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El siguiente proyecto de aula busca indagar las relaciones que se logran tejer
en un asunto tan importante como lo es la escuela; esta vista desde sus
complejidades y desde su papel transformador de la sociedad y de las
relaciones de poder que en ella se dan, nuestro texto se basa en los diferentes
postulados pedagógicos, antropológicos y sociales del autor Paulo Freire, ya
que este maestro desde su pedagogía critica latinoamericana nos da la
posibilidad de sentar nuevamente la palabra quitada, sumisa, acallada para
hablar de la escuela como aquel lugar de las múltiples resistencias.
Pues este ejercicio de construir desde la palabra propia, donde sean las
experiencias las que hablen permiten “Construir hábitos analíticos del
pensamiento, de leer, hablar o debatir que nos lleven más allá de las
impresiones superficiales, de los mitos tradicionales, de las meras opiniones y
de los clichés rutinarios” (Freire, 2012, p.7)
Para definir que hace que un espacio se transforme en un lugar donde habita lo
cultural y en el que surjan o se potencialicen otras formad de interactuar y
dialogar con los demás indagaremos el significado que elabora Carlos Alberto
Sánchez quintero, actual director de la Casa de la Cultura de Usaquèn, donde
plantea que son espacios que
“El educador progresista no solo tiene que enseñar muy bien su disciplina, sino
desafiar al educando a pensar críticamente en la realidad social, política e
histórica en la que está presente” (Freire, 2012, p.54).
Esta lectura del mundo posibilita entonces que las acciones que se adelantan
con la comunidad por parte de la Casa Botones, facilita el encuentro que logra
que entre los niños, niñas y jóvenes emerjan un montón de posibilidades sobre
esas maneras de ver su realidad, “la desproblematizaciòn del futuro, lleva
necesariamente a la muerte o a la negación autoritaria del sueño, de la utopía,
de la esperanza. El futuro no nos hace. Somos nosotros quienes nos
rehacemos en la lucha para hacerlo” (Freire, 2012, p.67).
El trabajo desarrollado por la Casa Botones articula las artes con el ejercicio
educativo teniendo muy presente que “en rigor, la importancia de nuestras
tareas tiene que ver con la seriedad con la que las llevemos a cabo, con el
respeto que tengamos al ejecutarlas, con el respeto a los otros en beneficio de
quienes las realicemos, con la lealtad al sueño que plasman en la realidad”
(Freire, 2012, p.62)
El arte se enmarca como una ciencia del espíritu cultivable que adelanta un
proceso de resistencia en cada barrio, en cada Fabela y barriada marginal,
abogamos entonces como educadores populares en formación en una
pedagogía para la liberación, una educación que nos ayude a pensar y no
coarte nuestro espíritu creador, “los niños necesitan creer en el ejercicio de
esta capacidad de pensar, de preguntarse y de preguntar, de dudar, de
experimentar hipótesis de acción, de programar y de casi no seguir programas;
ellos deben tener asegurado el derecho de aprender a decidir” (Freire, 2012,
p.70).
“Somos sujetos históricos que luchan por otra voluntad diferente: la de cambiar
al mundo, sin que ella importe que esta lucha dure un tiempo tan prolongado
que, a veces, sucumban en ella generaciones enteras”. (Freire 2012, p.71).
Para asumirse realmente como sujetos históricos es fundamental tener claro
que “los sueños son proyectos por los que se lucha” (Freire, 2012, p.64) y por
esta razón es importante el permitirnos delirar un ratico, soñar con la utopía e ir
caminando en su búsqueda, puede que en algunos momentos debamos dar
vueltas en círculos, otras tengamos que retroceder e incluso en algunos
momentos tengamos que parar para preguntar y preguntarnos, porque nuestra
intención no es andar sin transformarnos con los otros y eso es algo que va
ligado a aquello que aspiramos llegar y ser.
Un mundo, donde primen los afectos y la palabra, como medio por excelencia
para resolver los conflictos porque no negamos que estos dejaran de existir,
hacen parte de nuestra naturaleza y razón de ser humanos, sino que la
violencia no será el mecanismo por excelencia para dirimirlos e imponernos
sobre los otros. Un mundo, donde las familias sin importar la composición que
estas tengan, no tendrán que dejar a los niños y las niñas a su suerte la crianza
porque ya no vivirán para trabajar, sino que podrán trabajar para vivir.
Un mundo, donde las artes no sean un lujo de una pequeña parte la población
o una mercancía para el consumo, sino que serán la posibilidad para explorar
las diversas formas de ser y manifestarlo, ya que las calles serán las tablas
donde presentaremos nuestras obras y las paredes los lienzos por excelencia.
Conclusiones
• El arte, más que un saber hacer, se puede utilizar como excusa para
transformar visiones de vida y espacios, a través de este se dan herramientas
suficientes para la construcción de discursos políticos y sociales.
Bibliografía.
Paulo Freire, (2012), PEDAGOGIA DE LA INDIGNACIÒN, Buenos Aires, Siglo
XXI editores.
Carlos Alberto Sánchez quintero, (2010), Casa de la cultura Usaquén diez años
revelando la realidad del arte y la cultura en la localidad, Bogotá, Corporación
casa de la cultura Usaquén.
Eduardo Galeano, (1998), “Patas para arriba. La escuela del mundo al revés”,
Madrid, Siglo XXI editores.