LA CLASE

Jesús Caballero y Díaz

El bullying escolar y más allá

…perros enormes con orejas cortadas,
ojos de fuego, amarillos,
inyectados de sangre,
enormes bocas,
dientes en forma de cuchillo,
salvajes como el demonio.
Testimonio de indios acosados y atacados por perros,
contado a fray Bernardino de Sahagún
Al filo de la conquista.
1. LA PROVOCACIÓN
No hace poco una joven maestra de la Escuela Normal para Licenciados
en Educación Primaria del Distrito Federal (antes la B. E. N. M.) me
platicó de la importancia que tiene el “bullying” en las escuelas
primarias y secundarias de nuestro país y del examen que los maestros
de esta institución hacen ante el contacto de sus alumnos practicantes
en aquellos establecimientos escolares. Había preocupación en su
relato y ansiedad por la procuración de soluciones, a su juicio, la
situación es delicada.

La invitación al baile que me hace la dirección de la revista Palido.deluz

me hizo ampliar la información. Ya antes había percibido en las
telesecundarias un caldo de cultivo que merecía nuestra atención.
2. AHORA REVISEMOS EL BULLYING ESCOLAR
Ante el espectáculo de los videos recuperados sobre el bullying —
recordé conversaciones con un grupo de futuros profesores de
telesecundaria, rememoré también comentarios con la conductora de
sus prácticas pedagógicas: “los alumnos de la secundaria ya son

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 adultos, trabajan, trafican, se compran y se venden “mercancías de
este siglo ¡maestra!”. Conversan sobre sexo, bandas, tamaño de ellas:
¡grruex, puex!, bullying observado, participación en el bullying, a veces
de la familia, otros tipos de familias diferentes a las tradicionales en la
misma clase, omitiendo la lección pedagógica, en los ratos libres de
recreo mientras los maestros almuerzan, o durante la falta frecuente
de maestro (los planteles incompletos, nueva forma de organización
escolar, las boletas de fin de cursos de los estudiantes no registran
esas ausencias, hay calificaciones en todas las asignaturas. )
Los sobrinos reportan a las “mafias” grupos organizados de alumnos y
hasta de ex alumnos que dominan el plantel o que luchan por el
dominio, los maestros, la directora les temen en algunos casos, hablan
de intimidación, de abuso, de saqueo (mochilas, teléfonos, almuerzos,
tenis, sobre todos si son caros o de moda) de cumplimiento de las
amenazas.

Los padres hablan de: impotencia familiar, de nulidad de las denuncias,

de insolvencia de la autoridad escolar, de ausencia o ineficacia o
co lus ió n de la vigilancia policiaca, no se explican como la autoridad
educativa en el Distrito Federal no parecen ocuparse del asunto, los
robos y las atenciones a las heridas corren por cuenta de la familia y de
pronto, los hijos crecen: ¡mira papá, ya se me cuidar solo! ¡O aprendo a
cuidarme solo o vas a la escuela en mi lugar!
Y a informarme, a leer, a emplear los buscadores de la red, a platicar
con los cuates: bullying: intimidación, del sustantivo bully : abusón, si
niño o matón, si adulto, to bully : intimidar, obligar a alguien a hacer
algo con amenazas y también ¡ bully for you !: ¡muy bien! ¡bravo! :
aclamación.
Y en nuestra lengua, en el Diccionario Larousse: bulla: alboroto y
griterío de una o muchas personas; bullir: hervir los líquidos, moverse
mucho una persona, hacer muchas cosas; bullicio: ruido y rumor de
mucha gente, ambiente ruidoso; bullicioso, que hace mucho ruido.
Suficientes motivos para alarmarse, luego los libros de historia como
lucha de clases nos ofrecieron un buen de datos sobre el poder, el
acceso al poder, mantener el poder, perder el poder y cuando en estas
actividades políticas faltan el entendimiento, el reconocimiento de la
razón contraria, la paciencia para el debate, la disposición al diálogo, al
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 consenso, al compromiso común sobran lecciones de violencia, de
violencia física y armada, de gangsterismo, de matonismo, de bullying,
de exterminio del enemigo para la toma del poder, para la imposición
de la autoridad, sin faltar el bullying mediático del uso de los sofismas,
de la mentira dicha mil veces hasta constituirse en verdad, el uso del
reconocimiento aristotélico de la retórica: el fin de la oratoria no es
convencer, es vencer; de la demagogia, de la propaganda y del sermón y
finalmente de la educación escolar.
Entiendo personalmente que bullying significa: darle una calentadita,
echarle montón, matarlos en caliente, deshacerte de él o de ellos. Es
el abuso del poder .

Mis amigos están hartos del cable, pagan un buen de lana para educar a
sus hijos en el bullying con que el estado norteamericano a través de
sus agencias policíacas nacionales e internacionales: espían, amenazan
y cumplen sus amenazas a todos sus enemigos o sea a todos nosotros si
queremos, si creemos, si votamos, si hacemos lo que no les gusta o si
tenemos lo que a ellos si les gusta , su desfachatez es tan ostentosa
como la del bullidor espantajo que humilla a los niños de una
secundaria, así como el gangster niño golpea y vulnera la confianza de
los otros niños, y goza de mirarse en los videos en los celulares y en el
internet, el gigante exhibe en películas, en series de televisión, en el
periodismo su sádico disfrute de el terror implantado hoy en Irak,
Afganistán, Libia y en Palestina, entre más canales contratan
contrataron mis amigos, mas información y educación norteamericana
compraron.
En su opinión la lucha de los carteles de la droga, ya está en las
escuelas, sus locales están cercados por el comercio ilegal, los niños
son su futuro, de ahí los comerciantes al menudeo, los ajustadores de
cuentas, los matones, la carne de cañón de la agresión capitalista. Otra
vez el cine norteamericano. Un escritor español de libros de vaqueros,
estudiando su tema (un día sabré documentarme tanto como él)
descubrió que el cine norteamericano rindió culto a los niños muertos
en la expansión al oeste, de sus datos, la mayoría de los robavacas, de
los asaltantes de bancos, de los outlaw—los fuera de la ley— “los
desperados”, los vaqueros, “ los undergroud ” los peregrinos, los
primeros colonos, los soldados de la tropa de fines del siglo XIX eran

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 jovencitos y el cine sobre esos héroes en el siglo XX estuvo destinado a
los jóvenes que participaron luego como tropa y oficialidad en las
guerras de los americanos contra el Eje Alemania-Japón Italia, luego
contra los países comunistas: Corea, Vietnam o en el siglo XXI contra
los dueños del petróleo: Irak, Afganistán. El censo del 2010 revela que
más del noventa por ciento de los hogares mexicanos cuentan por lo
menos con un aparato de televisión, así que somos parte mercantil del
sistema propagandístico americano. Escuela del bullying, si hay.
Me encaminé a las redes, a sus videos y los dichos de mis prójimos se
quedaron cortos, ya es un lugar común: la realidad supera a la fantasía,
la teoría es un pálido reflejo de la realidad, nada hay en la inteligencia
que no haya pasado por los sentidos, la guerra es la madre de la
historia, el ser de las cosas es la unidad y la lucha de contrarios y ya en
el bullicio del torrente de información alcance a ver una orilla en que
me asilé por el momento, ahí vi lo siguiente:
Los acosos son capturados en videos vía “celular” por los espectadores
o por los chavos de la banda, para el consumo como espectáculo
audiovisual e inmediatamente, ya al día siguiente hay otro hecho, acaso
ante los mismos protagonistas y espectadores o ante otros. No solo hay
tomas subrepticias, algunas parecen de expertos, otras, ojalá me
equivoque, parecen tener un guión, una intención: el lucimiento que es
posible, obligado. Los triunfadores farolean como victimarios ¿se
venden como implacables? efectivamente no dejan de ser mercadería, a
escondidas de los maestros y los padres de familia, un sobrino relató:
¡pásate una corta y te lo envío!, de ahí saltan a los registros de las
redes que incluyen siempre la información sobre las visitas,
expresiones del poder de Facebook y otros engendros semejantes, con
estadísticas hechas para el mercadeo, pero pececitos para los
sociólogos que ya se azoran de este “emergente hecho social”.
Los acosadores y los acosados son niños y jóvenes casi de la misma
edad, en el mismo grupo, o en mismo grado y en la misma escuela: los
primeros con líderes soberbios, prepotentes, dueños de sí mismos,
capaces de intimidar e imponer su autoridad ,autoridad ya establecida
con un grupo, un equipo, “una banda” que los sigue, los aclama, los
impulsa, los protege y obedece sus instrucciones de continuar con el
acoso hasta sus últimas consecuencias, “campean por sus fueros”,
“extienden sus dominios” y “señorean”, se pavonean, se lucen
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 “extienden sus dominios” y “señorean”, se pavonean, se lucen
victimarios”.
Los acosados, los intimidados: personas individuales, poco sociables,
humildes (no pobres), ajenos al grupo acosador, sin intenciones
iniciales de ser parte de tal grupo, dispuestos, las mas de las veces, a
eludir el contacto visual, físico y verbal con los acosadores, sin un
grupo consistente, o con un grupo débil también que no responde a los
acosos y menos a las agresiones y que finalmente puede desertar del
campo de los campeadores, son las víctimas.
Advierto entre las relaciones de intimidación. 1. relación para el
dominio—dominación, 2. de exhibición—inhibición, 3, de ampliación del
campo de acción y de reducción del mismo para el otro y 4, violencia
pura: y pregunto ¿en ellas? ¿cuál es la intención de cada uno de los
protagonistas? ¿Ser victimario, el intimidador? Y simplemente ¿ser no
víctima, el intimidado?
Los episodios observados revelan actitudes, hábitos, habilidades
individuales en esos acercamiento: soberbia, puede haber resistencia a
ella, o sumisión, contactos visuales cara a cara, retos y respuestas
verbales de aceptación del reto, de neutralización del mismo y sobre
todo de evasión, contactos físicos de acercamiento y separación y
luego luchas cuerpo a cuerpo a golpes o a llaves de lucha: abrazos,
ahorcamientos, torceduras de extremidades hasta provocar lesiones de
distinto grado, en ocasiones la víctima pide paz o huye, en otras es
agredido hasta perder el conocimiento y luego golpeado a puntapiés por
uno o más de los agresores, hasta dejarlo abandonado en el sitio de la
l u c h a . el victimado será un galardón del victimario, un ejemplo
intimidante.
Otros hechos se revelan a la par que esta lucha: los espectadores,
miembros del mismo grupo, de la misma escuela, a la expectativa, en
ruedo, muchas veces, no solo observando la pelea o la agresión, sino
excitados y contenidos, tengo pocas referencias de batallas campales,
excepto algo que escuché en el metro:” llama a Pedro, al tortas, al
Campos, a todos, ¡los masacraremos! “ de unos niñotes de la
secundaria, tal vez de tercero y aun con el uniforme. ¿Habrá quien
contemple una masacre así anunciada? Es posible porque el acoso, el
bullying parece necesitar público o lo peor, el público parece necesitar
bullying. La descarga de adrenalina no está solo en la agresión, sino en

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 la participación en el espectáculo.
Al término de clases, aun en pleno recreo, el corrillo acompaña a los
protagonistas, siempre a distancia, sin intervenir físicamente, aunque
participan, incitando a la violencia con gritos desaforados, no falta el
concluyente: ¡matalo!

Este relato no lo hizo “el Rudo” ( a propósito de apodos) Rivera desde la

Arena México, es a penas un simple esquema de lo muchas veces visto
en los videos consultados, en los pocos casos observados
personalmente, con todo la información nos invita a suponer.
3. MI PARTICULAR HALLAZGO
Concluyo mis observaciones: me impresiona el derroche de energía, la
fiereza de los ataques y de los combates de niños y jovencitos, la
participación activa de las jovencitas, tal energía es desaprovechada
por una pedagogía de “horas-nalga” de asistencia sin quehacer en las
aulas, de discursos sin contenidos de los maestros, de tareas de
lectura y de escritura sin sentido de desarrollo intelectual, moral y
estético; pero sobre todo sin respeto a la dignidad de la persona, a sus
libertades individuales de acción, de expresión, de comunicación, a los
escolares mexicanos los acosa un currículo oculto del que se liberan
los niños y los jóvenes en estos episodios, cada vez más frecuentes,
cada vez menos controlables. En el bullying, durante el bullying, en la
incertidumbre del bullying siguiente hay adrenalina. La hueva hormona
que domina el ambiente escolar, aunque fuera del currículo oficial,
ésta domina a las sexuales y excita a las neuronas de tal modo que las
lecciones de los maestros, si las hay, y los libros de texto parecen
pastorelas hechas para idiotas, así ni quien los escuche y si se leen,
como pasar la vida sin mirar, sin fijarse en el paisaje, “ai nomas de
pasada”
4. DE ENTRADA
A mí me parece que el acoso es una forma de existir de las relaciones
sociales que es una cultura, ha existido siempre, no solo entre los
jó ve ne s , sino en la vida adulta. El acoso es una forma de violencia
engendrado por el afán de poder, por el dominio de uno y la dominación
del otro. Nos parece insoportable en la vida escolar, pero es parte de
la relación entre los jóvenes agrupados en grupos, bandas o pandillas y

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 siempre contra el externo, contra el otro, contra el dueño de sus
tiempos, de sus otros espacios, de sus dignidades que ofenden la del
agresor, quien no tolerael enfrentamiento que reta a su soberbia del
líder o a su pretensión de liderazgo,yo, personalmente, lo creo aun en
sus microcosmos, son parte de la lucha de clases, de la lucha por el
poder, de la historia de esas formas de vida.

Es parte de la vida salvaje donde el cazador acosa a su presa, el hombre

casi acaba con la naturaleza acosando a sus presas animales y humanas
, hay evidencias de la desaparición de los neandertales por la cacería
de los cromagnones, del imperio romano acosado por los bárbaros en
invasiones tumultuarias, en la captura de esclavos, siervos, obreros
durante la existencia de la civilización europea, también dur ante la
reducción de opositores y disidentes por las fuerzas políticas, religiosas
y económicas.
Y no falta el bullying mediático con el que las clases dirigentes acosan
con su retórica, su demagogia y su educación oficial para intimidara las
nuevas generaciones,al encorralarlas en los corrales y establos
pedagógicos y obtener de ellas un silencioso ejército de reserva para la
economía, la carne de cañón para los ejércitos militares, y los
creyentes sumisos de ideologías políticas y metafísicas.
Ese acoso es una acción persistente, violenta, sistemática, creativa
que ha generado las artes de la cacería, los deportes, la guerra, la
diplomacia, la propaganda y la educación. El acoso puede ser perverso,
maniático y también criminal. Sus objetivos son complejos, variados,
uno de ellos la dominación del otro, aunque también el exterminio
necesario, el más evidente es la soberbia, el disfrute del logro del
acoso, la exhibición del poder logrado, la expansión del territorio de
dominio y con ellos la humillación del vencido, la sumisión del
conquistado, el servicio del dominado en los términos del acosador y el
envilecimiento de la dignidad del acosado. Nietszche diría el acosador
el bueno, el héroe, el aristócrata, la élite, los malos los acosados, los
esclavos sin dignidad, los siervos sin libertad, los proletarios sin futuro,
todos, sin voluntad, sin conciencia para sí, fatalmente reconocidos
como la escoria del proceso, como la barbarie, la anticultura, los
paryas del sistema de castas de la India, el tercer mundo, los
condenados de la tierra, los protagonistas de 1984, delta y épsilones
del mundo feliz, los muertos que no cuentan en los triunfos del
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 del mundo feliz, los muertos que no cuentan en los triunfos del
capitalismo salvaje.
Europa se gastó siglos en el mutuo acoso de las naciones surgidas tras
la desaparición de el Imperio Carolingio, el acoso militar casi las
destruye, sin embargo Alemania, Francia, Los Países Bajos, Austria,
España, Italia sobrevivieron al bullying militar y político y hoy quieren
hacer una Europa , una Unión Europea, sin acosos mutuos, sino con
apoyos mutuos, una democracia internacional. América, los Estados
Unidos, desde su origen declararon que su destino manifiesto era
acosar al mundo para su dominio, la expansión de sus negocios, su
acumulación de capital, con la política del gran garrote acosaron a
España , le arrebataron sus últimos dominios en América y en Asia, con
su economía, su diplomacia y su educación superior acosaron y se
apoderaron de las soberanías latinoamericanas sometiendo a su
pueblos y gobiernos a su soberbia en el siglo XX acosaron, asesinaron a
los pensadores, actores sociales que denunciaron y se opusieron al
acoso, se salvaron las clases dirigentes que se coluyeron en ese acoso,
en esa dominación y en ese exterminio, a las cuales les quedó el
trabajo de continuar tal acoso.

La paradoja norteamericana es que como sociedad nació defendiendo

los derechos de las persona como objeto de las instituciones
gubernamentales y organizando una peculiar democracia que
proclamaba la igualdad de todos los ciudadanos norteamericanos,
igualdad política en el uso del libre sufragio para indicar al gobierno las
metas, instrumentos y límites de su gobierno, al tiempo que negaba los
derechos de los pueblos indios que ocuparon su territorio antes de la
llegada de los europeos, los combatieron , los fueron expulsando hacia
el suroeste, asesinándolos, denigrando con odio racial su presencia en
un acoso que casi los liquidó, dicha expansión les permitió ver su
futuro. El imperialismo norteamericano se impuso sobre los europeos,
les arrebató sus mercados, los hizo sus mercados, los norteamericanos
se equiparon económica, militar y políticamente para dominar el
mundo.
La historia de Norteamérica es la historia del acoso intransigente de
todas las fuerzas sociales que existan donde ellos deberían llegar, su
democracia interna tampoco fue perfecta marginó a los pobres blancos,
a los negros, a las razas y pueblos originarios, a los esclavos negros, a

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 los nuevos inmigrantes de los derechos políticos, de su participación en
la presunta democracia, la persecución, el acoso es la legítima
paranoia norteamericana, disfrutan soberbiamente de operar contra
todos, el acoso emplea las mejores tecnologías para el espionaje, los
armamentos para liquidar físicamente a los opositores, el dinero para
comprar lealtades, sistemas escolares para formar a sus secuaces
latinoamericanos, cine, televisión e internet para adormecer a las
masas de los pueblos dominados y adormecer su capacidad para resistir
y vivir por su cuenta. El objetivo es hacerse temer, advertir a los demás
de la sumisión obligada ante el acoso.

Aunque no lo quieran creer, John Dewey no quería democratizar a la

escuela, imposible que un filósofo pragmático se planteara un
imposible, no, lo que Dewey reconocía es que la sociedad democrática
llevaría la democracia a la escuela, y que si la sociedad no lo es, eso
llevará a la escuela: la antidemocracia, la insolidaridad, la violencia en
la lucha por el poder y en la proyección o defensa de la dignidad de la
persona. Y ahí está el acoso, el bullying, en su lugar, como una
expresión social que reta a su descubrimiento, a su entendimiento, ¿A
ver, quien lo suprime? ¿Quién quita esto que se impone en casi todas
las escuelas del país —dicen por “ai”— y en todo el mundo?
Como la manera real de ser de la sociedad es la lucha de clases, en la
escuela no hay espacio más que para eso, así sea el jardín de niños, la
academia militar particular o el sistema de instrucción militar, en la
escuela se juegan relaciones de poder, de poder legítimo e ilegítimo,
de poder legal e ilegal: las relaciones de dominación y de sumisión son
reales, las clases dirigentes tienen el poder educador: dicen para qué,
con qué, a quienes y con quienes hacen lo que el currículo oficial
impone. El director , el maestro, son los dueños del ejercicio
profesional de la docencia, del poder de enseñar, no el currículo
oficial, sino el que ellos creen saber, lo que ellos quieren o si ustedes
quieren, lo que pueden imponer. No creo que ellos ignoren que solo
son instrumentos del poder , que por medio de sus lecciones las clases
en el poder imponen una moral: las conductas de los que les han de
servir a sus alumnos en el futuro para reproducir su modo de producir y
de conducir a la sociedad, el acoso escolar a las nuevas generaciones
es legal, aunque sea ilegítimo.

Y lo imponen por el acoso curricular a los alumnos, quienes a lo largo

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 Y lo imponen por el acoso curricular a los alumnos, quienes a lo largo
de su proceso escolar: el básico, el medio y el superior solo harán,
pensarán, dirán, escribirán lo que sus maestros, la escuela les imponga.
El fracaso escolar es intencionado, es buscado, es logrado, los alumnos
lo reportarán en cada evaluación, en cada acreditación, en su
certificación, así sirven a esos poderosos intereses. Los padres
aceptarán esos dictámenes escolares convencidos de que la autoridad
profesional escolar, institucional tiene el poder de formularlos en las
calificaciones escolares, en las boletas anuales, en sus certificados de
conclusión de estudios, en su titulación, así lo quiso el perfil del
egresado de cada nivel de estudios.

5. EL BULLYING, CULTURA DE LA CLASE EN EL PODER

El bullying sistemático no es solo escolar, el acoso real lo ejercen el
estado, las clases poderosas, sus gobiernos, las administraciones
escolares, las escuelas, los maestros obligando a las familias a un
ejercicio de sumisión en el que no se vale rezongar, el acoso es total,
son los dueños de los discursos, de la dirección de las grandes obras
nacionales, del protagonismo político, de los currículos oficiales,
acosan a la sociedad con la propaganda política, con la épica de sus
logros, con sus invitaciones a honrarlos, con sus lecciones éticas, con
la imposición de no contrariarlos, ni contradecirlos y con la supresión
de las libertades de todos los que no sean ellos y finalmente con la
anulación de la ciudadanía, de la dignidad de la persona, de la
valoración del trabajo, del desarrollo de todas las capacidades, de la
participación en la construcción del futuro. Veamos algunos ejemplos.

6. UN CAMPEON DEL BULLYING PEDAGOGICO

¿Sabes, por ejemplo, quién es Jesús de Polanco? No, verdad, o ¿sí? Pues
convengan conmigo que es todo un personaje de quien dicen los
españoles que es el dueño de su conciencia, de su pensamiento, de su
lenguaje, de sus gustos literarios, de sus limitaciones culturales, de sus
proyectos de investigación, de sus futuras publicaciones y ¿sabes por
qué lo dicen? Yo les diré lo que leí : Polanco es el dueño de la editorial
Santillana, Aguilar, Taurus, Alfaguara, Altea editoriales que producen
libros de texto oficiales de preescolar, primaria, bachillerato,
educación superior, literatura de recreación, de evasión y de
obligación. Es también dueño de canales de radio como Cadena SER, de
televisión:TV4 y Canal + de pago, del holding PRISA que incluye el mayor

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 diario español: El país, medios que te acosan con sus mensajes de
consumo y de alienación, no te escapas de él, te acosa hasta en el
baño, es dueño de las revistas de sociedad, de espectáculos con que te
fumas un cigarrillo en el último rincón de tu intimidad en que
libremente podrías hacerlo, eso si no te cacha la Gestapo de la familia.
Esto es bullying mediático, infinito, total, ineludible. Examina tu caso,
tu circunstancia, cuéntanos otros acosos como éste.
7. EJEMPLOS DEL BULLYING MEXICANO
Para documentar este pesimismo: en México, el artículo 123
constitucional, Ley Federal del Trabajo ha sido víctima de los acosos
más persistentes de una pequeña burguesía ciega a las posibilidades de
sus negocios, desde su origen en 1917 en que fue acusada injustamente
de comunista, de socialista, de anarquista y por lo tanto invitada a no
cumplirse cuando—curiosamente— establecía una formalización del
pacto obrero-patronal, producto de la revolución, así hasta el siglo XXI
en que la suma de omisiones achicó los derechos de los trabajadores a
los contratos de “leasing” hasta hoy ilegales, pero destino de la clase
trabajadora del futuro, incluso la académica.

El golpeo al IMSS ha dejado sin el apoyo de los trabajadores del

“leasing” contratados sin el derecho a sus servicios y sin capacidad
personal para financiar a dicho instituto, el colmo es que el gobierno
federal obligado por juramento constitucional a hacer cumplir sus
normas, omite esa obligación al contratar por “leasing” a todo su nuevo
personal de limpieza, el acoso a los trabajadores los remite a la
condición del subempleo, al ínfimo salario y a la marginación de los
servicios a que se obligaría el IMSS. ¿Es acaso algo menos que acoso,
que bullying, esta persecución?
Tal parecería que la escuela del siglo XXI tiene otro ser, otros fines,
otros medios, otros contenidos, y como advierto otras autoridades: y
esas parecen estar en los protagonistas insumisos: los alumnos,
quienes parecen imponer un currículo que les llega más a ellos, en él
que ellos deciden, con el que ellos viven intensamente; eso no lo
pueden hacer en las escuelitas del siglo pasado con el currículo
vigente, con los maestros que no pueden impedirlo, ni con las
autoridades que —ciegas— se niegan a mirarlo, menos con los
pedagogos que se saben rebasados ante una acción pedagógica

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 autárquica, autónoma, en la sociedad, actuada y dirigida por los
escolares sin cobrar como titular “C” en la nómina de alguna de
nuestras universidades ni en las oficinas dueñas de la autoridad
curricular.
No existe pedagogía sin valores, que no dejan de ser imposiciones
morales, artísticas, científicas, políticas, ellos se constituyen fines de
los programas educativos, de los planes de estudio, contenidos a
aprender, prácticas de organización escolar, de enseñanza y sobre todo
de aprendizaje. La pedagogía oficial actual es vomitada por los alumnos
de secundaria que no reconocen la validez de toda esa pedagogía
escolar. el bullying escolar les parece ser cada vez más atractivo,
rescata su protagonismo, la acción, el espectáculo, Claparade diría que
responde a sus intereses, Dewey a sus necesidades de acción, Piaget a
la construcción de sus propias concepciones de la participación en la
cultura, con Tucídides jugarían a la guerra como la madre de la historia,
con Heráclito a descubrir la diversidad de la unidad en la lucha de
contrarios, los niños bullidores y bulliciosos sin filosofar, sin historizar,
sin hacer pedagogía, solo viviendo en la escuela, en su bullying cotidiano
hacen la lucha de clases como se hace en toda la vida social, con
vencedores y vencidos, con sometedores y sometidos, con ganadores y
perdedores. La escuela no deja de reproducir los valores que una
sociedad necesita, por eso lo permite o no lo puede impedir. El bullying
es la otra escuela.
REFLEXIONES
Llevamos a nuestros hijos de once años a la secundaria, algunos
episodios de acoso en la primaria nos parecieron juegos de niños, los
nuevos alumnos de la secundaria no ignoran que el acoso tendrá
versiones menos juguetonas que en la primaria, los padres tampoco, las
advertencias palidecen ante la obligación de abandonar a los niños al
cuidado de la escuela y su manera ellos no dejarán de preguntarse ¿A
qué venimos? ¿Qué es todo esto? ¿Es ésto mi nueva escuela? ¿Dónde
está mi educación ciudadana, mi formación para el trabajo, mi
capacidad para asociarme fraternalmente con mis iguales y con los
demás? ¿Qué hago con mis habilidades de estudio, de análisis de los
factores de los problemas, de encuentro de relaciones que los
resuelvan? Nadie contesta, todo parece indicar que llegué al lugar
equivocado ¿El vacío de autoridad pedagógica y el nuevo currículo de
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 acoso juvenil son acaso las nuevas circunstancias educativas en que
habré de educarme? ¿No hay otras?
Y yo con ellos me cuestiono ¿Este vacío y ésta violencia son el nuevo
currículo impuesto por la sociedad? ¿Cuál es el fin de esta acción
escolar? ¿A quién conviene este espectáculo? Los responsables del
estado encargados de conducir la vida nacional por los valores
constitucionales de reconocimiento a la dignidad de la persona, de
garantizar el ejercicio de las libertades individuales, de llevar la
democracia a la vida escolar, de promoverla en la vida política,
económica y cultural, de sostener el estado de derecho, de favorecer
una educación de los mexicanos para reproducir este sistema no hacen
su tarea, no transforman su discurso en acción, dejan que las fuerzas
reales reduzcan la vida social y la educación a instrumentos ajenos a
cada uno de nosotros y nosotros, los ciudadanos ¿les seguiremos
concediendo a los gobernantes el ideal liberal de “dejarlos hacer, de
dejarlos pasar”? Si, ellos nos hicieron así, no somos los dueños de la
dirección del estado, de su administración, somos las víctimas
pacientes, los zombies aletargados que solo esperamos a que el
destino nos alcance, no podremos con el bullying escolar porque el
bullying dominante es su expresión mayúscula

Duele, pero el dolor es síntoma, y sirve para alertarnos y obligarnos a la

acción, no poseo la verdad son elementos de juicio que conforman esta
opinión, ustedes, mis lectores tiene derecho a la suya y a sus acciones
consecuentes, mientras, disculpen el abuso, my own bullying, pero no
quise ser liberal y solo dejar hacer y dejar pasar, quise buscarle y esto
hallé.

Me paseé en el quetzal de la interpretación. A ojo de pájaro, advertí

estos elementos del paisaje, montaré después en la tortuga de la
anécdota para contarles lo vivido por mi menda.

Coyoacán, D. F. a 25 de marzo de 2011

Jesús Caballero y Díaz

Maestro y formador de docentes

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Pálido punto de luz

Claroscuros en la educación
http://palido.deluz.mx Número 7. ¡Sobrevivir en la escuela! Apodos, bromas, broncas... ¿Bullying?