no
debe ser limitado por factores económicos dispares como se ha venido evidenciando hasta
el momento.

5. ESTRUCTURA DEL PROYECTO

El proyecto de ley se encuentra integrado por el título y tres (3) artículos y dos parágrafos,
incluyendo la vigencia, dentro de los cuales se encuentra el desarrollo de todo el proyecto
de ley, desde el objeto del proyecto hasta la vigencia.

6. ANTECEDENTES DEL PROYECTO DE LEY


A continuación, se presentan las razones por las cuales debe dársele el trámite al presente
proyecto de ley.

A juicio de los congresistas, “tanto los estudiantes como los padres de familia no tienen
conocimiento sobre qué es lo que cobran las universidades en los derechos de grado, pero
de lo que sí están seguros y conscientes es que, si no los cancelan, sus hijos no podrán
obtener el tan anhelado diploma que los acredite como profesionales en cualquier
área”, pues no existe una reglamentación precisa de cuánto debe cobrarse al respecto y
cada IES define un valor según sus propios criterios (cuadro de ejemplo).

No es la primera vez que el Congreso intenta regular este tema. Los proyectos de ley con
estos antecedentes son:

– Proyecto de ley 169 de 2012 Cámara, del Representante Laureano Augusto Acuña Díaz,
y fue sucedida por dos proyectos más de su autoría -288 de 2013 Cámara y 106 de 2013
Cámara-. Sin embargo, los dos primeros proyectos de ley fueron retirados antes de rendir su
primera ponencia el 22 de abril del año 2013 y el 13 de junio del mismo año. El tercer
proyecto de ley, el número 106 de 2013 Cámara fue radicado, pero no fue radicada su
primera

3
Sentencia C-665
ponencia, por lo que fue archivado según lo estipulado en el artículo 190 de la Ley 5 de
1992.

– En marzo de 2015 el Representante Alfredo Ape Cuello radicó el proyecto de ley número
226 de 2015 cámara “Por medio de la cual se regula el cobro de derechos de grado,
derechos complementarios y se dictan otras disposiciones”, aprobado el 13 de mayo del
año 2015 en la Comisión Sexta Constitucional de Cámara de Representantes. Sin embargo,
en virtud del artículo 190 de la Ley 5 de 1992, el proyecto de ley fue archivado debido a
que no se le dio segundo debate en los tiempos correspondientes. 

– Proyecto de ley 024 de 2017 Senado, “Por medio de la cual se regula el cobro de


derechos de grado, derechos complementarios y se dictan otras disposiciones”, de autoría
de la Senadora Nadia Blel Scaaf, fue radicado en julio de 2017, aprobado en la Comisión
Sexta Constitucional permanente del Senado de la República en diciembre de 2017, y fue
radicada la ponencia para darle segundo debate por el Senador Horacio José Serpa en
agosto de 2018, y fue archivado por lo consagrado en el artículo 190 de la ley 5 de 1992
debido a que no surtió su segundo debate en las fechas estipuladas. 

– Proyecto de ley número 108 de 2018 Cámara fue radicado por los Representanes
Alfredo Ape Cuello Baute, Buenaventura León León, Ciro Antonio Rodríguez Pinzón,
Jaime Felipe Lozada Polanco y Silvio José Carrasquilla Torres en agosto de 2018 y fue
archivado debido a lo consagrado en el artículo 190 de la ley 5 de 1992 debido a que no se
le dio debate en los tiempos correspondientes.

PROBLEMÁTICA DEL PROYECTO

El derecho de grado en las Instituciones de Educación Superior (IES), se ha convertido en


un tema objeto de significativos debates entre estamentos universitarios y de decisiones
jurídicas en la Corte Constitucional debido a que el contenido normativo no precisa con
claridad el máximo valor que se debería cobrar por estos, dando como consecuencia que
en la mayoría de situaciones el cobro por estos derechos se ha convertido en una exigencia
desproporcionada a pesar de que el derecho de grado es un derecho de los estudiantes que
se adquiere una vez se superan una serie de requisitos académicos.

7. NORMATIVIDAD COLOMBIANA.
ARTÍCULO 122 de la LEY 30 de 1992. Los derechos pecuniarios que por razones
académicas pueden exigir las instituciones de Educación Superior, son los siguientes:

a) Derechos de Inscripción.

b) Derechos de Matrícula.

c) Derechos por realización de exámenes de habilitación, supletorios y preparatorios.

d) Derechos por la realización de cursos especiales y de educación permanente.


e) <Aparte subrayado CONDICIONALMENTE exequible> Derechos de Grado.

f) Derechos de expedición de certificados y constancias.

PARÁGRAFO 1. <Aparte subrayado CONDICIONALMENTE exequible> Las


instituciones de Educación Superior legalmente aprobadas fijarán el valor de todos los
derechos pecuniarios de que trata este artículo y aquellos destinados a mantener un servicio
médico asistencial para los estudiantes, los cuales deberán informarse al Instituto
Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (Icfes) para efectos de la inspección
y vigilancia, de conformidad con la presente ley.

PARÁGRAFO 2. Las instituciones de Educación Superior estatales u oficiales podrán


además de los derechos contemplados en este artículo, exigir otros derechos denominados
derechos complementarios, los cuales no pueden exceder del 20% del valor de la matrícula.
EN SENTENCIA C-654/07 Tratándose de entes de educación superior, la Corte entiende
que la fijación de derechos académicos corresponde al ámbito de autonomía que les
reconoce la Carta Política (art. 69 Const.), que los faculta, entre otros aspectos
importantes, para expedir libremente sus propios estatutos y adoptar su régimen interno,
determinando al efecto las obligaciones surgidas entre educadores y educandos. Autonomía
que, como lo ha precisado la jurisprudencia, es relativa. Valga observar que, dentro de la
autonomía instituida y como tales recursos permiten que las universidades puedan financiar
el servicio educativo y así alcanzar sus objetivos propuestos, el Estado no puede
inmiscuirse en su manejo. En suma, no es cierto que esté prohibido constitucionalmente a
las universidades el cobro de derechos académicos, ni que éstos deban ser gratuitos, pues la
Carta permite que aún en el sector público se pueda exigir pago, pero solamente a quienes
tienen capacidad económica; con mayor razón, la retribución está justificada en el sector
privado, donde se la considera como debida contraprestación por el servicio educativo
desplegado por particulares.
8. FUNDAMENTOS CONSTITUCIONALES Y LEGALES.

La educación es (i) de vital importancia para las sociedades por su relación con la
erradicación de la pobreza, el desarrollo humano y la construcción de una sociedad
democrática; (ii) es además una herramienta necesaria para hacer efectivo el mandato de
igualdad del artículo 13 superior, en tanto potencia la igualdad de oportunidades; (iii) es un
instrumento que permite la proyección social del ser humano y la realización de sus demás
derechos fundamentales; (iv) es un factor esencial para el desarrollo humano, social y
económico; (v) es un instrumento para la construcción de la equidad social, y (vi) es una
herramienta para el desarrollo de la comunidad entre otras características.(Sentencia T-
037/12).

9. CONSTITUCIÓN POLÍTICA
ARTÍCULO 67. La educación es un derecho de la persona y un servicio público que tiene
una función social; con ella se busca el acceso al conocimiento, a la ciencia, a la técnica, y
a los demás bienes y valores de la cultura. La educación formará al colombiano en el
respeto a los derechos humanos, a la paz y a la democracia; y en la práctica del trabajo y la
recreación, para el mejoramiento cultural, científico, tecnológico y para la protección del
ambiente. El Estado, la sociedad y la familia son responsables de la educación, que será
obligatoria entre los cinco y los quince años de edad y que comprenderá como mínimo, un
año de preescolar y nueve de educación básica. La educación será gratuita en las
instituciones del Estado, sin perjuicio del cobro de derechos académicos a quienes puedan
sufragarlos. Corresponde al Estado regular y ejercer la suprema inspección y vigilancia de
la educación con el fin de velar por su calidad, por el cumplimiento de sus fines y por la
mejor formación moral, intelectual y física de los educandos; garantizar el adecuado
cubrimiento del servicio y asegurar a los menores las condiciones necesarias para su acceso
y permanencia en el sistema educativo. La Nación y las entidades territoriales participarán
en la dirección, financiación y administración de los servicios educativos estatales, en los
términos que señalen la Constitución y la ley.

ARTÍCULO 41. En todas las instituciones de educación, oficiales o privadas, serán


obligatorios el estudio de la Constitución y la Instrucción Cívica. Así mismo se fomentarán
prácticas democráticas para el aprendizaje de los principios y valores de la participación
ciudadana. El Estado divulgará la Constitución.

ARTÍCULO 69. de la Constitución Política, desarrollado por los artículos (sic) 28 y 29 de


la Ley 30 de 1992, reconoce a las instituciones de educación superior su autonomía, en
virtud de la cual gozan de autodeterminación administrativa para estructurar y ejecutar
“(…) sus planes de estudio y sus programas académicos, formativos, docentes, científicos y
culturales” (Sentencia de la Corte Constitucional C-1435 de 2000)

10. ANALSIS DE CONVENIENCIA.

El proyecto es conveniente ya que define el ámbito de aplicación del proyecto en forma


clara, concisa y precisa, además se define mejor el objeto y el contenido del proyecto, la
estructura conforme a lo expuesto en La Constitución Política, artículo 169 y la Ley
Orgánica del Congreso, artículos 145 y 193.

11. REVISIÓN DEL PROYECTO DE LEY.

La Corte considera necesario advertir que cuando proceda el cobro de esos derechos de
grado, éstos deben corresponder proporcionalmente a los reales costos administrativos de
graduación y, por tanto, deben justificarse, ser razonables y estar previamente aprobados,
sin que puedan constituir un prerrequisito para graduarse, frente a quien carece de recursos
y ya cumplió con todos los requerimientos académicos para la obtención de un título
profesional. De tal manera, queda claro que en ningún caso podrá negarse ni posponerse la
graduación de quien haya cumplido todos los requisitos académicos y sólo tenga a su cargo
obligaciones pecuniarias para con el centro de estudios superiores, sin perjuicio de las
garantías civiles a que legalmente haya lugar.

12. IMPACTO FISCAL

Según la Sentencia C-911 de 2007 de la Corte Constitucional puntualizó que el impacto


fiscal de las normas, no puede convertirse en óbice y barrera, para que las corporaciones
públicas ejerzan su función legislativa y normativa. La posibilidad de tratar temas
presupuestales dentro del articulado se fundamenta en la Sentencia C-324 de 1997, la cual
indica en uno de sus apartes lo que sigue “La Constitución, y tal y como lo ha señalado esta
Corporación, atribuye competencias diferenciadas a los órganos del Estado según los
diversos momentos de desarrollo de un gasto público. (...) es necesario distinguir entre una
ley que decreta un gasto y la ley anual del presupuesto, en la cual se apropian las partidas
que se considera que deben ser ejecutadas dentro del período fiscal respectivo. Así, esta
Corte ha señalado que, salvo las restricciones constitucionales expresas, el Congreso puede
aprobar leyes que comporten gasto público. Sin embargo, corresponde al Gobierno decidir
si incluye o no en el respectivo proyecto de presupuesto CARLOS CARREÑO JAIRO
CALA esos gastos, por lo cual no puede el Congreso, al decretar un gasto, ordenar traslados
presupuestales para arbitrar los respectivos recursos”.

13. CONCLUSIONES FINALES.

El precedente constitucional ha reiterado que la exigencia de los costos educativos no debe


promoverse como barrera de acceso y materialización del derecho a la educación en sus
diferentes componentes. Si bien las instituciones educativas tienen la facultad de exigir una
contraprestación económica por la prestación de servicios educativos, la ausencia de
entrega de los certificados y/o los títulos que acreditan la terminación satisfactoria de un
ciclo educativo no constituye solamente la omisión de un trámite administrativo, sino que
es una verdadera vulneración del derecho a la educación pues obstaculiza el acceso a ciclos
educativos posteriores y, en otros casos, impide la permanencia dentro del mismo ciclo.

Además, tratándose de educación superior; para obtener un trabajo relacionado con la


profesión, quienes adquirieron la formación correspondiente deben acreditar su idoneidad
en el campo a través del otorgamiento del título. Por tanto, dilatar su expedición constituye
un obstáculo a los artículos de la Carta, según los cuales “toda persona tiene derecho a un
trabajo en condiciones dignas y justas”, y “toda persona es libre de escoger profesión u
oficio”.

Por ello, la iniciativa de referencia busca limitar el costo educativo de derecho de grado de
manera que corresponda exclusivamente al valor de la producción física del diploma; como
forma de mermar las vulneraciones por la ausencia de entrega de certificados y/o títulos
dado que se encuentran supeditados a los altos costo y el cobro de emolumentos distintos a
la recuperación de la elaboración de los diplomas y garantizar el derecho a “título de
grado”.

"En la mayoría de situaciones este cobro se convierte en una exigencia exorbitante sin que
se pueda solicitar reclamo alguno, no obstante ser el derecho de grado un derecho de los
estudiantes, que se adquiere cuando éstos han superado una serie de requisitos académicos,
que no debería costar más de lo que se pagó por el último semestre o año de universidad.
La realidad es que, incluso la jurisprudencia constitucional ha dejado sentado su precedente
en el sentido de que este cobro es exigible como derecho pecuniario, es decir que no hay
razón para oponerse a ello ni solicitar su gratuidad", agrega el proyecto.

El proyecto cita un estudio del Instituto de liderazgo de Desarrollo Humano y


Organizacional, órgano de consultoría internacional, en el cual se da cuenta de cómo
una institución educativa cobra como considere por efectos de los derechos de grado.
"Para los padres de familia es un costo que no debieran asumir a estas alturas. Coinciden
varios de ellos en que, por espacio de cinco años, han tenido que cancelar semestres de tres,
cuatro y hasta más de 10 millones de pesos por la educación de sus hijos y que unos
“derechos de grado”, que no es otra cosa que el diploma profesional debería correr por
cuenta de las instituciones", señala el proyecto. 

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